viernes, 29 de abril de 2011

Celebración del 50° aniversario de la fundación de CLIPSAS.



Entre los días 2 y 4 de junio del corriente año, se llevará a cabo en Estrasburgo, la celebración del 50° aniversario de la fundación de CLIPSAS.



El máximo organismo masónico internacional, fundado el 22 de enero de 1961 como Centro de Comunicación e Información de las Potencias Masónicas firmantes del Llamado de Estrasburgo, llega a sus bodas de oro mirando florecer en todas partes del orbe, los ideales de libertad, igualdad y fraternidad que le dieron origen, como Organismo difusor y precursor de la Masonería Tradicional adogmática y Progresista.

 junio 2, 2011 a junio 4, 2011

Ubicación: Estrasburgo

Ciudad: Francia

Página Web o mapa: http://www.clipsas.org/

Organizado por: CLIPSAS


Código moral masónico

Bruja Veintidos

Venera al Gran Arquitecto del Universo.

El verdadero culto que se da al Gran Arquitecto consiste principalmente en las buenas obras.

Ten siempre tu alma en un estado puro, para aparecer dignamente delante de tu conciencia.

Ama a tu prójimo como a ti mismo.

No hagas mal para esperar bien.

Haz bien por amor al mismo bien.

Estima a los buenos, ama a los débiles, huye de los malos, pero no odies a nadie.

No lisonjees exageradamente a tu hermano pero reconoce sus aciertos. Acepta su reconocimiento con modestia, como un aliciente.

Escucha siempre la voz de tu conciencia.

Sé el padre de los pobres; cada suspiro que tu dureza les arranque son otras tantas maldiciones que caerán sobre tu cabeza.

Practica la caridad.

Respeta al viajero nacional o extranjero; ayúdale: su persona es sagrada para ti.

Evita las querellas, prevé los insultos, deja que la razón sea tu guía.

Parte con el hambriento tu pan y a los pobres peregrinos mételos en tu casa. Cuando vieses al desnudo, cúbrelo y no desprecies tu carne en la suya.

No seas ligero en airarte, porque la ira reposa en el seno del necio.

Detesta la avaricia, pero administra tus bienes materiales con cuidado, para que a tu vejez sustenten tus necesidades, protejan a tu familia y beneficien a tus Hermanos en desgracia. Quien amasa riquezas ninguna fruta sacara de ellas y esto también es vanidad.

Huye de los impíos, porque su casa será arrasada: mas las tiendas de los justos florecerán.

Sigue la senda del honor y de la justicia. En la senda del honor y de la justicia esta la vida; mas el camino extraviado conduce a la muerte.

El corazón de los sabios está donde se practica la virtud y el corazón de los necios donde se festeja la vanidad.

Respeta a las mujeres, no abuses jamás de su debilidad y mucho menos pienses en difamarlas.

Si tienes un hijo, regocíjate; pero sé consciente del depósito que se te confía. Haz que hasta los diez años te obedezca, hasta los veinte te ame y hasta la muerte te respete. Hasta los diez años se su maestro, hasta los veinte su padre y hasta la muerte su amigo. Piensa en darle buenos principios antes que buenas maneras; incúlcale rectitud esclarecida y no frívola elegancia. Haz un hombre honesto antes que un hombre hábil.

Si te avergüenzas de tu destino, tienes orgullo; piensa que aquel ni te honra ni te degrada; el modo con que cumplas te hará uno u otro.

Lee y aprovecha, ve e imita, reflexiona y trabaja, ocúpate siempre en el bien de tus hermanos y trabajarás para ti mismo.

Conténtate de todo, por todo y con todo lo que no puedas mejorar con tu esfuerzo. Pero cuando te sientas capaz de hacerlo, pon todas tus facultades en la tarea.

No juzgues ligeramente las acciones de los hombres; no reproches ni menos alabes; antes procura sondear bien los corazones para apreciar sus obras.

Se entre los profanos libre sin licencia, grande sin orgullo, humilde sin bajezas; y entre los hermanos, firme sin ser tenaz, severo sin ser inflexible y sumiso sin ser servil.

Habla moderadamente con los grandes, prudentemente con tus iguales, sinceramente con amigos, dulcemente con los niños y eternamente con los pobres.

Justo y valeroso defenderás al oprimido, protegerás al inocente, sin reparar en los servicios que prestares.

Exacto apreciador de los hombres y de las cosas, no atenderás mas que al mérito personal, sean cuales fueren el rango, el estado y la fortuna.
LA MASONERÍA SE VIVE NO SE ENSEÑA

R:.H:. José Flavio Gracia Llaque

R:.L:.S:. “Parthenón” Nº 4
Vall:. de Lima 1954 E:.V:.


Escuchamos con cierta frecuencia las opiniones de los HH:. sobre la falta de aliciente de las Ten:. por el exceso del trabajo administrativo, rutinario. No hay mejor modo de contribuir a la vida de la institución que conversando sobre todo aquello que nos una más cada día, que nos demuestre ciertamente como miem­bros de la Fraternidad. En esta tarea de discurrir sobre temas masónicos y culturales nuestra contribución es obligatoria y la debemos cumplir con gusto el hecho que así contribuimos a la tónica de los trabajos; no tanto por una ilustración ó experiencia aquilatada cuanto por la esperanza con una cultura general y buena disposición de los HH:. Obtendremos todo nuestro salario simbólico. Esta labor de encarar los pequeños problemas de nuestros trabajos solo será provechosa con una condición esencial, absolutamente indispensable, sobre la que se requiere insistir en estos apuntes.

La Masonería no se enseña como se puede enseñar latín, matemáticas, o cualquiera otra materia de curso. Las Ten:. de las Logias no son clases vespertinas para adultos. La Masonería, lo que se puede llamar los conocimientos masónicos, no es una cosa que se aprende en los textos para agregarse a lo que los HH:. ya saben, ya conocen por sus estudios ó experiencia, sin modificarlos. Tampoco es un asunto de diletantismo, es una regla de vida que se aplica, no solo a la actividad propiamente masónica, sino a las formas de vida del masón. Bastaría recordar que al constituirse la masonería especulativa, estas reglas se han especificado y que son aceptadas libremente al ser iniciados los masones. La Masonería reposa, se asienta en la carne y en el espíritu del masón. Debe condicionar no solo las manifestaciones activas de un masón, de cualquiera naturaleza, sino su misma existencia, su modo de vivir, de pensar, de juzgar, de sentir, de comprender, sus opi­niones, su trato, sus hábitos, sus gustos, su manera de comportarse en todas las ocasiones. Se es un verdadero masón ó no se es masón. Si uno es un verda­dero masón, no podrá estar tranquilo, sino ha llegado a asimilar la Masonería, comprenderla íntegramente y verla absolutamente clara; luego a reajustarse según sus reglas, a revisar todas sus posiciones, sus ideas sobre las cosas, a pasar de nuevo por una verdadera criba masónica todas sus actitudes hacia los demás hombres y hacia los hechos, es decir hacer si mismo un hombre nuevo, otro hombre, que no hace nada, ni piensa nada sino de un modo consecuente. Si pertenecer a la masonería no determina una tal aspiración, un tal deseo en el hombre, este nunca llegara a ser un masón, aunque toda su vida pertenezca a la masonería, auque conociera el corazón de los rituales y estuviese revestido de las insignias de los grados más altos.

No decimos que todos aquellos que han experimentado la necesidad de tejer su vida conforme a las enseñanzas de la orden hayan tenido éxito en hacerlo. Lo que importa es que hayan sentido la necesidad y que se dediquen a alcanzar este objetivo. Lo que importa es que tengan en el fondo de su corazón la firme intención de ir en este sentido, de esforzarse con perseverancia para avanzar en esa vía. Todos no logran intrínsecamente los medios para lograr el termino del viaje, algunos sin embargo y no pocos llegan a la meta. Para todos los que se esfuerzan los meritos son iguales, son los que toman la masonería en serio. Renar decía: “aquel que toma la vida enserio, he ahí el hombre religioso; el frívolo, he allí el impío”

Ahora bien, hacerse masón es tomar la vida en serio, es entregar su ser todo al servicio de una grande causa, la mas grande para el hombre; es empeñarse porque se ha comprendido que la vida tiene un sentido y una finalidad y que un hombre consciente de su deber de trabajar por hacerla evolucionar en este sentido, es haber elegido la masonería como medio de cumplir este trabajo, este deber.

La masonería no es el único medio de mejoramiento humano; hay muchos otros medios para alcanzarlo, todas las religiones, las filosofías, las escuelas, las sectas que, todas, se proponen perfeccionar al hombre, a la humanidad y que han instituido toda disciplina que reclama de sus fieles inexorablemente una adhesión plena y entera, una entrega total de su persona. Pero todas proceden de una doctrina a priori, de un sistema de dogmatismo, a los cuales no pueden los espíritus enamorados de la objetividad y del libre examen, suscribir cuando han elegido la vía, los medios que la masonería ofrece.

La condición esencial para que una enseñanza masónica sea provechosa, es que aquel que la recibe, haya concebido el firme propósito de hacer de ella, el instrumento del cambio, la adaptación de su ser en su mas alto destino y, por esto, es indispensable que la reciba como un alimento para la asimilación, que hará concurrir todos sus dotes de análisis, comprensión y voluntad de incorporarse a lo mas intimo y profundo de ella; Si esto es así, por lo demás, el neófito alcanzara solo elementos útiles así mismo, su ardor y su sed lo llevaran a buscarlas por si mismo donde estén estas enseñanzas, ó deducir de lo que ve y entiende.

Siempre hay interés en los Tall:. por los estudios propiamente iniciáticos. Cada vez que hay una charla sobre simbología masónica se despierta la curiosidad de los HH:. pero este movimiento suele durar muy poco, recuerdo que al ser elegido V:.M:. consideré mi deseo de poner en uso el ritual completo, esto es nada bajo mallete, Después de un cierto número de tenidas, un buen número de hermanos han demostrado la sin razón, de creer que durante las Ten:. Se crea un ambiente desasido, austero, tenso que actuaba fuertemente sobre los que buscan el ambiente de “buenos muchachos”, un poco relajado, pero gracias al cual, se sienten más a gusto y experimentan menos aprensión de tomar la palabra. Aquellos, que no han asistido a una Ten:. de una logia extranjera, aquí constatarían una disciplina más severa, muy moderada, que les parecería difícilmente soportable. Verían y oirían a los Of:. de la Log:. En sus puestos, demostrando cada uno de ellos un perfecto conocimiento del ritual, que ni siquiera tienen necesidad de leerlo ni consultarlo. Habrían visto a los miembros de la Log:. Vestidos de terno ó smoking, llevando sus joyas y sus insignias. Ganarían entonces el sentimiento que, todos los HH:. de una reunión masónica se reúnen en Ten:. Con toda la significación que esta palabra comporta.
LA COLUMNA DE LOS APRENDICES


Q.•.H.•. José Luis Carrasco Barolo
2do V.•. de la F.•.C.•.R.•.L.•.S.•. Luis Heysen Incháustegui N° 3


