sábado, 25 de diciembre de 2010

PRINCIPIOS BASICOS CONSTITUTIVOS DE LA FRANCASONERIA UNIVERSAL

PRINCIPIOS BASICOS CONSTITUTIVOS
DE LA FRANCASONERIA UNIVERSAL
(Antiguos Linderos)

APROBADOS EN LA ASAMBLEA GENERAL DE FRANCMASONES
PARIS, 1523.

De la Logia Francmasónica y de sus miembros:

1. Siete o más francmasones debidamente capacitados, reunidos bajo la bóveda celeste, a cubierto de indiscreción profana, para discutir y resolver libremente, por mayoría de votos, los asuntos que les interesen colectivamente, forman una logia francmasónica, similar a las de la Masonería operativa.

2. Los trabajos en Logia se verifican durante las horas libres de ocupación de los reunidos, y de preferencia entre el medio día y la media noche, bajo la dirección de un Maestro Aprobado (presidente) y dos Celadores, también Aprobados (vicepresidentes). Las reuniones se efectúan ante los útiles de trabajo conocidos, colocados en el Ara del Medio en la forma acostumbrada, estando resguardada la entrada al recinto de la reunión por un Guardián seguro y resuelto, y un Experto retejador de los visitantes. Todos los que desempeñan cargos son elegidos por mayoría de votos de los francmasones reunidos, sea para una Asamblea o para un período determinado por ellos.

3. Los francmasones reunidos en Logia, de acuerdo con las reglas y costumbres conocidas desde tiempos muy antiguos, pueden, previa averiguación respecto a los candidatos, iniciar a los profanos en los Misterios (Secretos) de la Francmasonería y examinar a los Aprendices y Compañeros para elevarlos a los grados de capacitación superiores inmediatos, tomando de ellos la promesa de fidelidad en la forma acostumbrada, ante los útiles simbólicos del Trabajo y de la Ciencia y comunicarles los signos, los toques y las palabras secretas de reconocimiento y de socorro, universales entre los francmasones.

4. Es costumbre antigua, firme e inviolable, no admitir como francmasones a sus enemigos naturales, que son: los clérigos de las religiones, los poseedores de títulos y privilegios de las castas de la nobleza y los hombres que tienen convicciones contrarias a los principios básicos de la Francmasonería, salvo en los casos de rebeldía franca de éstos contra la ideología de los grupos mencionados.

5. No se admiten como francmasones los esclavos, los menores de edad y los incapacitados física y mentalmente.

6. Unión, Solidaridad y Cooperación son los principios de organización interna de la Francmasonería Universal.

7. La inclinación al estudio y trabajo, la vida y costumbres sanas y normales, el comportamiento decoroso, el trato fraternal entre los asociados a la Francmasonería, la preocupación constante por el progreso y bienestar del género humano y por su propia perfección, son distintivas de un buen francmasón.

8. Para poseer los derechos completos del francmasón dentro de sus agrupaciones y dentro del pueblo masónico en general, es indispensable e imprescindible escalar los tres grados de capacitación de Aprendiz, de Compañero y de Maestro, y conocer en esencia la Leyenda no alterada de la Masonería Antigua respecto a la Construcción del Templo de Salomón; contribuir económicamente para el sostenimiento de sus agrupaciones; asistir regularmente a los trabajos de Logia; preocuparse por los hermanos enfermos, perseguidos o caídos en desgracia y por sus familiares; ayudar a los hermanos viajeros y no abusar de la confianza de nadie.

9. Son derechos esenciales de un francmasón:
Voz y voto en Logia y en la Asamblea General (Gran Logia) de los Maestros Masones
Elegir y ser elegido para todos los cargos dentro de sus agrupaciones
Pedir la revisión de los acuerdos tomados en Logia ante la Asamblea General de los Maestros Masones
Exigir en Logia la responsabilidad de los elegidos en el desempeño de sus cargos
Pedir justicia francmasónica en casos de conflictos entre los asociados a las Logias afines
Firmar triángulos y estrellas para trabajar Masónicamente en los lugares donde no es posible reunirse en Logia por razones de fuerza mayor
Disfrutar de socorro, ayuda y protección mutuas entre los francmasones
Visitar las logias ideológicamente afines y ocupar los puestos correspondientes a su grado de capacitación, previa identificación de su calidad de francmasón en la forma acostumbrada y segura, y
Pedir el Certificado de Retiro de la Logia sin explicación de causas, estando en pleno goce de sus derechos

10. Son deberes primordiales de los francmasones, pugnar:

Por el reconocimiento del principio de la separación de la filosofía de la teología
Por la libertad de pensamiento y de investigación científica
Por la aplicación del método científico experimental en la filosofía
Por el intercambio de los conocimientos y de las prácticas entre los hombres para el bien propio y de la humanidad
Por la libertad de conciencia religiosa y la prohibición absoluta a los clérigos de las religiones de inmiscuirse en asuntos políticos
Por la abolición de los privilegios de las castas de la nobleza y del clero
Por la prohibición de emplear esclavos en los oficios de los hombres libres
Por los derechos de los pueblos de gobernarse libremente, según sus leyes y costumbres
Por la abolición de los tribunales especiales de justicia del clero y de las castas de la nobleza y el establecimiento de los Tribunales comunes, de acuerdo con las costumbres y leyes de los pueblos

Otras disposiciones constitucionales:

11. Toda Logia Francmasónica es soberana, no puede inmiscuirse en los asuntos internos de otras Logias, ni elevar a grados de capacitación superiores a los aprendices y compañeros afiliados a otras Logias sin su conocimiento o la solicitud de ellas.

12. Un pacto entre Logias significa la Cooperación y no la renunciación total o parcial de su soberanía.

13. Siete o más Logias Francmasónicas de un territorio determinado pueden formar una Federación (Gran Logia) y tres o más Federaciones pueden unirse en una Confederación.

14. Para preservar intactos los principios de Unión, Solidaridad y Cooperación no es recomendable la formación de dos Federaciones o Confederaciones sobre el mismo territorio.

15. La Asamblea General de los Maestros Masones es la autoridad Suprema en el territorio de una Federación, dicta las leyes, nombra y controla su Gobierno Federal y elige a los representantes que forman parte de la Asamblea de la Confederación.

16. Todo francmasón capacitado, electo para un cargo o representación, es responsable ante sus electores y puede ser destituido por ellos en cualquier momento.

17. Entre los francmasones y sus asociaciones no pueden existir diferencias basadas en la distinción de razas, color o nacionalidad.

18. Los principios de Universalidad, Cosmopolitismo, Libertad (no esclavitud), Igualdad (ante las posibilidades) y Fraternidad (como base de relaciones entre los hombres) son las metas de la Francmasonería.

19. Como producto del pensamiento filosófico progresista, los preceptos básicos de la Francmasonería son sagrados e inamovibles. Estos preceptos no pueden estar en contraposición con los progresos de las Ciencias ni con las ideas avanzadas de épocas posteriores, por lo tanto los francmasones no pueden tergiversarlos ni omitirlos, sin perder su calidad de progresistas y de francmasones.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

LOS LÍDERES MUNDIALES VAN EN MASA A AFGANISTÁN DESPUÉS DEL DESCUBRIMIENTO DE MISTERIOSO "POZO DE TIEMPO"

Un peculiar informe redactado por el Servicio Ruso de Inteligencia para el Exterior (SVR) preparado para el Primer Ministro Putin, que circula el día de hoy en el Kremlin señala que la Canciller Alemán Angela Merkel se ha convertido en la más reciente líder en formarse en una fila cada vez más larga de los líderes Occidentales para realizar una visita “sorpresa” a Afganistán este mes después de la visita del Presidente Barack Obama de los Estados Unidos (diciembre), el Primer Ministro Británico David Cameron (diciembre 7) y el Presidente Francés Nicolas Sarkozy (diciembre 8).

Solamente se ocultó el viaje de Sarkozy, dice ese informe, pues él ya estaba en la India en una visita de estado cuando “fue llevado de prisa” en una aeronave militar Estadounidense a la zona de guerra de Afganistán.

Lo que causó la repentina urgencia de estos líderes en ir a Aganistán y que son los más popularmente conocidos del mundo Occidental, continua diciendo ese informe, era ver directamente el descubrimiento hecho por científicos Estadounidenses de lo que describieron como un “Vimāna” atrapado en un “Pozo de Tiempo” que ya ha causado la “desaparición” de por lo menos 8 soldados Estadounidenses al tratar de retirarlo de la cueva en la que ha estado oculto, se calcula, los últimos 5,000 años.

A partir de narraciones antiguas encontradas en el poema épico en Sánscrito “El Mahabharata”, sabemos que un Vimāna mide doce codos de circunferencia con cuatro fuertes ruedas. Además de sus “centelleantes misiles”, El Mahabharata registra que el uso de sus otras armas mortales las operaba a través de un ‘reflector’ circular. Cuando se encendía por medio de switch, producía “un haz de luz” que, cuando se concentraba en cualquier objetivo, lo “consumía de inmediato con su potencia”.

En lo que respecta a la razón por la que el “Pozo de Tiempo” tiene atrapado al Vimāna, continua diciendo este informe, parece que es un campo de gravedad-radiación electromagnético que presentó antes que nadie Albert Einstein como la Teoría del Campo Unificado y corrían rumores desde hace mucho que dicha teoría estuvo detrás del infame experimento de tele-transportación de la Segunda Guerra Mundial que se llamó El Experimento Filadelfia que en 1943, al igual que los acontecimientos que están sucediendo en Afganistán el día de hoy, de igual forma, causó la repentina “desaparición” de soldados Estadounidenses.

La aparentemente “perpetua” fuente de poder para este misterioso “Pozo del Tiempo”, dice ese informe del SVR, parece basarse en la tecnología de Edward Leedskalnin, que afirmó haber descubierto el “Conocimiento Secreto de los Antiguos” y desde 1923-1951 esculpió “con una sola mano y en secreto” más de 1,100 toneladas de roca de coral mediante un proceso desconocido que creó uno de los logros más misteriosos del mundo y que se conoce como El Castillo de Coral.

Lo más intrigante de todo ese informe es que señala que no solo se ha descubierto un Vimāna, sino que a partir de las antiguos escritos que estaban en la caverna donde se encontró, afirma que su “legítimo dueño” es el antiguo profeta Zoroastro que podría decirse que fue el fundador de una de las religiones más importantes de todos los tiempos que se llama Zoroastrismo.

Aunque muy poco conocido en el mundo actual, a la filosofía religiosa de Zoroastro se le acredita ser el fundamento de todas las religiones conocidas que dijo que el propósito de la humanidad, al igual que toda otra creación, era sostener el aša (la verdad). Además, él señaló que para la humanidad, esto sucede a través de la participación activa en la vida y en el ejercicio de pensamientos, palabras y hechos constructivos.


Hoy, en la antigua ciudad Afgana de Balkh, donde se dice que vivió y murió Zoroastro, y que Marco Polo dijo era una “las ciudades más nobles y más grandiosas” del mundo, un nuevo Imperio Global, los Estados Unidos, tiene tanto nuestro pasado como nuestro futuro en sus manos con el descubrimiento de este antiguo Vimāna.

