sábado, 25 de noviembre de 2017

EL COMPROMISO MASÓNICO


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EL COMPROMISO MASÓNICO

Con el compromiso pasa como con el sentido común: todo el mundo afirma tener de sobra, y critica rudamente su falta en los demás. Y sin duda es cierto que, en lo tocante a obligaciones contraídas, palabras dadas o fe empeñada, todo es opinable y todo es relativo. O casi todo.


Ingresar a una Orden como la Masonería debe ser, ante todo, con seguridad lo digo: un compromiso: con uno mismo, con el resto de los HH.·. y con el resto de la humanidad.
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Esas tres patas del taburete tienen que mantenerse siempre al mismo nivel, si no queremos caernos a la hora de sentarnos. Si desatendemos nuestra propia formación, faltamos a nuestro juramento, nos engañamos, serviremos de poco a los demás. Si no somos una herramienta de transformación de cuanto nos rodea, de nada habrá servido la iniciación y, de nuevo, nos engañamos y engañamos a los demás. Y lo mismo podemos concluir si desatendemos nuestras obligaciones para con nuestros HH.·.

Una de las muestras más claras de esa falta de compromiso con la Masonería, con los demás y con el juramento que nos vincula desde el día de nuestra iniciación, es la ausencia continuada de los HH.·. a las tenidas. Esa es una de las principales causas de desaparición de las Logias. Cualquiera puede tener inconvenientes o “compromisos profanos” (como acostumbran a decir para excusarse) un día, justo ese en el que el taller celebra sus tenidas. A cualquier H.·. puede sobrevenirle una situación así, y es evidente que cada cual establece sus prioridades como estima oportuno. De manera que, comprendiendo de antemano todo lo comprensible, no puedo entender ni justificar el hecho de que en nuestras Log.·. puedan haber HH.·. a los que no se les ve durante semanas y, menos aún, que se dé por sentado que hay quienes están eximidos de la obligación moral de asistir a los trabajos.

Menos respeto aún me merecen justificaciones del tipo: “me aburren las tenidas”, o “no me aportan nada”, o “es que no estoy de acuerdo con la forma en que el V.·.M.·. dirige los trabajos” o, peor aún, “es que una vez tuve un problema con tal o cual H.·., y desde entonces…”. Quizás alguien pueda considerar esas respuestas como razones, yo las denominaría excusas. Si te aburres ¿qué haces para animarlas?; si no te aportan nada ¿qué haces para aportar tú a los demás y elevar el nivel?; Si no vas por desacuerdo con el V.·.M.·. ¿dónde está tu tolerancia? y, sobre todo, ¿por qué no le ayudas?; Si tuviste un problema con un H:., ¿dónde dejaste tu compromiso de perdón y de fraternidad? ¿Dónde dejamos nuestro compromiso? esa es la pregunta. Y se necesita de un proceso de reflexión profunda y de toma de conciencia consecuente.

Y así surgen dos conceptos nuevos, que nos dan la clave: tomar conciencia de lo que es y supone ser Mason, y ser consecuente en nuestros actos con lo que creemos y decimos. Si eso está claro en nosotros, la atención al compromiso no será nunca un problema.

Entiendo que el compromiso de una persona con algo o con alguien tiene múltiples connotaciones e impactos: consigo mismo, con su entorno y con la sociedad. Si a esto añadimos el hecho de formar parte de la fraternidad masónica, el Compromiso debe escribirse en mayúsculas. ¿Por qué?, muy fácil de entender: desde el momento en que eres iniciado, desde el mismo instante en que haces el primer juramento, o cuando se te cae la venda y ves frente a ti a los HH.·., se produce un cambio radical en ti mismo: hay un antes y un después en cada uno de nosotros. Y éste después es, desde ese instante, el inicio de toda una nueva vida para vivirla como tal, como masón, con todo lo que ello significa y con todo lo que ello implica.

Para empezar, ser un eslabón más en la cadena de unión. O, dicho de otra manera, unirse a otras piezas más en la construcción de la Humanidad.

YO, mis QQ.·.HH.·., no vine a la orden a buscar “contactos” para mi profesión profana, ni escalar en la pirámide social, ni jactarme de que soy “masón”, ni creerme “superior” a los demás, por ese simple hecho.

YO, Estoy seguro que he dado el paso correcto, previamente busque, leí y estudie lo que pude conseguir sobre el “ideario” de la Orden a la que deseaba pertenecer.

Compartía los valores en que se sustentaba:

Libertad, Igualdad, Fraternidad, tolerancia, responsabilidad, solidaridad. Compromiso de ayuda al otro, Búsqueda de la verdad.

Tenía entendido que practicaba:

La cortesía y respeto al otro
La escucha activa
La no invocación de dogmas
El estudio e instrucción permanente
La entrega incondicional
El permitir el librepensamiento y el intercambio de opiniones
El autoanálisis o conocimiento personal.
Hasta aquí, digamos, conocía inicialmente la teoría de la “asociación” en la que estaba ingresando. Tras la ceremonia de la Iniciación, se añadieron otras informaciones recogidas en los Reglamentos, que sumaban elementos desconocidos hasta ese momento e imprescindible para el trabajo que iniciaba, así como un matiz más al recién adquirido juramento: el estudiarlo, aprenderlo y practicarlo debidamente.

Rescato la respuesta a ¿eres masón?: “mis hermanos me reconocen como tal y me aceptan”.

Si me van a reconocer y aceptar como tal es porque he de ejercitar y practicar, el compromiso con el Taller, la Logia y con la propia Obediencia participando activamente, más allá de la asistencia a las tenidas. Que desde un primer momento yo sabía que tenía que “rescatar” minutos de mi vida para el estudio, los trabajos, la colaboración en diversas tareas internas o externas al Taller. No me daba temor, tan sólo se trataba de no lanzarme impulsivamente sino de manera organizada, a la vez que constante.

También sabía que debía estar al tanto del estado y posibles necesidades de mis HH.·. Colaborando con ellos en la medida de mis posibilidades, Aportando ayuda de diferente tipo, no sólo económica, sino logística, intelectual…Generando y manteniendo lazos fraternales; posibilitando conocer a otros HH.·., con los que compartir, tanto momentos de trabajo o rituales, como espacios de ocio y encuentros personales.

Todo esto incorporado a la práctica cotidiana, no debe vivirse como un esfuerzo sino algo habitual en la vida de esta “nueva persona”. Entiendo que ya no se es como antes de la Iniciación, ahora, ese compromiso personal y voluntariamente adquirido, ejerce una función de “supervisor” de uno mismo. Cada acción que realizo debe ser diferente a la que hacía antes de entrar en Masonería.