He querido plasmar en letras el sentimiento que me llena al contemplar a mis HH.•. AAp.•., pues vosotros me enseñan cada día cuán poco se puede en realidad avanzar en la masonería, ya que si bien el camino del conocimiento lo va construyendo uno mismo, es sólo desde el corazón general de la Orden que la sabiduría se hace palpable. Y vosotros, mis QQ.•.HH:. AAp.•., desde su inocencia manifestada en el blanco de sus mandiles, que los HH.•. mayores escondemos tras los signos de nuestro «supuesto» avance, tienen la gracia del G.•.A.•.D.•.U.•. de ser los soportes en donde su magnificencia se empieza a trazar. Por eso se nos ha escuchado decir que el M.•., no importa la edad que tenga, es un eterno A.•., pues solo de esa manera el G.•.A.•.D.•.U.•. lo inundará con mayores luces y le mostrará el sendero suave, el camino directo por la escala de Jacob hacia la Verdad del Altísimo. Es la humildad de vuestros corazones lo que los hace especiales y únicos: el espíritu del A.•. es el terreno especial en donde la semilla de la bondad y el amor fraternal dan un fruto fuerte y unido, como un solo cuerpo. Si el A.•. no hace bien su trabajo, será un mal compañero y si el compañero no lo hace bien, será entonces un mal maestro. No hay que temer reconocerlo, pues es la responsabilidad de nosotros, los que nos hacemos llamar HH.•. mayores. Por eso me acerco a vosotros, con la esperanza de cumplir satisfactoriamente con mi lote de trabajo, como una ofrenda a mis HH.•. AAp.•. Se me ha encomendado que les comente sobre la Col.•. del Ap.•., pero lo que he encontrado en el buceo constante que hago sobre los diferentes temas de mi estudio masónico, es que se habla más de las particularidades de dicha columna o de las columnas de la Log.•., pero no en específico sobre la «columna del Aprendiz» Y esto tiene su razón de ser, que no es el del secreto que debemos guardar, sino que el hablar de la Col.•. del Ap.•. es tratar de la Col.•. vertebral de nuestras Llog.•. de donde se ramifican y en donde se sostiene todo el cuerpo de nuestros Ttall.•. Recordemos: siempre seguiremos siendo AAp.•. y no porque el conocimiento sea muy difícil de alcanzar –que lo es-, sino porque en la orden son importantes, son trascendentales, los obreros mucho más que aquéllos que han llegado a saberlo todo y terminan sentados viendo como el otro pule su piedra y construye un hermoso templo espiritual.
La Col.•. del Ap.•. es nuestro cimiento: en nuestro ritual se lee que el H.•. recién iniciado es conducido por el H.•. 2do D.•. hacia el noreste de la Log.•., porque en dicho espacio se coloca la piedra angular de nuestras construcciones, pero si se revisan las fotos de la arquitectura antigua, esta piedra de fundación no es cúbica sino cilíndrica. Es decir, que la piedra más importante de la construcción no es un cubo sino la base de una Col.•., de donde deben salir los demás trazados en el plano espiritual de la construcción de nuestro Templo personal y del Templo universal de la orden. Más aún, las Ccol.•. que representan a las tres luces se cuentan su tamaño por cilindros y no por centímetros ni por metros lineales.. El diámetro es la medida de la circunferencia. Así, encontramos también Ccol.•. a lo largo de las paredes de nuestro Templo, que identifican a los signos zodiacales. Entonces ¿por qué la Col.•. del Ap.•. resulta tan importante como para colocarlo de piedra angular? Porque desde la forma del círculo surgen en matemática las otras dos figuras básicas y sagradas para los antiguos: el cuadrado y el triángulo. Así entendido, la Col.•. del Ap.•. es la base fundacional de nuestras Llog.•.. También es la Col.•. que se le conoce como la del silencio, la de la poca luz, la de la belleza. ¿Por qué estas denominaciones? El silencio es una virtud y no un defecto, ya que el Ap•. que no sabe escuchar resulta perdiendo su tiempo en banalidades y deja pasar delante de él la sombra de la sabiduría y del conocimiento. El silencio no lo entendemos como la imposibilidad de emitir sonido, sino como la libertad para poder hacer nuestros los sentimientos y emociones de los otros. Como verán en la cadena que circunda nuestro Templo, cada eslabón va unido al otro como si fuera la continuación del mismo y si lo dibujáramos como una sola línea de seguro nos saldría una forma parecida al signo del infinito, sin cortes y sin vacíos. La unión que existe entre los HH.•. es la prueba que el silencio no es la falta del habla, sino la manifestación del amor del H.•. hacia el otro, es la represión de nuestras pasiones, es el freno natural a nuestros impulsos egoístas. Con el silencio nos hacemos uno entre todos, pues aunque cada uno tenga un sonido especial, todos los órganos de nuestro cuerpo se unen en una sinfonía única llamada vida, a imagen y semejanza del G.•.A.•.D.•.U.•.
También se le llama la Col.•.de la Belleza, y nos referimos a una «belleza espiritual», no usando este concepto para diferenciarnos de la falta de belleza que existe en el mundo profano, sino para diferenciarnos de la carencia de belleza de nuestras pasiones personales. El deseo y la pasión no son malos, sino que nuestras intenciones los hacen inoportunos e ineficaces para el desarrollo del hombre y para el nuestro, es decir, para el crecimiento de la humanidad. De esta belleza nacen mis palabras y no de aquella que tiene que ver con lo hermoso. La belleza te da fortaleza y no un mejor aspecto. Por eso se dice que la belleza adorna y no que mejora.
También se dice que la Col.•.de los AAp.•. es la Col.•.del N.•. o la Col.•.a donde llega poca luz, en atención a que al rotar la tierra, dicho espacio geográfico es poco iluminado por el astro alrededor del cual da vuelta nuestro planeta. Pero también tiene un significado espiritual, ya que en el camino del conocimiento, salimos del N.•. para ir buscando llegar al Or.•., nacemos de la materia para llegar a la luz de la Verdad del G.•.A.•.D.•.U.•. En este camino, se nos irán abriendo los ojos y podremos cada día ver más del amor que la O:. le entrega a cada H.•. Es nuestro objetivo: terminar siendo uno solo con la fraternidad, como las granadas que coronan la columna de la izquierda del T.•. del R.•. S.•. y que representa a la Col.•.de los AAp:. puesto que su significado representa la fortaleza del golpe que se da con el mazo y el cincel sobre la piedra bruta o tosca, para de esa manera moldearla y luego entregarla a un artesano experto, quien le dará la forma necesaria para ser incorporada a la construcción final. El trabajo fuerte del Ap.•. debe centrarse en pensar cada concepto, término, palabra o símbolo que se le presente, ya que la única forma de construir nuestros templos es pensando. No olvidéis: cogito ergo suum (pienso, luego existo) y tendrán presente la importancia del silencio y de la belleza en el camino de alcanzar más luz para llegar al oriente, en donde hallareis la bondad del G.•.A.•.D.•.U mostrándose en la forma de la sabiduría.


jueves, 28 de abril de 2011

SU INTERPRETACIÓN SIMBOLICA EL NÚMERO CINCO

Por el Q:. H:. JUAN CARLOS POVEDA VELASCO



CINCO, se representa por medio de un Signo árabe, cuya palabra viene del Latín "quinque" que significa Quinto y es un número que se compone del binario y el ternario o sean dos y tres, cinco. Los números, entre los Antiguos, constituyeron siempre un tema de estudios Kabalístícos propios de aquella época. El Kabala o Cábala, es la tradición que existe entre los Rabinos y los Doctores Judíos, o sea el Arte Quimérico que desde épocas remotas vienen profesando para adivinar por medio de la combinación de letras, palabras y números, el texto de las Sagradas Escrituras.

La palabra Kabala, viene del Hebreo " kibbel", y significa Lección, Tradición o Enseñanza, que consiste en la combinación de los números, llamada actualmente "enseñanza numérica o de los números místicos", cuya aplicación en la Masonería, es una serie de principios y reglas cuya base son los Signos 1, 3, 5, 7 y 9, o sean los números impares, considerados como tradicionales debido a sus múltiples combinaciones, y por dar la idea de ser los más perfectos, para llamarles "números positivos". Dentro del sistema Numérico impar, el Compañero encontrará un sin número de problemas Kabalístícos, pero por ahora, sólo cabe ocuparnos del número cinco, cuyas enseñanzas son competencia de este Grado.

Los Pitagóricos consagraron gran parte de sus estudios a la aplicación de los problemas y combinaciones numéricas, y descubrieron muchas propiedades dentro de su aplicación, que hasta la fecha nos son conocidas.

Según la Kabala, el cinco, para su mejor descripción, está formado por cinco Signos que son: el 1, 2, 3, 4, y el 5.

El UNO, o la unidad, es el símbolo de la igualdad, la identidad, la existencia, la conservación, la armonía, etc. La cifra, o número uno, tiene sus combinaciones, y representa al hombre dotado de vida y si le agregamos en la parte superior, un pequeño semicírculo hacia la derecha, resulta la Letra "P", que representa al Símbolo de la paternidad o del poder creador; y si a la "P", le agregamos un rasgo hacia abajo, se forma la Letra "R", que es el emblema del movimiento, la evolución y la vida. Por último, el número uno, representa al origen, al principio, al medio y al fin de todo lo creado por la naturaleza.

El DOS, duad, es por el contrarío emblema de la diversidad, desigualdad, la división, la separación, la oposición, etc. El Número dos, es el símbolo del estado de imperfección del hombre, y de los Elementos Naturales, cuya acción, se manifiesta por medio de fenómenos dudosos.

El TRES, o triad, es el símbolo de la amistad, la concordia y la templanza; el presente, el pasado y el futuro; el nacimiento, la vida y la muerte, etc. El triad Geométrico, se manifiesta, primeramente, por una línea, la que en sí, no representa ninguna figura perfecta, dos líneas ya forman un ángulo y por lo mismo se acerca más a la perfección, y tres líneas unidas por sus vértices o extremos, forman el triángulo, que constituye la primera de las figuras Geométricas, y base de la trigonometría y las matemáticas, por lo tanto, su aplicación es infinita, y por eso se le considera al tres como el primer número impar y un signo perfecto.

El CUATRO o cuatribium, está considerado como un número sagrado porque contiene las cuatro Letras del Nombre del Creador y así los egipcios le llaman: Anum, los persas Sura, los griegos Zets, los Escandinavos Odin, los Sirios Toth, los Fenicios As-Ur, los Esclavos Nebo, los Latinos Deus y los Hispanos Dios, por lo tanto, esta circunstancia fue la que originó la creación del Tetragrámaton de los hebreos y el tetractys de los Pitagóricos, símbolos ante los que antiguamente se prestaban los solemnes juramentos de subordinación, lealtad y fidelidad a los principios fines y costumbres que se practicaban. El número cuatro, Geométricamente, representa a la Segunda de las figuras o sea al cuadrado, formado con el concurso de dos Triángulos, y desde luego manifiesta el primer principio de aplicación de la Trigonometría, como base de la perfección, y punto de partida para el conocimiento científico de dicha ciencia.


El número CINCO o quinario, designa a la quinta esencia Universal, a la esencia vital, al espíritu vivificado, al eterno movimiento genealógico y la fuerza intelectual humana. El cinco representa también a los elementos Naturales del Mundo; la tierra, el agua, el aire, el fuego y el germen y por eso, los griegos formaron su pente, Cinco y Pan, Todo; que constituye, a su vez, el jeroglífico de Juno como diosa del Matrimonio.

Las combinaciones que ofrece el Cinco en la Ciencia Cabalística son menores que las del Número siete, y mayores que las de tres, a las que sirve de intermedio, para todas las operaciones. Si el Número cinco se compone del primer par, el dos, Símbolo de la hembra, y del primer impar el tres, emblema del macho, no cabe duda que los antiguos justificaron su aplicación como el signo del Matrimonio.

En la Geometría, el número cinco forma la figura del pentagrama cuya estructura es el concurso de Cinco Triángulos agrupados, es decir, que la figura de tres lados, continúa siendo la base de todas las medidas y por lo mismo, demuestra la justa aplicación de la trigonometría, cuya primera operación en este caso es la superficie del triángulo, base por la mitad de la Altura y que da origen a la fórmula de "B" por "A" sobre dos.

