sábado, 14 de marzo de 2009

QUE ES LA MASONERIA Y PORQUE SOY MASON ?


¿Qué es la Masonería y por qué soy Masón?

16/06/2008

Trazado presentado por el IL.·. H.·. Benito Juárez García

VVMM y QQHH


Antes de comenzar este humilde trazado, quiero pedir a mi V.·. y al Taller general, su benevolencia para escucharlo y dispensar los errores en que yo incurra, ya que mi capacidad es muy pobre, pero en el afán de cumplir con lo que solicitó nuestro V.·. hice lo que pude, y empezaré diciendo que el significado de masonería, tiene muchas definiciones; pero según lo define el catecismo del aprendiz, es un hermoso sistema moral, o lo que es lo mismo, una asociación de hombres honrados, libres y de buenas costumbres, que buscan el perfeccionismo de la humanidad.


Es un sistema de moral dentro del que caben los principios y creencias de los hombres amantes de la humanidad y del progreso y dotados de rectitud, de criterio y buena voluntad. No es una religión, pero si cuna de todas, ya que acepta a toda persona sin distinción de razas ni credos.


Masonería, según la etimología de la palabra inglesa, significa "albañilería o arte de edificar", peo los Edificios Masónicos, en vez de tener condiciones y fines materiales, cual es el arte de los albañiles, no es otra cosa que la edificación moral de todas las asociaciones por medio del trabajo y ejercicio de las virtudes por parte de los hombres que componen la Masonería. Esto es lo que yo he encontrado más acerca de los que para mí es la Masonería.


Ahora bien, soy Masón porque me fascina su lema: «Libertad, Igualdad y Fraternidad». Porque se practica la filantropía, que ha sido mi meta antes de entrar en tan augusta Institución, de la cual me siento satisfecho.


Soy Masón, porque ser masón, es ser amigo de los pobres y de las desgraciados de los que sufren, de los que lloran y tienen sed de justicia. Soy masón, porque se practica la tolerancia, se ejerce la caridad sin distinción de razas, creencias ni opiniones: se lucha contra la hipocresía y el fanatismo.


Fraternalmente,


A.·.M.·. Benito Pablo Juárez García

JUAN PABLO II - PADRE NUESTRO

lunes, 9 de marzo de 2009

BAILANDO CON EL UNIVERSO


Bailando con el universo
por Deepak Choprapublicado por: jorge , el dia 8 Marzo 2009, 495 lecturas -
NUESTRO CUERPO, NUESTRA MENTE, NUESTRAS emociones, nuestra fisiología entera está cambiando a cada momento en función de la hora del día, de los ciclos de la luna, las estaciones e incluso las mareas. Nuestro cuerpo es parte del universo y, en última instancia, todo lo que sucede en el universo afecta a su fisiología. Los ritmos biológicos son una expresión de los ritmos de la Tierra en relación con todo el cosmos, y sólo cuatro de ellos (los ritmos diarios, mensuales, mareas y lunares) son la base de todos los demás ritmos de nuestro cuerpo.
La Tierra gira sobre su eje, por lo que experimentamos un ciclo de 24 horas de día y noche al que llamamos ritmo circadiano. Dicho ritmo se basa en el giro de la Tierra y, al formar parte de ella, también todo nuestro cuerpo gira siguiendo el ritmo de la Tierra. Cuando este ritmo biológico se ve interrumpido, por ejemplo, por algún viaje de larga distancia, sentimos jet-lag. También cuando nos quedamos trabajando toda una noche, aunque descansemos durante el día no nos sentimos del todo bien, ya que nuestros ritmos biológicos están desacompasados con los ritmos cósmicos.

Los datos científicos muestran que si sometemos a un animal a cierta dosis de radiación una vez al día, éste puede experimentar algún efecto beneficioso. Pero si le damos la misma dosis de radiación doce horas más tarde, el animal puede morir. ¿Por qué? Porque su fisiología ha cambiado por completo en ese periodo de doce horas. Incluso nuestra pequeña experiencia subjetiva nos dice que a ciertas horas del día tenemos hambre, mientras que a otras tenemos sueño. Sabemos que tendemos a sentirnos de una cierta manera a las cuatro de la tarde y de otra a las cuatro de la mañana.