Nuestras respuestas, nuestra actitud hacia determinadas vivencias, ante determinados problemas sociales, económicos… deben observarse y vivirse con otros lentes distintos. Ahora, no podemos dejar pasar las cosas de cualquier manera. No, estamos comprometidos con la Humanidad, con su Progreso y eso, no se hace de manera abstracta, sino sumando fuerzas, añadiendo pequeñas acciones sumatorias a otras tantas, alzando la voz ante las situaciones injustas o frente a la conculcación de los derechos sociales, económicos y culturales de toda o parte de la humanidad. Ser masón me compromete cada día, cada instante, siento que la cadena que me une a mis HH.·. me genera obligaciones y, a la vez, me nutre de compensaciones. La fundamental: el tenerles, el saber que están ahí para enseñarme, ayudarme, orientarme. Para disfrutar de muchos instantes de aprendizaje, de confidencias, de debate…

¿Hay algún otro compromiso que compense tanto?

POR LO DEMÁS, HE DICHO

Apr.·. M.·. J.·. R.·. G.·.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

SIMBOLISMO DEL MANDIL MASÓNICO


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SIMBOLISMO DEL MANDIL MASÓNICO

De BELINO. Gentileza de B. ORTIZ

Al recibirlo lo imprimimos en nuestra memoria como el primer presente que de la Masonería recibimos es el primer símbolo sobre el que recibimos una explicación y la primera evidencia tangible para el iniciado de que ha sido admitido en nuestra augusta orden. Nunca será tanto el avance que tengamos en los estudios de los sagrados misterios como para poder relegar el mandil a un segundo plano quizás cambiando su forma y sus ornamentos conservará ese honroso título el cual se le dio a conocer al Masón en un principio en la noche de su iniciación.

Desde el principio de las civilizaciones muchos pueblos usaron el mandil como símbolo místico. En Persialos Mithas investían al
candidato a ser iniciado con un mandil blanco. Entre los israelitas por ejemplo se encuentra el cíngulo o ceñidor formando parte de la vestidura del sacerdocio. En las iniciaciones Brahamanicas practicadas en el Indostán se usa una especie de faja sagrada denominada Zennar.
La secta judía de los Esenios vestía a sus novicios con un manto blanco.

Tal reminiscencia surge en la voz del poeta Alfonso Sierra Madrigal al referirse a Jesús el adepto como: "El blondo esenio de blanca vestidura". Kaempfer refiere que los japoneses practican ciertos ritos de iniciación revistiendo a sus candidatos con un mandil blanco sujeto alrededor del cuerpo. Esta costumbre proviene de la creencia antigua multireligiosa y extendida de que el asiento de los instintos animales es la región hipogástrica y por lo tanto debe cubrirse y protegerse en pos del pulimento espiritual.El mandil masónico debe ser de color blanco ya que ese color es el emblema de la pureza y el candor y por esta razón este color debe ser preservado.

En cuanto al material de que está hecho el cordero siempre ha sido considerado como símbolo de la inocencia. El mandil del masón debe ser de piel blanca de cordero. Ninguna otra sustancia puede sustituir sin destruir por completo el carácter del símbolo. Las antiguas liturgias de iniciación contemplaban el decirle al neófito al tiempo que se le entregaba el mandil: "Por la piel del cordero os recordamos la pureza de la vida y la rectitud de vuestra conducta que son tan esencialmente necesarias para poder ser admitido en la logia celestial superior donde el Supremo Arquitecto del Universo preside toda la eternidad". Entonces el verdadero mandil del Masón debe ser de piel de cordero de 14" a 16" de ancho con 12" o 14" de alto con babeta de 3" o 4" de alto. Cuadrado y sin adornos de y adornados con lentejuelas son una innovación de nuestros hermanos franceses los cuales no se contentan con la simplicidad y la sencillez lo cual los ha llevado a decorar profusamente sus mandiles contagiando al resto del universo masónico y desvirtuando así uno de los símbolos más fuertes de la Masonería.

Ha sido para algunos motivo de tanto orgullo el hecho de portar el mandil que los hermanos de las logias de Inglaterra se refieren a él como: "La condecoración más alta más antigua que el Toisón de Oro o Águila Romanay más honorable que la Estrella o la Jarretera.En cuanto a la manera de llevarlo los aprendices Masones lo deben llevar con la babeta levantada simbolizando así el anhelo de crecer espiritualmente con el alma apuntando a las alturas. En el grado 33 del rito escocés antiguo y aceptado los hermanos que lo poseen están dispensados de portar el mandil pues para ellos "El trabajo ha terminado". Cuando el mandil de adhiere al cuerpo se sostiene por una cuerda la cual forma un circulo con respecto al cuerpo simbolizando el espíritu de Dios.

El triángulo de la babeta representa el alma Masónica en un triángulo cuyos tres vértices significan:
Tres hechos vitales: Salud Dinero y Amor.
Tres cosas que defender: Honor Hogar y Patria.
Tres cosas que controlar: Carácter Lengua y Conducta.
Tres hechos porque luchar: Libertad seguridad social y tranquilidad familiar.
Tres cualidades que estimar: Rectitud Valor y Gratitud.
Tres hechos que meditar: Vida Muerte y Eternidad.
Tres hechos que evitar: Pereza Barbarie e Ignorancia.
Tres hechos que admirar: Voluntad Dignidad y Lealtad.
Tres hechos que adoptar: Libertad Igualdad y Fraternidad.
El ignorante grita el inteligente discute y el sabio calla.

Sabiduría Fuerza y Belleza.

Salud Fuerza y UNIÓN.
El cuadrado representa nuestro cuerpo (la tierra la materia y la esencia). Uniendo estos tres significados tenemos presente en el
mandil la representación del hombre en alma espíritu y cuerpo. El conocimiento profundo del simbolismo del mandil ayudará al Masón en su formación teológica y espiritual y dará lugar al estudio más profundo del simbolismo.
Sirva pues esta humilde recopilación de la sabiduría vertida por tanto ilustre hermano como una invitación que un servidor os hace al estudio y la meditación pues por esos medios estoy seguro que creceremos como Masones y como seres humanos y por añadidura lograremos el engrandecimiento ante los ojos del mundo de nuestra augusta institución Masónica simbolismo del mandil masónico
The apron and its symbolism

Simbolismo del Mandil Masonico
"Recibid este mandildistintivo del Masón y más honroso que todas
las condecoraciones humanas porque simboliza el trabajo. Única fuente
de salud del saber de la virtud y de la riqueza. Os da derecho a
sentaros entre nosotros y sin el nunca deberéis de estar en logia".
Con estas solemnes palabrasel Venerable Maestro ciñe al neófito el mandil de aprendiz Masón. Blancolimpio inmaculado y alto como sus ideales. Distintivo de quienes deseosos del conocimiento sanos y virtuosos pretenden alcanzaran la mayor de las riquezas: la elevación espiritual. Este símbolo representa para todos los francmasones un fuerte sentimiento de afinidad con nuestros hermanos
Publicado por victorsalazar144 en 21:5

El Rito Escocés Antiguo y Aceptado y “Los antiguos”


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El Rito Escocés Antiguo y Aceptado y “Los antiguos”

Traducción: Víctor Guerra/ Blog: http://ritoescocesantiguoaceptado.blogspot.com.es/

Título original: La Maçonnerie des “Ancients”

Publicado con autorización del blog Truthlurker, donde el autor se identifica con C.G.U, y al final del trabajo revela ser el traductor del libro de Joel Jacques, “Mahabone”..

