sábado, 4 de diciembre de 2010

ASPECTOS SIMBOLICOS DE ALGUNOS
RITUALES MASONICOS OPERATIVOS


FRANCISCO ARIZA



En ciertas logias masónicas de Inglaterra y Escocia que conservan gran parte de los antiguos rituales operativos se continúan celebrando tres fiestas altamente significativas e importantes, cargadas de un rico simbolismo que testimonia la fuerza y vigor de la tradición masónica, heredera de los antiguos misterios, los cuales, en tanto que misterios, conservan una presencia inalterable y una actualidad permanente a lo largo del tiempo (1). Se trata de la Conmemoración de la Fundación del Templo de Jerusalén, la Conmemoración de la muerte del maestro Hiram y la Ceremonia de la Dedicación del Templo. La primera de estas festividades, la Fundación del Templo de Jerusalén -también llamado de Salomón-, se celebra durante la época de la Pascua judía, concretamente en el mes de Abril (Ziv), que es el segundo en el calendario judío, cuando, según nos relata la Biblia (I Reyes, VI, 37-38) dio comienzo su construcción. Abril es llamado el mes de "las espigas", pues es en él cuando éstas comienzan a crecer gracias al ímpetu renovado de las energías vitales de la naturaleza (expresión de las energías cósmicas), manifestando así toda su fuerza regeneradora. La segunda conmemoración, la muerte del maestro Hiram, tiene lugar el 2 de Octubre, coincidiendo a su vez con la fiesta judía del Yom Kipur, o "Gran Perdón", época en que los frutos maduran y la naturaleza entera se prepara para su recogimiento y concentración invernal, pero que también anuncia el Jubileo y el Juicio Final, los que coinciden con el "fin de los tiempos" y el descenso de la Jerusalén Celeste sobre la Tierra. La tercera conmemoración, la Ceremonia de la Dedicación del Templo, tiene también lugar durante el mes de Octubre, el día 30, y su desarrollo está marcado por las lecturas de los pasajes bíblicos en donde se mencionan las palabras que Salomón dirige al Señor invocando su presencia en el tabernáculo del Templo recién terminado (I Reyes, VIII, 22-30). Se trata de la consagración del mismo, cuya edificación había durado exactamente siete años, número simbólico que asimila su construcción a la creación del mundo, que fue formado según el Génesis en "siete días" o ciclos temporales.
Como vemos, las tres celebraciones giran en torno y están directamente relacionadas con el Templo de Jerusalén, referencia esencial de la logia masónica (y también del templo cristiano), del que es su modelo simbólico, como el propio Templo de Jerusalén es, a su vez, la imagen simbólica de la Ciudad Celeste. Y esto explicaría también por qué el desarrollo de la iniciación masónica, en sus diversos grados, implica necesariamente un conocimiento de las estructuras simbólicas de la logia (que son las del cosmos), conocimiento que ha de ir acompañado, para su plena realización, de la transmisión de las palabras sagradas, toques y signos rituales, inseparables (pues conforman un todo) de las leyendas y relatos que aluden a los diversos episodios de la historia sagrada de la orden masónica (que comienza a contarse a partir de la construcción del Templo de Jerusalén, si bien en algunas crónicas esa historia se remonta al origen mismo de la humanidad), lo que permite actualizarla viviendo la realidad a la que dicha historia se refiere.
Hablábamos del número siete, y hemos de decir que éste es el número cosmogónico por excelencia, siendo también el número de la jerarquía iniciática en muchas tradiciones, pues el proceso de la realización espiritual reproduce paso a paso (grado a grado) el proceso cosmogónico mismo, incluido el de la propia naturaleza, que con sus ciclos y ritmos periódicos y perennes nos invita a la contemplación de un orden preciso y armónico, en el que el hombre está insertado y participa enteramente, lo sepa él o no lo sepa. Asimismo, en las logias operativas que mencionamos son también siete los grados iniciáticos, todos ellos relacionados con la edificación y acabamiento del templo (hecho a imagen, volvemos a repetir, del orden universal), correspondiendo el séptimo y último de esos grados únicamente a los Tres Grandes Maestros de la masonería, los cuales representan y asumen en su función al rey Salomón, al rey Hiram de Tiro y a Hiram Abi, el cual no es otro que el maestro Hiram, constructor del Templo de Jerusalén, y cuya muerte ritual y simbólica es la que se conmemora, se "hace memoria", el 2 de Octubre. Hemos de añadir, a este respecto, que siete es también la edad simbólica del maestro en todos los Ritos masónicos actuales, estableciéndose así una relación analógica entre ese grado y el acabamiento del Arte Real o Gran Obra de la cosmogonía (su aprendizaje y conocimiento efectivo), abriéndosele a partir de ese momento las posibilidades de realización de orden verdaderamente extracósmico y metafísico (2). Así pues, esa muerte simbólica en realidad representa una superación o "exaltación" del dominio cósmico (de la dualidad inherente a las acciones y reacciones de las energías bipolares que determinan toda manifestación), lo cual se vive en el interior de la conciencia como una síntesis o conciliación de esas mismas energías, lo que procura el nacimiento a la realidad metafísica y espiritual, simbolizada por la "resurrección" que sigue a la muerte de Hiram.
En las logias operativas, la ceremonia de acceso a la Gran Maestría se denomina el "Gran Drama Anual" (3), porque en él se ritualiza la muerte, búsqueda y finalmente el hallazgo del cuerpo de Hiram, tras lo cual comienza propiamente la instalación del nuevo tercer Gran Maestro, que junto a los otros dos dirigirá la logia operativa durante un año, finalizado el cual (coincidiendo con la fecha del 2 de Octubre) se procede a la instalación de un nuevo tercer Gran Maestro, encarnando en su función a Hiram. Por otro lado, en dichas logias únicamente los dos primeros Grandes Maestros (que representan, volvemos a repetir, a Salomón y a Hiram de Tiro, respectivamente) lo son de por vida, mientras que es tan solo el tercer Gran Maestro (Hiram Abi) el que se "sustituye" cada año, o ciclo completo, por quien haya sido elegido para acceder a la Gran Maestría.
Sólo así es posible revivir periódicamente el que sin duda constituye el rito más importante de la masonería: la muerte de Hiram y su resurrección en el nuevo maestro. Y cuando decimos masonería nos estamos refiriendo tanto a la que conserva los antiguos rituales operativos (casi completamente desconocida, por no decir totalmente) como a aquella otra que se ha dado en llamar "especulativa" (que es la que comúnmente se conoce, aunque bastante mal), nacida en los albores del siglo XVIII, es decir en una época en la que por motivos que serían muy largos de explicar, pero que en el fondo hay que atribuir a razones de orden cíclico, los rituales de la antigua masonería operativa (de origen medieval) fueron prácticamente olvidados, con lo que esto supuso de pérdida irreparable del riquísimo legado simbólico y espiritual que hasta entonces había conformado a la tradición masónica. Sin embargo, y a pesar de esa pérdida y de las diferencias que puedan existir entre la logia operativa y la especulativa, la orden masónica es una sola en esencia. Nuestra afirmación no es gratuita, pues siendo distintas en muchas cosas (y desde luego hay una superioridad de la primera con respecto a la segunda), no obstante tanto la una como la otra conservan intacto el ritual de la muerte y resurrección del maestro Hiram, ritual que es el que verdaderamente le da su identidad y su unidad a la masonería en su conjunto. Además, la simbólica de dicho ritual expresa lo más exactamente posible el sentido profundo de una de las principales divisas y funciones del maestro masón, que consiste en "difundir la luz, y reunir lo disperso" (4). De ahí también el título de "Príncipe de los masones" dado a Hiram, pues bajo su directa inspiración, es decir de lo que él representa en el plano iniciático y simbólico, los masones reciben la plenitud de su iniciación, y la masonería, por extensión, continúa transmitiendo la influencia espiritual, único fin que justifica su existencia.
Centrándonos en la ceremonia de instalación del tercer Gran Maestro, una parte importante y significativa de la misma (y que demuestra el origen operativo de este grado) consiste en los siete peldaños o gradas que el candidato ha de ascender, rodillas en tierra, hasta el "trono" (así se designa exactamente) donde se sientan los tres Grandes Maestros. Cada peldaño alude a una ciencia o arte liberal, las que en su conjunto describen toda la cosmogonía. El candidato a la Gran Maestría ha de responder a las preguntas que se le formulan sobre cada ciencia, correspondiendo el primer peldaño a la Gramática, el segundo a la Retórica, el tercero a la Lógica, el cuarto a la Aritmética, el quinto a la Geometría, el sexto a la Música y el séptimo a la Astronomía (5). Superada la prueba, el nuevo Gran Maestro es recibido en las "moradas de la potencia", así llamadas muy probablemente porque esa parte de la logia se asimila al Debir, que era el "Santo de los Santos", Tabernáculo o Sanctasanctórum del Templo de Jerusalén, y en el que era depositada el "Arca de la Alianza", siendo, en consecuencia, el lugar más sagrado e interno del templo (6).
Los siete peldaños que se han de ascender constituyen la línea que separa, y a la vez une, el Debir del Hikal (el "Santo"), que es aquella parte del templo que se extiende desde esa línea divisoria hasta el pórtico de la entrada, presidido por las dos columnas Jakin y Boaz, cuya simbólica desempeña un importante papel dentro de la enseñanza masónica. Si en la logia el Debir, por su posición elevada, simboliza el Cielo y la vertical, el Hikal simboliza a su vez a la Tierra y a la horizontal, con lo cual el ascenso se vive como un viaje axial de la Tierra al Cielo, o de una realidad condicionada por las limitaciones espacio-temporales, a la verdaderamente incondicionada y eterna. En el mismo contexto, añadiremos que en la logia operativa los tres Grandes Maestros están ubicados simbólicamente sobre el monte Moriah, considerado como una de las tres montañas sagradas de la masonería (las otras dos son el Tabor y el Sinaí), pues fue sobre su cima donde se edificó el Templo de Jerusalén. La sacralidad de esta montaña hace de ella un verdadero Eje del Mundo, y por tanto un nexo de unión y comunicación entre la Tierra y el Cielo (7). El "ascenso" del candidato se realiza entonces a lo largo de dicho eje, y los peldaños de las siete ciencias constituyen también un ascenso por los grados del conocimiento, los cuales, una vez asimilados, conducen al hombre a la reintegración con la Unidad del Sí Mismo, lo que en lenguaje masónico equivale a la identificación con la energía o potencia creadora del Gran Arquitecto del Universo (8).
De ahí que durante la ceremonia de instalación del tercer Gran Maestro se aluda directamente a uno de los símbolos más antiguos del Gran Arquitecto: la cruz svástica. Se dice que la explicación de este importante símbolo dura 70 minutos, tiempo que ha de entenderse también en clave simbólica, pues de nuevo tenemos aquí al número siete como parte constitutiva y esencial de esta ceremonia. La svástica está estrechamente relacionada con la Estrella polar, ubicada en el centro mismo de nuestro universo, el único punto que permanece inmutable mientras toda la bóveda celeste gira en torno de él. Los cuatro brazos de la cruz svástica representan asimismo las cuatro posiciones (dirigidas a los cuatro puntos cardinales celestes) de la constelación de la Osa Mayor, la cual, en efecto, gira constantemente en torno de la polar (9). Existe, por tanto, una directa vinculación entre esa rotación celeste y la propia Estrella polar, pues dicha rotación emana de ella misma, y como dice René Guénon ese movimiento "no es un movimiento cualquiera, sino una rotación que se cumple en torno de un centro o de un eje invariable... el Centro imprime a todas las cosas el movimiento, y como el movimiento representa la vida, la svástica se hace por eso mismo un símbolo de la vida o, más exactamente, del papel vivificador del Principio con respecto al orden cósmico" (10). Es por ello también que la svástica es el símbolo del Polo, que es la Gran Unidad (llamada Tai-Ki en la tradición extremo-oriental), o el Centro de centros, o el Sol de soles, pues de idéntica manera que todo el conjunto de la Existencia universal surge de él, en él se reintegra cuando finaliza su ciclo de manifestación. Esto último está muy relacionado con la iniciación (por lo que antes hemos dicho acerca de la analogía entre el proceso cósmico y el espiritual), ya que ésta, la iniciación, consiste en la paulatina y gradual reintegración de todos los elementos dispersos del ser individual en el Sí Mismo, lo cual implica la universalización de esa individualidad, que pasa así de la periferia del movimiento incesante de la Rueda del Mundo (de su rotación o girar indefinido) al Centro de esa misma Rueda (11).
Por otro lado, en el séptimo grado de la logia operativa, el Gran Arquitecto recibe el nombre hebreo de El Shaddai, que quiere decir "Dios Todopoderoso", el que es invocado al final de la ceremonia de la Dedicación del Templo por el primer Gran Maestro (Salomón) en estos términos: "Yo he terminado el trabajo que mi padre me manda cumplir", en clara referencia al acabamiento y culminación de la obra. En el simbolismo arquitectónico (ampliamente desarrollado en los rituales operativos) la idea de "acabamiento" del Templo está presente en la simbólica de la "piedra angular" (pues efectivamente ella es la última piedra que se pone, "coronando" toda la construcción), cuya posición es esencialmente axial al ubicarse en el centro mismo de la bóveda o domo (de ahí el nombre de "clave de bóveda" para designar dicho centro), el cual representa la cúpula celeste dentro de la construcción (12). La piedra angular equivale a la Estrella polar (13), y ambas simbolizan, cada una en su orden, al Todopoderoso Gran Arquitecto, vivificador y sostén, principio y fin, alfa y omega de toda la Creación (14).
Toda esta simbólica se resume en un momento de la instalación del tercer Gran Maestro cuando son reunidas cuatro escuadras de manera que formen la cruz svástica. Tres de esas escuadras pertenecen a cada uno de los tres Grandes Maestros, y la cuarta es la que se encuentra sobre el Libro Sagrado. Esa svástica es, a su vez, una réplica o reflejo de la que está dibujada en el techo (cielo) de la logia, de cuyo centro desciende una plomada-eje en dirección al centro mismo de la svástica terrestre formada por las cuatro escuadras, simbolizando de esta manera la unión entre el Cielo y la Tierra (15).
Por su vinculación con el Polo y el Centro del Mundo la svástica es considerada uno de los principales símbolos que remiten directamente a la Tradición Primordial, cuna de la humanidad, y cuyo origen, según todas las fuentes tradicionales, fue en un principio polar o hiperbóreo. Y el hecho de que este símbolo constituya parte integrante y fundamental de este ritual operativo demuestra una vez más que la simbólica, ritos y misterios de la masonería proceden, por una transmisión ininterrumpida a lo largo del tiempo y con todas las adaptaciones necesarias, de esa misma Tradición primigenia. Tal vez a todo ello es a lo que también se refiere Guénon cuando al final del artículo sobre "La letra G y el svástica" afirma "... que la teoría polar ha sido siempre uno de los mayores secretos de los verdaderos maestros masones" (16) .
NOTAS
1. Las informaciones acerca de estos rituales operativos las hemos obtenido del artículo de Pierre Girard Augry "Las supervivencias operativas en Inglaterra y Escocia", aparecido en el No. 3 de la revista masónica francesa Villard de Honnecourt, de la que apareció una reseña en el No. 2 de SYMBOLOS.
2. La idea de "más allá del cosmos", o "más allá de la física" (la metafísica), está presente en la expresión completa de la edad simbólica del maestro masón: "siete años y más".
3. "El Gran Drama Anual" también recibe el nombre de "Antiguo Drama", entendiendo la palabra "Antiguo" en un sentido no meramente histórico, sino sobre todo a aquello que fue hecho "en el Principio", es decir in illo tempore o en el tiempo mítico y vertical (supra-histórico), lo que hace posible su permanente actualidad. Y lo que fue hecho "en el Principio" es la obra de la Creación, el acto o rito cosmogónico por excelencia, al que los mitos creacionales de muchas tradiciones consideran como el resultado de un sacrificio, fragmentación o división de la Unidad primordial. Tal es el caso de la Cábala cuando se habla de la "desintegración" del cuerpo del Adam Kadmon (el "Hombre Universal", idéntico al Gran Arquitecto del Universo y al Purusha o Prajapati hindú), cuyos miembros dispersos componen todo el universo manifestado. Tal es el caso también del mito de Osiris en el antiguo Egipto, o del Dionisos Zagreus entre los griegos. En la masonería la muerte de Hiram ejemplifica, a nivel humano, ese sacrificio primordial, y la búsqueda ritual de su cuerpo por "toda la Tierra", y su hallazgo final, equivale en el fondo a la "reconstitución" de la "Palabra perdida", que es el Nombre (el Ser) inefable del Gran Arquitecto. Ver el cap. XLVI de Símbolos Fundamentales de la Ciencia Sagrada, de R. Guénon.
4. Nos remitimos enteramente a lo que a este respecto ha señalado en varias ocasiones Guénon, para quien el grado de maestro en la masonería actual no es el resultado "de una elaboración 'especulativa' del siglo XVIII, sino de una especie de 'condensación' del contenido de ciertos grados superiores de la masonería operativa, destinada a llenar en la medida de lo posible una laguna debida a la ignorancia en que con respecto a aquéllos estaban los fundadores de la Gran Logia de Inglaterra". Ibid., Cap. XVII.
5. Las artes liberales están, además, en correspondencia con los siete cielos planetarios, que en la cosmogonía hermético-cristiana e islámica medieval eran los intermediarios entre la Tierra (y el mundo sublunar) y el cielo de la Estrellas Fijas y el Empíreo, donde reside el Trono divino.
6. Este recinto interior es lo que en la Cábala se denomina el "Santo Palacio Interno", que es el verdadero Centro o Corazón del Mundo y del hombre, y lugar de manifestación de la Shekinah, la "Presencia divina". Este recinto interior está también simbolizado por el centro de las seis direcciones del espacio, por donde pasa el "séptimo rayo solar", identificado asimismo con el Eje del Mundo.
7. Ni qué decir la importancia del papel que estos tres montes han desempeñado en la historia y la geografía sagradas de la tradición judeocristiana, profusamente descrita en los templos cristianos edificados por los masones y compañeros medievales. Añadiremos que en la logia operativa los tres Grandes Maestros moran simbólicamente sobre el monte Moriah.
8. Debe quedar bien claro que cuando nos referimos al grado de maestro lo hacemos desde la perspectiva de lo que este grado significa iniciáticamente, que es la reintegración al estado humano primordial, y por tanto al desarrollo completo de las cualidades inherentes a dicho estado. Otra cosa bien distinta es que en la masonería actual la gran mayoría de aquellos que ostentan este grado (conferido casi siempre por puras necesidades prácticas de la logia) lo hayan efectivizado lo más mínimo. Lo mismo podemos decir en lo que respecta a los grados de aprendiz y compañero. Pero este es un problema que en nada afecta a la realidad y al sentido profundo de la experiencia espiritual e iniciática, así como de los símbolos y ritos que le sirven de vehículos y soportes, pues su origen es supra-humano.
9. Como se sabe, esta constelación boreal está formada por siete estrellas, las que en la tradición hindú se consideran como la morada simbólica de los siete Rshis o sabios legendarios que transmiten la Sabiduría Perenne a la humanidad a través de los diferentes periodos cíclicos por los que ésta atraviesa. Por otro lado, el nombre primero de esta constelación no era el de Osa Mayor sino el de la Balanza (o Libra), antes de que esta última pasara a formar parte del Zodíaco. Sin embargo, ese nombre siguió persistiendo en la antigua China, en donde era designada como la "Balanza de Jade", siendo el jade un símbolo de perfección. (Ver R. Guénon: El Rey del Mundo, cap. X). Tal vez sea en el número de esas estrellas, y las ideas de orden y perfección que sugieren en el simbolismo tradicional, donde debamos encontrar el origen de la expresión masónica "siete la hacen justa y perfecta" en relación al número de masones (llamados significativamente las "siete luces") que son necesarios para la constitución de una logia y la transmisión regular de la influencia espiritual.
10. R. Guénon: Símbolos Fundamentales.., Cap. VIII.
11. De ahí que en los rituales se afirme que al maestro masón sólo se le puede hallar en el "centro del círculo", que equivale a la "Cámara del Medio", nombre con el que se designa a la logia que trabaja en este grado.
12. No es entonces por casualidad que entre los principales símbolos masónicos que se refieren al grado de maestro se encuentra la "piedra cúbica en punta", en tanto que la "piedra cúbica" corresponde al compañero y la "piedra bruta" al aprendiz. Existe asimismo una analogía entre lo que significa la "piedra cúbica en punta" y la "piedra filosofal" en el hermetismo alquímico, cuya obtención también supone la culminación o "coronamiento" de los misterios de la cosmogonía. En la tradición cristiana Cristo mismo es designado también como la "piedra angular".
13. En la tradición extremo-oriental la Estrella polar se denomina el "Gran Extremo", y es esta precisamente la posición que ocupa en el templo la "piedra angular", también llamada "piedra cimera". Ibid., Cap. XLIII.
14. En este sentido es interesante destacar el hecho de que la apertura de una logia operativa sólo es efectiva cuando son reunidas las tres varas que portan cada uno de los tres Grandes Maestros formando un triángulo rectángulo (también llamado "pitagórico"), pues dichas varas están en la proporción 3-4-5, valor numérico, precisamente, del nombre de El Shaddaï en hebreo.
15. El polo es el único punto que permanece inmóvil en la rotación de la Tierra sobre su eje, reflejando perfectamente la inmovilidad del polo celeste. En el simbolismo constructivo el polo terrestre se corresponde con la "piedra fundamental" (que es el centro, y la síntesis, de las cuatro piedras situadas en cada una de las esquinas -o puntos cardinales- del edificio), reflejo directo sobre el plano de base de la "piedra angular", que obviamente se identifica con el polo celeste. En este sentido, y en relación con las cuatro escuadras que forman la svástica, diremos que éstas, dispuestas de otra manera, constituyen los cuatro ángulos o esquinas del templo.
16. Ibid., Cap. XVII.