El lustro, medida del tiempo se compone de Cinco Años, los Judíos reconocían en Moisés, como el autor de los Cinco Libros del Antiguo Testamento. El cinco ocupa un lugar preponderante dentro de la tradición judía, La Torá, está compuesta por cinco libros (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio), para los cristianos, toma el nombre de Pentateuco, pero su composición es la misma, cinco fueron los estigmas que recibió Jesús en la cruz. Para la fe musulmana, son cinco sus obligaciones principales (profesión de fe, oración, limosna, ayuno y peregrinación a la Meca) y cinco son las veces que hay que rezar dentro del día. En el Pancha Mahabhuta, o "los Cinco Grandes Elementos", del Hinduismo son Prithvi o Bhumi (Tierra), Ap o Jala (Agua), Agni o Tejas (Fuego), Vayu o Pavan (Aire o Viento), y Akasha (Éter). Y en la comunidades monásticas de los caballeros medievales cinco eran las virtudes generosidad, cortesía, castidad, piedad y caballerosidad.

Los cuatros elementos junto con la quinta esencia forman los cinco tatvas o bhutas, los cinco elementos principales: Akasha - Éter, el espacio, principio que da forma y sentido a la vida. / Vayu - Aire, viento, el principio de la vibración, movimiento y locomoción. Todo está en continuo movimiento. / Tejas, o Agni, el Fuego, principio de expansión, vehículo de la luz y el calor. / Apas – las Aguas, principio de solución, el gusto y la reproducción. / y Phritivi – Tierra – el principio de cohesión de solidez.

En las artes esotéricas como el tarot, la quinta carta es la de Hierofante, Gran Sacerdote o Gran Maestro. Usualmente, esta carta esta representada por un maestro con un cuerno de la diosa Isis, y atrás dos columnas del templo de Salomón, llamados J:. y B:.. La carta representa la unión del binario y el trinario, la unión sagrada de la materia y el espíritu.

La representación romana del cinco está dada por la letra uve (V) la cual resulta ser la letra número veintitrés (23) del alfabeto, el cual descompuesto según la técnica de la numerología, es decir 2 + 3 nos da como resultado cinco, nuestro número cuyo significado en esa ciencia es la unión de lo femenino (2) con lo masculino (3), esta a la mitad del camino (1 2 3 4 5 6 7 8 9) y es la mitad del número perfecto, el diez (10). Dispuestos sobre la plancha de trazar, el número 5 aparece en el centro del todo delimitado por el cuadrado que lo obliga a ser soporte del universo y de la masonería.

A la felicidad se le consideran Cinco Ramas, el Adorno, el Amor, el Socorro, el Trabajo y la Satisfacción. El mundo se divide en cinco grandes partes; Europa, Asia, África, América y Oceanía, el hombre tiene cinco Sentidos: la Vista, el Oído, el Olfato, el Gusto y el Tacto. El Pantalfa tiene Cinco letras en cada uno de sus triángulos la S, la A, la L, la U, y la S. Cinco extremidades tiene el hombre: la Cabeza, los dos Brazos y las dos Piernas. Dentro de la escuela Pitagórica, el número cinco representaba la cosecha, lo potencial haciéndose realidad. Representa el siguiente número después del cuatro, el tetrakys, que representa los cuatro elementos de agua, fuego, aire y tierra. El cinco se denomina entonces el Éter, la quintaesencia, la vida misma y específicamente la fuerza de la voluntad, la fuerza activa y generadora de la cual hace uso el masón, es por lo anterior que se entiende que los HH:. deben dominar los elementos y concentrarse en el espíritu. El Hombre-Microcosmos inscrito en el Pentagrama místico pitagórico representa el imperio del Espíritu (número 3) sobre la Materia (número 2) (3+2=5) de acuerdo con la Aritmología pitagórica.

La estrella de cinco puntos, según los Pitagóricos esta figura geométrica es considerada como el "emblema de la perfección y el supremo saber". En tal virtud, como Símbolo en las actuales Logias, representa a la unidad humana, "El Hombre", a la fraternidad masónica, a la paz mundial, al amor universal, y a la naturaleza. En la actualidad como símbolo Masónico, desempeña también el papel de estrella quinaria, que es la representación típica de la paz y el amor fraternal, tomando precisamente como base, la forma como se encuentra entrelazada.

Cinco son los instrumentos de trabajo del CFM el Martillo, el Cincel, la Escuadra, la Regla y el Mandil. Cinco son los puntos propios entre masones y que los permite distinguirse entre los profanos: pie contra pie, rodilla contra rodilla, mano contra mano, corazón contra corazón y oreja contra oreja. La edad masónica del Compañero Masón ya no es más tres años, como la del Aprendiz, sino que habiendo crecido en conocimientos y experiencia, ahora su edad masónica es de cinco años.

Para el compañero masón, el cinco es el número del grado y este aparece repetitivamente en la liturgia del grado. Son cinco las luces que lo alumbran. Cinco son los pasos de su marcha y cinco las baterías del grado. Regularmente son Cinco las preguntas obligatorias que se hacen en el aumento de salario del compañero, cinco las escalinatas simbólicas que debe subir el compañero (inteligencia, rectitud, valor, prudencia y amor) para acercarse a la al trono de Salomón y la estrella flamígera, y esta estrella tiene cinco puntas las cuales recuerdan los cinco puntos de perfección sobre los cuales debe trabajar el masón (fuerza, belleza, sabiduría, virtud y caridad).

Finalmente, debo hacer mención breve al principio hermético del Quinario o Cinco, el quinario representa la aspiración, el aliento que mantiene la vida en lo creado; de ahí la idea de que todo lo animado se mantiene por efecto del hálito. El propio ser se manifiesta por el aliento que da acción a la vida. De modo que el aliento o respiración es el medio que une al Espíritu Divino al cuerpo material, así como el hombre une Dios con la Naturaleza.

El aliento - respiración - representa la penetración del poder Creador a través del mundo divino, del mundo intelectual y del mundo material. El aliento de la Vida, llamado Prana, se manifiesta en cinco elementos tatvas cada uno de los cuales actúa en una parte del cuerpo humano y son:

1° Prithivi - la tierra, que influye desde los pies a las rodillas.
2° Apas - el agua, que influye desde las rodillas hasta el ano.
3° Tejas - el fuego, que influye desde el ano hasta el corazón.
4° Vayu - el aire, que influye desde el corazón hasta el entrecejo.
5° Akash - el éter, que influye desde el entrecejo hasta lo alto de la cabeza.

Esos cinco elementos se relacionan con los cinco sentidos:

1° El olfato se relaciona con lo sólido (Tierra).
2° El gusto se relaciona con lo líquido (Agua).
3° La vista se relaciona con lo gaseoso (Fuego).
4° El tacto se relaciona con lo aéreo (Aire).
5° El oído se relaciona con lo etéreo (Éter).

Durante cada ciclo de vida, nuestras correspondencias orgánicas y mentales vibran según el impulso de la clase de energía que prevalece en ese tiempo y determina un estado de ánimo correspondiente:

1° El éter nos hace emotivos (inspirados).
2° El fuego nos hace ardientes y fogosos (apasionados).
3° El aire nos torna inquietos (impetuosos).
4° El agua nos hace dóciles (tiernos).
5° La tierra nos hace egoístas (ambiciosos).

El Masón no es un ser desocupado y perezoso, y no puede dedicar todo su día estudiar las tablas de los signos y horas siderales para practicar ejercicios. El masón es un ser que domina las estrellas por medio de sus pensamientos positivos y absorbe, a voluntad, la energía atómica que necesita cada instante y en cualquier lugar. Formó, pues, el Señor Dios el hombre del barro de la tierra y le sopló en las fosas nasales el soplo de la vida y fue hecho el hombre de alma viviente. El soplo de vida que animó a Adán le fue dado por las fosas nasales, esto es, en el acto de respirar. El hombre aspira el soplo de Dios.

El aire que respiramos está lleno de átomos negativos y positivos creados por nuestros pensamientos, por la naturaleza de nuestros pensamientos, una clase de ellos llega a nuestros pulmones. Según el éter sea negativo o positivo, conforme será el pensamiento, y según sea el pensamiento se alterará el Todo. “Vigilad y orad para que no entréis en tentación” dijo Jesús. En todos los casos, el flujo simultáneo intensifica la emoción predominante e induce a la persona a perder el dominio de las facultades. Cuando el hombre vela y ora, mantiene sus pensamientos siempre puros, regula la distribución del Prana o aliento de vida.

El aliento, origen de la vida, se manifiesta en cinco principios elementales, los Tatvas, Esos Tatvas son fuerzas naturales, sutiles, que podemos considerar como modificaciones en la vibración del éter. Cada una de esas modificaciones actúa en uno de los cinco sentidos del hombre. Esos Tatvas son como principios cósmicos energéticos y vitales; en cuanto producen materia, la animan con su energía. Reflejan, en los sentidos, con las diferentes funciones orgánicas y regulan las manifestaciones en todos los aspectos.

Los cinco sentidos son expresiones del quinario con las cinco funciones vegetativas (respiración, digestión, circulación, excreción y reproducción). El quinario es el número que preside todas las manifestaciones de la vida animal del hombre sobre el dominio del Yo Soy.

Los cinco sentidos son los cinco talentos de los que habló Jesús en el capítulo 25 del Evangelio de San Mateo y en el capítulo 19 del de San Lucas. Todo hombre que posee los cinco sentidos está obligado a trabajarlos y multiplicarlos. Los sentidos son las ventanas del Templo-Cuerpo; llevan la luz del mundo externo al interno; pero, también, el hombre recibe la luz interna y, por medio de la multiplicación de los sentidos, puede actuar sobre el mundo externo.

Principio Hermético el TODO es Mente, la interpretación, conocimiento y dominio del quinario es uno de los principios del poder del Masón…….

Muy QQ HH sin duda el estudio del quinario es y será objeto de discusión de muchos estudios y por eso ello es un símbolo de mucha importancia que en Logia se manifiesta por todas partes y es el inicio de la Maestría.



Entrevista de Álex Rovira en el programa Cara a Cara de CNN sobre su libro "La buena crisis" Video


Entrevista Álex Rovira - La buena crisis from Álex Rovira on Vimeo.

LA BUENA CRISIS


Superar una crisis —la crisis— no es volver a TENER sino conseguir SER, afrontar cada instante con dignidad, esperanza y sentido de realidad. «La crisis será lo que hagas de ella», afirma Álex en este libro. Una obra que asume la dificultad como signo de vida, pero que nos enseña a incorporar lo bueno del pasado, a entregarnos al cambio, a desafiar la rutina, a crear y a pensar de manera diferente, a encontrar un sentido al dolor… y a disfrutar de la Buena Crisis. Es momento de aprender a combatir las dificultades, los cambios inesperados, la inmovilidad, y utilizar la inteligencia, confiar y seguir remando. Si constatas que estás en crisis, es que aún estás vivo. Celébralo.

En la línea de los mensajes inspiradores que han convocado a lectores de todo el mundo con obras como La Buena Vida o La Buena Suerte, Álex Rovira completa la trilogía con La Buena Crisis, un muestrario de cartas inspiradoras e ilustrativas, en las que tú eres el destinatario, donde se presentan las claves para la transformación de la existencia a partir del aprendizaje que genera una crisis, sea de la naturaleza que sea, con ejemplos de superación y palabras que revitalizan. Una obra imprescindible para convertir las crisis en nuevas oportunidades.

miércoles, 27 de abril de 2011

San Martín y la masonería (I)





La participación de San Martín en las logias masónicas de su tiempo no es una anécdota, un detalle ornamental, sino un factor constitutivo de su personalidad política. Desde 1808, fecha de su inicio a la logia, hasta su muerte en 1850, el itinerario biográfico de San Martín está marcado por su relación con masones y su participación en diferentes logias. En Cádiz, Londres, Buenos Aires, Mendoza, Santiago, Lima, Bruselas, Escocia, París, Grand Bourg y en Boulogne sur Mer, San Martín participa de estas sociedades secretas o discretas. Desde esta perspectiva, es imposible reconstituir su vida al margen de lo que fuera su compromiso político más perdurable.