A menudo se afirma que la francmasonería especulativa tuvo su nacimiento en Londres, junio de 1717, en el barrio de “Fleet Street”. Pero siempre se olvida precisar que al mismo tiempo integraba un buen número de clubes de convivencia más o menos pintorescos y con tendencias festivas, tales como los Gorgomons, el Gran Kheibar y otros grupos de taberna muy propios de la Inglaterra de ese tiempo.

En efecto, eso que se fundó en el solsticio de 1717, no era ni mas ni menos que una Sociedad de Taberna que federaba a otros clubes del mismo orden alrededor de la idea de organizar en común una Fiesta de San Juan de verano, con el fin de que fuera menos costosa para cada uno.
Lo que queda como particular de esta fundación es la apropiación a que dio lugar.

En la medida en que ese reagrupamiento se componía de personalidades científicas y culturales de importancia, se convino en darle un nombre que lo refiriera a una sociedad existente asegurándose de una buena imagen, una tradición de protección y hasta una cierta libertad de acción.

La masonería antigua fue así arbitrariamente liberada de sus deberes y misterios propios para devenir en “ libre”, “ free”, y tomó la denominación de“ freemasonry”.

Se dotó de un órgano de gestión y desarrollo que, siempre en relación con la antigua sociedad, pasó a llamarse “ Gran Logia”.

En esto es principalmente en lo que reside la originalidad de la creación. Antes de 1717 jamás existió ninguna “Gran Logia … de la reivindicación de la “ libertad” nació la mas grande restricción de la masonería: la Obediencia.

Como ese club tenía vocación de universalidad, su asiento se fijó en Londres y en ninguna otra parte y así fue como la “ Gran Logia de Londres” vio la luz.

El presidente fue nominado en la persona de Anthony Sayer, un hombre de poca personalidad que pasó del ingrato papel de secretario de Newton al de presidente del Club.

Bien pronto dejó su puesto a Jean-Theophile Désaguliérs, pastor calvinista presbiteriano, hombre de corte y frecuentador de la pequeña nobleza del“tout Londres”, quien decidió hacer de ese club de barrio una organización importante y cercana al poder.

La vio como un excelente medio de ascenso social y de reconocimiento sin relación a lo religioso y para conseguirlo invita de inmediato a la alta nobleza

A fin de garantizar la leyenda y de mantener el misterio, le pide a un amigo, el pastor James Anderson, presbiteriano también pero sobre tod oespecialista en armoriales dudosos y genealogías de familia imaginarias, construir la de la Orden, bajo la forma de Constituciones.

Ese club de sociabilidad, habiendo conseguido ser protegido por la nobleza, comenzó a tratar de obtener un renombre, pasando igual de rápido a un juego de influencias entre católicos (jacobitas) y protestantes ( Hanoverianos).

Fue exportado a París el 12 de junio de 1725 fecha en la cual se creó, a instancias de Lord Derwenwater, refugiado católico jacobita, la logia Saint Thomas que se instala en una taberna muy frecuentada por inmigrantes ingleses, en Barnabé Hute, calle de la carnicería.

Una logia rival fue instalada por los protestantes calvinistas en 1732, algunas calles mas lejos en el Auberge du Louis d´Argent (Posada del Luis de Plata).

Pero el proyecto protestante de “ redireccionar” la francmasonería francesa bajo la égida de los presbiterianos se extinguió rápidamente en un país extremadamente católico, que se apropió por su cuenta de una estructura muy a propósito para reunir el espíritu místico de su época.

Ese nacimiento de la primera Gran Logia de Francia y la apropiación por parte de los franceses de esa forma de sociedad, separa de inmediato los destinos de dos órdenes que dio como consecuencia una evolución particular en la rama continental.

Esa evolución sustrajo a la francmasonería francesa de la influencia del conflicto que oponía, en suelo británico, la corriente de quienes se denominaban antiguos, en referencia a una larga tradición a la que supuestamente pertenecerían, desde las logias de York y las guildas de constructores, con la de los intelectuales nobles y cortesanos, nuevos adeptos de un protestantismo rigorista y a los cuales se calificaba despectivamente de modernos por no decir impostores.

La francmasonería francesa no podía involucrarse en esto ya que si bien era, hablando con propiedad, heredera de la corriente de 1717 por otra parte había acentuado las limitaciones y multiplicado las disparidades.

No discutiremos mas a fondo por ahora esta problemática que sería mas especialmente relativa a la introducción de facto de una nobleza brillante y orgullosa en un orden con reivindicaciones igualitarias e intelectuales, mas que para analizar los eventuales contenidos místico-esotéricos mas que dudosos en su mayor parte.

Tal debate sería demasiado ajeno a mi intervención de esta tarde, aún si no se opondría a nuestro asunto.

La estructura actual de la francmasonería inglesa se reivindica como la única “ regular” y será de la que hablaremos esta tarde, y lleva como título “Gran Logia Unida de Inglaterra”. Tal denominación se refiere exclusivamente a la federación de logias que sabemos se constituyó después del Acta de Unión de 1814 como continuación de la sorprendente idea que justificaría que la Gran Logia exista… esto es, que el funcionamiento en forma de Gran Logia permitíó evitar la bancarrota de la masonería de 1717, totalmente endeudada por la construcción del Masonic Hall y puso fin al conflicto que oponía a las dos formas en presencia, las de Ancients y Moderns en 1813.

Esta Gran Logia con vocación universalista fue consagrada el 30 de mayo de 1816 durante una tenida de ceremonia llamada “ Gran Logia” presidida por el Muy Venerable Gran Maestre, Su alteza Real el Duque de Sussex sobre la base de una ceremonia donde el ritual se formó especialmente con una base del 80% del ritual de los “Ancients”, y que hoy día conocemos bajo el apelativo de “ Perfect Ceremonies” o “Ritual de Emulación”.

¿Quienes eran los masones Antiguos?…

Los masones “Ancients” se presentan el siglo XVIII bajo la forma de una reagrupación muy dispar de pequeñas logias independientes unas de otras, alrededor de eso que Patrick Negrier llama “ La Palabra del Masón”.

Son de diversos orígenes, mayoritariamente del noreste de Inglaterra, de Irlanda o Escocia. Presentan todas un carácter nómade heredado de su tradicional desplazamiento de obra en obra.

