sábado, 9 de julio de 2011

Supremo Consejo Confederado de Grandes Inspectores Generales del R:.E:.A:.A:. para Norteamericana



I:.P:.H:.Juan Orrego Sevilla33° miembro del Supremo Consejo Confederado de Grandes Inspectores Generales del R:.E:.A:.A:. para Norteamericana, habiendo sido elegido en su Gran Consistorio fundacional como Gran Canciller de la Orden.
Gran Logia de Norteamerica La Vegas . Nevada

HOMENAJE A UN GRAN HOMBRE FACUNDO CABRAL - VIDEO

MASONES DE LA LENGUA ESPAÑOLA NEW YORK
HOMENAJE A UN GRAN HOMBRE FACUNDO CABRAL






Facundo Cabral fue asesinado a balazos en Guatemala

El cantante argentino Facundo Cabral fue asesinado esta mañana en un atentado perpetrado en el Bulevar Liberación cuando se dirigía junto a otros acompañantes al aeropuerto La Aurora para salir de Guatemala luego de haber presentado conciertos en las ciudades de Guatemala y Xelajú esta semana.El crimen ha causado consternación en la población guatemalteca, artistas latinoamericanos y el pueblo argentino que se expresa por las redes sociales.

El cantautor argentino Facundo Cabral resultó muerto el sábado en la madrugada a tiros por desconocidos en la capital guatemalteca cuando se dirigía hacia el aeropuerto internacional La Aurora, en el sur de la Ciudad de Guatemala.

El noticiero Notisiete mostró imágenes del cuerpo de Cabral en el vehículo en que se transportaba, una camioneta agrícola blanca que intentó resguardarse de los atacantes dentro de una estación de bomberos. El vehículo con el cantante iba además resguardado por otro en el que viajaban guardaespaldas.

El vocero de los bomberos municipales, José Rodríguez, declaró que el músico argentino recibió al menos ocho disparos en el cuerpo.

Un portavoz de la Policía Nacional Civil (PNC) confirmó a los periodistas que el artista, de 74 años, murió como consecuencia un tiroteo. Su último recital fue en la ciudad de Quetzaltenango, a 200 kilómetros al oeste de Ciudad de Guatemala, que cerró con su famosa canción 'Ni soy de aquí, ni soy de allá'.

"Fue un atentado directo en su contra perpetrado por sicarios que utilizaron fusiles de asalto", dijo el portavoz de la Presidencia guatemalteca, Ronaldo Robles.

El funcionario ha asegurado que el presidente Álvaro Colom "está consternado por este hecho cobarde", y ha asegurado que tres equipos especializados de investigadores han sido asignados para trabajar en este asunto.

El vocero de la policía, Donald González, declaró que se encontró uno vehículo abandonado en una salida de la carretera a El Salvador que aparentemente participó en el ataque porque mostraba varios disparos en su carrocería y dentro había casquillos de municiones de fusil.

Indicó que fueron designados tres equipos de investigadores, que se están registrando vehículos en retenes en toda la ciudad y viendo las grabaciones de varias cámaras colocadas cerca del lugar en donde ocurrió el atentado

En el ataque al cantautor y poeta también ha sido herido de gravedad el representante del artista, Henry Fariña, y que se encuentra entre la vida y la muerte en un centro asistencia de la capital guatemalteca, según las fuentes.

El vicepresidente Rafael Espada declaró a la radio Emisoras Unidas "estamos bien preocupados, es una situación muy seria", refiriéndose al asesinato del artista.

"Las instituciones de inteligencia y seguridad ya están trabajando" en busca de esclarecer el atentado, dijo Espada. "Hay una ola de violencia en Guatemala y estamos trabajando" en contrarrestarla, expresó al referirse a las causas del ataque.

Facundo Cabral, fue candidato al Nobel de la Paz y Declarado mensajero mundial de la paz por la Unesco en 1996. Ha recorrido unos 165 países y entabló amistad con personalidades tales como la Madre Teresa de Calcuta, Jorge Luis Borges y Golda Meir, entre otros.

Indignación

El asesinato desató una ola de indignación en el país y a nivel internacional. La premio Nobel de la Paz 1992 y candidata presidencial Rigoberta Menchú, quien dijo haber tenido una amistad con el trovador, acudió a la escena del crimen.

Entre llanto, Menchú expresó que "para mi Facundo Cabral es un maestro... amó mucho a Guatemala, me dedicó frases maravillosas en su música".

"Hoy estamos repudiando un crimen más que enlutece a Guatemala... un crimen más que está causando horror y miedo, no dejo de pensar que fue asesinado por sus ideales, no hay ninguna razón por la que tuviera que ser asesinado aquí en Guatemala", añadió la Nobel, que calificó el asesinato como una expresión del "odio del fascismo".

Las redes sociales se llenaron de mensajes de repudio, las fotos de los perfiles en Facebook de docenas de guatemaltecos fueron sustituidas por listones negros y se podían leer mensajes como el que publicó el ex director de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado Ronatlh Ochaeta: "siento una inconmensurable vergüenza!! una profunda rabia por mi país... asesinaron a Facundo Cabral a pocas cuadras de llegar al aeropuerto".

El cantante y compositor Alberto Cortez, entrevistado por la radio Caracol Radio, expresó su tristeza "ante la noticia tan terrorífica que hemos recibido".

"Uno no sabe porqué suceden esas cosas, pero suceden y entonces no encuentra consuelo", agregó Cortez, quien grabó junto a su colega y amigo el disco "Lo Cortez no quita lo Cabral" que promocionaron juntos en una larga y exitosa gira internacional.

"Facundo era un hombre místico, un hombre de paz, un hombre tranquilo, un hombre que no insultó nunca a nadie", aseguró Cortez.

La agencia de noticias argentina DyN reportó desde Buenos Aires que el presidente guatemalteco Alvaro Colom se comunicó con su colega argentina Cristina Fernández para informarle del asesinato, que a su parecer "fue todo planificado".

Cabral tenía 74 años y ofreció su último concierto el jueves en la ciudad de Quetzaltenango, a 200 kilómetros al oeste de la capital.

El artista se consideraba a sí mismo "un contador de historias que además canta" y fue autor de temas como "No soy de aquí ni soy de allá", el cual cantaron figuras como Vicente Fernández, Julio Iglesias y Lola Flores y del que, según el autor, existen cerca de 700 versiones en 27 lenguas.

Hizo dúos con compositores como Pedro Vargas y Neil Diamond.

Oriundo de la Patagonia argentina, Cabral relató en una entrevista en Miami en el 2008 que a los nueve años caminó 3.000 kilómetros hasta que llegó a Buenos Aires buscando un trabajo para su madre, con la que quedó junto a seis hermanos después de que su padre los abandonó.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró al músico argentino como "mensajero de la paz" en 1996, algo de lo que dijo sentirse orgulloso.

En sus conciertos, además de interpretar sus canciones, deleitaba al público con anécdotas y lo inspiraba con una filosofía en la que proclamaba amar a la vida a pesar de las peores adversidades. Solía citar a escritores como Walt Whitman y Jorge Luis Borges.

En 1976 dejó Argentina en medio de la dictadura militar y se radicó en México.

"Todos los días me siento en el sillón y doy gracias a la noche", manifestó Cabral en la entrevista del 2008. "Siempre le pregunto a Dios, ¿por qué a mí tanto me diste? Me diste miseria, hambre, felicidad, lucha, luces... vi todo. Sé que hay cáncer, sífilis y primavera, y buñuelos de manzana", dijo el cantante en esa oportunidad.

Fue analfabeta hasta los 14 años, pero después conoció a Borges, Chagal y la madre Teresa, contó en esa oportunidad.

Entre los discos que grabó figuran "Mi vida", "Ferrocabral", "Facundo secreto", "Lo Cortez no quita lo Cabral", "Cabralgando" de los que se extraen temas como "Yo quiero ser bombero" y "Pobrecito mi patrón".

"Amo tanto la vida porque me costó tanto gozarla ... me costó mucho sentir que era protagonista y no una basura", relató el músico y escritor, cuya mujer e hija murieron en un accidente aéreo, perdió la vista totalmente durante una época de su vida y que sobrevivió a un cáncer.

AP y EFE

GRAN LOGIA PATRIOTICA DEL PERU

GURDJIEFF - EL CUARTO CAMINO

GRAN MAESTRO:.
I:.P:.H:. LUIS F. LEON PIZARRO 33°

GRAN LOGIA PATRIOTICA DEL PERU

GURDJIEFF-BIOGRAFIA,OBRA Y SISTEMA


Georges Ivanovich Gurdjieff nace poco antes o poco después de 1870 en Alexandropol, en el Cáucaso (hoy Leninakan, Armenia). Su padre, un griego, admirador de la sabiduría antigua; su madre, Armenia. Crece en una atmósfera de ritos, leyendas y tradiciones en la que lo milagroso es un dato más de la realidad. Su educación es cristiana ortodoxa oriental. La franja del Cáucaso, entre el mar Negro y el Caspio, es por entonces un hervidero de raza, religiones y culturas, sin que ninguna predomine; es un lugar excéntrico, de límites fundidos y fuentes interpenetradas: Cristianas, armenias, asirías, islámicas, zoroástricas; sede de organizaciones herméticas, ocultistas, filosóficas, políticas, místicas; muchas veladas a la persona común. En este contexto fértil para desentrañar indicios y para la emergencia de energías primordiales, se desarrolla Gurjieff.

Estudia para sacerdote cristiano en el seminario de Alexandropol. También estudia medicina. Su biografía permanece en el misterio; asoman algunos indicios por aquí y por allá dados por él mismo, aunque en forma más alegórica que autobiográfica; ciertos retazos de su vida son recogidos más o menos confiablemente por sus discípulos; su historia personal se cubre de un hábil mandato de niebla. Insatisfecho con los elementos a su alcance, emprende un viaje incierto de 20 a 25 años en busca de conocimientos acerca del sentido preciso de la vida. Recorre Asia central, Persia, el monte Athos, el norte de África, China, el Tíbet. Bebe de fuentes monásticas cristianas ortodoxas; convive con círculos esotéricos islámicos, derviches de distintas escuelas y comunidades Sufíes; investiga el Chamanismo Siberiano y el Budismo Vajrayana del Tibet; comparte prácticas lamaísticas en monasterios tibetanos donde se preservan enseñanzas antiquísimas. Según él mismo cuenta, es preceptor del Dalai Lama.

Aparentemente, actúa como agente secreto ruso, por lo que se le abren muchas puertas, cuando los ingleses invaden el Tibet, prepara y acompaña la huida del Dalai Lama. A partir de entonces, Gran Bretaña siempre desconfía de él. Su astucia lo mantiene a salvo y jamás desaprovecha oportunidades para aprender vivencialmente. Para sobrevivir hace de médico, ingeniero, cocinero, químico, hipnotizador, comerciante, artesano, profesor de danza. Oculta sus fuentes, pero su meta es traducir métodos de ideas orientales acerca del desarrollo total y armónico del ser humano en términos evocativos para Occidente. Algunos lo consideran el primer emisario a Occidente de una sociedad secreta del Oriente Medio; otros dicen que trabajaba bajo sus propios auspicios; los más cercanos afirman que lo envía la comunidad de maestros de sabiduría sufí Kwajagan, reestructuración de una cultura superior destruida por Genghis Khan. En 1915 regresa a Rusia y comienza a formar adeptos en los cafés de San Petersburgo y Moscú. Allí conoce a Ouspenky, su principal discípulo, quien recoge minuciosamente sus enseñanza.

