jueves, 5 de junio de 2025
Centro de Estudios Masonicos Internacioonal - Alquimia y Astrologia -- I:.P:.H:. Victor Salazar Soto
Centro de Estudios Masonicos Internacioonal - Alquimia y Astrologia -- I:.P:.H:. Victor Salazar Soto
La raza primordial en el primer tiempo. Existieron otras creaciones antes que la raza actual - Victor Salazar Soto.
La raza primordial en el primer tiempo.
Existieron otras creaciones antes que la raza actual
Victor Salazar Soto.
La esencia espiritual era el eterno alfa y omega.
El infinito concibió en su mente todas las existencias. Los creadores se expandieron así esta parte del universo físico ellos existe en los mundo mentales aunque no tienen cuerpo físico, pero pueden acondicionar un cuerpo a su voluntad creadora.
En el inicio del primer tiempo, existió la raza, primordial, creada con lo mejor de del ADN. De los creadores.
Estos seres, eran altamente evolucionados, conocedores de su realidad multidimensional, su estructura entérica era como un gelatina de forma circular, algo así como una enorme célula, su estatura como de 4 a 5 metros de altura, aunque se podían comunicar mentalmente, también lo podían hacer atraves de sonidos en un lengua mantra lisado.
Su estructura gelatinosa era luminosa transparente pero, por su estados emocionales irradiaban mutables colores, según su estado emocional.
No tenían sexo, se automultiplicaban, por sí solo.
Estos seres multidimensionales heredaron, a la futura raza humana algo de su ADN.
Cuenta una leyenda que dios le dio un libro a Adán, y el contenido del libro le dio un conocimiento a Adán, algo que ni los propios ángeles tenías.
Desde el inicio de los tiempos, la frecuencia akasica, que es La resonancia Schumann, esta frecuencia está conectada al .éter, espacio o energía cósmica.
Es esta banda va quedando grabados toda la historia de la humanidad, desde los inicios de los tiempos
Cada ser humano, emite una vibración propia no se repite dos solo es una, le llaman el nombre cósmico.
Los seres humanos irradiamos un sonido que emite colores, este sonido no está en el cuerpo físico, ya que tu cuerpo irradia un sonido que se entrelaza con tu ser.
En el sonido de tu esencia primordial, allí está registrado todas tus existencias, es el que está conectado, con tu creador atreves de tu ADN primordial, el que se conecta con todos las frecuencias del registro akasico.
Caballeros de la Orden del Sol.
miércoles, 4 de junio de 2025
LOS PAPAS MASONES Por EDUARDO SELESON, 32°
LOS PAPAS MASONES
Por EDUARDO SELESON, 32°
Para que no quede duda en el sentido de que la Francmasonería no se encuentra reñida con la religión, ni del tipo de enseñanzas que dentro de la Hermandad se adquieren, señalaremos que el Papa Pío IX fue Masón conocido en el mundo profano como JUAN FERRETI, hemos de aclarar que al ser elevado a sumo Pontífice, desde un tiempo antes, había decepcionado a la Hermandad y el 9 de noviembre de 1846, publicó una encíclica contra la francmasonería.
Hace unos años, el ilustre profesor y licenciado ALFONSO SIERRA PARTIDA, intento publicar en los periódicos de la ciudad de México D.F., una copia del acta de iniciación en una Logia de París, donde se deja asentado que los profanos ÁNGELO RONCALLI y GIOVANI MONTINI habían sido elevados el mismo día para ser iniciados en los Augustos Misterios de la Francmasonería. La prensa de esa ciudad ni del País aceptaron dicha publicación, razón por la cual, el propio Maestro de su peculio mando sacar copias, las cuales circularon profusamente entre los círculos masónicos del País.
ÁNGELO ROCALLI y GIOVANI MONTINI, serían con el tiempo mejor conocidos como los Papas JUAN XXIII y PAULO VI, quienes habrían de introducir grandes reformas a los cultos católicos con el fin de adecuarlos a los tiempos modernos en que vivían.
De las grandes reformas que introdujo el Papa JUAN XXIII, se encuentran en el Concilio Ecuménico Vaticano II, y vemos que dentro de las fundamentaciones que se hacen, muchos se basan en los Principios y Postulados francmasónicos. Vemos también o nos preguntamos.
¿Que justificación tuvo JUAN XXIII, para decretar la abolición de las Bulas excomulgatorias que hasta antes de su arribo al trono de San Pedro aun tenían vigencia?
En el año 1935 ÁNGELO ROCALLI, Arzobispo de Mesembria, delegado Apostólico en Turquía, por los tiempos de la guerra que corría, al igual que otros sacerdotes y religiosos, se ven obligados a vestir ropas de laico. Es precisamente en esa época en que es invitado a ingresar a una sociedad iniciática heredera de las enseñanzas ROSACRUZ y, que tanta fuerza le dieran en el pasado LOUIS CLAUDE DE SAN MARTÍN el CONDE DE SAINT GERMAIN y el CONDE DE CAGLIOSTRO.
Pier Carpi, serio investigador periodístico y en un tiempo fuerte detractor de todo tipo de sociedades iniciáticas o secretas, es él, paradójicamente, quien habría de encontrar en el transcurso de sus pesquisas, las pruebas documentales de la iniciación masónica en Turquía de ÁNGELO RONCALLI (PAPA JUAN XXIII). Este gran periodista relató el proceso de esa iniciación y describe ampliamente el Ritual de la misma. Así mismo cuenta que en una de las Tenidas celebradas en Logia abierta, ÁNGELO RONCALLI cae en un trance místico de larga duración y es precisamente en estas circunstancias cuando dicta sus ya famosas profecías. Los detalles de esta historia se encuentran en la obra "Las Profecías de JUAN XXIII" de Pier Carpi y publicada por ediciones Martínez Roca (España).
PAPA PÍO IX fue Masón conocido en el mundo profano como JUAN FERRETI,
Las acusaciones de Le-Febre han llegado a establecer un vinculo cierto entre San Pedro y la Masonería. IL BORGHESE, Semanario de la extrema derecha italiana, también habló de una larga lista de prelados masones PELLEGRINO, Arzobispo de Turín; el secretario de Estado VILLOTI; POLETI Vicarios de Roma; el belga SUENENS y hasta el secretario privado de Pablo VI, PASCUALE MACCHI, que estaba inscrito en la masonería desde el 23 de abril de 1958, cuando era secretario del arzobispado de Milán monseñor MONTONI entre otros.
Q:.H:. PASCUALE MACCHI.
El Gran Maestre de la masonería italiana, LINO SALVAN, medico socialista, ha sido frecuentemente identificado como portavoz más escuchado de la organización masónica dentro del Vaticano y uno de los artífices de la paz entre ambos dominios, en septiembre de 1976.
Nunca se supo porque Pío XII le negó siempre a GIOVANI MONTINI (PAULO VI) el cardenalato. El 24 de noviembre de 1958, 20 días después de ser elevado al trono de San Pedro, ÁNGELO RONCALLI (JUAN XXIII) nombra 23 nuevos Cardenales entre ellos se encuentra GIOVANI MONTINI.
JUAN XIII en 1960 da su anuencia para que se proceda a que se realicen estudios sobre las sociedades esotéricas e iniciáticas y sus relaciones con la Iglesia. Durante el transcurso de las investigaciones se detectó que las claves de los TEMPLARIOS, ROSACRUCES, Organizaciones MASÓNICAS y MARTINISTAS, nunca se extraviaron o se perdieron para siempre, sino que de vagar de una organización a otra, siempre estuvieron celosamente guardadas en el seno de la propia Iglesia.
