viernes, 3 de julio de 2015

EL SIMBOLISMO DEL RITO ESCOCES ANTIGUO Y ACEPTADO


EL SIMBOLISMO DEL RITO ESCOCES ANTIGUO Y ACEPTADO


RITO ESCOCES
El Rito Escocés Antiguo y Aceptado, es un rito masónico derivado del sistema escocés que se practicaba en Francia, fundamentalmente en logias de París y Burdeos, a mediados del Siglo XVIII (18). Los documentos admitidos y autorizados por los masones que siguen este rito, establecen que el origen del mismo tuvo lugar luego de la primera Cruzada, simultáneamente en Escocia, Francia y Prusia, pero por razones desconocidas cayó en desuso desde aproximadamente 1648. De acuerdo a la historia masónica En 1739 en la Gran Logia de Londres, 2 en 1786 el Gran Oriente de Francia procedióel 25 de mayo de 1782, habrían sido confirmadas las Constituciones de Burdeos, en una época en que el Rito Escocés no constaba más que de 25 grados y se veía amenazado por las recientes discordias nacidas en Alemania.
Viendo que el rito se encaminaba al ocaso, en 1786 se decidió investir de todos los poderes y prerrogativas a un Consejo de Soberanos Grandes Inspectores Generales, sujeto a Constitución y Reglamentos, para que dirigiera los destinos de la Orden de allí en adelante.
En ese mismo momento se amplió la escala jerárquica de los grados elevando su número hasta 33°, y se formó con todos los hermanos de ese grado, un soberano capítulo denominado Supremo Consejo del Grado 33°. este Rito Escocés es quizás el que más difusión ha tenido en el mundo, y el que mayor compromiso político y social ha demostrado a través de la historia. En la actualidad el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, continúa trabajando en el mundo con 33° grados masónicos, con algunas variaciones en los nombres de los mismos, de acuerdo a las jurisdicciones. Se trabaja en forma ritual a través de dramatizaciones de muy antigua simbología, en donde se representan las grandes leyes que rigen el Universo.
Además del estricto trabajo ritual, también se pone énfasis en los trabajos de tipo intelectual, presentándose los mismos en planchas o trazados, los cuales una vez leídos en las ceremonias llamadas “Tenidas”, son tratados y discutidos en forma oral por los hermanos presentes.
El rito es coses antiguo y aceptado es el único que contiene dentro de sí un sistema de enseñanza completo que se transfiere atreves de los dos hemisferios cerebrales proveyendo un conocimiento integral.
El hemisferio Derecho es el inconsciente en los diestros y el Izquierdo es el inconsciente en los zurdos, dentro del rito primera mente encierra atreves de su ritual saberes; filosóficos, y conocimientos científicos que dirige nuestro 20% o consiente que se encarga de toda percepción lógica.

Mientras que sus alegorías, simbolismos, principios morales, esoterismo y alegorías, son de manera metafórica, que se encierra en nuestro 80% o inconsciente que funciona por medio de caracteres simbólicos.
El 20% de nuestro cerebro es participe del estado denominado consiente, mientras que el 80% pertenece a nuestro inconsciente.
El total de nuestro 20% es usado solo en estados de alerta, peligro, o estados alterados de conciencia, mientras que el 80% se mantiene activo en el tras curso de nuestras vidas.
El objetivo de este rito es mostrar el esparcimiento de la mente que la lleva a seccionar la realidad que captan los sentidos adaptándola a las estructuras mentales que ella misma ha confeccionado, de tal modo que no captamos la realidad completa, tal como es sino fragmentos de la panorámica total de la que formamos parte y sin embargo tenemos la ilusión de que estamos separados es decir tenemos la ilusión de que cada uno tiene una existencia individual distinta y separada, siendo en esencia que todo ser y toda cosa existente en el universo es un miembro u órgano de una sola y misma realidad.
Pues La metáfora es la única manera de entender la realidad de DIOS, siendo la metáfora el único medio de entendimiento humano sobre lo divino, las composiciones metafóricas, y los antropomorfismos comprenden la única realidad humana y divina.
Todo aquello que está más haya de nuestra comprensión lógica solo es explicable por medio de la metáfora.
Las metáforas son explicaciones que a través del lenguaje figurado, simbólico, alegórico o figurativo que expresan una realidad divina, mientras que el antropomorfismo, es una manera de expresar en formas, caracteres, o semejanzas humanas, las cualidades, emociones o atributos divinos.
Nuestro simbolismo explica un hecho, o un conocimiento, Y el inconsciente acomoda esas ideas para ajustarse y plasmar una enseñanza y atreves de La metáfora y el antropomorfismo que se basa en las percepciones cognitivas de la realidad que se dan en la conciencia para extraer los conceptos, las representaciones y definiciones fundamentales.
Es por ello, que la metáfora y los antropomorfismos parten de los principios del saber espiritual, cognitivas sensoriales, subjetivas y espirituales, para substanciar las descripciones, explicaciones y aplicaciones prácticas del fenómeno espiritual.
El simbolismo masónico no es sino una alegoría es decir una enseñanza atreves de una realidad metafórica con una representación antropomórfica. Que recibe el termino de herramienta o herramientas que se entiende como utensilio, instrumento o elemento cognitivo que guarda un conocimiento o representación.
Como conclusión nuestras enseñanzas son directamente dirigidas a nuestro inconsciente, con la finalidad de que nuestro consiente regule sus funciones de acuerdo a los conceptos y formas de percepción masónicas. Logrando que todo el conocimiento masónico quede en función de nuestro carácter instintivo, con la finalidad de moralizar, des dogmatizar, y liberar nuestra conciencia, que en el sentido figurado, constituye la esencia de la instrucción moral, espiritual y filosófica.

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El papa Francisco sobre los masones, comecuras, anticlericales y demoníacos

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El papa Francisco sobre los masones, comecuras, anticlericales y demoníacos

El papa Francisco se ha referido a la Masonería en un encuentro con jóvenes celebrado en Turín: “En esta tierra a finales del siglo XIX las condiciones para el crecimiento de los jóvenes eran pésimas: la Masonería imperaba, la Iglesia no podía hacer nada, había comecuras, había satanistas… Fue uno de los peores momentos y de los peores lugares de la historia de Italia”.

En una acto posterior en la Basílica de María Auxiliadora, según recoge Aciprensa, el Papa insistió en la misma idea, que, señala El Oriente, publicación editada por el Equipo de Comunicación de la Gran Logia de España, contribuirá a alimentar los sentimientos de odio hacia la Masonería: “esta región de Italia estaba llena de masones, comecuras, anticlericales y demoníacos”.