También conoce a Thomas de Hartmann, de cuyo diario se obtienen datos valiosos y a quien cita siempre en bares de reputación dudosa para poner a prueba su desapego a los convencionalismos sociales. Rusia está en plena guerra mundial y agitada por un clima pre-revolucionario. En su nivel actual, el ser humano no posee alma inmortal, pero con cierto trabajo él mismo puede forjarla, de modo que el conjunto alma-cuerpo no esté subordinado a las leyes del cuerpo físico y continúe existiendo luego de la muerte de este. El ser humano ordinario observa Gurdjieff se contenta con una vida tolerable. Olvida los terrores de su mortalidad, falta de voluntad y control. Racionaliza y miente. Su vida gira en torno de un conjunto de interés insignificantes. Es un autómata dirigido por voluntades contradictorias creadas por sus deseos, a su vez generados por influencias externas. Se estremece cuando un ratón cruza su cuarto y no siente terror ante la perspectiva de su propia muerte.

La autorrealización, así, resulta extremadamente difícil, aunque no imposible. Es necesario que el individuo comprenda su condición actual y se esfuerce por conquistarla. El ser humano común es controlado de afuera hacia dentro; el trabajo sobre sí invierte la dirección. Es posible vivir de modo más consciente y armónico, reconciliar y unir las tres funciones humanas básicas: pensamiento, sentimiento y acción. Una cosa es saber intelectualmente y otra muy distinta comprender por experiencia directa. Por eso Gurdjieff alienta a sus oyentes a verificar personalmente cuanto les transmite. Sus enseñanzas se enmarcan en una peculiar visión del universo y en una psicología propia. Ouspensky lo cita: El ser humano es una máquina. Sus actos, palabras, pensamientos, sentimientos, convicciones, opiniones y hábitos son resultado de influencias externas. Por sí mismo no puede producir un solo pensamiento, una sola acción. Todo lo que dice, hace, piensa, siente, es algo que le sucede... Nace, vive, muere, levanta edificios, escribe libros, no como quiere, sino como le sucede. Ni ama ni odia ni desea; todo le sucede.

Al regresar a Rusia, Gurdjieff posee un conocimiento profundo de danza, música y doctrinas iniciáticas. Divulga de un modo alegórico para estimular la intuición y discute cuestiones básicas acerca de la relación del ser humano con el universo, la condición humana, los estados de conciencia, la inmortalidad y la posibilidad de autorrealización. Propone a sus oyentes un crecimiento aumentando su energía interior.

De inmediato Ouspensky, su escriba y biógrafo, comienza a trabajar con él. En 1916 ya son varios los alumnos, entre ellos Hartmann, compositor conocido y oficial de la guardia del Zar, y su esposa Olga. Hartmann comenta la impresión que causan los ojos de Gurdjieff, de profundidad y penetración poco comunes. Ouspensky se encarga de la instrucción de algunos de los recién llegados. El grupo se reúne todas las noches a ejecutar gimnasias sagradas y trabajo interno. A dos o tres elegidos Gurdjieff los instruye en disciplinas especiales. También, en esta etapa, alternan períodos de ayuno y de silencio, en los cuales sólo se podían comunicar mediante un complicado sistema de contorsiones corporales ingeniado por el mismo maestro. Gurdjieff abre formalmente el primer instituto para el desarrollo armónico del hombre.

La verdadera carrera pública de Gurdjieff comienza en el priorado de AVÓN. Su método, hasta entonces reservado a unos pocos iniciados, se abre a toda persona.

priorato de AVÓN.

La gimnasia sagrada obliga a ser consciente del propio cuerpo. Las experiencias espirituales sin conciencia del cuerpo son alucinaciones. Quien es consciente del propio cuerpo no enloquece. Poco a poco Gurdjieff se va desinteresando del priorato de Avón. En 1934 se muda a parís. Con mucha rapidez se suman nuevos discípulos, pero esta vez deja la enseñanza en manos de instructores. El maestro se reserva para sí el trato con unos pocos aprendices avanzados que deben ir desligándose de todo maestro y grupo. Los orienta en concentración de la voluntad, control de la respiración y de la energía sexual y conexión con el guía interno. Les da otras instrucciones y les solicita guardarlas en silencio.

Para ellos ya no habrá delimitación entre ejercicios y vida diaria; el cuarto camino será actitud interior manifiesta en cada ocasión. ¿MAGO? ¿PROFETA? ¿BRUJO? ¿SANTO? Enigmático y algo sobrenatural, mezcla de Buda y Charlatán de feria, demasiado deshumanizado para ser santo. En 1949 Georges Ivanovich Gurdjieff, el viejo bribón, fallece en París.Las Grandes Figuras del Ocultismo.

El sorprendente M. Gurdjieff es uno de los más misteriosos personajes de principios de siglo.

Los detalles de su vida, voluntariamente oscura son poco conocidos: léase la importante biografía que le ha consagrado Louis Pauwels.

Probablemente nació en Asia menor de padres nómadas. Debió dedicarse al espionaje para varias grandes potencias, aprovechando numerosos viajes asiáticos. Crea en un castillo de Fontainebleau, una especie de comunidad filosófica donde los internos eran obligados a veces a singulares tareas. Tuberculosa, la novelista Katherine Mansfield fue allí para hacerse curar.

Al lado de puntos de vista filosóficos embarullados, Gurdjieff ha emitido algunas teorías originales. Su discípulo, Ouspensky, muerto en Londres en 1947, ha resumido lo esencial de sus conferencias en Fragments d'un enseignement inconnu.

Según éste último, Gurdjieff. siempre vendiendo tapices, organiza primero grupos secretos de indagación en Moscú en 1914 (tema: El hombre es una máquina). Después, en 1915, en San Petersburgo (tema: El hombre puede liberarse por medio de cuatro vías: la del fakir, la del monje, la del yogui, y la cuarta, « la del hombre sagaz » está por encontrarse). Regresó a Moscú a fines de 1916, y después a Alexandropol. Con la revolución del 11 de octubre de 1917, parte para el Cáucaso y después crea instituciones en Rostov, Tiflis y Constantinopla.

En 1920. está en Alemania, en 1921, en Fontainebleau, en 1924 en América. Murió en París en 1949. Antes de morir, dijo a sus discípulos: Os dejo en un apuro!


GURDJIEFF Y EL 4TO CAMINO (BIOGRAFIA)

George Ivanovich Gurdjieff. Destacado Maestro, dio a conocer la doctrina del Cuarto Camino, realizando una intensa labor de instrucción de las claves para el despertar de la conciencia.

En el verano de 1922 llegó a Francia un desconocido, George Ivanovitch Gurdjieff. Le acompañaba un pequeño grupo de hombres y mujeres que lo habían conocido en Moscú y San Petersburgo, lo habían seguido al Cáucaso durante la Revolución, habían tratado con él de mantener su actividad amparados de la guerra en Constantinopla y luego habían huído de Turquía ante la inminencia de una nueva crisis, encontrándose ahora, después de un éxodo a través de diversos países de Europa, en busca de una propiedad en venta en los alrededores de París.

Compraron a la viuda de Maitre Labori, el abogado de Dreyfus, su amplia propiedad del Prieuré de Avon cerca de Fontainebleau. Gurdjieff estableció allí una sorprendente comunidad que suscitó inmediatamente gran curiosidad.

En esos años de post guerra, cuando tantas ilusiones se habían desvanecido, el Occidente tenía una profunda necesidad de certidumbres. Los ingleses fueron los primeros en acudir al Prieuré, atraídos por P.D.Ouspensky (escritor ruso nacido en 1877, fallecido en Londres en 1947). Luego se sumaron a ellos unos americanos.

P.D.Ouspensky A.R.Orage J.G.Bennett

Críticos, editores, médicos, la mayoría tenía nombre conocido. Iban al Prieuré como se va hacia una experiencia difícil, pero que -si Gurdjieff era quien se les había dicho- les abriría la puerta del Conocimiento.

El Prieuré correspondió a su esperanza.

Veintisiete años después, cuando Gurdjieff murió en París, su nombre era aún desconocido del gran público, su obra inédita, el lugar que ocuparía en la historia del pensamiento imposible de definir. Pero unas ideas habían sido transmitidas, y, por muy de lejos que viniesen -en efecto, las ideas de Gurdjieff parecen ligadas a una muy elevada y antigua tradición- habían hallado un terreno apropiado para germinar.

¿Quién era, pues, Gurdjieff?

George Ivanovitch Gurdjieff nació el 1° de enero de 1877 según el antiguo calendario ruso (13 de enero según el actual) en la ciudad de Alexandropol, situada en la provincia de Kars, hasta entonces otomana, recién conquistada por el ejército del Zar.

En cuanto a sus padres, su infancia, la educación que recibió, no podemos sino remitir al lector a los primeros capítulos de su libro titulado "Encuentros con Hombres notables".

En el período que siguió, que quizás duró unos 20 años, Gurdjieff desapareció.

Sólo se sabe que emprendió viajes lejanos, particularmente al Asia Central. Estos años fueron de suma trascendencia para la formación de su pensamiento, él mismo dice: "No me encontraba solo. Había entre nosotros, toda clase de especialistas. Cada uno estudiaba según los métodos de su ciencia particular. Después de lo cual, al reunirnos, nos participábamos los resultados obtenidos". ("Fragmentos de una Enseñanza Desconocida" de P.D.Ouspensky).

Alude así al grupo de "los Buscadores de la Verdad". Hasta hoy no sabíamos quiénes habían sido estos compañeros de juventud de Gurdjieff. Encuentros con Hombres notables nos presenta a algunos de ellos y da detalles sobre sus aventuras y sus viajes. Pero el lector deberá recordar que este libro, si bien es una autobiografía, no es ciertamente una autobiografía en el sentido ordinario de la palabra. No deberá tomar todo literalmente (ni tampoco convertir todo a símbolos), ni intentar, a fin de remontar al origen del conocimiento, una exploración sistemática del curso del río Piandye, o de las montañas de Kafiristán. Porque, aunque el relato tenga un sonido de innegable autenticidad, parece evidente que Gurdjieff quiso enredar las pistas...

Volvemos a encontrar a Gurdjieff en Rusia, en 1913. Es en Moscú, en la primavera de 1915, cuando se produce el encuentro de Ouspensky con Gurdjieff. Ouspensky posee una formación científica. Ha publicado en 1909 un libro sobre la cuarta dimensión. En la esperanza de encontrar en Oriente una respuesta a las preguntas a las cuales, según él, la ciencia de Occidente no aportaba solución, emprendió un gran viaje a la India y a Ceilán. Regresó de ese viaje convencido de que su búsqueda no era vana y que efectivamente había algo en Oriente, pero "que el secreto estaba guardado mucho más profundamente y mucho mejor de lo que él había previsto".

Está preparando un nuevo viaje, esta vez al Asia Central Rusa y Persia, cuando le hablan del sorprendente personaje recientemente aparecido en Moscú.

Su primera entrevista con Gurdjieff modificaría todos sus planes.