No podemos saber si los líderes del mundo permitirán que se conozca esta maravilla antigua. Lo que sí podemos saber es que si el pasado es verdaderamente un indicador del futuro, las palabras que pronto fluirán desde la Cristiandad que harán eco de los tiempos pasados serán…. “Mátenlos a todos, el Señor reconocerá a los Suyos”.

KRISHNAMURTI - A LOS PIES DEL MAESTRO

A LOS PIES DEL MAESTRO


J. KRISHNAMURTI

ESTE LIBRO FUE PASADO A FORMATO WORD Y CON LETRA AMPLIADA PARA
FACILITAR LA DIFUSIÓN, Y CON EL PROPÓSITO DE QUE ASÍ COMO USTED LO RECIBIÓ
LO PUEDA HACER LLEGAR A ALGUIEN MÁS. HERNÁN

PREFACIO
Por ser un hermano de más edad, se me ha concedido la distinción de escribir algunas palabras como prefacio de este pequeño libro, el primero que ha escrito un hermano más joven de cuerpo, ciertamente, pero no de alma.
Las enseñanzas contenidas en él se las impartió su Maestro cuando lo preparaba para la Iniciación, y él las ha transcripto de memoria, lenta y laboriosamente, porque el año anterior sabía mucho menos inglés que ahora.
Este libro es, en su mayor parte, una reproducción literal de las propias palabras del Maestro; y lo que no, es el pensamiento del Maestro expresado con las palabras del discípulo.
El Maestro suplió dos frases omitidas. En otros dos casos más, se añadió otra palabra omitida. Aparte de esto; es enteramente de Krishnamurti: es su primer donativo al mundo. Que este libro pueda ayudar a otros como las enseñanzas verbales lo ayudaron a él. Con tal esperanza las da. Pero las enseñanzas pueden tan sólo dar fruto si las vivimos como él las ha vivido, desde que brotaron de los labios de su Maestro. Si el ejemplo se sigue de acuerdo con el precepto, entonces se abrirá el gran Portal para el lector como se abrió para el autor, y sus pies hollarán el Sendero.

ANNIE BESANT

A LOS QUE LLAMAN
Conducidme desde lo ilusorio a lo Real.
Conducidme de las tinieblas a la Luz.
Conducidme de la muerte a la Inmortalidad.

PRÓLOGO
Estas palabras no son mías: son del Maestro que me enseñó. Sin Él no hubiera podido hacer nada, pero con Su ayuda he puesto los pies en el Sendero. Vosotros también deseáis penetrar en este Sendero; y así, las mismas palabras que Él me dijo os ayudarán si queréis obedecerlas. No basta decir que estas palabras son bellas y verdaderas; quien desee lograr éxito debe hacer exactamente lo que ellas entrañan. Mirar la comida y decir que es sabrosa no satisfaría a un hambriento: ha de comerla. Así pues, no basta escuchar al Maestro: debéis practicar lo que Él aconseja, atendiendo a cada palabra y fijándoos en cada insinuación. Si no advertís una indicación, si no atendéis a una palabra, queda perdida para siempre, porque Él no las repite.

En este Sendero se requieren cuatro cualidades:
DISCERNIMIENTO
CARENCIA DE DESEOS
BUENA CONDUCTA
AMOR
Trataré de explicaros lo que el Maestro me dijo acerca de cada una de ellas.

A LOS PIES DEL MAESTRO
I

La primera cualidad es el DISCERNIMIENTO. Se denomina así, generalmente, a la facultad de distinguir entre lo real y lo ilusorio, y la cual guía a los hombres para entrar en el Sendero. Pero también es mucho más que esto, y debe practicarse no tan sólo en los comienzos del Sendero, sino en cada una de sus etapas, diariamente, hasta el fin.
Vosotros entráis en el Sendero porque habéis aprendido que tan sólo en él pueden encontrarse las cosas dignas de ser alcanzadas. Los que no saben esto trabajan para adquirir riqueza y poder, pero esto dura a lo más una vida tan sólo y, por lo tanto, no es real. Hay bienes mayores, reales y perdurables, cuando los hayáis alcanzado, ya no desearéis jamás aquellos otros.
En el mundo hay dos clases de seres: los sabios y los ignorantes. Esta sabiduría es la que nos interesa. La religión que un hombre profese, la raza a que pertenezca, importan poco; lo realmente importante es que los hombres conozcan el plan Divino. Porque el plan de Dios es la evolución. Una vez que el hombre realmente lo reconoce, no puede sino identificarse con sus designios y trabajar de acuerdo con él, porque es tan glorioso como bello. Así, conociéndolo, permanece al lado de Dios, firme para el bien y resistente contra el mal, trabajando para la evolución y no por egoísmo.
Si está al lado de Dios, está unido a nosotros, y no importa lo mínimo que se llame hindú o buddhista, cristiano o mahometano, ni que sea indio o inglés, chino o ruso. Los que están al lado de Dios saben por qué están aquí y cuál es su misión, y procuran cumplirla; los demás no saben todavía lo que han de hacer, y así obran a menudo erróneamente e intentan trazarse vías que imaginan placenteras sin comprender que todos somos uno y que, por lo tanto, tan sólo lo que el Uno quiere puede ser verdaderamente agradable para todos. Ellos van en pos de lo irreal, en vez de lo real. Hasta que aprendan a distinguir entre los dos, no se colocarán al lado de Dios, y, para aprenderlo, discernimiento es el primer paso.
Pero, aun después de efectuada la elección, debéis recordar que hay muchas variedades de lo real y lo irreal, y por lo tanto debemos discernir también entre lo justo y lo injusto, lo esencial y lo accesorio, lo útil y lo inútil, lo verdadero y lo falso, lo egoísta y lo altruista.
Aquellos que, deseosos de seguir al Maestro, han resuelto servir a lo justo a toda costa, no hallan dificultad en la elección entre lo justo y lo injusto. Pero el cuerpo es distinto del hombre, y la voluntad del hombre no siempre coincide con el deseo del cuerpo. Cuando vuestro cuerpo desee algo, deteneos a pensar si vosotros realmente lo deseáis. Porque vosotros sois Dios, y queréis únicamente lo que Dios quiere; así, debéis buscar profundamente en vosotros mismos para hallar el Dios interno y escuchar Su voz, que es vuestra voz. No confundáis con vosotros mismos ni vuestro cuerpo físico, ni vuestro cuerpo astral, ni vuestro cuerpo mental, porque cada uno de ellos pretenderá ser el Yo, a fin de obtener lo que desea. Debéis conocerlos todos y reconoceros por su dueño.
Cuando se ha de hacer un trabajo, el cuerpo físico quiere descansar, pasear, comer y beber; y el ignorante se dice a sí mismo: "Yo quiero hacer estas cosas y debo hacerlas." Pero el sabio dice: "Lo que en mí desea no soy yo, y puede esperar." A menudo, cuando se presenta alguna oportunidad para ayudar a alguien, el cuerpo incita a pensar: "¡Qué molestia me causa esto! Dejemos que otro lo haga." Pero el hombre le replica a su cuerpo: "Tú no me estorbarás para practicar el bien."
El cuerpo es nuestro animal, el caballo en que cabalgamos. Por lo tanto, debéis tratarlo y cuidarlo bien; no debéis fatigarlo; debéis alimentarlo tan sólo con comidas y bebidas puras, y llevarlo escrupulosamente limpio de la más leve mancha. Porque sin un cuerpo perfectamente limpio y sano no podríais llevar a cabo el arduo trabajo de preparación, ni podríais soportar el esfuerzo incesante. Pero vosotros debéis gobernar constantemente al cuerpo, nunca el cuerpo a vosotros.
El cuerpo astral tiene sus deseos a docenas; él os inclina a la cólera, a la injuria, a la envidia, a la avaricia, a codiciar los bienes ajenos, a sumiros en la depresión. El cuerpo astral quiere todas estas cosas y muchas más, no porque desee perjudicaros, sino porque le gustan las vibraciones intensas, así como el cambio constante de ellas. Mas vosotros no necesitáis estas cosas, y por esto debéis saber distinguir entre vuestros deseos y los de vuestro cuerpo.
Nuestro cuerpo mental desea pensar orgullosamente que es algo separado de lo demás; pensar dándose mucho valor a sí mismo y poco a los otros. Aun cuando lo hayáis apartado de las cosas mundanas, persiste en especular sobre sí mismo, en incitaros a pensar en vuestros propios progresos, en vez de pensar en la labor de los Maestros y en ayudar a los demás. Cuando meditéis, tratará de haceros pensar en las diferentes cosas que él desea, en vez de pensar en lo que vosotros queréis. Vosotros no sois esta mente, sino que ella está a vuestro servicio, y así también en este caso es necesario el discernimiento. Debéis vigilar constantemente, so pena de fracaso.
El Ocultismo no tiene compromiso entre lo justo y lo injusto. Debéis hacer a toda costa lo justo; debéis dejar de hacer lo injusto, sin importaros lo que el ignorante piense o diga. Debéis estudiar profundamente las leyes ocultas de la Naturaleza, y cuando las conozcáis, ordenad vuestra vida de acuerdo con ella, empleando siempre la razón y el sentido común.
Debéis saber distinguir lo importante de lo secundario. Firmes como una roca cuando de lo justo y de lo injusto se trate, dad siempre la razón a los demás en cosas de poca importancia. Porque debéis ser siempre amables y cariñosos, razonables y condescendientes; habéis de conceder siempre a los demás la misma libertad que necesitáis para vosotros mismos.
Tratad de ver lo que es más meritorio que hagáis, y recordad que no debéis juzgar las cosas por su aparente grandeza. Es mucho más meritorio hacer una cosa mínima pero útil a la labor del Maestro, que otra de mayor apariencia de las que el mundo llama buenas.
Debéis distinguir no tan sólo entre lo útil y lo inútil, sino entre lo más útil y lo menos útil. Alimentar a un pobre es bueno, útil y noble; pero alimentar su alma es todavía más noble y más útil que alimentar su cuerpo. Cualquier rico puede alimentar el cuerpo de un necesitado, pero tan sólo los sabios pueden alimentar su alma. Si sois sabios, vuestro deber es ayudar a otros en el logro de la sabiduría.
No obstante, por sabios que seáis, tenéis mucho que aprender en este Sendero, y por esto también en él es preciso el discernimiento. Debéis pensar cuidadosamente lo que es mejor que aprendáis. Todo conocimiento es útil, y llegará un día en que lo alcancéis; pero mientras tan sólo poseáis una parte, cuidad de que ésa sea la más útil.
Dios es tanto Sabiduría como Amor, y cuanta más sabiduría alcancéis, mejor podréis manifestar a Dios. Estudiad, pues; mas, en primer lugar, estudiad lo que os ayude a ayudar a los otros. Estudiad pacientemente, no porque los hombres os llamen sabios, ni aun por tener la dicha de serlo, sino porque tan sólo el sabio puede ayudar sabiamente. Por mucho que deseéis ayudar, si sois ignorantes, podréis hacer más mal que bien.
Debéis saber distinguir lo falso de lo verdadero; debéis aprender a ser verídicos en todas las circunstancias, en pensamiento, en palabra y en obra.
Primero en pensamiento; y esto no es fácil, porque en el mundo hay muchos pensamientos falsos, muchas supersticiones tontas, y nadie que esté esclavizado por ellas puede progresar. ASÍ pues, no debéis sostener una idea precisamente porque otros la sostienen, ni porque se haya creído en ella durante siglos, ni porque esté escrita en algún libro que los hombres tengan por sagrado. Debéis pensar acerca de aquel asunto por vosotros mismos, y juzgar si es razonable. Recordad que la opinión de un millar de hombres acerca de algún asunto que desconozcan no tiene ningún valor. Los que piensan hollar el Sendero deben aprender a pensar por sí mismos, porque la superstición es uno de los mayores males del mundo, una de las ligaduras de que totalmente debéis desembarazaros.
En lo tocante a los demás, vuestros pensamientos deben ser verídicos; no debéis pensar acerca de nadie lo que no sepáis. No supongáis que los demás están siempre pensando en vosotros.
Si un hombre hace algo que parezca perjudicaros, o dice algo que creáis que se refiere a vosotros, no penséis entonces: "Quiere ofenderme." Probablemente ni siquiera piensa en vosotros, porque cada alma tiene sus propias tribulaciones y pensamientos, que flotan principalmente alrededor de ella. Si un hombre os habla colérico, no penséis: "Me odia, trata de herirme." Quizá otra persona o alguna otra cosa lo han contrariado, y porque tropieza eventualmente con vosotros, descarga su cólera en vosotros. Él obra imprudentemente, porque toda clase de cólera es prueba de insensatez; pero vosotros no os debéis formar de él un juicio equivocado.
Cuando seáis discípulos del Maestro, podréis poner siempre a tono la pureza de vuestros pensamientos comparándolos con los Suyos. Porque el discípulo es uno con su Maestro, y debe procurar fundir su pensamiento con el Suyo y ver si coinciden. Si no están a tono, su pensamiento no es recto, y debe variarlo inmediatamente, porque los pensamientos del Maestro son perfectos, puesto que Él lo sabe todo. Los que todavía no han sido aceptados por Él, no pueden hacerlo del todo; pero pueden ayudarse mucho deteniéndose a pensar a menudo: "¿Qué pensaría el Maestro en estas circunstancias?" "¿Qué haría o qué diría el Maestro acerca de esto?" Porque no debéis nunca hacer, decir o pensar lo que no podáis imaginar al Maestro haciéndolo, diciéndolo o pensándolo.
Aun al relatar habéis de ser verídicos, exactos y sin exageración.
Nunca atribuyáis intenciones a otro; tan sólo su Maestro conoce sus pensamientos, y él puede estar obrando por razones de que no tenéis idea. Si oís que dicen algo en contra de alguna persona, no lo repitáis; podría no ser verdad, y aun cuando lo fuese, es caritativo callar. Pensad bien antes de hablar, no sea que incurráis en inexactitudes.
Sed verídicos en la acción; jamás pretendáis ser otro del que sois, porque toda pretensión sirve de impedimento a la pura luz de verdad que debe brillar a través de vosotros como la luz del sol brilla a través de un diáfano cristal.
Debéis distinguir entre el egoísmo y el desinterés; porque el egoísmo se presenta bajo muchas formas, y cuando creáis que al fin lo habéis destruido en algunos de sus aspectos, surge en otro tan fuerte como siempre. Pero gradualmente os irá animando tan por completo el pensamiento de ayudar a los demás, que no habrá lugar ni tiempo para pensar en vosotros mismos.
También debéis distinguir en otro sentido. Aprended a reconocer a Dios en todos los seres y en todas las cosas, prescindiendo del mal que puedan presentar en la superficie. Podéis ayudar a vuestros hermanos por medio de lo que tenéis de común con ellos, esto es, la Vida Divina. Aprended a despertarla y a vivificarla en ellos, así los salvaréis de lo falso.