La Masonería fue condenada en el siglo XVIII por una Iglesia que ya no existe, prosigue El Oriente: La religión, elemento esencial de identidad para muchos seres humanos, puede fácilmente convertirse en un elemento de exclusión, de diferencia, de conflicto y muerte, como ocurre hoy, por ejemplo, en las persecuciones intolerables que padecen los cristianos en Siria. La Masonería moderna nació en la Europa del siglo XVIII, como un espacio de tolerancia en medio de la intolerancia. Los dos siglos previos a la creación de la Gran Logia de Londres en 1717 estuvieron marcados por las guerras de religión entre católicos y protestantes que se cobraron, sólo en sus tres principales conflictos, entre seis y ocho millones de muertos. En aquel ambiente irrespirable y oscuro, la luz de la Masonería propuso dos cosas: conócete a ti mismo y ama al prójimo para construir una fraternidad universal. Patriarca de Constantinopla Atenágoras I Siguiendo al artículo de El Oriente, la Masonería del siglo XVIII, cuyos principios permanecen inviolables en el seno de las Grandes Logias y Grandes Orientes regulares de todo el mundo, se anticipó al ecumenismo y al diálogo interreligioso: todos los hombres, sin importar nuestra religión concreta, somos hermanos. Este gran eje de la Masonería regular era inaceptable para la Iglesia Católica del siglo XVIII, pero no debería serlo para la del siglo XXI. Especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XX, las diversas confesiones cristianas han dado pasos importantes para superar su mutua intolerancia. En 1960, el Papa Juan XXIII fundó el Secretariado para la Unión de los Cristianos y comenzaron a producirse los encuentros ecuménicos entre distintas confesiones. Arzobispo de Canterbury Geoffrey Fisher En estos primeros contactos fueron especialmente relevantes el Arzobispo de Canterbury Geoffrey Fisher, Maestro Mason y Gran Capellán de la Gran Logia Unida de Inglaterra, y el Patriarca de Constantinopla Atenágoras I, también Maestro Masón.

El Diálogo Interreligioso fue impulsado a partir de 1964. En 2006, el Papa Benedicto XVI explicó el sentido profundo de estos encuentros entre personas de distintas religiones. Siguiendo cada uno “los caminos distintos que son propios de las diversas religiones” es posible “testimoniar unánimemente la paz” unidos por la idea de que “a nadie le es lícito asumir el motivo de la diferencia religiosa como presupuesto o pretexto de una actitud belicosa hacia otros seres humanos”. La tolerancia centenaria practicada por la Masonería en sus Logias, que le ha valido la persecución de las diversas manifestaciones políticas y religiosas de la intolerancia, es hoy felizmente explorada por las diversas religiones del mundo.

miércoles, 1 de julio de 2015

LOS SOLSTICIOS EN LA MASONERÍA.

Foto de Fabian Andrade.
LOS SOLSTICIOS EN LA MASONERÍA.


Las culturas antiguas tenían particular respeto y dedicación a la astronomía y de manera especial al Sol, a cuyo estudio y ofrenda dedicaron gran cantidad de sus templos. Por ello se les daba a los solsticios especial atención, puesto que son precisamente los momentos del año cuando el sol llega a sus puntos más lejanos de oscilación entre el Sur y el Norte, en junio (Cáncer) y diciembre (Capricornio) ; es decir, en el momento que en el Astro Rey tiene su máxima declinación meridional (al sur) o septentrional (al norte), aparentando detenerse (de ahí el termino latino Sol – Stitium) para iniciar su camino pendular de regreso hacia el otro extremo.

Desde las épocas más remotas y prácticamente en todas las civilizaciones se han festejado las fechas en que se presentan los solsticios: en Roma, se dedicaban al Dios JANO, representativo del Sol, quien presidía los comienzos, las iniciaciones (en latín INITIUM, INITIARE) y en particular el ingreso del Sol en los dos hemisferios celestes.

El mito de Jano aparece en las tradiciones gnóstica e iniciática de la más remota antigüedad, erigiéndose en uno de los símbolos fundamentales de la Ciencia Sagrada. Para entender la trascendencia de la adopción de este mito en la Francmasonería, hay que tener presente que el mito solar, modelo a escala de la magna dinámica del Logos en el Universo, es uno alrededor de los cuales gira integralmente la estructura simbólica masónica.

En cuanto a la recurrencia de la tradición juanítica primitiva con el esoterismo cristiano, cabe señalar una estrecha relación, manifiesta en no pocos textos bíblicos, entre Jesús, nacido en el
solsticio de invierno y Juan Bautista, celebrado en el solsticio de Verano, relación disuelta por razones teológicas muchos siglos después del inicio de la era cristiana, transponiendo esta relación de Jesús con Juan Bautista a Juan Evangelista.

El cristianismo, conocido receptáculo de las doctrinas anteriores a ella, adaptó la tradición Juanítica primitiva y la asimiló a la mitología Crística, ocupando un lugar preponderante al anular
las fiestas “del asno” en verano y las “saturnales” de invierno para cambiarlas por las fiestas de San Juan Bautista y San Juan Evangelista, respectivamente. En la Edad Media el ya entonces San Juan de los cristianos fue adoptado como “santo patrón” de los Collegia Fabrorum de artesanos y luego de los constructores, masones operativos, de donde pasó a la masonería especulativa desde su mismo surgimiento, a principios del Siglo XVIII.

Desde entonces y hasta la fecha, la Francmasonería asimiló a Janus dentro de su estructura simbólica y celebra en su honor las fiestas de Solsticiales, que como marcan algunos ceremoniales alusivos. Aquí nos sale al paso una pregunta: ¿Por qué dicen pertenecer a una Logia de San Juan?.

Desde el punto de vista Histórico, según una acreditada versión a la que hacen referencia varios autores masónicos, la utilización material del término “Logia de San Juan” dentro de la Mas:. se remonta al tiempo de las Cruzadas, cuando algunos caballeros masones se unieron a sus similares de la Orden de San Juan de Jerusalén, mejor conocidos como Templarios, por lo que en un gesto de solidaridad con los principios de estos últimos, fue aceptado por los primeros. Se cuenta que de ahí en adelante todas las logias se llamaron “Logias de San Juan”. Tal vez en forma sincrónica San Juan fue también tomado como patrono por parte de las corporaciones que ya señalamos.