En el pasado existieron pontífices que tuvieron una estrecha relación con sociedades esotéricas y de tradición eminentemente ocultista, como lo fueron BENEDICTO IX (1032 - 1034) BONIFACIO VII (984 - 985).
Fueron católicos y fieles practicantes los más grandes maestros de la tradición esotérica de alta escuela: NOSTRADAMUS (Ocultista y Astrólogo); CORNELIO AGRIPPA (Ocultista y esoterista); SAN ALBERTO MAGNO (astrólogo); SANTO TOMAS DE AQUINO (mago blanco y discípulo de Alberto Magno) LEONARDO DA VINCI (mago, esoterista, ocultista y diseñador.
En el caso muy particular de CAGLIOSTRO que fue perseguido por la Inquisición, siempre defendió la íntima relación y validez entre lo esotérico y lo exotérico. Prosiguió los debates teológicos con el respetado Gran Maestro MANUEL PINTO de FONSECA, a cuya presencia le condujeron el alquimista Fray UMILE y su guía espiritual ALHOTAS. Debate que continuaría con el Papa CLEMENTE XIII, del que se hiciera gran devoto y amigo.
La prueba vital de que existe más información sobre esoterismo, magia y ocultismo y Francmasonería en bibliotecas no masónicas, la tenemos en la persona de ALPHONSSE LOIS CONSTANT, mejor conocido entre los estudiosos de esoterismo como ELIPHAS LEVI ZAHED, el cual estudió y se ordenó sacerdote en el seminario de Saint Sulpice. Por esta situación tan especial, tuvo acceso a todas las bibliotecas de conventos y seminarios de la época.
El hecho de poseer una amplísima cultura y el de hablar varios idiomas le facilitó el poder consultar antiguos y raros documentos que supuestamente la inquisición había hecho pasto de la llamas. Por esta razón y su espíritu liberal, pronto fue considerado como peligroso dentro de la propia iglesia católica. Siendo repudiado por ella en el año 1841. Perteneció a diversas organizaciones masónicas, entre las que podemos enumerar "LA FRATERNIDAD MASÓNICA D Introducción a la Masonería del Rito York"; "LA HERMANDAD DE LA LUZ" y la “SOCIEDAD ROSACRUCIANS DE ANGLIA”.
Después del resultado de las investigaciones ordenadas por el PAPA JUAN XXIII y complementando los estudios de LEVI ZAHED, daría inicio al proceso que condujo a la eliminación de las BULAS de excomunión de la FRANCMASONERÍA.
Fuente: Grupo logiademasones. En nombre de William Felipe Perez
Artículo copiado de la Publicación Oficial de la Gran Logia del Rito de York en BOLIVIA octubre del 1993
Antecedentes del Rito Memphis-Misraïm. Parte I y 2 : Ritos Unidos - - Masones de la Lengua Española New York
Antecedentes del Rito Memphis-Misraïm. Parte II: Rituales de Ambelain - Samuel Benavides Herrera
Antecedentes del Rito Memphis-Misraïm. Parte I: Ritos Unidos - Ítalo Álvarez Acuña
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Antecedentes del Rito Memphis-Misraïm. Parte I y 2 : Ritos Unidos - - Masones de la Lengua Española New York
domingo, 1 de junio de 2025
LOS TRES VIAJES DEL APRENDIZ DE MASÓN
LOS TRES VIAJES DEL APRENDIZ DE MASÓN
Lázaharo Hael
Prologo:
A pesar que la Masonería Escocesa es un tanto eclética, tiene raíces profundas en la tradición Cabalística Hebrea, de ahí que el presente se desarrolla teniendo como fundamento, clave, o llave, las cuatro letras Hebreas que forman el nombre sagrado de JEHOVAH o YHVH; El presente hace referencias a la “Biblia” como una fuente de conocimientos arcanos sin ninguna tendencia o connotación religiosa.
El tema del presente, se desarrolla principalmente en términos del simbolismo alegórico, y tiene concordancia con otros temas cuyo estudio es propio de grados superiores, motivo por el cual solo los toco breve y superficialmente…Sin embargo, “Él que tenga oídos para oír, oiga” Lc.8:8.
“LOS TRES VIAJES DEL APRENDIZ DE MASON”
Iniciación.- “Palabra derivada del latín “initiare”, que tiene la misma etimología de “initium”, inicio o comienzo, viniendo las dos de “in-tere”, “ir dentro o ingresar”. La iniciación primer grado de la Masonería Escocesa, nos habla de la transición de un estado de consciencia en otro superior con nuevos valores éticos, morales y espirituales que tienden a elevarlo sobre su estado anterior; Sin embargo lo anterior inmediato es una parte de algo más grande y profundo que tiene que ver con el cuerpo físico, consciencia, y el ser del hombre.
La apoteosis o apotheosis de tal ceremonia se da cuando el V,’, M,’, Pregunta ¿Qué pedís para el recipiendario? A lo que todos contestan ¡La luz! V,’, M,’,… Sí, la luz como símbolo alegórico de la consciencia que nos da claridad permitiéndonos percibir el universo circundante y en ese proceso de diferenciación entre el “yo” y “aquello” nos volvernos conscientes de nuestra existencia.
¡La Gran Luz! exclama también El orador. La luz a que hace referencia el pueblo Masónico es la consciencia ordinaria y encarnada del hombre, que bien puede ser el inicio de la ¡Gran Luz! que solicita el Orador, Pero ésta vendrá después como la consciencia iluminada del ser que es “consciente” de su propia realidad espiritual y divina.
El candidato que pretende ingresar a nuestra orden, le llaman: “Profano”, del latín “Profanus” voz compuesta por “pro” (delante) y de “Fanum” (Templo) traduciéndose como “Aquel que se encuentra fuera o frente al templo”, otra definición de ésta palabra es “Aquel que no es consciente de lo sagrado” o sea del “Templo”; La biblia aporta más luz sobre lo anterior cuando dice:
“El cielo es mi trono, y la tierra, estrado de mis pies; ¿dónde quedará esta Casa que me habréis edificado, y dónde quedará este lugar de mi reposo?” Is. 66:1
"El Dios que hizo el mundo y todo lo que en él hay, puesto que es Señor del cielo y de la tierra, no mora en templos hechos por manos de hombres” Hch 17:24
“¿O no sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” 1 Co. 3:16
“Los templos de Dios sobre la tierra son los cuerpos humanos” (1).
Por todo lo anterior, fácilmente se deduce que el cuerpo humano es el templo, y el alma deja de ser profana cuando se encarna o ingresa en este templo.
“Ordo Ab Chao” frase predominante de un alto e importante grado de la Masonería Escocesa y que se interpreta como: “El orden proviene del caos” o “El orden surge del caos”, otra frase similar seria: “Post Tenebras Lux”, “La luz procede de las tinieblas, o la luz era desde antes en las tinieblas”.
Caos.- “confusión y desorden”. En el caso presente, se refiere a la ausencia de orden en la “materia primordial” que fue principio y con la cual todo fue hecho. Tal estado se infiere ante la inmanfiesta existencia de materia organizada como cuerpos, y otros arreglos o estructuras más complejas.
Tinieblas.- “Falta de luz, oscuridad. Situación de ignorancia y confusión por falta de conocimientos”. En el tema presente, es un símbolo de la ausencia de consciencia conocida como tal. Lo anterior nos lleva a la frase de los filosos materialistas que dice: “La consciencia es producto de la materia altamente organizada”, mientras que los idealistas sostienen que: “toda creación y orden, procede y obedece a una idea previa”.