"Lo recuerdo muy bien. Habíamos llegado a un pequeño café, situado fuera del centro, en una calle ruidosa. Vi a un hombre que ya no era joven, de tipo oriental, con bigotes negros y ojos penetrantes; al principio me sorprendió porque de ningún modo parecía en su lugar en tal sitio y tal atmósfera; estaba aun saturado de mis impresiones de Oriente, y este hombre con cara de rajá hindú o de jeque árabe, que hubiera visto mejor bajo un albornoz blanco o un turbante dorado, producía en ese pequeño café de tenderos y comisionistas, con su sobretodo negro con cuello de terciopelo y su sombrero hongo negro, la impresión inesperada, extraña y casi alarmante de un hombre mal disfrazado".

Ninguna de las preguntas que Ouspensky le hizo confundió a Gurdjieff. Persuadido de que ese hombre podía ser el camino hacia el conocimiento que él había buscado en vano en Oriente, Ouspensky se hizo discípulo de Gurdjieff. Más tarde daría un relato preciso, de impresionante honradez, de los siete años que pasó al lado de su maestro para elucidar y desarrollar todo lo que éste le había dejado entrever durante esa primera conversación en Moscú en 1915.

Pero Gurdjieff, en medio de la guerra, atrajo a tres buscadores. Citaremos al compositor Thomas de Hartmann (nacido en Ucrania en 1885, fallecido en Nueva York en 1956) ya bien conocido en Rusia. A su ciencia y a su trabajo, puestos a disposición de Gurdjieff, le debemos el haber podido reunir la obra musical de éste.

Thomas de Hartmann y su esposa Olga

La Revolución sorprendió a Gurdjieff, rodeado de discípulos, en Essentuki, al norte del Cáucaso, donde acababa de sentar las bases de un primer Instituto para el Desarrollo Armonioso del Hombre. Cuando se desencadenó la guerra civil realizó con algunos de sus alumnos una arriesgada expedición a través de los desfiladeros del Cáucaso. Llegado por esa inesperada vía a Tiflis, momentáneamente en Paz, abrió allí un nuevo Instituto. Luego, sumergido el sur del Cáucaso en la revolución, se refugió con sus alumnos en Constantinopla, donde pudieron reabrir el Instituto.

Este itinerario se alarga, siempre más hacia el oeste, hasta Fontainebleau, donde por fin Gurdjieff halló las condiciones requeridas para fundar el Instituto sobre bases estables.

Entre los ingleses que se le unieron, se destaca la figura de Orage. Había vendido, para venir al Prieuré, su revista The New Age, en la que, según Bernard Shaw, había demostrado durante catorce años ser "el más brillante ensayista de ese tiempo". Nada le era ajeno, ni en el dominio literario ni en el dominio económico. Para muchos jóvenes escritores Orage había sido más que un consejero: una especie de hermano mayor.

También Margaret Anderson formó parte de ese grupo, dos años después. Ella había fundado en 1914 en Nueva York, una revista de vanguardia, The Little Review, con la cual había hecho conocer en América a Apollinaire, Cocteau, Gide, Satie, Schoenberg, Picasso, Modigliani, Braque... Hasta había corrido el riesgo de ir a la cárcel por haber osado publicar el Ulises de James Joyce. Llegada al punto en que ya no podía satisfacerse únicamente con los refinamientos del espíritu, decidió también unirse a Gurdjieff.

Alexandre de Salzmann y su esposa Jeanne

Muy escasos fueron, en esos primeros años, los franceses que se acercaron a Gurdjieff. Un hombre inolvidable Alejandro de Salzmann, se había unido a él en Tiflis. Era pintor y decorador de teatro. Su mujer era francesa. Fue ella quien en lo sucesivo haría conocer el pensamiento de Gurdjieff en Francia y le traería los grupos a los cuales él transmitió su enseñanza, en París, después de cerrar el Prieuré.

A su llegada al Prieuré, Katherine Mansfield describe:

"...un viejo castillo muy bello, circundado por un parque admirable... se atiende a los animales, se trabaja en el jardín, se hace música... debe uno despertar a las cosas, en vez de discurrir sobre ellas". Y más tarde: "... en tres semanas, siento que pasé años en la India, en Arabia, en Afganistán, en Persia... por cierto que no debe haber otro lugar en el mundo en el cual se pudiera aprender lo que se aprende aquí".

Danzas sagradas en el Prieuré

La estada de Katherine Mansfield en el Prieuré hizo gastar mucha tinta.

"De la calumnia, escribe Pierre Schaeffer en "Le Monde", siempre queda algo. En lo que se refiere a Katherine Mansfield, por ejemplo, a fuerza de repetirlo en caracteres de imprenta, terminarán por asociar la hospitalidad de Gurdjieff con el triste fin de la joven tísica".

Cuando Katherine Mansfield, ya muy enferma, pidió ser admitida en el Prieuré, Gurdjieff, conociendo la gravedad de su estado al principio se negó. Orage y los otros insistieron para que le fuera dada esta última alegría. Katherine Mansfield murió algunos meses más tarde en el Prieuré y Gurdjieff recibió en recompensa, tal como lo dice Ouspensky, "su salario completo de mentiras y calumnias".

René Daumal y Luc Dietrich son, entre los escritores franceses, aquellos a quienes la enseñanza de Gurdjieff nutrió más directamente. André Rousseau, tras haber reconocido que el valor de una influencia espiritual se mide por la calidad de las obras que ella inspira, escribe en el "Figaro Littéraraire": "Si por ejemplo se nos probara que René Daumal debe realmente a Gurdjieff mucho de lo que estimamos y admiramos en él, nuestra admiración por Gurdjieff recibiría un gran refuerzo...". De hecho, Daumal siguió durante diez años, la enseñanza de Gurdjieff, y "Le Mont Analogue" dedicado a Alexandre de Salzmann, a través de quien Daumal había conocido a Gurdjieff, es una transposición poética muy transparente de la experiencia interior que Daumal y sus compañeros perseguían.

Tomas de posición apasionada se produjeron pro o contra Gurdjieff algunos años después de su muerte, cuando su nombre, al llegar al público, fue empleado abusivamente por gente que no lo había conocido. Así nacieron unos absurdos, a los cuales, claro está, nadie aportó jamás ni un atisbo de prueba.

Gurdjieff no cerraba su puerta a nadie.

Interesaría saber cuáles fueron las impresiones profundas del arzobispo de Canterbury cuando pasó un fin de semana en el Prieuré, o las de Louis Jouvet cuando lo visitó en París.

Entre estos visitantes del domingo, vino también Denis Saurat, típico universitario, entonces Director del Instituto Francés en el Reino Unido, que reencontraba allí a su amigo A.R.Orage. Denis Saurat, al venir al Prieuré, temía ante todo ser engañado, y le costó diez años o más "digerir" las múltiples impresiones que recibió ese día. Muchos años después, en una carta a Louis Pauwels, resumió así la impresión que había sacado de su entrevista con Gurdjieff: "No soy de ninguna manera discípulo de Gurdjieff. El breve contacto que tuve con él me dejó la impresión de una poderosa personalidad humana, reforzada o dominada por una elevadísima espiritualidad moral y metafísica a la vez. Quiero decir que me pareció que sólo las más altas intenciones morales regían su conducta y que, por otra parte, sabía sobre el mundo espiritual cosas que pocos hombres conocen, y que era verdaderamente un maestro en el dominio de la inteligencia y del espíritu".

La única manifestación pública de Gurdjieff y de sus alumnos durante ese período fue una demostración de danzas sagradas y de "movimientos" que presentaron el Théatre des Champs Elysées en octubre de 1923. Esos ejercicios fueron presentados a la vez como una restitución de danzas de derviches y de ceremonias sagradas (de las cuales el autor había sido testigo en el curso de sus viajes por el Asia Central) y como un método de educación.

Los parisienses no estaban muy preparados para ver en unas danzas, aunque fuesen sagradas, otra cosa que un simple espectáculo. Si la danza era un lenguaje, hubieran querido que les dieran la clave.

Pero Gurdjieff, ignorando esas objeciones, iba a hacer afrontar a sus alumnos una prueba aún más difícil. Acompañado por cuarenta de ellos iba a llevar sus ideas a Nueva York, y a dar allí representaciones de sus "movimientos". Se embarcaron el 4 de enero de 1924.

Se encuentra en la prensa de esa época el reportaje de dos series de representaciones que dio, una en el Neighbourhood Playhouse y la otra en el Carnegie Hall.

Algunas semanas después de su regreso a Francia, Gurdjieff resultó gravemente herido en un accidente de automóvil y no recobró sus fuerzas sino lentamente. Viendo que sólo le quedaba poco tiempo para cumplir con la tarea que se había impuesto, cerró parcialmente el Instituto y se hizo escritor a fin de "transmitir sus ideas en una forma accesible a todos".

Desde entonces, y durante varios años, escribir fue para él una obligación esencial. Sin embargo, jamás dejó de componer música, improvisando casi cada día, en una especie de armonio portátil, himnos, plegarias o melodías de inspiración kurda, armenia o afgana, que Thomas de Hartmann anotaba y transcribía. Esta música, sencilla y profunda, no es la parte menos sorprendente de su obra.

Se sometió al oficio de escritor con esa especie de habilidad artesanal que le había permitido en su juventud aprender tantos otros oficios.

El mismo cuenta en el primer capítulo de los "Relatos de Belcebú a su Nieto", cuáles fueron las dificultades que halló desde el principio. Después de haber dudado, escogió escribir en ruso. Sus idiomas natales eran, además del griego, el armenio y el turco. Pensaba en persa. Bromeaba en ruso. Contaba chistes en inglés "con una simplicidad oriental que desconcertaba por su aparente ingenuidad". No ocultaba su desdén por las convenciones gramaticales, englobadas por él en el vasto dominio de lo que llamaba, con acento cargado de ironía, "el buen tono". Por lo contrario, sentía profundo interés por los giros de la sabiduría popular, y manejaba con gran destreza proverbios que atribuía al legendario Mulaj-Nassr-Eddin, hasta cuando eran de su propia cosecha.

Quienes se le acercaron durante ese período, a menudo lo vieron escribir hasta horas avanzadas de la noche, en el Prieuré, de viaje, sobre las mesas de los cafés de ciudades de provincia y, naturalmente, en el Café de la Paix, que era, según él decía, "su oficina". Añadía que cuando necesitaba una gran concentración, el ir y venir a su alrededor de seres humanos de todo tipo estimulaba su trabajo.

Apenas terminaba un capítulo lo hacía traducir rápidamente para leérselo a las personas que lo rodeaban, cuyas reacciones vigilaba. Instruido por esa experiencia, lo modificaba. Y repetía la prueba tantas veces como fuera necesario.

Escribió durante una decena de años. Bajo el título de DE TODO Y DE TODAS LAS COSAS (All and Everything), no fue tan sólo un libro lo que compuso, sino tres gruesos volúmenes, cuya aparente diversidad responde a su intención de transmitir sus ideas en tres etapas y bajo tres formas diferentes.

El primero, titulado RELATOS DE BELCEBÚ A SU NIETO o CRITICA OBJETIVAMENTE IMPARCIAL DE LA VIDA DE LOS HOMBRES, tiene como meta, escribe él, "extirpar las creencias y opiniones arraigadas en el psiquismo de los hombres acerca de todo cuanto existe en el mundo".

El reserva para los lectores que hayan aceptado esa duda sobre sí mismos, la segunda obra: ENCUENTROS CON HOMBRES NOTABLES, con la que quiere "hacer conocer el material necesario para una reedificación, y probar la calidad y la solidez del mismo".