La militancia masónica de San Martín no fue un entretenimiento, una manera elegante de distraer sus horas, un estilo ocioso y patricio. Todo lo contrario. Para él, la masonería fue una vocación ideológica y una herramienta política para llevar a cabo sus ideales de libertad. San Martín no inventa nada. La revolución americana, desde Estados Unidos al Río de la Plata, es imposible entenderla al margen de la masonería. La Revolución Francesa no se concibe sin los masones. La modernidad como tal tiene como actores privilegiados a los masones. Nuestra historia nacional, sus principales protagonistas a lo largo del siglo XIX y las primeras décadas del veinte son masones. Algo parecido ocurre en Chile, Brasil y, por supuesto, Uruguay. Es imposible entender la modernidad sin el componente cultural y político de la masonería.

No hay biografía pública o privada de San Martín sin este reconocimiento ideológico. Masones son sus amigos íntimos, masones son los principales oficiales de su ejército y masones son sus compañeros de militancia política. Las máximas para su hija tienen el tono de la retórica masónica; su testamento utiliza los términos clásicos de los masones de su tiempo. Su proverbial reserva, el secreto con el que rodeaba sus actos, la discreción de sus declaraciones, corresponden a la clásica disciplina personal de los masones. Desconocer esta relación de San Martín es una torpeza o algo peor. En todos los casos, ninguna de las consideraciones que se hagan en esa línea alcanzan a ocultar lo evidente. San Martín, como la inmensa mayoría de los guerreros de la Independencia, fue masón. Para bien o para mal, pero es lo que fue. Sus pares fueron Miranda, Bolívar, Alvear, O’Higgins, Guido, Belgrano, Moreno. Y hay más nombres.

Como en su momento la masonería fue condenada por la Iglesia Católica, y en el siglo XIX la lucha ideológica fue muy dura, sectores católicos se esfuerzan por negar esta pertenencia ideológica de San Martín. En su tiempo esto no fue tan así. En principio, San Martín, como la mayoría de los masones, siempre se reivindicó cristiano y, en su caso particular, católico. En su correspondencia hay referencias a Dios y al “arquitecto universal”, pero como todo liberal de su tiempo, su fe no le impide ejercer la más plena libertad de conciencia.

San Martín fue católico, pero no era de misa diaria y ni siquiera puede decirse que haya sido un católico disciplinado. En Mendoza, en Santiago y en Lima, sus encontronazos con los curas realistas fueron célebres. Como los buenos liberales de su tiempo, se permitía hacer chistes sobre la Iglesia Católica, el Papa y la credulidad de algunos fieles. Como buen liberal, se jactaba de sus amistades con curas, algunos de los cuales también participaban de logias masónicas.

Discutir hoy si San Martín fue o no masón puede parecer un debate menor, pero desde el punto de vista histórico no lo es. El Padre de la patria tiene demasiado prestigio como para desinteresarse de su ideología.

Como ya es de público dominio, San Martín no siempre disfrutó de esa honra. Tuvieron que pasar muchos años y circular bastantes libros, para que los argentinos decidieran otorgarle la condición de Héroe Máximo de la Nación.

Cuando San Martín se fue de la Argentina en 1824 estaba muy lejos de ser el héroe que todos conocemos. Entonces no sólo era criticado, sino que amplios sectores de la elite porteña lo aborrecían. Cuando muere en 1850, la información que llega a Buenos Aires fue apenas una noticia. Cuando a principios de 1880 sus restos llegan a la Argentina, su prestigio había crecido, pero todavía no era absoluto. El obispo de Buenos Aires, por lo tanto, opone obstáculos teológicos para que sus restos descansen en la catedral: ¿El motivo? Su militancia masónica.

¿Es para tanto? Lo es. Un masón no puede ser recibido en tierra consagrada. Si bien el Papa condenará a la masonería oficialmente en 1884, la condena de las autoridades religiosas existía de hecho desde mucho antes. “En esta iglesia no entran perros ni masones”, era una leyenda que presidía la entrada de muchos templos católicos.

Las negociaciones para cumplir con el pedido testamentario de San Martín de que su corazón descansara en Buenos Aires, se inician apenas llegan los restos. El acuerdo al que se arriba es el producto de una negociación entre el poder político y el poder religioso. Finalmente, se acepta construir un mausoleo -Nuestra Señora de la Paz- ubicado en la nave derecha del templo y, según los entendidos, fuera del perímetro considerado sacro. Tres esculturas femeninas rodean al sarcófago, acompañado por las urnas que guardan los restos de Las Heras, Guido y el Soldado Desconocido.

Todo bien hasta acá. San Martín ha sido más o menos respetado. Sin embargo, algunos detalles no encajan. Y lo primero que no encaja es el propio sarcófago de San Martín que, además, queda inclinado, lo que provoca que la cabeza del Libertador en lugar de mirar hacia el cielo mire hacia la tierra. ¿Casualidad? Cien años después, historiadores revisionistas sostienen esa hipótesis. Según ellos, el cajón que llegó desde Francia es demasiado grande y no puede entrar en el lugar asignado. Por eso, se lo coloca en esa posición ¿Puede creerse en la casualidad en una institución que es muy celosa de los símbolos y del protocolo? Pero aceptando incluso que el cajón haya sido grande, queda pendiente otra pregunta. ¿Por qué su cabeza mira hacia la tierra y no hacia el cielo? ¿También es casualidad? ¿Un detalle menor? Para un laico o un indiferente puede ser un detalle menor, pero no para un católico celoso de su fe y de los preceptos de su fe, para quien está fuera de discusión -por lo menos para un católico beligerante de 1880 estaba fuera de discusión- que la posición de “cabeza abajo” es lo que se merece un masón predestinado al infierno.

En la misma línea opinan los católicos integristas españoles. En la época de Franco, existió una publicación llamada Editorial Nacional, donde se probaba que la mayoría de los militares españoles que fueron a guerrear a América Latina a favor de los insurrectos eran masones, y uno de los masones más distinguidos se llamaba José de San Martín. Los caballeros franquistas -despreocupados por el prestigio criollo de San Martín y de los esfuerzos de sus correligionarios argentinos por demostrar lo contrario- probaban a través de documentos su filiación masónica y, por lo tanto, su condición de traidor, confirmando mediante ese acto el principio de la derecha católica española de que todos los masones en España fueron traidores a la patria. (Continuará)

Fuente: EL LITORAL


Cómo la creencia en el libre albedrío fortalece procesos decisivos de nuestro cerebro


El libre albedrío puede que sea una ilusión. Sin embargo, nos empeñamos en creer que somos dueños de nuestros destinos, y esa creencia afecta a nuestro modo de actuar. Pensar que uno mismo es quien determina la trayectoria de su propia vida hace más probable que la persona trabaje duro para alcanzar sus metas y que se sienta mejor consigo misma. Pensar lo contrario hace que sea más probable que uno se comporte de modos que ayuden a que esa profecía se cumpla.

La psicología popular dice que nos desenvolvemos mucho mejor si sentimos que llevamos las riendas de nuestro destino, tal como nos recuerda Davide Rigoni, especialista en psicología experimental y ahora en la Universidad de Marsella.

Trabajando con Marcel Brass y Simone Kuhn de la Universidad de Gante en Bélgica, y Giuseppe Sartori de la Universidad de Padua en Italia, Rigoni ha mostrado que quebrantar la creencia de la gente en su capacidad de gobernar su destino perjudica a su buena disposición mental para actuar.

Para ver cómo la creencia en el libre albedrío influye en aspectos sutiles del control motor, el equipo de investigación observó en el cerebro un marcador bien conocido de las acciones voluntarias, una señal que se activa primeramente cuando nos preparamos para movernos, y que milisegundos después vuelve a activarse mientras el cerebro envía señales a los músculos.

Como la primera fase del ciclo de emisión de esa señal sólo está modulada por la intención, los investigadores asumieron que su fortaleza podía reflejar la creencia, o la no creencia, en el libre albedrío.

En el estudio se dividió en dos grupos a 30 hombres y mujeres con edades de entre 18 y 24 años. El grupo experimental leyó un texto en el que se afirmaba que unos científicos habían descubierto que el libre albedrío era una ilusión. El grupo de control leyó sobre la conciencia, sin que en el texto se mencionara al libre albedrío. A los integrantes de ambos grupos se les pidió que leyeran el texto con la máxima atención posible, a fin de prepararse para responder correctamente a una serie de preguntas sobre el tema del que trataba el texto.

Los participantes respondieron a preguntas que servían a los investigadores para evaluar la creencia de cada sujeto en el libre albedrío y el determinismo, tanto de las personas en general como de ellos mismos en particular.

Las respuestas a los cuestionarios mostraron la influencia del texto leído: La creencia de los individuos del primer grupo en su propio libre albedrío fue más débil que la de los sujetos del grupo de control.

Se realizaron también experimentos de conducta durante los cuales se midió la actividad cerebral de los sujetos de estudio mediante electroencefalograma (EEG).

Las lecturas de EEG del grupo experimental indicaron una actividad cerebral mucho más baja que la del grupo de control durante esa primera fase virtualmente inconsciente de la toma de decisiones que antecede a la realización de un acto.

En cuanto a la cuestión de si es mejor creer o no en el libre albedrío, el nuevo estudio da apoyo científico a lo que la sabiduría popular ya intuía: Es mejor creer, porque ello nos motiva y nos hace esforzarnos más para alcanzar una meta.
CALENDARIOS Y NÚMEROS MASÓNICOS


Raúl Renowitzky Comas

R:. L:. Templarios de Oriente No 25

M:. R:. G:. L:. Nacional de Colombia con sede en Barranquilla



Se llama Calendario Masónico al modo de computar el tiempo, usado entre los masones; es decir, la manera de expresar las fechas de un modo que no sea la empleada por los iniciados en la masonería.

La introducción del cómputo masónico de tiempo, se debe a los Altos Grados de diversos Ritos. En 1875, algunos acordaron suprimirle, adoptando el calendario usual.

Los principales calendarios masónicos son siete:

1º El del RITO SIMBÓLICO o Rito de York

La era masónica se obtiene añadiendo 4.000 al año en curso. Así 1989 es igual a 5989. El año masónico va del 1º de marzo (primer mes) al 28 de febrero (ó 29 si es bisiesto) del año siguiente. Febrero es, pues, el duodécimo mes.

La datación masónica se obtiene según el ejemplo siguiente: 22 diciembre 1989 =22º día del 10º mes 5989. Los doce meses de este año masónico reciben los nombres siguientes: Nissam = Marzo; Ijar = Abril; Sivan = Mayo; Thamuz = Junio; Ab = Julio; Eliul = Agosto; Tishri = Septiembre; Heshvan = Octubre; Kislev = Noviembre; Theved = Diciembre; Schevat = Enero; Adar = Febrero.

2º El del RITO ESCOCÉS.

Es el calendario hebreo puro. El año principia en septiembre; su numeración se obtiene agregando 3760 a la era vulgar, de manera que 1989 más 3760 = 5749. Los nombres y los días se designan por sus nombres hebraicos.

3º El del RITO DE MISRAIM.

Se reduce a agregar 4004 a la era vulgar y, por lo tanto, a escribir 5993 en vez de 1989.

4º El del RITO TEMPLARIO.

Cuentan como año primero el de la fundación de la Orden, que fue el 1118 de la era vulgar y escriben como año la diferencia entre la era vulgar y 1118, o sea 1989 - 1118 = 871, en vez de 1989.

5º El del RITO DE LA ESTRICTA OBSERVANCIA.

Toma como año primero el de la disolución de la Orden de los Templarios, que fue el de 1314 y escriben la diferencia entre la era vulgar y 1314, o sea 1989 -1314 = 675 en vez de 1989.

6º El de la ORDEN DE REALES ARCOS.

Consideran como año primero el de la fundación del segundo Templo de Jerusalén por Zorobabel en 530 antes de Cristo y escriben la fecha añadiendo 530 a la era vulgar, o sea 1989 más 530 = 2519, en vez de 1989.