Mi opinión “personal” a lo inmediato anterior, es que La consciencia es una facultad, no un cuerpo o ser, y que la “materia primordial” formando parte de la naturaleza de Dios, ya poseía desde antes del inicio de la creación, el germen del orden y consciencia. Creo además, que cuerpo, alma y espíritu, proceden de una misma fuente, y son una misma cosa, diferenciándose entre otras cosas, por su grado vibratorio y cohesión.
San Juan el patrón de los Masones, dice:
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella”. Jn.1:1-5. (3)
“En el principio creo Dios los cielos y la tierra, y la tierra estaba desordenada y vacía y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”. Gn. 1:1-2.
“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó para que andemos en ellas” Ef.2:10. Creo que lo anterior es demasiado claro. Se habla de que Jehovah (Elohim) tomo parte de su “materia”, y con sus manos formo todo cuanto existe.
El triangulo o numero tres es una resultante de la unión del uno con el dos, de “B” y “J”, el negativo y positivo, y es el principio de toda manifestación, por ello es el numero del aprendiz, sin embargo en la cuestión de los viajes en la iniciación del A,’, M,’, algunos escritores consideran que son cuatro, considerando el viaje al centro de la tierra o cuarto de reflexiones, como uno de ellos.
El recipiendario antes de iniciar los tres viajes de su iniciación como A,’, M,’, visita el cuarto “Oscuro” de las “reflexiones”, cuyos símbolos hablan de la muerte como una transmutación de un estado de consciencia, y donde se puede leer en alguna pared el acróstico: “V. I. T. R. I. O. L.”, “Visita Interiora Terra Rectificando Invenies Occultum Lapidem”, “Visita el interior de la tierra, rectificando encontrarás la piedra oculta”. Esta frase tiene concordancia con el capitulo dos versículo 17 del apocalipsis:”Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe”.
Los símbolos son polisémicos o polivalentes, según el teatro y actores que los representan; La viaje al cuarto oscuro o de reflexiones, simboliza el viaje del recipiendario a las entrañas de la tierra o sea su propio interior como un estado de introspección de consciencia. Lo negro del cuarto de reflexiones hace referencia a la polaridad negativa del cuerpo físico que atrae y aprisiona al alma positiva, como lo hace el color negro con el espectro de colores de la luz. Esto último, tiene concordancia con el Salmo 133 y el Sepher Yetzirah (2), que nos hablan de ángeles que bajaron en el monte armón en los montes de Sión y tomaron mujeres por esposas, como también en el Gn.6:2. “viendo los hijos de Dios las hijas de los hombres que eran hermosas, tomaron mujeres, escogiendo entre todas”.
Lo negro Hace referencia al caos de la consciencia del espíritu al estar velada y confundida por la materia. La débil y trémula luz de la llama de la vela sobre el escritorio, simboliza la consciencia del alma y su dificultad para percibir y comprender la realidad que está viviendo. Vida es consciencia, y las experiencias vivenciales aportan los medios para la evolución de pensamiento, mente y consciencia, y conforme se da este proceso, el alma rectifica su propia realidad en cuanto ella y el universo circundante es.
Detrás y en lo alto sobre el trono del V,’, M,’, se encuentra un delta luminoso con el nombre sagrado de YHVH en Hebreo , cuyas cuatro letras, “YOD, HEH, VAV, HEH”, tienen relación y significado con:
Los cuatro elementos de la naturaleza: Fuego, Agua, Aire, Tierra.
Los cuatro mundos de la cábala por donde las almas descienden y hacienden como los Ángeles por la escala de Jacob: Aziluth Mundo arquetípico de las emanaciones Fuego; Briah Mundo de las creaciones. Aire; Yetzirah Mundo de las formaciones. Agua; Asiyyah Mundo de las hechuras. Tierra.
Los cuatro Arcángeles: Rafael: Dios sanador, Protector de la salud; Gabriel: Mensajero celestial, fuerza de Dios; Miguel: Quien es como Dios, Jefe del ejército celestial; Uriel: Llama de Dios, Encargado de tierras y templos de Dios.
Los cuatro evangelistas y sus animales: Mateo: Ángel, Ámbito Divino de Adán Kadmón; Juan: Águila, El Aire; Marcos: León, Mundo acuoso de la formación; Lucas: Toro, La Tierra.
La iniciación al primer grado de la Masonería Escocesa, posee cuatro portales y tres viajes, que se basan en las cuatro letras Hebreas de YHVH.
Primer portal está custodiado por el G,’, T,’, I,’, Y es físicamente la puerta de nuestro templo. Le corresponde a la segunda letra “Heh” la materia, el Golem de los cabalistas, el Adán de barro bíblico.
Segundo portal y primer viaje. Lo custodia el S,’, V,’, Le corresponde a la letra “Vav” el aire, portador de la fuerza vital de vida como el Nous, Foat, y Prana. Aquí debe visitar el altar de los perfumes (4), símbolo de la consciencia que impregna todo cuanto existe… Es la purificación de mente y consciencia de todo deseo terrenal.
Tercer portal y segundo viaje, su guardián es el P,’, V,’, Le corresponde a la primera “Heh” el agua o materia primordial, principio femenino generador de vida. Aquí el recipiendario deberá pasar por el bautismo del mar de bronce donde purificara su alma de toda apetencia pasional.
El cuarto portal, y Tercer viaje, Su custodio es el V,’, M,’, Le corresponde a la letra “Yod”, fuego, principio masculino, el padre, el alma. En este viaje el candidato visita alegóricamente el altar de los holocaustos (4), donde debe terminar de degollar al animal que vive en él, y quemar sus restos al fuego… Y si alguien se preguntara: ¿A dónde conduce el cuarto portal?... Hacia el ideal más elevado, perfecto, sublime y absoluto que el hombre es capaz de imaginar.
Macrocosmos y microcosmos son una misma cosa, y cada plano, mundo, o cuerpo que el hombre posee, es una extensión del macrocosmos, y cada uno de ellos, posee en diferentes formas y grados, las mismas fuerzas, ángeles y demonios, y todos pretenderán retenerle e influenciarle hasta que te identifiques con ellos distorsionando la realidad de lo que eres y percibes.
Friedrich Nietzsche expreso: “Eso que el hombre llama voluntad, es el eco de viejas batallas que se sucedieron en su interior, y cuyos resultados emergen desde el inconsciente hasta el consciente en forma de deseos y pensamientos propios”.
El hombre debe convertirse en el observador de sí mismo y descubrir las fuerzas que se mueven a sus espaldas como origen y causas de sus deseos y actos, y llegar algún día a su control, de lo contrario los guardianes custodios, le impedirán el paso por su portal… ¿En que trabajan los AA,’, MM,’,? En devastar la piedra bruta y cavar pozos profundos y sin fondo a los vicios levantando templos a la virtud. V,’, M,’,
“Para que Adán regrese al jardín del edén, y tenga acceso al fruto del árbol de la vida eterna (Alma), es necesario que primero enfrente y venza a los querubines (Toro) que custodian e impiden la entrada, y les quite la espada flamígera con la que ha de abrir los siete sellos del libro de la vida”… Libro que muy posiblemente sea el hombre.
Querubines, ángeles y demonios son fuerzas ocultas que forman parte de la naturaleza del cosmos y del hombre, sobre esto habla alegórica y veladamente todas las iniciaciones Masónicas, como también las leyendas mitológicas de Semidioses que han nacido de la unión de una mujer terrena y un Dios, y que luchan contra monstruos en cavernas oscuras para salvar a la humanidad o a una princesa cautiva… “Hombre conócete a ti mismo, así conocerás al universo y sus dioses”.