II

Hay muchos individuos para quienes la cualidad "CARENCIA DE DESEOS" es verdaderamente difícil, porque sienten que sus deseos son ellos mismos, y que si desechan sus deseos peculiares, sus gustos y disgustos, dejará de existir su yo. Pero esto les sucede tan sólo a quienes no han visto al Maestro. A la luz de su Santa Presencia se extinguen todos los deseos, menos el de igualarse a Él. Sin embargo, antes que gocéis, de la felicidad de encontraros frente a frente con Él, podréis alcanzar, si queréis, la "Carencia de deseos".
El Discernimiento os ha mostrado ya que las cosas que los hombres más desean, como la riqueza y el poder, no tienen valor alguno. Cuando esto no se dice tan sólo, sino que se siente en verdad, cesa todo deseo de ellos.
Así pues, todo eso es sencillo; sólo se requiere que lo comprendáis. Pero hay algunos que cesan de perseguir los bienes terrenales, con el fin de ganar el cielo o alcanzar la liberación personal del renacimiento; no debéis caer en este error. Si habéis olvidado al yo, no podéis pensar en la hora en que este yo sea libre o qué clase de cielo tendrá. Recordad que todo deseo egoísta ata, por elevado que sea su objeto, y en tanto no os hayáis librado de él no estaréis enteramente preparados para dedicaros a la labor del Maestro.
Cuando desaparezcan todos los deseos que se refieren al yo, todavía puede existir el deseo de ver los resultados de vuestra obra. Si ayudáis a alguien, querréis ver en cuánto lo habéis ayudado; aun tal vez queréis que aquel a quien habéis ayudado, también lo vea y os lo agradezca. Esto es todavía deseo, y, además, falta de confianza.
Cuando hacéis todo el esfuerzo que podéis para ayudar, debe dar un resultado, tanto si podéis verlo como si no; si reconocéis la manera de obrar de la Ley, sabéis que esto es así. Por esto debéis obrar rectamente por amor a lo recto, no con esperanza de recompensa; debéis trabajar por amor al trabajo, no por la esperanza de ver el resultado; debéis entregaros al servicio del mundo, porque lo amáis y no podéis dejar de entregaros a él.
No deseéis poderes psíquicos; ya vendrán cuando el Maestro comprenda que debéis tenerlos. Además, es esforzarse en adquirirlos trae consigo, muy a menudo, gran perturbación; frecuentemente, a su poseedor le descarrían los falaces espíritus de la naturaleza, o se envanece y cree que él no puede caer en error; y el tiempo y el esfuerzo que emplea para alcanzar estos poderes podría emplearlos, de cualquier otro modo, en trabajar para los demás. Los poderes vendrán en el curso del desarrollo; deben venir; y si el Maestro ve que es útil que los tengáis antes, os enseñará a desarrollarlos sin peligro. Hasta entonces, estaréis mejor sin ellos.
Además, debéis precaveros de ciertos pequeños deseos que son comunes en la vida diaria. No deséis jamás brillar o parecer superior en ningún sentido; no habléis mucho. Es mejor hablar poco; es mejor todavía callar, hasta que estéis seguros de que lo que vais a decir es VERDADERO, BUENO y PUEDE AYUDAR A OTROS. Antes de hablar, pensad cuidadosamente si lo que vais a decir posee estas tres cualidades; si no es así, no lo digáis.
Lo mejor es acostumbrarse desde el primer momento a pensar cuidadosamente antes de hablar, porque cuando alcancéis la Iniciación debéis fijaros en cada palabra, no sea que digáis lo que no debe decirse. Mucha habladuría vulgar es insensata y vana; cuando es chismosa, es maligna. Así, acostumbraos a escuchar, mejor que a hablar, no expongáis opiniones, a menos que os las pidan directamente. En resumen; las cualidades son: saber oír, querer y callar; y la última es la más ardua de todas.
Otro común deseo que debéis reprimir severamente es el de inmiscuiros en los asuntos de los demás. Lo que otro haga o diga o crea, no es cosa vuestra, y debéis aprender a dejarlo completamente solo. Él tiene perfecto derecho al pensamiento, palabra y acción libres, mientras no se meta con otro. Así como vosotros reclamáis la libertad de hacer lo más conveniente, debéis concederle la misma libertad, y cuando la usufructúa no tenéis ningún derecho a ocuparos de él.
Si pensáis que obra equivocadamente, y podéis hallar oportunidad de decirle privadamente y con la mayor delicadeza vuestra opinión, es posible que lo convenzáis; pero hay muchos casos en que, aun de esta manera, la intervención sería impropia. Nunca debéis hablar a una tercera persona acerca del asunto, porque ésta es una acción muy baja.
Si veis un caso de crueldad contra un niño o un animal, vuestro deber es defenderlos. Si estáis encargado de instruir a otra persona, es vuestro deber reprender afectuosamente sus faltas. Excepto en semejantes casos, ocupaos de vuestros propios asuntos y ejercitad la virtud del silencio.

III

Las seis reglas de conducta que particularmente se requieren, las da el Maestro en este orden:
1ª Dominio de la mente.
2ª Dominio de la acción.
3ª Tolerancia.
4ª Alegría.
5ª Aspiración única.
6ª Confianza.
Sé que algunas de estas cualidades se han denominado diferentemente, pero yo hago uso de los nombres que el Maestro mismo les daba al explicármelas.
1ª DOMINIO DE LA MENTE. - La cualidad "Carencia de deseos" nos demuestra que debemos dominar el cuerpo astral; esta otra significa lo mismo con relación al cuerpo mental. Ello implica dominio del temperamento, de suerte que no podáis sentir cólera o impaciencia; dominio de la mente, de modo que podáis sosegar y tranquilizar el pensamiento y, por medio de la mente, dominio del sistema nervioso, a fin de que se excite lo menos posible.
Esto último es difícil, porque cuando os preparáis para entrar en el Sendero, no podéis evitar que vuestro cuerpo se haga más sensitivo, y así los nervios son perturbados por cualquier choque o sonido, y sienten agudamente cualquier presión; mas debéis hacer lo posible por evitarlo.
Mente tranquila significa también valor para arrastrar sin temor las pruebas y dificultades del Sendero; significa además firmeza para considerar serenamente cuanto os acontezca en la vida cotidiana, y evitar el incesante tedio e inquietud que dimanen de ciertos pormenores de la vida, en los que muchos malgastan la mayor parte del tiempo. El Maestro enseña que a un hombre no le debe importar lo más mínimo cuanto provenga del exterior: tristezas, disgustos, enfermedades, pérdidas; todo esto nada debe significar para él, ni ha de permitir que perturbe la calma de su mente. Estas cosas son resultado de pasadas acciones, y cuando sobrevengan, debéis soportarlas con calma, recordando que todo mal es transitorio, y que vuestro deber es permanecer siempre contentos y serenos. Aquello pertenece a vuestras vidas anteriores, no a ésta; no podéis alterarlo, y, así es inútil preocuparos por ello. Pensad, mejor, lo que hacéis ahora, lo cual determinará los acontecimientos de vuestra próxima vida, pues esto podéis modificarlo.
No cedáis jamás a la tristeza ni a la depresión.
La depresión es un mal, porque contamina a otros y torna sus vidas más penosas, a lo cual no tenéis derecho alguno. Por esta razón, si alguna vez os acometen, desechadlas para siempre.
Aun en otro sentido debéis dominar vuestro pensamiento; no le permitáis errar a la ventura. Fijad la atención en lo que estéis haciendo, sea lo que fuere, para que lo hagáis con toda la perfección posible; no acostumbréis vuestra mente a la vagancia; antes bien conservad buenos pensamientos siempre en su fondo, dispuestos a surgir en el momento en que ella esté libre.
Emplead todos los días el poder de vuestro pensamiento en buenos propósitos; convertíos en un poder que trabaje de acuerdo con la evolución. Pensad cada día en alguno de quien sepáis que está triste, que sufre o que necesita ayuda, y enviadle pensamientos de amor.
Apartad vuestra mente del orgullo, porque el orgullo es hijo de la ignorancia. El ignorante cree ser grande, cree que ha hecho esta o aquella gran cosa; el sabio sabe que tan sólo Dios es grande y que sólo Él es el hacedor de todas las cosas buenas y perfectas.