FORMA EN LA QUE SE DA LA PALABRA DE MASÓN

(1714-1720)

Según la traducción francesa de Patrick Négrier aparecida en La Franc-Maçonnerie d'après ses textes classiques. Anthologie 1599-1967, Detrad, 1996 (impreso en Atenas). El texto fue publicado por primera vez en Harry Carr, The Early Masonic catechism, Kila (MT), Kessinger Publishing Company, 1963, p. 183. Las notas son de P. Négrier. Se observará que el texto es prácticamente idéntico al del Manuscrito de Edimburgo.

FORMA EN LA QUE SE DA LA PALABRA DE MASÓN

La persona que debe recibir la palabra está de rodillas, y después de un cierto número de gestos destinados a asustarle, le hacen tomar la Biblia y poner su mano derecha encima; invocan ante él muchas amenazas por si acaso rompiera su juramento. El sol en el firmamento y toda la compañía presente darán testimonio contra él, lo que será la causa de su condena, por la cual no dejarán de asesinarle. Es entonces, después de que haya jurado secreto, cuando le dan el juramento como sigue:

Por Dios mismo, y a la espera de que rindáis cuentas a Dios cuando os encontréis desnudo ante Él en el gran día del juicio, no revelareis nada de lo que vais a ver u oír hoy, ni de palabra ni por escrito, cuando sea, ni trazareis con la punta de una espada o de otro instrumento sobre la nieve, o sobre la arena, y no hablareis excepto con alguien que haya sido recibido masón... ¡Que Dios venga en mi ayuda!.

Después de que haya prestado este juramento, es alejado de la compañía con el último masón recibido, y una vez se le ha asustado suficientemente haciendo mil gestos y melindres, el segundo masón le enseña la manera de hacer en lo que concierne a los signos y las posturas, que son como sigue. Yo vengo aquí, yo, el más joven, el último aprendiz que ha sido recibido, pues lo he jurado por Dios y por san Juan, por la escuadra y por el compás, y por el juez universal, a asistir a mis maestros en el servicio a la honorable logia desde el lunes por la mañana hasta el sábado por la noche, para guardar las llaves, so pena de que se me corte la lengua por debajo del mentón, y de ser sepultado en un torrente, allí donde nadie lo sepa.

Entonces hace de nuevo el signo, que consiste en trazar con la mano una línea bajo el mentón atravesando la garganta, para significar que ésta le será cortada en el caso de que rompiera su promesa. Después todos los masones presentes murmuran la palabra entre ellos, comenzando de manera que finalmente le llegue al maestro masón, quien le da la palabra al último aprendiz recibido.