Pretendían ser de la antigua confraternidad de Oficio donde la organización se constituyó hacia el siglo VIII con los monasterios culdeos pasando, para resumir, por los estatutos Schaw y la vieja Logia de York que no devino en autodenominada Gran Logia de Toda Inglaterra sino en 1725, en reacción a los “ Moderns” pero que el Rey de Inglaterra y sus obispos gobernantes habían dirigido desde el siglo IX…

Antes de ese período del XVIII, la masonería de los antiguos jamás se había reagrupado en federación general sino solamente en guildas estatutariamente independientes y dirigidas por los Maestros de Obra designados por el Rey, tal como William Shaw.

Las logias no existían más que por los que la componían y se constituían según las necesidades. Se reconocían según los conocimientos y no según la presentación de un “recibo de capitación”.

Pagina de un acta de la Gran Logia de los Antiguos
Pagina de un acta de la Gran Logia de los Antiguos

Lo que aún sorprende hoy en día es la energía empleada en competir con una sociedad que le era totalmente extraña y donde su existencia hasta cierto punto fortuita fue declinando poco a poco.

En efecto, el origen de los antiguos como siendo puramente operativos, se reivindicaba a justo título, como los únicos miembros verdaderos de la antigua masonería que provenían de logias arcaicas y detentadoras de secretos de Geometría.Ellos basaban su antigüedad en el hecho de que s u corporación habría sido fundada y estructurada por el legendario rey Athelstan en el siglo IX.

En consecuencia, se presentaban como los únicos practicantes del rito regular de la masonería y los únicos habilitados para comunicar las palabras, signos y toques secretos…secretos mas antiguos, decían, que los formulados y sobretodo inventados o desnaturalizados por los fundadores de 1717.

Aparte del sitio de las columnas, se trataba más bien de la naturaleza misma de la enseñanza de la Palabra del Masón y de la construcción organizativa que marcaba la diferencia.

Ese grupo fue general y tardiamente denominado Gran Logia de los Antiguos, tal apelativo dió por resultado que desde 1717 fuera mas fácil hablar de la masonería por referencia a una Obediencia antes que por la calidad de masón.

Esto es especialmente cierto para los historiadores franceses. Sin embargo, sabemos hoy día un cierto número de cosas a propósitos de esos “antiguos” y de su organización ritual.

Los grados interiores, las Ordenes, sus vínculos y todo eso que formaba el enfoque de progresión, pues sus rituales y conocimientos eran enseñados progresivamente. Ya al comienzo la totalidad del curso era presentada a los Aprendices y después los elementos iban siendo estudiados en progresión hasta la transmisión de los secretos del Arco.

Esos secretos siempre fueron considerados como “ el corazón”, la médula”de la masonería por los antiguos, a tal punto que una de las palabras mas utilizadas es “ médula en los huesos … “ marrow in the bone … “ mahhabone”.

La francmasonería de los “ antiguos” presenta otra diferencia, y de talla. Se organiza, al menos desde las tradiciones de los masones de York, alrededor de los aprendices y compañeros, donde estos últimos devienen en “ hombres de marca” antes de poder ser Maestros de logia y por fin Excelentes Compañeros del Real Arco.

Habrá que esperar a la exportación del rito a las colonias americanas para ver la separación de la Marca y el Arco respecto a los tres grados y hasta 1728 para que fuera integrada la leyenda de la maestría en el thesaurus de los modernos.

Puede entenderse ahora porque esos masones, principalmente imigrantes irlandeses y escoceses quedaron muy sorprendidos al ver rechazado el acceso a las logias de Londres y, las raras veces en que fueron aceptados, de constatar que los de 1717 no se contentaron con organizarse alrededor de un poder central que en realidad no tenía competencia sobre ninguna jurisdicción masónica particular ni en la organización de los grados.

El reagrupamiento de sus logias « antiguas » se realizó con seis de entre ellas, independientes, bajo la égida de Laurence Dermott, artesano peletero e intelectual burgués de origen irlandés.

La verdadera denominación de esta asamblea, un reagrupamiento interesante, fue primeramente : « La mas antigua y honorable Fraternidad de los masones libres y aceptados », mas adelante « Gran Logia de los Masones Libres y Aceptados según las Antiguas Instituciones » (Grand Lodge of Free and Accepted Nasonbs of England according to the old Constitutions ».

La asamblea que determinó la existencia colectiva de los « antiguos » en tanto que Gran Logia, fue celebrada el 17 de julio de 1751 en la taberna « Cabeza de Turco » ( Turk´s Head tavern) en la « Greek street « del barrio londinense del Soho, es decir del otro lado del barrio del Strand, barrio de tenderos, en el lado geogr´afico opuesto al sitio de fundación de la logia de 1717.

Las crónicas de John Morgan, que trabajaba en la secretaría, indican la presencia de siete logias, ninguna de las cuales, y por buenas razones, estaba afiliada a la Gran Logia de Londres de 1717.

Durante esta fundación, para el historiador masonológico inglés Bernard Jones no había mas de ochenta personas, todos tenderos, mecánicos y pequeños artesanos, inmigrantes en su mayor parte de origen irlandés, instalados en Londres.

Esta nueva estructura tomo enseguida el hábito de reunirse en una taberna ocupada por una octava logia que se unió a ellos y ofreció su local ; la logia « Temple and Sun » sobre Shire Lane en Temple Bar, otro barrio de Londres.

Esta Gran Logia de los Antiguos, era igualmente conocida, en la época, bajo el nombre de Gran Logia Atholl, por el nombre de los Duques de Atholl, protectores de larga data de la Corporación y que ocuparon la Gran Maestría a partir de 1771. Esta nueva institución pretendía reagrupar todo a la vez, la Gran Maestría de los Antiguos y la de la Gran Logia de Escocia, constituída recién en 1736 después de los Saint-Clair de Roslyn fueron removidos de su cargo de protectores hereditarios de la masonería escocesa.

Otra particularidad, los miembros de la Gran Logia de los Antiguos, es que reivindicaban una denominación particular, la de « free and accepted masons » es decir « masones libres y aceptados »
El calificativo de « Libre » estaba en la denominación general de la masonería especulativa y poco a poco fue transformándose para devenir en «freemason»-

Hoy en día existe mucha literatura relativa a ese calificativo desarrollando el hecho de que los obreros masones, además de su cualidad de artesanos itinerantes, disponían de una cierta libertad, una franquicia, de acción y de reagrupamiento entre las distintas guildas obreras que existían bajo el sistema feudal.

Algunos autores, como Eric Ward, hacen derivar el nombre de free-masonsdel término que calificaba a la piedra franca, free-stone que generalmente iria acompañada del nombre de quien la trabaja, el masón. Esa fórmula verá su primera aparición en el siglo XIV con la instauración de una suerte de primer derecho del trabajo; los estatutos de los Obreros (Statutes of Labourers), en 1351 que definían un estatuto de master free-stone mason mas de un siglo antes de la redacción del Regius. Todo eso producira con el tiempo un término genérico de freemason, frimason, freymason o free-stone mason. Estas explicaciones concernientes al origen del término freemason se derivan directamente de las teorias que destacan la filiación operativa de la orden y hasta hoy son sostenidad como garantía de la regularidad de origen de las obediencias.