El tercero, titulado LA VIDA NO ES REAL SINO CUANDO "YO SOY", tiene por objeto "favorecer en el pensar y el sentimiento del lector la eclosión de una representación justa, no fantasiosa, del mundo real". Fue escrito para el reducido número de los que realmente se habían comprometido en su enseñanza.

Estaba en prensa en Estados Unidos el primero de los tres cuando murió Gurdjieff. Apareció sucesivamente en Nueva York (All and Everything, Harcourt Brace), Londres (All and Everything, Routledge&Kegan Paul), Viena (All und Alles, Verlag der Palme) y por fin en París en 1956 (Récits de Belzébuth á son Petit-fils, Editions Janus distibué par Denoël).

El segundo, que se entregó al público once años después de la muerte del autor, tiene el mérito de aportar por primera vez ciertas precisiones sobre la parte hasta ahora más misteriosa de la vida de Gurdjieff.

Cuando terminó de escribir, Gurdjieff, tras haber cerrado definitivamente el Prieuré, vino a residir en París. Emprendió de nuevo, con un círculo de discípulos, franceses esta vez, la enseñanza directa, capaz de apelar a los medios de expresión más diversos, cuyo secreto él poseía.

Fue con frecuencia a los Estados Unidos durante ese período, exceptuando los años de la guerra, toda la cual pasó en París.

Murió en parís el 29 de octubre de 1949.

La primera voz que se elevó algunos días después de su muerte vino de América. Era la del arquitecto Frank Lloyd Wright, que declaraba:

"Kipling dijo una vez que esos gemelos -se refería a Oriente y Occidente- nunca podrían entenderse. Pero en la vida de Gurdjieff, en su obra, y en su palabra, hay una filosofía, salida de las profundidades de la sabiduría del Asia, hay algo que el hombre de Occidente puede comprender. Y en la obra de este hombre y en su pensamiento -en lo que hizo y en la manera como lo hizo- el Occidente encuentra verdaderamente el Oriente.


Olgivanna Lloyd-Wright


 GRAN MAESTRO :. I:.P:.H:. LUIS F. LEON PIZARRO 33ª

GRAN LOGIA PATRIOTICA DL PERU

Albert Pike

Albert Pike, Soberano Gran Comendador del rito escocés estadounidense, portando varias distinciones francmasónicas, Library of Congress, 1877.Albert Pike (29 de diciembre de 1809, Boston - 2 de abril de 1891,Washington) fue un abogado estadounidense, militar, escritor y destacado activista francmasón, alcanzó en 1859 el grado de Soberano Gran Comendador de la Southern Jurisdiction o "jurisdicción oriental", una de las dos divisiones orgánicas del Rito Escocés Antiguo y Aceptado en los EE.UU. que ejerció hasta su fallecimiento. Como oficial participó en la guerra mexicano-estadounidense y por los Estados Confederados de América, durante la Guerra Civil Estadounidense. Es autor de la obra Morals and Dogma of the Ancient and Accepted Scottish Rite of Freemasonry que publicada en 1871 se convirtió en una guía para la interpretación del simbolismo francmasónico, pero también utilizada por sectores antimasónicos críticos o contrarios a éste movimiento, especialmente de la Iglesia Católica Romana.

Orígenes
Pike pasó su infancia en las localidades del Estado de Massachusetts de Byfield, Newburyport y Framingham en cuya escuela logró aprobar el examen previo de la Universidad de Harvard. Aunque la falta de recursos le impedieron el ingreso en Harvard, Pike, autodidacta, logró el puesto de maestro de escuela que ejerció en Gloucester, Fairhaven y Newburyport hasta que en 1831, con 22 años, decidió abandonar el Massachusetts para integrar en San Luis e Independence, en el Estado de Misuri, una expedición de comerciantes de caza con destino al condado de Taos en el territorio de Nuevo México. Pike sufrió un accidente con su montura y se vio forzado a completar andando unos 700 km hasta el destino para después de asociarse a otra expedición con excaso éxito, trasladarse al territorio de Arkansas.

[editar] Inicio de su carrera en la abogacía de Arkansas
Instalado en la localidad de Fort Smith a partir de 1833, Pike comenzó a escribir artículos para el periódico Arkansas Advocate de la capital, Little Rock, con el pseudónimo de Casca. Los escritos de Pike alcanzaron gran popularidad y su influencia creciente le llevaron a formar parte del comité de dirección de la publicación hasta que se convirtió en su propietario en 1835, tras contraer matrimonio con Mary Ann Hamilton.

Pike que mientras tanto había proseguido y finalizado sus estudios en derecho, consiguió ser admitido en el sindicato de la abogacía en 1837 año en el que vendió sus derechos sobre el Arkansas Advocate, que para entonces ya era conocido por su posicionamiento en favor de las políticas del partido Whig. Como primer reportero de la Corte suprema de Arkansas, escribió un manual profesional para abogados titulado The Arkansas Form Book que sin embargo, se publicó de manera anónima.

Guerra mexicano-estadounidense

Albert Pike.Tras declararse en 1846 el conflicto de la guerra mexicano-estadounidense, Pike integró el arma de caballería con la misión de comandar el entrenamiento de tropas, participando en la Batalla de Buena Vista o de la Angostura. Las fuertes discrepancias entre Pike y su oficial superior John Selden Roane, gobernador de Arkansas, terminaron en un desafío en duelo en el que ninguno de los dos resultó herido.

Activismo político
Tras la guerra, Pike retornó a la abogacía mudándose a Nueva Orleáns en 1853 donde redactaría una obra titulada Maxims of the Roman Law and some of the Ancient French Law, as Expounded and Applied in Doctrine and Jurisprudence que aunque sin publicar, le ayudaría a aumentar su prestigio en la profesión. En 1857 Pike regresó a Arkansas donde progresivamente se especializaría en la defensa de causas relacionadas con la esclavitud a pesar de su filiación al partido Whig que para entonces se encontraba en un proceso de fuertes tensiones internas. A la disolución del partido Whig, Pike adherió el movimiento Know Nothing que se distinguía por su xenófoba oposición al incremento constante de inmigrantes de religión católica, principalmente de origen irlandés, y aunque también se posicionó en contra de la política de secesión de los Estados del sur, acabaría no obstante integrando el bando sureño al estallar la Guerra Civil en 1861.

Guerra civil
Pike, que había sobresalido por su capacidad de negociación con algunas de las naciones amerindias de la región, como con el tratado de asentamiento de los Maskoki o Creek, desempeñó inicialmente el cargo de representante de la Confederación para las Naciones amerindias pactando con el líder de los Cheroqui, John Ross, el apoyo de ésta nación para la causa secesionista tras el comienzo de la guerra civil en 1861.

El 22 de noviembre de 1861, Pike fue destacado como brigadier general del estado mayor del general Ben McCullough en el territorio de las llamadas Cinco Tribus Civilizadas para entrenar tres regimientos de caballería nativa cheroqui. Estas unidades que se caracterizaron por la variabilidad de su fidelidad a la causa, entraron en combate en marzo de 1862 durante la Batalla de Pea Ridge y aunque lograron tomar varias posiciones unionistas, fueron finalmente derrotadas y dispersadas tras el contraataque. Pike, que por sus divergencias con sus superiores había dirigido un escrito de protesta al presidente Jefferson Davis, fue entonces acusado de permitir a sus tropas la mutilación, según la costumbre nativa, de soldados enemigos en el campo de batalla y de malgastar dinero y materiales. Las acusaciones que más tarde se encontraron realizadas sin pruebas fundadas, forzaron el arresto de Pike que en cambio, logró evadirse al Arkansas desde donde envió su renuncia al ejército confederado el 12 de julio. Sin embargo, Pike fue nuevamente arrestado el 3 de noviembre y acusado esta vez de traición, fue encarcelado provisionalmente en el poblado de Warren, en Texas hasta que el 11 de noviembre se consideró su renuncia y fue liberado, pudiendo retornar a Arkansas.

Posguerra y perdón
Durante la posguerra, Pike fue privado de la confianza de sus antiguos compañeros de armas sin tampoco lograr la de las autoridades federales vencedoras por lo que decidió mudarse a Nueva York y más tarde al Canadá, hasta que obtuvo el perdón formal de parte del presidente Andrew Johnson el 30 de agosto de 1865.

Tras retomar su vida pública, logró el puesto de asociado de la Corte suprema de Justicia de Arkansas, hasta que abrió un bufete en Memphis entre 1867 y 1868 donde fue también editor del Memphis Appeal.

En 1870, Pike decidió instalarse como abogado en la capital federal Washington DC, siendo también editor del diario Patriot.

Francmasonería
Pike se distinguió como activista francmasón comprometido con la organización de los asuntos internos de su logia alcanzando en 1859, tras elevarse al grado 33 del rito masónico, el título de Soberano Gran Comendador de la Southern Jurisdiction o "jurisdicción oriental", una de las dos divisiones orgánicas del Rito Escocés Antiguo y Aceptado en los EE.UU. cargo que ejerció durante 32 años hasta su fallecimiento. Durante su mandato, Pike consagró una gran parte de su tiempo al desarrollo de los rituales esotéricos de la orden que recopiló en la obra titulada Morals and Dogma of the Ancient and Accepted Scottish Rite of Freemasonry que desde su publicación en 1871 y subsiguientes, se convirtió en una de las obras de referencia de la masonería contemporánea.

En Morals and Dogma, Pike presenta un estudio en 850 páginas sobre el simbolismo y fundamentos de los 32º primeros ritos del rito escocés aunque sin develar detalles internos de la organización, siendo algunos de sus pasajes objeto de atención especial.

Así, el capítulo dedicado al grado 19 destaca por ser considerado por sectores activistas cristianos evangélicos una prueba del satanismo que, según ellos, caracteriza a los grados superiores de la orden masónica:

The Apocalypse is, to those who receive the nineteenth Degree, the Apothesis of that Sublime Faith which aspires to God alone, and despises all the pomps and works of Lucifer. Lucifer, the Light-bearer ! Strange and mysterious name to give to the Spirit of Darknesss ! Lucifer, the Son of the Morning ! Is it he who bears the Light, and with its splendors intolerable blinds feeble, sensual or selfish Souls ? Doubt it not! for traditions are full of Divine Revelations and Inspirations; and Inspiration is not of one Age nor of one Creed. Plato and Philo, also, were inspired. [1]

En su capítulo dedicado al grado 30º, Pike retoma la tesis de que la francmasonería habría inspirado y organizado secretamente la Revolución francesa:

A Lodge inaugurated under the auspices of Rousseau, the fanatic of Geneva, became the centre of the revolutionary movement in France, and a Prince of the blood-royal went thither to swear the destruction of the successors of Philippe le Bel on the tomb of Jacques de Molai. The registers of the Order of Templars attest that the Regent, the Duc d'Orleans, was Grand Master of that formidable Secret Society, and that his successors were the Duc de Maine, the Prince of Bourbon-Conde, and the Duc de Cosse-Brissac.[2]
Pike que fallecería en la House of the Temple de Washington DC,[3] es considerado como uno de los más importantes miembros influyentes de la orden en la historia de los Estados Unidos[4] a pesar de las críticas a sus posicionamientos en contra de la continua demanda de la Iglesia Católica Romana de prohibición de la masonería, que culminaría en la época de Pike por manifestarse en la encíclica de 1884 del papa León XIII titulada Humanum Genus, por lo que algunos le consideraron como un masón anticatólico

viernes, 8 de julio de 2011

Las tres luces:

Angel Gigante, A:.M:.