Los ritmos de las mareas también afectan a nuestra fisiología. Estos ritmos son el resultado del efecto gravitatorio del sol, la luna y las estrellas de galaxias distantes sobre los océanos del planeta Tierra. En nuestro interior nosotros también tenemos un océano similar a los de nuestro planeta. Más del 60 por ciento de nuestro cuerpo es agua, y más del 60 por ciento de nuestro planeta es agua. Por lo tanto, experimentamos en nuestra propia fisiología las pleamares y las bajamares y los flujos y reflujos de las mareas. Cuando nos sentimos incómodos es porque nuestro cuerpo está fuera de sincronía con el cuerpo del universo. Pasar tiempo cerca del mar o en cualquier sitio natural puede ayudarnos a sincronizar nuestros ritmos con los de la naturaleza.

El ritmo lunar es un ciclo de veintiocho días que se produce como resultado del movimiento relativo de la Tierra, el sol y la luna. Dicho ritmo es evidente considerando el crecimiento y decrecimiento de la luna. Vemos la luna llena, media luna, dejamos de verla, y el ciclo vuelve a empezar otra vez. La fertilidad humana y la menstruación son buenos ejemplos de ritmos lunares, pero hay otros muchos ciclos de veintiocho días. Cuando trabajaba como medico en una sala de urgencias, era de esperar que atendiésemos a más pacientes con determinados tipos de problemas dependiendo de la hora del día y de los ciclos de la luna.

Debido al movimiento de la Tierra alrededor del sol, experimentamos los ritmos estacionales en forma de diferentes cambios bioquímicos en nuestro cuerpo y mente. Por eso somos más propensos a enamorarnos en primavera o a deprimirnos en invierno. Las personas que padecen un síndrome conocido como desorden afectivo estacional se deprimen en invierno pero mejoran al ser expuestos a la luz solar. Los cambios estacionales no sólo afectan a la bioquímica del cuerpo humano: afectan a la de los árboles, las flores, las mariposas, las bacterias y todo lo que está presente en la naturaleza.

La Tierra se inclina sobre su eje en primavera y brotan las flores, las marmotas salen de sus madrigueras, migran las aves, los peces regresan a sus territorios de desove y comienzan los rituales de cortejo. Las personas se sienten inclinadas a escribir poesía, los amantes cantan sus canciones y corazones jóvenes y viejos se enamoran. Los ritmos estacionales nos afectan biológica, mental y emocionalmente; todos ellos tienen que ver con la relación entre la Tierra y el sol.

Hay otros ritmos y ciclos que oscilan cada pocos segundos, como las ondas cerebrales y electrocardiográficas, mientras que otros como los ritmos ultradianos duran desde treinta minutos a veinticuatro horas. Hay ciclos dentro de otros ciclos, alcanzándose un elevado nivel de complejidad que en su conjunto funciona al unísono como una sinfonía.

Todos esos ritmos crean la sinfonía del universo; cuerpo y mente siempre están intentando sincronizar sus ritmos con los ritmos universales.

Separar el cuerpo y la mente del resto del cosmos es no ver las cosas como son. El sistema cuerpo-mente forma parte de una inteligencia superior, es parte del cosmos, y los ritmos cósmicos generan cambios profundos en nuestra fisiología. El universo es una verdadera sinfonía de las estrellas. Y cuando nuestro cuerpo y nuestra mente están sincronizados con dicha sinfonía, todo se da espontáneamente y sin esfuerzo, y la exuberancia del universo fluye a través de nosotros en glorioso éxtasis.

Cuando los ritmos de nuestro cuerpo y mente están sincronizados con los ritmos de la naturaleza, cuando vivimos en armonía con la vida, vivimos en estado de gracia. Vivir en gracia es experimentar ese estado de conciencia en el que las cosas fluyen sin esfuerzo y nuestros deseos son satisfechos con facilidad. La gracia es mágica y sincrónica, está llena de coincidencias y es maravillosa. Es ese factor de la buena suerte.