2a DOMINIO DE LA ACCIÓN. - Si vuestra mente es tal como debe ser, se perturbará muy poco con vuestra acción. Recordad que para ayudar a la Humanidad, el pensamiento debe convertirse en acción.
En esta labor no caben tibiezas, sino una constante actividad. Pero debéis cumplir vuestro propio deber, no el de los demás, a no ser con su permiso y con el fin de ayudarlos. Dejad que cada cual cumpla su propio deber, a su modo peculiar; estad siempre dispuestos a ofrecer vuestro apoyo cuando sea necesario, pero nunca os entrometáis. Porque, para algunas personas, la cosa más difícil del mundo es aprender a cumplir sus propios deberes, y precisamente esto es lo que vosotros debéis hacer.
Aunque tratéis de realizar una labor más elevada, no por ello debéis olvidar vuestros deberes ordinarios, pues hasta que éstos no queden satisfechos, no estaréis en libertad para prestar otros servicios. No os comprometáis a nuevos deberes mundanos; mas debéis cumplir perfectamente aquellos de que estéis encargados, esto es, todos aquellos deberes que reconozcáis como evidentes y razonables, no deberes imaginarios que otros traten de imponeros. Si queréis servirles a Ellos, debéis cumplir vuestros deberes ordinarios mejor y no peor que los demás; porque haciendo esto también Les servís.

3ª TOLERANCIA.-Debéis sentir perfecta tolerancia hacia todos y un sincero interés por las creencias de los que profesan otras religiones, tanto como por la que profesáis. Porque la religión de los otros es un sendero que conduce a lo más elevado, lo mismo que la vuestra. Para ayudar a todos, debéis comprenderlos.
Mas, para alcanzar esta perfecta tolerancia, debéis libraros antes del fanatismo y de la superstición. Debéis saber que no hay ceremonias necesarias; de otro modo es consideraríais algo mejores que los que no las practican. Sin embargo, no debéis vituperar a los que aun las necesitan. Dejadles hacer su voluntad; pero ellos no deben meterse con vosotros, que sabéis la verdad, ni deben tratar de imponeros aquello que habéis trascendido. Sed indulgentes y bondadosos en todo.
Ahora que vuestros ojos están abiertos, quizás os parezcan absurdas algunas de vuestras antiguas creencias y ceremonias; tal vez lo sean en realidad. Pero, aunque ya no toméis parte en ellas, respetadlas por consideración a aquellas buenas almas para quienes todavía tienen importancia. Ellas tienen su lugar y su utilidad, como la falsilla le sirve a un niño para escribir derecho, hasta que aprende a escribir mejor y con mayor igualdad sin ella. Hubo un tiempo en que las necesitasteis, pero ya pasó aquel tiempo.
Un gran instructor dijo: "Cuando yo era niño, hablaba, comprendía y pensaba como niño; pero ya hombre, di de lado las niñerías."
Quien haya olvidado su infancia y perdido la simpatía por los niños no puede enseñarles ni ayudarles. Así, sed bondadosos, amables, tolerantes con todos los hombres sin distinción, sean buddhistas o indos, jainas o judíos, cristianos o musulmanes.

4ª ALEGRÍA.-Debéis sobrellevar alegremente vuestro karma, cualquiera que sea, aceptando como un honor que el sufrimiento caiga sobre vosotros, porque esto demuestra que los Señores del Karma os consideran dignos de ayuda. Por muy penoso que resulte, agradeced que no sea peor. Recordad que podréis servir muy poco para la labor del Maestro, mientras vuestro mal karma no se extinga y quedéis libres. Al ofreceros a Él, habéis pedido que se acelerase vuestro karma, y así, en una o dos vidas haréis lo que de otro modo hubierais debido hacer en cientos. Pero a fin de obtener el mejor resultado, debéis sobrellevarlo alegremente.
Todavía hay otro aspecto. Debéis desechar toda idea de posesión. El Karma puede arrebataros las cosas que más queráis y hasta a las personas que más améis. Aun entonces debéis permanecer alegres, dispuestos a separaros de todo. A menudo el Maestro necesita verter Su fuerza sobre otros por medio de Su discípulo e incondicional servidor; y si éste cayese en la depresión no podría Él realizarlo. Así, la alegría debe ser vuestra norma.

5ª ASPIRACIÓN ÚNICA.-El objetivo que debéis tener a la vista es realizar la obra del Maestro. No debéis jamás olvidarla, cualesquiera que sean las ocupaciones que os salgan al paso, y ninguna otra labor puede interponerse en vuestro camino, porque toda la que sea fecunda y desinteresada es labor del Maestro, y debéis ejecutarla por amor a Él. Además, debéis poner toda vuestra atención en cada parte de la misma, para que la hagáis lo más perfecta posible. El mismo Instructor dijo también: "Sea lo que fuere que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres. Pensad cómo ejecutaríais una obra si supieseis que el Maestro ha de venir a verla; así debéis realizar toda labor." Los más conscientes sabrán mejor lo que este versículo significa. Y hay otro semejante y mucho más antiguo: "Esfuérzate tanto como puedas en cumplir cualquier cosa que se te presente."
Aspiración única significa también que nada deberá jamás desviaros, ni siquiera por un momento, del sendero en que habéis entrado. Ni tentaciones, ni placeres terrenales, ni mundanos afectos deberán nunca apartaros de él. Porque vosotros mismos debéis identificaros con el Sendero, el cual ha de formar parte de vuestra natulareza, de tal modo que lo sigáis sin necesidad de pensar en él ni en la posibilidad de abandonarlo. Vosotros, la Mónada, lo habéis decidido; desprenderos de él equivaldría a desprenderos de vosotros mismos.

6ª CONFIANZA.-Debéis confiar en vuestro Maestro; debéis confiar en vosotros mismos. Si ya habéis visto al Maestro, confiaréis del todo en Él a través de vidas y muertes. Si aún no Lo habéis visto, debéis tratar de imaginároslo y confiar en Él, porque si no lo hiciéreis, no podrá Él ayudaros. Sin completa confianza no puede establecerse la perfecta corriente de amor y de
poder.
Debéis tener confianza en vosotros mismos. ¿Decís que os conocéis bien a vosotros mismos? Si tal creéis, no os conocéis; tan sólo conocéis la débil corteza externa que con frecuencia cae en el cieno. Vosotros, vuestro Yo real, es una chispa del propio Fuego Divino; y como Dios, que es omnipotente, está en vosotros, nada hay que no podáis hacer si queréis. Decíos: "Lo que hizo un hombre, otro hombre puede hacerlo. Yo soy un ser humano, más aún, soy Dios en el hombre: puedo y quiero hacerlo." Porque vuestra voluntad debe ser cual acero templado, si queréis hallar el Sendero.

IV

El Amor es la cualidad más importante, porque cuando es bastante fuerte en un hombre, lo estimula a revestirse de todas las demás, que sin ella nunca serían suficientes. Suele definirse el amor como un intenso deseo de unión con Dios y de liberación de la rueda de nacimientos y muertes. Pero este concepto del amor suena a egoísta e implica sólo una parte de su significado. El amor es más que deseo; es voluntad, resolución, determinación. Para producir este resultado, la resolución debe llenar vuestra naturaleza entera, hasta el punto de no dejar lugar para ningún otro sentimiento. Es, sin duda, la voluntad de ser uno con Dios, no para escapar del sufrimiento y de la fatiga, sino a fin de que, en razón de vuestro amor profundo hacia Él, podáis obrar con Él y como Él obra... Pues siendo Dios Amor, si queréis llegar a ser uno con Él, debéis también estar poseídos de amor y perfecto altruismo.
En la vida diaria, esto significa dos cosas: primera, que procuréis cuidadosamente no causar daño a ningún ser viviente; segunda, que siempre estéis alerta por si se presenta la oportunidad de ayudar.
Primero, no dañar. Hay tres pecados que causan en el mundo mayores males que todos los demás: maledicencia, crueldad y superstición, porque son pecados contra el amor. Si el hombre quiere henchir su corazón de amor divino, ha de vigilarlos y combatirlos constantemente.
Veamos los efectos de la maledicencia: Principia con el mal pensamiento, y esto en sí mismo es ya un crimen. Porque en todas las personas y en todas las cosas existe el bien y el mal. A cualquiera de éstos podemos prestarle fuerza, pensando en él, y por este medio ayudar o estorbar la evolución; podemos hacer la voluntad del Logos o trabajar en contra de ella.
Si pensáis mal de otro, cometéis tres iniquidades a un tiempo:
1a Llenáis el ambiente que os rodea de malos pensamientos en vez de buenos, y así aumentáis las tristezas del mundo.
2a Si en el ser en quien pensáis existe el mal que le atribuís, lo vigorizáis y alimentáis; y así, hacéis peor a vuestro hermano en vez de hacerlo mejor. Pero, si generalmente el mal no existe en él y tan sólo lo habéis imaginado, entonces vuestro maligno pensamiento tienta a vuestro hermano y lo induce a obrar mal, porque, si no es todavía perfecto, podéis convertirlo en aquello que de él habéis pensado.

3a Nutrís vuestra propia mente de malos en vez de buenos pensamientos, y así impedís vuestro propio desarrollo y os hacéis, a los ojos de quienes pueden ver, un objeto feo y repulsivo, en vez de bello y amable.