Eric Ward, autor de manuales de Aprendiz-Compañero-Maestro del rito de Emulación, hace remontar esas fuentes históricas a los siglos XIII y XIV , cosa que parecería estar confirmada por ciertos documentos de época.

Esa explicación, basada a la vez sobre la mutación lingüistica y las afirmaciones mas o menos realistas de una mayoria de talladores de piedra en el seno de las corporaciones de masones, se enfrenta sin embargo a las estadísticas de las antiguas logias escocesas dadas por David Stevenson en los años 1980s y que dejan ver que en las logias se encontraban diferentes categorias de oficios de la construcción y que los talladores de piedra estaban lejos de ser los únicos miembros de las guildas de masones… de allí, es válido preguntarse porqué denominar a los miembros de una sociedad como esa con el nombre de solo una parte de sus miembros?

Esta Libertad, esta franquicia, que califica al masón es omnipresente en los diferentes escritos relativos a las guildas de constructores y a las antiguas logias de constructores donde los oficios concurrían en participar en la construcción de edificios. Todos esos hombres se reagruparon bajo el nombre de masones « operativos », es decir con el de aquellos cuyo oficio era el de participar en la operación de la construcción.

Y ese término aún esta en uso en nuestros días. Sin embargo se sabe que fueron francmasones los que formaron la Orden, al menos entre los « Antiguos » y si se desea comprender una de las realidades culturales de fines del siglo XVIII, debemos detenernos un instante sobre eso que dicen los catecismos masónicos mas viejos, a saber, que un masón debe ser « nacido libre » y/ o de una « mujer nacida libre » según los distintos ritos en uso.

Así que un masón no puede ser ni esclavo ni nacido de esclava, pero tampoco puede ser « comprometido » queriendo decir » estatutariamente constreñido ». Esos términos nos daran una aproximación a la vez, de las fuentes y de las consecuencias de las corrientes internas en la masonería, ya sean simbólicas o puramente sociales.

Las disposiciones relativas a la libertad, la franquicia del masón y a su libre nacimiento son todavía hoy, asociadas a los Candidatos que desean recibir la iniciación y que ya no son obreros de oficio.

La comprensión total del sentido de esta problemática de « nacimiento libre », no puede lograrse mas que ubicándola en el contexto particular de una sociedad que la tenía inscrita entre sus reglas.

Es evidente, en el estudio, que una gran parte de los ritos anglosajones de estilo Emulación y una parte menor del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, presentan una fuerte inclinación a ofrecer una imágen ordenada de la sociedad victoriana del siglo XIX con el fin de promover el modelo social como referencia de una civilización que a veces debe justificar las diferencias.

La mayor parte de los autores ingleses de esa época estaban íntimamente persuadidos de la superioridad del modelo británico y del hecho de que debía servir de referencia. Del mismo modo, las sociedades muy católicas o protestantes, calvinistas y luteranas del continente, comenzaron a revisar algunos principios a fin de integrarse en sus prácticas y modelos sociales.

Por extensión, el 99% de los historiadores continentales de la francmasonería no hablan mas que de sí mismos, como los ingleses. Es así que « el buen renombre », la recomendación de excelencia del obrero de los antiguos rituales, se transforma en las « buenas costumbres » entre los cristianos rigoristas, protestantes y católicos preocupados de una mejor afirmación del decoro social, garantía de educación de un linaje sin tacha.

En lo que concierne a esta afirmación particular de ser « nacido libre », debe destacarse que la exclusión de los « Cowans » ha desaparecido de la ritualistica moderna y continental, muy probablemente porque pocos historiadores o historiadoras de la masonería han abordado el asunto de la definición de tal término y de las poblaciones que recubre y que los francmasones mismos no saben muy bien a qué corresponde.

Para algunos, se trataría de obreros bajo contrato que trabajaban en las obras pero de modo intermitente y que, por su estatuto no tenían la libertad necesaria para independizarse.

Para otros en los que me cuento, se trata de una antigua distinción entre los masones que edificaban sin mortero ( próximos a las técnicas celtasy nórdicas tradicionales que darían nacimiento a la masonería de oficio, de aquellos que utilizaban mortero ( método importado por los cristianos del imperio romano) que habrían perdido por esa causa, el Arte de la Geometría exacta.

Una vez más, sería bueno abordar la cuestión con detenimiento, pues todo parece indicar que los miembros de la Fraternidad, de la Corporación, no podían ser obreros « jornaleros », sujetos a los términos de un contrato que les pondría bajo dependencia, privados de libertad . Esto invalidaría la explicación contractual.

Entre los Compañeros de las antiguas logias, y al menos desde el siglo XVI,se constata la presencia de otros miembros cuyo oficio no era ni la construcción ni la arquitectura. Mantenían lazos con los constructores mas allá de sus competencias y particularmente la de saber leer y estar versados en el conocimiento de la ley y las costumbres… para lo que había que conocer el latin… Se les denominará « gentlemens masons » o mas frecuentemente « masones aceptados ».

Será esta terminología « isabelina » la que será retomada para calificar a los fundadores de la Gran Logia de 1717 mucho antes que se empleara el calificativo de « moderns ».

Para poder entender la diferencia entre los « aceptados » y los « especulativos », hay que mantener en mente que el oficio de masón es el de un artesano que no tiene una tienda y que el oficio le obliga a desplazarse de obra en obra. Ese es el corazón de la estructura de la antigua masonería : el nomadismo y la propagación del saber por el viaje. Las logias tenían una existencia efímera y se levantaban para construir..

Los profesionales de la construcción seguían a los obras e iban adonde se encontraban. Con la evolución de la sociedad y la progresiva desaparición del feudalismo, las guildas se vieron obligadas a aceptar nuevos cuerpos de oficios para salvaguardar sus intereses y fundar las reglas sobre las cuales podrían apoyar sus corporaciones.

Esas transformaciones y las negociaciones politico-económicas que suponian, demandaban la presencia de esquires, gentlemen farmers, miembros de cierta categoria social nacida de la revolución agraria o de representantes de la nueva burguesía cultivada, a fin de asegurar la tutela de la corporación y salvar sus intereses.

Así los primeros Supervisores Generales de las Obras del Rey, como William Shaw en el siglo XVI, no eran masones de oficio, sino personas instruidas, proximas al poder y reconocidas con cualidades para gerenciar una Corporación de la que a menudo dependía la imagen del soberano por la calidad de las obras que marcarían su estilo. La guilda y su dirección ofrecían además la garantía de estabilidad del poder que les nombraba y, con el tiempo, devendrìan en la imagen de grupos que podrían reivindicar una apariencia semejante.