7º El de la ORDEN DE REALES Y SELECTOS MAESTROS.

Fechan desde 1.000 años antes de Cristo en que quedó terminado el Templo de Salomón y añaden por lo tanto 1.000 a la era vulgar, escribiendo 2989 en vez de 1989.

Las siglas utilizadas en cada caso suelen ser las siguientes:

A.L. = Anno Lucis. Año de la Luz. En algunos casos A.D.V.L. Año de la verdadera Luz. Es utilizado en los ritos Simbólico, Escocés y de Misraim.A.O.= Año de la Orden. En los ritos Templario y de Estricta Observancia.A.I. = Año de la invención. En el rito de la Orden de los Reales Arcos.A.T = Año del Templo. En el rito de la Orden de Reales y Selectos Maestros.

Por lo que respecta a los números, los masones los dividen en "femeninos" (los pares) y "masculinos" (los impares). El número 1 presenta a la divinidad; el 2, las tinieblas; el 3, es el número perfecto e indica la armonía; el 4, es el número divino; el 5, indica la luz, el matrimonio y la naturaleza, siendo definido como número hermafrodita, al estar compuesto del 3 (masculino) y del 2 (femenino); el 6, indica salud y justicia; el 7 es el número venerable; el 8, representa la amistad indicando el primer cubo: 2 + 2 + 2 + 2 = 8; el 9, es el número considerado finito; el 10, finalmente, indica el cielo porque conserva todas las relaciones armónicas: 1 (masculino) + 2 (femenino) + 3 (armonía) + 4 (número divino).

Reciban un T:. A:. F:.

San Martín y los derechos humanos


Una madrugada de enero de 1813, el coronel Antonio Landívar fue fusilado, horas después que el general José de San Martín firmara de puño y letra, el “cúmplase” de rigor al pie de la sentencia de muerte.

Landívar, capturado en el Alto Perú por los soldados de la independencia, había descollado por su crueldad al frente de las fuerzas empleadas por Goyeneche para sembrar el terror entre la población civil que colaboraba con las tropas libertadoras.

San Martín ordenó el inmediato procesamiento del coronel español por un tribunal militar,”no por haber militado con el enemigo en contra de nuestro sistema, sino por las muertes, robos, incendios, saqueos, violencias, extorsiones y demás excesos que hubiere cometido contra el derecho de la guerra” , según explicaría en un informe al gobierno sobre las razones de su decisión.

En el juicio se demostró que el oficial español había ordenado la ejecución de 54 prisioneros, disponiendo al mismo tiempo que las cabezas y los brazos de los infortunados fueran separados de sus cuerpos y colgados de columnas miliares a lo largo de los caminos a modo de escarmiento para la población.

Landívar reconoció sólo 33 de las ejecuciones que se le imputaban y pretendió defenderse invocando órdenes escritas de Goyeneche, que autorizaban medidas punitivas de éste tipo, no sólo contra militares del ejército de la independencia, sino también contra civiles que simpatizaran o colaboraran con ellos.

San Martín, en su informe al gobierno dijo: “..a pesar del horror que tengo de derramar sangre de mis semejantes, estoy altamente convencido de que es ya de absoluta necesidad de hacer un ejemplar de esta clase. Los enemigos se creen autorizados para exterminar hasta la raza de los revolucionarios, sin otro crimen que el de reclamar éstos los derechos que ellos les tenían usurpados”.

El acusado fue defendido en el juicio militar por un oficial del Cuerpo de Granaderos a Caballo, que intentó refutar los argumentos que inculpaban a Landívar, subrayando la obediencia debida del imputado a las órdenes del alto mando español.

El tribunal dictaminó que la obediencia debida no podía valer para justificar crímenes y otras atrocidades violatorias de lo que el general San Martín describió como “el derecho de la guerra”.

La historia del procesamiento y ejecución del militar español, con todo su contenido argumental y la filosofía que transparenta sobre la ética y los deberes militares, demuestra que el espíritu sanmartiniano, jamás hubiese aprobado las aberraciones cometidas por numerosos uniformados durante la última dictadura militar que masacró a miles de argentinos.

En una palabra, San Martín hubiese defendido, los hoy denominados, Derechos Humanos sin duda alguna.

martes, 26 de abril de 2011

Quién fue José de Arimatea?

por JaCques

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Miembro del Sanedrín (concilio de la nación judía) de Jersualén, hombre rico que era discipulo de Jesús en la versión de Mateo, e ilustre según Marcos. Toma un rol fundamental consumada la crucifixión de nuestro Señor. Los cuatro evangelistas lo mencionan, como fuentes principales que corroboran su existencia. José de Arimatea pide permiso a Pilatos para dar sepultura a Jesús. El evangelio apócrifo de Pedro señala «Se encontraba allí a la sazón José de Arimatea, el amigo de Pilato y del Señor. Y, sabiendo que iban a crucificarle, se llegó a Pilato en demanda del cuerpo del Señor para darle sepultura en su huerto. Pilato se lo comunicó a Herodes, y Herodes le dijo: “Hermano Pilato: aun dado caso que nadie lo hubiera reclamado, nosotros mismos le hubiéramos dado sepultura, pues está echándose el sábado encima y está escrito en la ley que el sol no debe ponerse sobre un ajusticiado”». . La tradición cuenta que junto a Nicodemo desclavaron el santo cuerpo de la cruz y lo traslada a un sepulcro nuevo, recién excavado en la roca.
Ambos llevaron consigo especias, lo envolvieron en lienzos de lino y lo colocaron en la tumba, con una piedra grande en la entrada. Después, a petición de los judíos, fue puesto el sello romano sobre la piedra que cerraba la tumba y una guardia para cuidarla

Lucas lo describe a José de Arimatea como una persona buena y honrada que aguardaba el reino de Dios. Juan lo señala como un discípulo clandestino por miedo a las autoridades judías.
Marcos lo describe superando los temores en su cita: armándose de valor reclama el cuerpo del Maestro. Vale recordar que fue el único que reclamó el cuerpo, los apóstoles desolados y confundidos, a excepción de Juan, el hijo bienamado, se habían escondido.

Su nombre pasa a jugar un rol trascendental en la historia de los misterios propios del Señor, ya que es el propio José de Arimatea quien recoge con el Santo Grial la preciosa sangre de Cristo, en el monte Golgogota. Otra versión de los evangelios apócrifos señala que en realiad José de Arimatea recogió la sangre de nuestro Señor en el propio sepulcro. Que tomó el copón o Grial que había sido usado en la última cena, que ocurrió en su propia casa.
»José de Arimatea era hombre religioso y sabía que en el Levítico Yavé nos dice que la vida de la carne es la sangre, y que hay que ponerla sobre el altar o cerca del hipogeo para resucitar nuestros cuerpos...»

Sobre la última cena, los evangelistas sólo señalan la orden de ir en busca de un lugar para festejar la pascua judía, sin mencionar quién era el propietario del mismo. Las fuentes apócrifas señalan sin discusión que esta casa no era otra que la de José de Arimatea.

Una leyenda muy extendida durante la Edad Media pretendía que el Santo Grial fue llevado a Inglaterra por José de Arimatea cuando se estableció en Glastonbury alrededor del año 63, fundando la primera iglesia británica. Los poemas de Arturo lo representan trasladando el Santo Grial a Inglaterra.

La fiesta de San José de Arimatea es el 17 de marzo, y al haber dado sepultura al cuerpo de Cristo la tradición lo hizo patrono de embalsamadores y sepultureros.

Declaración de José de Arimatea, el que demandó el cuerpo del Señor, que contiene las causas de los dos ladrones

I 1.Yo soy José de Arimatea, el que pidió a Pilato el cuerpo del Señor Jesús para sepultarlo, y que por este motivo se encuentra ahora encadenado y oprimido por los judíos, asesinos y refractarios de Dios, quienes, además, teniendo en su poder la ley, fueron causa de tribulación para el mismo Moisés y, depués de encolerizar al legislador y de no haber reconocido a Dios, crucificaron al Hijo de Dios, cosa que quedó bien de manifiesto a los que conocían la condición del Crucificado. Siete días antes de la pasión de Cristo fueron remitidos al gobernador Pilato desde Jericó dos ladrones, cuyos cargos eran éstos:

2. El primero, llamado Gestas, solía dar muerte de espada a algunos viandantes, mientras que a otros les dejaba desnudos y colgaba a las mujeres de los tobillos cabeza abajo para cortarles depués los pechos; tenía predilección por beber la sangre de los miembros infantiles; nunca conoció a Dios; no obedecía a las leyes y venía ejecutando tales acciones, violento como era, desde el principio de su vida.

El segundo, por su parte, estaba encartado de la siguiente forma. Se llamaba Dimas; era de origen galileo y poseía una posada. Atracaba a los ricos, pero a los pobres les favorecía. Aun siendo ladrón, se parecía a Tobit [Tobías], pues solía dar sepultura a los muertos. Se dedicaba a saquear a la turba de los judíos; robó los libros de la ley en Jerusalén, dejó desnuda a la hija de Caifás, que era a la sazón sacerdotisa del santuario, y substrajo incluso el depósito secreto colocado por Salomón. Tales eran sus fechorías.

3. Fue detenido asimismo Jesús la tarde del día 4 antes de la Pascua. Y no había fiesta para Caifás ni para la turba de los judíos, sino enorme aflicción, a causa del robo que había efectuado el ladrón en el santuario. Y, llamando a Judas Iscariote, se pusieron al habla con él. Es de saber que éste era sobrino de Caifás. No era discípulo sincero de Jesús, sino que había sido dolosamente instigado por toda la turba de los judíos para que le siguiera; y esto, no con el fin de que se dejara convencer por los portentos que Él obraba, ni para que le reconociese, sino para que se lo entregase, con la idea de cogerle alguna mentira. Y por esta gloriosa empresa le daban regalos y un didracma de oro cada día. Y a la sazón hacía ya dos años que se encontraba en compañía de Jesús, como dice uno de los discípulos llamado Juan.

4. Y tres días antes de que fuera detenido Jesús, dijo Judas a los judíos: «¡Ea!, pongamos el pretexto de que no fue el ladrón quien sustrajo los libros de la ley, sino Jesús en persona; yo mismo me comprometo a hacer de acusador». Mientras esto se decía, entró en nuestra compañía Nicodemo, el que tenía a su cargo las llaves del santuario, y se dirigió a todos, diciendo: «No llevéis a efecto tal cosa». Es de saber que Nicodemo era más sincero que todos los judíos juntos. Mas la hija de Caifás, llamada Sara, dijo a voz en grito: «Pues Él ha dicho delante de todos contra este lugar santo: Soy capaz de destruir este templo y de levantarlo en tres días». A lo que respondieron los judíos: «Te damos todos nuestro voto de confianza», pues la tenían como profetisa. Y, una vez celebrado el consejo, fue detenido Jesús.

II 1.Y al día siguiente, que era miércoles, le llevaron a la hora nona al palacio de Caifás. Y Anás y Caifás le dijeron: «Oye, ¿por qué has robado nuestra Ley y has puesto a pública subasta las promesas de Moisés y de los profetas?» Mas Jesús nada respondió. Y, ante toda la asamblea reunida, le dijeron: «¿Por qué pretendes deshacer en un solo momento el santuario que Salomón levantó en cuarenta y seis años?» Y Jesús no respondió nada a esto. Es de saber que el santuario de la sinagoga había sido saqueado por el ladrón.