No contento con hacerse todo este daño y hacerlo a su víctima, el maldiciente procura con todas sus fuerzas que los demás participen de su crimen. Les expone con vehemencia su chisme, con la esperanza de que lo crean, y entonces los convencidos cooperan con él, enviando malos pensamientos al pobre paciente. Y esto continúa día tras día, y no lo hace sólo una persona, sino miles. ¿Veis ahora cuán bajo, cuán terrible es este pecado? Procurad evitarlo en absoluto. No habléis jamás mal de nadie; negaos a escuchar a quien os hable mal de otro, y decidle, afectuosamente: "Tal vez eso no sea verdad, y, aunque lo fuese, es mejor no hablar de ello".
En cuanto a la crueldad, ésta es de dos clases: intencionada y sin intención.

La crueldad intencionada consiste en causar, de propósito, dolor a otros seres vivientes, y éste es el pecado más grave de todos: obra de diablo más bien que de hombre. Diréis que ningún hombre puede hacer una cosa semejante; pero precisamente los hombres la han hecho muy a menudo y aún la están haciendo cada día. Los inquisidores la practicaron, y también muchas gentes religiosas en nombre de su religión; los vivisectores, así como habitualmente algunos maestros de escuela. Todas estas personas tratan de excusar su brutalidad con la costumbre; pero un crimen no deja de serlo porque muchos hombres lo cometan. Karma no tiene en cuenta las costumbres; y el karma de la crueldad es el más terrible. En la India, al menos, no puede haber excusa para tales costumbres, porque todos conocen el deber de no acusar mal a nadie. El destino de los crueles cae también sobre aquellos que se dedican intencionadamente a matar a las criaturas de Dios, y llaman a esto deporte.
Ya sé que tales cosas no las efectuáis vosotros, y por amor de Dios hablaréis claramente contra ellas cuando la oportunidad se os presente. Pero también hay crueldad en las palabras como en los actos, y una persona que diga una palabra con intención de herir a otra es culpable de este crimen. Esto tampoco lo haréis vosotros; pero algunas veces una palabra dicha al descuido hace tanto daño como una maliciosa. Así pues, debéis estar siempre en guardia contra la crueldad no intencionada.
En general, ello procede de la irreflexión. Hay hombres tan poseídos de la ambición y de la avaricia, que ni siquiera se dan cuenta del sufrimiento que causan a los demás pagándoles poco, o haciendo pasar hambre a su mujer e hijos Otros, pensando tan sólo en su codicia, se preocupan poco de los cuerpos y de las almas, a quienes arruinan por satisfacerla. Para librarse de unos cuantos minutos de molestia, un hombre deja de pagar a sus obreros el día que les corresponde, sin acordarse de las dificultades que este hecho les reporta. ¡Tanto sufrimiento se causa por descuido, por olvidar cómo una acción ha de afectar a los demás!... Pero Karma nunca olvida, y no tiene en cuenta que los hombres olviden los hechos.
Si deseáis entrar en el Sendero, debéis pensar en las consecuencias de vuestros actos, para que no seáis culpables de crueldad irreflexiva.
La superstición es otro mal tremendo, que ha causado grandes y terribles crueldades. Las personas esclavas de ella menosprecian a las que saben más, y tratan de obligarlas a hacer lo que ellas hacen.
Pensad en la horrorosa matanza debida a la superstición de sacrificar a los animales y al todavía más terrible prejuicio de que el hombre necesita alimentarse de carnes. Pensad en el trato a que la superstición ha dado motivo con respecto a las clases oprimidas en nuestra amada India, y ved cómo esta mala tendencia puede engendrar una despiadada inconsideración, aun entre los que conocen el deber de fraternidad.
Los hombres han cometido muchos crímenes en nombre del Dios de Amor, movidos por la pesadilla de la superstición; cuidad mucho de que no quede en vosotros ni el más leve vestigio de ella.
Debéis evitar estos tres grandes delitos, porque son fatales a todo progreso, por ser pecados contra el amor. Pero no tan sólo estáis obligados a refrenaros de este modo ante el mal, sino que habéis de ser activos para el bien. El intenso deseo de servir ha de llegar al máximo, hasta el punto de estar siempre a la mira para aplicarlo alrededor de vosotros no tan sólo a las personas, sino a los animales y a las plantas. Debéis prestar vuestro servicio hasta en las pequeñas cosas de la vida diaria, de modo que, acostumbrándoos a ello, no podáis substraeros, cuando se presente la oportunidad de hacer cosas de mayor importancia. Pues si deseáis llegar a ser uno con Dios, que no sea para vuestro propio beneficio, sino para convertiros en canal por donde fluya Su amor para alcanzar a vuestros semejantes.
El que está en el Sendero no vive para sí mismo, sino para los demás; se olvida de él para poder servirlos. Es a manera de pluma en manos de Dios, por la que fluye Su pensamiento y tiene expresión aquí abajo, lo que no podría suceder sin ella. Es a manera de un canal de fuego viviente que derrama sobre el mundo el Divino Amor que llena su corazón.
La sabiduría que os capacita para ayudar, la voluntad que dirige la sabiduría, el amor que inspira la voluntad, éstas son vuestras cualidades.

Voluntad, Sabiduría y Amor son los tres aspectos del Logos; y vosotros, que deseáis alistaros para servirlo, debéis, hacer gala de ellos en el mundo.

Quien la palabra del Maestro anhele,
De Sus mandatos póngase en escucha
Entre el fragor de la terrena lucha,
Y la escondida Luz atento cele.

Sobre el inquieto y mundanal gentío,
Del Maestro atisbe la señal más leve,
Y oiga el susurro que Su voz eleve
Del mundo entre el rugiente griterío.

lunes, 20 de diciembre de 2010



EL MANUSCRITO COOKE
ANÓNIMO
(1410?)

El Manuscrito Cooke, conservado en el British Museum, debe su nombre a su primer editor, Matthew Cooke, History and articles of Masonry, Londres, 1861. Data de alrededor de 1410 o 1420, pero es la transcripción de una compilación que se remonta quizá a más de un siglo atrás. Se divide en dos partes: la primera, que consta de diecinueve artículos, es una historia de la geometría y de la arquitectura. La segunda es un "Libro de deberes" que incluye una introducción histórica, nueve artículos referentes a la organización del trabajo que habrían sido promulgados durante una asamblea general en la época del rey Athelstan, nueve consejos de orden moral y religioso y cuatro reglas relativas a la vida social de los masones. El término especulativo aparece en este documento. El manuscrito Cooke sirvió de base al trabajo de George Payne, segundo Gran Maestre de la Gran Logia de Londres, que lo adoptó para un primer reglamento en 1721. Aparece además como la principal fuente en la que Anderson se inspiró para la redacción de su Libro de las Constituciones (1723).

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Demos gracias a Dios, nuestro Padre Glorioso, creador del Cielo y de la Tierra y de todo lo que está en ellos y que Él conoce [en virtud] de Su Gloriosa Divinidad. Él hizo todas las cosas para ser obedecido, y muchas de ellas en beneficio de la Humanidad; les ordenó someterse al hombre, porque todas las cosas que son comestibles y de buena calidad [sirven] para el sostén del hombre. Y también ha dado al hombre inteligencia y habilidad en diversas cosas, y el Arte, por medio del cual podemos viajar por este Mundo para procurarnos la subsistencia, para hacer muchas cosas por la Gloria de Dios y también para nuestra tranquilidad y provecho. Si debiese enumerar todas estas cosas, sería demasiado largo de decir y de escribir.

Mostraré una de ellas, aunque me deje otras: esto es, de qué modo comenzó la Ciencia de la Geometría, y quiénes fueron los creadores de ella y de otras Artes, como se revela en la Biblia y en otras Historias. Voy a narrar, como he dicho, cómo y de qué modo comenzó esta digna Ciencia de la Geometría.

Has de saber que hay siete Ciencias Liberales, y luego sabrás por qué son llamadas de esta manera; y por qué de estas siete primeras derivan todas las Ciencias y Artes del Mundo, y especialmente por qué aquella, la Ciencia de la Geometría, es el origen de todas.

En cuanto a la primera, que es llamada el fundamento de la Ciencia, es la Gramática, que enseña al hombre a hablar y a escribir en modo justo. La segunda es la Retórica, que enseña al hombre a hablar decorosamente de manera justa. La tercera es la Dialéctica, y ella enseña al hombre a discernir lo verdadero de lo falso, y es llamada comúnmente Arte o [Filosofía]. La cuarta es llamada Aritmética, y enseña al hombre al Arte de los números, para calcular y contar todas las cosas. La quinta es la Geometría, que enseña al hombre los límites y la medida y la ponderación de los pesos de todas las Artes humanas. La sexta es la Música, que enseña al hombre el Arte del canto en las notas de la voz y del órgano, de la trompa, del arpa y de todos los demás instrumentos.

La séptima es la Astronomía, que enseña al hombre el curso del Sol y de la Luna y de las restantes Estrellas y Planetas del Cielo. Nuestro principal fin consiste en tratar del primer fundamento de la excelente Ciencia de la Geometría, y de quiénes fueron sus fundadores; como dije al principio, hay siete Ciencias Liberales, es decir, siete Ciencias o Artes que son libres en sí mismas, las cuales siete viven solamente por medio de la Geometría.

Y la Geometría es, como se dice, la medida de la Tierra: "Et sic dicitur a geoge pin Px ter a Latine e metrona quod est mensura. Unde Geometria i mensura terre vel Terrarum", o sea, que la Geometría es, como he dicho, Geo, la tierra, y metron, medida, y, así, el nombre de Geometría es compuesto, y se llama medida de la Tierra.

No te maravilles de que haya dicho que todas las Ciencias viven sólo por la Ciencia de la Geometría, porque ninguna de ellas es artificial [que presuponga, como la Geometría, al artifex]. Ningún trabajo que el hombre haga es realizado sino por medio de la Geometría; una importante razón: si un hombre trabaja con las manos, trabaja entonces con cualquier tipo de utensilio, y no hay ningún instrumento hecho de cosas materiales de este Mundo que no provenga de la Tierra y a la Tierra retorne, y no existe instrumento, esto es, utensilio para trabajar, que no posea proporciones. Y proporción es medida, y utensilio, o instrumento, es Tierra. Por ello puede decirse que los hombres de este Mundo viven por el trabajo de sus manos.

Muchas otras pruebas te he dado sobre por qué la Geometría es la Ciencia de la que viven todos los hombres razonables, pero esta vez no lo dejaré al largo proceso de la Escritura.

Y ahora procederé con mi argumento; comprenderás que de entre todas las Artes del Mundo, [la más importante] es el Arte del Hombre; el Arte de la construcción tiene la mayor importancia y la mayor parte en la Ciencia de la Geometría, como está escrito y dicho en la Storia, en la Biblia, en el Polycronicon, una crónica ilustrada, y en la Historia de Beda, en De Immagine Mundi y en el Ethimologiarum de Isidoro, en Metodio, obispo y mártir, y en muchos otros; digo que la Masonería es el principal [Arte] de la Geometría, como pienso que bien puede decirse, porque fue la primera en ser creada; como se dice en la Biblia, en el libro I del Génesis, capítulo 4. Y también todos los Doctores mencionados lo dicen, y algunos de ellos más abierta y simplemente [respecto] a como está dicho en la Biblia.