Hay de señalar ahora que todos los signos y palabras, como aquellos de los que en otro lugar se habla, pertenecen no solamente a los aprendices recibidos, sino también al maestro masón o a los compañeros de oficio. En primer lugar, todos los aprendices deben ser alejados de la compañía, y nadie será invitado a quedarse excepto los maestros. Entonces, aquel que va a ser recibido como miembro de la compañía debe ponerse de nuevo de rodillas, y pronunciar otra vez el juramento que se le ha dado, después de lo cual debe salir de la compañía con el maestro más joven a fin de aprender la palabra y los signos del compañerismo; entra después nuevamente, hace al maestro los signos del compañerismo, y dice las mismas palabras que a su entrada, omitiendo esta vez el juicio universal. Luego los maestros murmuran la palabra entre ellos comenzando por el más joven, como antes. Tras esto, el masón más joven avanza y se pone él mismo en la postura en la que debe el otro recibir la palabra, y dice a todos: La honorable compañía, los respetables masones y la honorable compañía de la que vengo os saludan bien, os saludan bien, os saludan bien.

Algunas de las preguntas que los masones acostumbran a hacer a aquellos que declaran poseer la palabra de masón, con objeto de reconocerles:

- ¿Sois masón?
- Responded: Sí, ciertamente, lo soy.

- ¿Cómo debo entender esta respuesta?
(La comprenderéis) en el tiempo y lugar oportunos (nota: esta respuesta no debe darse más que cuando estéis en sociedad y no haya masones presentes; pero si no hay mucha gente allí donde estéis, podéis responder con los signos y los demás puntos de vuestra recepción).

- ¿Cuál es el primer punto de vuestra recepción?
Respuesta: dadme el primero y yo os daré el segundo. El primero es oír y callar. El segundo, bajo pena de trazar una línea con la mano derecha desde la oreja izquierda a la oreja derecha, para cortaros la garganta.

- ¿Dónde habéis sido recibido?
Respuesta: En una logia honorable.

- ¿Qué es lo que hace a una logia justa y perfecta?
Respuesta: 7 maestros, 5 aprendices, a un día de marcha de una población, de manera que no pueda oírse ni el ladrido de un perro ni el canto del gallo.

- ¿Nada más hace a una logia justa y perfecta?
Respuesta: 4 maestros, 3 aprendices recibidos y el resto tal como ya he dicho.

- ¿No hay nada más?
Respuesta: Cuantos más hay, mayor es la alegría, y cuantos menos, mejor es la carne.

- ¿Cuál es el nombre de vuestra logia?
Respuesta: La logia de Kilwinning.

- ¿Cómo está orientada vuestra logia?
Respuesta: Este-oeste, como el templo de Jerusalén.

- ¿Dónde estuvo la primera logia?
Respuesta: En el atrio del templo de Salomón.

- ¿Hay luces en vuestra logia?
Respuesta: Tres, al nor-este, al sud-oeste y en el paso del este. La primera indica el maestro masón, la segunda la palabra, la tercera el compañero de oficio.

- ¿Hay joyas en vuestra logia?
Respuesta: Tres, una piedra bruta, una piedra cúbica y un gran óvalo.

- ¿Dónde podría hallarse la llave de vuestra logia?
Respuesta: A tres pies y medio de la puerta de la logia, bajo una piedra bruta...

- ¿Qué entendéis por una piedra bruta...?
Respuesta: Quiero decir no solamente bajo una piedra bruta, sino también bajo el pliegue de mi hígado, allí donde yacen todos los secretos de mi corazón.

- ¿Cuál es la llave de vuestra logia?
Respuesta: Una lengua bien puesta.

- ¿Dónde está esa llave?
Respuesta: En la caja de hueso.

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Una vez que los masones os hayan examinado por medio de todas o de una parte de estas preguntas, y de que hayáis respondido con exactitud, os reconocerán como aprendiz. Pero no como maestro ni como compañero del oficio.

De modo que os dirán: Vemos que habéis entrado en la cocina, pero ignoramos si habéis entrado en la sala.
Respuesta: He entrado tanto en la sala como en la cocina.

- ¿Sois compañero del oficio?
Respuesta: Sí.

- ¿Cuántos puntos hay en el compañerismo?
Respuesta: 5, a saber: pie contra pie, rodilla contra rodilla, torso contra torso, mano contra mano, y oreja contra oreja, lo cual constituye los signos del compañerismo: dadme las manos, y os daréis cuenta de que soy un verdadero masón.

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La palabra está en I Reyes, 7, 21, y en II Crónicas, 3, en el último versículo. Todo el versículo, pero en particular las palabras ........J y B.

viernes, 3 de diciembre de 2010

La Constitución de Anderson

Publicado por Mannaz Las constituciones de Anderson son unas de las más importantes para los franc-masones en el mundo. Para entender su contenido, que no daremos aquí por ser largo para un post y facilmente localizable en la red, deberíamos comprender primero un poco el contexto histórico.
Como ya he comentado varias veces, frecuentemente se tiende a analizar los hechos de una época con la mentalidad actual, es un gran error que da lugar a muchos equívocos. Para poder medir en su justa medida el alcance de cualquier hecho histórico es vital conocer el contexto histórico en el cual este se encuentra englobado. Las Constituciones de Anderson no son una excepción, para ver el alcance real de su contenido, para darse cuenta cuan avanzada fue, es necesario verlo desde la óptica de dicha época.
La sociedad inglesa de 1720 se destacaba por su intolerancia, frivolidad e inmoralidad, la iglesia se hundía y el gobierno era impotente. Sin embargo, durante este mismo período Inglaterra conoce profundos cambios. Por otro lado, después de las cruentas luchas políticas y religiosas, llega el triunfo de la monarquía constitucional, del régimen representativo, de la libertad para los protestantes, pero también de la prohibición del catolicismo.

El Parlamento Inglés había tomado prestadas para elaborar la nueva Declaración de los Derechos las ideas de Locke: asegurar la ¡Libertad y la Felicidad del hombre! Sin embargo, tenemos que destacar que esta tolerancia es parcial y está restringida a los cristianos protestantes y anglicanos. Los católicos y los musulmanes son rechazados, los libres pensadores excluidos. Esta limitación, la encontraremos en parte, en las Constituciones de Anderson de 1723 pero en las siguientes será eliminada, lo cual ya es prueba de su modernismo para la época.

Asimismo, Desaguliers formaba parte de la Royal Society y trabajaba muy en cercanía con Sir Isaac Newton, por lo que el nuevo aire de la ilustración encontró un camino de entrada a su través. Las obras de Newton originan la nueva orientación científica de la época y trae el cambio de espíritu radical que nos ha transmitido Voltaire.

Nacidas en este contexto, en 1723 Desaguliers, que no debemos olvidar participo junto con Payne en la elaboración de las mismas , no ha ignorado el concepto de Tolerancia propuesto por Locke y ha tenido en cuenta el principio de separación de los poderes eclesiástico y estatal. La publicación de las Constituciones marca además el deseo de establecer una historia de la Masonería que afirme su filiación operativa y tradicional sin poner en riesgo el aspecto jurídico del texto

Ahora que sabemos más o menos en que ambiente nos movemos podemos indicar una breve cronología de cómo fueron desarrollándose los pasos que llevaron a su creación. Aunque un poco más arriba he comentado que Payne ordenó a Anderson la redacción de las Constituciones esto no es del todo correcto. Quien realmente dio la orden fue el Duque de Montagu, si bien fue durante el mandato de Payne y con la ayuda de este y Desaguliers que estas fueron tomando forma; sin embargo no adelantemos acontecimientos y vayamos paso a paso.

Tanto George Payne como Desaguliers eran recopiladores de documentos masónicos antiguos. Si bien bajo el periodo de mandato de Desaguliers en una decisión controvertida, ordenó quemar varios manuscritos masónicos para evitar que fuesen a manos profanas. Este exceso de celo masónico originaría una pérdida de valiosos elementos de investigación histórica.

Durante el mandato de Payne y Desaguliers se acercaron a la Masonería muchos nobles, entre ellos el Duque de Montagu, que fue elegido Gran Maestro el año 1721. El día 25 de Septiembre de ese mismo año, Montagu encarga James Anderson que presentase un proyecto de Constitución compilando las antiguas Constituciones Góticas de los gremios Alemanes promulgadas en 1459, también conocidas como Ordenanzas de la Asociación de Logias de Constructores y que agrupaba a las Grandes Logias de Estrasburgo, Viena, Colonia y Berna.

El motivo de ese encargo fue el crecimiento experimentado por la Gran Logia de Inglaterra, lo cual hizo ver la necesidad de crear una Constitución como medio de control de la institución.

Se sabe que tanto Payne como Desaguliers colaboraron con James Anderson de manera muy cercana poniendo a su disposición gran parte de la documentación que ambos conservaban sobre la antigua masonería. El reverendo Anderson ( era Pastor Protestante) se dedicó con especial interés a su trabajo. El 27 de Diciembre de 1721 se designó una comisión de 14 hermanos entre los que estaban el propio Anderson, el pastor Desaguliers y el anticuario Payne. La obra fue aprobada en una reunión solemne en el Asamblea de la Gran Logia el 17 de Enero de 1723, dirigida por el Gran Maestro Duque Felipe de Wharton.

Después de la aprobación de la Constitución, la obra fue publicada en la revista “Postboy” y autorizada su venta libre el 28 de febrero de 1723. La obra, aún cuando todo el trabajo fue realizado por Anderson, llevaba una dedicatoria de Desaguliers al ex Gran Maestro Duque de Montagu, bajo cuyo mandato fue ordenada su redacción.

El libro tenía una corta historia de la masonería desde la creación del mundo, los Antiguos deberes o Leyes Fundamentales (Old Charges), las 39 obligaciones o 39 artículos de los Reglamentos Generales, la aprobación del libro, los 6 artículos de la Constitución propiamente dicha y 4 canticos masónicos (Canción del Maestro, Canción del Vigilante, Canción de los Compañeros y Canción de los Aprendices). La constitución no hace referencia alguna a grados superiores ni a la leyenda de Hiram Abif.

La publicación de la primera edición del Libro de las Constituciones creó polémicas muy fuertes en todos los ámbitos sociales. El artículo más polémico de la Constitución acabó siendo el nº 1 (Dios y la Religión), que establece que:


“Un masón está obligado, por su condición, a obedecer a la Ley moral, y si entiende bien el Arte, no será jamás un ateo estúpido, ni un Libertino irreligioso”.

Este articulo, tal como esta redactado fue interpretado como un ataque a los ateos, eso hizo, entre otras cosas que Anderson fuera llamado de nuevo en 1735 para preparar una Segunda edición de su obra. En esta segunda edición aprovechó para introducir una importante modificación en este controvertido artículo y el 25 de Enero de 1738 entregó el producto de su trabajo al que añadió una lista de todos los Grandes Maestros desde 1717 hasta la fecha.

El artículo 1º fue modificado y redactado de esta manera:


“El masón está comprometido por su cualidad misma, a obedecer la ley moral, como un verdadero noaquita (Discípulo de Noé)”

Sin embargo, ni siquiera esta redacción fue definitiva, el año 1813 se publicó una tercera edición que volvió a ver modificado dicho polémico artículo, que quedo como sigue:


“Un Masón está comprometido, por su cualidad misma, a obedecer la ley moral e si entiende bien el arte, no será nunca un ateo estúpido ni un libertino sin religión, siempre que crea en el glorioso Arquitecto del Cielo y de la Tierra y que practique los deberes sagrados de la moralidad”

Se terminaba así con la obligación de practicar la religión del país en el cual morase el masón, pudiendo mantener su creencia religiosa original.


Y aquí lo dejamos queridos lectores, si lo desean pueden leer ustedes las constituciones completas en este enlace http://masones.blogia.com/2006/121202-constituciones-de-anderson.php y espero contar con su presencia en nuevas publicaciones.

Etiquetas: Historia
Rito Francés Filosófico


El Rito Francés Filosófico, anteriormente llamado Rito Francés de la Rosa por su referencia al rosetón de las catedrales góticas, hecho de piedra y luz, fue aprobado por el Consejo de la Orden del Gran Oriente de Francia en sesión plenaria de 25 y 26 de enero de 2002. Se trata, pues, de un nuevo rito pero no de un rito nuevo.

Ha sido el guión de Trabajos particular de un Taller del Gran Oriente de Francia, la Respetable Logia Tolérance, al Oriente de París, que encendió sus Luces en 1950. La interesantísima particularidad de este ritual se corresponde con la de la propia Logia, que estuvo integrada en su mayoría por antiguos miembros de la resistencia francesa, entre ellos el gran impulsor de este rito en sus comienzos, André Grancoing, antiguo deportado de Dachau.