No obstante esta explicación, que pudiera ser satisfactoria y suficiente a los ojos profanos, deja en los practicantes del Arte Real un hueco que requiere ser llenado al abrevar unas cuantas gotas del vasto manantial de la ciencia sagrada tradicional. He aquí algunos hallazgos:

El nombre JANUS o JANO tiene un parecido muy singular con el de JUAN y no es por casualidad que éste fue puesto por la tradición judeocristiana en el exacto lugar de aquel.

Filológicamente el nombre JUAN, en Hebreo Johan, en Griego Joánes, en Persa Jehan, en Salio Jánes, en Francés Jean, en Inglés John, en Alemán Johann, tiene por radical la voz semítica JAN.
También tiene una estrecha relación con el dios GANESA, el “señor de las dos vías” de la tradición hindú.

Ahora bien, si tomamos el nombre hebreo JEHOHANNAN, resulta que su traducción es “Agraciado o favorecido de Dios”, es decir, iluminado, iniciado. Por lo tanto el hecho de reconocerse como hermano o discípulo de Juan dentro de nuestra organización es de lo más correcto, dado nuestro carácter iniciático y tendiente al perfeccionamiento.

Jano y el Tiempo:

Por otra parte, desde un aspecto temporal, la imagen de Jano se interpreta habitualmente como símbolo del pasado (el perfil de un viejo) y el porvenir (el perfil de un joven). Interpretación correcta, aunque incompleta, dado que entre el pasado que ya no es y el porvenir que todavía no es, está un tercero y verdadero rostro de Jano, invisible, que mira el presente, que en la manifestación temporal no es sino un momento inasequible. No obstante, en la manifestación trascendente del espacio-tiempo es eterno, contiene toda la realidad. Este tercer rostro corresponde en la tradición hindú al tercer ojo de Shiva, invisible también y simbólico del “sentido de la eternidad”, cuya mirada por un lado reduce todo a cenizas, destruye todo lo manifestado, pero por otro, cuando la sucesión (línea) se convierte en simultaneidad (círculo), ve todas las cosas que moran en el “eterno presente”.

Así, Jano, igual que Shiva, es “señor del triple tiempo” y al mismo tiempo “señor de la eternidad”. Por su parte y en este mismo sentido, desde el punto de vista del esoterismo cristiano, el Cristo domina el pasado y el porvenir; coeterno con su Padre, es como él, “el antiguo de los días” (“in principium erat verbum”, como dice San Juan, con lo que Jano se asocia simbólicamente al Verbo Eterno) y al mismo tiempo quien vive y reina en el futuro “por los siglos (ciclos) de los siglos (recurrencia eterna)”. Pero cabe señalar que el “Señor de los Tiempos” obviamente no puede estar sometido al tiempo, igual que como dice Aristóteles, el principio del movimiento universal es necesariamente inmóvil.

Etimológicamente, la palabra Juan se relaciona con el vocablo latino JANUA, en castellano “puerta”, de donde a su vez deriva la palabra JANUARIUS o enero, inicio. En este contexto, es interesante resaltar el significado de puerta lo tiene también la letra griega “Delta”, que tiene la forma de un triángulo, forma empleada por los antiguos para el diseño de las puertas de acceso a los templos iniciáticos.

JANO representativo del ideal iniciático, simboliza, al igual que el Delta griego, la puerta de entrada a la verdadera iniciación e indica perfectamente que en la Mas:. tenemos y tomamos a nuestros viejos usos y costumbres como Piedra Fundamental del desarrollo de nuestras actividades; pero en lugar de estancarnos viviendo del pasado, debemos y tenemos la obligación de utilizarlas con miras al futuro para ser mejores y hacer mejoras en beneficio de nuestras familias, de nuestra comunidad, de nuestra nación y del mundo.

De tal forma, la expresión “Logia de San Juan” –Logia del Sol, de la Luz creadora-, viene a ser el apelativo de toda asociación de “Iniciados”, es decir, de seres humanos que transitan en el camino hacia la auto trascendencia mediante la Iniciación, término que aplicado en su sentido más general se emplea para designar a todos los que han sido admitidos en los misterios iniciáticos y más perfectamente, según el propio Magíster, aplicado “a los verdaderos hermanos de San Juan: a los maestros de la sabiduría que constituyen la gran Logia Blanca, la más justa y perfecta Logia de San Juan en la cual debemos buscar la inspiración y el origen profundo y verdadero de nuestra Orden”

EL RECONOCIMIENTO CONYUGAL MASÓNICO



EL RECONOCIMIENTO CONYUGAL MASÓNICO

Por Iván Herrera Michel

Aunque parezca un tema trivial a primera vista, a la luz de las nuevas sensibilidades y trasformaciones sociales el reconocimiento del conyugue de un (a) Hermano (a) nos reta como miembros de una institución que aspira a ser de cobertura universal, a promover el respeto y la tolerancia frente a culturas y opciones de vida diferentes, y porque además los Masones se precian de no ser un gólem descerebrado.

En efecto, no todo es cuestión de que una Logia diseñe una galante Tenida Blanca, para que un Masón o Masona en presencia de sus familiares y amigos, comparta con sus Hermanos su alegría y sentimientos amorosos de respeto, fidelidad y confianza con quien acaba de contraer matrimonio, le presente formalmente a la Orden y esta le profese admiración y se comprometa a la asistencia en caso de desventura.

Podríamos también asumir en principio que la calidad de cónyuge se adquiere al celebrarse un matrimonio, y que la forma tradicional es entre un hombre y una mujer que cuenten con amor, finalidad reproductiva y decisión propia. No siendo un asunto de género porque la palabra “conyugue” es un sustantivo común. O sea que se puede aplicar indistintamente a un hombre o a una mujer.

Sin embargo, y aunque la monogamia es la forma más común, la realidad social, histórica, sociológica antropológica y jurídica presenta mayores complejidades y diversos tipos de conyugues en los que no necesariamente se cumplen uno a varios de los anteriores requisitos.

Verdaderamente, las redes de parentesco son un producto cultural que difiere según épocas y geografías. Claude Lévi Strauss sostuvo que, “la cultura no está ni simplemente yuxtapuesta ni simplemente superpuesta a la vida. En un sentido la sustituye; en otro, la utiliza y la transforma para realizar una síntesis de un nuevo orden.”

Para Lévi Strauss “las estructuras elementales del parentesco son los sistemas cuya nomenclatura permite determinar en forma inmediata el círculo de los parientes y el de los allegados, es decir: los sistemas que prescriben el matrimonio con cierto tipo de parientes o, si se prefiere, aquellos sistemas que, al definir a todos los miembros del grupo como parientes, distinguen en ellos dos categorías: los cónyuges posibles y los cónyuges prohibidos.”