El Hijo directo de la estirpe de Adán, descendiente de las siete generaciones de Adán, antes del Diluvio, fue un hombre llamado Lameth, que tenía dos mujeres; de la primera, Ada, tuvo dos hijos: uno llamado Jabal y otro Jubal. El mayor, Jubal, fue el primer fundador de la Geometría y de la Construcción y construyó casas y es llamado en la Biblia "pater habitancium in tentoriis atque pastorum", es decir, padre de los hombres que viven en tiendas, o sea, en casas. Y fue maestro de Caín y jefe de todos sus trabajadores cuando hizo la Ciudad de Enoc, que fue la primera ciudad nunca construida y que Caín entregó a su hijo y la llamó Enoc. Y ahora es llamada Ephraim.

Y la Ciencia de la Geometría y de la Masonería fue por primera vez empleada e inventada como Ciencia y Arte, y por ello podríamos decir que fue el origen y el fundamento de todas las Artes y las Ciencias, y este hombre, Jabal, fue llamado "Pater pastorum". El maestro de la Historia y Beda, De Immagine Mundi, Polycronicón y muchos otros dicen que por primera vez él hizo la repartición de la Tierra, de modo que cada hombre pudiera individuar (conocer) su campo y su trabajo. Y dividió también rebaños y ovejas, y por eso podemos decir que fue el primer fundador de esta Ciencia.

Y su hermano Jubal o Tubal fue el fundador de la Música y del canto, como afirma Pitágoras en el Polycronicón, y el mismo Isidoro en sus Etimologías; en su I libro dice que fue el primer fundador de la música y del canto, del órgano y de la trompa, y que encontró la ciencia del sonido por los golpes de los metales gracias a su hermano Jubalcaín.

La Biblia dice en verdad en el capítulo IV del Génesis que Lameth tuvo de otra mujer llamada Zillah un hijo y una hija. Sus nombres eran Tubalcaín, el hijo, y la hija fue llamada Naamah y, como dice el Polycronicón, fue la mujer de Noé; que esto sea o no verdad, no lo sabemos.

Te digo que este hijo, Tubalcaín, fue el fundador del Arte de la Herrería y de todas las Artes de los metales, esto es, del hierro, del oro y de la plata, como dicen algunos Doctores, y su hermana Naamah fue la fundadora del Arte del Tejido; hilaban el hilo y laboraban el hierro y se hacían vestidos como podían, pero la mujer Naamah encontró el Arte del tejido, que es ahora llamado el Arte de las mujeres; y estos tres hermanos sabían que Dios se vengaría del pecado, o con el fuego o con el agua, y pusieron el mayor cuidado para salvar las Ciencias que habían encontrado, y se aconsejaron entre ellos; y, gracias a su ingenio, se dijeron que había dos tipos de piedra de tal cualidad que la primera jamás podía ser quemada, y esta piedra es llamada mármol, y que la otra piedra no podía ser hundida, y esta piedra era llamada laterus. Y por ello idearon escribir todas las ciencias que habían encontrado en estas dos piedras, de manera que si Dios se vengaba con el fuego el mármol no fuera quemado, y si Dios se vengaba con el agua la otra piedra no se hundiera. Y por ello rogaron al hermano mayor de Jabal que construyera dos columnas con estas dos piedras, esto es, mármol y laterus, y que esculpiera en los dos pilares todas las Ciencias y las Artes que habían hallado. Y así se hizo, y por ello podemos decir que fueron muy hábiles en la ciencia que se inició y que persiguió su fin antes del Diluvio de Noé: sabiendo que la venganza de Dios se produciría, sea con el fuego o con el agua, los hermanos -como por una especie de profecía- sabían que Dios ordenaría una, y por ello escribieron en las dos piedras las siete Ciencias, pues pensaban que la venganza llegaría. Y ocurrió que Dios se vengó y hubo un tal Diluvio que todo el Mundo fue sumergido y murieron todos menos ocho personas. Y fueron Noé y su mujer y sus tres hijos y sus mujeres, y de estos hijos procede todo el Mundo. Y [los tres hijos] fueron llamados de este modo: Sem, Cam y Japhet. Y este Diluvio fue llamado el Diluvio de Noé, porque sólo se salvaron él y sus hijos.

Y muchos años después del Diluvio, como narra la Crónica, estas dos columnas fueron halladas y, como dice el Polycronicón, un gran doctor llamado Pitágoras encontró una, y Hermes, el filósofo, encontró la otra, y enseñaron las ciencias que en ellas hallaron escritas. Cualquier Crónica, la Storia y muchos otros doctos y principalmente la Biblia testimonian de la construcción de la Torre de Babel, y está escrito en la Biblia, Génesis, capítulo X, que Cam, hijo de Noé, generó a Nimrod, y que éste se convirtió en un hombre fuerte como un gigante y que fue un gran Rey. Y el inicio de su Reino fue el del verdadero Reino de Babilonia, de Arach y Archad y Calan y de la Tierra de Senaar. Y este mismo Nimrod inició la construcción de la Torre de Babilonia, y enseñó a sus obreros el Arte de la medida, y tenía muchos constructores, más de cuarenta mil. Y los amaba y los tenía en gran estima. Y esto está escrito en el Polycronicón y en otras Historias, y en parte atestiguado en la Biblia, en el capítulo X del Génesis, donde se dice que Asur, que era un pariente vecino de Nimrod, salió de la Tierra de Senaar y construyó la Ciudad de Nínive y de Plateas y muchas otras, y así dice: "De Terra illa i de Sennam egressus est Asure e edificauit Nunyven e Plateas civitatis e Cale e Jesen quoque inter Nunyven e hec est civitas magna".

La razón quiere que digamos abiertamente cómo y de qué modo fue fundado el oficio de la construcción, y quién fue el primero en darle el nombre de Masonería. Y deberías saber lo que está dicho y escrito en el Polycronicón y en Metodio, obispo y mártir, que Asur, que fue digno Señor de Senaar, pidió al Rey Nimrod que le enviara masones y operarios del Oficio que pudieran ayudarle a construir la ciudad que deseaba edificar. Y Nimrod le envió trescientos masones. Y cuando debían partir, les llamó ante sí, y les dijo esto: "Debéis acudir ante mi primo Asur para ayudarle a construir una ciudad, pero vigilad de que esté bien dirigida; os voy a dar un encargo provechoso para vosotros y para mí. Cuando lleguéis ante este Señor, procurad ser tan leales hacia él como lo sois conmigo; haced como si fueseis hermanos, y permaneced lealmente unidos; y que aquel que tenga mayor habilidad enseñe a su compañero y se guarde de guiarle contra vuestro Señor, para que así yo pueda recibir mérito y agradecimiento por haberos enviado ante él y por haberle enseñado el Arte". Y ellos recibieron el encargo de su patrón y Señor y llegaron ante Asur y construyeron la ciudad de Nínive, en el País de Plateas, y otras ciudades entre Cale y Nínive. Y de este modo, el Arte de la construcción fue engrandecido e impuesto como ciencia.

Los primeros antepasados de nosotros, los masones, tuvieron esta responsabilidad, como está escrito en nuestros Deberes, y también como lo hemos visto escrito ya en francés, ya en latín, y en la historia de Euclides; pero ahora diremos de qué manera Euclides llegó a tener conocimiento de la Geometría, así como está escrito en la Biblia y en otras historias. En el capítulo 12 del Génesis se dice que Abraham llegó a la Tierra de Canaan y nuestro Señor se le apareció y le dijo: "Os daré esta Tierra a ti y a tu descendencia", pero hubo una gran carestía sobre la Tierra y Abraham tomó a Sara, su mujer, con él, y marchó hacia Egipto en peregrinación, y mientras duró la carestía ellos permanecieron allí. Y Abraham, como dice la Crónica, era un hombre sabio y un gran Doctor y conocía las siete Ciencias y enseñó a los egipcios la Ciencia de la Geometría. Y este digno Sabio Euclides fue su alumno y aprendió de él. Y ellos le dieron por primera vez el nombre de Geometría, pues antes no tenía este nombre. Así, se dice en las Ethimologiarum de Isidoro, en el libro 5, capítulo I, que Euclides fue uno de los fundadores de la Geometría, y que le dio este nombre porque en aquel tiempo había un río en Egipto, el Nilo, que creció hasta tal punto en la tierra que los hombres no podían habitarla.

Por eso, este digno estudioso, Euclides, les enseñó a hacer grandes muros y fosos para retener el agua, y ellos, con la Geometría, midieron la tierra y la dividieron en muchas partes, y cada uno cerró su parte con muros y fosos, y por eso la tierra se hizo fértil y dio todo tipo de frutos y de jóvenes, de hombres y de mujeres; pero eran tantos los jóvenes que no podían vivir bien. Y los gobernantes, Señores del País, se reunieron en Consejo para ver cómo ayudar a sus hijos que no habían encontrado sustento. Y en este Consejo estaba este digno Docto Euclides, y cuando vio que no podían decidir sobre la cuestión, les dijo: "Tomad a vuestros hijos y ponedlos bajo mi mando, y yo les enseñaré una ciencia tal que vivirán con ella de los Señores, a condición de jurar que me serán fieles, y yo haré esto por vosotros y por ellos". Y el Rey y todos los Señores se lo garantizaron. Y ellos llevaron a sus hijos ante Euclides para que les dirigiese a su placer, y él les enseñó este Arte, la Masonería, y le dio el nombre de Geometría, a causa de la división del terreno que había enseñado a la gente en el tiempo de la construcción de las murallas y los fosos, e Isidoro dice, en el Ethimologiarum, que Euclides la llamó Geometría. Y él les dio el deber de llamarse uno a otro Compañero, y no de otra manera, porque pertenecían a un mismo Arte y eran de sangre noble e hijos de Señores. Y que el más hábil debía ser el guía en el trabajo, y ser llamado Maestro, y le atribuyó otros cometidos que están escritos en el Libro de los Deberes. Y así ellos trabajaron con los Señores de la Tierra, y construyeron Ciudades, Castillos, Templos y Palacios. En ese tiempo los hijos de Israel que habitaban en Egipto aprendieron el Arte de la Masonería. Y luego, cuando fueron conducidos fuera de Egipto, llegaron a la Tierra de Behest, que ahora se llama Jerusalén. Y el Rey David inició la construcción del Templo de Salomón. El Rey David amaba a los Masones, y les dio derechos como antes no tenían. Y en la construcción del Templo, en tiempos de Salomón, como se dice en la Biblia, en el 3º Libro Regum in tercio Regam, capítulo quinto, Salomón tenía ochenta mil constructores a su servicio. Y el hijo de Tiro era su jefe. Y en otras crónicas y en otros libros de Masonería se dice que Salomón les confirmó el encargo que David, su padre, había dado a los masones. Y el propio Salomón les enseñó en formas poco distintas de las usadas ahora. Y de allí esta importante ciencia fue llevada a Francia y a otras Regiones.

