sábado, 26 de diciembre de 2009

EL SIGNIFICADO DE LA NAVIDAD


El significado de la Navidad

Por Ralph M. Lewis, F.R.C.


La Navidad tiene múltiples significados, cuyos orígenes son desconocidos para un gran número de personas. El conocimien­to de sus significados y de sus orígenes hará que este día le brinde mucha mayor satisfacción a las lo celebran.

Si hemos de investigar el tema con cierto método, podemos utilizar la si­guiente división: los aspectos históricos; las costumbres; y el idealismo de la Navidad. En cada una de estas divisiones, consideraremos brevemente los puntos más evidentes y significativos.

En la primera división concerniente a los aspectos históricos, comenzaremos con Jesús Cristo. Por supuesto, Jesús es la idea central en cada una de estas divisiones; es, por decirlo así, el núcleo central de las celebraciones de Navidad. La palabra Cristo va generalmente asociada con Jesús, para designarlo en for­ma más particular, constituyendo una especie de título. El origen inmediato de la palabra Cristo es del latin, Cristus, que a su vez tiene un origen griego. En la versión griega de los Setenta la palabra griega Cristos se usa para traducir la palabra hebrea Mahsiah, que nosotros escribimos Mesías, y cuyo signifi­cado original es "El Ungido."

La costumbre religiosa de los hebreos de ungir, era en realidad heredada de sus antepasados, especialmente del an­tiguo Egipto y de Babilonia. Se pensaba que el aceite usado en la unción le confería al individuo ciertas características espirituales y ciertas virtudes como re­sultado del rito. El rito de la unción iba acompañado de las correspondientes oraciones y liturgia.

Todo lo cual cons­tituía un acto simbólico de infusión divina, significando que por medio de la ceremonia se recibía un manto di­vino de poder y sabiduría. Todos los que eran ungidos de esa manera pasa­ban a ser sacerdotes, y se les consideraba como intermediarios entre el hombre y su dios.

Las personas ungidas, o Mesías, eran esperadas en la categoría de reyes, para dirigir a los hombres en una ba­talla contra sus opresores, o bien para actuar como salvadores en un sentido moral o espiritual. La gente esperaba la llegada de un Mesías con el anhelo de librarse de las calamidades físicas y mentales y obtener la salvación. Los profetas hebreos, mucho antes de la era de Jesús, hablaron de la venida de un rey o de un Mesías. Uno de los pri­meros en hablar de esa manera fue el profeta Isaías. Se decía que el Cristo, este Mesías particular, se revestiría de justicia y rectitud, no se dedicaría a la guerra ni a la conquista, y se referirían a él como "el Príncipe de la Paz."

Es interesante notar que el mismo Asurbanipal, famoso rey asirio, se consideraba él mismo como un Cristo. Fue durante su reinado que se constru­yó la biblioteca más grande del mundo antiguo. El decía: "Yo nací en las montañas que ningún hombre conoce. Tú, Ishtar, me has traído desde las montañas para pastorear a tu pueblo." Este rey asirio creía que la Diosa Ishtar, o sea, la Diosa del Amor, lo había crea­do para convertirlo en salvador de su pueblo elevándolo a una posición de dominio; la cual fue realmente alcanzada por el pueblo en el mundo antiguo. Durante el reinado despótico de He­rodes, Rey de Judea, los judíos ansiaban la llegada de un Mesías personal, que los librase de la opresión y los abusos que estaban sufriendo. Este Cristo, cuya llegada esperaban, había de ser "un liberador de la casa de David".

De hecho, todo el populacho de Jerusalén aclamó a Jesús como el Mesías que tanto habían esperado cuando él entró en esa ciudad. Es muy significativo ver que la manera en que Jesús entró en Jerusalén y los demás detalles relaciona­dos con este hecho, estaban de acuerdo con las predicciones tradicionales acerca de la manera en que los Mesías debían entrar para liberar al pueblo.

Nacimiento virginal
Otro eslabón en el significado his­tórico de la Navidad puede verse en el nacimiento virginal de Jesús. Existen muchos cuentos, mitos y leyendas mara­villosas en diversos países con narra­ciones de nacimientos misteriosos. En la mayoría de estos relatos, se dice que la madre era la esposa de alguna deidad o ser sobrenatural del cual concibió. En otros se dice que la madre concibió al ser tocada por un rayo de luz celestial, o al bañarse en aguas sagradas, o bien al tragar una piedra extraña de una forma y color especial. Sin embargo, hay muchos otros relatos de nacimientos virginales pues se parecen notablemente al relato evangélico del nacimiento de Jesús. Todos esos relatos son anteriores al tiempo de Jesús; por ejemplo, el naci­miento de Zoroastro, primer fundador de un a religión organizada, que tuvo lugar alrededor de mil años antes de la llegada de Jesús.

Los últimos seguidores de Gautama Buda narran muchos acontecimientos extraños, con el fin de explicar la ma­nera de su nacimiento. La colección de estas narraciones, constituye una parte de la literatura clásica budista, bajo el título de Jataka. Sin embargo, estas narraciones no aparecen en las ense­ñanzas Pali de Buda, lo cual indica que él nunca las enseñó. Podemos suponer, por lo tanto, que los monjes budistas de los lamaserios, impulsados por una gran veneración hacia Buda, exageraron varios incidentes de su vida para hacer­lo aparecer como hombre muy diferente y superior a todos los demás.

Esa es una práctica generalizada en otras sec­tas religiosas cuando desean venerar a un gran líder, cuya vida idealizan por medio de leyendas y proezas fantásticas.

No debemos olvidar que Jesús tenía verdaderos hermanos y hermanas, quie­nes, según los datos, tuvieron un naci­miento muy natural. El tenía cuatro hermanos, y algunas hermanas casadas, cuando fue bautizado por Juan. Entre los teólogos y otros intelectuales han habido grandes controversias en relación con el nacimiento virginal de Jesús. Las autoridades bíblicas han señalado el hecho de que la narración del naci­miento solamente aparece en los evan­gelios de Mateo y Lucas. Más aún, Pablo, el Apóstol, nunca hace mención del nacimiento virginal de Jesús en las epístolas que se le atribuyen, aunque de algún modo sugiere que su naci­miento fue milagroso y diferente del de los demás hombres.

Pero lo im­portante no es que Jesús naciera de una virgen en el sentido literal de este concepto. Lo verdaderamente impor­tante es que nos demos cuenta de que en él se encarnó el Espíritu Divino; tal vez más que ningún otro ser humano, Jesús estaba imbuido en la consciencia espiritual. Desde el punto de vista del concepto místico, todos los hombres y mujeres son la encarnación del ser divino o espiritual.

Otro eslabón de la cadena histórica de la Navidad está relacionado con la doctrina de que Jesús era el Hijo de Dios. ¿Fue éste un privilegio exclusivo de Jesús, como la mayoría de los cris­tianos pretenden? Es interesante notar que muchos siglos antes de Jesús, en la antigua ciudad de Egipto llamada Helió­polis, y dedicada al dios-sol Ra, los sacerdotes declararon que Khufu era el hijo corporal del dios Ra. El mismo Khufu, a quien más tarde los griegos llamaron Cheops, fue el constructor de la Gran Pirámide de Gizéh. Subsiguien­temente cada Faraón fue proclamado como hijo corporal del dios-sol eterno.

Entre los antiguos hebreos, Israel mismo era concebido como el hijo de Dios. En el Exodo, Capítulo 4:22, en­contramos: "Israel es mi hijo, mi primogénito." Aquí vemos, pues, que un es declarado como hijo de Dios.

Si Jesús es un hijo de Dios o el único Hijo de Dios, ha sido un asunto de acaloradas polémicas y argumentaciones entre los teólogos por muchos siglos. ¿Se trataba solamente de uno de varios maestros espiritualmente privilegiados, o de la persona más cercana a la Divinidad de una manera exclusiva? Puesto que Jesús, de acuerdo con las narra­ciones bíblicas, tuvo un nacimiento especial, los teólogos encontraron apro­piado asignarle una afiliación única también, diferente a la de todos los demás mortales.

La Estrella del Oriente
Y, ¿qué diremos de la misteriosa Estrella del Oriente? ¿En qué forma la estrella se relaciona con los aspectos históricos de la Navidad y con la vida de Jesús? A muchas personas les sorprenderá saber que la ascensión ines­perada de una estrella en el Este, no es un fenómeno extraordinario, y ha sucedido antes y después de los tiempos de Jesús. Astronómicamente dichas es­trellas se denominan helíacas. Son las que salen por el Este poco antes de la salida del sol. No se perciben a simple vista por el día o por la noche. Los antiguos egipcios, especialmente, obser­vaban el ascenso helíaco de Sirius, la estrella fija más brillante. Estos sabios de la antigüedad determinaron que el intervalo entre uno y otro ascenso helíaco de Sirius era poco más de trescientos sesenta y cinco días, aproxima­damente un año. Podemos encontrar referencias de estos fenómenos de es­trellas helíacas en épocas que se remon­tan a mil ochocientos ochenta años an­tes de Jesús.

Es posible que nuevas excavaciones arqueológicas traigan a la luz del día inscripciones que puedan demostrar que las estrellas helíacas habían sido observadas por los hombres en épocas más remotas todavía. Cada vez que una estrella semejante aparecía en los cielos, ocasionaba muchas con­jeturas en las mentalidades supersti­ciosas. Casi siempre se las consideraba como augurio de milagros o calamidades para la humanidad.

¿Cuál es la explicación de las estre­llas helíacas? ¿Son el resultado de al­guna causa sobrenatural, o más bien de una razón definitivamente física y empírica? En realidad son estrellas situadas por breve tiempo en el meri­diano del sol, y en el mismo plano del sol. Como consecuencia de esto, mien­tras están en el meridiano del sol, los rayos solares hacen imposible que se vea la luz mucho más débil de la estrella. Pero entonces, poco antes de la salida del sol, o poco después de la puesta, la estrella resulta visible de repente debido a que el sol ha pasado a un meridiano diferente.