2. Mas el miércoles, a la caída de la tarde, la turba se disponía a quemar a la hija de Caifás por haberse perdido los libros de la Ley, pues no sabían cómo celebrar la Pascua. Pero ella les dijo: «Esperad, hijos, que daremos muerte a este Jesús y encontraremos la Ley y la santa fiesta se celebrará con toda solemnidad». Entonces Anás y Caifás dieron ocultamente a Judas Iscariote una buena cantidad de oro con este encargo: «Di, según nos anunciaste: Yo sé que la Ley ha sido sustraida por Jesús, para que el delito recaiga sobre él y no sobre esta irreprochable doncella». Y cuando se hubieron puesto de acuerdo sobre el particular, Judas les dijo: «Que no sepa el pueblo que vosotros me habéis dado instrucciones para hacer esto contra Jesús; soltadle más bien a éste, y yo me encargo de convencer al pueblo de que la cosa es así». Y astutamente pusieron en libertad a Jesús.

3. Así, pues, el jueves al amanecer entró Judas en el santuario y dijo a todo el pueblo: «¿Qué queréis darme y yo os enttregaré al que hizo desaparecer la Ley y robó los Profetas?» Respondieron los judíos: «Si nos lo entregas, te daremos treinta monedas de oro». Mas el pueblo no sabía que Judas se refería a Jesús, pues bastantes confesaban que era Hijo de Dios. Judas, pues, se quedó con las treinta monedas de oro.

4. Y, habiendo salido a la hora cuarta y a la hora quinta, encontró a Jesús paseando en el atrio. Y, echándose ya encima la tarde, dijo a los judíos: «Dadme una escolta de soldados armados de espadas y palos y yo lo pondré en vuestras manos». Y le dieron fuerza para prenderle. Y mientras iban caminando, díjoles Judas: «Echad mano a aquel a quien yo besare, pues Él es quien ha robado la Ley y los Profetas». Después se acercó a Jesús y le besó, diciendo: «Salve, Maestro». Era a la sazón la tarde del jueves. Y, una vez preso, lo pusieron en manos de Caifás y de los pontífices, diciéndoles Judas: «Éste es el que ha hurtado la Ley y los Profetas». Y los judíos sometieron a Jesús a un injusto interrogatorio, diciendo: «¿Por qué has hecho esto?» Mas Él nada respondió.

Entonces Nicodemo y yo, José, viendo la cátedra de la pestilencia, nos separamos de ellos, no estando dispuestos a perecer juntamente con el consejo de los impíos.

III 1.Y, después que aquella noche hicieron otras cosas terribles contra Jesús, la madrugada del viernes fueron a entregárselo al gobernador Pilato para crucificarle; y con este fin acudieron todos. Y el gobernador Pilato, después de interrogarle, mandó que fuera crucificado en compañía de dos ladrones. Y fueron crucificados juntamente con Jesús, a la izquierda Gestas y a la derecha Dimas.

2. Y empezó a gritar el de la izquierda, diciendo a Jesús: «Mira cuántas cosas malas he hecho sobre la tierra, hasta el punto incluso de que, si yo hubiera sabido que tú eras rey, aun contigo hubiera acabado. ¿Por qué te llamas a ti mismo Hijo de Dios, si no puedes socorrerte en caso de necesidad? ¿Cómo, pues, vas a prestar auxilio a otro que te lo pida? Si tú eres el Cristo, baja de la cruz para que pueda creer en ti. Pero, por de pronto, no te considero como hombre, sino como bestia salvaje que está pereciendo juntamente conmigo». Y comenzó a decir muchas otras cosas contra Jesús mientras blasfemaba y hacía rechinar sus dientes contra Él, pues había caído preso el ladrón en el lazo del diablo.

3. Mas el de la derecha, cuyo nombre era Dimas, viendo la gracia divina de Jesús, gritaba de este modo: «Te conozco, ¡oh Jesucristo!, y sé que eres Hijo de Dios; te estoy viendo como Cristo adorado por miríadas de ángeles. Perdóname los pecados que he cometido; no hagas venir contra mí los astros en el momento de mi juicio, o la luna cuando vayas a juzgar toda la tierra, puesto que de noche realicé mis malos propósitos; no muevas el sol, que ahora se está oscureciendo por ti, para que pueda manifestar las maldades de mi corazón; ya sabes que no puedo ofrecerte presente alguno por la remisión de mis pecados. Ya se me echa encima la muerte a causa de mis maldades, pero tú tienes poder para expiarlas; líbrame, Señor universal, de tu terrible juicio; no concedas al enemigo poder para engullirme y hacerse heredero de mi alma, como lo es de la de ese que está colgado a la izquierda; pues estoy viendo cómo el diablo recoge su alma, mientras sus carnes desaparecen. No me ordenes tampoco pasar a la porción de los judíos, pues estoy viendo sumidos en un gran llanto a Moisés y a los profetas, mientras el diablo se ríe a costa suya. Antes, pues, ¡oh Señor!, de que mi alma salga, manda que sean borrados mis pecados, y acuérdate de mí, pecador, en tu reino, cuando vayas a juzgar a las doce tribus sobre el trono grande y alto, pues gran tormento has preparado a tu mundo por tu propia causa».

4. Y, cuando el ladrón terminó de decir esto, respondióle Jesús: «En verdad, en verdad te digo, Dimas, que hoy mismo vas a estar conmigo en el paraiso. Mas los hijos del reino, los descendientes de Abrahán, de Isaac, de Jacob y de Moisés, serán arrojados fuera a las tinieblas exteriores; allí habrá llanto y crujir de dientes. Mas tú serás el único que habites en el paraíso hasta mi segunda venida, cuando vaya a juzgar a los que no han confesado mi nombre». Y añadió: «Márchate ahora y di a los querubines y a las potestades, que están blandiendo la espada de fuego y guardan el paraíso del que Adán, el primero de los creados, fue arrojado, después de haber vivido allí, por haber prevaricado y no haber guardado mis mandamientos: Ninguno de los primeros verá el paraíso hasta que venga de nuevo a juzgar a vivos y muertos. Habiéndolo escrito así Jesucristo, el Hijo de Dios, el que descendió de las alturas de los cielos, el que salió inseparablemente del seno del Padre invisible y bajó al mundo para encarnarse y ser crucificado para salvar a Adán, a quien formó, para conocimiento de los escuadrones de arcángeles, guardianes del paraíso y ministros de mi Padre. Quiero y mando que penetre dentro el que está siendo crucificado conmigo, y que reciba por mí la remisión de sus pecados, y que entre en el paraíso con cuerpo incorruptible y engalanado, y que habite allí donde nadie jamás puede habitar».

Y he aquí que, cuando hubo dicho esto, Jesús entregó su espíritu. Tenía esto lugar el viernes a la hora de nona. Mientras tanto, las tinieblas cubrían la tierra entera y, habiendo sobrevenido un gran teremoto, se derrumbó el santuario y el pináculo del templo.

IV 1.Entonces yo, José, demandé el cuerpo de Jesús y lo puse en un sepulcro nuevo, sin estrenar. Mas el cadáver del que estaba a la derecha no pudo ser hallado, mientras que el de la izquierda tenía un aspecto parecido al de un dragón.

Y, por el hecho de haber pedido el cuerpo de Jesús para darle sepultura, los judíos, dejándose llevar de un arranque de cólera, me metieron en la cárcel donde solía retenerse a los malhechores. Me ocurría esto a mí la tarde del sábado en que nuestra nación estaba prevaricando. Y mira por cuánto esta misma nación sufrió el sábado tribulaciones terribles.

2. Y precisamente la tarde del primer día de la semana, a la hora quinta, cuando yo me encontraba en la cárcel, vino hacia mí Jesús acompañado del que había sido crucificado a su derecha, a quien había enviado al paraíso. Y había una gran luz en el recinto. De pronto la casa quedó suspensa de sus cuatro ángulos, el espacio interior quedó libre y yo pude salir. Entonces reconocí a Jesús en primer lugar y luego al ladrón, que traía una carta para Jesús. Y, mientras íbamos camino de Galilea, brilló una luz tal, que no podía soportarla la creación; el ladrón, a su vez, exhalaba un gran perfume procedente del paraíso.

3. Luego sentóse Jesús en un lugar y leyó así: «Los querubines y los exaptérigos, que recibimos de tu divinidad la orden de guardar el jardin del paraíso, hacemos saber esto por medio del ladrón que fue crucificado juntamente contigo por disposición tuya: Al ver en éste la señal de los clavos y el resplandor de las letras de tu divinidad, el fuego se extinguió, no pudiendo aguantar la flamígera señal, y nosotros, sobrecogidos por un gran temor, quedamos amedrentados; pues oímos al autor del cielo y de la tierra y de la creación entera que bajaba desde la altura hasta las partes más bajas de la tierra a causa del primero de los creados, Adán. Pues, al ver la cruz inmaculada que fulguraba por medio del ladrón y que hacía reverberar un resplandor siete veces mayor que el del sol, se apoderó de nosotros, presa de la agitación de los infiernos, un gran temblor. Y, haciendo coro con nosotros los ministros del infierno, dijimos a grandes voces: Santo, Santo, Santo es el que impera en las alturas. Y las potestades dejaban escapar este grito: Señor, te has manifestado en el cielo y sobre la tierra, dando la alegría de los siglos, después de haber salvado de la muerte a la misma criatura».

V 1.Mientras iba yo contemplando esto, camino de Galilea, en compañía de Jesús y del ladrón, Aquél se transfiguró, y no era lo mismo que la principio, antes de ser crucificado, sino que era luz por completo. Y los ángeles le servían continuamente, y Jesús mantenía conversación con ellos. Y pasé tres días a su lado, sin que ninguno de sus discípulos le acompañara, sino sólo el ladrón.

2. Mediada la fiesta de los Ázimos, vino su discípulo Juan, y todavía no habíamos visto al ladrón ni sabíamos qué había sido de él. Juan entonces preguntó a Jesús: «¿Quién es éste, pues no me has permitido ser visto por él?». Mas Jesús no le respondió nada. Entonces él se echó a sus pies y le dijo: «Señor, sé que desde el principio me amaste; ¿por qué no me haces ver a aquel hombre?» Díjole Jesús: «¿Por qué vas en busca de lo arcano? ¿eres obtuso de inteligencia? ¿No percibes el perfume del paraíso que ha inundado el lugar? ¿No te das cuenta de quién era? El ladrón colgado de la cruz ha venido a ser heredero del paraíso; en verdad, en verdad te digo que de él sólo es hasta que llegue el gran día». Y Juan dijo: «Hazme digno de verle».

3. Y, mientras Juan estaba aún hablando, apareció de repente el ladrón. Aquél entonces, atónito, cayó al suelo. El ladrón no conservaba la misma figura que tenía antes de venir Juan, sino que era como un rey majestuoso en extremo, engalanado como estaba con la cruz. Y se dejó oír una voz, emitida por una gran muchedumbre, que decía así: «Has llegado al lugar del paraíso que te estaba preparado; nosotros hemos sido designados por el que te envió para servirte hasta que venga el gran día». Y, al producirse esta voz, quedamos invisibles el ladrón y yo. Yo entonces me encontré en mi propia casa y ya no vi a Jesús.

4. Y habiendo sido testigo ocular de estas cosas, las he dejado escritas para que todos crean en Jesucristo crucificado, nuestro Señor, y no sirvan ya a la ley de Moisés, sino que den crédito a los prodigios y portentos obrados por Él, de manera que, creyendo, sean herederos de la vida eterna y podamos encontrarnos todos en el reino de los cielos; porque a Él le conviene gloria, fuerza, alabanza y majestad por los siglos de los siglos. Amén.

Fuente: Los Evangelios Apócrifos, por Aurelio De Santos Otero, BAC



LAS HERRAMIENTAS DEL APRENDIZ
Por el Q:.H:. OSCAR TRAJTEMBERG.