Que la sabiduría presida la construcción de este templo, que la fuerza lo sostenga, que la belleza lo adorne.
Salomon, como símbolo de presidencia, representado por el venerable maestro, organiza, preside y dirige, los trabajos desde su trono representado, en lo mas alto de la logia, a modo de juez. Existe un momento el logia a golpe de mallete, donde se separa el mundo profano , del mundo sagrado, es un momento mágico, donde la logia se hermetiza,
Del mismo modo que la logia se hermetiza , el aprendiz mason, debe hermetizarse, y estudiar, y analizar lo que sucede en su templo personal,
Debe trasladar el ritual, a su interior, de modo que pueda realizar sus trabajos con las menores interrupciones posibles, de hay la importancia del ritual dentro de uno,
Debe mantener su mente lo mas lucida , para que la sabiduría, sea lo mas equilibrada, para que sus decisiones, sean lo mas adecuadas ,y sea la sabiduría la que presida la construcción de su propio templo, a modo de uso de la inteligencia equilibrada, hecha sabiduría, que se va incorporando con el tiempo, y en la experiencia , haciendo de ella un camino de sabiduría, representado de juez, en cada acción en la vida.

Que la fuerza lo sostenga, es el trabajo y el deber del 1ºV:., que a modo de voluntad, su trabajo consiste en vigilar, actuar, hacer de la acción, y vigilancia un modo de vida en los quehaceres diarios.
Dentro de uno, la importancia del 1º V:.es la acción y de fuerza, que sostiene el templo mantiene lo construido, y se esfuerza por la continuación de los trabajos, de manera solida, haciendo de la construcción del templo interior, sea lo mas solido posible, en el ámbito de los deberes del aprendiz mason, huir del vicio y practicar la virtud, haciendo de cada virtud incorporada asi mismo, una piedra mas en la construcción de su propio templo.
Que la belleza lo adorne, es la labor del 2ºV:.,quien vigila desde su estrado , que la armonía, de los trabajos sean adecuados, la belleza surge , de la armonía de las construcción de las cosas, de modo que le toque de amor, en los trabajos, sea una de las virtudes mas importantes, del trabajo interior, el 2º V:. interior, debe velar por la armonía, en los trabajos, haciendo un acto de amor, a cada paso que el aprendiz mason, anda dentro del sendero del conocimiento interior, a través de los simbolos.
El amor, como columna fundamental, en el trabajo masónico, es el que da la belleza de las cosas, a modo de armonía, en su trabajo,

Digamos que el V:.M:., a modo de sabiduría, representa, la cabeza ,la justicia, y el equilibrio de los trabajos.
El 1ºV:.representa la voluntad de acción, fuerza, y consistencia, y solidez de los trabajos.
Y el 2ºV:., representa, el amor , la armonía, y la belleza, en las formas del templo.

El aprendiz mason, debe ser consciente, que en su interior existen estas tres columnas, con las cuales, dando y haciendo uso de ellas, vera su edificio construido, de forma que cada piedra que aporte, formara parte de si, y del templo interior donde habita, la sabiduría, la fuerza y la belleza, convirtiendo su piedra bruta, en un elemento pulido, a golpe de cincel y de mallete, midiendo sus actos diarios,
Haciendo de su vida , un camino de rectitud, sabiduría , fuerza y belleza , tres virtudes, el aprendiz mason, debe hacer, parte, de su quehacer diario,
Siendo consciente que dentro de el, existen estas tres virtudes, solo queda refinar y pulir cada arista que hay de sobra, y quitando y desbastando, la piedra bruta que uno, representa, hara de su vida , un camino de rectitud, inteligencia, voluntad y armonía, para consigo , y para con los demás, y asi, dar motivo a su existencia.
Sabiduría, fuerza y belleza,
Inteligencia , voluntad, y amor. son tres luces que el aprendiz mason debe descubrir dentro de si , haciendo del ritual masónico, parte de su vida diaria, una herramienta de trabajo, para asi andar por el camino, y en el camino.

He dicho
Angel Gigante, A:.M:.






Platón: La alegoría de la caverna.Video


MASONES DE LA LENGUA ESPAÑOLA NEW YORK
ANATOMÍA DEL NÚMERO 12

Abba Esikia


Metafísicamente hablando, el número 12 se refiere a: realización (culminación) espiritual. “Y Elijah tomó 12 piedras, de acuerdo a las 12 tribus de los hijos de Jacob...” (1 Reyes 18:31).

Las 12 piedras representan los 12 centros nerviosos más importantes del cuerpo.

En Numerología encontramos que el número 12 simboliza el sufrimiento, la ansiedad mental. También indica “el Sacrificio”, o, “la Victima”.

En Esoterismo la carta número 12 del Tarot es “el Colgado”. Esta carta está llena de simbolismos que pocos son los llamados a penetrar, pero sin romper la palabra dada a mantener el secreto, puedo decir que este personaje representa a Job y su “santa paciencia”, ante todas las inseguridades, dolores y furias que la vida le presenta.

12 fueron los apóstoles del Señor, y todos ellos le abandonaron en la hora suprema.

En el doceavo mes de nuestro calendario celebramos la venida de nuestro Salvador.

12 son las horas del día, 12 los meses del año, 12 los signos zodiacales.

Si recurrimos a la Biblia, el capítulo 12 del Génesis nos habla de cuando Abraham se fue al destierro. En el Éxodo, Yahvé le dice a Moisés que ese será el primer mes para ellos. (En ambos capítulos algo nuevo empieza).

En el Levítico se habla de una purificación tras dar a luz. En los Números, Dios habla con Moisés... y si seguimos veremos que siempre cada capítulo 12 es primordial.

En Hinduismo el 12 es el número de Samsara (o lo material), llamados también “los eslabones de la causalidad”.

1. ignorancia

2. mal entendimiento (debido a la disposición)

3. reconocimiento

4. nombres y formas

5. experiencia sensorial

6. contacto

7. emoción

8. deseo

9. ataduras

10. ser

11. nacimiento

12. dolor, enfermedad, vejez, muerte

A esto se oponen los 12 hechos (o actos) de Buddha :

1. Se manifiesta a Mahamaya como un elefante blanco

2. Nace de ésta por su lado.

3. De joven destaca en las artes marciales.

4. Vive como príncipe de acuerdo a las costumbres de su padre.

5. Al ver la vacuidad de lo material, se corta el cabello y se abraza a la pobreza.

6. Durante 6 años trata de acercarse a lo supremo por medio de sacrificios físicos.

7. Por su propio esfuerzo alcanza iluminación.

8. Por su gran compasión hacia los demás, enseña el Dharma, 3 vías diferentes para alcanzar la Luz.

9. Sobresale sobre oponentes filosóficos, políticos y espirituales.

10. En Sravasti hace milagros y transmuta elementos.

11. Hace que el Dharma florezca.

12. Finalmente alcanza Nirvana en forma que hace comprender a la gente que La Sabiduría sublime es indestructible.

12 son los números en el dial de un reloj, y antiguamente se medían las horas de 12 en 12; eran las 12 del mediodía o las 12 de la noche, y la siguiente hora en ambos casos era la prima.

Así mismo, antes de que existiesen maquinarias complejas, los marineros tenían tiempo de sobras para dormir a gusto y placer, ya que el día en alta mar lo comenzaban a las 12 del mediodía, cuando podían comprobar que el sol estaba completamente perpendicular.

También vemos que 12 son los pasos de los “Alcohólicos Anónimos”, siendo el doceavo declarar haber adquirido entendimiento espiritual.

Por último quiero apuntar al hecho de que si un triángulo se multiplica por un cuadrado... nos lleva al número 12. En Alquimia, el triángulo, equilátero o isósceles, equivale al elemento Fuego. El cuadrado representa la Piedra Angular.

jueves, 7 de julio de 2011



Godofredo de Bouillón, 

Señor de las Árdenas, Defensor del Santo Sepulcro

Aproximación al héroe de la caballería cristiana. 
El papel de Cluny en la estrategia 
de la reconquista de Jerusalén


1.- La historia que supera el mito

Cuando a fines del siglo XI, el papa Urbano II convocó a los barones cristianos para que liberaran los lugares Santos, el mundo europeo ingresó en un nuevo ciclo histórico signado por las “Cruzadas”. La primera peregrinación armada a Jerusalén constituyó uno de los hechos más prolijamente preparados de la historia medieval, puesto que –según lo indica una serie de indicios que analizaremos- la idea de recuperar Tierra Santa estaba en la cabeza de los cluniacenses desde mucho tiempo antes. Sólo había que esperar que las condiciones maduraran.

La decisión de convocar a la cruzada fue elaborada por un grupo de prelados y señores durante 1095. Entre los actores de aquellos acontecimientos se destacan claramente tres: El abad Hugo de Cluny, el papa Urbano II y un selecto grupo de nobles entre los que resalta la figura de Godofredo de Bouillón, comandante del ejército lorenés y uno de los jefes de la expedición.

Los cuatro ejércitos principales de la cruzada partieron entre 1096 y 1097. Godofredo abandonó su castillo de Bouillón el 15 de agosto de 1096. Bohemundo de Tarento y los normandos de Sicilia partieron del puerto de Brindisi en octubre. Raimundo de Saint Gilles, al mando de los provenzales, partió con el más grande de los cuatro ejércitos según coinciden los historiadores. El cuarto ejército, comandado por el duque Roberto de Normandía, Esteban de Blois y Roberto de Flandes, se embarcó en Brindisi en abril de 1097.

En julio de 1099, después de enormes esfuerzos y padecimientos, Jerusalén fue conquistada. Godofredo fue elegido entonces, en circunstancias poco claras, gobernante del Reino Cristiano de Jerusalén.

Llama la atención que fue el único de los grandes barones que empeñó todo aquello que tenía para armar su expedición. No dejó nada sin vender, o enajenar. Con sus ejércitos trasladó un enorme contingente de monjes cluniacenses y, con ellos, un verdadero ejército paralelo de constructores. De otra manera no puede explicarse la inmediata reconstrucción simultánea de los santuarios más importantes de Tierra Santa y la edificación de numerosas iglesias y fortificaciones. Este despliegue logístico que supo prever es por demás interesante y ha hecho pensar que tenía una idea más clara que los demás acerca de su misión y su destino. Pero no es el único interrogante en torno a su vida, enigmática, contradictoria y a la vez apasionante.

Godofredo fue el prototipo del caballero cruzado. Descendía de los emperadores carolingios por línea materna y paterna y algunos historiadores afirman que por sus venas también corría la sangre de los reyes merovingios. A raíz de estas teorías se le atribuye la fundación de una Orden sobre el Monte Sión, una supuesta organización que tenía como objeto la restauración de la dinastía merovingia. Algunos estudiosos afirman que Godofredo era legítimo descendiente de los últimos reyes de aquella dinastía. Según estas suposiciones, para poder cumplir con ese objetivo, los conspiradores habían creado la Orden de los Caballeros Templarios que tenía un doble propósito: recuperar un tesoro oculto en los túneles subterráneos bajo el Templo de Salomón y constituirse en ejército de la dinastía restaurada.