Los antiguos egipcios orientaban muchas veces sus templos por medio de esas estrellas helíacas. Se fijaban en la posición de la estrella al salir el sol y entonces el arquitecto construía el portal del templo en la dirección ade­cuada. Y así, cuando la estrella periódicamente salía, se podía ver en el extremo del largo salón de columnas, llamado hipóstilo, al mirar desde el otro extremo. Cada año el sacerdote observaba el fenómeno de la salida de la estrella, que se veía como si estuviera a la entrada del hipóstilo, y entonces, con la ceremonia apropiada, pronosti­caba los hechos del futuro. Casi siem­pre esas predicciones eran de naturaleza astrológica, basadas en la determina­ción de la posición de la estrella helíaca respecto a los planetas. Estos sacerdotes no creían que la estrella en sí misma poseyese una influencia sobrenatural.

Los Magos, fraternidad secreta
La leyenda de los Magos también tiene un lugar definido en el significado histórico de la Navidad. La palabra Mago significa "hombre sabio." Los primeros Magos venían del Oriente, de los antepasados de los persas. Tenían grandes conocimientos en todas las ramas del saber vivieron muchos siglos antes de los días de Jesús. Como sabios eran conocidos, y al principio no tenían que ser necesariamente sacer­dotes ni ocuparse de los ritos y cere­monias religiosas.

Poseían los secretos de la magia, que en la antigüedad con­sistía en la comprensión profunda de las leyes naturales. Así, pues, los Magos venían a ser los científicos de su tiempo.
Estudiaban los fenómenos naturales para descubrir sus causas y efectos, y aplicar las leyes al bienestar del hom­bre. Por eso los Magos poseían grandes poderes para efectuar curaciones. También tenían grandes conocimientos de astronomía, astrología, matemáticas, y estaban muy bien familiarizados con las filosofías principales de la época.

Los Magos pertenecían al pueblo de los medas, antecesores de los persas; ambos eran descendientes de la raza aria, que a su vez constituía una de las divisiones de la gran raza blanca. Esta gran raza estaba compuesta de una serie de tribus que se extendía a través de Europa desde el Atlántico hasta las planicies del Mar Caspio. Con el correr del tiempo se consolidaron y se volvieron a dividir; una de estas divisiones se estableció en Irán, lo cual le ha valido el nombre de Irania o Aria. Esta palabra significa que es de origen noble. La otra división de la raza aria pasó al valle del Río Indo, y son los antecesores de los hindúes de hoy día. La palabra magos es probable­mente de origen ario.

La fama de los Magos se extendió por todo el mundo antiguo, junto con el relato de sus poderes extraordinarios. Se les conocía como profetas e intér­pretes de los sueños. Con el tiempo constituyeron una fraternidad, un grupo secreto, con el fin de conservar la sabiduría que habían acumulado, y para transmitirla a sus sucesores oralmente. Nadie podía entrar en su secta a menos que demostrara sin lugar a dudas su capacidad y vocación. En­tonces, comenzaron a ejercer una poderosa influencia política como consejeros religiosos. Como grupo político-religioso eran tan importantes en su tiempo, en el poder que ejercían sobre los gober­nantes, como lo han sido los jesuitas en épocas más recientes. Los Magos siem­pre estudiaban las estrellas helíacas. Los tres Magos mencionados en la Biblia, sin duda hicieron un estudio astrológico para llegar a su famosa predicción.

Costumbres, Paganas o Cristianas
La segunda división general en nues­tro estudio de la Navidad, se refiere a las costumbres tradicionales. ¿De que modo se eligió el 25 de diciembre como fecha de la Navidad? ¿Es que Jesús nació ese día? La celebración del 25 de diciembre como fecha de la natividad de Jesús, tuvo su origen en Roma, cuatro siglos después de su nacimiento. Antes de ese tiempo, durante los primeros cuatro siglos de la Era Cristiana, la celebración de la Navidad tenía lugar el 6 de enero, fecha de la Fiesta de la Epifanía. Se trataba de la conmemora­ción, no del nacimiento de Jesús, y en realidad de la visita de los Magos a Belén. La celebración de la natividad (Navidad), se estableció más tarde que la conmemoración de la resurrección. Durante mucho tiempo se estuvo celebrando la resurrección cuando todavía no se había establecido la celebración de la natividad.

El Papa Liberio de Roma entre los años 353 y 354 descartó la fecha del 6 de enero en favor del 25 de diciembre. De acuerdo con el calendario romano, el solsticio de invierno empezaba el 25 de diciembre. Por lo tanto, se estimó muy conveniente relacionar la nativi­dad de Jesús con el fenómeno del sol en su función astronómica de señalar el comienzo del invierno, que era una ocasión celebrada desde hacía tiempo por el pueblo. Ese día era conocido como el día del sol de la justicia. Tam­bién, alrededor del 25 de diciembre, se celebraba la natividad del dios-sol de Asiria, que era una derivación del dios Mitra, de Persia, conocido como el dios de la luz. Durante varios siglos esta fecha, y la correspondiente celebración, era de gran importancia. El establecimiento del 25 de diciembre para la natividad de Jesús servía para hacer resaltar en la mente popular que El había nacido como hijo de un dios, por la relación que ese día tenía con la natividad de Mitra.

La fecha del 25 de diciembre, al ser escogida por los teólogos cristianos, no fue universalmente aceptada por todo el mundo cristiano. Es interesante notar que la Iglesia Oriental, que era rival de Roma y tenía su sede en Constanti­nopla y también en Antioquía, no acep­tó la fecha del 25 de diciembre sino hasta mucho después. La fecha del 25 de marzo o el 28, alrededor del equinoccio de primavera, también se había declarado como día de la natividad. La razón por la cual muchos favorecían esta fecha es, que la primavera trae el renacimiento de la Naturaleza y el nuevo despertar de la vida.

Muchas razones filosóficas se presentaron en favor de la fecha de marzo. Algunos llegaron a afirmar que en la fecha de marzo Jesús había sido concebido, y debía de celebrarse en vez de la fecha del nacimiento.

De hecho, la Iglesia Romana estaba ansiosa de corregir el sentido pagano que el pueblo de daba a las fiestas del 25 de diciembre. Como ya dijimos, esta fecha se celebraba en honor de
Mitra, dios de la Luz. Era también la ocasión de la fiesta del Sol Invictus. Por consiguiente, se estimó lo más apropiado señalar las fiestas de Navidad para esa misma fecha. Desde un punto de vista psicológico, se estableció de esa manera en la mente popular una cierta relación entre Jesús y el sol, y los fenó­menos relacionados con el sol siempre han impresionado profundamente al hombre.

Puesto que el sol había sido divinizado algunas veces por los anti­guos, esta relación reforzó el concepto de la divinidad de Jesús.

La Saturnalia era una antigua fiesta romana en conmemoración del dios Saturno. Las fiestas de la Saturnalia tenían lugar durante la semana del 17 al 24 de diciembre. Muchas costumbres de la Saturnalia llegaron a incorporarse a nuestras celebraciones de Navidad. Más aún, la mayoría de las costumbres y maneras de celebrar la Navidad en todo el mundo no tienen un origen cristiano, sino que representan un sin­cretismo, es decir, un esfuerzo de re­conciliar varias costumbres paganas.

El regocijo de la celebración de la Navidad constituía un aspecto impor­tante de la fiesta de la Saturnalia. Todas las escuelas se cerraban durante esa semana; la alegría y el júbilo se apoderaban de la gente. No se castigaban las transgresiones menores de la ley, no era necesario vestirse en la forma acos­tumbrada, ni existían en esos días las diferencias sociales.

Tanto los esclavos como sus amos participaban en los con­vites en una misma mesa, todas las clases sociales se ofrecían regalos mu­tuamente. Estos regalos consistían en gran parte de obleas de cera. Sin em­bargo, muñecas de barro y juguetes se le daban a los niños; también se tiraba confetti y se usaban disfraces. Repetimos que muchas de estas cos­tumbres fueron transferidas a la cele­bración de la Navidad, como resulta evidente todavía. *

Algunas costumbres de nuestras cele­braciones de Navidad, se han heredado de las tribus nórdicas de los teutones. Estas tribus tenían la fiesta de Yol (Yule), cuyo motivo principal era cele­brar el rito del sol después de los cuarenta días de obscuridad, debido a la ausencia del sol durante una parte del invierno en las altas latitudes. Pues­to que la época de Yol tenía lugar durante la larga noche del invierno nórdico, las supersticiones abundaban entre la gente.

Creían que durante el largo período de obscuridad los de­monios y espíritus maléficos rondaban por todas partes. Más tarde, sin embar­go, cuando su mentalidad avanzó y obtuvo una comprensión exacta de las cosas, estos demonios fueron transfor­mados por la mente popular en tipos cómicos, y la gente misma se disfraza­ba como demonios, con cuernos y rabos, en un espíritu de fiesta. Iban de una casa a otra con regalos que se ofrecían mutuamente y con juguetes para los niños. También tenían grandes cenas.

También en Alemania tenían gran­des celebraciones con ocasión del solsticio de invierno, despidiendo el año viejo y dando la bienvenida al año nuevo.

En los Estados Unidos y otros lu­gares, el "místletoe" o muérdago (plan­ta sagrada de los celtas y los galos), se deriva de las antiguas prácticas re­ligiosas de los celtas. Se dice que los sacerdotes celtas usaban ramas de esta planta cuando saludaban al sol na­ciente, o al dios sol. Stonehenge, en las planicies de Salisbury en Inglaterra, probablemente fue construido por los antiguos druidas. Las reliquias de sus monolitos todavía pueden verse, for­mando una especie de sala entre columnas, y unas estructuras circulares. Se supone que los sacerdotes se paraban en esas columnatas (que están orienta­das hacia el Este), sujetando en alto con la mano derecha una ramita de muérdago, como salutación al sol na­ciente.

Otras decoraciones verdes, de ramas, que añaden tanto colorido a la Navi­dad, tuvieron su origen en Alemania, en el siglo diecisiete. El Arbol de Navi­dad, que tiene tanta importancia en nuestras celebraciones y constituye un centro de atracción por sus decorados, probablemente tenga su origen en un animismo primitivo, que rendía culto al árbol.