A lo largo de 33 años, una comisión de Hermanos de esta Logia trabajó reuniendo, sintetizando, analizando elementos rituales tradicionales, hasta llegar a la aprobación por parte del Consejo de la Orden. Investigación histórica y ritual, estudio de la numerosa documentación existente, para, sí, escribir un ritual pero, por encima de todo, para decir algo: ¿qué?

“Sabíamos que la mayoría éramos racionalistas –aseguran. Y cuando se tiene una concepción naturalista del mundo, no se está inclinado a interesarse por temas de connotación religiosa o esotérica, y quizá menos aún a auto investirse en consagrante de tiempo, búsqueda y reflexión”.

El Rito Francés Filosófico es, al decir de sus autores, genuinamente laico, o sea, no se trata de la deconstrucción de un rito que contuviera elementos religiosos sino que nació como laico, para dar cabida a todas las sensibilidades, a las que –estiman- un rito teñido de colorido religioso no es capaz de aglutinar. Se inscribe, pues, en el marco de una filosofía laica, con un armazón básico, “que cada masón, sean cuales sean sus motivaciones íntimas, puede libremente amueblar y completar según sus inspiraciones y aspiraciones”

“Hacía falta una idea directriz. Era necesaria –continúan- una parte teórica antes de elaborar una parte práctica. Antes de construir un texto, había que imaginar una arquitectura mental. Había que idear otro sistema, de acuerdo con la disposición de ánimo de los Hermanos de la Logia y de acuerdo con la filosofía del Gran Oriente de Francia”.

Búsqueda de simplicidad, pureza de formas, riqueza de fondo, búsqueda, así mismo, de belleza… eran condiciones que trataban de aunar en un rito cuya belleza es, efectivamente, innegable, si bien personalmente no puedo decir lo mismo respecto de su pretendida simplicidad.

Su línea directriz, la idea de construcción. Todo el Rito Francés Filosófico trabaja y se articula tomando como base el acto –la operación- de construir, con su fuerte carga simbólica. Mi pregunta es: ¿no les bastaba con el Rito Francés que conocían, centrado intensamente en la construcción? Contestan que dicho rito había sido despojado, por aquel entonces (años 50 del siglo XX), de gran parte de su fuerza simbólica. ¿Se hubiera construido hoy un Rito Francés Filosófico? Tal vez, no.

Sorprende, pues, que en grado de Aprendiz, por ejemplo, se añada determinada herramienta que en otros regímenes rituales corresponde a otros grados. Llaman la atención sus cuadros o tapices de Logia, de cierta complejidad comparados con los más conocidos. Suenan los oídos al escuchar distintas denominaciones de Oficios y Oficiales…

Termina la introducción al cuaderno ritual de primer grado, diciendo:

“El Rito Francés Filosófico no tiene ninguna pretensión. No es tradicional en el sentido en que normalmente solemos entender el término. Más bien se reivindica de otra tradición, la que nos inspira un pensamiento de Paul Valéry, que contempla la tradición no como un deseo de imitar lo que otros hicieron en el pasado, sino de conectar con la disposición espiritual que les permitió hacer lo que hicieron”.

jueves, 2 de diciembre de 2010

¿Qué es el ocultismo?


Empezaremos diciendo lo que no es. El ocultismo no son misas negras, angelitos, oraciones, ruedas magnéticas y conectar con hermanos del cosmos...
La ciencia oculta o ciencia hermética es la primera ciencia que existió en la historia de la humanidad, es el conocimiento del hombre, el conocimiento del universo, el conocimiento de las leyes que nos mueven, un poco el conocimiento de los qués y los porqués.
Ocultistas como Ramón Llull, Giordano Bruno, Flamel, Pitágoras, estudiaron y trabajaron durante años leyendo, comparando, buscando, experimentando y encontrando leyes tratando de entender el universo.
Tomemos como ejemplo a Pitágoras. En la escuela nos enseñan que Pitágoras fue un gran matemático, y es verdad, pero no del todo, él nunca se vio a sí mismo como un matemático. Lo que no nos cuentan es que Pitágoras fue un gran ocultista, que de hecho todo su esquema de las matemáticas era una explicación del universo, que para Pitágoras todo nacía del cero, el gran huevo, el llamado huevo cósmico.
El cero es una cosa muy curiosa, se parece mucho a un huevo, y el huevo nos sugiere la primera idea de que no hay nada, pero sin embargo alberga el potencial de todo. Hasta que el huevo no haga eclosión la vida no existirá; en la nada está contenido el todo. Y ésa es un poco la idea de Pitágoras. De esa nada surge algo, un punto, la primera energía, el primer concepto, el uno, y ese uno lo contiene todo; pero claro, está completo, no se puede mover de ahí, está parado. Al uno se le ocurre dividirse en dos y así puede ir y venir. El uno se rompe, se divide sin perder su identidad. El uno crea el más infinito y el menos infinito; sin dejar de ser infinito se convierte en el máximo lleno y en el máximo vacío. Genera el espacio y el tiempo. Si hay dos se requiere una separación; si hay una separación existe un aquí y un allá, y por tanto una posibilidad de movimiento; sin espacio no existe el movimiento y por tanto la posibilidad de acción y al mismo tiempo existe el tiempo, un antes y un después, hay una diferencia de tiempo; sin el tiempo es imposible el movimiento porque el movimiento es el desplazamiento en el espacio durante un periodo de tiempo. Si no hay tiempo no puede haber desplazamiento, si no hay espacio no puede haber desplazamiento.
Pitágoras concibe la idea del universo con los números como clave, esto no es un matemático, esto es otra cosa.

No nos cuentan que Pitágoras creó una escuela filosófico hermética (Escuela Pitagórica) absolutamente esotérica, en la que se practicaban el naturismo, el vegetarianismo y el cuidado del cuerpo. Que Pitágoras estableció el famoso Teorema no como explicación del triángulo rectángulo sino como una explicación de la relación entre el hombre y el universo. Nadie cuenta que la mitad de los matemáticos, los más importantes que han existido a lo largo de la Historia, todos han sido esoteristas: Fibonacci (padre del número Phi, la regla áurea, la relación perfecta entre la proporción menor y la proporción mayor para que la estética sea perfecta), John Dee, Newton, etc.
Hay gente, círculos que están intentando deliberadamente que el ocultismo se desprestigie y se vea como pura superchería, sin contenido ni conocimiento subyacente; como algo propio de gente descentrada o sin cultura. Otros lo entienden como algo más exterior que interior, en el sentido que se contentan con el típico coqueteo con diversas mancias, hechizos y magias o tomando el conocimiento como simple teoría, y se olvidan de la parte verdaderamente esotérica, que es la que implica el compromiso personal con la Obra.
Huelga decir que por su propio interés y conveniencia en mantener al vulgo sumido en el temor y en la ignorancia más profunda, la ciencia hermética ha sido demonizada, condenada y perseguida por la Iglesia hasta la saciedad, calificándola de herejía causante de la más irremediable perdición. Perdición sí, pero de su farisaica institución, claro.
El ocultismo nos enseña otra visión de ciertas cosas, pero una visión que pretende ser razonada, coherente, estructurada. Es absurdo plantear un conflicto entre ocultismo, ciencia y religión, no tiene sentido. Toda verdadera religión está sostenida en el ocultismo. Además toda religión está llena de simbologías, de mitos, de elementos astrológicos, alquímicos, místicos, metafísicos. El propio cristianismo está lleno; sin ir más lejos, los colores utilizados por la jerarquía eclesiástica corresponden a las tres fases iniciáticas de la alquimia: la Nigredo, la Albedo y la Rubedo (negro, blanco y rojo); o el simple hecho de haber hecho nacer a Jesús entre un buey y una mula, que lo sitúa precisamente entre dos de los símbolos astrológicos que son Tauro y Capricornio.
Aparentemente, las iconografías con las que normalmente se representa a Tauro y Capricornio no nos desvelan nada que les otorgue una especial relevancia sobre el resto de los signos. Para saber lo que tienen en común se tendrían que mirar los zodíacos antiguos: los dos símbolos son híbridos, no sólo un toro y una cabra. En sus orígenes Capricornio era la cabra pez y Tauro el toro pez, es decir, la mitad inferior se dice que es una cola de pez, que es muy curiosa porque está toda enroscada y acaba en punta, con lo cual parece claro que no es una cola de pez sino una cola de serpiente. Tanto Tauro como Capricornio representan dos de los aspectos de la fuerza serpentina, es la energía interior kundalini, que es la energía de la transmutación, es el fuego secreto de la alquimia. Energía interior que se centra en la sexualidad. Tiene dos aplicaciones, dos direcciones, Tauro y Capricornio. Tauro es el poder que va a tierra, el que tira del arado, el que abre surcos, el que manifiesta, graba, imprime cuando el poder sexual se expresa, proyecta hacia abajo, hacia hacer cosas, desde trabajo hasta niños, todo eso son manifestaciones hacia abajo del poder sexual. Capricornio sube, asciende a lo alto de la montaña, la otra dirección que se le puede dar a la energía sexual, hacerla subir hacia la montaña. Aparece muchísimo en los textos bíblicos y normalmente se interpreta como símbolo del punto intermedio entre el Cielo y la Tierra, pero nadie entiende lo que quiere decir cuando Jesús se retira a la montaña y deja dos testigos que se quedan más abajo. En la tradición hindú la energía kundalini está acompañada de dos serpientes gemelas, la corriente masculina y femenina, el yin/yang, polo positivo y polo negativo; los dos testigos que quedan atrás al trascender la dualidad.
Si fuera allí donde se retiran todos los místicos cuando meditan, si la historia de la ascensión al monte de los olivos fuera una "meditación", si cada vez que los místicos se retiran a la montaña lo que estuvieran haciendo realmente fuera interiorizar (la montaña está dentro), el retirarse a la montaña y el descender de ella (después de haber sufrido una transformación) empieza a adquirir otro significado.
No hay religión sin ocultismo, pero tampoco hay ocultismo sin religión. Aunque no sea de una religión determinada, el ocultismo tiene un montón de impregnaciones religiosas; de hecho es absurdo el concepto de religión. La palabra viene del latín "religare", es decir unir, volver a unir. Y la misma religión desarrolló un concepto que también viene del latín "diabolus" y es el concepto de diablo, que originalmente viene del griego "diábolos" y no significaba más que "el que pone en duda", significado que degeneró en dividir, separar, dualizar,"el que desune". Lo religioso, lo sagrado es unir y lo diabólico es separar. Desde este punto de vista casi todas las religiones son básicamente diabólicas, son dualistas, separan el bien del mal. Todas dicen "yo bueno, tú malo", "mi dios es el auténtico, el tuyo es pagano", "yo creyente, tú ateo", "yo santo, tú hereje".
La religión del amor dice: Unid, comprended, integrad, reconciliad los opuestos. Si en el momento final de la Historia, de los siglos, Dios y el Diablo se enfrentaran en el combate final, Dios sólo podría combatirlo de una manera: amándolo, aceptándolo; dejo de separarte de mí. O dicho de otro modo:

-"El Diablo es la ignorancia, son las tinieblas, son las incoherencias del pensamiento, es la fealdad. ¡Despertaos, pues, durmientes de la Edad Media! ¿No veis que ya es de día?, ¿no veis la luz de Dios que llena toda la Naturaleza?..."- Eliphas Levi.