En esta plancha voy a desarrollar el tema de las herramientas del aprendiz masón y a través de la misma comunicare mis impresiones e ideas sobre el tema pero al mismo tiempo tratare de aprender de vosotros y vuestros comentarios y de transmitir mis pensamientos y, si lo logro, también ensenar algo. Voy a tratar el tema bajo el punto de vista simbólico y el punto de vista practico por que como mis hermanos bien lo saben, mi profesión tiene algo que ver con estas herramientas.
Si hoy tenemos en nuestras manos un plano de construcción escrito en inglés podremos ver que aparece en muchos lugares la palabra "Masonry" que quiere decir "pared construida" o sea que está hecha con bloques. Estos bloques están fabrica-dos en los tiempos modernos con maquinas y tienen una forma homogénea para que encajen uno con otro de una manera casi perfecta. Esto, como dije, es en la época moderna. En otras épocas estos bloque eran hechos a mano por el hombre y para eso se ayudaba de herramientas que le permitían, a través de mucho tiempo y dedicación, a pulir una piedra de forma tal que encajara con la que la acompañaba. Para esto el cantero o albañil de esa época usaban el mazo, el cincel, la regla de 24 pulgadas y protegía sus ropas con un mandil. El mazo o martillo: el mazo nos ensena que no se progresa en el arte sin esfuerzo y perseverancia y que debemos aplicar nuestras fuerzas al trabajo. Esta definición se refiere al aspecto simbólica del mazo.

El mazo significa la decisión y el poder pero usado de una manera incorrecta puede ser destructivo. y, haciendo una comparación con la parte simbólica, el mazo nos provee la fuerza, pero no la fina inteligencia del cincel, y si lo usamos solo, corremos el riesgo de dejar la piedra en bruto o romperla, pero no pulirla. El cincel: El cincel representa la voluntad firme que aplica el esfuerzo de los estudios en el pulimiento de la piedra bruta, nuevamente, este es el punto de vista simbólico y, en este caso tiene una directa cocción con el punto de vista práctico. El cincel es la herramienta que realmente nos ayuda a pulir la piedra bruta porque es la que transmite los golpes del mazo en pequeños puntos donde rompe las aspe-rezas y la va puliendo lentamente de acuerdo al ángulo en que lo pongamos lo que quiere decir que representa la dirección que le demos a nuestros esfuerzos a través del estudio para llegar a pulir la piedra bruta. En este caso tampoco podemos usar el cincel sin la ayuda del mazo.
La regla de 24 pulgadas:. La regla nos ensena que el día se divide en tres partes iguales, una para el estudio, otra para el trabajo y otra para el descanso. La regla nos indica tam bien el orden moral, ese orden que es esencial para la buena marcha de las sociedades y una ida masónica recta y medida para cumplir nuestros fines.

Yo definiría a la regla como un instrumento intermedio entre el compas y la escuadra (elementos de proyecto o estudio) y el mazo y el cincel (elementos de trabajo propiamente dicho)
En lo que al mandil se refiere, podemos ver que prácticamente en todas las profesiones el que efectúa un trabajo manual se cubre sus ropas con un elemento que le permite trabajar sin ensuciarse. Desde un simple zapatero remendón hasta un cirujano en el quirófano visten un mandil o un guardapolvo que, dejando de lado el hecho que cada vestimenta simboliza su profesión, lo visten para realizar su trabajo en forma adecuada y limpia. En nuestro caso para el pulimiento de la piedra bruta también nosotros como masones vestimos nuestro mandil y, poniendo énfasis en este punto, quiero referirme a que NO IMPORTA QUE GRADO TENGAMOS O DE QUE COLOR SEA EL MANDIL O QUE SIGNOS ESTEN SOBRE EL, absolutamente todos los masones lo vestimos en taller lo que nos indica que, seamos aprendices o W: MM:, todos estamos trabajando en el pulimiento de nuestra piedra bruta.
El mandil iniciático propiamente dicho se usaba sobre el pecho, pero nuestros antepasados de la Edad Media para burlar la persecución cristiana lo usaban sobre el abdomen como artesanos en los tres Grados de Aprendiz-Compañero y Maestro. Si quisiéramos usar el mandil de acuerdo a las escuelas iniciáticas tendríamos que ponerlo sobre el pecho porque allí se encuentra lo más noble que tiene el ser humano, el Corazón.
Volviendo al tema con el que inicie es plancha quisiera hacer una comparación entre los sistemas de trabajo (o estudio) modernos y los sistemas tradicionales que, a mi juicio irán teniendo vigencia a raves de los tiempos.
Hice referencia al bloque, elemento que en nuestros días se elabora en forma comercial a través de cintas mecánicas. Es cierto que recibimos un producto de mediana calidad y que conforme a sus medidas nos permite construir una pared. Pero también en nuestros días existen artesanos que elaboran su trabajo piedra por piedra con ayuda del mazo y el cincel (ejemplo Piedra de Jerusalén). Les puedo asegurar que en cada piedra se pone toda la sapiencia y el estudio para que una encaje en la otra de la forma más perfecta. Todo esto quiere significar que cuando más tiempo, estudio y, por consecuencia, sapiencia se le dedica a lo que hacemos, los frutos serán de mayor profundidad y calidad.

El pulido de la piedra bruta nos ensena que el ser humano no es perfecto pero si es perfectible.
Si observamos las piedras que están puestas delante del altar del V:M: podremos ver que una es un bloque prácticamente deforme y la otra es una piedra que ha recibido una cierta forma más pareja, bastante parecida a la piedra pulida a la que nosotros queremos llegar Uniendo ambas piedras se encuentra una espada que nos indica que para llegar de la piedra bruta a la pulida debemos luchar y esta lucha es el estudio y la perseverancia que tendremos que dedicar a nuestros trabajos en taller y fuera de el, en todos los actos de nuestra vida cotidiana para con nosotros mismos y con el prójimo.
El hecho que veamos una piedra prácticamente pulida no quiere decir que alguna vez en nuestra vida llegaremos a pulirla, siempre seremos piedra bruta, podremos acercarnos a su pulimiento pero por más que estudiemos siempre tendremos lo que aprender (pulir la piedra) por ultimo y haciendo referencia a una plancha de la Gran Logia de España que dice que 6' el masón se ve a sí mismo como una piedra bruta que tiene que trabajar con la herramientas alegóricas adecuadas para convertirla en un cubo perfecto y así poder encajar en la estructura del Templo" quisiera decir que no es suficiente que UNA piedra este pulida porque con una sola piedra habremos hecho muy poco y esa piedra tiene que encajar con otras, cosa que lamentablemente no siempre ocurre y que dificulta la construcción del templo.

lunes, 25 de abril de 2011

EL SIGNIFICADO DE LA INICIACIÓN MASÓNICA
Gentileza del Q.·.H.·. B. ORTIZ


Una de las definiciones más sencillas y acertadas de lo que es la Iniciación es la siguiente: La Iniciación es una ceremonia ritual y simbólica que da inicio a un proceso espiritual y mental que tiene como objetivo capacitar al candidato para ser un operador consciente y competente con aquellos seres, de niveles superiores de consciencia al físico, que guían y cuidan a la Humanidad.
Como la palabra lo indica, la Iniciación sólo es el comienzo de un proceso en el alma del candidato. Un proceso que también tiene lugar en una escala mayor en la evolución de la especie humana. La Humanidad se mueve y fluye constante y lentamente, aunque en su mayoría ciegamente, en las mareas de la evolución. El hombre y la mujer ordinarios son inconscientes de este proceso. En tanto se sientan confortables, no les importa adonde sean conducidos por estas mareas ni se cuestionan cuál es el propósito de su existencia.
El aspirante es el actor principal en un Misterio, en el cual pasa por acciones simbólicas a través de ciertas experiencias anímicas en su jornada desde la oscuridad a la luz. Con ello se trata de traer a la memoria las experiencias por las que el alma ha pasado. La verdadera Iniciación es una experiencia espiritual.
Se relata que en los antiguos Misterios el candidato a la Iniciación en las distintas fraternidades tenía que actuar de acuerdo con la historia de la vida del Hierofante original, el "Hombre Divino" cuya historia formaba la base de su simbolismo y de sus ceremonias. Hay que decir que sólo conocemos los Misterios por las escasas alusiones de los autores griegos y latinos, y también por las informaciones transmitidas por los llamados Padres de la Iglesia, muchas veces un tanto sospechosas. En el Ritual se trata de repetir de forma ceremonial simbólica la vida de un Adepto Iluminado o Ser Realizado, es decir, la historia de un ser cuya consciencia ha llegado a ser divina, y se hace una celebración mágica. El método de la representación retrata a un hombre que muere, real o místicamente, y resucita como un Dios irradiando Sabiduría y Plenitud espiritual. Para los egipcios, Osiris fue el mejor ejemplo de alguien que vence a su humanidad, símbolo de la regeneración. Cuando un oficiante del Templo representa el papel de un Dios o Imagen Divina, si conoce bien los métodos técnicos mágicos, asume la Forma de ese Dios tan perfectamente que las emanaciones magnéticas del Dios en él fluyen hasta la parte más recóndita de su alma.
El sonido y el color desempeñan un papel importantísimo en la operación de transmutar las energías correspondientes a un nivel inferior y más denso mediante las fuerzas de un plano superior. Su influencia tiene su base en los principios de la ley de las octavas vibratorias. Es una cosa bien sabida que muchas personas asocian ciertos colores con determinados tonos musicales. El sonido es una vibración del aire, y el número de vibraciones por segundo de cada nota puede establecerse con exactitud. La Luz es una vibración del éter, y el número de sus vibraciones por segundo correspondiente a cada color también puede ser calculado con precisión. No es pues difícil descubrir una relación matemática entre las vibraciones aéreas de un sonido y las vibraciones estéricas de un color, que es lo que se produce en la conciencia de ciertas personas muy sensitivas.
En los planos sutiles existen distintos tipos de fuerza, cada una de las cuales tiene su propio ritmo vibratorio. Si se puede descubrir el coeficiente de ese ritmo, sus raíces o sus factores primordiales, enunciándolos en su debida secuencia evocarán la vibración complementaria en el cuerpo sutil que corresponda al plano de la potencia que se trata de invocar, de la misma manera que una nota musical hace que el color correspondiente surja en la conciencia. Esta es la explicación y la base del empleo en los Rituales de los Nombres Sagrados, Palabras de Pase y de Poder.
Todas estas influencias se emplean para construir una forma mental en la mente colectiva del Templo, y en esta forma mental se derraman las potencias invocadas con los Nombres Sagrados y Palabras de Poder empleados en las Ceremonias Rituales, enfocándose todas estas influencias sobre los participantes mientras estos se encuentran en un estado de exaltación consciente. Esta es la explicación del Poder del Ritual.
No todos los aspirantes están preparados psicológicamente para recibir esta forma de sabiduría o verdad, que para algunos tiene la consideración de sagrada. En las Escuelas de Misterios genuinas, los que buscaban la verdad la conseguían por medio de la Iniciación, o sea, a partir de los dramas rituales que les impartían los Misterios. La palabra misterio no tenía las mismas connotaciones en esos tiempos remotos que las que a veces tiene en la actualidad de "extraño", "sobrenatural", etc. Se refería más bien a una gnosis única o conocimiento que se revelaba al candidato a la Iniciación. En griego, el plural ta misteria procede del verbo myo, que significa "cerrar la boca", que dio myésis, "iniciación", y de ahí mystes, el "misto", el iniciador o el iniciado en los misterios, lo cual se refiere a la obligación absoluta de guardar silencio sobre el Misterio. La relación de estas palabras muestra, de manera obvia, el significado de Iniciación. Consecuentemente, el candidato a la Iniciación era el que recibía un conocimiento inspirado que haría una impresión emocional o psíquica en su conciencia, al mismo tiempo que aumentaba su conocimiento.
El significado propio de la palabra "Iniciar" en español es "entrar, comenzar". Un iniciado es alguien que entra en un nuevo Sendero. No es un adepto. Quienes llaman a Moisés, Hermes, Pitágoras, Buda y Jesús "Grandes Iniciados" tergiversan el verdadero significado de una buena palabra. Ellos fueron grandes Iniciadores. Enseñaron nuevos caminos, ellos fueron Grandes Ejemplos para sus seguidores y NO excepciones. Un iniciado es un principiante, un novicio, un aprendiz.
Ningún rito, ninguna ceremonia, no importa cuál sea su forma o ejecución, es de hecho una verdadera Iniciación si no logra lo siguiente:

(a) hacernos introspectivos, es decir, que nuestra conciencia se vuelva hacia el interior para mirarnos a nosotros mismos,

(b) engendrar en nosotros la aspiración de auto superación, de auto-transmutación, de cambiar nuestros modelos subconscientes, tanto físicos como mentales y emocionales.
El universo entero es una "DANZA DE VIDA" cósmica, un ritual, que mantiene contacto con todas las partes de sí mismo a través de la ceremonia del movimiento ritualístico. Hasta la expresión del amor depende del sacramento ritualístico que une a dos partes de un todo. Al comienzo quizá no sean muy perceptibles los beneficios de este proceder repetido, ya que es preciso vencer modelos subconscientes habituales y congelados y esta es una "acción" de carácter acumulativo; por consiguiente, para hacer que se constituyan en parte integral permanente del ser humano es preciso persistir en ellos.