Su figura ha estado en el centro de estas especulaciones vinculadas con supuestas órdenes y cofradías. Aparecidas en las últimas décadas, carecen por ahora de rigor histórico y sólo contribuyen a agregar confusión sobre un tema de por sí confuso. Tal es el caso del “Priorato de Sión”, cuyos miembros aseguran la existencia de un linaje de Jesús de Nazareth extendido por Europa y de la complementaria historia de las familias “Rex Deus”, supuestos descendientes de judíos emigrados a Europa en tiempos de Jesús.

Mucho antes que se publicaran estas revelaciones modernas, Godofredo fue rescatado por el masón escocés Michel de Ramsay al remontar a los cruzados el origen de la francmasonería cristiana, teoría en la que se sustenta gran parte del origen histórico de importantes ritos masónicos, entre ellos el Escocés Antiguo y Aceptado. Cuando Ramsay pronunció su “discurso” en 1737 ante la elite de la francmasonería francesa, fijó sus orígenes en “nuestros ancestros los cruzados”. Ese sería el modelo sobre el cual se construyó la restauración templaria del siglo XVIII.

Desde aquel famoso discurso hasta la fecha, esta relación ha sido defendida y rechazada con igual ahínco, dentro y fuera de la masonería, y permanece en el campo de las cuestiones no resueltas.

Pero como suele suceder, los hechos que involucraron a Godofredo de Bouillón pueden resultar más asombrosos que las fantasías más elaboradas. Su vida trascurrió en apenas cuarenta años, pero fueron años frenéticos. Muchos de los hechos ocurridos en tan breve lapso indican el momento crucial que vivía el desgajado imperio franco: La cristiandad se dividió en dos mundos, Roma y Bizancio; La Iglesia Romana emprendió su primera reforma y sus príncipes se declararon infalibles y absolutos; Guillermo de Normandía conquistó Inglaterra; sus descendientes normandos navegaron el Mediterráneo desde Tarento hasta Antioquia. El Imperio, a su vez, se pretendió soberano por la gracia divina y repudió a los pontífices. Se erigieron simultáneamente miles de magnificas iglesias y los infieles fueron expulsados del Santo Sepulcro.

Godofredo fue un activo protagonista de muchos de estos hechos, pero apenas conocemos el rol que desempeñó como actor de la historia y muy poco de su vida detrás de bambalinas.

Tuvo una importante participación en la Guerra de las Investiduras, combatiendo al papado como jefe de los ejércitos del emperador Enrique IV. Años más tarde no dudó en responder al llamado del papa Urbano II y marchó a Palestina al mando del poderoso ejército lorenés. Junto al conde Raimundo de Tolosa puso sitio a Jerusalén en el año 1099 y la conquistó, convirtiéndose en su primer jefe político con el título de “Defensor del Santo Sepulcro”. Su hermano, Balduino I, lo sucedió en el trono de Jerusalén, y su sobrino Balduino del Burgo –que reinó como Balduino II- fue un entusiasta impulsor de la Orden de los Caballeros Templarios. Godofredo fue un notorio protector de la orden cluniacense, lo cual explica el número de benedictinos que lo acompañaron a la cruzada.

Hay en su historia algunas señales, muy pocas, que dejan abierta la puerta a un profundo misterio; un misterio que está en la base del mito de Europa y que aun preocupa a Roma: La sospecha de otra Iglesia, de otro cristianismo o mejor dicho, de otra espiritualidad. Por afinidad, diríamos por “vibración” -si se nos permite el exceso- su figura se ha asimilado a la extraña secuencia que enhebra a los monjes de Cluny, del Cister y del Temple con sus hermanos laicos, los masones. Todas estas instituciones conformaron la columna vertebral de un cristianismo paralelo, cuyo poder creció hasta el punto de condicionar las políticas de los papas.

2.- El Señor de las Ardenas

La figura de Godofredo brilló entre las antiguas dinastías herederas de Carlomagno. Eran los tiempos surcados por las guerras entre “señores duques” que pugnaban por el más preciado bien al que podía aspirar un hombre de cuna: las tierras.

El año 1069 trajo consigo una gran desgracia para la Lotaringia, antiguo nombre con el que se designaba a Lorena. Su señor, el duque Gothelón -al que llamaban “duque del castillo de Bouillón” porque era señor de aquellos alodios[1]- declaró la guerra a Otón de Champaña y reuniendo un gran ejército marchó a poner fin a las viejas disputas con el barón franco. Ambos príncipes representaban la más pura nobleza carolingia. Gothelón, señor de un vasto territorio entre Francia y el Rhin –que abarcaba los dominios de Brabante, Hainaut, Limbourg, Namurois, Luxemburgo y una parte de Flandes- descendía de Carlos el Grande y era hermano del Papa Esteban II. Por su parte Otón, su contendiente, era un fiel exponente de la poderosa nobleza franca.

Dispuestos en orden de batalla chocaron sus armas con gran violencia. Otón –a quien su juventud otorgaba considerable ventaja sobre el duque- mató aquel día al duque lotaringio, sumiendo al ducado en profunda pena.

Gothelón -que pasaría a la historia como “Godofredo el Barbudo”- tenía un único hijo varón del mismo nombre, a quién apodaban “el Jorobado”. El joven heredó los bienes de su padre: el ducado de la Baja Lorena, numerosos feudos extendidos en Verdún y otros señoríos como Stenay y Mosay; pero nada tan impresionante como el mítico castillo de Bouillón, enclavado en las estribaciones de las Ardenas, sobre una altura que domina sobre el curso del Semois y que por entonces se erguía sobre numerosos pueblos y aldeas cuyos habitantes daban gracias a Dios por aquella fortaleza temible a los ojos de las ambiciones vecinas.

Godofredo el Jorobado tenía dos hermanas: Regelinda, condesa de Namur por estar casada con el conde Alberto e Ida, casada con Eustaquio II conde de Bolonia. Al morir su hermano en 1076, Ida reclamó los privilegios del ducado de Baja Lorena para su segundo hijo, también llamado Godofredo.

Ida de Lorena y Eustaquio de Bolonia tenían otros dos hijos: Eustaquio, heredero del gran condado de su padre y Balduino, que fue tonsurado a temprana edad como solía ocurrir con aquellos barones que no heredarían tierras. Por entonces nada hacía prever que aquellos tres hermanos marcharían un día hacia Jerusalén y que dos de ellos se convertirían en reyes de la Ciudad Santa.

Godofredo, que había nacido en Baysy hacia 1060, tenía 17 años cuando heredó los dominios de su tío. Sin embargo pronto comprendió las graves dificultades que le implicaría mantenerlos. El emperador alemán Enrique IV no estaba dispuesto a ceder al sobrino del “Jorobado” el feudo imperial de la Baja Lorena y lo confiscó de inmediato anexándolo a los dominios de la corona, a la vez que confirmaba para Godofredo el condado de Amberes al norte y el señorío de Bouillón en las Ardenas.

Pero los problemas del nuevo conde de Bouillón no se agotaban con el emperador. La princesa Matilde, viuda de Godofredo el Jorobado no estaba dispuesta a resignar sus derechos sobre Mosay, Stenay y Verdún. Dos obispos complicaban aun más el panorama: Teodoro, obispo de Verdún reclamaba una decena de castillos en su diócesis, mientras que Enrique, obispo de Lieja –que había sido su tutor- intrigaba en su contra apoyando al abad de Saint Huber, quien acusaba a Godofredo de haber tomado por asalto el castillo de Bouillón al mando de un grupo de caballeros, propinándole un brutal castigo a su castellán. Por esta acción temprana e impiadosa –pero reivindicatoria de sus derechos- sería conocido en el futuro como el “conde de Bouillón” más que por sus títulos sobre el ducado de la Baja Lorena.

Estas convulsiones en los señoríos del joven Godofredo no eran más que una gota en medio de la inmensa tormenta que se abatía sobre el imperio alemán.

La reforma cluniacense, con la que la Iglesia trataba de alejarse de una decadencia lacerante, ganaba defensores en Alemania y los propios papas entendían que debían ponerse a la cabeza del movimiento reformista. León IX había dado un paso importante estableciendo la institución del Colegio Cardenalicio como autoridad eclesiástica universal, con lo cual intentaba evitar la continua intervención de los emperadores del Sacro Imperio en la elección de los papas. Era sólo el comienzo de un duro conflicto que, pocos años más tarde, estallaría bajo el papado de Gregorio VII dispuesto a establecer su autoridad absoluta y acabar con el problema de las investiduras de feudos eclesiásticos que el emperador concedía a los laicos. El problema fundamental se suscitaba por el derecho de los soberanos a nombrar a los obispos en sus respectivos territorios. Esto acarreaba una grave corrupción política, incentivaba la simonía y le impedía a Roma un verdadero control sobre las diócesis.

En marzo de1075, Gregorio promulgó el “Dictatus Papae” en el que reafirmaba su poder absoluto sobre la cristiandad. Entre otras muchas disposiciones establecía:

“Que sólo el pontífice romano puede ser llamado, en justicia, universal; Que sólo él puede deponer a los obispos o reconciliarlos; Que sólo él puede utilizar las insignias imperiales; Que todos los príncipes deben besar los pies sólo al Papa; Que sólo su nombre es pronunciado en las iglesias; Que es único su nombre en el mundo; Que a él es lícito deponer emperadores; Que a él es lícito, de sede a sede, urgido por la necesidad, cambiar a los obispos; Que de cualquier iglesia, donde él quiera, puede ordenar clérigos; Que ningún sínodo puede llamarse general sin su mandato; Que ningún capítulo o libro pueden ser tenidos como canónicos sin su autoridad; Que sus sentencias no pueden ser retractadas por nadie, y sólo él puede retractar las de todos; Que él mismo por nadie puede ser juzgado; Que la Iglesia Romana nunca ha errado y en el futuro no errará….” [2]

El emperador Enrique IV había reaccionado con dureza contra esta decisión enfrentándose a Gregorio, mientras que este estaba dispuesto a impedir que el emperador continuara con su política de disposición de investiduras eclesiásticas. En realidad, Enrique reclamaba la aplicación del mismo derecho de sus antecesores; en todo caso, lo que se había modificado era la voluntad del pontífice romano en cuanto a elevar su poder a términos absolutos.

Aquel año de 1076, mientras el nieto del legendario Gothelón recuperaba el castillo inexpugnable de su abuelo, el papa Gregorio VII fulminaba al emperador alemán con estas palabras:

“…en el nombre de Dios Omnipotente, Padre, Hijo y Espíritu Santo, por tu poder y autoridad, privo al rey Enrique, hijo del emperador Enrique, que se ha revelado contra tu Iglesia con audacia nunca oída, del gobierno de todo el reino de Alemania y de Italia, y libro a todos los cristianos del juramento de fidelidad que le han dado o pueden darle, y prohíbo a todos que le sirvan como rey.[3]

En tanto que el emperador le respondía:

“…Tú, pues, que has sido golpeado por el anatema y condenado por el juicio de todos nuestros obispos y por el nuestro, desciende, abandona la Sede Apostólica que has usurpado; que algún otro ocupe la cátedra de Pedro, otro que no oculte la violencia con el velo de la religión sino que proponga la santa doctrina del apóstol. Yo, Enrique, rey por la gracia de Dios, te digo con todos mis obispos: ¡Desciende, desciende, hombre condenado por los siglos..![4]

La antigua alianza entre el trono y el altar ya se había roto definitivamente. A partir de entonces los reyes harían valer su derecho divino más allá de la unción de los pontífices. En aquel primer enfrentamiento que desató “la querella de las investiduras” Godofredo de Bouillón tomó partido por el emperador y participó activamente en sus campañas. Primero contra los príncipes alemanes alineados con Roma y luego contra la propia ciudad de los papas. Estos acontecimientos, que tuvieron consecuencias históricas muy profundas, colocaron al Señor de Bouillón en el centro del tablero político de Europa. Cesare Cantú, en su historia de las cruzadas, lo pinta al frente de los ejércitos imperiales y le atribuye la muerte de Rodolfo de Suabia.