Igualmente la historia enseña que la institución del matrimonio solo se practicaba en occidente para fines patrimoniales y por la clase alta hasta el tercer siglo de nuestra era. Los que no poseían bienes de fortuna no lo efectuaban ni lo tenían como necesario para diseñar un proyecto de vida amoroso en conjunto o para tener hijos. Es más: los griegos ni siquiera tenían una palabra para designarlo ni civil ni religiosamente por mucho que la noche de bodas de Zeus con Heras durara trescientos años.

Matrimonio tampoco hay uno solo. Los hay que no desean tener hijos o formados tanto por heterosexuales, como por homosexuales, bisexuales, transexuales, intersexuales y asexuales, ya sea de composición bipartita, tripartita o multipartita. Y en algunos países a veces prima el interés, el acuerdo de los padres, el precepto religioso, un asunto de estado o la tradición, por encima del amor o la voluntad de los contrayentes.

En beneficio de la concreción de estas líneas nos referiremos únicamente a los matrimonios no monoparentales, validados por la cultura y que cumplan con las exigencias actuales de las leyes de sus países, a la luz del interrogante sobre a quién podemos considerar “conyugues posibles” para los efectos de aprobar un reconocimiento ceremonial solemne en una Logia Masónica.

Ejemplos hay muchos. Veamos:

Matrimonios Grupales

Matrimonio anillos

Se presenta cuando más de un hombre (poliandria) o más de una mujer (poliginia) constituyen una unidad familiar y son co-responsables frente a los hijos que surjan del matrimonio.

En el mes de agosto de 2012 se celebró legalmente en una Notaría en Brasil un matrimonio trial formada por dos mujeres y un hombre.

Si este hombre fuera Masón ¿Votaríamos a favor del Reconocimiento Conyugal de las dos esposas?

En el pueblo barí que habita las selvas del río Catatumbo, a ambos lados de la frontera entre Colombia y Venezuela, una mujer tiene multitud de parejas sexuales durante el embarazo y se entiende que todos son maridos de ella y padres de sus hijos.

Si esta mujer se hiciera Masona ¿votaríamos a favor del Reconocimiento Conyugal de los hombres de su pueblo? ¿Y si lo fuera uno de los hombres del pueblo reconoceríamos la calidad de conyugue de la embarazada?

En el Tíbet varios hermanos se pueden casar con una sola mujer y todos responden frente a los hijos como padres.

Si uno o varios de estos hombres fuera Masón ¿votaríamos a favor del Reconocimiento Conyugal de la esposa? ¿Y si la Masona fuera la esposa, votaríamos a favor de reconocer Masónicamente como conyugues al grupo de hermanos?

Algunos estados de Canadá y de los Estados Unidos permiten a los hombres la poligamia y en Suráfrica se puede elegir el régimen poligámico al celebrar el matrimonio.

Si uno de estos hombres poligámicos fuera Masón ¿votaríamos a favor del Reconocimiento Conyugal de las esposas?

En el caso de un Masón musulmán de Arabia Saudita que lo solicite ¿Votaríamos a favor de celebrar una Ceremonia Solemne de Reconocimiento Conyugal de sus cuatro esposas?

Matrimonios de Adultos con Niñas

Aún se practican en varias modalidades, legalmente y apegados a tradiciones muy sagradas, en Bangladesh, India, Afganistán, Pakistán, Malí, Chad, Nepal, Etc., e implican a la impresionante cifra de 41.000 niñas cada día en el mundo. Unas 15 millones al año.

Ya Europa ha dejado de realizar el compromiso matrimonial de niños por razones de estado, a pesar de que una buena parte de la prensa todavía parece extrañarlos. Un ejemplo famoso y emblemático en el pasado fue el de María I Tudor, hija de Enrique VIII, comprometida a los dos años de edad con el Delfín de Francia, Francisco I, y luego a los seis años con su primo el emperador Carlos V, para después firmarse otro más, en una serie de alianzas destinadas a reforzar las relaciones internacionales.

Si el adulto mayor fuese Masón ¿votaríamos a favor del Reconocimiento Conyugal de las niñas? ¿Y si fueran varias las niñas las reconoceríamos a todas? ¿O pondríamos condiciones del tipo de “se reconoce la niña solo si no tienen vida marital antes de tal edad”?.

Matrimonios Igualitarios

Son los que se practican entre personas del mismo sexo, y actualmente está permitido legalmente en 23 países del mundo, incluyendo el reciente referendo de Irlanda y el fallo de la Corte Suprema de los Estados Unidos. Otras más han legislado denominándolos “parejas de hecho” o “uniones civiles”. Hasta en un estado confesional de naturaleza judía como el de Israel los “common-law partners” pueden ser matrimonios del mismo o de diferentes sexos. Y como la realidad suele ser imprevisible, no sería de extrañar que en Brasil se pueda celebrar legalmente un matrimonio trial igualitario.

Como antecedentes Masónicos de Reconocimientos Conyugales igualitarios en que se colocaron los derechos de las personas por encima de las tradiciones, podemos traer a cuento dos casos que tuvieron cobertura mediática, pero que no son los únicos porque la mayoría se celebra con discreción:

El día 9 de septiembre del año 2006 la Gran Logia Femenina de Francia celebró solemnemente una Ceremonia de Reconocimiento Conyugal a una pareja de lesbianas. Solo una de ellas era Masona.

Posteriormente, el 14 de julio de 2014, durante la Gran Maestría de Ángel Jorge Clavero, la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones celebró igualmente un ritual de reconocimiento conyugal Masónico en uno de sus Templos a dos Masones homosexuales.

¿Votaríamos a favor del Reconocimiento Conyugal de los conyugues homosexuales? Y si el matrimonio legal fuera contraído por tres homosexuales de los cuales uno solo es Masón ¿reconoceríamos a los dos profanos?

Matrimonios por Razones Religiosas

En algunas comunidades judías encontramos el matrimonio sororal mediante el cual el viudo debe casarse con una hermana de su mujer fallecida, y la Ley del Levirato por la que una viuda debe casarse con un hermano del marido que ha muerto.

Si el viudo o viuda fuese Masón ¿votaríamos a favor del Reconocimiento Conyugal a la nueva esposa o esposo?

Matrimonios de Hecho

Tomando como muestra lo que sucede en mi país (que no es particularmente liberal), tenemos que según el Mapa de Familias 2014 elaborado por la organización Child Trends el 38% de las parejas de Colombia conviven sin estar unidas formalmente por matrimonio civil o religioso. En Francia el guarismo de uniones libres llega al 56%.