Hubo en un tiempo un digno Rey de Francia llamado Carolus Secundus, esto es, Carlos II, y este Carlos fue elegido Rey de Francia por la Gracia de Dios y por su estirpe. Y este mismo Rey Carlos era masón antes de ser Rey, y cuando llegó a Rey amó a los masones y les tuvo en gran estima, y les dio deberes y reglamentos conforme a su designio, y algunos de ellos todavía están en uso en Francia; y él mismo estableció que deberían reunirse en Asamblea una vez al año para hablar entre sí, Maestros y Compañeros, y para [deliberar quién] había de guiarles y [para enmendar] todas las cosas equivocadas.

Y poco después san Adabelio llegó a Inglaterra y convirtió a san Albano al Cristianismo. Y san Albano amaba a los masones y les dio por primera vez encargos y usos en Inglaterra. Y les fijó un tiempo conveniente para pagarles el trabajo. Y después hubo un importante Rey en Inglaterra llamado Athelstan, y su hijo más joven amaba la Ciencia de la Geometría, y sabía bien que el Arte manual del Oficio practicaba la Ciencia de la Geometría como los masones, por lo que los [reunió] en Consejo y adoptó la práctica de esta ciencia a la especulación, porque en la especulación era maestro y amaba a la Masonería y a los masones. Y él mismo se hizo masón y les dio encargos y nombres que todavía están en uso en Inglaterra y en otros Países. Y estableció que [los masones] deberían ser pagados razonablemente por su trabajo, y consiguió un decreto del Rey que [sancionó] el derecho a que se reunieran en Asamblea cuando creyeran que ha pasado un período razonable, y que vinieran [a escuchar] a sus Consejeros, como está escrito y se enseña en el Libro de nuestros encargos y deberes, por lo que dejo ya el argumento. Los Hombres de bien, por este motivo y de este modo, [hicieron así que] la Masonería comenzase.

Ocurría a veces que los grandes Señores no tenían grandes posesiones, así que no podían ayudar a sus hijos nacidos libres, porque tenían muchos, y por eso se aconsejaron sobre cómo podían ayudarles, y establecer que pudieran vivir honestamente. Y les enviaron a Sabios Maestros de la importante Ciencia de la Geometría, de modo que ellos, con su sabiduría, pudieran dar a los hijos una honesta manera de vivir. Por eso uno de ellos, llamado Englet, que fue un muy agudo y sabio fundador, estableció un Arte y lo llamó Masonería, y así, con su Arte, instruyó a los hijos de los grandes Señores a requerimiento de los padres y con la libre voluntad de los hijos; cuando fueron instruidos con gran cuidado, después de un cierto período, no todos fueron igualmente capaces, por lo que dicho Maestro Englet determinó que todos los que terminaran [el aprendizaje] con habilidad deberían ser admitidos [en el oficio] con honor, y llamó al maestro más hábil para instruir a los maestros menos hábiles, y fueron llamados maestros por la nobleza de su ingenio y por su habilidad en el Arte. De este modo, dicho Arte, iniciado en la Tierra de Egipto, se propagó de Tierra en Tierra, de Reino en Reino.

Después de muchos años, en el tiempo del Rey Athelstano, que fue Rey de Inglaterra, sus Consejeros y otros Grandes Señores, de común acuerdo, por graves culpas lanzadas contra los masones, establecieron una cierta regla para ellos; una vez al año, o cada tres años [si ello respondía] a los deseos del Rey y de los Grandes Señores del País y del pueblo, de provincia en provincia, y de país en país, se reunirían en Asamblea todos los masones y compañeros de dicho Arte, y en tales reuniones los Maestros serían examinados sobre los artículos [de la Constitución] que fueron luego escritos, y se estableció que fuese verificado si los maestros eran capaces y hábiles, para ventaja de su Soberano y para honor de su Arte. Y además se estableció que deberían cumplir bien su encargo de emplear los bienes, pequeños o grandes, de sus Señores, porque de ellos percibían la compensación por su servicio y su trabajo:

El primer artículo es éste: que cada maestro de este Arte debe ser sabio y leal hacia el Señor a quien sirve; y no pagar a ningún obrero más de lo que él piense que se merezca, distribuyendo sus beneficios verdaderamente como quisiera que fuesen dispensados los suyos, tras haber [tenido en cuenta] la escasez de grano y de víveres en el País, y no otorgando ningún favor, para que todos sean recompensados según su trabajo

El segundo artículo es éste: que cada maestro de este Arte deberá ser informado antes de entrar en su Comunidad; que sean [recibidos] como conviene; que no puedan ser excusados [de su ausencia], sino sólo por algún motivo [válido]. Pero si son hallados rebeldes [frente a] tal Comunidad, o culpables, en cualquier modo, de daño hacia los propios Señores, los culpables en este Arte no serán perdonados de ningún modo [y serán juzgados, y se verificará] su expulsión, y aunque se hallen (en peligro de muerte), [o enfermos], sin riesgo de muerte, se avisará al maestro que sea el jefe de la Asamblea, [quien deberá juzgarle]

El tercer artículo es éste: que ningún maestro tome a un aprendiz por un período menor de siete años por lo menos, porque en un plazo menor no puede llegar propiamente a su Arte, y por consiguiente será incapaz de servir lealmente a su Señor y de comprender [el Arte] como un masón debe comprenderlo

El cuarto artículo es éste: que ningún maestro tome para instruir, sin provecho, a algún aprendiz al que esté unido con vínculos de sangre, ya que, a causa de su Señor, al cual está ligado, lo distraerá de su Arte y podrá llamarlo ante sí fuera de su Logia y del lugar donde trabaja; porque sus compañeros quizá le ayuden y combatan por él, y de aquí podría derivarse un homicidio -lo que está prohibido- y también por motivo de que su Arte se inició con los hijos de Grandes Señores nacidos libres, como ya ha sido dicho

El quinto artículo es éste: que ningún maestro envíe a su aprendiz, durante el tiempo de su aprendizaje, a otro, pues ningún provecho puede salir de ello, y aunque piense que pueda agradar a su nuevo Señor, más importante es el provecho que podrá sacar el Señor del lugar en el cual ha sido adiestrado en su enseñanza

El sexto artículo es éste: que ningún maestro, por codicia o provecho, tome aprendices para enseñarles cosas imperfectas, y que tengan mutilaciones, por lo cual no puedan trabajar realmente como deberían

El séptimo artículo es éste: que ningún maestro sea visto ayudando, o protegiendo, o siendo el sostenedor de ningún ladrón nocturno, por el cual [a causa del hurto] sus compañeros no puedan cumplir el trabajo diario y no puedan organizarse

El octavo artículo es éste: que no ocurra que ningún masón, que sea perfecto y hábil, venga a buscar trabajo y encuentre un modo de trabajar imperfecto e incapaz; el maestro del lugar recibirá al masón perfecto y echará al imperfecto para ventaja de su Señor

El noveno artículo es éste: que ningún maestro tomará el puesto de otro, porque se ha dicho, en el Arte de la construcción, que nadie deberá terminar un trabajo comenzado por otro, para ventaja de su Señor; así que quien lo ha iniciado [tiene el derecho de] terminarlo a su modo, y sean cuales sean sus métodos

Esta resolución ha sido adoptada por varios Señores y maestros de diversas provincias y Asambleas de Masonería, y dice así:

El primer punto: es necesario que todos los que deseen ser Compañeros del mencionado Arte juren por Dios, por la Santa Iglesia y por todos los Santos, ante su maestro y sus Compañeros y hermanos.

El segundo punto: él [el Compañero] debe cumplir su trabajo diario en razón de lo que le sea pagado

El tercer punto: él [debe aceptar] las resoluciones de sus compañeros en la Logia y en Cámara y en cualquier otro lugar

El cuarto punto: no engañará a su Arte, ni lo perjudicará, o sostendrá afirmaciones contra el Arte o contra alguien del Arte, sino que lo mantendrá con dignidad, porque él puede

El quinto punto: cuando reciba su paga, la tomará humildemente, ya que el maestro ha establecido el tiempo del trabajo, y el resto [por él] ordenado está permitido

El sexto punto: si una discordia cualquiera surge entre él y sus compañeros, deberá obedecer humildemente y permanecer a las órdenes del maestro, o, en su ausencia, del Vigilante [designado] por el maestro; en la siguiente fiesta religiosa se pondrá a disposición de los Compañeros; no en un día laborable, dejando el trabajo y el provecho de su Señor

El séptimo punto: Que no desee a la mujer ni a la hija de su maestro o de sus compañeros; y si está casado, que no tenga concubina, porque podrían surgir discordias entre ellos

El octavo punto: si ocurre que es nombrado Vigilante por su maestro, que sea un seguro transmisor entre su maestro y sus compañeros; y, en ausencia de su maestro, que lo sustituya con empeño, por el honor del maestro y para ventaja del Señor a quien sirve

El noveno punto: si fuese más sabio y agudo que el compañero que trabaja con él en la Logia o en cualquier otro sitio, y si percibe que el otro debe dejar la piedra sobre la que está trabajando por falta de habilidad, y que puede enseñarle a corregir la piedra, deberá instruirlo, para que el amor crezca entre ellos y el trabajo del Señor no se eche a perder

Sobre la Asamblea de Justicia.

Cuando el maestro y los compañeros sean avisados y lleguen a tales Asambleas, si es preciso serán invitados a participar, junto a los compañeros y el maestro de la Asamblea, el sheriff del Condado, o el alcalde de la Ciudad, o el Consejero más anciano de la Ciudad en la que se celebra la Asamblea, para servir de ayuda contra los rebeldes y para mantener el derecho del Reino.

Al principio [entran en el Oficio] hombres nuevos que nunca han sido culpables, de modo que no sean nunca ladrones, o [cómplices] de los ladrones, y que desarrollen su trabajo diario por la recompensa que de su Señor reciben, y un verdadero resumen den a sus Compañeros de las cosas que deben ser explicadas y escuchadas, y les amen como a sí mismos. Y deben ser fieles al Rey de Inglaterra y al Reino, y atenerse, con todas sus fuerzas, a los artículos mencionados.

Después de esto se indagará si algún maestro o compañero, que haya sido instruido, ha infringido algún artículo, y allí se establecerá si ha hecho nunca tales cosas. Por ello, vale decir, si algún maestro o compañero, que haya sido avisado [de la acusación] antes de venir a tal Asamblea, se rebela y no acude, o bien haya transgredido algún artículo, si esto se demuestra, deberá renegar de su [pertenencia] a la Masonería, y no podrá usar jamás de su Arte. Y si osa practicarlo, el Sheriff del país en el que haya sido encontrado trabajando deberá meterlo en prisión y poner todos sus bienes en manos del Rey hasta que le sea mostrada y concedida la gracia.

Por este motivo, [los participantes] en esta Asamblea establecerán que tanto el más bajo como el más alto deben ser lealmente servidores de su Arte en todo el Reino de Inglaterra.

Amén. Así sea.


LAS CONSTITUCIONES ANTIGUAS
AL INICIO DE LA
FRANCMASONERIA ESPECULATIVA

Con la creación de la Gran Logia de Londres en 1717 ev, nace la FM tal como la conocemos actualmente y comúnmente denominada “especulativa” o “moderna” en contraposición con la Masonería Operativa, de la cual SUPUESTAMENTE nace.