Para ser mas precisos, se sabe hoy en día que esa « aceptación » que en lo que toca a todas las personalidades de las que se ha podido hallar algun rastro de recepciòn en logia entre el siglo XVI y el XVII, concierne a personas de la pequeña nobleza o de la reciente burguesía, admitidos para ser recibidos entre los masones de oficio. Y si esos son los únicos de los que se han encontrados trazas es justamente eran los que tenían la funciòn de asegurar las crónicas que hasta entonces no existían.

Por el contrario, no existe, por lo que sé, ninguna fuente que pueda responder a las siguientes dos cuestiones :

¿Existían rituales y prácticas secretas además de la transmisión de los secretos y palabras, en las logias de masones antiguos?.entendiendo por ritual una serie de actos y formulas repetidas de manera ordenada alrededor de una situación alegórica o mitologica portadora de un ideal paradigmático.

Y sobre todo, los masones aceptados en las antiguas logias, ¿eran admitidos a compartir los misterios confidenciales propios de los hombres de oficio, formando una sociedad interior aportando en el seno de la guilda los arcanos y misterios de los que ellos mismos eran detentadores, o bien el acceso a los misterios de la Geometría era en sí el Misterio?.

Ahora podemos, reagrupando el conjunto, obtener una imagen de la movida masónica mas arcaica, es decir la de los Ancients. Se trata de un reagrupamiento de hermanos artesanos, practicantes de un oficio y que disponían de una cierta libertad de reunión y desplazamiento de una obra a otra sin tener los inconvenientes de un contrato restrictivo.

Se unian a otros Compañeros, extraños al oficio y eran recibidos en la Corporación por sus cualidades y saberes a fin de gestionar los intereses de las obras, de las logias y de sus miembros, en un entorno económico y jurídico mas y mas complejo.

Se trataba entonces de un grupo de masones Antiguos, Libres ( con franquicia) y Aceptados ( Ancient Free and Accepted Masons).

Estas cuestiones son tanto mas inquietantes para la investigación en masonerìa que la naturaleza y hasta la existencia de ceremonias masónicas o teatralizaciones conceptualizadas, dramatizadas o psicodramatizadas, que serán las practicadas por los « especulativos » antes de 1730; es un asunto por lo menos incierto y reposa sobre bases igualmente inciertas.

Puede entonces preguntarse si la célebre obra de Samuel Prichard Masonry Dissected es una verdadera Divulgación o una pura invención.

Esa es la cuestión, los de 1717 y la masonería continental lo respondieron, pero ¿qué es realmente?
En el primer caso, ¿se podría pensar que describe una práctica muy antigua, pero ¿cuál?, ¿de donde provendría?

En el segundo caso, en la medida en que Prichard era notoriamente reputado como antimasón, surge la cuestión de la fiabilidad de las fuentes o de la eventual patraña.

Por extensión tenemos el derecho de inquietarnos por el hecho de que sirvieron de modelo y referencia a numerosas logias y de argumento a muchos historiadores desde entonces. La inquietud se hace mas grande cuando se sabe que los secretos son de « palabras, signos y toques » y que los masones herederos de Prichard tomaron como testimonio eso que no puede ser otra cosa que una caricatura pintoresca…

Entonces, aunque se pueda admitir que las referencias mitologicas y mas frecuentemente veterotestamentarias propuestas por los Old Charges y los antiguos catecismos, forman un sustrato coherente de comunicación de Palabras y Secretos relativos a los Misterios de la masonería de Oficio, ninguno presenta una forma ritual anterior a la publicación de la Masonry Dissected.

Se trata de algún tipo de ceremonias sin teatralizacion que devela particularmente la obra que he traducido, Mahhabone; rituales construidos según una forma reconocible hoy día. Por no decir que fueron una de las fuentes de su elaboración.

Se comprende que los diferentes calificativos relativos a los masones que acabamos de presentar sean directamente derivados de lo que representa la historia de la masonería, inseparable de la historia política del Reino Unido, son las formas convergentes de esta masonería especulativa que fueron transpuestas al continente. Pero esta es otra historia mas lejana de Antiguos y Modernos… al menos a primera vista.
….
NOTAS
i.Las tabernas Turk´s Head y Queen´s Head eran muy antiguas y sirvieron por mucho tiempo de asiento a los clubes de sociabilidad y círculos literarios, filosóficos y artísticos. Era en una de esas dos tabernas, la Queen´s head donde se reuniá laPhilomusicae society, la mas antigua fuente de una práctica ritual del grado de Maestro.
ii Para saber mas de este asunto, consultar Cecille Revauger, La querelle des anciens et des modernes, le premier siecle de la francmaçonnerie anglaise- Editions Maçonniques de France– Histoire-Paris 1999.
iii Bernard E. Jones in « Freemasons’ guide and compendium » – George G. Harrap & Company Ltd – Londres 1950
iv AQC – vol.LXXXI , 1978 « The birth of free-Masonry »
vDavid Stevenson en « Les Premiers Francs-Maçons. Les Loges Écossaises originelles et leurs membres » – Editions Ivoire-Clair – 2000
vi Fecha de aparición de la Masonry Dissected de Pritchard.
vii Se denomina de un modo general Olds Charges a todos los antiguos manuscritos masónicos y documentos que contienen reglas y catecismos anteriores a 1721, fecha de aparcición de las primeras Constituciones, llamadas de Anderson en la Gran Logia de Londres. Se las llama también manuscritos góticos a los más antiguos, pero esta calificación no concierne mas que a los documentos que hacen referencia a los masones continentales de la época de las catedrales. Hoy en día contamos con más de 200 documentos masónicos que podrían ser considerados como tales y concernientes solo a los masones de las islas británicas. Todos están compuestos de la misma manera: una primera parte relata una historia legendaria del Oficio y la otra entrega un código de conducta de los masones de la Compañía y organiza las relaciones entre Aprendices y Maestros.

Bibliografía
Adams, Cecil. Ahiman Rezon the Book of Constitutions AQC 46 1937
Crawley, Chetwood W J .Rabbi Jacob Jehudah Leon AQX 12 1899
Eched, Sam. Authentic or distorted Hebraism .Privately Printed Brussels 1993
Knoop, Douglas and Jones, G. P. An Anti?Masonic leaflet of 1698 AQC 55 1942
Shaftsley, John. Jews in English Freemasonry in the 18th & 19th Centuries.The Jewish Historical Society of England Transactions Vol XXV 1977

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domingo, 19 de noviembre de 2017

Cuestión de regularidad

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Cuestión de regularidad

Dentro de la Francmasonería no existe un tema más controversial que la regularidad. La forma más sencilla de descalificar a alguna logia o hermano es acusarlo de irregular y mágicamente pareciera ser borrado del universo masónico, independientemente de si su opinión es válida y si su conducta es ejemplar.