Pero para vivir en la gracia es necesario que permitamos que la inteligencia de la naturaleza fluya a través de nosotros sin interferir con él.

Teóricamente, si estuviésemos totalmente alineados con el cosmos, si estuviésemos en completa armonía con sus ritmos y si tuviésemos cero estrés, habría muy poca entropía en nuestro cuerpo. Nuestro cuerpo no envejecería si estuviésemos completamente sincronizados con los ciclos del universo. Si su entropía no se incrementase, estaría dentro de la escala del universo, que se mide en ciclos cósmicos o eones de tiempo.

Pero nuestro sistema cuerpo-mente no está perfectamente alineado con los ritmos del universo; ¿por qué es así? Por el estrés. Ya lo ves, en cuanto tenemos un pensamiento, cualquier pensamiento, éste interfiere con la tendencia innata de los ritmos biológicos a sincronizarse con los universales.

¿Cómo interferimos con la inteligencia de la naturaleza? En términos espirituales, podemos decir que interferimos cuando nos identificamos con la imagen que tenemos de nosotros mismos y perdemos de vista a nuestro ser interior; cuando perdemos nuestra sensación de conexión con nuestra alma, nuestra fuente. En términos más comunes, podemos decir que interferimos cuando empezamos a preocuparnos, cuando empezamos a anticipar problemas, cuando empezamos a pensar en lo que podría salir mal. Cuando intentamos controlarlo todo, cuando nos asustamos, cuando nos sentimos aislados; todas esas cosas interfieren con el flujo de la inteligencia de la naturaleza. Cada vez que sentimos resistencia, frustración, que las cosas van mal, que exigen demasiado esfuerzo, es porque estamos desconectados de nuestra fuente, el campo de la pura conciencia, que se manifiesta en la infinita diversidad del universo. El estado de miedo es el estado de separación; es resistencia hacia lo que es. Cuando no oponemos resistencia todo es espontáneo y sencillo, no exige esfuerzo.

Nuestro cuerpo nos está hablando constantemente mediante señales de comodidad e incomodidad, placer y dolor, atracción y repulsión. Cuando prestamos atención a las sutiles indicaciones de nuestras sensaciones corporales, accedemos a la inteligencia intuitiva. Dicha inteligencia es contextual, relacional, enriquecedora, holística y sabia. La inteligencia intuitiva es más detallada y precisa que cualquier otra cosa existente en el reino del pensamiento racional. La intuición no es pensamiento; es ese campo cósmico de información no localizado que nos susurra en el silencio que hay entre nuestros pensamientos. Por lo tanto, cuando hacemos caso de la inteligencia interior de nuestro cuerpo, que es el genio supremo y definitivo, nos estamos introduciendo en el universo y accediendo a una información a la que no suele tener acceso la mayor parte de la gente.

Cuando hagamos caso de la sabiduría de nuestro cuerpo, cuando seamos conscientes de las sensaciones de nuestro cuerpo, conoceremos el cosmos entero, ya que experimentamos todo el cosmos en nuestro cuerpo en forma de sensaciones. Cuando no estamos en armonía con los ritmos universales, la señal que nos llega es de incomodidad, ya sea física, mental o emocional. Cuando fluimos en armonía con el universo, la señal que nos llega es una sensación de comodidad, de alegría, de que todo es fácil.

En realidad, esas sensaciones son la voz del espíritu, que nos habla al nivel de sentimiento más sintonizado de nuestro cuerpo. Cuando ofrezcamos a nuestro cuerpo una profunda atención, escucharemos la voz del espíritu, porque nuestro cuerpo es una bio ordenador constantemente conectado con la mente cósmica. Nuestro cuerpo tiene una habilidad informática que lo capacita para reparar instantáneamente en la infinidad de detalles que crean cada acontecimiento de nuestra vida.

Sabiendo todo esto, ¿por qué no tratas a tu cuerpo con respeto y lo cuidas? Cuida de él con amorosa atención. Aliméntalo con comida saludable y agua fresca. Aliméntalo con la frescura de la tierra y con los colores del arcoiris que la tierra ofrece en forma de frutas y vegetales. Bebe intensamente las aguas de la Tierra para que ellas puedan abrir las líneas de comunicación e inteligencia que corren a través de tus tejidos y de tu torrente sanguíneo. Respira profundamente para que tus pulmones se expandan por completo con el aire.