Los animistas creen que todas las cosas están vitalizadas por un espíritu o inteligencia especial. El ár­bol sugería el concepto de la inmortali­dad, pues sus raíces penetran profundamente en la tierra y su parte superior se dirige hacia las regiones celestiales. Por esta razón los griegos tenían grutas y huertos sagrados donde, en un am­biente que hacia pensar en lo divino, efectuaban sus misterios y ritos sagra­dos, con las iniciaciones correspondi­entes.

El Arbol de Navidad pudiera tener, también alguna relación con el tronco de Yol, que también se adornaba con sentido religioso en un antiguo rito de los teutones.

Tal vez el símbolo más popular de la alegría de la Navidad es Santa Claus, que se deriva de la tradición de San Nicolás, antiguo obispo de la ciudad de Myra, en Asia Menor. Tuvo que sufrir persecuciones, fue arrestado, y sufrió tormentos durante muchos años. Al convertirse en mártir obtuvo un gran número de devotos. Se le atrib­uyeron grandes proezas y actos de
generosidad que hicieron resaltar su importancia ante los ojos del mundo.

Entre otras cosas se decía que San Nicolás le había dado dotes a las hijas de los campesinos pobres para que pudieran casarse, y nunca pregonaba los actos generosos que realizaba. Más tarde también se dijo que San Nicolás ofrecía muchos regalos secretamente en su día, y se le ha presentado siempre como un protector de los niños; las estatuas que lo representan en varias partes de Europa, muestran a los niños sujetándose a su túnica. El nombre Santa Claus, se derivó por evolución fonética del nombre holandés San Ni­colás; fueron precisamente los primeros colonizadores holandeses quienes tra­jeron esa tradición al Nuevo Mundo.

Idealismo
La tercera división del significado de la Navidad, se refiere a su idealismo. Claro está que no puede existir ningún maestro religioso, ni ninguna enseñanza religiosa o espiritual, que sea universalmente aceptada en todos sus detalles por todos los hombres. La inteligencia de los diversos pueblos, las asociaciones mentales y la diversa educación y di­ferente ambiente de las personas, hacen que miren las mismas cosas con muy diversos puntos de vista. Cada individuo deriva una interpretació n diferente de sus experiencias, de acuerdo con la ele­vación o desarrollo de su consciencia, de su habilidad de comprender y per­cibir. Sin embargo, en el mundo in­mediato de cada ser humano hay algún personaje a quien conoce personalmente, o de quien ha oído hablar o acerca del cual ha leído, cuya vida ejemplar constituye su propio ideal. Todos concebimos una forma de vida, o la vida de algún personaje, como la representació n de lo que consideramos lo mejor y más excelente.

Sin embargo, lo que una persona considera como verdad, y aun como milagro, para otras personas no es así. Hay quienes consideran las creencias sagradas de otros no como realidades, sino como fantasías. No es que quieran ser sacrílegos o parecer ateos; es, sencillamente, que lo que otros veneran no armoniza exactamente con su concepto de lo espiritual. Se ha dicho que la belleza está en los ojos del que la con­templa. Así también, la espiritualidad está en aquello que despierta la ar­monía del alma; de otra manera la espiritualidad que hay en una tradición carecería de sentido. Nada se pierde al comprender que muchas de las cos­tumbres que hoy se relacionan con Jesús no tenían ese mismo significado en épocas pasadas.

Por el contrario, esto demuestra que los hombres han ido cultivando gradualmente un concepto más amplio de lo bueno, y en todos los tiempos han encontrado cosas que representan la espiritualidad. En conse­cuencia, una personalidad que repre­senta lo bueno que hay en todo, ha servido como centro de atracción y se le han atribuido todas las virtudes del pasado. En todas las épocas los hom­bres escogen, cual si fueran joyas, las cosas que representan sus ideales.

No importa que los hombres crean o no crean la narración de la natividad de Jesús según la exégesis cristiana. Mucho más importante es que para ellos Jesús se convierta en un símbolo de los conceptos más nobles, hacia los cuales la humanidad espiritualmente se encamina. Después de todo, lo divino ha de ser siempre lo ideal. Los ideales no pueden reducirse completamente a hechos concretos, puesto que de este modo estarían limitados a la materia objetiva de que se componen. Los ideales humanos han de elevarse más alto que los hombres que los conciben, ayudando a levantar sus propias na­turalezas. El concepto espiritual es siempre la culminación del crecimiento moral de la humanidad, y representa las mayores alturas que ha alcanzado en una era determinada. La Navidad y la narración bíblica de Cristo, están entre los ideales espirituales más eleva­dos y admirables que el hombre haya logrado concebir.

MITOS DE LA CREACION

Mitos de la Creación

, Tomas Gondesen
Al igual que en el artículo anterior “Troya, el principio del fin”, el relato que aquí les ofrezco intentará ser ameno y parte de la conjunción de diferentes versiones del mismo, seleccionadas con la intención de hacerlas entretenidas y accesibles para todos. Si sirve para brindarles un momento de apacible lectura y como puntapié inicial para despertar curiosidad sobre estos relatos ancestrales, estará cumplido con creces mi objetivo. Por esta misma razón esta vez, además del relato de la Creación según la Mitología griega, tomando como fuente principal (pero no única) la Teogonía de Hesíodo, complementaré éste relato con una breve descripción de cosmogonías[1] procedentes de otras culturas.

De esta manera, aquellos que ya conozcan de antemano el mito Griego quizás se encuentren en la segunda parte con algún otro mito que desconocían y por ende les resulte más atractivo. Aclaro que la interpretación de estos como mitos, leyendas, verdades absolutas, etc, quedará a cargo del lector, y pido disculpas por los cambios estructurales que estoy incorporando de artículo en artículo. Más que enseñar, estoy aprendiendo. Y tratando de que cada uno de estos sea un poco mejor que el anterior.

Tomando un poco de carrera como para iniciar el relato, debo confesar que no dejo de preguntarme: ¿Por qué me metí en este lío?, ¿por qué trato que mis toscas palabras emulen las de aquellos grandes poetas, cuya impecable prosa, preservaron estos relatos a salvo del olvido?, ¿por qué simplemente no publico una larga lista de los libros que leí? (por cierto, aconsejo una vez más que vayan a las fuentes).

No lo hago porque ya lo hice varias veces entre la gente que conozco y rara vez me han hecho caso. Así que éste es otro camino. Tenía ya casi listo un cuarto del artículo, cuando en un ataque de autocrítica lo borré por completo. ¿Quién sabe cuantas veces los dioses han escrito nuestro destino? Por suerte la página en blanco me mostró el vacío, del que Hesíodo nos habló y que yo hasta ahora no había podido comprender. Intentando hacerlo, hurgué en la mitad de los libros de mi pequeña biblioteca. ¿Qué es Caos? Hallé la respuesta en uno de ellos, sí, pero sobre todo en el estado en que quedó mi habitación.

I La Creación
(Según la Mitología Griega)



Gea. Madre de todos los dioses.

En el principio solo existía Caos, divinidad primordial un tanto indefinida, interpretada en general como el espacio[2] donde todos los elementos se encontraban mezclados sin que nada tuviera una forma fija. “Caos es el Vacío primordial, pero concebido como un enorme recipiente para albergar elementos en forma desordenada. Caos es a la vez Nada y Algo”[3]. Luego de Caos[4], surgió Gea (la Tierra) quien se convertiría pronto en la morada de todos los seres vivientes y los dioses inmortales que habitan el nevado Olimpo. Gea madre antiquísima, que nutre sobre la tierra todo cuanto existe[5]. En las profundidades de la Tierra existió el tenebroso Tártaro[6]. Y por último surgió también Eros, el más hermoso entre los dioses, a quien no hay que confundir con “Eros o Cupido”, futuro hijo de Afrodita. De ésta divinidad primordial se nos cuenta que por su belleza, aflojaba los miembros, cautivaba los corazones y la sensata voluntad, tanto de los hombres, como de los dioses en general. Era una divinidad masculina, claro, recordemos que para los griegos esto no representaba ningún tipo de impedimento… Creo que es obvio aclarar que así como Gea representa la Tierra, Eros representa el Amor[7].

Luego de Caos surgieron Érebo (las Tinieblas) aquellas que se encuentran en las profundidades y Nix (la oscuridad de la Noche), quienes no se demoraron en unirse amorosamente. Como resultado de ésta unión Nix dio a luz (nunca mejor dicho) a Eter (la Luz celeste o el Aire) y Hemera (el Día). Por el momento Gea, prescindiendo de las delicias del amor, creó al estrellado Urano (el Cielo) con sus mismas proporciones, para que la contuviera por todas partes y poder ser así sede siempre segura para los dioses. También dio a luz a las grandes Montañas, morada de las Ninfas que habitan en los boscosos montes.

Urano pasa a ser “el primer señor del mundo”[8], quien al contemplar desde lo alto a su madre, y seducido por su extensa belleza, dejó caer sobre sus secretas hendiduras la fértil lluvia. Es así como surgen las verdes praderas, las flores, los árboles y los animales. También engendraron juntos a Océano, Ceo, Crío, Hiperión, Jápeto, Crono (el menor de todos) y Temis, Rea, Tetis, Tea, Mnemósine y Febe. Todos ellos llamados luego, por su padre Urano, “Titanes”, los que abusan. La relación incestuosa entre Gea y Urano, al igual que la antes mencionada entre los hermanos Érebo y Nix, no genera aquí, ni en la mayoría de los mitos referidos a deidades, ningún tipo de castigo moralmente justificado, aunque cuando se trata de seres humanos, la cosa suele terminar de una manera muy distinta. De las reiteradas uniones entre Urano y Gea surgen también la primera generación de Cíclopes, llamados Arges, Estéropes y Brontes, quienes representan el rayo, el relámpago y el trueno. Estos eran en todo semejante a los dioses, excepto por su rasgo distintivo que consistía en poseer un solo ojo, completamente redondo, en medio de su frente. Extraordinarios constructores y forjadores de armas, ocuparán junto con sus hermanos, un papel decisivo en la Titanomaquia, a la que luego haremos referencia. Posteriormente nacieron otros tres hijos, enormes y violentos: los Hecatónquiros, sobre quienes el prudente Hesíodo nos advierte que no hay que decir sus nombres. Y acto seguido, los nombra a los tres: Coto, Briareo y Giges. Estos engendros monstruosos tenían cien brazos informes que salían agitadamente de sus hombros y cincuenta cabezas.