Dentro de las acepciones de la palabra regular que se muestran en el diccionario de la Real Academia Española[1] (RAE) podemos rescatar algunas que podrían interesarnos:

Regular (Del lat. regulris)

adj. Ajustado a una regla y conforme a ella. Vuelo regular.
adj. Uniforme, sin cambios grandes o bruscos. Respiración regular.
adj. Ajustado, medido, arreglado en las acciones y modo de vivir.
adj. De tamaño o condición media o inferior a ella.
adj. Dicho de una persona o de una cosa: Que pertenece a una regla o instituto religioso. Apl. a pers., u. t. c. s.
adj. Dicho de un ejército: Que está encuadrado y dirigido legalmente por mandos profesionales.
adv. Medianamente, no demasiado bien. En las pruebas me fue regular.
La regularidad no nació con la Masonería. La primera mención a una logia regular aparece en las Constituciones de Anderson hacia 1734. En el segundo párrafo de la regulación general VIII[2] se indica que “si cualquier grupo o número de masones deciden por sí mismos formar una logia sin autorización del gran maestro, las logias regulares no los deben tolerar, o considerarlos como hermanos justos y debidamente formados, ni aprobar sus actos y contribuciones; sino tratarlos como rebeldes…”

Esta norma es bastante clara y determinante; sin embargo podríamos decir que entonces era también pretenciosa, considerando que menos de 17 años atrás (quizás 13, para quienes prefieran considerar el inicio de la Gran Logia de Londres en 1721[3]) no existía la figura del gran maestro y que las logias se formaban (precisamente) por cualquier grupo o número de masones. Podríamos entender que dicha regulación buscaba frenar el surgimiento espontáneo de logias fuera del seno de la gran logia recién formada mediante el desprestigio de los masones que, seguramente llevados por sus viejos usos y costumbres, no confiaban en la idea de una gran logia (y un gran maestro con poder) que los gobierne.

Desde entonces se empezaron a dar los calificativos de ‘logias regulares’, ‘masones regulares’ y los ‘irregulares’ (probablemente negándoles los sustantivos de logias y masones). La masonería inglesa toma fuerza con la unión de 1813 al punto que institucionaliza este tema el 4 de setiembre de 1929 cuando publica los “principios básicos para el reconocimiento de una gran logia”, también llamados principios básicos de regularidad, mediante los que expulsan al limbo de la irregularidad a las mujeres, los agnósticos (que no son precisamente ‘ateos estúpidos’) y cualquier cuerpo masónico que no se ajuste a su estructura organizativa y pretenda conferir los grados simbólicos de aprendiz, compañero y maestro.

Y es que el principal problema de la actualidad es que interpretamos las medidas tomadas en cada momento de la historia sin contextualizarlas, principalmente argumentando que en Masonería mucho es ‘simbólico’, de variadas y propias interpretaciones, pudiendo siempre encontrar nuevos significados y enseñanzas para un símbolo clásico.

Por ejemplo: cuando hablamos de regularidad o logias regulares en 1734, claramente se está haciendo referencia a aquellas logias que se encontraban dentro de la jurisdicción de la entonces Gran Logia de Londres, cuando estas logias eran minoría (comparándolas con las logias existentes en Irlanda, Escocia y el resto de Inglaterra), y no a logias y masones que sean las únicas representantes de la verdadera Masonería. Podríamos semejar esto con la no tan lejana pretensión de la Gran Logia Regular de Inglaterra[4] que, siendo fundada en 2005 por un grupo reducido, calificó de irregulares al resto de logias y grandes logias del orbe; a diferencia de la primera, esta última gran logia no tuvo el eco y trascendencia tal que permitieran dar fuerza y respaldo a su posición.

De igual manera, si tomásemos la primera o la tercera acepción del diccionario de la RAE en el contexto actual, cualquier logia que practique firmemente lo que crea es verdadera francmasonería (aquí podríamos abrir un debate entre lo que es y no es francmasonería) debería sentirse lo suficientemente ‘regular’ como para irrogarse la utilización del término. Y es que (para resumir) no existe una sola y única masonería sino muchas variantes y prácticas diferentes de la misma, y existen de igual forma muchas diferentes normas que justificarían la regularidad de diferentes organizaciones.

Entonces: ¿Qué acepción enmarca la tan mentada regularidad en Masonería? Al parecer, la autodenominada corriente principal de la Masonería (aquella que tiene como eje a la Gran Logia Unida de Inglaterra) intenta definir lo regular dentro de la quinta acepción, aquélla que se refiere más a reglas o institutos religiosos, lo que se muestra contradictorio cuando siempre alegan no ser una religión.

Similar contradicción aplica la sexta acepción, referida a los cuerpos militares. Contrariamente a lo que muchos puedan opinar, la Masonería busca reunir a individuos de diferentes procedencias en igualdad de condiciones (lo que del léxico anglosajón puede traducirse como ‘reunirse a nivel’), y no otorgar atribuciones a algunos sobre otros. En un momento poco afortunado me tocó oír a un gran maestro expresar que la Masonería tiene una estructura vertical, que sus disposiciones (las del gran maestro) son órdenes que se siguen sin murmuraciones incluso cuando van en contra de las normas establecidas en su propia jurisdicción, porque su palabra es ley. Si pudiésemos calificar un comportamiento así como ‘regular’, tendría que ser con la sétima acepción listada.

Aun con todo lo expuesto, la peor de las acepciones expuestas es la cuarta; aunque lamentablemente es la que mejor describe la situación actual de un gran número de organizaciones masónicas (que se autodenominan jurisdicciones) en las que, como consecuencia de sentirse (no saberse) ‘verdadera masonería’, han descuidado su estudio y su práctica, lo que ahuyenta a aquéllos con verdadera vocación. Ejemplo patético es la suspensión de un integrante de la Gran Logia de Tennessee[5] por contraer matrimonio con otro hombre, cuando la unión homosexual es legal en dicho estado: no solo sería una desobediencia a la ley, sino un abuso injustificado contra un hermano masón.

La única acepción que nos resta plantear es la segunda. Muchos podrán argumentar que la Masonería no cambia, que viene de ‘tiempo ancestral’ y que ‘no está en poder de hombre o grupo de hombres el hacer cambios o innovaciones en el cuerpo de la Masonería’ (uno de los Antiguos Cargos y Regulaciones). Lo cierto es que la realidad contradice de plano esto (las ‘diferentes masonerías’ son evidencia de ello), incluso si consideramos que la propia creación de la Gran Logia de Londres fue una innovación, o el Ritual Moderno, o el Tercer Grado, etc.

En conclusión

¿Qué podemos concluir de todo lo expuesto? Que por lo general damos mayor importancia a la regularidad de la que se merece, que en lugar de inspirarnos a mejorar es empleada como una justificación indebida, que provoca nuestro letargo, que retrasa nuestro mejoramiento individual, que resulta en abusos contra quienes no lo merecen, que genera divisiones. Si ser ‘regular’ llamase a la tolerancia, a la amplitud de pensamiento, a la igualdad, entonces sería un piropo recibir tal calificativo.