Rodolfo encabezaba la oposición a Enrique IV y contaba, para ello, con el apoyo de los cluniacenses que habían introducido su regla en Alemania a través de los monasterios alineados a la celebre abadía de Hirschau, la primera en reglamentar –siguiendo la tradición cluniacense- las logias de masones –“hermanos conversos”- en suelo germano.

Se sabe que en 1077, Rodolfo de Suabia trató de coordinar con el abad Wilhelm de Hirschau un frente opositor a Enrique IV. El encuentro tuvo lugar en la misma abadía, que controlaba un conjunto de importantes centros monásticos diseminados en territorio alemán, en las regiones de Richenbach, Turungia, Babaria, Suavia y otras localidades.

Muerto Rodolfo a manos del ejército liderado por Godofredo, los alemanes avanzaron sobre Roma. Gregorio VII se vio obligado a buscar refugio y para ello solicitó la ayuda de los normandos de Sicilia, que fueron en su auxilio. Sin embargo, los hombres del duque normando Roberto Guiscardo hicieron tal desquicio con lo que quedaba de Roma que sus habitantes, presos de ira, obligaron al papa a abandonar la ciudad y exiliarse en las tierras normandas de Sicilia, donde moriría poco después. Curiosamente, Bohemundo de Tarento, hijo de Roberto, formaría años más tarde uno de los ejércitos cristianos que marchó a Palestina en la primera cruzada, junto a los loreneses de Godofredo.

Pese a la muerte de Rodolfo y la derrota del partido papal, los esfuerzos cluniacenses contra el emperador continuaron. Hacia 1081, el ya citado abad Wilhelm trabajó, junto al obispo Altmann de Passau, en la fallida elección de un nuevo rey que fuese aliado de la Sede Apostólica.

Las acciones de Godofredo merecieron la reconsideración del emperador en torno a la cuestión del ducado de la Baja Lorena que, finalmente, le restituyó, pero solo como una carga, sin derecho a sucesión, puesto que lo reserva para su hijo Conrado. Pese a esta legitimación a medias, Godofredo siguió siendo llamado el resto de su vida “conde de Bouillón” más que duque de Lorena.

El verdadero enigma en la vida de Godofredo es el giro radical que se produjo en su posición luego de la campaña de Italia y la caída de Gregorio VII. En pocos años, aquel hombre que había dado muerte al duque Rodolfo de Suabia en la batalla de Hohenmölsen y que luego bajaría a Italia con sus ejércitos poniendo asedio sobre Roma, se distanció de la postura del emperador, acercándose paulatinamente al monasticismo cluniacense, fuertemente establecido en su territorio.

Paradójicamente, fue el primero en responder a Urbano II, cuando éste llamó a organizar una expedición armada para liberar los Santos Lugares, un papa –si se quiere y tal cómo veremos- heredero del pensamiento de Gregorio VII.

¿Qué sucedió en tan pocos años para que se produjera un cambio tan profundo en Godofredo? En 1091, apenas cuatro años después de ser investido como duque de la Baja Lorena, se opuso tenazmente a la decisión del emperador que, en un acto de fuerza, había impuesto como obispo de Lieja a Gotberto, un eclesiástico adicto a la corte. Repudiado y combatido por los grandes abades de la región, Gotberto encontró en Godofredo un enemigo implacable.

Paulatinamente, el conde de Bouillón se alineó con la reforma gregoriana que antes había combatido, oponiéndose a las investiduras imperiales. Steven Runciman -entre otros- cree que este cambio fue la consecuencia de la fuerte influencia que Cluny obró en su conciencia, en un momento en que el monasticismo se encontraba a la cabeza de la profunda reforma espiritual iniciada por Gregorio Magno, que había logrado arrancar a la Iglesia del descrédito. El ascendente de Cluny sobre las ideas de Godofredo parece verosímil si se tiene en cuenta –como hemos visto- la profunda influencia cluniacense en Lorena y Alemania y la activa participación de la orden en el apoyo y organización de la primera cruzada.

3.- Los benedictinos y la reconquista de la Tierra Santa.

Afirma Runciman que hacia fines del siglo VIII parece haber existido un intento de organizar las cada vez más frecuentes peregrinaciones a Tierra Santa, cuyo principal promotor era el propio Carlomagno. Dado el papel preponderante que tuvo la Orden Benedictina en la estructura del Imperio Carolingio, no resulta extraño el hecho de que el emperador haya sostenido un empeñoso esfuerzo en establecer monasterios y hospicios latinos en los Lugares Santos, y que esta tarea haya sido encomendada a los monjes benedictinos.

La importancia de estos establecimientos ha sido descripta por los cronistas y viajeros de la época. Entre ellos, el más significativo parece haber sido el monasterio de “San Juan de Jerusalén”, construido junto con un importante hospital en las proximidades del Santo Sepulcro, cuya principal actividad era la de recibir y dar albergue a los peregrinos latinos que llegaban a la ciudad Santa. Su construcción, así como su atención, quedó a cargo de los benedictinos. Allí halló hospitalidad, en el año 870, el peregrino Bernardo el Sabio, quien escribe en su “Itinerario”: “...Fui recibido en el hospicio del glorioso emperador Carlos, en el cual encuentran acogida cuantos visitan con devoción esta tierra y hablan la lengua romana. A él está unida una iglesia dedicada a Santa María, la cual posee una rica biblioteca, debida a la munificencia del emperador, con más doce habitaciones, campos, viñas y un huerto en el valle de Josaphat. Delante del hospicio está el mercado...”[5]

Se cree que la fundación de estos establecimientos latinos en Jerusalén fue posible por la buena relación que Carlomagno había establecido con el Califa de Bagdad, Harún al Raschid, aunque su verdadero alcance forme parte de los misterios aun no resueltos sobre la vida de Carlomagno. Lo cierto es que a principios de siglo IX, el patriarca de Jerusalén debió recurrir al emperador para solicitarle ayuda, pues los peregrinos cristianos sufrían permanente asedio y vejaciones por parte de los piratas beduinos. En el mensaje del patriarca se hace referencia a que “...el Monte de Sión y el Monte de los Olivos están gozosos por las donaciones del muy generoso monarca...”.

Carlomagno se sintió profundamente agraviado por la situación que atravesaban los cristianos en Tierra Santa y decidió enviar una embajada a Al Raschid a fin de poner fin a esta cuestión. Ocurre entonces un hecho que divide la opinión de los historiadores, pero que constituye un antecedente valioso acerca de las pretensiones y los derechos latinos sobre los lugares Santos. Al Raschid responde otorgando protección sobre las iglesias y peregrinos y hace donación del Santo Sepulcro al emperador en la persona de su representante y embajador. Hay quienes sostienen que tal cosa era absolutamente imposible, pues –y tal como lo señala Harold Lamb- “...resulta inconcebible que un califa del Islam, guardián de los santuarios de su religión, cediera a un cristiano desconocido la autoridad sobre parte alguna de Jerusalén”[6]

Sin embargo, las crónicas asocian a esta embajada con la cesión a Carlomagno –aunque en forma temporaria- de la autoridad sobre una parte de Jerusalén. Las fuentes relatan que el patriarca de Jerusalén transfirió al emperador las llaves del Santo Sepulcro y del calvario junto al estandarte (vexillum) y las llaves de la ciudad Santa y del Monte Sión. Un clérigo de nombre “Zechariah” trajo el estandarte y las llaves a Roma sólo dos días antes de la coronación de Carlomagno como emperador. Al menos nominalmente, Carlomagno estuvo en posesión del Santo Sepulcro.[7]

Einhardo –un monje del monasterio de Saint Gall- dejó testimonio escrito de esta circunstancia: “...El califa, informado de los deseos de Carlomagno, no sólo le concedió lo que pedía sino que puso en su poder la propia tumba sagrada del Salvador y el lugar de Su resurrección...” Al Raschid, admirado por los regalos que le enviaba el emperador cristiano, dijo: “..¿Cómo podríamos responder de manera adecuada al honor que nos ha hecho? Si le damos la tierra que fue prometida a Abraham, está tan lejos de su reino que no podrá defenderla, por noble y elevado que sea su espíritu. Sin embargo, le demostraremos nuestra gratitud entregando a su majestad dicha tierra, que gobernaremos en calidad de virrey...”[8]

Más allá del alcance real de estas crónicas, los hechos demuestran que, ya en los tiempos carolingios, el cristianismo occidental consideraba a la Tierra Santa –y en particular a Jerusalén- como el lugar más venerado, punto de contacto con el otro mundo, simbolizado en la imagen de la Jerusalén Celeste, y que esta conciencia se desarrollaría hasta sentir como un imperativo la ocupación efectiva de esa tierra.

Ya hemos dicho que los cluniacenses se habían convertido en los principales organizadores de los movimientos de peregrinos a Tierra Santa. Desde la fundación de Cluny en 910, se asumieron como los guardianes de la conciencia de la cristiandad occidental y como tales, se impusieron una misión concreta con respecto a Palestina. Dice Runciman:

“…La doctrina de los cluniacenses aprobó la peregrinación. Deseaban darle asistencia práctica. Hacia principios del siglo siguiente (XI), las peregrinaciones a los grandes santuarios de españoles estaban casi totalmente controladas por ellos. Por la misma época empezaron a preparar y organizar viajes a Jerusalén… Su influencia la confirma el gran incremento de los peregrinos procedentes de Lorena y Francia, de zonas que estaban próximas a Cluny y sus casas filiales. Aunque había aun muchos alemanes entre los peregrinos del siglo XI… los peregrinos franceses y loreneses eran mucho más numerosos…” [9]

Sorprende el éxito de esta política. La regla benedictina era la más practicada entre los clérigos latinos que vivían en Palestina, incluidos los miembros de la pequeña orden fundada en 1075 por italianos de Amalfi, consagrada a San Juan el Compasivo, que habían reconstruido el “hospital” fundado por los monjes enviados por Carlomagno para atender las necesidades de los peregrinos cristianos, destruido en 1010 por los sarracenos. Esta orden se convertiría luego en la de los Caballeros Hospitalarios, cuyo prestigio emuló al de los propios Templarios y se convirtió, posteriormente, en la Orden Militar de Malta.

Basta leer la inmensa cantidad de nombres notables que emprendieron tan riesgosa empresa para comprender la magnitud del movimiento de los peregrinos y de la influencia que Cluny imprimió en la construcción de una conciencia viva de la trascendencia de los Santos Lugares. Godofredo de Bouillón, duque de la Baja Lorena en aquellos años, de ningún modo pudo permanecer ausente a un fenómeno que –como acabamos de ver- afectaba directamente a sus dominios.