En algunos países anglosajones se conoce este tipo de matrimonio como de derecho consuetudinario (common-law marriage, common-law partners, informal marriage, marriage by habit and repute, relationships, domestic relationships y personal relationships), y tienen los mismos efectos legales que los otros matrimonios que se inician de manera más formal.

En caso de solicitarlo un Masón o Masona que convive así ¿votaríamos a favor del Reconocimiento Conyugal a la pareja de una unión libre?

Matrimonios Concertados

En China y Japón, por ejemplo, aún tienen plena validez jurídica los matrimonios dispuestos por los padres para conservar un cierto estatus económico o social a través de convenios entre familias sin contar con el beneplácito de los conyugues. Naturalmente, la pareja así conformada carece de amor romántico en principio y suele conformarse con aspirar a un amor de compañía surgido a lo largo de la convivencia.

Si un Masón o Masona casado de esta manera lo solicita ¿votaríamos a favor del Reconocimiento Conyugal a su esposa?

Hemos vistos diez dilemas morales que podríamos plantearnos en la esfera de la realidad, y a los que debemos darle una respuesta razonada y discursiva del tipo SI o NO, siendo las dos posturas discutibles, posibles y justificables. Un punto importante en el análisis de estos diez dilemas es que además de ciudadanos occidentales, tenemos en cuanto que Masones la categoría de miembros de una institución iniciática que gravita sobre la aceptación de otras formas de cultura y el respeto a las libertades individuales.

En el caso de las niñas casadas con adultos, no veríamos mayor dificultad en inclinarnos por la balota negra basados en la defensa de los derechos humanos de los niños, porque como decía Edmund Burke “hay un límite más allá del cual la tolerancia deja de ser una virtud”.

Pero en las otras nueve situaciones estamos frente a experiencias sacadas de la vida real que comprometen a adultos que asumen voluntariamente una biografía propia, de acuerdo a las opciones que le brinda su cultura, a la que le otorgan un sentido y que piden a sus hermanos Masones que la respeten y acepten porque a más nadie implica.

Y aquí es donde se encuentra el nudo de la discusión, puesto que las razones que con mayor frecuencia encontramos en los dilemas morales están basadas en los posibles resultados de la conducta, en los referentes que guían nuestra conciencia y en los valores que consideramos imprescindibles.

Para el caso específico del Reconocimiento Conyugal Masónico, su nacimiento se presenta en el ambiente galante y romántico de la Francia de la segunda mitad del siglo XVIII, y se extiende por la Masonería continental bajo el alero de un positivismo que se complace en reemplazar las ceremonias religiosas por otras civiles, hasta que finalmente es bien recibida en Grandes Logias del grupo de orientación anglosajona. En una adecuación tan plural, que a decir verdad en ocasiones nos encontramos frente a ceremonias de Reconocimiento Conyugal que a todas luces son unos simpáticos sincretismos entre una boda religiosa y una ceremonia Masónica.

Así mismo, surgen ceremonias en la Orden dirigidas a resaltar la vida y muerte de sus miembros y a vincular afectivamente a su familia (Adopción de Luvetones, Reconocimientos de Hijas, Honras Fúnebres, Etc.), apareciendo tantos rituales como países en donde se ha implantado la práctica.

No obstante que la ceremonia aparece en el siglo XVIII siguiendo el patrón dominante de una burguesía patriarcal, el avance al interior de la Orden de la igualdad seguramente llevará a que los Derechos Humanos de tercera y cuarta generación extiendan los límites de respeto y tolerancia hacia nuevos horizontes.

Pero cualquiera que sea la forma en que se celebre la Ceremonia de Reconocimiento Conyugal, siempre causará una buena impresión apartes de sus rituales del talante del siguiente que he encontrado navegando por la Red:

“(…) CONYUGE MASÓN: Habiendo cumplido con todas las exigencias que nos imponen las leyes de nuestro país, deseamos libremente que nuestra unión sea reconocida Masónicamente, reafirmándolo ante nuestros HH.:

VENERABLE MAESTRO: H:., los sentimientos fraternales que te guían para solicitar esta ceremonia son para nosotros una fuente de orgullo. El amor de la familia no es solo uno de los principios básicos de la Masonería sino también una fuente de la esperanza.

Nosotros te damos las gracias a tí por darnos la oportunidad de vivir una vez mas tan dulces sentimientos. (…)”

Es decir, aquello que resalta más la fraternidad, el amor, la responsabilidad frente al proyecto en común y la autonomía de la decisión, que la protección al “sexo débil” que contiene el modelo patriarcal original, porque en últimas el simbolismo clásico consiste en una Tenida Blanca solemne en la que los cónyuges unidos por una cuerda comparten el pan y el vino.


(Artículo publicado inicialmente en la edición No. 22 de la Revista CULTURA MASÓNICA (http://www.masonica.es/seccion/?ap=2 ), correspondiente al mes de julio de 2015 (E:. V:.), de la Editorial MASONICA.ES desde el Or:. de Asturias, España)

Las otras noches de San Juan

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Las otras noches de San Juan

Los acontecimientos astronómicos están detrás de la celebración de numerosas fiestas religiosas en todo el mundo

La noche de San Juan es el fruto de la cristianización de un rito pagano, la llegada del solsticio de verano. A partir de esta fecha el sol empieza a decaer (los días comienzan a acortarse lentamente) y, para ayudar al astro en ese trance, se le alienta con el fuego de las hogueras.

No es esta la única tradición vinculada a un evento astronómico, como comenta Juan Antonio Belmonte (Murcia, 1962), científico del Instituto de Astrofísica de Canarias y especialista en arqueoastronomía, la ciencia que estudia los usos astronómicos en las culturas antiguas: “Las Cruces de mayo también tienen origen pagano y astronómico, y están vinculadas a la antigua tradición celta de Beltane o Bealtaine, a principios de mayo, que festejaba el culmen del verano.

En el calendario actual las estaciones se dividen de manera distinta a los celtas, probablemente también a como se hacía en el mundo celta hispano, para quienes el verano comenzaba a principios de mayo y no con el solsticio”, señala el investigador. ¿Por qué? “A diferencia de nosotros, los celtas celebraban el momento culminante de cada estación, no su inicio”. De este modo, el culmen del otoño, llamado Lugnasad, coincidía aproximadamente con la fiesta de la Virgen de Agosto, a mediados de agosto; el del invierno en noviembre (Imbolc, la actual fiesta de Todos los Santos) y el de la primavera en torno a la actual Candelaria, denominada Candlemas, a principios de febrero. “Cuatro de las festividades cristianas más importantes son en realidad festividades paganas” relacionadas con eventos astronómicos, apunta el experto. “Desde un punto de vista de horas de insolación, sobre todo en el centro y el norte de Europa, tiene mucho sentido celebrar el verano desde mayo hasta agosto, que son los días de más duración del año”, precisa.