Libérate de toda atadura o constricción consciente para que tu cuerpo pueda relajarse en los ritmos del universo. Mueve tu cuerpo, ejercítalo y mantenlo en movimiento. Comprométete a mantenerlo libre de toxinas, tanto físicas como emocionales. No lo contamines con bebidas o alimentos muertos, químicos tóxicos, relaciones o emociones tóxicas en forma de ira, miedo o culpa. Asegúrate de alimentar tus relaciones saludables y no albergues rencores ni resentimientos. La salud de cada célula contribuye directamente a tu estado de bienestar, ya que cada célula es un punto de conciencia en el campo de conciencia que tú eres.

Cuerpo y mente son la danza del universo y, cuanto más bailen con el universo, más alegría, vitalidad, energía, creatividad, sincronicidad y armonía experimentarás. Puedes permanecer sintonizado a tu cuerpo siendo consciente de cómo bailas con el universo. Si prestas atención a los ritmos y ciclos de tu cuerpo y mente y te familiarizas un poco con los ritmos cósmicos, verás cómo puedes sincronizar los ritmos de tu cuerpo con los del universo. No tienes que ser ningún experto, simplemente presta un poco de atención a esto. Observa cómo te sientes en diferentes momentos del día y del mes dependiendo del ciclo lunar. Mira al cielo y fíjate en los ciclos de la luna. Si lees el diario, mira los horarios de la pleamar y la bajamar. Siente tu cuerpo y observa cómo se relaciona con cada estación. Entiende que estos ritmos pueden ayudarte de verdad; la siguiente información es lo único que debes recordar.

Entre las seis y las diez de la mañana y las seis y las diez de la noche es cuando tu cuerpo está hipometabólico, en su fase de metabolismo más baja. Intenta pasar un rato en silencio en torno a las seis de la mañana y de la tarde. Lo Ideal sería meditar al inicio de esta fase y hacer ejercicio en la mitad de ella, especialmente si lo haces para perder peso.

Entre las diez de la mañana y las dos de la tarde es cuando el fuego metabólico se encuentra al máximo. Es el momento de hacer la comida principal porque tu cuerpo metabolizará mucho mejor la comida. Entre las dos y las seis de la tarde es un buen momento para estar activos, aprender nuevas actividades mentales o emprender actividades físicas.

Entre las dos y las seis de la mañana es buen momento para soñar.

Alrededor de las seis de la tarde, preferiblemente antes de la puesta del sol, es un buen momento para cenar. Es mejor cenar algo ligero y dejar al menos dos o tres horas de intervalo entre la cena y el sueño.

Por lo tanto, intenta acostarte hacia las diez o diez y media de la noche y tendrás un descanso ideal con grandiosos sueños.

Estas son recomendaciones muy básicas pero, una vez que empezamos a sintonizar nuestros ritmos con los ritmos cósmicos, el cuerpo se siente bastante diferente. Se siente vital; no se cansa. Subjetivamente nos sentimos más enérgicos. Empezamos a experimentar ese estado de conciencia en el que todas las cosas de nuestra vida fluyen con facilidad. Una salud vibrante no es solo la ausencia de enfermedad; es esa alegría que debería estar en nuestro interior todo el tiempo. Es un estado de bienestar positivo no solo físico sino emocional, psicológico y, en última instancia, incluso espiritual. La tecnología no va a hacernos más sanos. Lo que va a hacernos más sanos es que estemos alineados con las fuerzas del universo, que sintamos que nuestro cuerpo es parte del cuerpo de la naturaleza, comulgar con ella y con nuestra alma pasando tiempo en soledad y silencio.