Pero Urano, principio fecundador por excelencia, si bien disfrutaba enormemente de sus relaciones amorosas con su madre y esposa Gea, no tenía ninguna intención de convertirse en un padre responsable, y aborrecía por igual a todos sus hijos. Por este motivo impidió cada uno de los nacimientos, devolviendo inmediatamente al vientre de su madre (el Tártaro), a cada uno de ellos, conforme iban naciendo. A punto de estallar, la pobre Gea sufría en silencio. Pero este accionar de Urano, del que disfrutaba cínicamente, no iba a quedar impune. Gea urdió una cruel artimaña y llamó a sus hijos incitándolos a vengarse de su padre. -¡Hijos míos y de soberbio padre! Si queréis seguir mis instrucciones, podremos vengar el cruel ultraje; pues él fue el primero en maquinar odiosas acciones. Pero de todos ellos, sólo Crono, el más joven de ellos, se atrevió a responder al clamor de su madre. Alegrándose en su corazón, Gea puso en manos de su hijo una afilada hoz y le indicó que se ocultara para emboscar a su padre. Llegó la Noche, y con ésta Urano, ávido de amor, se recostó sobre la tierra desconociendo por completo el terrible destino que le esperaba. Fue así como, viendo que su padre había caído en la trampa, Crono salió de su escondite, sujetó a Urano con la mano izquierda y empuñando su arma con la derecha, cortó rápidamente las partes genitales de su padre, arrojándolas luego detrás suyo. Si bien no se hace mención en ninguno de los textos sobre la reacción inmediata del poderoso dios Urano, considerando que éste representa el cielo en toda su extensión, me imagino que el grito se habrá escuchado desde bastante lejos…

Las gotas de sangre que cayeron sobre la Tierra fueron recogidas por Gea y, luego de un año, dio a luz a las poderosas Erinias –también llamadas Euménides o Furias según los Romanos.–, cuya función principal es la de castigar los asesinatos, en especial aquellos cometidos contra miembros de la propia familia. También engendró Gea a los altos Gigantes de resplandecientes armas y a las Ninfas que llaman Melias. En cambio los genitales cayeron sobre el tempestuoso Ponto y fueron arrastrados por sus corrientes. Junto a ellos surgía una blanca espuma de la que brotó una hermosa doncella, que hace crecer la hierba alrededor de sus delicados pies sobre el suelo que pisan. Diosa inmortal que tiene el honor de presidir tanto entre los demás dioses, como entre los mortales, las intimidades de las vírgenes, las sonrisas, los engaños[9], el dulce placer, el amor y las caricias. Me refiero por supuesto a Afrodita. Y no la sigo describiendo porque me pongo a babear y se me moja el teclado.



Rea engaña a Crono

Ésta es, pues, la historia del destronamiento de Urano, quien perdió su privilegiado puesto de soberano junto con su capacidad fecundadora. A partir de aquí será Crono, de mente retorcida, quien posea el escalafón más alto entre los inmortales, eligiendo a su hermana Rea como su esposa. Pero este reinado tampoco durará mucho, ya que tanto el proceder como el destino de Crono serán similares a los de su padre. Las hijas e hijos de Crono sin duda les resultarán conocidos: Histia, Deméter, Hera (futura esposa de Zeus), Hades, Poseidón y Zeus. Urano y Gea habían profetizado que Crono perdería también su trono en manos de uno de sus hijos, y por ésta razón, uno a uno, los fue devorando inmediatamente después de haber nacido. El único de ellos que escapó de esta suerte, fue el menor de ellos, Zeus, gracias a su madre Rea, quien tremendamente afligida por el terrible accionar de su marido, pidió a sus padres que la ayudaran a esconder al recién nacido y le dio en cambio una piedra envuelta en pañales a Crono. Creyendo que se trataba de su último hijo, el hijo de Urano se tragó el engaño “literalmente”.

Gea, aprovechando el amparo de la oscura Nix, se llevó al infante a Creta y lo escondió en el monte Egeo, de densa arboleda. Allí lo dejó, encomendándoselo a las Ninfas Adrastea e Ida, hijas de Meliseo, quienes se ocuparon de su crianza alimentando al niño con la leche de la cabra Amaltea[10]. De esta maravillosa cabra es de donde surgió el alimento de los dioses, el néctar y ambrosía, que les asegura la inmortalidad y es nueve veces más dulce que la miel. Zeus lo obtuvo tras arrancarle a Amaltea uno de sus cuernos. También los Curetes contribuyeron mucho en la peligrosa empresa de cuidar al recién nacido, ya que lo custodiaban y ejecutaban ruidosas danzas, en las que entrechocaban sus escudos para ocultar los llantos del bebe. Así creció muy rápidamente el gran Zeus y al cabo de un año se enfrentó a su poderoso padre en una colosal batalla llamada Titanomaquia, que culminaría con el destronamiento de Crono y la ascensión de Zeus, que a partir de entonces será el eterno soberano. Aunque más de uno ha intentado quitarle este puesto, nadie jamás lo ha logrado, ni lo hará.

Como dije, una vez que Zeus estuvo en condiciones de enfrentarse a su padre le declaró la guerra, pero no lo hizo solo, sino que contó con la ayuda de varios dioses y diosas. Una de estas fue su abuela Gea[11], que al parecer siempre estaba dispuesta a colaborar en los enfrentamientos con el poder de turno. Fue ella quien, dándole de beber un misterioso conjuro a Crono, lo hizo vomitar, en primer lugar la gran piedra que éste se había tragado. Y luego, uno a uno, los hermanos de Zeus, quienes obviamente se alinearon junto a él para luchar contra Crono. Zeus clavó la piedra en la sacratísima Pito, en los valles al pie del Parnaso, quedando allí como monumento para la posteridad. Pero además Gea, que en aquel entonces regía el Oráculo de Delfos, profetizó que para vencer a Crono los jóvenes dioses debían contar con la ayuda de los Hecatónquiros y los Cíclopes, quienes aun permanecían encadenados en el Tártaro. Si bien no tenemos grandes detalles sobre esta aventura, que sin dudas habrá sido interesantísima, sí sabemos que Zeus descendió a aquel horroroso lugar, al que incluso los más poderosos dioses le temen y enfrentándose a la monstruosa Campe, que custodiaba a los prisioneros, le dio muerte. Una vez liberados los Cíclopes dieron a Zeus sus valiosas armas: el rayo, el relámpago y el trueno, a Hades el yelmo y a Poseidón el tridente. Armados de esta manera, los hijos de Crono y los Hecatónquiros emprendieron la lucha. Pero Crono tampoco estaba solo. Si bien existen divergencias respecto de quienes participaron y quienes no del lado de Crono. Sabemos que todos los demás Titanes lo asistieron y también algunos de los hijos. En este artículo he omitido mencionarlos, para no volverlos locos con tantos nombres, pero tranquilos, que ya hablaremos de ellos con más detalle.

Esta guerra fue sin dudas terrible y pese a transcurrir diez años de dura contienda, no parecía que su final estuviera cerca. Los Titanes y los Crónidas (hijos de Crono) luchaban con terrible furia, arrojándose gigantescas rocas que al caer estremecían la Tierra de tal modo que los estruendos podían oírse incluso desde el Tártaro. Los primeros se atrincheraron en la cima del Monte Otris y sus contrincantes en el Olimpo. Desde allí los dioses lucharon incesantemente todos los días, hasta que Zeus ofreció a quienes luchaban de su lado el néctar y la ambrosía. Creció así en el pecho de todos ardorosa pasión y, aprovechando el momento, Zeus arengó a los Hecatónquiros con estas palabras. -¡Escuchadme, ilustres hijos de Gea y Urano, para que os diga lo que me dicta el corazón en mi pecho. Por largo tiempo ya enfrentados unos con otros, luchamos todos los días. Pero mostrad vosotros vuestra terrible fuerza e invencibles brazos contra los Titanes en funesta lucha. Demostrad vuestra leal amistad, vosotros que debéis solo a mí la felicidad de volver a la luz, libres de una cruel prisión en el fondo de las tenebrosas tinieblas. Así dijo y a su vez le respondió el intachable Coto. -¡Divino! No nos descubres cosas ignoradas. Gracias a tí salimos de aquellas oscuras tinieblas, ¡Soberano hijo de Crono! después de sufrir desesperantes tormentos entre inexorables cadenas. Por ello, defenderemos vuestro poder en terrible batalla, luchando contra los Titanes. Y fue aquel día cuando finalmente la extraordinaria contienda se inclinó a favor de Zeus y sus aliados. Retumbó el mar y la tierra, gimió el cielo y se estremeció el Olimpo con los gritos de guerra. Los dioses dadores de bienes se lanzaron en conjunto en una mortal embestida contra los Titanes. Exhibió Zeus toda su fuerza, lanzando sin cesar terribles rayos. Los trecientos robustos brazos, que en conjunto poseían Coto, Briareo y Giges arrojaron gigantescas rocas. Una ardiente humareda envolvió a los Titanes nacidos del suelo. Hervían la Tierra y las corrientes del Océano. Por más que intentaron defenderse los poderosos contrincantes, la derrota se cernió inexorablemente sobre ellos.

El orden eterno quedó de esta manera establecido. Zeus ocupó el privilegiado lugar de soberano entre los dioses, que a partir de aquí serán llamados Olímpicos[12]. Los Titanes, que lucharon en su contra, quedaron prisioneros en el Tártaro y son custodiados aun hoy por los Hecatónquiros. Y luego de tan monstruoso enfrentamiento, cuya descripción ha agotado todos los sinónimos y adjetivos que recuerdo, imagino que solo habrá quedado un inmenso silencio, al que ninguno de los textos que narran esta historia hace referencia, pero que aun así me atrevo a mencionar. Porque después de tantas pasiones, tantos estruendos, tanta venganza y tanto poder desenfrenado, solo eso puede quedar. El silencio.

Personajes mitológicos mencionados en este relato.