Todas las enseñanzas, símbolos y alegorías de nuestra orden, como de algunas teogonías y religiones, nos remiten al hombre, porque solo así es posible comprender algo del Dios que nunca hemos visto… Pero que la Biblia nos da un punto de apoyo al decir que el hombre fue hecho a imagen y semejanza suya.
Cuando los viajes inician en la “Yod” y terminan en la última “Heh”, simbolizan el descenso del alma a la materia, y cuando es a la inversa, es el regreso del alma a su origen.
La ¡Gran Luz! que el orador solicitaba, vendrá conforme gradualmente la consciencia del alma del recipiendario se eleve avanzando en grados de nuestra orden, porque estos son en realidad grados de consciencia, y estos no se logran por medio de una diploma de papel ni se otorgan por mano ajena a uno mismo, sino trabajando en secreto en el interior de uno mismo hasta alcanzar la consciencia espiritual del alma... Sin extenderme más de lo debido, mencionare solamente que esto último se encuentra alegóricamente representado en la exaltación a Maestro Mason 3°, Gran Elegido, Perfecto y Sublime Mason 14°, y en “El Ave Fénix” símbolo del Ccab,’, Rosacruz 18°, en cuya liturgia se sugieren algunas “practicas” para alcanzar este estado o grado de consciencia espiritual (1), y CCab,’, Kadosch 30° entre otros más.
“La Puerta que conduce a la verdadera Iniciación, no es exactamente la mente, sino el corazón”. El conocimiento intelectual solo son conceptos y palabras que si bien puede llevarte a las puertas del templo, también pueden cautivarte de las bellezas externas y hacerte pensar que has llegado al objetivo final, Sin embargo, el verdadero peregrino que ha vencido su naturaleza inferior y ego, sabrá que el verdadero tesoro se encuentra en el interior del templo.
Conclusión:
La iniciación posee dos partes, la exotérica y la esotérica. La primera es la parte mecánica y objetiva, la segunda es subjetiva y espiritual, y exige solemnidad, respeto y pureza de corazón en armonía con los propósitos del ceremonial, y cuando se da esto último, la consciencia del recipiendario y demás participantes, se elevan al mismo tiempo que las “Angélicas” descienden llenando de conocimiento al oído que desea y es capaz de escuchar… De lo contrario, es una iniciación muerta.
La vida es eterna, sus formas materiales de expresión son finitas, y el propósito de todas ellas es generar o despertar diferentes grados de consciencia, siendo una de las más importantes y el que se refleja velada y alegóricamente en casi todas las iniciaciones de los diferentes grados de la Masonería Escocesa, alcanzar un grado de consciencia de diferente naturaleza, la espiritual, la consciencia del alma.
Los viajes y la iniciación al primer grado de la Masonería Escocesa, hablan del regreso y ascenso del alma desde el mundo objetivo y material hacia el mundo espiritual, de la migración de un estado de consciencia hacia otro superior.
La vida es un eterno viaje con algunas paradas temporales, y cuyo destino final se llama consciencia universal (1).
“Aquellos que bailaban eran vistos como locos por aquellos que no podían escuchar la música” (5).
Fiat Lux.
Lázaharo Hael M,’ M,’
ORÍGENES DE LA MASONERÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA
ORÍGENES DE LA MASONERÍA EN LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA
El primer masón nacido en Estados Unidos fue Jonathan Belcher, natural de Boston, donde viera la luz el 8 de enero de 1681. Durante una estancia en Londres, Belcher se afilió a una logia masónica (1704). Fue gobernador colonial de Massachussetts y New Hampshire. Con el paso del tiempo, otros masones debieron emigrar a Norteamérica. Massachusstts y Pennsilvania en 1730 disponían de logias masónicas.El primer masón conocido en la historia de Estados Unidos fue John Skene. Había ingresado en la Logia número 1 de Aberden, Escocia, en 1682. Ese mismo año emigró a Norteamérica, instalándose en Burlington, estado de Nueva Jersey, del que llegaría a ser vicegobernador en 1685 y hasta su muerte en 1690.
Henry Price es llamado a veces el «padre de la masonería norteamericana». Nació en Londres alrededor del año 1697, y emigró a Norteamérica en 1723. Visitando Londres en 1730, fue incluido en la logia nº 75 que se reunía en el café del Arco Iris (Rainbow Coffee House) y en abril de 1733, fue nombrado por la Gran Logia inglesa Gran Maestre Provincial de Nueva Inglaterra, autoridad que al año siguiente le sería extendida a toda Norteamérica. Murió en mayo de 1780.
El 23 de septiembre de 1743, Thomas Oxnard fue nombrado Gran Maestre de Norteamérica por Lord Ward, Gran Maestre de la Gran Logia de Inglaterra. Oxnard se había hecho miembro de la logia 1 de Boston el 27 de enero de 1736.
Quien quiera estudiar la historia de la masonería en las colonias norteamericanas durante la Guerra de la Independencia se encontrará con el obstáculo de no disponer apenas de documentos originales. A pesar de ello hay un considerable número de escritores masónicos empeñados en atribuir a la masonería un relevante protagonismo en la guerra de la Independencia y convertir a los principales dirigentes de la contienda en afiliados a alguna logia. Afirman, entre otras cosas, que la famosa «reunión de té» de Boston se fraguó en la logia de San Andrés; que todos los generales de George Washington eran masones y que los firmantes de la Declaración de Independencia también lo eran, así como todos los que firmaron la Constitución de Estados Unidos a excepción de uno. Pero ninguna de estas aseveraciones es correcta.
Las «minutas» de la Logia de San Andrés respecto a la reunión que había de tener lugar la misma tarde en que se celebró la sesión de té de Boston, todavía se conservan, y puede advertirse que, al no haber aquel día quórum en la Logia, la reunión hubo de aplazarse.
Por su parte, George Washington era masón, pero no todos sus generales, pues de las investigaciones practicadas se deduce que de estos 74 generales, 33 pertenecían a la masonería y, quizá, 15 más. De los 26 restantes no hay prueba alguna.
De los 56 firmantes de la Declaración de Independencia de 4 de julio de 1776 al menos 9 fueron con seguridad masones: William Ellery, de Rhode Island; Benjamin Franklin, de Pennsilvania; John Hancock, de Massachussets; Joseph Hewes, de Carolina del Norte; William Hooper, de Carolina del Norte; Robert Treat Paine, de Massachussetts; Richard Stockton, de Nueva Jersey; George Walton, de Georgia y William Vhipple, de Nueva Hampshire
56 firmas figuran al pie de la Declaración de Independencia. 9 de ellas correspondían con toda seguridad a masones y respecto a otras 23 las pruebas son dudosas. Los 9 masones son: William Ellery, de Rhode Island; Benjamin Franklin, de Pennsilvania; John Hancock, de Massachussets; Joseph Hewes, de Carolina del Norte; William Hooper, de Carolina del Norte; Robert Treat Paine, de Massachussetts; Richard Stockton, de Nueva Jersey; George Walton, de Georgia y William Vhipple, de Nueva Hampshire.
39 firmas hay en la Constitución de Estados Unidos. De ellas, existen suficientes pruebas de que 13 firmantes eran masones y posiblemente otros 7, pero de los demás firmantes carecemos de testimonios concluyentes sobre su afiliación. Los 13 masones firmantes son: Gunning Bedford jr., de Delaware; John Blair, de Virginia; David Brearely, de New Jersey; Jacob Broom, de Delaware; Daniel Carroll, de Maryland; Honathan Dayton, de Nueva Jersey; John Dickinson, de Delaware; Benjamin Franklin, de Pennsilvania; Nicholas Gilman, de New Hampshire; Rufus King, de Massachussetts; James McHenry, de Maryland; William Paterson, de Nueva Jersey, y George Washington, de Virginia, que ingresó en la masonería el año 1753.