Mario Bunge: la filosofía no ha muerto, pero está gravemente enferma
Los filósofos y los científicos sociales deberían cooperar para diseñar sociedades en las que se protejan los intereses individuales y colectivos
La filosofía no ha muerto, pero está gravemente enferma, declara en la siguiente entrevista exclusiva el filósofo y científico Mario Bunge, quien considera que si se descuida la investigación básica, por darse prioridad al armamento y a la conquista territorial, la ciencia decaerá, y con ella la técnica. Añade que los filósofos debieran cooperar con los científicos sociales para diseñar sociedades en las que se protejan los intereses individuales y colectivos. Por Eduardo Martínez.
Mario Bunge: la filosofía no ha muerto, pero está gravemente enfermaMario Bunge se doctoró en ciencias fisicomatemáticas por la Universidad de La Plata en 1952. Premio Príncipe de Asturias, tiene 14 títulos de doctor honoris causa y 4 de profesor honorario. Actualmente es profesor de Filosofía en la Universidad McGill de Montreal (Canadá). Tiene publicados más de cuarenta libros, el último de ellos Crisis y reconstrucción de la filosofía. Miembro, entre otros 12, del Consejo Editorial de Tendencias Científicas, Mario Bunge repasa en la siguiente entrevista exclusiva el estado actual de la filosofía, esboza los últimos avances de los conocimientos científicos y recomienda una nueva relación entre la ciencia y la filosofía que alumbre un nuevo modelo de sociedad.
En su último libro, Crisis y reconstrucción de la filosofía, usted señala que la filosofía está enferma, aunque no grave. ¿Cuáles son los síntomas de esta enfermedad?
Richard Rorty y otros han afirmado que la filosofía está muerta. Yo creo que sigue viva, aunque gravemente enferma. En efecto, la mayoría de los filósofos se limitan a comentar ideas de otros, o a hacer especulaciones estériles: no abordan problemas nuevos, no se enteran de lo que pasa en las ciencias y las técnicas, ni se ocupan de los principales problemas que afronta la humanidad. Por ejemplo, los ontólogos imaginan mundos posibles pero ignoran el único real; los gnoseólogos siguen creyendo que las teorías científicas son paquetes de datos empíricos; los filósofos morales discuten a fondo el problema del aborto, pero descuidan los problemas mucho más graves del hambre, la opresión y el fanatismo. Y los filósofos de la técnica suelen, ya elogiarla, ya denigrarla, sin ver que hay técnicas malas y otras buenas, y que incluso las buenas pueden tener resultados perversos, tales como el desempleo. En mi último libro señalo diez motivos de la crisis actual de la filosofía: profesionalización excesiva; confusión entre filosofar e historiar; confusión de oscuridad con profundidad, al estilo de Husserl y Heidegger; obsesión por el lenguaje, al estilo de Wittgenstein; idealismo (por oposición al materialismo y al realismo); atención exagerada a miniproblemas y juegos académicos; formalismo insustancial y sustancialidad informe; fragmentarismo y aforismo; enajenamiento de los motores intelectuales de la civilización moderna: la ciencia y la técnica; y permanencia en la torre de marfil.
¿Considera que tiene algún sentido hablar de filosofía en una sociedad tan condicionada por la así denominada "muerte del pensamiento" o por el "pensamiento débil"?
Es verdad que el posmodernismo, y en particular el llamado "pensamiento débil", han hecho estragos en las facultades de humanidades. Pero, desde luego, no ha afectado a las facultades de ciencias, ingeniería, medicina, ni derecho. En éstas hay que pensar correctamente y hay que controlar la imaginación con datos empíricos. El "pensamiento débil" sólo incapacita intelectualmente a estudiantes de las facultades de humanidades.
Tradicionalmente, la filosofía ha intentado dar respuestas a cuestiones trascendentales para la condición humana, a través de diferentes escuelas de pensamiento. ¿Podemos decir que ya sabemos quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos?
La filosofía no se ocupa de averiguar quiénes somos, de donde venimos ni adónde vamos. La biología, la sicología y las ciencias sociales se ocupan de estos problemas. Por ejemplo, la biología evolutiva ha averiguado que los humanos y los monos antropoides tenemos precursores comunes; la antropología, la sicología y la sociología muestran que somos animales emocionales, intelectuales, trabajadores y sociables; y la historia y la politología sugieren que la humanidad no se dirige a ningún punto fijado de antemano, sino que, como dijo el gran poeta Antonio Machado, hace camino al andar.
La ciencia ha hecho frecuentes incursiones en el campo de la filosofía, particularmente a lo largo del siglo XX. ¿Considera que estas aportaciones han contribuido a regenerar la filosofía, o más bien a confundirla?
Es verdad que la ciencia ha resuelto muchos de los problemas que fueron planteados originariamente por filósofos. Por ejemplo, los físicos y químicos han contestado la pregunta por la naturaleza de la materia, el espacio y el tiempo; los biólogos nos dicen qué es la vida; y los neuropsicólogos han develado el misterio del alma. Estas respuestas han dejado sin ocupación a los filósofos especulativos, pero han alentado a otros a reforzar los vínculos de la filosofía con la ciencia. Por ejemplo, el filósofo de la mente puede, ya ignorar la neuropsicología, ya usarla para formular nuevas preguntas, tales como qué son la creatividad y la conciencia, y cómo emergen la razón y la sensibilidad moral.
La física teórica está hoy dividida en dos escuelas básicas de pensamiento, la materialista y la idealista. ¿Considera que esta división es afín con la filosofía actual o que es completamente ajena a ella?
No creo que la física se divida en materialista e idealista. Lo que sí ocurre es que hay interpretaciones idealistas (o subjetivistas) de algunas teorías físicas, en particular la teoría cuántica. Pero de hecho, mientras hacen sus investigaciones, los físicos obran como materialistas. Es decir, saben que las cosas microfísicas existen de por sí, en lugar de ser objetos mentales. Adoptan ideas idealistas cuando hacen divulgación científica. Además, es posible refutar la tesis de que la existencia de los fotones, electrones, átomos, etc., depende del observador. Creo haberla refutado en mi libro “Foundations of Physics” (Springer, 1967), al axiomatizar las principales teorías físicas. De esta manera se exhiben explícitamente los referentes de las mismas. Resulta que ellas se refieren exclusivamente a cosas físicas. Por ejemplo, el operador de la energía y la función de estado no contiene variables que describan propiedades del observador.
B[En algunos círculos de pensamiento se afirma, a tenor de los conocimientos adquiridos sobre las facultades superiores, que nuestro organismo no está capacitado para llegar al fondo de la verdad que persigue la filosofía. ¿Considera al respecto que somos una especie condenada a no alcanzar nunca los últimos secretos del universo?]b
¿Cómo se puede saber que nunca podremos saber algo? Quien afirma que siempre se ignorará X erige una barrera arbitraria al avance del conocimiento, y por lo tanto es un oscurantista. A fines del siglo XIX Herbert Spencer, Emile Du Bois-Reymond y otros afirmaron que jamás se sabría lo que es el espíritu. Hoy sabemos una pila de cosas sobre el espíritu. Por lo pronto, sabemos que todos los procesos mentales son procesos cerebrales, gracias a lo cual se los puede modificar alterando su composición química y, en casos extremos, extirpando partes del cerebro o del sistema endocrino. Lo único que podemos afirmar es que, mientras quede gente curiosa, seguirán emergiendo problemas nuevos, cuya investigación arrojará nuevos resultados. Pero también podemos prever que, si se descuida la investigación básica, por darse prioridad al armamento y a la conquista territorial, la ciencia decaerá, y con ella la técnica. El que vayamos para adelante o para atrás depende exclusivamente de la ciudadanía en el caso de las democracias políticas, y de los mandalluvias en las demás.
En su último libro usted señala que uno de los pilares necesarios para recomponer la filosofía es la ciencia y la tecnología. Ambos nos prometen cambios tan profundos que, de conseguirse, nos obligarán a cambiar muchos patrones de pensamiento. ¿Piensa que la filosofía actual está preparada para acometer estos previsibles cambios y proporcionar un marco teórico a los nuevos escenarios que se avecinan?
Algunos filósofos están preparados para hacer frente a grandes novedades de la cultura, y otros no. Los primeros intentan mantenerse al día con algunas disciplinas, mientras que los segundos prefieren refugiarse en el pasado. Siempre ha ocurrido así, y es presumible que así seguirá ocurriendo. Lo que importa es la calidad de los innovadores y las oportunidades que tengan para investigar libremente. En la Revolución Científica (y Filosófica) del siglo XVII participaron solamente unas 200 personas, entre ellas Galileo, Descartes, Kepler, Harvey, Gilbert, Boyle, y sus discípulos. Los filósofos puros que vinieron después, en particular Berkeley, Hume y Kant, fueron contrarrevolucionarios, puesto que volvieron a poner al sujeto cognoscente en el centro. Es triste constatar que, salvo excepciones (como Aristóteles y Descartes), los filósofos han ido contra el progreso.
Nuestra sociedad padece una profunda crisis de valores que aparenta ser el reflejo de la crisis de la filosofía. ¿Qué tendría que decir la filosofía actual sobre los valores que hoy predominan en la sociedad y por cuáles debería apostar para preservar la integridad de la especie y asegurar su progreso humano?
La filosofía, en particular la axiología, puede decir mucho acerca de los valores. Por ejemplo, que no existen de por sí, sino que son inventados y destruidos por los seres vivos; que los hay individuales, como el bienestar y la verdad, y sociales, como la justicia y la paz; que todos los valores son analizables a la luz de la razón y de la experiencia; etc. También los psicólogos sociales, antropólogos y sociólogos pueden decimos mucho acerca de los valores. Por ejemplo, se sabe que la gente se vuelve egoísta cuando se la oprime, porque el instinto de preservación prevalece sobre todo lo demás. También se sabe que la obsesión por el dinero tiene el mismo efecto socialmente disolvente. Y se sabe que los valores varían con las sociedades. Por ejemplo, la lealtad, la honestidad y la integridad familiar se aprecian más en las sociedades tradicionales que en las modernas. En cuanto a la preservación de la especie y el progreso, dependen del tipo de sociedad que elijamos. En este punto, los filósofos debieran de cooperar con los científicos sociales, para diseñar sociedades en las que se protejan los intereses individuales sin merma de los colectivos. En mi libro Las ciencias sociales en discusión (Sudamericana, 1999) propongo lo que llamo tecno-holo-democracia, o sea, democracia integral (política, económica y cultural) guiada por la técnica. Creo que ésta es una alternativa viable, tanto al capitalismo como a la tiranía estatista que se hizo pasar por socialismo. Mientras tanto, habrá que apuntalar al Estado del bienestar, que los conservadores están intentando desarmar, precisamente por ser el orden social menos imperfecto realizado hasta ahora.