La Natividad constituye el ejemplo más destacado de cristianización de un evento astronómico. “Se celebra el nacimiento del Sol Invicto, el solsticio de invierno. En la Biblia no hay constancia de cuándo nace Jesús, pero se dice que en torno al portal hay ovejas pastando. Eso en el mes de diciembre en Palestina era impensable; las ovejas estaban estabuladas”, aclara el investigador afincado en Canarias. Jesús de Nazaret “nacería en primavera o verano, pero en un momento determinado al papado le interesó cristianizar uno de los hitos principales del calendario pagano”. Esta fecha coincidía además con la celebración del nacimiento del dios Mitra, una de las dos religiones más difundidas en el siglo III y IV, curiosamente junto a su gran rival, el cristianismo. Solsticio de invierno en el hemisferio sur En estas mismas fechas en Perú, Ecuador y Colombia se celebra el Inti Raymi, una fiesta de adoración al dios Sol inca, Inti, que marca la llegada del solsticio de invierno en el hemisferio sur. “Era una fiesta en decadencia, pero por interés turístico se ha ido recuperando en los últimos años el dios Inti ha vuelto a pasear por la ciudad.

En Sacsayhuamán [explanada al norte de Cuzco, Perú] se celebra un festival con bailes típicos”, indica Juan Antonio Belmonte. Hay que trasladarse a Japón para asistir a otra tradición vinculada a los solsticios. La religión oficial del país, el sintoísmo, celebra a su diosa solar Amateratsu, considerada antepasada de la familia imperial. “Cada veinte años se inaugura un templo renovado por completo a la diosa en la localidad de Ise. Los restos de los templos anteriores se dispersan por el país como reliquias”. Aunque Belmonte no establece vínculo entre ambas tradiciones, en el cristianismo hay un ciclo de duración muy similar: el llamado ciclo metónico, de 19 años, que se utiliza para fijar la fecha de la Pascua de Resurrección.

Su definición parece propia de un trabalenguas: “El Domingo de Gloria es el primer domingo que sigue a la luna llena que sigue al equinoccio de primavera siempre y no sea domingo a su vez. Por eso siempre es luna llena en Semana Santa”. Es sabido que las civilizaciones desaparecidas concedían una importancia extraordinaria a los cambios de las estaciones. “No existen registros de la época prehistórica, pero tenemos monumentos que nos indican que las culturas conocían el solsticio de verano. Stonehenge es un ejemplo”. Eso sí, “es importante indicar que no se trata de un observatorio”, sino un lugar de celebración, de control mágico de la naturaleza. Para Belmonte, el crómlech inglés es “un templo funerario que incluye orientaciones astronómicas, al igual que las pirámides de Egipto”.

Hay que esperar a los griegos para encontrar los primeros observatorios: “Fueron los primeros que observaron el cielo con objetivos científicos, aunque los egipcios y los babilonios ya miraban al cielo con sentido práctico para establecer relojes estelares y medir el tiempo; observaron el cielo para establecer calendarios más o menos regulares”. El instrumental astronómico más antiguo del que se tiene constancia es la máquina de Anticitera, descubierta en el pecio de un naufragio. Gracias a una tomografía por capas “se sabe que es un dispositivo que permitía calcular las órbitas planetarias y las horas de una forma relativamente precisa”, apunta el investigador. “Los griegos en época helenística habían logrado crear instrumentos de observación avanzados”.

fuente: EL PAIS

PUBLICADO: EL MASON APRENDIZ

domingo, 28 de junio de 2015

El Secreto



El Secreto

The Masonic Service Association of the United States
Volume 5 Number 1 - January, 1927

J. F. Newton

Preguntado un antiguo filósofo griego sobre cual era, según su criterio, la cualidad más importante para triunfar y la más difícil de mantener, él respondió: “Ser discreto y callado”. Actualmente, en el ruidoso y escandaloso mundo en que vivimos, donde la privacidad es prácticamente desconocida, cultivar el secreto es doblemente difícil de lo que lo fue en el pasado.

Esta es, por lo tanto, una virtud rara e inapreciable aunque se necesita poco esfuerzo para aprenderla y practicarla. Hoy en día, el mundo es un gallinero de rumores en el que se conoce casi todo, una colección de espejos donde nada permanece oculto. Si los antiguos apreciaban en grado sumo la bondad del silencio, la sociedad de ahora parece estar dispuesta a venerar al dios del cotilleo.

Alguien dijo que, si la Masonería solo enseñase a sus miembros a preservar sagradamente los secretos que otros les hubieran confiado como tales –excepto cuando razones de mayor importancia exigen romperlo--, ya habría realizado una importante tarea que, por si sola, sería su razón de ser, haciéndola merecedora del respeto de la sociedad.

En cualquier caso, no es necesario recalcarle a un masón la importancia del secreto; sin él, la Masonería dejaría de existir o se convertiría en algo tan diferente que sería irreconocible. Sólo por esta razón, la primera lección a impartir a un candidato es el deber del secreto, lo que debe quedar impreso en su conocimiento de forma indeleble.

No obstante, estrictamente hablando, la Masonería no es una sociedad secreta, si por ello entendemos una sociedad cuya presencia se trata de ocultar. Es bien conocida por todo el mundo la existencia de la fraternidad masónica y nunca se ha tratado de encubrir este hecho. Se conoce su organización, sus templos están identificados en las ciudades y sus miembros muestran con orgullo su calidad de masones. Es incluso posible obtener de los registros públicos oficiales los nombres de los miembros de la Orden, aunque no, lógicamente, de los registros de las logias que son de dominio privado.

Tampoco puede decirse con propiedad que la Masonería tiene una verdad que transmitir, desconocida hasta para los más informados. La mayoría de los análisis sobre la parte esotérica de la Masonería tiende a confundirse en este asunto y, cuando se analiza más profundamente, los únicos secretos que afloran se refieren a extrañas teorías, o filosofías imaginarias de escasa importancia. La sabiduría de la Orden está oculta, no porque sea misteriosa, sino porque es muy sencilla: su secreto es profundo, no enigmático.