No tiene sentido que el ocultismo niegue del término religión bien entendido, cuando el ocultismo busca precisamente la unión con el principio/final, por tanto es reunidor.
Tampoco tiene sentido el antagonismo entre ocultismo y ciencia porque la ciencia, en realidad, es el estudio de las leyes del universo para comprender mejor al universo y al hombre. Y el ocultismo en el sentido real es el estudio de las leyes del universo para comprender mejor al universo y al hombre.
-Existe en hipnosis una técnica por la cual a una persona hipnotizada le pueden aplicar una llave fría, decirle que está al rojo y salirle una ampolla. Sólo existe la información del calor, no el calor. Entonces, ¿lo que se concibe como realidad es sólo información? Si sólo es información, ¿se puede cambiar esa información? Y si se cambia, entonces ¿se alteraría la realidad? Si la información se puede cambiar se puede cambiar la realidad, con lo cual nos llegamos a cuestionar qué es real. Real es aquello que nuestros sentidos nos traducen como real a partir de la información recibida, y eso es una realidad absolutamente relativa, nuestra realidad. Cuando saltamos, ¿somos nosotros quienes nos alejamos de la Tierra o es la Tierra la que se aleja de nosotros? Si corremos en dirección contraria a la rotación de la Tierra a la misma velocidad que la Tierra gira, ¿somos nosotros los que corremos o es la Tierra la que corre y nosotros los que estamos parados? Nosotros no nos movemos, es el suelo el que se mueve. Estos conceptos de relativización sirven para recuestionarnos nuestro modelo del mundo, y cuando lo hacemos tenemos la posibilidad de modificarlo. Lo que impide que modifiquemos nuestro modelo del mundo es que estamos cuadrados dentro del paradigma, el cual no se cuestiona. Si en un momento determinado el modelo se rompe, éste deja de ser inmodificable.- La ciencia está condenada a cambiar el paradigma cada cierto tiempo, así ha sucedido a lo largo de la historia.
Es posible que los científicos echen pestes de los ocultistas pero, en épocas pretéritas, la mayor parte de los descubrimientos de la química se debieron a la alquimia; se reniega de ello para diferenciarla de una simple antecesora desfasada de la química, quedando así obviada la vertiente más importante, pero nació allí. Del mismo modo, la astronomía debe todos sus fundamentos a la astrología. En el inicio eran los sacerdotes, los místicos, los brujos y los astrólogos los que miraban el cielo y hacían los mapas y cartas celestes, y comprendieron, dibujaron, diseñaron y estructuraron el cielo. La astronomía es a la astrología como el hijo que reniega de su padre. Otro ejemplo sería la cosmética, que tiene su origen en las brujas medievales, y antes en las sacerdotisas del Antiguo Egipto que la usaban como parte del culto a la divinidad, para gustar a los dioses.
Antiguamente era muy difícil separar a un científico de un ocultista. Por ejemplo, Isaac Newton trabajaba en corrientes alquímicas, tradujo la Tabla Esmeralda de Hermes al inglés y dedicó más tiempo y esfuerzos en encontrar un código secreto en la Biblia que a sus trabajos en el campo de la física. Franklin pertenecía al Hellfire -que era un club de Inglaterra- y estuvo vinculado a algunas de las corrientes iluministas (el sr. de la cometa y el pararrayos). Cornelius Agrippa, célebre y renombrado médico, filósofo y alquimista alemán, perseguido y encarcelado acusado de brujería. Paracelso, alquimista, médico y astrólogo; Giordano Bruno, filósofo y astrónomo quemado vivo acusado de herejía, blasfemia e inmoralidad por sus trabajos como "Del universo infinito y los mundos"; "Sobre la causa, el principio y el uno", etc ; Roger Bacon, filósofo, científico, teólogo y alquimista al que, como a Llull, se le atribuye la posible autoría del manuscrito Voynich y el "Speculum Alchemiae"; Papus (Gerard Encausse), ya más próximo a nosotros, médico y ocultista o incluso el mismísimo Ramón y Cajal pertenecía a la masonería, al igual que Ildefons Cerdà, que también influenciado por la ideología cabetiana de igualdad, diseñó el famoso Eixample de Barcelona según la fórmula pitagórica que el urbanista utilizó para solucionar la cuadratura del círculo.
¿De verdad el ocultismo es algo tan supersticioso, tan maléfico, tan anacrónico o tan tonto?

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Zigana†‡

miércoles, 1 de diciembre de 2010

René Guénon y la función primordial de la Orden del Temple

Publicado por JaCques el

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Mucho se ha escrito - y no hay duda que se seguirá escribiendo- en torno a la "Orden de los Pobres Caballeros de Cristo", más conocida como "Orden del Temple". Ello, a pesar de los siglos que nos separan de su creación, acaecida en 1118, sino unas décadas antes, como algunos postulan. Incluso - hecho poco común en la historia - pareciera que el tiempo fuera el mejor aliado del interés por los templarios: mientras más nos alejamos de los momentos fundacionales del Temple, todo lo que concierne a ellos se incrementa.
Sin embargo, creemos que si se quiere escribir o hablar de la "Orden del Temple", todo intento será vano sino sabemos cuál fue su función primordial (pues es ésta precisamente la que da sentido a las otras funciones posibles). Sólo así podrá develarse la simbología que emplearon, indagar en su historia, y entender sus aparentemente contradictorias relaciones con otras hermandades como los hashishin y los drusos. De otra forma, el símbolo será sólo signo; la historia templaria, una simple aventura guerrera; y las conexiones del Temple con el Islam una mera diplomacia.
A fin de penetrar en el verdadero objetivo de los templarios, la Sophia Perennis se presenta como la llave que abre la puerta del palacio cerrado del Rey, para usar una terminología alquímica; pues sólo con ella las incógnitas se despejan, desvaneciéndose las dudas y revelándose los significados profundos, íntimos, de nuestro objeto de estudio. Y dado que de sabiduría eterna hablamos, nos apoyaremos especialmente en la autoridad de René Guénon, quien es para nosotros uno de los testigos más lúcidos en plena Edad del Hierro, a la vez que gran difusor de la Tradición en el Occidente.
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Sin lugar a dudas, a un hombre moderno le llamará la atención ver un mapa donde Jerusalem se sitúa en pleno centro del mundo (1). Y, sin embargo, como se sabe, en la Edad Media se confeccionaron tales planos.
¿Por qué si estos mapas son europeos, Jerusalem ocupa el centro y no París o Roma, por ejemplo?, se preguntará extrañada dicha persona.
La respuesta ha de encontrarse en el teocentrismo en el cual vive toda comunidad tradicional, como fue la cristiana medieval. En efecto, para una sociedad religiosa, todo gira en torno a un principio supremo, por lo que su estructura necesariamente ha de ser piramidal. En la cúspide se encuentra el poder espiritual (detentado por la casta de los brahamanes o sacerdotes), de donde proviene una Luz que es Sabiduría y que cae hacia todas las esferas de la convivencia social, impregnándolas de manera distinta, pero real.
Un pueblo como el cristiano de la Edad Media, erige su vida conforme a la religión - entendida ésta en un sentido amplio -, la cual no debe verse únicamente como manifestación exotérica sino también como poseedora de una dimensión esotérica.
Y así, el papel de Jerusalem para el cristiano es fundamental, toda vez que gran parte de los hechos bíblicos ocurrieron en dicha ciudad, como es allí donde se encontraba el célebre Templo de Salomón, verdadero arquetipo de los santuarios. Pero la Jerusalem terrenal es además una reproducción del Paraíso o Jerusalem celestial, centro primordial y eje del mundo (axis mundi). Su simbolismo, comprensible por la ciencia tradicional de la geografía sagrada, dirá relación con el corazón, sede de la vida y del intelecto.
Jerusalem es así un lugar al cual el devoto cristiano debe ir; es un viaje a la excelencia divina. En tanto centro espiritual (2) del mundo cristiano, es fuente de sabiduría y espiritualidad. Ello motivó que peregrinos europeos, especialmente, fueran a ella en búsqueda de la Paz, y realizaran un arduo viaje, que no sólo es físico, sino a la vez interior, pues es recogimiento y entrega.
Esta Tierra Santa, que durante el lapso de un siglo aproximadamente permaneció en poder cristiano, tuvo en los caballeros-monjes templarios a algunos de sus célebres custodios.
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Una cuestión fundamental para entender la misión de los templarios dice relación con el concepto "custodios de Tierra Santa".
Tal calificativo no era exclusivo de esta orden cristiana. Era compartido por hashishin (3) y drusos, dos corrientes doctrinales musulmanes que han sido acusadas, con pocas probabilidades, de heréticas; acusación que también será lanzada contra los templarios. Incluso los grados iniciáticos de dichas órdenes eran similares.
René Guénon acertadamente ha señalado que este término se vincula con una función que debe entenderse en un sentido espiritual ante todo. Y así, no implica exclusivamente, como muchos han creído, la defensa de una geografía determinada (Jerusalem y los territorios cercanos), por valiosa que pudiera ser. Es antes que cualquiera cosa el resguardo de la tradición misma. Lo que protegieron los templarios es la riqueza de la doctrina cristiana, entendida como un abanico de posibilidades dentro de cierto marco espiritual definido.
Por ello, no es casual que sean los franciscanos (4) a quienes después de la caída del Temple se les entregue este título de "custodios de Tierra Santa". De esta manera, la continuidad de un mensaje se hace efectiva, no obstante la obvia pérdida de algunos elementos doctrinales y formales, que desaparecen en su mayoría con la misma Orden del Temple.
Tierra Santa, Tierra Pura, Tierra de Inmortalidad, son conceptos usuales para referirse a lugares dotados de cierta cualificación que les concede un papel privilegiado (5). Dicen relación con el "centro del mundo", espacio donde habita por excelencia el espíritu divino. Es el eje del mundo (axis mundi) para una forma tradicional determinada. En este caso, coincide con el de al menos tres religiones (tres religiones del Libro): la judía, la cristiana y la musulmana.
Guénon es bastante explícito al respecto: "existe una <> por excelencia, prototipo de todas las demás, centro espiritual al cual todos los demás centros están subordinados, sede de la Tradición primordial de la que todas las tradiciones particulares se derivan por adaptación a tales o cuales condiciones definidas, que son las de un pueblo o una época" (6).
El centro - papel que desempeña efectivamente un lugar como Jerusalem - dirá relación con el Principio, siendo por tanto una imagen de éste (7).
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Pero los templarios no sólo habrían sido custodios de Tierra Santa, sino además los promotores de un intercambio entre Oriente y Occidente; es decir, los intermediarios de una sabiduría perenne que brillaba con fuerza en Oriente. La desaparición de la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo, será según Guénon el hecho que distingue el alejamiento de Occidente con la Tradición.
Es interesante destacar como luego del infame proceso que se urdió en contra de los caballeros templarios, una serie de hechos nefastos para Occidente irán desenvolviéndose. Cada vez se hará más lejana la unidad espiritual del continente europeo, como la potestad religiosa se irá difuminando. Los cristianos se dividirán y el racionalismo empezará a infiltrarse en los monasterios y otros centros de saber.
Pero no se crea que con la caída de los templarios el esoterismo cristiano desaparece (8). Perdura en forma débil dentro de algunos miembros de la jerarquía eclesiástica, y con más nitidez y especialmente en agrupaciones como la masonería (la cual con el tiempo se irá desviando de su carácter inicial propiamente hermético-cristiano), en el trabajo de los alquimistas, en los rosacruces. Sin embargo, es verdad que jamás habrá una orden de carácter sacerdotal y militar a la vez, como fue la de los templarios, hermosa expresión de la unidad en la dualidad.
Y acerca de este último aspecto plasmaremos unas notas.
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Un tercer carácter que define lo que llamamos función primordial templaria, y que se encuentra muy ligado al anterior, por tratarse de un papel mediador lo constituye el ser una orden de monjes-guerreros.
Tanto la Regla Primitiva como el Liber ad milites templi. De laude novae militiae (9) dan cuenta de un hecho novedoso en materia cristiana, y es la existencia de una orden militar y sacerdotal a la vez.
Esta dualidad misteriosa, sin embargo, puede encontrar algunos antecedentes en otras sociedades tradicionales. Así, por ejemplo, en la antigua Persia o en la China imperial, donde el rey era también sumo sacerdote. Poder espiritual y poder temporal iban unidos y no podía concebirse una especie de contradicción entre ambos.
El simbolismo dual - que, sin embargo, no es óbice a una interpretación trina (10) - se encuentra relacionado con el esoterismo templario. Véase por ejemplo la vestimenta (la cruz roja sobre el blanco), el beaucéant o baussant, etc. El famoso sello templario donde dos caballeros cabalgan un mismo corcel (sigillum templi) no es otra cosa que expresión de esta unidad. No sólo se trata dicha imagen de una evocación de la pobreza - como muchos creen - sino ante todo de la plenitud de ambas potestades (sacerdotal y militar), característica exclusiva y excluyente de la Orden del Temple en la Cristiandad medioeval.
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Como podrá haberse apreciado, cada uno de los puntos analizados en torno a la función primordial del Temple puede ser materia de extensos estudios. Dado que no podemos extendernos más en esta oportunidad, esperamos haber entregado una orientación sobre la misión primordial de los templarios, a la vez que recomendar la lectura de un autor tan instructivo como René Guénon, cuya opinión en esta materia como en otras puede sernos útil. Con estas pautas nuestro lector podrá continuar indagando en dicha Orden, sin perder de vista lo esencial de lo accesorio, lo verídico de lo irreal.

martes, 30 de noviembre de 2010

Logran atrapar Antimateria

Un experimento de la Universidad de Aarhus en Dinamarca desarrollado en el CERN, la Organización Europea de Investigación Nuclear, ha demostrado la captura y liberación controladas de átomos de antihidrógeno.