Caos, Gea, Eros, Afrodita, Érebo, Nix, Eter, Hemera, Urano, Ninfas. Titanes: Océano, Ceo, Crío, Hiperión, Jápeto, Crono, Temis, Rea, Tetis, Tea, Mnemósine y Febe. Cíclopes: Arges, Estéropes y Brontes. Hecatónquiros: Coto, Briareo y Giges. Erinias, Gigantes, Ninfas Melias, Ponto, Adrastea, Ida (Monte Ida), Meliseo, Amaltea, Curetes.

II La Creación
(Otras Cosmogonías)
He narrado lo mejor que pude la versión más completa y conocida que se conserva sobre la creación del universo en el mundo griego. Complementándola además con algunos detalles provenientes de otros textos como la Biblioteca Mitológica de Apolodoro. Sin embargo considero fundamental aclarar que no es la única versión existente, y ya que me he propuesto, en esta segunda parte, complementar los relatos con uno o más mitos provenientes de otras culturas, mencionaré también en este caso algunas cosmogonías griegas menos conocidas. Luego pasaremos a hablar del Enûma Elish, poema babilónico que nos brinda una interesante versión de la creación según esta cultura, y finalmente compararemos ciertas similitudes que me parecen interesantes entre dos de estos mitos. Recomiendo que si a alguno de los lectores se le hace muy tediosa o confusa la lectura, pueden optar por tomar éstas dos partes como artículos individuales y retomarla, una vez hayan descansado un poco.

Continuando con cosmogonías griegas, pero con versiones diferentes, mencionaré una pequeña alusión que se encuentra en el Canto XIV de la Ilíada. Donde Homero nombra a Océano y Tetis como los “padres de los dioses”. Otras versiones que se conocen, son aquellas pertenecientes al movimiento religioso llamado Orfismos, el cual posee algunas similitudes con el Pitagorismo, el Dionisismo y el culto a Eleusis. La Teogonía[13] del papiro de Derveni por ejemplo, tiene muchos puntos de contacto con la que hemos narrado de Hesíodo, pero sitúa a Nix (la Noche), como lo primero que existió, siendo Urano su primer hijo. Por último, dentro del escenario Helénico, describiré un mito de obvias características matriarcales, atribuido a los Pelasgos. Pueblo primitivo que según la tradición habitaron Grecia antes que los Helenos.



Eurínome y Ofión

Al igual que en la Teogonía de Hesíodo lo primero que se menciona es el Caos[14], del que surge desnuda la diosa de todas las cosas Eurínome, pero al no encontrar nada sólido donde apoyar los pies, separó el mar y el firmamento; y danzó sobre las olas hacia el Sur. Tomando el viento Norte, lo frotó entre sus bellas manos y dio así origen a la enorme serpiente Ofión, quien al ver a Eurínome danzar, la deseó profundamente. Ambos yacieron juntos y la diosa madre quedó encinta. Luego se convirtió en paloma y posándose sobre las olas, puso el Huevo Universal del que nacerían todas las cosas. A petición de la diosa, Ofión se enroscó siete veces alrededor del huevo y lo empolló. El huevo se dividió en dos y de su interior salieron los elementos que componen el Cosmos. El sol, la luna, las estrellas, la tierra con sus montañas, ríos, mares y lagos, sus árboles, hierbas y criaturas vivientes; todos surgieron del Huevo Universal nacido de Eurínome. Ella y Ofión fijaron su morada en el Olimpo y vivieron allí hasta que un día Ofión la irritó, atribuyéndose el honor de haber creado el mundo. ¡La diosa enfurecida le pegó tan tremendo puntapié que le arrancó los dientes y lo envió a las profundidades de la tierra! Aun así, comparado con Urano, Ofión tiene poco de qué quejarse… Finalmente Eurínome creó siete potencias planetarias y colocó una Titánide y un Titán en cada una: Tea e Hiperión para el Sol; Febe y Atlante para la Luna; Dione y Crío para el planeta Marte; Metis y Geo para Mercurio; Temis y Eurimedonte para Júpiter; Tetis y Océano para Venus; Rea y Crono para Saturno. Guardadores todos ellos de la sucesión del tiempo. Varios de ellos les suenan conocidos, ¿no? De los dientes de la serpiente Ofión, enterrados en Arcadia, brotará el primer hombre llamado Pelasgo. Y no les cuento más sobre este mito, porque de la creación del hombre hablaremos en el próximo artículo, así que paciencia, porque, si no, se me mezcla todo.

Según la concepción babilónica del principio del universo, narrada en el Enûma Elish cuyo nombre significa “Cuando en lo alto”[15], en el principio de los tiempos solo existía Apsû, dios del agua dulce (el Océano primordial que rodea toda la tierra) y Tiamat, divinidad femenina del agua salada. Ambos representan “el caos” donde todos los elementos estaban desordenados. Ningún dios había sido “nombrado”. Es decir que no había sido “creado”, ésta relación entre la pronunciación del nombre y su creación es frecuente en los mitos de numerosas culturas. En la Biblia, Jehová crea el universo a través de la palabra y es llamado también el “Verbo”, en el Popol Vuh de los Mayas los dioses dicen: ¡Tierra!. Y al instante la Tierra existió. Luego de la unión de Apsû y Tiamat, mezclados en un solo cuerpo, nacerán los dioses Lahmu y Lahamu, quienes representan el suelo, los sedimentos y el lodo y son llamados también “los Fangosos”, nombre que me recuerda a un par de amigos que yo tuve de chico, pero estos no eran, ni hermanos, ni mucho menos dioses. Luego de Tiamat nacen también Ansar (o Anshar) y Kishar, lo alto y lo bajo. Quienes pronto superaron a los anteriores y fueron padres de Anu, dios del cielo. Anu no tardó en igualar a su padre y a su vez engendró a su imagen a Ea[16], pero no está claro si lo hizo uniéndose a alguna de las anteriores diosas o él solo.

De Ea se dice que no tenía rival entre los dioses, que era sabio, perspicaz, fuerte y poderoso; incluso mucho más fuerte que su abuelo Ansar. Pero todos estos dioses nacidos de Tiamat alteraban a su madre y a su padre Apsû moviéndose de un lado a otro y riéndose. Tiamat soportaba en silencio esta molesta conducta, en cambio Apsû parece que era un poco menos tolerante y decidió destruirlos. Pero antes llamó a su visir Mummu[17] y fueron ambos a ver a Tiamat. Una vez frente a la diosa madre de todos los dioses, Apsû indignado le contó que estaba harto de sus hijos y su decisión de aniquilarlos. Pero tan pronto como Tiamat lo oyó se sintió irritada y le gritó llena de enojo. Si bien la diosa estaba de acuerdo con su esposo, rechazaba la drástica solución que este proponía. En cambio Mummu los incitaba a destruirlos. Pero Ea adivinó la nefasta confabulación que se avecinaba y, adelantándose, recitó un conjuro que postró a Apsû en un profundo sueño, impidiendo así que Mummu siguiera excitándolo en contra de los dioses. Luego, los encadenó a ambos y mató a Apsû, construyendo sobre su cadáver su morada, en la que habitó tranquilamente junto a su esposa Damkina y con la que engendraría a un dios todavía más poderoso y sabio que los anteriores, el gran Marduk.

Cuando Ea vió por primera vez a su hijo, su corazón se llenó de gozo. Marduk tenía cuatro oídos y cuatro ojos, que todo lo oían y todo lo escrutaban. Soberana era su estatura, más alto aun que todos los dioses. ¿Qué padre no estaría orgulloso de un hijo así?


Marduk luchando contra Tiamat. Fuente: Wikipedia

Pero la diosa Tiamat, aún ofuscada por la muerte de su esposo Apsû, decidió vengarse. Creó once dragones y otros tantos monstruos y se casó con Kingu, a quien otorgó el mandato “Las tablillas del destino” que antes habían sido de Apsû. Tiamat, Kingu y su monstruoso ejército se dirigieron a enfrentar al resto de los dioses, que, aterrorizados, pidieron ayuda al joven Marduk. Éste accedió sin dudarlo, pero antes exigió que si lograba alzarse con la victoria, sería nombrado soberano entre los dioses. Conforme la ocasión lo ameritaba, los dioses se reunieron en un esplendoroso banquete y otorgaron a Marduk el mandato. –Tú, Marduk, eres el más venerado de todos los dioses, sobre todo el universo te confiamos el reinado.

Enviando delante suyo al relámpago, el joven dios se dirigió a enfrentarse al ejército de Tiamat. Envió también delante de él a los poderosos vientos, y avanzó imponente montado en la carroza de la tormenta. Cuando los auxiliares de Tiamat vieron al joven dios quedaron turbados. Marduk desafió entonces a Tiamat a entablar un combate singular. Aún más encolerizada, la diosa lanzó un poderoso conjuro y abriendo su boca intentó devorarlo. Marduk, ágil y rápido, le arrojó el viento malo que impidió a la diosa volver a cerrar sus labios. Los vientos salvajes llenaron su vientre, su cuerpo quedó hinchado y su boca abierta. Marduk lanzó también su certera flecha y atravesando el corazón de Tiamat, terminó con su vida.

Consideraciones Finales
En los diferentes mitos de los que hemos hablado en este artículo podemos encontrar varias similitudes y diferencias cuyo análisis superarían ampliamente mi capacidad y conocimientos. Sin embargo intentaré en este último segmento (¡Si se lo juro. Ya los dejo tranquilos!) hacer hincapié en una característica que se encuentra en muchas de las cosmogonías de las que se conservan registros. La existencia de un dios creador, que representa el cielo o que habita en él, quien ha creado el universo y cuya función está ampliamente ligada a la fecundación y establecimiento de los primeros cimientos del cosmos (orden), posteriores a la existencia de un caos, donde nada podía existir. Pero este dios primordial, quien en un principio poseerá la soberanía absoluta, rara vez podrá conservarla. En general, los dioses celestes o Uránicos, pierden este privilegio y pasan a ser reemplazados por otros dioses, quienes, si bien heredan varias de sus características, suelen ser más activos, más prácticos y cercanos a las necesidades de la organización social de la Humanidad. Los dioses “del cielo”, creadores del universo, suelen ser sustituidos por dioses de “las tormentas”, mucho más cercanos a la organización que a la creación propiamente dicha. Es importante señalar que ésta sucesión que en los mitos suele mostrarse como la sustitución de un dios por otro, en realidad es una especialización, una evolución que acerca a los lejanos dioses más abstractos y pasivos, a lo concreto.