Uno de los primeros ideólogos de la constitución fue el masón Edmund Randolph, miembro de la Logia Williamsburg, que se había convertido durante la guerra en el Ayudante de Campo del propio George Washington; con el tiempo, Gobernador de Virginia y Gran Maestre de la Gran Logia de Virginia. Igualmente, John Hancock había sido uno de los firmantes de la Declaración de Independencia de 1776. Nacido el 23 de enero de 1737 en Braintree, Massachusetts, hijo de un reverendo, en 1762 ingresó en la conocida Logia de San Andrés. En 1766, John fue elegido representante de la cámara de Massachusetts. Samuel Adams le introdujo en política y fueron colaboradores inseparables. Hancock fue el presidente del Congreso en los momentos más difíciles de la Revolución. Falleció el 8 de octubre de 1793. Por su parte, el masón Richard Stockton estudió derecho, convirtiéndose en un prestigioso abogado. Muy amigo de George Washington, fue nombrado Presidente del Tribunal Supremo de Nueva Jersey. Capturado por los ingleses, tuvo que sufrir prisión y en 1777 fue intercambiado por otros prisioneros ingleses. Murió el 28 de febrero.
Después de lo expuesto ¿se puede hablar de la influencia de la masonería en la Guerra de Independencia?, ¿Conspiraron los masones para provocar la guerra?
George Washinton, primer Presidente de los EEUU, iniciado en 1753 en la logia Fredericksburg de Virginia
La influencia de la masonería en algunos casos ha sido exagerada. Para muchos historiadores, el papel de la masonería en el Motín del té de Boston no habría sido determinante. Uno de los mayores ideólogos de la revolución, el inglés Thomas Paine, no era masón. Los líderes de la mayoría de las grandes logias en América eran leales al rey. De los siete Grandes Maestres de provincias, cinco apoyaron al rey. Varios masones muy conocidos, como Joseph Galloway, se unieron al ejército británico. Otro masón muy popular, William Johnson, que inició al primer indio americano masón, Joseph Brant, se mantuvo leal a los británicos.
La fundación de los Estados Unidos de Norteamérica fue mucho más que el resultado de una victoria militar contra los ingleses, fue ante todo el triunfo de una ideología diferente. Los padres de la nación tomaron sus ideas de los filósofos del momento, pero también fueron influidos por las ideas de la masonería. El lema de la igualdad, libertad y fraternidad, también la separación de religión y Estado, la plena tolerancia religiosa o el concepto individualista. Pero también la influencia cristiana en muchos de los ideales del nuevo Estado es evidente; la idea de fraternidad es claramente cristiana, también la idea de libertad, por la que muchos abandonaron sus países para practicar libremente su religión. En cierto sentido fue una amalgama de todas ellas.
En Norteamérica hay constancia de logias organizadas en el periodo de 1730 a 1740 en las colonias americanas. La primera noticia data de 1730 cuando Benjamín Franklin publicó un artículo en The Pensilvania Gazzete dando cuenta de la instalación de la masonería en la colonia. De hecho Franklin ingresó en la Logia Sant John de Filadelfia en 1731 y llegaría a convertirse en Gran Maestre durante muchos años. Poco después publicaría como impresor las Constituciones de Anderson.
Respecto a la primera logia de carácter militar de la que hay noticia, fue creada en 1732 por el 1º Regimiento de Infantería, conocido también como los Escoceses Reales. En 1755 la masonería ya se había extendido por el ejército británico y existían veintinueve logias. Algunos miembros del alto mando pertenecían a distintas logias, como es el caso del general Sir John Ligonier y el duque de Cumberland. Uno de los subalternos de Ligonier, el futuro lord Jeffrey Amherst, se convertiría en uno de los miembros más destacados de la masonería. Amherst pertenecía al 1º Regimiento de Guardias de Infantería con el cargo de Ayudante de Campo.
Durante la Guerra de la Independencia todos los regimientos británicos disponían de una logia masónica incorporada a ellos, y había asimismo logias militares agregadas a algunos regimientos del ejército colonial. La más famosa de estas últimas era la Logia de la Unión Norteamericana, que se reunía de vez en cuando y, sobre todo, para festejar los días de San Juan.
Al terminar la guerra, se crearon logias y se estipuló como regla que sólo habría una Gran Logia por cada estado y que ninguna podría promulgar el privilegio de fundar una logia en un estado o zona donde ya hubiese funcionando una Gran Logia. Principio calificado como «doctrina de jurisdicción exclusiva».
Tras la guerra George Washinton fue nombrado Presidente en el año 1789 (y reelegido en las presidenciales de 1792) y John Adams su Vicepresidente. La ceremonia de poderes, que se celebró el 30 de abril de ese mismo año, fue marcadamente masónica. El juramento fue tomado por Robert Livingston, Gran Maestre de la Gran Logia de Nueva York. La ceremonia fue dirigida por el también masón, general Jacob Morton. Al candidato le escoltó el general Morgan Lewis, que también era masón. Washington juró la Constitución sobre la Biblia de la Logia nº 1 de San Juan de Nueva York.
Las Grandes Logias creadas en las 13 primeras colonias se fundaron en las fechas siguientes: Virginia, 13-X-1778. Carolina del Sur, 27-XII-1783. Pennsilvania, 25-IX-1786. Georgia, 25-XII-1786. Nueva Jersey, 18-XII-1786. Maryland, 19-IV-1787. Nueva York, 6-VI-1787. Carolina del Norte, 12-XII-1787. Connecticut, 8-VII-1789. Nueva Hampshire, 8-IV-1789. Rhode Island, 27-VI-1791. Massachussetts, 5-III-1792 y Vermot, 15-XII-1794.
A medida que los colonos avanzaban hacia el Oeste, los masones que se instalaban en las nuevas zonas solicitaban privilegio para crear logias. Las logias militares y civiles encontraron en las guerras indias una razón para colaborar juntas. Muchos de los soldados y oficiales recién llegados eran masones.
Vicepresidentes masones de EE. UU: Thomar Jefferson, el 2º; George Clinton, el 4º; Elbridge Gerry, el 5º; Richard M. Johnson, el 9º; George M. Dallas, el 11º; William R. King, el 13º; John C. Breckinridge, el 14º; Andrew Johnson, el 16º; Adlai E. Stevenson, el 23º; Garret A. Hobart, el 24º; Theodore Roosevelt, el 25º; Charles W. Fairbanks, el 26º; Thomas R. Marshall, el 28º; Henry A. Wallace, el 33º; Harry S. Truman, el 34º; Hubert H. Humphrey, el 38º.
Las logias fueron verdaderos transmisores de ideas. La filosofía de Hume, Voltaire o Locke no hubiera llegado a tantos hombres sencillos de América si no hubiera sido por este tipo de logias. Muchos soldados no se hubieran convertido en defensores de las ideas ilustradas si no hubieran pertenecido a la masonería. Sin embargo, los hermanos de las logias tendrían que enfrentarse entre sí en la revolución americana y poner a prueba su fidelidad masónica y patriótica.