No nos preocupemos de quién es regular: preocupémonos de quienes actúan como verdaderos masones. Y si, actuando como verdaderos masones, alguien nos acusa de irregulares, pues agradezcamos de estar en una condición superior a la media, de haber logrado un gran cambio para nuestro mejoramiento, de no estar encuadrado como en una institución militar o religiosa, de estar haciendo las cosas bien. Al final, no queremos ser regulares: queremos ser mejores.

http://www.fenixnews.com/2017/09/20/cuestion-de-regularidad/

LA DESTRUCCIÓN DEL TEMPLO DE SALOMÓN

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LA DESTRUCCIÓN DEL TEMPLO DE SALOMÓN

El conocimiento de sí mismo es el principio
de la sabiduría y por lo tanto, el comienzo
de la transformación o regeneración. El
conocimiento de nosotros no puede dárnoslo
nadie ni habrá de hallarse en libro alguno.
Consiste en verse de instante en instante en
el espejo de la convivencia, en ver la propia
relación con los bienes, las cosas, las
personas y las ideas.

Krishnamurti



La construcción del templo de Salomón se realizó entre el 967 A.c. y el 962 A.c., siguiendo un parecido y sustituyendo al Tabernáculo que por siglos, desde el Éxodo se venía utilizando como lugar de reunión y de culto para Yahvé. Contó para esta empresa con la ayuda del rey de Tiro, Hiram.

El Templo propiamente dicho, según la descripción de la Biblia, era un edificio largo y bastante estrecho, orientado sobre un eje longitudinal en dirección Este-Oeste. El edificio debió tener una longitud interior de aproximadamente 30 metros, 10 metros de ancho y una altura de también 10 metros (60x20x20 codos). Sus dimensiones, por tanto, eran más bien las de una capilla palatina, ya que el culto se hacía desde su exterior. A ambos lados de su entrada se erigieron dos columnas, llamadas Jakin y Boaz. Los sacerdotes levitas entraban en el Templo a través de una gran puerta chapada de oro, de aproximadamente 10 metros de alto y 4 de ancho. Tras de esa puerta se encontraba el vestíbulo de entrada, el ULAM. Después de este vestíbulo, se encontraba la estancia principal, el HEKAL o Santo, iluminado a través de unas ventanas altas. La anchura y longitud guardaban una proporción de 1:2, lo que significa que la planta del HEKAL estaba compuesta por un doble cuadrado. El forjado de piedra se cubrió con un solado de madera de cedro. Las paredes del HEKAL se cubrieron con láminas de cedro, traídas de las montañas del Líbano, el mismo material de las vigas del forjado.

La tercera cámara, el DEBIR era el SANTUS SANTORUM[1] o Santo de los Santos, se encontraba en la parte trasera, a un nivel más alto que el HEKAL, y sólo podía accederse a él subiendo por una escalera. El DEBIR tenía la forma de un cubo de aproximadamente 10x10x10 metros (20x20x20 codos), y en su centro se ubicó el Arca de la Alianza. Éste era un arcón grande, hecho de madera de acacia, cubierta con planchas de oro y con cuatro anillas a las esquinas en las que se ponían varas para transportarla. Dentro del Arca se guardaron las Tablas de la Ley, entregados por el mismo G:. A:. D:. U:. a Moisés. En estas Tablas se grabaron los Diez Mandamientos, sirviendo de conexión entre Yahvé e Israel.

Salomón se apartó de G:. A:. D:. U:., y no guardo sus mandamientos, por esta idolatría contra Yahvé, se inició la caída y destrucción del templo[2].

A la muerte de Salomón le sucedió su hijo ROBOAN[3], quien trato mal al pueblo y por tal motivo todas las tribus se le apartaron, menos la tribu de Judá. Las tribus que se separaron nombraron a JEROBOAN, quien fue el primer Rey de Israel[4].

Así el reino de Judá y el de Israel vivieron en conflicto y no cumplieron los mandatos de Yahvé, por lo que fue en el año 586 A.c. que el Rey Nabucodonosor, sitio a Jerusalén y tomo como prisionero a Joaquín Rey de Judá, sacando todos los tesoros del templo y los de la casa real, quebrando todos los utensilios de oro que había fabricado Salomón, para la casa de G:. A:. D:. U:.[5].

La reconstrucción del templo fue iniciada en el año 536 A.c. por el Rey Ciro de Persia, quien permitió el regreso de los judíos a Jerusalén, devolviendo todo lo que el rey Nabucodonosor, se había robado[6].

La destrucción y reconstrucción del templo de Salomón, tiene un gran significado esotérico; porque contiene conceptos que nos llevan al conocimiento de verdades.

Cuando fuimos iniciados en estos augustos misterios, se nos dice que debemos morir, para los vicios y la ignorancia; eso es precisamente la destrucción del templo de Salomón.

El templo interior de cada uno de nosotros es la alegoría del templo de Salomón, así que después de destruir o morir debemos de renacer o reconstruir el templo de cada masón por medio del pulimento de la piedra en bruto, en el cual todos los neófitos se encuentran en este estado, hasta que se ingresa a la masonería se entienden estos conceptos, así pues debemos de perfeccionarnos, estudiar los valores y las virtudes para trascender a otro plano espiritual, que nos acerque más a la verdad, por lo tanto aquí es donde toma sentido lo que se nos enseña en logia: conócete a ti mismo para que puedas conocer a los demás y asimismo puedas conocer a G:. A:. D:. U:..

Es una realidad que el templo interior de cada ser humano, es enigmático, misterioso y secreto; por eso debemos de prepararnos constantemente a través del estudio y de la práctica de lo estudiado, para estar en constante comunicación con el G:. A:. D:. U:., a través de meditación.

El símbolo del templo, se organiza en tiempo y espacio, ya que la sustancia, como esencia de la materia, permanece eterna, por lo tanto la forma se altera para llenar un nuevo espacio; tal es la enseñanza que se nos da con el EDEN, entendido este como el paraíso existencial, del cual el hombre fue arrojado por querer realizar una búsqueda, pero ya fuera de él, continua con su indagación para reconstruir el paraíso en todo el espacio del planeta tierra y de esta manera hacerlo su morada ideal.

Así del tiempo-espacio surge para el templo, el movimiento, que lo hace cambiante y que es la cualidad especifica de la construcción material. Estos tres elementos: tiempo, espacio y movimiento, pueden modificar la materia, que es energía condensada, tal como se manifiesta en el templo. Por lo tanto, la materia, energía y el templo son la misma cosa, ya que es la esencia del G:. A:. D:. U:., lo que se explica en la construcción, puesto que nunca deja el templo, como nunca deja de existir el G:. A:. D:. U:., dicho de otra manera, el templo interno de todo individuo es eterno, aún después de morir, ya que forma parte de su alma inmortal.

ES CUANTO