El modelo estándar de física de partículas invoca la existencia de algunas simetrías básicas en la operación de las leyes físicas. Según estas simetrías, el espectro del antihidrógeno, el estado de unión de un antiprotón y un positrón, debería ser idéntico al del hidrógeno.

El antihidrógeno se ha producido a energías bajas en el CERN desde 2002 pero hasta ahora no ha sido posible confinar estos átomos neutrales, lo que impedía un estudio detallado del espectro.

Los científicos, dirigidos por Jeffrey Hangst, informan ahora de la captura y posterior detección de 38 átomos de antihidrógeno y describen algunas de las innovaciones técnicas que han hecho esto posible. Entre ellas se incluyen vías para enfriar los positrones y antiprotones lo suficiente para formar antiátomos con temperaturas de menos de la mitad de un kelvin y una nueva 'trampa' magnética que confina los átomos neutrales al interactuar con sus instantes magnéticos.

Los autores señalan que en posteriores trabajos tanto el tiempo de captura, en la actualidad de al menos 170 milisegundos, y la fracción de átomos atrapados, de unos 0,005 por ciento, debería aumentar.

Fuente: ep

Mail: grupo_gabie@yahoo.com.ar
Web: www.grupogabie.blogspot.com



lunes, 29 de noviembre de 2010

¿Qué es la Masonería Prince Hall?

MASONES DE LA LENGUA ESPAÑOLA NEW YORK.

¿Qué es la Masonería Prince Hall?


La Francmasonería en los Estados Unidos de América y sobre todo la de Prince Hall es un fenómeno digno de estudio por sus diversas implicaciones, entre otras por su posición actual como país más influyente y que marca las pautas en el ámbito mundial.

La primera particularidad de interés la encontramos en su historia, ya que ésta se halla ligada desde sus inicios a nuestra Augusta Orden. Lo cual hace que se considere la Masonería no como un movimiento extranjerizante sino más bien como un fenómeno propio de la Nación. Los Padres de la Patria, que forjaron la Independencia y las bases por las que se rigen los Estados Unidos de América, eran en cierto número Masones. Esto tampoco tiene mucho de extraño si nos atenemos a la época en la que tuvo lugar dicha Independencia. Estamos hablando de la época de la Ilustración, durante la cual se extendieron por toda Europa y por ende en el Nuevo Mundo los principios del Librepensamiento. Como dichas ideas eran opuestas al régimen establecido y principalmente al estamento eclesiástico, intelectuales del mundo occidental abrazaron la Francmasonería como medio ideal para el desarrollo de su persona y para realce de su mundo burgués frente al Antiguo Régimen aristocrático. En este contexto y acorde con el espíritu colonial que permitía a cualquier hombre alcanzar cierta posición independientemente de su cuna, se generalizó entre la clase pudiente norteamericana la pertenencia a la Francmasonería.

George Washington
Como quiera que el objetivo central de nuestro ensayo es la Masonería de Prince Hall o la Masonería de Negros en los Estados Unidos de América, para ello, se hace necesario examinar algunas variables de carácter histórico, que de una u otra forma contribuirían a enriquecer el estudio que nos proponemos. En consecuencia, sólo tocaremos sucintamente aquellos aspectos que estén estrechamente relacionados con la temática.

¿Quién fue Prince Hall?

Prince Hall
Prince Hall era el nombre de un Hermano negro que vivió en Boston en el período de la guerra revolucionaria. Es considerado como el padre de la Masonería Negra en los Estados Unidos de América. De su nacimiento nada se sabe, sólo rumores. Se encontraron unos archivos y papeles de él en Barbados, donde supuestamente nació en 1748, otros autores dicen que fue alrededor de 1735. Lo cierto es que no existe ningún documento de nacimiento ya sea de la Iglesia o del Estado, sobre todo en Boston. Es más, muchos Hermanos dedicados a este tipo de investigación, examinaron los archivos bautismales de once condados donde se tenían algunas evidencias sobre su nacimiento y no encontraron el nombre de Prince Hall. También se rumoró que había nacido libre en las Indias Occidentales Británicas. El primer expediente que se tiene de Prince Hall es un papel de manumisión, archivado por William Hall de Boston, y encontrado en la Boston Athenaeum. Fueron sus padres, el inglés Thomas Prince Hall y su madre una mujer de color de descendencia francesa. En 1765 en su paso a Boston trabajó en una nave. En esta ciudad laboró en la industria del cuero, oficio que aprendió de su padre. Durante este tiempo, contrajo matrimonio con Sarah Ritchery, quien murió a la edad de 24 años. Por esta razón su matrimonio duró poco. Ocho años después adquirió las propiedades inmobiliarias y calificó para votar. Su inclinación religiosa lo hizo más tarde ministro en la Iglesia Episcopal metodista africana de la ciudad de Cambridge. Se convirtió en un líder e hizo grandes esfuerzos para eliminar la esclavitud. Perteneció al grupo abolicionista y sirvió de intermediario para liberar a muchos esclavos. Como patriota, se ofreció a luchar en la Revolución americana y posteriormente fue aceptado en el Ejército Continental dirigido por George Washington. Después de la guerra, continuó luchando por la igualdad de derechos.

Prince Hall se inició en nuestros augustos misterios el 6 de marzo de 1775 junto con catorce Hermanos negros en la Logia Irlandesa Nº 441, bajo la obediencia del Regimiento 38º del Ejército británico Garrisoned en el Castillo Williams, Puerto de Boston, siendo Venerable Maestro el sargento John Batt.

El Hermano Prince Hall pasó al Oriente Eterno el 4 de diciembre de 1807. Sus restos se encuentran en el cementerio Charlestown, patio naval del extremo norte de Boston. Su tumba está situada cerca de un árbol grande y la de su esposa se encuentra detrás de la suya. El sitio está marcado por una Columna rota, erigida 88 años después de su muerte.

Muy Respetable Gran Logia Prince Hall

Un año después (1776) de haberse iniciado Prince Hall como Masón, el ejército británico salió de Boston. La Logia Irlandesa Nº 441, autorizó a él y al resto de Hermanos negros, fundar bajo dispensa la Logia Africana Nº 1 con la condición de que sólo participarían en la procesión de San Juan, como también enterrar a sus muertos. Pero, no podían conferir grados ni ejercer ningún otro trabajo Masónico. De esta forma –y con todas las limitaciones– nace la primera Logia Masónica constituida por hombres negros en América. Durante nueve años estos Hermanos, junto con otros que habían recibido sus grados en distintos Orientes, estuvieron sometidos a tales restricciones. Posteriormente el 2 de marzo de 1784, Prince Hall solicitó a la Gran Logia Unida de Inglaterra –a través del Venerable Maestro, William Moody, de la Respetable Logia Amor Fraternal Nº 55 de Londres y subordinada a esta Potencia Masónica– le concediera Carta Constitutiva. Después de tres años sin recibir respuesta, porque parece ser que el oficio enviado por Hall no fue recibido. Se vio obligado a hacer una nueva solicitud y seleccionó al capitán James Scott – marinero de Londres, cuñado del gobernador John Hancock de Massachussets y firmante de la declaración de independencia– para que la entregara.

La Carta Constitutiva fue expedida el 29 de septiembre de 1784 bajo el nombre de Logia Africana Nº 459, firmada y sellada por el Muy Respetable Gran Maestre Su Alteza Real Henry Frederick, Duque de Cumberland, el Diputado Gran Maestre, R. Holt, y el Gran Secretario William crowded. Luego de varios retrasos por distintas razones, le fue entregada la Carta a Hall en la ciudad de Boston el 29 de abril de 1787 por el Capitán James Scott. En efecto, este documento de reconocimiento expedido por la Gran Logia Unida de Inglaterra, se convierte en el más significativo para la Fraternidad Masónica Prince Hall. Se cree, además, que es la única Carta Constitutiva original emitida por ese Cuerpo Masónico en poder de una Logia en los Estados Unidos de América.

En el año de 1791, llega a Boston el sacerdote episcopal y Francmasón, Absalom Jones –proveniente de Filadelfia, Pensilvania– con el propósito de establecer una Logia Masónica en Filadelfia bajo el amparo de la Carta Constitutiva de la Logia Africana Nº 459. Igualmente llegaron comisiones de Providencia, isla de Rhode y de Nueva York. Debido a esto, Prince Hall estableció la Logia Africana Nº 459 en Filadelfia y otorga licencia a trece hombres negros que habían sido iniciados en Inglaterra; la de Hiram Nº 3 en Providencia, isla de Rhode. De esta manera, la Logia Africana de Boston se convirtió en la “Logia madre” de la familia Prince Hall. Es conveniente señalar que en ese tiempo era usual que las nuevas logias se establecieran así. En 1808 estas tres Logias se unieron para formar La Gran Logia Africana de Boston y designaron a Prince Hall como su Gran Maestre, quien le sirvió con todas sus capacidades hasta su muerte en 1807.

La segunda Gran Logia de negros se formó en 1815 y se llamó “Primera Gran Logia Africana Independiente de América del Norte y para la Comunidad de Pensilvania,” y la tercera fue, “Hiram la Gran Logia de Pensilvania” Estas tres Grandes Logias se reconocieron formalmente en 1847 y formaron una Gran Logia Nacional conocida como “Muy Respetable Gran Logia Prince Hall”.

Es de mucha valía comentar que en los primeros años, la Logia Africana fue visitada libremente por Hermanos blancos. Después gradualmente algunas Grandes Logias blancas, actuando ligeramente, prohibieron estas visitas y como tenían la ventaja de la jurisdicción territorial exclusiva, se pusieron de acuerdo para suspender definitivamente tales visitas, ya que los acusaban de “irregulares”. Sobre todo después de la muerte de Prince Hall debido a que la Gran Logia Unida de Inglaterra no les renovó la Carta Constitutiva. En 1847 la Gran Logia de Massachussets la reconoció, pero los Maestros Masones blancos y negros debían permanecer separados. En 1875, el Congreso de “La Unión de Grandes Maestros” reunido en Darmstadt, Alemania, aprobó recomendar a las Grandes Logias alemanas el reconocimiento de las Logias de negros en los Estados Unidos, lo cual se cumplió. Asimismo, se lo recomendó a las Potencias Masónicas de Hungría, Suiza e Italia.

A partir de 1848, las Grandes Logias de Nueva York, Pensilvania, Nueva Jersey, Delaware, Virginia, Ohío, Ontario, Tennesse, Missouri y otras doce ciudades se unieron para formar parte de lo que es hoy la Muy Respetable Gran Logia Prince Hall.

A la postre, la Gran Logia Unida de Inglaterra no tuvo otra alternativa –después de casi doscientos años de lucha– de darle el reconocimiento a la Gran Logia Prince Hall pero lo retiró el mismo año, argumentado la “falta de pago” en ese período. Finalmente tuvo que hacerlo en 1994.

Hoy, la Muy Respetable Gran Logia Prince Hall cuenta con más de 4.500 logias a nivel mundial, con 44 jurisdicciones independientes y con más de 300.000 miembros.

Conclusión

Para concluir, podemos afirmar lo siguiente:

En definitiva, los inicios de la Masonería en Estados Unidos se hallan íntimamente ligados a los de su propio nacimiento como nación y esto hizo desde tiempos muy tempranos que la pertenencia a ésta fuera vista como un símbolo de estatus entre la clase anglosajona tradicionalmente dominante, la cual, actualmente, ha perdido protagonismo. Sin embargo, dicha clase consiguió al mismo tiempo trivializar y pervertir el carácter original de la Masonería.

Las perspectivas de la evolución de la Masonería en el país más poderoso e influyente del mundo son pesimistas, porque allí la Orden se halla rodeada de intolerancia religiosa, de racismo, y de conservadurismo. Deseamos que de este breve ensayo os quedara la idea de que, desde nuestro punto de vista, no es ésta la Masonería que nosotros debemos buscar y, sobre todo, debemos aprender de los errores de otros para mejorarnos nosotros mismos.
Obviamente las Logias Prince Hall son tan racistas como lo fueron las que provocaron su aparición, en las que no se admitía la entrada de gente de color. Pero lo cierto es que las logias de Prince Hall están jugando un papel fundamental en la sociedad americana como medio para dignificar este grupo social y en su formación general.

Preguntamos para reflexionar: ¿por qué los Hermanos de Prince Hall son tan racistas? ...¿a caso ellos no han sido discriminados desde que sus antepasados fueron secuestrados, vendidos, torturados y asesinados? ...¿Dónde están los principios de igualdad, libertad y fraternidad que supuestamente practicamos? ...¿Por qué los Hermanos blancos norteamericanos no pusieron en práctica el lema emancipador a partir de la Independencia?