El poeta hindú Rabindranath Tagore resume el milagro de la vida de una manera más hermosa de lo que la ciencia puede hacerlo. Dice: “La misma marea de la vida que corre por mis venas día y noche corre por el mundo y baila con métrica cadenciosa. Es la misma vida que se dispara con alegría por el polvo de la tierra en innumerables briznas de hierba, rompiendo en olas tumultuosas de hojas y flores. Es la misma vida a la que mece el mar, cuna de nacimiento y muerte, en su flujo y reflujo.

Siento que la caricia de este mundo de vida hace gloriosos a mis miembros. Y mi orgullo viene del latido de eras que baila en este momento en mi sangre”.

Los mares y ríos de esta biosfera son la sangre de la vida que circula por nuestro corazón y nuestro cuerpo. El aire es el aliento sagrado de vida que da energía a cada célula de nuestro cuerpo, a fin de que sea posible vivir, respirar y participar en la danza del cosmos. Tener la experiencia de “el latido vital de eras que baila en este momento en nuestra sangre” es vivir la alegría, la conexión con el cosmos. Esta es la experiencia sanadora; es la experiencia de estar completo. Y estar completo es vivir en la gracia.

© 2006, Deepak Chopra, Todos los Derechos Reservados.

Publicado con permiso de Amber-Allen Publishing, Inc., San Rafael, California.

SOBRE EL AUTOR
Deepak Chopra nació y creció en Nueva Delhi, India. Hijo de un eminente cardiólogo, asistió al prestigioso All India Institute of Medical Sciences, emprendiendo su carrera en el campo de la medicina occidental.

Tras graduarse se mudó a los Estados Unidos, completando sus especialidades de medicina interna y endocrinología. Enseñó en la Universidad Tufts y en la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston, alcanzando la categoría de Jefe de Equipo en el New England Memorial Hospital y ejerciendo una dilatada práctica privada.

En aquella época, a pesar de su éxito aparente, el Dr. Chopra sentía una creciente insatisfacción y la incómoda sensación de que quizás podría estar haciendo algo más por sus pacientes. Esas dudas le condujeron al Ayurveda, la antigua ciencia hindú de la sanación. El Dr. Chopra lo reconoció de inmediato como el sistema de cuidado de la salud que trata a la persona en su conjunto en lugar de tratar síntomas individuales. El Ayurveda le enseñó que la mente ejerce una profunda influencia sobre el cuerpo y que la Buena salud depende tanto de la consciencia y del equilibrio interior como de llevar una vida saludable. Gracias al Ayurveda, el Dr. Chopra volvió a despertar a las antiguas tradiciones espirituales de oriente, y sus escritos reflejan la influencia de la sabiduría antigua aunada con lo mejor de la ciencia moderna. Sus precursores trabajos mezclan la física con la filosofía, lo práctico con lo espiritual y la venerable sabiduría oriental con la aguda ciencia occidental, con resultados dinamizadores.

Dr. Chopra es fundador de la Asociación Americana de Medicina Ayurvédica. En 1992 fue designado miembro de la comisión de expertos creada ad hoc sobre Medicina Alternativa por el Instituto Nacional de Salud y miembro del Comité Científico Asesor de la revista Longevity. En 1993 fue nombrado Director Ejecutivo del Instituto Sharp para el Potencial Humano y la Medicina de la Mente y el Cuerpo, así como asesor jefe del Centro para la Medicina de la Mente y el Cuerpo. En 1995 fundó el Centro de Bienestar Chopra en La Jolla, California. Se han vendido millones de ejemplares de sus libros en todo el mundo, habiendo sido traducido a más de 34 idiomas. Entre sus títulos más conocidos figuran Las Siete Leyes Espirituales del Éxito, Cuerpos Sin Edad, Mentes Sin Tiempo y Sanación Cuántica.

*Bailando con el Universo
por Deepak Chopra*

BAILANDO CON EL UNIVERSO
por Deepak Chopra

Fragmento de Poder, Libertad y Gracia:
Vivir en la Fuente de la Felicidad Perdurable
MASONES DE LE LENGUA ESPAÑOLA NEW YORK.
VICTOR SALAZAR

domingo, 8 de marzo de 2009

SABER, QUERER, OSAR Y CALLAR


Saber, Querer, Osar y Callar
B:.R:.L:.S:. # 127 “Libertad Universal”

Q:.H:. Miguel de Pomar
El titulo del presente trabajo no es para el común de las personas, más que una suma de cuatro verbos. Sin embargo, en aquellos casos en que se ha tenido oportunidad de tomar contacto con literatura calificada como “esotérica”, se podrá inmediatamente evocar que estas palabras obedecen a un propósito en particular, tanto por el hecho de encontrarse juntas, cuanto por el orden en el que se presentan.