En la Teogonía vemos como Urano, tras perder su capacidad fecundadora es sustituido por Crono y posteriormente éste será reemplazado por Zeus, quien en realidad conserva varias de las características de Urano. Zeus es también un dios fecundador y un dios de las tormentas, pero no crea el universo, aunque sí cumple un papel fundamental en su organización. En el Enûma Elish, el primero en perder su mandato será Apsû a manos de Ea, hijo de Anu. Pero posteriormente Anu, dará también un paso al costado y Marduk asumirá el mando, dándole al mundo los últimos retoques. En las armas que Marduk utiliza contra Tiamat, podemos ver claramente sus atributos de dios de las tormentas. En su libro “Tratado de Historia de las Religiones. Morfología y dialéctica de lo sagrado” Mircea Eliade nos brinda varios ejemplos más de este proceso de especialización de los dioses Uránicos como T’ien, Varuna, Ahura Mazda y en el caso de “dioses de las tormentas” Min, Parjanya, Indra, Rudra y Ba’al.

No pretendo hacer aquí un análisis exhaustivo de los profundos significados que pueden extraerse de las diferentes mitologías, sino simplemente brindarles algunas nociones muy generales, con la esperanza de que, partiendo de ellas, crezca en ustedes el interés por estas maravillosas historias. Por esta razón, cierro aquí este artículo, citando el último verso del poema de Jorge Luis Borges, “Edipo y el Enigma”.

“Dios nos depara sucesión y olvido.”
Según parece, el destino de los hombres y el de los dioses no es tan diferente.

Notas
1. cosmogonía. (Del griego. κοσμογονία). Relato mítico relativo a los orígenes del mundo.

2. Para una definición más exacta de esta palabra, espero la serie de Lucas

3. Mitología Griega. Francesc L. Cardona. Editorial: Edicomunicación, S. A.

4. Si bien estoy tratando de eludir las fuentes Romanas, les dejo aquí esta descripción de Caos de Ovidio que figura en Las Metamorfosis “ruda y desordenada mole y no otra cosa sino peso inerte, y, acumuladas en él, unas discordes simientes de cosas no bien unidas”.

5. Himnos Homéricos. Canto XXX, A Gea madre de todos.
6. En el artículo de Wikipedia, cuyo enlace dejo aquí, dice que según la Teogonía, Tártaro sería hijo de Éter y Gea. A no ser que sea yo el equivocado, esto es incorrecto. Si bien Hesíodo menciona e incluso describe el Tártaro, en ningún momento nombra a Éter como su padre, aunque si podría llegar a interpretarse que Gea es su madre.

7. El amor entre hombres, según algunas interpretaciones.

8. Aunque no es llamado así por Hesíodo, si lo hace Apolodoro (o seudo-Apolodoro). Quien además inicia el relato, sin mencionar a Caos.

9. “Seducciones” según la traducción de Teog. http://www.librodot.com/searchresult_author.php?authorName=H

10. Sobre Amaltea existe desacuerdo entre los autores, algunos la consideran una cabra y otros, una Ninfa. Apolodoro, la considera una Náyade (Ninfa de los cuerpos de agua dulce), hija de Hemonio.

11. Según Apolodoro, sería Metis hija de Océano y primer esposa de Zeus, quien lo ayuda engañando a Crono.

12. Dejo en realidad algunos detalles sobre este “orden” sin mencionar, porque prefiero abordarlos en algún artículo posterior, donde pueda referirme más puntualmente a la organización del Olimpo.

13. Teogonía. (Del lat. theogonĭa, y este del gr. θεογονία). Generación de los dioses del paganismo.

14. O el “océano primigenio” según la versión que aquí les dejo.

15. Estas son las palabras con que inicia el poema. “Cuando en lo alto del cielo no había sido nombrado, no había sido llamada con su nombre la tierra firme”

16. En realidad en el Enûma Elish aparece con el nombre de Nudimmud la primera vez que se menciona y luego como Ea. También es llamado Enki por los sumerios.

17. Aparentemente Mummu es creado al mismo tiempo que Tiamat, pero esto no está del todo claro en el poema y como es motivo de ciertas discusiones entre los especialistas, he preferido omitir la descripción de su creación.

viernes, 25 de diciembre de 2009

LAS LEYES Y PRINCIPIOS UNIVERSALES


LAS LEYES Y PRINCIPIOS UNIVERSALES

“La cosecha de nuestra vida es el producto
de la siembra de nuestras acciones
pasadas y presentes ”.

Vivimos en un universo multidimensional.
Vivimos en un universo material de siete dimensiones, y poseemos siete cuerpos para actuar en esas siete dimensiones. Para activar la conciencia en cada uno de esos siete cuerpos, para actuar concientemente en cada una de esas siete dimensiones, disponemos de siete chakras, vórtices o ruedas de energía, que debemos aprender a activar a través de la sagrada respiración. Más allá de la séptima dimensión, como en la música, en una octava superior, hay un universo paralelo a este que ya no es material sino mental. Octava, novena y décima dimensión corresponderían a ese universo mental, y a partir de la onceava dimensión en adelante, nos encontramos con un tercer universo que es espiritual. El Universo Espiritual creo al Mental, y el Mental al Material, de tal manera que Dios, que es uno solo, no nos creo a nosotros directamente , sino a través de jerarquías intermedias, a través de un grupo de seres ultraterrestres del universo mental llamados los “Hellel” o “los Resplandecientes”, también conocidos como “los Hijos de Dios”. En nosotros se dan los tres planos: material, mental y espiritual con la misma potencialidad creadora de un plano sobre el otro. En la medida que crezcamos en consciencia, esto es, que seamos concientes de ésta multiplicidad de realidades, podremos actuar modificando, orientando y dirigiendo nuestra existencia hacia un sin fin de realizaciones y materializaciones trascendentes.
Estamos pues en un universo material de siete dimensiones, el cual se encuentra regido por siete leyes o principios. El conocerlas y el saberlas aplicar nos hace magos, maestros y alquimistas capaces de transformar y transmutar todo alrededor nuestro y dentro de nosotros. Estas leyes son:

El Principio del Mentalismo.
“Todo es mental”, que es lo mismo que decir que “uno puede crear lo que cree”.
Si creemos en cosas positivas, atraeremos y crearemos condiciones y circunstancias positivas a nuestro alrededor. Pero si por el contrario, nos dejamos arrastrar por el negativismo y estamos todo el tiempo pensando en cosas negativas, las atraemos y las materializamos en nuestra vida, y alrededor nuestro.
Todo es consecuencia de una actitud mental y de un acto de voluntad. Si creemos, creamos. Nuestra mente es creadora. Es una parte ínfima de la esencia universal, pero semejante a ella. Como dicen las Sagradas Escrituras:”Dioses sois, hijos del Altísimo”. Debemos aprender a orientar y administrar de manera positiva esa divinidad.
En éste principio se debe trabajar la concentración, la voluntad y la sabiduría.
Para memorizar más fácilmente éste principio, lo relacionamos y ubicamos con el vórtice, chakra o rueda de energía de nuestra coronilla (encima de la cabeza).

El Principio de Correspondencia.
“Así como es arriba así es abajo, y viceversa”, esto significa que las mismas leyes que organizan el macrocosmos (el Universo), regulan el microcosmos, que es el universo interior de cada uno. Si queremos conocer cómo funciona el universo, pues debemos empezar por conocernos primero a nosotros mismos. Si iniciamos el proceso del autoconocimiento sabremos como se mueve todo, y cómo podemos modificarlo. Si queremos que nuestra pareja cambie, que cambien nuestros hijos, o que cambie nuestra familia, el vecino y hasta el mundo, debemos empezar por cambiar nosotros, porque somos como un espejo mágico, en donde todo y todos se reflejan. Si queremos que esa imagen cambie tenemos que hacer magia interior para reflejarlo en el exterior. Es a través nuestro que se inicia la reacción en cadena, porque como ya dijimos antes, somos dioses creadores, arquitectos de nuestra propia realidad.
En éste principio se debe trabajar el despertar de la conciencia, el discernimiento y la intuición.
Esta ley la relacionamos con el vórtice de la frente, el entrecejo, y la ubicamos para memorizarla en esa posición.

El Principio de Vibración
“Todo vibra, todo esta en movimiento”, todo se mueve hacia un cambio, hacia su propia transformación; pero también este principio tiene que ver con el poder del sonido que se manifiesta en nosotros a través de la palabra, como “La Magia del Verbo”. Esto quiere decir que “uno concreta lo que decreta”.
En el evangelio de San Juan dice: “En el principio era el Verbo (la palabra), y la palabra era Dios, y la palabra estaba al lado de Dios, y por la palabra todas las cosas fueron hechas”. Qué importante entonces es la palabra si se le asigna ese poder de materializar intenciones.
Debemos tener mucho cuidado con las cosas que decimos porque la palabra es creadora, y tiene su propia carga vibratoria que puede contaminar el ambiente o lo puede elevar vibratoriamente.
Decía un adagio árabe: “Habla solo cuando tus palabras sean más dulces que tu silencio”. De tal manera que si no tenemos nada bueno que decir, debemos aprender a guardar silencio.
La palabra es la que da forma a las cosas. Por la palabra se puede construir o destruir. La palabra es una llave que puede abrir puertas entre las dimensiones, así como puede aperturar las conciencias y los corazones de los semejantes, pero sólo si se emplea adecuadamente.
En éste principio se debe trabajar con la respiración, el autocontrol, la inteligencia, la auto observación, la prudencia y la pureza.
La ubicación de este principio sería a la altura de la garganta.