Otra cuestión verdaderamente significativa es que, aunque haya sido Urbano II quien pasó a la historia como el gran convocador de la primera cruzada, el llamado a liberar los Santos Lugares tiene un antecedente directo en Gregorio VII, autor de un documento del año 1076 cuyo texto puede encontrarse en los anexos documentales.[10]

Gregorio VII era un producto surgido de Cluny; allí había profesado sus votos y su elección como papa modificó sensiblemente la marcha de la Iglesia. Su poder estaba directamente relacionado con el apoyo que recibía del movimiento cluniacense, que actuaba como su verdadero brazo político en contra del emperador Enrique IV.

Teniendo en cuenta este antecedente, resulta natural pensar que la idea de una recuperación de Jerusalén estuviese en los planes de los benedictinos de Cluny mucho antes del llamado de Urbano II, cuyo verdadero nombre era Odón de Lagerý, hijo de la noble familia de Chatillón. Al igual que Gregorio, había profesado sus votos en la abadía de Cluny, ante el mismísimo San Hugo en 1070. El Venerable había detectado su capacidad y su inteligencia y no tardo en convertirlo en prior para enviarlo luego a Roma. En 1078 fue nombrado cardenal y obispo de Ostia por Gregorio y más tarde nuncio en Francia y Alemania.

Cuando el papa Gregorio murió -con el antipapa Guilberto reinando en Roma- los cardenales leales eligieron como su sucesor a Víctor III, elección que fue resistida por el Obispo de Ostia. Sin embargo, a la muerte de Víctor, Odón de Lagery fue finalmente coronado papa, cumpliéndose lo que, para muchos, había sido el deseo de Gregorio. Luego del cónclave de Terracina, en donde Odón tomo el nombre de Urbano II, el nuevo papa se abocó a la difícil tarea de recomponer el poder de Roma, que había quedado reducido a los territorios normandos. La situación cambió hacia 1093, época en la que el emperador Enrique VI vio dramáticamente debilitado su reinado a causa de las disputas con su hijo Conrado.

Pero Cluny no sólo había creado la planificación de las peregrinaciones a Jerusalén, ni se conformaría con colocar al frente de la Iglesia a dos papas dispuestos a recuperar el Santo Sepulcro. Cluny fue la ideóloga, el estratega, el agente de propaganda y la conducción logística de la futura expedición. La convocatoria al Concilio de Clermont es una maniobra ejecutada con precisión por los cluniacenses, tan obvia que no ha podido ser ignorada por la historia. En efecto, Urbano II realiza un extenso viaje por Francia antes de llegar a Clermont, un viaje que lo lleva por los más importantes monasterios cluniacenses y catedrales de la región. En la última etapa llega a Cluny en donde es recibido con pompa y honores. Se trata del primer monje cluniacense que vuelve a su abadía madre luciendo la tiara papal. El día 25 de octubre de 1095 bendice el nuevo altar mayor de la abadía.

Allí se analiza y se traza la estrategia de la expedición. Dice Runciman: “En Cluny conversaría con personas ocupadas en el movimiento de los peregrinos, tanto a Compostela como a Jerusalén. Le contarían de las insuperables dificultades porque tenían que pasar ahora los peregrinos a Palestina a causa de la disgregación de la autoridad turca en aquellas zonas. Se informó que no eran sólo las rutas a través del Asia Menor las que estaban cerradas, sino que Tierra Santa resultaba virtualmente inaccesible para los peregrinos”[11]

De su estadía en Cluny, dicen Pierre Barret y Jean-Noël Gurgand: “El proyecto de expedición armada hacia el Oriente pertenece a la más profunda lógica de la política cluniacense; seguramente el abad Hugo, el papa y sus consejeros han reflexionado largamente, durante estas jornadas, en los argumentos que emplearían, en los hombres a los que deberían convencer y en los medios con los que constituir los tesoros de guerra….”[12]

Cuando llegó a Clermont, el 18 de noviembre, a su lado estaba San Hugo el Venerable. La maquinaria cluniacense había preparado el terreno; el escenario fue una pradera cercana a la iglesia, cuya capacidad había sido rebasada por la gran cantidad de concurrentes.

"¡Desgraciado de mí –clamó Urbano- si he nacido para ver la aflicción de mi pueblo, y la prosternación de la Ciudad Santa, y para permanecer en paz, que ella sea entregada en las manos de sus enemigos!" .Vosotros, pues, mis hermanos queridos, armaos del celo de Dios; que cada uno de vosotros ciña su cintura con una poderosa espada. Armaos, y sed hijos del Todopoderoso. Vale más morir en la guerra, que ver las desgracias de nuestra raza y de los lugares santos. Si alguno tiene el celo de la ley de Dios, que se una a nosotros; vamos a socorrer a nuestros hermanos. "Rompamos sus ataduras, y rechacemos lejos de nosotros su yugo". Marchad, y el Señor estará con vosotros. Volved contra los enemigos de la fe y de Cristo esas armas que injustamente habéis ensangrentado con la muerte de vuestros hermanos...”[13]

Al día siguiente del llamado a la cruzada, el 27 de noviembre, Urbano, príncipe de los obispos, se sentó a delinear con el anciano venerable cómo se llevaría a cabo el viejo anhelo: Jerusalén volvería a ser cristiana. Meses después la expedición ya estaba en marcha.


[1] Gislebert de Mons; “Cronicon Hanoniense” (Madrid, Ediciones Siruela S.A., 1987) Traducción de Blanca Garí de Aguilera, p. 9

[2]Gregorii VII Registrum, Ed. Ph. Jaffé, in Monumenta Gregoriana, II, en: Gallego Blanco, E., “Relaciones entre la Iglesia y el Estado en la Edad Media”, (Biblioteca de Política y Sociología de Occidente, 1973, Madrid), pp. 174-176.

[3] Gallego Blanco, ob. cit pp. 147.

[4] “Monumenta Germaniae Historica, Constitutiones et Acta, I”, en: Calmette, J., “Textes et Documents d'Histoire, 2, Moyen Age”, (P.U.F., 1953 Paris), pp. 120 y s. Trad. del francés por José Marín R.

[5] Gebhardt, Victor D. “La Tierra Santa” (Espasa y Cía Editores, Barcelona)

[6] Lamb, Harold, “Carlomagno” (Edhasa, Barcelona, 2002) p. 411

[7] Zuckerman, Arthur J. “A Jewish Princedom in Feudal France” (Comunbia University Press, New York, 1972) pp. 188-189 y ss.

[8] Lamb, loc. cit

[9] Runciman, ob. cit. Vol. I. p. 57

[10] Jacques Heers, “La Primera Cruzada” Editorial Andrés Bello; Barcelona, 1997 p. 78-79

[11] Runciman ob. cit. V.I. p. 112

[12] Barret, Pierre y Gurgand, Jean-Noël ;“Si te olvidara, Jerusalén” La prodigiosa aventura de la Primera Cruzada; (Ediciones Juan Granica S.A., Barcelona; 1984) p. 24, 25 y ss.

[13] Guillermo de Tiro, Histoire des Croisades, I, Éd. Guizot, 1824, Paris, vol. I, pp. 38-45. Trad. del francés por José Marín R.

Publicado por Eduardo R. Callaey

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MASONES DE LA LENGUA ESPAÑOLA NEW YORK.
VICTOR SALAZAR.
victorsalazar144@yahoo.com
GRAN LOGIA ORIENTAL DEL PERÚ

R.:L.:S.: “Libertad Igualdad y Fraternidad Nº 3

Cajamarca - Perú, 07 de julio del 2011 = 0 7- 07-


DIA DEL MAESTRO MASÒN

A nombre de la Coordinación Regional, "Cajamarca- Lambayeque de GLOPERÚ", con satisfacción y alegría, expreso mi saludo fraterno, por el día del M.: M.: en especial a los miembros de este grado integrantes de las diferentes Logias de la jurisdicción de la Gran Logia Oriental del Perú y a todos los QQ.:MM.: MM.: esparcidos en la faz de la tierra; mañana jueves 07 de julio, fecha establecida por nuestra Obediencia en razón a la simbología numérica que corresponde la edad masónica del M.: M.: ( 07 - 07 ).

El Tercer Grado es el símbolo natural de la perfección humana, que se consigue por medio del desarrollo personal y por el triunfo sobre todas las debilidades humanas.

Maestro - en latín, Magíster - significa que es más, más sabio, más elevado y bueno. No se trata, como cree la mayoría, de un grado o un título concedido.

Ser Maestro Masón, es ser hombre intelectual, con sabiduría, no solo por los conocimientos adquiridos dentro y fuera de la orden, sino tambien por la experiencia de la vida que le permite la superación espiritual, precisamente por esa combinación de conocimientos que adquiere un hombre ya calmo y reflexivo, propio de una ya transitada edad biológica natural; capaz de seguir una regla de conducta firme y con coherencia, especialmente, entre lo que piensa y lo que hace y que indudablemente le permitirá adquirir la virtud de ser Integro, porque la integridad en un Masón, genera confianza, la confianza genera influencia y la influencia es sinónimo de liderazgo, el Masón y principalmemte, el M.:M.: debe ser siempre un lider en su vida.

Ser Maestro es poseer la cualidad de conquistar por propio esfuerzo la suprema autoridad, que barrió la Ignorancia, el Egoísmo y el Miedo, los cuales mantienen al hombre en un estado de inferioridad y esclavitud.

El Tercer Grado - el de Maestro Masón - es el grado de la exaltación por el merecimiento, no obstante, sin este merecimiento y esfuerzo, nadie puede ser Maestro, aunque lo exalten diez veces o le otorguen cien diplomas.

La Masonería es un hecho de la Naturaleza y, siendo un hecho de la Naturaleza, sus fenómenos, enseñanzas y prácticas tienen que repetirse en y dentro del cuerpo humano, templo vivo del GADU.

Aquellos que, desean estudiar y aprender la Masonería, deben, antes que todo, tratar de sentir que todo lo que se enseña, tiene por objetivo devolver al hombre a su mundo interior para contemplar y estudiar, dentro de sí, todos los misterios de la Naturaleza.

El Grado de Maestro tiene un doble sentido: individual y colectivo - inseparables como aspectos interior y exterior de una misma cosa, esto es, lo que se hace interiormente, se vuelve fuerte y material exteriormente. Es preciso ser oro, para fabricar oro, para multiplicar los talentos, es necesario poseer talentos.

El profano tiene que dar el diezmo, según la Ley; no obstante, el Maestro tiene que dar todo. El Servicio del Maestro se distingue por su Amor. Su salario, interior y exterior, es fruto de este Amor; de manera que Amor y Salario son una naturaleza en el Maestro y no un diploma de grado, que le otorgan las logias y autoridades.

Mañana Jueves 07 de julio a la hora acostumbrada, en nuestra Madre Logia, "Libertad Igualdad y Fraternidad N° 3" en el valle de Cajamarca, nuestro VM.: el RH.: Walter Guevara Bardales y toda la membrecía, esperamos una nutrida asistencia de los QQ.:HH.: MM.:MM.:, a fin de que reciban un justo reconocimiento en tenida especial programada con este fin, en donde se disfrutará de un fraternal refrigerio espiritual y un ágape en honor a nuestros HH.: de este grado.

FELIZ DIA MAESTRO MASÓN.

FRATERNALMENTE.

Walter Vargas Portocarrero
PGMI - GLOPERU y,

Coordinador Regional
Cajamarca- Lambayeque