Nos dice Eliphas Levi en “La Clave de los Misterios”, “…la valentía unida a la inteligencia es la madre de todos los éxitos en este mundo, para iniciar, uno debe conocer, para cumplir uno debe querer, para querer realmente hay que atreverse, y para recoger en paz los frutos de la propia audacia hay que mantener silencio…”

Si bien son muchas las interpretaciones que pueden darse a estas palabras, tanto exotérica como esotéricamente, y desde un análisis menos o más profundo, es decir bajo la protección de la columna Dórica hasta la que confiere aquella de estilo Compuesta, en el caso del Gr:. de Com:. puede ser relacionado a una de las primeras enseñanzas dadas por el V:. M:. al H:. Ap:. en la ceremonia de adel:., en el sentido que existen cinco gradas que deberá subir para penetrar en el templo, siendo cada una emblema de las condiciones necesarias para obtener la entrada:

· La inteligencia

· La rectitud

· El valor

· La prudencia

· El amor a la humanidad

Al respecto, la inteligencia es la que le permite SABER que existe un sendero, que la casualidad pertenece al reino de la ilusión y que todo en esta vida tiene un propósito, todo un momento y todo un lugar, tal como dice el Libro del Eclesiastés, esta inteligencia –racional, intuitiva, o como quiera clasificársele- es la que le sugiere y confirma que su existencia presente –su aquí y ahora- tiene un significado individual y colectivo. Es la inteligencia que le permite reconocer y procesar la luz que le fue conferida el día de su iniciación.

Es además esta inteligencia la que le permite SABER que el Karma, entendido para este efecto como la sujeción a un camino personal e intransferible, que en términos comunes podría denominarse “predestinación” no es inamovible, y que tanto es así que dicha posibilidad de cambio es la que da significado al libre albedrío del cual goza, y sobre la base del cual debe emplear el mallete y el cincel para lograr su perfeccionamiento.

La rectitud por otra parte, contiene en si la noción de estabilidad, que es además el significado de la palabra sagr:. del Com:., es el QUERER permanecer, el deseo de mantener el propósito, decidir sobre la base de su libertad continuar en el sendero. El QUERER, como acto volitivo esta representado en la marcha del com:. que significa la persistencia en el ideal, puesto que a pesar de las desviaciones que pueda efectuar por decisión propia o por factores externos a su persona, opta por seguir en el sendero para poder ingresar al templo.

El Com:. quiere lo que su inteligencia y la rectitud de su pensamiento y sentimientos le aconsejan como lo apropiado y lo mejor para el, que en este caso es el descubrimiento del particular destino que a partir del conocimiento de la letra G, se le presenta.

Sin este QUERER, que presupone saber el objeto del afecto y poseer la pureza y firmeza del sentimiento, no es posible ningún avance tal como dice el Evangelio de Lucas, Capitulo 14, 26-27, “ Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida; y el que no lleva su cruz y viene en pos de mi, no puede ser mi discípulo”.

El valor es la tercera grada que debe alcanzar el Com:., valor que debe desarrollar para el presente y para el futuro cuando le llegue el momento de ingresar al templo. Es el valor que debe permitirle OSAR, lidiar con el miedo y con la duda que reiteradamente lo van a abordar, y que es producto de su propia condición humana. Miedo y duda que le genera el intuir que el viaje que debe afrontar es arduo y muchas veces sinuoso y desconocido, y que sin embargo sabe debe realizar y evitar posponer.

Debe OSAR, tener el valor y la valentía de poder decir como Cristo en el Huerto de Getsemani en el momento de dolor y de tristeza, en esos instantes en que se le muestra el “Silencio de Dios”: “Padre, si para ti todo es posible, aparta de mi este cáliz, pero que no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tu”.