El Principio de Polaridad
“A toda fuerza se le opone otra contraria de igual intensidad”. Uno mide la importancia de las cosas que realiza en la vida por el grado de dificultad que se genera como reacción contraria.
La vida se encarga continuamente de ponernos a prueba para fortalecer nuestra voluntad y convicción, pero muchas de estas pruebas son consecuencia de la misma acción generada con nuestras decisiones y actitudes previas. Los cristales se forman en el interior de la Tierra debido a grandes presiones. Exactamente igual ocurre en el ser humano que se va perfeccionando a través de presiones, pruebas y dificultades que se le van presentando en el camino de la vida.
El problema en la vida no es cuando hay problemas, sino cuando no los hay, porque entonces debemos pensar que lo que estamos haciendo no tiene mayor trascendencia, o es que en cualquier momento se darán las dificultades que se encuentran como represadas, y hay que estar preparado para ello.
En el libro del Quijote, su autor Miguel de Cervantes pone en boca del famoso hidalgo: “Ladran los perros Sancho, señal de que avanzamos”.
En ésta ley se debe trabajar la perseverancia, la paciencia, la tolerancia y la convicción.
Este principio lo ubicamos a la altura del vórtice del corazón.

El Principio del Ritmo
“Todo va y viene. Nada permanece igual para siempre”. Todo esta sujeto a fluctuaciones, todo cambia, todo esta sujeto a variaciones y a permanentes modificaciones; todo se mueve como un péndulo. No siempre estaremos bien, ni siempre mal. “Cuanto más oscura esta la noche, señal es que el día esta más cerca”. Todo en la vida esta sujeto a ritmos que pueden llegar a ser controlados por nuestra voluntad y conciencia. Nuestra vida puede y debe ser dirigida por nuestra voluntad y conciencia, procurando lo mejor, aprendiendo previamente s reconocer qué es lo mejor.
En esta ley se deberá trabajar la voluntad, la fe, la paciencia, la constancia y la esperanza.
Este principio lo ubicamos a la altura del Plexo Solar, ligeramente por encima del ombligo.

El Principio de Causa y Efecto
“Toda causa tiene su efecto. Todo efecto tiene una causa; todo obedece a leyes universales”. Nada ocurre porque sí, todo es producto de una razón o motivo, y además, todo apunta en una dirección.
Dicen las Sagradas Escrituras: “Has con otros como quisieras que hicieran contigo, no hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti”. He aquí la regla de oro en el comportamiento de nuestra vida para construir una atmósfera alrededor nuestro de paz y armonía.
Los seres humanos somos el resultado de nuestras existencias pasadas, nadie está improvisado en el camino. Todo en nuestra vida es consecuencia de las necesidades de nuestro actual aprendizaje y de las decisiones, pensamientos y actos con los que sembramos nuestro camino a lo largo de nuestras existencias, incluyendo la presente.
La cosecha de nuestra vida es el producto de la siembra de nuestras acciones.
Esta ley universal es la base del concepto de la reencarnación, de la existencia de las vidas sucesivas como proceso de aprendizaje y crecimiento.
En ésta sexta ley se ha de trabajar el servicio con discernimiento, bondad y con decisión.
Este principio lo ubicamos a la altura de los órganos sexuales.

El Principio de Generación
“Todo tiene su principio masculino y femenino, su positivo y su negativo; todo busca su complementación. Los opuestos son necesarios para el crecimiento de ambos”. Todo en el universo busca su complementación, así la luz y la oscuridad, lo bueno y lo malo.
Con el tiempo uno llega a darse cuenta que hasta lo malo en la vida no es tan malo, porque hace que lo bueno sea más bueno. ¿Quién sabría valorar la luz del día si antes no pasa por las tinieblas de la noche?
En esta séptima ley habremos de trabajar la comprensión, la tolerancia, el respeto y el amor.
Este principio lo relacionamos y ubicamos con el primer chakra ubicado en el cóccix.

¿Cómo accionar las Leyes y Principios Universales?
Cada vez que nosotros hacemos una oración, o un ejercicio de canalización de energías, o nos imaginamos que nos protegemos creando mentalmente una cúpula de protección, o hacemos una cadena de sanación o de irradiación al planeta, o hacemos una imposición de manos a alguien, o deseamos algo con fe estamos accionando las Leyes y Principios Universales.

¿Cómo y cuando se pueden poner en práctica las 7 Leyes y Principios Universales?
Cada vez que realizamos con convicción las prácticas de respiración, relajación, concentración y meditación, orientadas hacia un fin determinado estamos accionando las leyes y los principios universales. Por ello es muy importante la capacidad y seguridad (convicción) que lleguemos a desarrollar mediante ejercicios y prácticas para enfocar nuestra atención, y la energía en tal o cual dirección, para tal o cual resultado.

TRES UNIVERSOS Y 7 CUERPOS
Los Guías Extraterrestres nos han enseñado que existen tres universos, uno contenido dentro de otro. Estos tres universos son: el material, el mental y un tercero llamado espiritual. Decíamos que el Universo Espiritual creo al Universo Mental, y éste a su vez al Material. El Material posee siete dimensiones y esta regido por las siete leyes o principios antes mencionados. El Mental posee tres dimensiones y esta regido por tres leyes o principios; mientras que el Universo Espiritual tendría dos dimensiones (son muchas más pero de una manera esquemática las explicamos así) y estaría regido por dos leyes. Para crecer en conocimiento y experiencia, cada vivencia dimensional nos permite contar con vehículos o cuerpos.
Los siete cuerpos del ser humano son:
El Físico denso material: es el embase biológico de los demás.

El Cuerpo Astral: que es el cuerpo de las emociones y los deseos, unido al físico por el cordón de plata, el cual se quiebra cuando nosotros morimos.

El Mental Inferior: que es la personalidad y el carácter.

El Mental Superior o nuestra Cuarta Dimensión: es el cuerpo donde se encuentra todo nuestro potencial psíquico y percepción extrasensorial.

El Alma o la Catedral del Espíritu: que es el acopio de las experiencias de nuestras vidas pasadas. Allí se encuentra nuestra misión y nuestro Nombre Cósmico o Clave Vibratoria Personal, una suerte de mantram individual (sonido primordial)

El Espíritu: que es la conciencia.

La Esencia: que sería nuestra esencia divina.

En el ser humano se dan los tres universos en los tres planos de conciencia, como son el físico, mental y espiritual. Los primeros tres cuerpos : el Físico, el Astral y el Mental Inferior, constituyen el Plano de la Conciencia Material, y nos conectan a través del Plano Material con el Universo Material de siete dimensiones.
Los cuerpos Mental Superior, el Alma y el Espíritu constituyen el Plano de la Conciencia Mental, y nos conectan a través del Plano Mental con el Universo Mental de tres dimensiones.
El séptimo vehículo, que es nuestra Esencia, también se divide en tres: Voluntad, Sabiduría y Amor, constituyéndose como el Plano de la Conciencia Espiritual y conectándonos a través del Plano Espiritual, con el Universo Espiritual de la onceava dimensión en adelante.
Nosotros podemos vivir simultáneamente en las siete dimensiones del universo material, y a través de los planos de conciencia, en los tres universos, solo que requerimos primero darnos cuenta de ésta multiplicidad de realidades que es lo que conocemos como el despertar la conciencia , luego fortalecer la voluntad y finalmente, mantener la conciencia despierta para iniciar el ascenso .
¿Y cómo hacerlo? Lo interesante es saber que la forma no es lo más importante, sino la actitud. Técnicas hay muchas, lo importante es que si creemos en lo que estamos haciendo y en su resultado final, lograremos nuestro objetivo, pero si no es así, estaremos pasando de una técnica a otra, de una forma a otra sin avanzar ni profundizar.

UNIVERSO DIMENSIONES LEYES CUERPOS

Espiritual 2 1. Unidad Esencial
2. Amor

Mental 3 1.Voluntad Consciente Espíritu
2. Sabia Creación Alma
3. Generación de Experiencia Mental Superior

Material 7 1.Mentalismo Mental Inferior
2. Correspondencia Astral * 3.Vibración Cuerpo Físico
4. Polaridad
5. Ritmo
6. Causa-Efecto
7. Generación

CORRESPONDENCIA DE LOS CHAKRAS, SUS COLORES Y SÍMBOLOS CON LOS CUERPOS Y PRINCIPIOS UNIVERSALES

CHAKRAS COLOR SIMBOLO PRINCIPIOS CUERPOS
Coronilla Violeta Flor de Loto 1.Mentalismo 7. Esencia
Frontal Azul Estrella 2.Correspondencia 6.Espíritu
Garganta Celeste Media Luna 3.Vibración 5.Alma
Corazón Verde Cruz 4.Polaridad 4.Mental
Superior
Plexo Solar Amarillo Círculo 5.Ritmo 3.Mental
Inferior
Vientre Naranja Triángulo 6.Causa-Efecto 2.Astral
Raíz Rojo Cuadrado 7.Generación 1.Cuerpo Físico


CHAKRAS GLANDULAS TONO SENTIDO ASTRAL
Sahasrara Pineal si Bilocación
Ajna Pituitaria la Clarividencia
Vishuddha Tiroides sol Clariaudiencia
Anahata Timo fa Dermóptica
Manipura Páncreas mi Viaje Astral
Swadistana Bazo re Proyección Mental
Muladhara Adrenales do Intuición

miércoles, 23 de diciembre de 2009

FELIZ NAVIDAD A TODOS LOS HERMANOS EN EL MUNDO

EL BLOG:. MASONES DE LA LENGUA ESPAÑOLA LES DESEA UNA FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO, QUE LA LUZ DEL GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO. ILUMINE A TODA LA HUMANIDAD.
VICTOR SALAZAR SOTO

FRANCISCO DE ASIS ...
Oh Señor, haz de mi un instrumento de tu paz:
Donde hay odio, que yo lleve el amor.
Donde hay ofensa, que yo lleve el perdón.
Donde hay discordia, que yo lleve la unión.
Donde hay duda, que yo lleve la fe.
Donde hay error, que yo lleve la verdad.
Donde hay desesperación, que yo lleve la esperanza.
Donde hay tristeza, que yo lleve la alegría.
Donde están las tinieblas, que yo lleve la luz.
Oh Maestro, haced que yo no busque tanto:
A ser consolado, sino a consolar.
A ser comprendido, sino a comprender.
A ser amado, sino a amar.
Porque:
Es dando, que se recibe;
Perdonando, que se es perdonado;
Muriendo en Ti, que nacemos a la Vida Eterna........