La masonería fue la primera organización que permitió la diversidad religiosa de sus miembros. Personas de todas las religiones, incluidos católicos y judíos, ingresaron en las filas de la hermandad. Muy tempranamente se permitió el ingreso de indios americanos y la creación de las primeras logias para gente de color. La primera logia formada por hombres de color fue la Prince Hall. Las logias de afroamericanos surgieron de las logias militares que combatían en la Guerra de la Independencia. Muchos de los soldados negros fueron aceptados en las logias militares. Uno de ellos, Prince Hall, formó la primera logia de hombres de color. Al parecer la logia nació en Barbados (Antillas) el 12 de septiembre de 1748. Algunos creen que llegó a Boston en 1765 procedente de África yl que fue liberado en 1770. Dicha logia de hombres de color fue autorizada como Logia Africana nº 1 por la Gran Logia de Inglaterra, en la ciudad de Boston el 29 de abril de 1787. A esta logia se le permitió establecer otras y se convirtió en logia madre. Hubo algunos casos excepcionales de integración de hombres de color en logias de blancos, como la logia 116º de Nueva Jersey y algunas logias de Massachusetts y Nueva York.
Extractado de: Alphonse Cerza, “La Masonería en Estado Unidos”, en José A. Ferrer Benimeli (coor.), La Masonería, Historia 16, Extra IV- Noviembre 1977, pp. 88-94.
Laicidad - Una historia francesa y un significado universal
Laicidad Una historia francesa y un significado universal
Ante todo, recordemos que en la constitución del Gran Oriente de Francia el artículo primero dice que la Francmasonería tiene por principios la tolerancia mutua, el respeto de los otros y de sí mismo y la libertad absoluta de conciencia. Y añade que atribuye una importancia fundamental a la laicidad. Además existe en la obediencia una Comisión Nacional Permanente de la Laicidad (CNPL), lo que quiere decir que, quizás más que otras obediencias, la nuestra está marcada por la laicidad. Es verdad para mí; cuando entré en masonería, sabía por mi padrino que allí, en la calle Cadet, encontraría un lugar dedicado en gran parte a esta forma de concebir la sociedad.
Aquí en España, la noción de laicidad me parece bastante desconocida; lo he visto, cuando he preguntado a personas en mi entorno o cuando he dado una conferencia sobre el tema en la Escuela Oficial de Idiomas. Pero, aquí, en Heracles, logia del Gran Oriente de Francia debe ser diferente; cada Hermano sabía normalmente donde iba cuando solicitó entrar. Pero lo que conozco sobre la instrucción masónica en varios talleres me hace dudar del conocimiento general de los Hermanos sobre la laicidad, su desarrollo y las dificultades de ésta en la sociedad actual. Esto puede parecerse a lo que observamos en general en Francia, país laico desde hace tanto tiempo: si preguntas lo que es la laicidad en la calle la mayoría contestará que es “la escuela pública”. Sabemos y veremos que es eso y mucho más que eso, cada año, el Gran Oriente de Francia propone el estudio de una cuestión sobre la laicidad a todas las logias; me parecería bien y beneficioso para todos que tratemos esta cuestión en Heracles.
El tema es tan rico y amplio, con tantos autores e intelectuales, masones o no, que han estudiado y escrito sobre ello, que es imposible abarcarlo en su totalidad. Hoy, a modo de inicio de un proceso de estudio entre nosotros, he elegido dos entradas para tratar la plancha. Preciso que hablaré sobre todo de mi punto de vista que se enriquecerá con vuestras ideas propias. El subtítulo de la plancha es significativo del plan de trabajo que he adoptado: una historia francesa y un significado universal. La primera parte, histórica, pertenece no sólo a los Franceses sino a todos, incluso si la laicidad se ha creado y desarrollado más allí que en ningún otro país; la segunda es más masónica, mejor dicho más integrada en la identidad del Gran Oriente de Francia, puede ser también una forma de vivir la democracia, una forma de vivir mejor juntos en el mundo entero. En cualquier caso veremos que nuestra obediencia ha influido mucho en la historia de la laicidad.
A modo de recordatorio, os propongo unas definiciones posibles -hay muchas-, de la laicidad:
No he encontrado una definición de la laicidad en los diccionarios españoles (excepto una lacónica en el de la Real Academia que dice: Condición de laico. Principio de separación de la sociedad civil y de la sociedad religiosa), pero sí he visto unas sobre el laicismo, que en francés es más una doctrina que una filosofía o una organización de la sociedad. Julio Casares nos dice sobre esto: “doctrina que defiende la independencia del hombre o de la sociedad de toda influencia eclesiástica o religiosa”. María Moliner afirma: “cualidad de laico (quizás en el sentido de la Edad Media, esto es, personas bautizadas que trabajaban para la iglesia sin pertenecer al clero). Ausencia de influencia religiosa o eclesiástica en alguna institución, particularmente en el estado”.
Por último, el Larousse propone: “Independiente de las concepciones religiosas o partidarias. Sistema que excluye a las iglesias del ejercicio del poder político o administrativo y en parte de la enseñanza pública”.
La laicidad es más o menos eso, pero para nosotros es mucho más.
Es decir que está noción se ha desarrollado poco a poco, que tiene acepciones diferentes según el país, el origen social y la organización de la sociedad, según también los que están a favor o en contra. Es de todas formas una noción de libertad, de liberación de los dogmas y de tolerancia mutua. Por eso corresponde muy bien a los valores masónicos.
Vamos a ver si la historia puede ayudarnos a acercarnos a la laicidad y a sus raíces humanistas.
Tenemos que tener en cuenta el poder increíble de la iglesia católica en Europa, por ejemplo, y esto, desde por lo menos la Edad Media. Podríamos examinar incluso otras civilizaciones, como la egipcia, la griega, la romana o, por qué no, la india, la inca o la maya. Encontraríamos luchas por la liberación del ser humano contra los poderes políticos y/o religiosos y así descubriríamos, quizás, unas fuentes antiguas de la laicidad.
Si nos acercamos más a la época moderna, nos encontramos con las primeras rebeliones contra el poder del rey o de la iglesia que dieron lugar a varias declaraciones en diferentes países, como la Carta Magna en Inglaterra -contra Juan sin Tierra en 1215- cuyo texto afirma el derecho a la libertad individual, el Edicto de Nantes en Francia -que acepta a los protestantes en 1598, revocado en 1685-,y también en Inglaterra, el Habeas Corpus en 1679 –obligación de presentar a toda persona arrestada ante el juez en los tres primeros días- y el “Bill of Rights” en 1689 -por primera vez pone la ley por encima del rey-, la declaración de los derechos en Virginia en 1776, la declaración de independencia de Estados Unidos en 1776, estas dos últimas precursoras de la Declaración de los Derechos Humanos y del Ciudadano en la Revolución Francesa el 26 de agosto de 1789.
Consideramos esta declaración fundamental, inspirada directamente de las ideas del siglo de “las luces” (siglo XVIII), como el acto de nacimiento de la laicización de la sociedad y de las instituciones francesas.
El 24 de junio de 1793 (año I de la República), otra declaración completó la primera: decretó la preeminencia de la igualdad, proclamó por primera vez el derecho a la instrucción e insistió sobre la resistencia a la opresión y el derecho a la insurrección.
Los revolucionarios franceses –entre los cuales había muchos masones- ensayaron ciertos aspectos de lo que sería más tarde la laicidad; por ejemplo, instituyeron el estado civil, el matrimonio civil, la supresión del presupuesto de los cultos y precisaron que la República no pagaría a ninguno de ellos.
El primer cónsul, Napoléon Bonaparte, futuro emperador negoció un Concordato con el Papa (1801); a la vez, la iglesia excomulgó a los francmasones, acusándoles de ser los responsables de la revolución -lo que es verdad en gran parte-.