Extracto de “Prince hall” de Mario Morales Charris - ExGran Maestro de la Gran Logia del Norte de Colombia
MASONES DE LA LENGUA ESPAÑOLA NEW YORK.

LA INICIACIÓN MASÓNICA (Los tres Grados)

Os envío este texto del Libro del Aprendiz de Oswald Wirth. Es una síntesis maravillosa del simbolismo de las iniciaciones en los 3 GGra.´.

La Francmasonerí a tiende a formar Iniciados, es decir, hombres en la más alta acepción del vocablo. Se dedica a desarrollar al individuo, enseñándole a conquistar las más nobles prerrogativas de la naturaleza humana. De un ignorante y grosero ella hace un pensador y un sabio.

Pero una transformació n como ésta no puede hacerse de improviso: exige un trabajo sostenido, que se verifica en tres fases.

Se trata, en primer lugar, de proceder a una especie de pulimiento intelectual y moral, que tiene por objeto desembarazar el espíritu de todo lo que impide que la luz pueda llegar hasta él. De ahí las "purificaciones" a que debe ser sometido el Aprendiz; ellas lo conducen a "ver" la luz.

Pero no debe contentarse con reconocer simplemente la verdad. Es esencial, sobre todo, actuar conforme a la razón. Es la manera de atraer la luz hacia sí e impregnarse totalmente de ella. El simbolismo del grado de "Compañero" se refiere a esta "iluminación" propia del verdadero "Iniciado".

El hombre verdaderamente iluminado que ha logrado saturarse de luz, se hace a su turno un foco luminoso. El irradia, él ilumina a los demás, se encuentra, por este hecho, revestido de la dignidad de "Maestro".

De esta creación del hombre por sí mismo nace el hombre perfeccionado, o sea el "Hijo del Hombre" del Evangelio. El trabajo de este perfeccionamiento está representado por la "Gran Obra" delosfilósofoshermé ticos. El masón debe, pues, operar sobre sí mismo una trasmutación semejante a la de los alquimistas. El oro es el símbolo de lo puro y perfecto. Corresponde al "Aprendiz" realizar la primera parte de "La Obra de los Filósofos": el Ritual del grado le traza un programa exacto de las operaciones que deberá efectuar con este objeto.


Quedo a tus apreciables órdenes y un T.'. A.'. F.'. para vos y todos mis QQ.'. HH.'. de vuestro Or.'.

Comp.'. Sealtiel Enciso Pérez (y Apr.'. toda la vida)
masondesudcaliforni a@gmail.com
Il.'. Dig.'. y Cent.'. Resp.'. Log.'. Sim.'. "Los fieles Obreros de la Baja California" No. 189
Or.'. de La Paz, Baja California Sur. México






Ciencia Kanija
Medicina alternativa y las leyes de la física



Los mecanismos propuestos para confirmar la supuesta eficacia de métodos como el toque terapéutico, la curación psíquica y la homeopatía implican serias malinterpretaciones de la física moderna.

Las conocidas como terapias “alternativas”, mayormente derivadas de antiguas supersticiones y tradiciones curativas, tienen un fuerte atractivo para la gente que siente que se ha quedado atrás del explosivo crecimiento del conocimiento científico. Paradójicamente, sin embargo, su nostalgia de un tiempo cuando las cosas parecían más simples y naturales, se mezcla con el respeto al poder de la ciencia moderna (Toumey 1996). Quieren creer que las prácticas de curación “natural” pueden explicarse mediante la ciencia. Los proveedores de medicina alternativa han estado, por tanto, rápidos al invocar el lenguaje y símbolos de la ciencia. No es sorprendente, por tanto, que los mecanismos propuestos para confirmar la supuesta eficacia de métodos como el toque terapéutico, la curación psíquica, y la homeopatía, impliquen serias malinterpretaciones de la física moderna.

La medicina sin medicinas
La homeopatía, fundada por el médico alemán, Samuel Hahnemann (1755-1843), es una recién llegada, relativamente. La homeopatía se basa en la conocida como “Ley de los Similares” (similia similibus curantur), la cual afirma que las sustancias que producen un cierto conjunto de síntomas en una persona sana, pueden curar esos mismos síntomas en una persona enferma. Aunque hay ideas relacionadas en la medicina china, Hahnemann parece haber llegado a la idea de forma independiente. Hahnemann pasó gran parte de su vida probando sustancias naturales para descubrir cuáles eran los síntomas que producían y prescribirlos a la gente que mostraba esos síntomas. Aunque la evidencia puramente anecdótica en la que se basaron sus conclusiones no sería tomada en serio hoy, la homeopatía, tal y como se practica actualmente, aún depende casi por completo de la lista de Hahnemann de sustancias y sus indicaciones de uso.

Las sustancias naturales, por supuesto, son a menudo muy tóxicas. Debido a los problemas que causaban los efectos colaterales que a menudo acompañaban a sus medicinas, Hahnemann intentó diluirlas. Tras cada disolución, sometía a la solución a un vigoroso agitado, o “sucusión”. Realizó el notable descubrimiento de que, aunque la disolución eliminaba los efectos secundarios, no disminuía la efectividad del medicamento. Esto se conoce con el grandilocuente nombre de “La Ley de los Inifinitesimales”.

Hahnemann hizo un tercer “descubrimiento”, que no continuaron mencionando sus seguidores. “La única verdad y causa fundamental que produce todas las incontables formas de enfermedad”, escribe en su Organon, “es la psora”. Psora es conocida comúnmente como “picor”. Este principio no parece implicar ninguna ley de la física y es, en cualquier caso, ignorado por los seguidores modernos de Hahnemann.

A través de sucesivas disoluciones, pueden lograrse soluciones extremadamente diluidas con bastante facilidad. El límite de disolución se alcanza cuando el volumen de solvente es improbable que contenga alguna molécula del soluto. Hahnemann no podía saber que en sus preparaciones, de hecho, estaba superando el límite de disolución. Aunque era contemporáneo del físico Amadeo Avogadro (1776-1856), el Organon der Rationellen Heilkunde de Hahnemann se publicó en 1810, un año antes de que Avogrado presentase su famosa hipótesis, y muchos años antes de que otros físicos realmente determinaran el número de Avogadro. (Avogadro demostró que hay un número enorme pero finito de átomos o moléculas en un mol de sustancia, específicamente 6,022 x 1023. Un mol es el peso molecular de una sustancia expresada en gramos. Por tanto, un mol de agua, H2O, tiene un peso molecular de 2 + 16 = 18 gramos . Por lo que hay 6,022 x 1023 moléculas de agua en 18 gramos de agua).

Los seguidores modernos de Hahnemann, no obstante, son perfectamente conscientes del número de Avogadro. Sin embargo, habitualmente exceden el límite de disolución – a menudo hasta un extremo asombroso. Recientemente examiné las disoluciones de las etiquetas de docenas de remedios homeopáticos estándar vendidos en los mostradores de tiendas naturistas, y cada vez más en farmacias, como remedios para todo, desde el nerviosismo al resfriado. Estos remedios normalmente vienen en forma de tabletas de lactosa en las que se ha incluido una única gota de la medicación “diluida”. El “solvente” normalmente es una mezcla de agua/alcohol. La menor disolución que encontré en cualquiera de estas botellas era de 6X, pero la mayor parte eran de 30X o incluso, en el caso del oscillococcinum, un sorprendente 200C . (El oscillococcinum, que se deriva del hígado de pato, es el remedio homepático estándar para el resfriado. Su extendido uso supone una amenaza para la población de patos).

¿Qué significan estas notaciones? La notación 6X indica que la sustancia activa está diluida 1:10 en una mezcla de agua/alcohol y se le hace una sucusión. Este procedimiento (disolución y sucusión) se repite secuencialmente seis veces. La concentración de sustancia activa es entonces de una parte en diez elevado a la sexta potencia (106), o una parte por millón. Un análisis de las píldoras esperaría encontrar numerosas impurezas en el nivel de partes por millón.

La notación 30X significa que la disolución y sucusión 1:10, se repite treinta veces. Esto da como resultado una parte en 1030, o un 1 seguido de treinta ceros. No sé que nombre tiene este número, pero déjame explicarlo de esta forma: Tendrías que tomarte aproximadamente dos mil millones de píldoras, un total de aproximadamente mil toneladas de lactosa, para esperar conseguir una molécula de la medicación. En otras palabras, las píldoras no contienen nada más que lactosa y las inevitables impurezas. Esto, literalmente, es medicina sin medicinas.

¿Y qué hay de la 200C ? Esto significa que la sustancia es secuencialmente diluida 1:100 y agitada, doscientas veces. Eso te dejaría sólo una molécula de sustancia activa por cada 100 elevado a la potencia 200 moléculas de solvente, o un 1 seguido de cuatrocientos ceros (10400). Pero el número total de átomos en todo el universo se estima que es de aproximadamente un gúgol, que es un 1 seguido de apenas 100 ceros.

Éste es el punto en el que se supone que todos nos damos cuenta de lo ridículo que es, y compartimos una buena risa. Pero los homeópatas no se ríen. Han hecho los mismos cálculos. Y aunque están de acuerdo en que no hay ni una sola molécula de sustancia activa, defienden que eso no importa, la mezcla de agua/alcohol, de alguna forma, recuerda que la sustancia estuvo alguna vez allí. El proceso de sucusión se presume que carga todo el volumen de líquido con la misma memoria. ¿Hay alguna evidencia de tal memoria?

¿Agua inteligente?
Los homeópatas han estado administrando este tipo de medicina sin medicamentos desde hace dos siglos. La mayor parte de los científicos, sin embargo, fueron conscientes por primera vez de sus extraordinarias afirmaciones cuando Nature publicó un artículo del epidemiólogo/homeópata francés Jacques Benveniste y varios de sus colegas, en el que informaban de una solución de anticuerpos que seguía recordando una respuesta biológica incluso aunque fuese diluida 30X — mucho más allá del límite de disolución (Davenas et al. 1988). Benveniste interpretó esto como una prueba de que el agua, de alguna manera, “recordaba” el anticuerpo.

Al alcanzar tal conclusión, Benveniste dio un vuelco de cabeza a la lógica científica convencional. Una gran parte de la ciencia experimental consiste en idear pruebas para asegurar que la salida experimental no es el resultado de un sutil artefacto de la persona que lo lleva a cabo o del diseño del experimento. La “disolución infinita” es uno de tales procedimientos usados por los químicos. El efecto de algún reactivo, por ejemplo, está dibujado como una función de la concentración. Si a unas bajas concentraciones, el gráfico no se extrapola a través del origen, se toma como prueba de que el efecto observado se debe a otra cosa distinta al reactivo. En la lógica de Benveniste, esto es prueba de que el reactivo deja algún tipo de huella en la solución que continúa generando el efecto.

Se puso atención sobre el artículo de Benveniste gracias al editor de Nature, John Maddox, quien señaló en un editorial que Benveniste tenía que estar equivocado (Maddox 1988). Dado que el revisor no pudo señalar ningún error, Nature acordó publicar el artículo en aras de fomentar el espíritu de intercambio científico abierto. Los revisores, por supuesto, no tenían forma de saber si el autor informa con fidelidad de los resultados de las medidas, o si los instrumentos empleados tienen fallos. No obstante, la existencia de este artículo publicado en una revista de prestigio ha sido ampliamente defendida por la comunidad homeopática como prueba de que la homeopatía tiene una base científica legítima.

El editorial de Maddox animaba a otros científicos a repetir los experimentos de Benveniste. Un intento de replicar el trabajo con toda la precisión posible, fue la de Foreman y sus colegas, publicada en Nature en 1993 (Foreman et. al. 1993). Los autores encontraron que “ningún aspecto de los datos es consistente con las afirmaciones [de Benveniste]“. No conozco ningún trabajo que replicase los hallazgos de Benveniste. ¿Por qué el agua de Foreman era más estúpida que la de Benveniste ? Volveremos sobre esta cuestión.

Aparte del tema de cómo recuerda la mezcla de agua/alcohol, hay cuestiones obvias que claramente deberían responderse: 1) ¿Por qué la mezcla de agua/alcohol recuerda los poderes curativos de la sustancia activa, pero olvida sus efectos secundarios? 2) ¿Qué sucede cuando la gota de disolución se evapora, como así sucede, en la tableta de lactosa? Se transfiere la memoria a la lactosa? 3) ¿El agua también recuerda otras sustancias? Dependiendo de su historia, el agua podría haber estado en contacto con un enorme número de sustancias distintas.