TODOS TENEMOS UN FRANCISCO DE ASIS, QUE VIVE EN CADA UNO DE NOSOTROS QUE QUIERE SALIR AL MUNDO HA DAR AMOR

lunes, 21 de diciembre de 2009

LA MUJER EN LA MASONERIA


MASONES DE LA LENGUA ESPAÑOLA NEW YORK.
LA MUJER EN LA MASONERIA

"Cuando nosotras nos levantamos
se levanta la humanidad entera.
Los corazones padecen hambre,
al igual que los cuerpos
PAN Y ROSAS,
QUEREMOS PAN Y ROSAS
Poema Anonimo.

Y a todo esto, ¿Qué sucedió con la mujer en relación a la Francmasonería?

En la Edad Media, las corporaciones de arquitectos y picapedreros, en la gran mayoría de los casos estaban integradas por hombres. En la gran mayoría, lo que no significa que no existieran mujeres que cumplieran estos Oficios, pues no todas las corporaciones medioevales excluyeron a la mujer.

En el “Libro de los Oficios del Preboste de Paris”, que data del año 1270, se detallan los oficios y corporaciones exclusivamente femeninas, las que presentaban en su construcción y funcionamiento, marcadas semejanzas con las de los masones operativos de la época. En este sentido, es particularmente destacable la cofradía de las Hilanderas.

En el sistema de aprendizaje de oficios de las cofradías del Compañonage (una institución muy vieja en Europa), en el viaje que ha efectuado todo compañero desde el medioevo, el llamado “Tour de France”, la “Madre” ha sido la encargada o dueña de la posada o albergue en que pasan los “compañeros” su período de prueba del oficio, y la que organiza sus vidas, vela porque reine el orden, la justicia y el entendimiento fraternal entre todos. Estos viajantes aprendices, pueden llegar hasta la centena de jóvenes entre 18 y 25 años durante un período que puede ir de 6 meses a dos años. Unico personaje femenino admitido en el Compañonage, ha gozado siempre de una autoridad reconocida y de un respeto profundo.)


La Guilda (corporación) inglesa de los Carpinteros de Norwich, que data de 1375, guilda a la que también pertenecían los albañiles de York, recuerda que: “Todos los años, el sábado siguiente a la Ascensión, los Hermanos y Hermanas se reunirán en un lugar determinado para recitar oraciones en honor de la Santa Trinidad, por la paz y la unión del país...” “Si muere algún miembro de la guilda, sus Hermanos y Hermanas deben rezar por él ...”

Mujeres en la historia de Masonería

Entre los constructores de Catedrales encontramos el nombre de una mujer, Sabine de Pierrefonds, hija de Hervé de Pierrefonds, más conocido por su nombre germánico de Erwin de Steinbach, constructor principal de la Catedral de Strasburgo. Sabine esculpió algunas de las notables estatuas de Notre Dame de París, y a su vez en tanto que Maestra de Obra, formó Aprendices en su oficio. Y es probable que no fuera la única mujer en ser Maestra del Oficio.

También se puede pensar en la recepción de las esposas de los Maestros, pues en las ”Antiguas Constituciones de los masones francos y aceptados, tomadas de un manuscrito escrito hace 500 años” de J. Roberts, escrito en 1722, en la parte del Reglamento de los Aprendices, dice: “No revelaréis los secretos o proyectos de vuestro Maestro o de vuestra Maestra ...”


En los archivos de la Logia de York N° 236, que perteneció a la antigua Gran Logia de toda Inglaterra, existe un manuscrito de 1693, por el que nos enteramos que durante una recepción en el Siglo XVII: “Uno de los antiguos toma el Libro, y aquél o aquella que debe ser hecho masón posa las manos sobre el Libro, y le son dadas las instrucciones”.

Incluso la iniciación femenina a la francmasonería aceptada se extendió a una soberana, Ana Estuardo, hija de Jacobo II, que reinó sobre Gran Bretaña e Irlanda de 1702 a 1714.

Cuando surgió la masonería especulativa, o moderna, en el Siglo XVIII, la mujer no estaba ni económica, ni social, ni políticamente emancipada, y las Constituciones de Anderson de 1723 que dieron el puntapié inicial de la Francmasonería Moderna no las tuvieron en cuenta. Tal vez porque su redactor, el Hermano Masón Anderson, además era pastor anglicano, y, en esa doble condición, pudo haber pesado los prejuicios religiosos de la época. Felizmente, hoy la Iglesia Anglicana acepta el sacerdocio femenino. La masonería inglesa aun no ha incorporado a la mujer, aunque tenga a una reina como jefe de la Nación inglesa.

Pero las mujeres no quisieron permanecer indiferentes a las realizaciones de las asociaciones masónicas. Es así que en Francia, en 1730, sólo 5 años después de la aparición de la masonería especulativa en este país, comienzan a realizar gestiones para ser aceptadas en la Institución.


Mientras, forman parte de Asociaciones de tipo masónico, tales como la “Orden de los Caballeros y Caballeras del Ancla”, creada en 1747, de los “Leñadores y leñadoras”, creada también en 1747. El 10 de junio de 1774, el Gran Oriente había tomado bajo su protección, en una Asamblea General, la Masonería de Adopción.

En el año 1775, el marqués de Saisseval, ayudado por otros hermanos no menos ilustres, forman la Logia “El Candor” el 11 de marzo. Fue su primera Gran Maestra la Duquesa de Bourbon, a quienes siguieron la Princesa de Lamballe (1780), la Emperatriz Josefina (1805), Madame de Vaudemont (1807), Madame de Villete (1819), amiga personal de Voltaire.

A lo largo del Siglo XIX y principios del XX, la Masonería de Adopción fue desapareciendo, transformándose en masonería femenina, especialmente con el surgimiento de la Unión Masónica Femenina de Francia, el 21 de octubre de 1945, que culminó en 1952 con la creación de la Gran Logia Femenina de Francia. Pero fuera de las Logias de Adopción, fueron iniciadas mujeres.

En 1837, la revista “El Universo Masónico” sostuvo que Madame de Xaintrailles, fue iniciada en ese año por la Logia masculina “Los Artistas”, de París.

Flora Tristán, hija de un peruano, nacida en París, combatiente por los derechos de la mujer, fue iniciada en 1830, y sus Hermanos le escribían en lenguaje ritual y la ayudaban moral y materialmente (en su lápida está grabado: “Libertad – Igualdad - Fraternidad - Solidaridad” y firmado con tres puntos).

“Membresía” Gran Problemática al Nivel Mundial de Nuestra Orden


Masones de la lengua Española New York.
“Membresía” Gran Problemática al Nivel Mundial de Nuestra Orden
Por el R:.H:.
Dante Rodolfo Novoa Manrique 33°
ESTADOS UNIDOS

Hace siglos que se ha venido recopilando datos, informes y memorias con el propósito de fundamentar una idea muy clara de las verdaderas actividades que se desarrollan en el seno de nuestra augusta orden masónica, que permita esclarecer su cimentación ideológica, para firmar o negar su intervención espiritual o física en el ADELANTO del conocimiento humano.

Toda esta estadística que se han realizado en todos estos años ha dejado como conocimiento que se debe trabajar mucho para comprender el auge y declive de la francmasonería de la lengua Española en el mundo.

Nos preguntamos: ¿Cuáles serían los puntos de partida para incrementar este auge? ¿Acaso podríamos comenzar con la expansión de los métodos? ¿Tomar justificación de la comunicación científica? O, ¿tratar con justicia y cortesía en los grados?

En la expansión de los métodos.- Comenzaríamos con la capacitación de Nuevo maestro que animen a los Hermanos a incrementar su fe en ellos mismos y darles transfusión de amor hacia la masonería, tomar mayor participación en redacciones de artículos científicos que hagan a todos los Hermanos interesarse mas en tomar la pluma y que incremente el conocimiento de los nuevos Hermanos; porque cuando el investigador goza de crédito local podría publicar sus investigaciones científicas en el ámbito internacional, ya que con los convenios que las grandes logias han adquirido con el extranjero el prestigio de la persona que escribe se expandiría y también en nombre de sus madres logias y por consiguiente, el renombre de la gran logia al que este afiliado.

Una vez que se adquiera el prestigio de la técnica empleada, restaurando la casi perdida costumbre de las pasadas décadas las cuales inspiradas en la pueril vanidad de asombrar a los Hermanos con los detalles de los procedimientos que lo habrían de conducir a la verdad. Mr. Billings, sabio bibliotecario en Washington agobiado por la tarea de clasificar miles de folletos; en los cuales con el mismo significados se daban a conocer casi los mismos hechos o se exponían verdades ya, de antiguos sabidas; se aconseja a los Hermanos:
a) tener algo nuevo que decir.
b) decirlo
c) callar en cuanto queda dicho
d) dar a la publicación títulos y orden adecuados.

En efecto lo primero que necesitamos para tratar los asuntos masónicos, cuando no nos impulsa la misión de la enseñanza es tener alguna observación nueva o idea útil que comunicar a los demás en el grado de la orden.

En literatura como en la oratoria los entendimientos ceromáticos o dispersivos pueden ser de gran utilidad para los recién iniciados, que serian jueces implacables de las obras expuestas.

En el campo de la justicia y cortesía de los juicios se aconseja que al consignar los antecedentes históricos, nos vemos obligados con frecuencia a formular juicios acerca del alcance de la obra ajena - excúselo- es advertir, que en tales apreciaciones debemos comunicarnos no solo con imparcialidad, sino haciendo gala de exquisita cortesía y de formas agradables y indulgentes con las equivocaciones. Seremos repites y modestos ante los lapsos, si es que los encontramos.

Temamos siempre que en nuestras observaciones represente ligerezas de la impaciencia o del espejismo del entusiasmo juvenil.

Con estas precauciones evitamos en lo posible desdenes sistemáticos hacia nuestra orden; querellas y polémicas envenenadas en las cuales perderíamos tranquilidad y tiempo, sin ganar pizca de prestigio y autoridad.

Porque en la apreciación de nuestros méritos solo tendría en cuenta los hechos nuevos aportados en beneficios de nuestra orden y nuestros hermanos.
MASONES DE LA LENGUA ESPAÑOLA NEW YORK.