En reacción a ello, los masones se alzaron contra los perjuicios del clericalismo a partir de la Restauración -1814 a 1830-. Enarbolaron los principios de la razón, la democracia, el libre pensamiento y la libertad de conciencia, creyendo en el valor emancipador de la instrucción y lucharon contra la influencia de las congregaciones religiosas que formaban a una juventud reaccionaria.
Los políticos más famosos de estos tiempos eran casi todos masones: Alexandre Massol, Jean Macé, Léon Gambetta y, más tarde, Jules Ferry, el promotor de la “escuela pública, gratuita, laica y obligatoria” en 1881 y 1882.
Por fin, después del caso Dreyfus (1894-1906) y de las polémicas que éste levantó, -cuyo punto álgido sigue siendo hasta hoy la famosa carta “Yo acuso” (J’accuse) de Emile Zola en el periódico “L’Aurore”-, las logias del Gran Oriente de Francia se movilizaron para obtener la separación de las iglesias y del Estado. Esto se hará ley el 9 de diciembre de 1905, con el nombre del presidente del gobierno Emile Combes, masón y de Aristide Briand, masón.
¿Qué dice la ley?
Artículo primero: “La República asegura la libertad de conciencia. Garantiza el ejercicio libre de los cultos …”
Artículo segundo: “La República no reconoce, no asalaria, no subvenciona ningún culto. Por ello, a partir del 1° de enero que seguirá a la promulgación de la ley, todos los gastos relativos al ejercicio de los cultos serán suprimidos de los presupuestos del Estado, de las provincias y de los municipios”.
Todavía hoy, la Constitución francesa de 1958 dice “Francia es una República indivisible, laica, democrática y social”.
El 8 de abril de 2013, el presidente de la República François Hollande ha instalado el “observatorio de la laicidad”. Y desde septiembre de este año, una Carta de la laicidad está expuesta en todas las escuelas. Lo que no quiere decir que la laicidad esté instalada totalmente en las instituciones y sobre todo en cada uno de los ciudadanos. Estas decisiones gubernamentales no son más que una manera de recordar y de intentar defender un pilar fundamental de la República; sabemos todos que la laicidad es un valor que puede ser deformado o atacado, incluso por las élites políticas.
Os recuerdo que el ex presidente de la República había aceptado en 2007 ser recibido en el Vaticano canónigo de San Juan de Latrán -una vieja costumbre heredera del concordato de 1801, impensable en un país laico-, y había afirmado que el cura se sitúa por encima del profesor público para educar a los niños. Lo que constituye una denegación de la laicidad. El Gran Oriente de Francia reaccionó con determinación; muchos Hermanos presentaron planchas sobre el tema.
Así pues, fuera del área política e independiente de ella, se necesita todavía nuestra comisión permanente, guardia imparcial de la laicidad verdadera y fuente del pensamiento laico, capaz de oponerse a cualquier desviación. Con esto quiero decir que tenemos que vigilar siempre esta piedra fundamental de nuestro edificio masónico.
Este sobrevuelo por la historia nos explica un poco el porqué de las premisas de la laicidad en aquellos tiempos en los que el poder religioso era exagerado en Francia (y en España u otro país de Europa);
¿Por qué sobre todo en Francia, donde la intolerancia religiosa existía con menos intensidad que en España (o así lo parecía)? Sería olvidar siglos de caza a la herejía, a los que no pensaban como lo imponía el dogma católico. Por ejemplo, la inquisición francesa mató a los Cátaros en el siglo XIII, acabando con el principio de Bernard de Clairvaux “Fides suadenda non imponenda” “La fe debe ser persuadida, no impuesta”. Otros ejemplos, como el de la matanza de los protestantes en el siglo XVII, o el Caballero de la Barre torturado, decapitado y quemado el 1° de julio de 1776 por no haber saludado a una procesión católica y haber leído además el diccionario filosófico de Voltaire. Símbolo de las víctimas de la intolerancia de la iglesia, su estatua se erige cerca de la Basílica del Sagrado Corazón en Paris desde 1897 gracias a masones del Gran Oriente de Francia. Más cerca y personal, me acuerdo de mi abuela paterna, católica hasta la devoción ciega, que decía, segura de lo que afirmaba el cura, que los masones tienen siempre un cubierto preparado en las comidas para el diablo. Existen miles de ejemplos más o menos graves que explican la ola de protesta y de deseo de cambio que se ha desarrollado durante siglos contra el poder de la iglesia y sus excesos hasta “las luces” de los filósofos, la revolución francesa y más tarde la elaboración de la laicidad.
Veis que la historia global de la laicidad se ha desarrollado en muchos países, pero el concepto se ha concretado más en Francia que en ningún otro país.
Para seguir, voy a estudiar algunas ideas sobre la laicidad, su contenido, sus valores hacia su universalidad; ideas procedentes principalmente de Hermanos y Hermanas que analizaron las cualidades y las ventajas de la laicidad en una sociedad moderna, sobre todo en una época donde el hombre débil está cada día más olvidado, maltratado, insultado y aplastado por una minoría de poderosos que se comparten sin ninguna vergüenza la inmensa riqueza acumulada explotando y engañando a los demás. Estas ideas y por consiguiente la laicidad deberían ayudar a los demócratas de verdad (espero todavía que existan algunos) o por lo menos a los francmasones a pensar en una sociedad más justa y más humana.
La laicidad se representa unas veces como una filosofía, o como un pilar de la democracia, una matriz, un principio de soberanía, un valor de la República o un ideal universal de organización y justicia.
Para mí, la laicidad es el conjunto de esas representaciones y sobre todo es un ideal, lo que quiere decir que nunca ha sido una permanencia o un principio inalienable ; no olvidemos que hasta hace poco tiempo fue una utopía. Me parece un buen ejemplo de la posibilidad de transformación de una utopía en realidad. Podemos relacionar el concepto de laicidad a la “utopia como proyecto” de Martin Luther King quien lo explicó tan claramente en su famoso discurso “I’ve a dream” (He tenido un sueño) con un tríptico cercano: más unidad, más igualdad, más democracia.
Para alcanzar la laicidad, podemos partir de la idea de dignidad humana, idea rechazada por los creyentes respecto a los no creyentes -en la historia e incluso actualmente en unos países-, según el principio increíble de la verdad revelada por iconos instalados en sus templos. Para aquéllos, todo infiel no puede ser humano, no tiene consistencia ni derecho; o se convierte a la fe de la mayoría o le quemamos.
Pascal nos dice: “El hombre es una caña, la más débil de la naturaleza, pero es una caña pensante” y “trabajamos en pensar bien, es el principio de la moral” y “toda nuestra dignidad consiste en pensar”.