Al igual que en las matemáticas hay valores principales y en la música hay notas fundamentales sobre las que se apoyan las demás, también la Masonería esta construida sobre las grandes verdades, plenas de contenido y difundidas, sobre las que se sustenta la vida misma. Ha nacido, se mantiene y tiene sus principios en esas verdades. Claro que hay misterios, de la misma forma que la vida y la muerte son misterios; hay que ser muy sabio para comprenderlos y uno de los objetivos de la Masonería es resaltar su verdadera importancia.

Así explicado, la Masonería no es una sociedad secreta, es una orden privada. En la tranquilidad de una logia retejada, en el silencio que produce el alejamiento del estrépito ruidoso del mundo exterior, en una atmósfera de reverencia y amistad, nos transmite las verdades que nos mejoran como hombres, sobre las que apoyar nuestra fe y nuestra personalidad para enfrentar el viento y las tormentas de la vida. Es tan rara su absoluta simplicidad que para muchos es tan secreta como si estuviera oculta por siete velos o enterrada en la profundidad de la tierra.

¿Cuál es el secreto de la Masonería? Su método de enseñanza, la atmósfera que puede crear, el espíritu que se respira en nuestros corazones y los lazos que rodean y fluyen entre los hombres; en otras palabras, las Logias con sus ceremonias y juramentos, los signos, los toques y las palabras, tienen el poder de evocar los que es más secreto y oculto en el corazón de un Masón. No se puede explicar cómo funciona este mecanismo, sólo sabemos que se realiza y que protege como un preciado tesoro el método mediante el cual se lleva a efecto.

Hay una tendencia a decir que los signos y los toques tienen un escaso valor, pero esto es incierto; tienen una gran importancia y nunca los cuidaremos lo suficiente de su mal uso o profanación. Benjamín Franklin hizo una famosa elegía de los signos y los toques que no se quedó en una vana elocuencia. Está justificada por los hechos y debe ser conocida y recordada:

“Estos signos y toques no tienen poco valor, hablan un lenguaje universal y tienen el efecto de un pasaporte a la atención y el apoyo de todos los iniciados en cualquier parte del mundo. No pueden perderse en tanto que, como recuerdo, mantienen su poder. Aunque a su poseedor se le exilie, naufrague, se vea en prisión o se le desprovea de todo cuanto ha tenido en su vida, siempre le quedan estas credenciales que están disponibles para su utilización cuando lo requieran las circunstancias.

Los benéficos efectos que han producido quedan reflejados en hechos históricos incuestionables. Han detenido la mano de los destructores, han suavizado las acciones de los tiranos, han mitigado los horrores de la cautividad y han roto las barreras que levantan las posiciones sectarias y de enfrentamiento político.

En el campo de batalla, en la soledad de las selvas vírgenes o en la abigarrada ciudad, se han formado hombres de sentimientos hostiles, de religiones muy antagónicas y de la más diversa condición humana, pero que están dispuestos a ayudarse mutuamente y sienten una satisfacción y un reconocimiento social porque han sido capaces de aportar consuelo a un hermano masón”.

También es cierto, y no de menor importancia, que, en la marcha de la vida diaria, los signos y toques han unido a los hombres, manteniéndoles juntos de una manera singular y sagrada. Abren las puertas de la soledad en la que vive cada ser humano, forman una cadena que nos une con hombres de la Orden en todas partes y nos capacitan para ayudarnos unos a otros de muchas e incontables maneras. Se teje así una red de compañerismo, amistad y fraternidad a lo largo del mundo entero, lo que aporta algo amable y bueno a nuestras vidas, sin lo cual seríamos, decididamente, más pobres espiritualmente.

No olvidemos nunca que la vida viene del espíritu, la letra por sí sola está vacía. Un viejo hogar significa miles de cosas importantes para quienes las pusieron allí. Su disposición y el conjunto que forman, así como el espacio en el que se asientan, es algo sagrado para cada uno; pero, si un extraño lo adquiriese, estas cosas sagradas no significarían nada para él. El espíritu ha desaparecido, el brillo se ha apagado. Esto es lo que ocurre con la Logia, si se abriera a los ojos curiosos de los profanos se arruinaría su belleza, su poder se anularía.

El secreto de la Masonería, igual que el de la vida, sólo pude conocerlo aquel que lo busca, lo comprende y lo vive. No se puede expresar, hay que sentirlo y entenderlo; de hecho, es un secreto abierto y cada iniciado lo entiende de acuerdo con su búsqueda y sus capacidades. Como todo lo que merece ser conocido, nadie puede conocerlo por otros ni tampoco puede conocerlo sólo por sí mismo, únicamente se puede aprender en compañía, en el intercambio vital, de espíritu contra espíritu, rodilla contra rodilla, pecho contra pecho, mano contra mano.

Por estas razones no debemos preocuparnos por cualquier libro escrito para exponer públicamente a la Masonería. Resulta completamente inofensivo. El secreto real de la Masonería no se puede aprender con miradas inquisitivas o búsquedas curiosas. Desde luego, es nuestra obligación proteger la privacidad de las logias, pero el secreto masónico sólo lo pueden conocer aquellos que están preparados y son merecedores de recibirlo. Un corazón puro y una mente honesta son candidatos para conocerlo; otros buscarán en vano y no lo encontrarán, incluso aunque lleguen a aprender los signos y los toques de cada rito y cada grado de la Orden.

Más allá de la intención de esconder sus secretos, la Masonería está permanentemente intentando trasmitirlos al mundo de la única forma en que puede hacerlo: por medio del perfeccionamiento del carácter y de los comportamientos que se empeña en crear y obtener de sus miembros. Todos los trabajos de la Masonería se dedican a modelar un hombre ayudándole a descubrirse y a que se desarrolle. Es como una cantera en la que se pulimentan las rugosas piedras de la humanidad para su mayor lucimiento.

Si la Masonería utiliza el señuelo del secreto es porque está en la naturaleza del hombre desentrañar lo que está oculto y desear lo prohibido. Dios también se nos oculta, de forma que, buscándole entre las sombras de la vida, podamos al fin encontrarle y encontrarnos a nosotros mismos. Quien no tiene la suficiente inquietud por Dios como para buscarle, jamás le encontrará aunque Él no está muy lejos de nosotros.

Aquel que se acerque a la Masonería de esta manera descubrirá que su vida masónica es una gran aventura. Es una fuente constante de nuevas experiencias, algo nuevo se nos presenta a cada momento, algo nuevo en sí mismo ya que la vida se intensifica con los años, y algo nuevo en masonería a medida que se entiende su significado. El Masón que considera aburridos a sus grados y un galimatías su ritual tan sólo demuestra la medida de su propia mente.