Se han propuesto una serie de mecanismos para tener en cuenta esta milagrosa memoria del agua. Estos mecanismos se discuten por parte de Wayne Jonas en su reciente libro, Healing with Homeopathy, cuya coautora es Jennifer Jacobs (Jonas y Jacobs 1996). Jonas es el director de la Oficina de Medicina Alternativa de los Institutos Nacionales de Salud, y está identificado en la pasta del libro como uno de los “uno de los principales investigadores de Estados Unidos en medicina homeopática”. Jonas parece, en el mismo inicio, reconocer la posibilidad de que el efecto de la medicina homeopática puede “resultar ser sólo un efecto placebo”. Pero, como veremos, en los círculos de la medicina alternativa, el efecto placebo puede ser la explicación más extravagante de todas.

Si no es el efecto placebo, dice Jonas, la “información” de la sustancia activa debe quedar almacenada de alguna forma en la solución de agua/alcohol, tal vez en la estructura de la mezcla líquida. Ha habido abundante especulación sobre qué tipo de “estructura” podría ser: cúmulos de moléculas de agua ordenados en patrones específicos (Anagnostatos 1994); ordenaciones de isótopos tales como deuterio u oxígeno-18 (Berezin 1990); o una “vibración coherente” de las moléculas de agua (Rubik 1990). No pude encontrar ni pizca de pruebas que apoyen cualquiera de estas especulaciones, y hay sólidas razones científicas para rechazar cada una de ellas. Jonas se refiere a estudios estructurales que muestran regiones de orden local en líquidos. Una “instantánea” de la estructura de la mezcla de agua/alcohol mostrará, desde luego, regiones de orden local, pero son transitorias; no persisten más allá del tiempo de relajación más breve dependiendo de la temperatura. Que ni siquiera el orden local puede persistir, es la definición de líquido. El problema, por supuesto, es la entropía. La segunda ley de la termodinámica es la ley natural más firmemente establecida, pero incluso si pudieras evitar de algún modo la segunda ley, te enfrentarías a la cuestión de cómo esta información almacenada puede comunicarse con el cuerpo.

El ilusorio biofotón
Una posibilidad, de acuerdo con Jonas, es que la información se transfiere mediante una “energía bioelectromagnética”. Aquí cita estudios, como “algunos de los más cuidadosamente ejecutados en su área”, sobre el efecto de disoluciones serialmente agitadas de tiroxina de sapos, sobre sapos de las tierras altas que están en la etapa de escalada de la metamorfosis (Endler et al. 1994). Se informó de que la tiroxina incrementó la proporción de escalada de los sapos — y la respuesta continúa incluso después de que las disoluciones de tiroxina estén mucho más allá del límite de disolución. En otras palabras, cuando está claro que no hay tiroxina.

Esto parecería dar una prueba clara de que algo distinto a la tiroxina es responsable de la estimulación de los sapos. En este caso, por ejemplo, podría ser el alcohol lo que produce la respuesta de escalada , o alguna otra impureza, o que los sapos podrían verse estimulados por el acto de administrársele la medicación, o podría ser un sesgo inconsciente por parte del experimentador el decidir si los sapos están estimulados o no. De nuevo, se da un vuelco a la lógica científica; los resultados son interpretados como evidencias de que se ha dejado una huella de tiroxina en el agua.

Pero incluso si el agua contiene información sobre la tiroxina, ¿cómo se comunica esta información a los sapos? En lugar de administarse una solución de agua/alcohol directamente al sapo, los investigadores lo intentaron colocando la solución en una pipeta de vidrio sellada y poniéndola en el agua con los sapos. Aún así, los sapos respondían. ¿Por qué no me sorprende?

¿A qué conclusión llegaron los investigadores? Concluyeron que la información que en un tiempo residió en la estructura molecular de la sustancia activa, y que fue luego transferida al agua agitada, debe haber sido transmitida a los sapos a través de un efecto “radiante”, tal vez un ilusorio “biofotón”. No se ha informado de pruebas de tal radiación. Benveniste, sin embargo, afirma ahora que un campo magnético de 50Hz puede eliminar la memoria de su disolución de anticuerpos (Benveniste 1993), lo que podría explicar por qué otros investigadores no encontraron dicha memoria. Este vínculo electromagnético llevó a Benveniste al posterior descubrimiento de que puede “potenciar” tu agua a través de una línea telefónica.

Una posibilidad, de acuerdo con Jonas, es que la información no pasa de la disolución al sapo – o de un medicamento a un paciente humano – sino que hay otra forma. El estado enfermo del paciente podría ser “liberado a través del remedio”. “Tales teorías especulativas”, admite Jonas, “necesitan de más trabajo experimental para confirmarlas o descartarlas”.

El caso contra las mariposas
Jonas también especula que la Teoría del Caos podría ofrecer una visión del efecto de los remedios homeopáticos en los mecanismos de auto-curación del cuerpo: Una idea de la Teoría del Caos es que cambios muy pequeños en una variable, pueden causar que el sistema salte a un patrón de actividad muy diferente, de la misma forma que un pequeño cambio en la dirección del viento afecta drásticamente a los patrones climáticos de temperatura y precipitación. Bajo esta forma de pensamiento, el remedio homeopático puede verse como una pequeña variable que altera el patrón de síntomas de una enfermedad. (Jonas y Jacobs 1996, 89)

Esta horrible jerga delata una total falta de comprensión de lo que es el caos. “Caos” se refiere a sistemas complejos que son tan sensibles a las condiciones iniciales que no es posible predecir cómo se comportarán. Por tanto, aunque el aleteo de una mariposa podría disparar un huracán, matar a todas las mariposas es improbable que reduzca la incidencia de huracanes. Para los remedios homeopáticos que superan el límite de disolución, una mejor analogía podría ser el aleteo de un gusano.

Curación psíquica
Pero si ninguno de estos mecanismos funciona, dice Jonas, “puede que sean necesarias explicaciones altamente especulativas e imaginarias (sic) ”. Lo que tiene en mente es el efecto placebo. “Creer en una terapia”, explica Jonas, “puede ser un factor importante en la curación”. ¿Quién podría estar en desacuerdo? Si hay un efecto placebo funcionando en la homeopatía, todas las trampas pseudocientíficas del similia similibus curantur y la ley de los infinitesimales sirven simplemente como sostenes para llevar a creer a la gente que las píldoras de azúcar son una medicina. Pero el “efecto placebo”, como es usado por Jonas y otros defensores de la medicina alternativa, resulta ser la bestia más extraña de todas. Está envuelta con la idea New Age de una consciencia universal. El efecto placebo se convierte en curación psíquica. De nuevo de Jonas:

Algunos teóricos sugieren que intencionalidad y consciencia deben llevar a alguna explicación de cómo los potenciales cuánticos no específicos y no locales podrían “colapsar” en los conocidos como patrones de coherencia informacional (moléculas), los cuales tienen efectos específicos. Una vez estos patrones de coherencia, anteriormente inestables y no localizables, (tales como ideas y creencias) mandan a los efectos potenciales a la existencia (por una intención de curar por parte de la persona o practicante), se ven entonces por parte del cuerpo como estructuras “moleculares” estables y de actuación local, que pueden producir señales biológicas específicas y tienen efectos predecibles en la persona. (Jonas y Jacobs 1996, 90)
Todo esto suena muy parecido a Deepak Chopra (1989 y 1993), quien afirma que: “Creencias, ideas, y emociones crean reacciones químicas que se mantienen la vida de cada célula”. La idea de que mediante sólo el pensamiento pueden crearse los medicamentos necesarios para curar una enfermedad procede del Ayurveda, la medicina religiosa tradicional de la India, que data de hace miles de año. Chopra ha creado, en cualquier caso, una vasta cantidad de dinero invocando a la “curación cuántica” en un libro tras otro. Sus libros no dan ninguna pista de que tenga alguna idea sobre mecánica cuántica.

No obstante hay místicos cuánticos, incluyendo algunos físicos, que interpretan las funciones de onda como algún tipo de vibración de un éter holístico que impregna el universo. El colapso de la función de onda, creen, sucede a través de todo el universo instantáneamente como resultado de una consciencia cósmica. Esto, por supuesto, violaría la causalidad en el sentido relativista, y también violaría la teoría de campo cuántico (Eberhard y Ross 1989).

Terapia de Biocampo (Toque terapéutico)
La medicina alternativa consta de un amplio espectro de tratamientos no relacionados, variando desde los apenas plausibles a los totalmente ridículos. En el extremo ridículo, coloco aquellas terapias que no tienen consecuencias físicas directas de ningún tipo, tales como la homeopatía y la curación psíquica. También se debería incluir la “terapia de biocampo” o “toque terapéutico”, aunque, de hecho, sería más preciso llamarlo como “No toque terapéutico”, dado que las manos de los practicantes en realidad no entran en contacto con el paciente. En lugar de esto, se afirma que el “campo de energía”, “qi”, o “aura” del paciente es “suavizado” por las manos del terapeuta, o desplazado de un lado a otro para lograr un equilibrio. El campo de energía se dice que se extiende a varios centímetros fuera del cuerpo, y que el campo del paciente interactúa con el del practicante.

La naturaleza de este supuesto campo de energía es oscura, pero los defensores a menudo lo vinculan de alguna manera con la relatividad y la equivalencia entre materia y energía. También se ha sugerido que el campo de energía del cuerpo es electromagnético. La mecánica cuántica, a pesar de su popularidad en muchos círculos de la medicina alternativa, raramente parece ser invocada en el toque terapéutico. Es más, B. Brennan, autor de Hands of Light (1987), escribe: “Soy incapaz de explicar estas experiencias sin usar otro marco de trabajo quee la física clásica”. Confieso que la física clásica no me hace más fácil la explicación. Los practicantes afirman ser capaces de “sentir” el campo de energía y a menudo emplean péndulos de mano para localizar los “chakras”, o vórtices, del campo que deben ser suavizados para promover la curación. Parecería un tema simple examinar un campo que puede sentirse al tacto, o que afecta a los movimientos de un péndulo, pero hasta el momento nadie ha afirmado detectar el campo de energía con ningún instrumento que no se sostenga en una mano. Esto es bastante notable dado que se dice que hay decenas de miles en los Estados Unidos que han sido instruidos en alguna forma de esta terapia. En el Reino Unido hay 8500 terapeutas registrados (Benor 1993).

El público está gastando miles de millones de dólares anualmente en píldoras de azúcar para curar sus resfriados, movimientos de manos para acelerar la recuperación de las operaciones, y buenos pensamientos para guardarse de cualquier mal, todo con el seguro de que está basado en la ciencia. La sociedad ha sido predispuesta a este desplume, en parte, por la cobertura sensacionalista de los medios sobre ciencia moderna. Las discusiones populares sobre relatividad, mecánica cuántica y caos, a menudo dejan a la gente con la impresión de que no pueden fiarse del sentido común – cualquier cosa es posible. Los propios científicos, a menudo, alimentan el apetito del público por esta “extrañeza” de la ciencia moderna en un esfuerzo por estimular el interés – o simplemente, debido a que los científicos, también, pueden quedar cautivados por el misterio.


Referencias:
* Anagnostatos, G. S. 1994. In Ultra High Dilution: Physiology and Physics, edited by J. Schulte and P. C. Endler. Dordrecht : Kluwer.
* Benor, D. J. Frontier Perspectives 3: 33.
* Benveniste, J. 1993. Frontier Perspectives 3: 13.
* Berezin, A. A. 1990. Medical Hypothesis 31: 43.
* Brennan, B. 1987. Hands of Light. New York : Bantam.
* Chopra, D. 1989. Quantum Healing. New York : Bantam.
* —. 1993. Ageless Body, Timeless Mind: The Quantum Alternative to Growing Old. New York : Random House.
* Davenas, E., et al. 1988. Nature 333: 816. The “Benveniste” paper.
* Eberhard, P. H., and R. R. Ross. 1989. Foundations of Physics Letters 2: 127.
* Endler, P. C., et al. 1994. FASEB Journal 8: 2313.
* Foreman, J. C., et al. 1993. Nature 336: 525.
* Jonas, W. B., and J. Jacobs. 1996. Healing with Homeopathy. Warner.
* Maddox J. 1988. Nature 333: 287.
* Rubik, B. 1990. Berlin Journal of Research in Homeopathy 1: 27.
* Toumey, C. P. 1996. Conjuring Science. New Brunswick , N.J. : Rutgers .

Autor: Robert L. Park
Fecha Original: octubre de 1997
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