¿Ahora bien, cómo pensar en una jaula ideológica impuesta, por ejemplo, religiosa? La capacidad de pensar es ciertamente una condición para vivir bien juntos. Pero, sin libertad, no es posible. Es decir que lo primero de la vida es tener la libertad de conciencia, justamente lo que propone la laicidad. Sin esta libertad primera, no vale la pena ir más lejos en una búsqueda de justicia o de democracia. Es lo que confirma toda dictadura que prohíbe el libre pensamiento. Estos regímenes persiguen siempre a los francmasones. La libertad de conciencia es el primer principio del ideal laico desarrollado por la escuela pública a través de la autonomía de juicio y la tolerancia. Así como lo explica Catherine Kintzler, John Locke, precursor de “las luces” tiene también algo que ver con la laicidad. Su carta sobre la tolerancia, escrita en una época en la cual reinaba el miedo de ver al catolicismo imponerse en Inglaterra, considera que el gobierno y la iglesia tienen funciones diferentes y que no pueden estar mezclados. Acepta la presencia de varias religiones, pero excluye de su tolerancia a los ateos que, según él, no tienen una moral y no pueden apoyar a la sociedad, y a los católicos que obedecen a otro príncipe, el Papa. Piensa además que solo podemos autorizar una iglesia que practica la tolerancia. Estamos todavía lejos de la laicidad, pero nos vamos acercando. No entraré en la comparación entre tolerancia y laicidad, ni en los límites y los desvíos de la tolerancia, por falta de tiempo aunque las dos nociones están muy relacionadas. Estoy seguro que otros Hermanos podrán estudiar esta cuestión para pulir un poco más nuestra piedra común.
En el camino de la laicidad, encontramos también a Pierre Bayle (siglo XVII), la gran figura de la primera ilustración. Su contribución fue decisiva al refutar las excepciones de Locke: reivindica la libertad de conciencia, no sólo para los ateos sino también para las religiones no cristianas. Para él, además de constituir un principio moral, esta posición tiene que ver con la razón. Los incrédulos no están considerados como indignos de confianza.
Así nació el segundo principio del ideal laico: la igualdad estricta de los derechos de los ateos, de los creyentes y de los agnósticos.
La revolución francesa va a completar la aserción afirmando que la fe no debe fundar ni hacer la ley. Dos ideas mayores, según Henri Peña Ruiz coexisten en el ideal laico: “la separación entre lo común a todos y lo que pertenece a la libertad individual, el área privada” y “la soberanía de la voluntad que es la fuente de las reglas de la vida común, de la conciencia y de la razón que la ilumina”. La laicidad tiene como referencia y fundamento la cosa común a todos, fuera de las diferencias espirituales. Sabemos que el “bien común”, res publica ha dado el término República. Esta separación algo ficticia entre la esfera pública que permite toda fe, toda creencia, toda manera de vivir en el círculo de la familia o en un núcleo particular con la única condición que no pueda reducir la libertad de los demás, y la esfera pública, abierta a todos, donde la ley protege a cada uno de los ciudadanos y prohíbe, por ejemplo, la existencia de una religión de Estado, incluso atea, es sin duda la idea más fuerte y más creadora de la laicidad. Por desgracia, es también la más discutida y la más criticada especialmente por los partidarios de una religión o una ideología predominante.
Y de esta manera, llegamos al tercero principio del ideal laico: la ley común que tiene como objetivo el interés común, es decir el interés de todos. La ley común es el cimiento de todo lo que es común a todos los hombres y mujeres, o mejor dicho la ley común habla de universalismo, mientras que la creencia religiosa sólo puede pretender ser común a unos seres humanos. Este deseo de universalidad da a la laicidad una dimensión de concordia de todos por encima de sus diferencias; es exactamente lo contrario del encarcelamiento en las diferencias. Es ante todo un principio y un deseo humanista profundo que sostiene la masonería. No queremos imponer nunca nuestros valores; queremos difundirlos en la sociedad convencidos de su poder de construir un mundo mejor.
A mí me parece que la laicidad puede ser ahora el principio común al acceso a una condición mejor para todos los seres humanos, a una sociedad por fin más justa y humana. Cuando millones de niños, mujeres y hombres mueren por causas como el hambre, la sed, la falta de asistencia médica, los efectos de guerra, a menudo presentadas como religiosas, la indiferencia de los privilegiados, incluso nosotros, la unión mafiosa entre financieros y políticos totalmente corrompidos, la emergencia de una sociedad inspirada en nuestros valores masónicos parece un sueño insensato. Para adelantar en este camino realmente masónico, necesitamos herramientas simbólicas para pensarlo en nuestras logias y concretas para imponer pacíficamente el sueño nuestro. Nosotros, francmasones, tenemos por suerte las dos categorías de herramientas: el simbolismo como ayuda y la laicidad como medio. Con una condición imprescindible: hacerlo con individuos que desean “la mejora material y moral, el perfeccionamiento intelectual y social de la Humanidad” o al menos que quieran seguir este camino.
Pero, ¿cómo hacerlo? Sencillamente con el método masónico: conociendo perfectamente y aceptando totalmente la laicidad, los Hermanos y Hermanas pueden y deben mostrar con el ejemplo personal, la palabra y los escritos sus valores y hacer todo para promover el concepto fuera de la logia, tanto en la vida profesional como en los compromisos personales, asociativos, políticos, sindicalistas, … Por eso, me parecería muy interesante enseñar la laicidad en todas sus dimensiones, todos sus posibles desarrollos, todas sus perspectivas y todas sus adaptaciones a nuestros tiempos difíciles y al futuro. Podemos empezar por nosotros mismos en este taller, realizar un proyecto de enseñanza, proponer y compartir los trabajos con las otras logias españolas y después difundir lo mejor posible las ideas contenidas en el proyecto fuera de los templos, por ejemplo organizando conferencias en los institutos, universidades o lugares culturales como los Ateneos.
Para ir un poco más lejos en la aprehensión de la laicidad, voy a echar mano de las ideas de un amigo mío, profesor de historia, ex senador de la República y además defensor incansable de la laicidad y del servicio público a la francesa que no es nada más que una declinación política de la laicidad. Se llama Gérard Delfau. En sus escritos dice que la laicidad no es una doctrina, ni una teoría, ni una filosofía, ni tampoco una sabiduría. No tiene santos, héroes o hombres famosos. Está fuera de todo sistema cerrado y jerarquizado que puede llevar a la opresión. Dice que es un camino hacia lo verdadero; no es una verdad.
Además y para contestar a los detractores, laicidad no es un sinónimo de anticlericalismo; es lo contrario, porque acepta todas las religiones, todas las espiritualidades. No tenemos que resumir la laicidad a la invención de la escuela pública.
Para él, “la laicidad es también un principio jurídico y político de organización de las instituciones, el primero y el único que permita a cada ciudadano el ejercicio pleno de su libertad de conciencia”. Es una moral colectiva y cívica. Es también una cultura, una manera de ser para sí mismo y para los otros, un proyecto de vida.
Y tres frases que para mí dicen mucho de lo que es y lo que puede ser la laicidad: “La laicidad, es la Razón que desconfía de sí misma. Es la ética en su dimensión universal. Es poco y es mucho.”
Estas palabras de un laico profundo pueden servirnos para seguir adelantando en el camino que os propongo del conocimiento y de la práctica de la laicidad.
Antes de concluir, si queremos definir simplemente la laicidad, podríamos asimilar este ideal a un principio constitucional (si está estipulado en la Constitución como en Francia) hecho de:
· La libertad de conciencia
· La separación de las iglesias y del Estado
· La separación de la esfera pública y de la esfera privada
· La neutralidad del Estado en cuanto a las opciones espirituales y su no intervención financiera en este área
· La igualdad de todas las opciones espirituales
· La universalidad de la ley común: igualdad de todos delante de la ley
· La búsqueda de la emancipación del individuo y la formación del ciudadano gracias a la escuela laica gratuita para todos
· La búsqueda del buen vivir juntos.Al fin y al cabo, para concluir, os regalo estas palabras de mi amigo Léon Gambetta, hombre político actual, muy famoso: “Los asuntos religiosos son asuntos de conciencia y por consiguiente de libertad (…) queremos que el Estado nos parezca y que Francia sea el país laico por excelencia”.
HE DICHO, un M.·.M.·.
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