Si un ser humano ya supiera todo de Dios y los hombres, la Masonería no tendría nada que enseñarle; pero es un hecho que el más sabio de los hombres sabe realmente muy poco. El camino es poco claro y nadie puede ver muy lejos. Somos buscadores de la verdad y Dios nos ha hecho de forma que no la encontremos solos, sino con el amor y la ayuda de un compañero. Este es el auténtico secreto, y descubrirlo es conseguir la llave del significado y de la alegría de la vida.

La Verdad no es un regalo, es un premio. Para conocerla hemos de ser verdaderos, para encontrarla hemos de buscarla, para entenderla hemos de ser humildes y para conservarla hemos de tener una mente clara, un corazón valeroso y el amor fraternal de aplicarla en el servicio de la humanidad.

Código Moral Masónico


Código Moral Masónico


Venera al Gran Arquitecto del Universo.

El verdadero culto que se da al Gran Arquitecto consiste principalmente en las buenas obras.

Ten siempre tu alma en un estado puro, para aparecer dignamente delante de tu conciencia.

Ama a tu prójimo como a ti mismo.

Haz bien por amor al mismo bien.

Estima a los buenos, ama a los débiles, huye de los malos, pero no odies a nadie.

No lisonjees exageradamente a tu hermano pero reconoce sus aciertos. Acepta su reconocimiento con modestia, como un aliciente.

Escucha siempre la voz de tu conciencia.

Practica la caridad.

Respeta al viajero nacional o extranjero; ayúdale: su persona es sagrada para ti.

Evita las querellas, prevé los insultos, deja que la razón sea tu guía.

No seas ligero en airarte, porque la ira reposa en el seno del necio.

Detesta la avaricia, pero administra tus bienes materiales con cuidado, para que a tu vejez sustenten tus necesidades, protejan a tu familia y beneficien a tus Hermanos en desgracia .

Sigue la senda del honor y de la justicia.

Si tienes un hijo, regocíjate; pero sé consciente del depósito que se te confía. Haz que hasta los diez años te obedezca, hasta los veinte te ame y hasta la muerte te respete. Hasta los diez años se su maestro, hasta los veinte su padre y hasta la muerte su amigo. Piensa en darle buenos principios tanto como bellas maneras; incúlcale rectitud esclarecida y honestidad sin tacha.

Si te avergüenzas de tu destino, tienes orgullo; piensa que aquel ni te honra ni te degrada; el modo con que cumplas te hará uno u otro.

Lee y aprovecha, ve e imita, reflexiona y trabaja, ocúpate siempre en el bien de tus hermanos y trabajarás para ti mismo.

Conténtate de todo, por todo y con todo lo que no puedas mejorar con tu esfuerzo. Pero cuando te sientas capaz de hacerlo, pon todas tus facultades en la tarea.

No juzgues ligeramente las acciones de los hombres; no reproches y antes procura sondear bien los corazones para apreciar sus obras.

Se entre los profanos libre sin licencia, grande sin orgullo, humilde sin bajezas; y entre los hermanos, firme sin ser tenaz, severo sin ser inflexible y sumiso sin ser servil.

Habla moderadamente con los grandes, prudentemente con tus iguales, sinceramente con amigos, dulcemente con los niños y eternamente con los pobres.

Justo y valeroso defenderás al oprimido, protegerás al inocente, sin reparar en los servicios que prestares.

Exacto apreciador de los hombres y de las cosas, no atenderás mas que al mérito personal, sean cuales fueren el rango, el estado y la fortuna.

El día en que estas máximas se generalicen, la especie humana será feliz y la Francmasonería habrá terminado su tarea y cantado su triunfo regenerador

¿Por Que Mueren las Logias?


¿Por Que Mueren las Logias?

1. Por no asistir a las tenidas.

2. Por falta de energía del Venerable.

3. Por la falta de actividad del Secretario.

4. Por falta de empeño en el Tesorero.

5. Por no concurrir nunca a la hora reglamentaria.

6. Por no querer aceptarse cargos.

7. Por estar siempre dispuesto a criticar y nunca dispuesto a obrar.

8. Por tratar de encontrar siempre algún defecto en el trabajo de los funcionarios y oficiales.

9. Por disgustarse si no hacen a uno, miembro de alguna comisión.

10. Por no desempeñar nunca su cometido sí acepta, "por no negarse" algún cargo en Logia.

11. Por no emitir franca y leal opinión, en los asuntos en que se es consultado y decir después que las cosas debieron hacerse de tal o cual manera.

12. Por pensar y decir que la Logia está manejada por una "camarilla" cuando los funcionarios y oficiales trabajan en cumplimiento de su deber.

13. Por ser intemperante, áspero, vanidoso y muy lleno de amor propio para no reconocer sus propios errores.

14. Por hacer uso de la palabra para agredir o tratar asuntos políticos o religiosos que son prohibidos.

15. Por creerse perfecto, infalible y superior a los demás.
16. Por aspirar a todos los derechos y no cumplir jamás con ninguno de los deberes.

17. Por no observar en nuestra vida civil, la conducta que debemos observar con los hermanos y hermanas.

18. Por no saber respetar las opiniones ni los derechos masónicos, civiles, económicos y sociales de todos los hermanos y hermanas.

19. Por creer, que sólo nuestro hermano o hermana tienen, obligaciones, y nosotros, sólo tenemos derechos.

20. Por sembrar resentimientos entre los miembros.

21. Por halagar la vanidad de un hermano o hermana con perjuicio de otro hermano o hermana.

22. Por discutir sin ilustrar.

23. Por trabajar siempre en familia.

24. Por hacer monótonas las tenidas.

25. Por negar sistemáticamente todo esfuerzo en bien de la Logia.

26. Por falta de disciplina.

27. Por convertir la Logia en una sala de tertulia después de abiertos los trabajos.

28. Por hacemos eco de versiones contrarias a un hermano o hermana en vez de defenderlo.

29. Por convertir en semillero de rivalidades y odios lo que debe ser un surco compacto de fraternidad y de perenne armonía.

30. Por decir hipócritamente en Logia "el Q∴H∴ fulano" y decir malamente en la calle "el pícaro fulano".

31. Por ser intransigente en todo, hasta en pagar las cuotas.

32. Por querer ser siempre Venerable de la Logia o cuando menos Vigilante; pero nunca Secretario o Tesorero o Guarda Templo.
33. Por apatía y falta de lealtad a lo jurado.

P:.G:.M:. Victor Serna Escueta 33°

Fotos del recuerdo 2012
Consagracion e Inauguracion del templo mason