Es menester aclarar que dicha actitud no representa ni un abandono ni una apología al sufrimiento, sino todo lo contrario, puesto que partiendo de la premisa que todo tiene un sentido y un significado, el valor para enfrentar estos tragos amargos, es la que finalmente otorgara un crecimiento permanente al H:., lo cual además no es meramente un tema de crecimiento personal, sino de algo mas profundo y concreto.

Nos dice Dion Fortune en su obra Esoterismo Práctico para la Vida Diaria, que “…cuando un iniciado empieza a liquidar su karma, deliberadamente lo invoca y acelera. El resultado inmediato es doble: por una parte, una crisis en todos los asuntos de su vida, y por otra, un repentino aumento de su poder para superarla. Después que ha pasado ese período crítico no se presenta mas karma para liquidar y puede decirse en verdad que todas las cosas funcionan bien para quien ama a Dios, porque su buen karma comienza a obrar sin impedimentos, ya que está en posesión de los poderes ganados en ese período en que ha vencido toda resistencia”.
Es entonces bajo la idea del aprendizaje que debe ser efectuado en esta existencia, y que implica deshacerse de los lazos karmicos negativos, que el H:. M:. debe OSAR en cada decisión que se le presente, optar por aquella que le conduzca a este objetivo, aunque en un principio no vea claro el horizonte ni sea el camino mas transitado o el más cómodo, el que ha de seguir.

De otro lado, debe poseer la prudencia para CALLAR aquello que vea con sus sentidos y con el corazón, y que no pueda ser revelado a quien aun vive en el reino de las ilusiones, CALLAR su misión y las acciones que practique para llevar a efecto el Amor a la Humanidad que constituye objeto de su labor en este Gr:., y en definitiva, obrar de acuerdo a lo señalado en Matero, Capitulo 7, 6:”No den lo santo a los perros, ni echen sus perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y después se vuelvan contra ustedes y los despedacen”.
Respecto del amor a la humanidad que es el quinto de los escalones, el que colinda con el frontispicio del templo, y representa la ultima de las condiciones señaladas por el V:.M:., debe señalarse que constituye el centro de la labor a desempeñar en el Gr:. de Com:. y es materia de otro trabajo denominado La hermosa labor del Com:. M:.

Cabe citar, sobre esta quinta grada, lo indicado por Richard Bach en la bella historia de “Juan Salvador Gaviota”, quien desarrolla en forma excelente este tema:

El maestro le dice a Juan Salvador Gaviota: “…en diez mil años no he visto una gaviota con menos miedo de aprender que tú, …, si quieres, podemos empezar a trabajar con el tiempo, hasta que logres volar por el pasado y el futuro, y entonces, estarás preparado para empezar lo más difícil, lo más colosal, lo más divertido de todo; estarás preparado para subir y comprender el significado de la bondad y el amor…”

Estando Juan en el cielo, “…se sorprendió pensando una y otra vez en la Tierra de la que había venido. Si hubiese sabido allí una décima, una centésima parte de lo que ahora sabía, ¡cuanto más significado habría tenido entonces la vida!...””…empezó a preguntarse si habría una gaviota allá abajo que estuviese esforzándose por romper sus limitaciones, por entender el significado del vuelo más allá de una manera de trasladarse para conseguir algunas migajas caídas de un bote. Quizás hasta hubiera un Exilado por haber dicho la verdad ante la Bandada. Y mientras más practicaba Juan sus lecciones de bondad, y mientras más trabajaba para conocer la naturaleza del amor, más deseaba volver a la Tierra. Porque, a pesar de su pasado solitario, Juan Gaviota había nacido para ser instructor, y su manera de demostrar el amor era compartir algo de la verdad que había visto, con alguna gaviota que estuviese pidiendo sólo una oportunidad de ver la verdad por sí misma”.



B:.R:.L:.S:. # 127 “Libertad Universal”

Q:.H:. Miguel de Pomar
REVISTA : MASONES DE LA LENGUA ESPAÑOLA NEW YORK.
DIRECTOR: VICTOR SALAZAR