Con la finalidad de dar un marco institucional y normativo a esta nueva organización, se adoptan en el año 1723 las Constituciones llamadas Constituciones de Anderson, las cuales norman el funcionamiento de gran parte de las Logias esparcidas por el mundo y que se autodenominan “regulares” cuando en realidad como lo vamos a ver más adelante dicha afirmación tendría que hacerse con mucho cuidado.

La redacción de dichas constituciones había sido encargada a James Anderson, el cual había recibido la consigna (muy probablemente de Désaguliers) de “examinar, corregir y redactar, conforme a un método nuevo y mejor, la historia, las obligaciones y los reglamentos de la Antigua Cofradía”.

Sin embargo, desafortunadamente, no se conoce exactamente cuales eran las obligaciones y reglamentos usados antiguamente ya que de un lado James Anderson no precisa de ninguna manera que correcciones y mejoras aportó a las mismas, limitándose en declarar “el autor (James Anderson) de este libro ha examinado varias copias procedentes de Italia, Escocia y diversas partes de Inglaterra y, aunque erróneas sobre un gran número de puntos, sacó de ellas, y de varios otros documentos masónicos, estas nuevas Constituciones...” y que por otro lado, al ser nombrado Désaguliers Gran Maestro en el año 1717 ev, se quemaron ordenanzas, rituales y actas antiguas que le habían sido confiados para el estudio de las tradiciones de la Masonería Operativa.

El 25 de marzo de 1722 ev cuando James Anderson presentó su propuesta de Constituciones, 24 Logias acudieron a Londres. Ninguna de las Logias Operativas, ni la Logia de York lograron impedir su aprobación ya que la Gran Logia de Londres muy hábilmente había adoptado la estrategia, aún vigente actualmente en ciertas Obediencias, que consiste en “hacer número” o sea reclutar lo más que se pueda. Como consecuencia de ello, en 1723 ev se publicaron y adoptaron oficialmente las Constituciones, desde esta fecha conocidas como Constituciones de Anderson.

Dicha Constitución no contaba con la aprobación de los Masones Operativo. En signo de protesta y con la finalidad de hacer oposición a la Gran Logia de Londres, la Logia de York se constituyó inmediatamente en Gran Logia de Toda Inglaterra. Sin embargo, ya era demasiado tarde ya que la Gran Logia de Londres creció muy rápidamente, tanto así que en el año 1725 ev su jurisdicción ya abarcaba 63 Logias y 126 en el año 1733 ev. En 1725 ev, se constituyó la Gran Logia de Irlanda, en 1736 ev la Gran Logia de Escocia, y, durante la década se expandió hacia Las Indias Británicas, las Antillas y las colonias inglesas de América del Norte.

¿Pero, porqué los Masones Operativos se elevaron contra la Gran Logia de Londres y rechazaron las Constituciones de Anderson si tal como se afirmaba eran una compilación de los Antiguos Cargos manejados hasta la fecha por aquellos?

Se tiene que recalcar que la palabra “landmarks” - Los Antiguos Linderos- apareció oficialmente por primera vez en el año 1723 ev con la publicación de las mencionadas Constituciones de Anderson.

Dichos Antiguos Linderos aún reconocidos por numerosas Logias del mundo cuentan de 25 Linderos que fijan los límites dentro de los cuales tienen que encontrarse las Logias para ser reconocidas “Regulares” por la Gran Logia de Londres.

Si revisamos dichos Linderos y los relacionamos con los Usos y Costumbres de los Masones Operativos de la época, podemos entender los motivos de la desaprobación de aquellos.
En efecto:

El Lindero II habla de una Masonería dividida en 3 Grados cuando en realidad se puede hablar de 3 grados solo a partir del año 1725 ev Hasta entonces solo existían los Grados de A y CFM, El Grado de Maestro no existía como tal. Antiguamente no había más Maestro que él de la Logia, elegido en este cargo por sus conocimientos y demás reconocimientos de sus cualidades por partes de sus HH. El Grado de Compañero correspondía en aquella época al Grado de MM del siglo XIII.

El Lindero III sobre la Leyenda del Tercer Grado indica que “cualquier rito que excluya o altere este Lindero cesará en el acto de ser Rito Masónico”. Sin embargo, no se conocen documentos anteriores al año 1523 ev (Principios de la FM Universal aprobados en París) en los cuales se mencione dicha leyenda, pero parece que no era muy difundida en las Logias Operativas hasta que se generalizó en 1723 ev con la creación del 3º Grado por la Gran Logia de Londres.

El Lindero X indica que es “esencial para El gobierno y funcionamiento de una Logia que sea congregada y gobernada por un VM y dos VVigdebidamente elegidos y consagrados.” Sin embargo, si se revisan los Estatutos de Schaw (1598) solo se habla de un Vig y solo uno, elegido cada año y que esta a cargo de la Logia. Del mismo modo el Manuscrito Dumfries (1710 ev) evoca en su catequismo sobre las tres Luces de la Logia al “Maestro, los Compañeros y el Vig”. Adicionalmente, es de conocimiento que, antiguamente, en la ejecución de las obras, el M oficiaba de arquitecto, el Vig de ingeniero residente y los CC de albañiles. Por consecuencia, el hecho de considerar a dos VVig aparece entonces como una creación de James Anderson.

Asimismo, los Masones Operativos se opusieron:

Al hecho de que se pueda dar el Grado de A en una sola cesión cuando antes se requería 7 o por lo menos 5 años de aprendizaje

A la creación del Grado de Maestro Consumado (ahora llamado P VM), aludiendo a que no tenía utilidad alguna y que le quitaba autoridad al 2º Maestro de la Logia, a saber el 1º Vig

Al hecho de cambiar la orientación de la Logia, colocando el Maestro de la Logia (ahora llamado VM) en el Or cuando siempre se había ubicado en el Occ entre las 2 Ccol (Fuerza y Belleza) y frente a la Col de la Sabiduría, ubicada en el Or

“Los Principios Básicos de la FM Universal” aprobados en la Asamblea General de Francmasones que se reunió en París en el año 1,523 ev muy poco mencionados me parecen muy interesantes para mostrar como las Constituciones de Anderson y los “NUEVOS Antiguos Linderos” parecerían ir en contra de un espíritu liberador cada vez más creciente en las Logias Operativas integradas por “Masones Aceptados” -intelectuales con ideas renovadoras-.
Del estudio de dichos principios, puede desprenderse lo siguiente:

En su 1er artículo, dice “siete o más Francmasones debidamente capacitados, reunidos bajo la bóveda celeste, a cubierto de indiscreción profana, para discutir y resolver libremente, por mayoría de votos, los asuntos que les interesen colectivamente, forman una logia francmasónica, similar a las de la Masonería Operativa”.

La expresión, reunidos “Bajo la bóveda celeste”, proclama el derecho para los hombres libres de reunirse en cualquier punto del Universo y constituirse en asociación. Así el Lindero IX de Anderson que indica “la necesidad de que los Masones se reúnan en Logia” es una negación o un condicionamiento del derecho de reunión, seguramente con la finalidad de permitir a la monarquía inglesa de la época de controlar a la FM que se perfilaba como enemigo potencial con sus ideas liberadoras. Dicho control se conseguía por medio de las cartas patentes otorgadas a las Logias, sin las cuales eran declaradas irregulares y perseguidas.

Según el artículo nº 2 de “Los Principios Básicos de la FM Universal” nuestros HH Operativos colocaban en el Ara sus Utiles de Trabajo “en la forma acostumbrada”” y no el VLS tal como lo indica el Lindero XXI de Anderson. Nuestros antiguos HH consideraban el Ara no solamente como el lugar donde se depositaban las Herramientas de Trabajo sino como el santuario donde se conservaba la herencia legada por sus antepasados, o sea, la cultura, la sabiduría y la ideología que les unía a favor del progreso, sin limitarse a creencia de alguna índole a pesar de que la mayoría de los Masones de la época eran católicos.

En su artículo nº 6 dice “Unión, Solidaridad y Cooperación” son los principios de organización interna de la FM Universal” al lugar de S F U, lema que acostumbramos poner en la parte superior de nuestro Trabajos.

Los principios de “Unión, Solidaridad y Cooperación” eran indispensables para su subsistencia y desarrollo tanto en la labor cultural de intercambio de conocimientos, como en su papel de actor social y necesidad de ayuda mutua entre HH mientras que “Salud, Fuerza, Unión” no refleja el espíritu de evolución progresista que animaba nuestros Masones Antiguos.

En el artículo octavo, se dice que “para poseer los derechos completos de Francmasón es indispensable e imprescindible escalar los 3 grados de A, C y M y conocer en esencia la Leyenda No Alterada de la masonería Antigua respecto a la construcción del Templo de Salomon .../...”. Ya existían divergencias en cuanto a la Leyenda atribuida al 3º Grado de la FM sobre las cuales no se entrará en detalle en esta Plancha. Parece que dicha Leyenda del 3º grado fue mutilada y adaptada a conveniencias de James Anderson, lo que podría explicar su rechazo por parte de los Masones Operativos.

El Artículo Noveno especifica cuales son los derechos esenciales de todo Francmasón que posee derechos completos (los 3 grados, ver artículo Octavo), a saber:

Voz y voto en Logia y en la Asamblea General (Gran Logia) de los Maestros Masones.

Elegir y ser elegido para todos los cargos dentro de sus agrupaciones.

Pedir la revisión de los acuerdos tomados en Logia ante la Asamblea General de los Maestros Masones

Exigir en Logia la responsabilidad de los elegidos en el desempeño de sus cargos.

Pedir justicia francmasónica en casos de conflictos entre los asociados a las Logias afines.

Formar triángulos y estrellas para trabajar masónicamente en los lugares donde no es posible reunirse en Logia por razones de fuerza mayor.

Disfrutar de socorro, ayuda y protección mutuas entre los francmasones.

Visitar las logias ideológicamente afines y ocupar los puestos correspondientes a su grado de capacitación, previa identificación de su calidad de francmasón en la forma acostumbrada y segura.

Pedir el Certificado de Retiro de la Logia sin explicación de causas, estando en pleno goce de sus derechos

Los artículos 10 al 18 contienen los principios básicos de la ideología del miembro de la Orden, indicando que son deberes primordiales de los Francmasones pugnar:

10. Por el reconocimiento del principio de la separación de la filosofía de la teología.
11. Por la libertad de pensamiento y de investigación científica.
12. Por la aplicación del método científico experimental en la filosofía.
13. Por el intercambio de los conocimientos y de las prácticas entre los hombres para el bien propio y de la
humanidad.
14. Por la libertad de conciencia religiosa y la prohibición absoluta a los clérigos de las religiones de
inmiscuirse en asuntos políticos.
15. Por la abolición de los privilegios de las castas de la nobleza y del clero.
16. Por la prohibición de emplear a los esclavos en los oficios de los hombres libres.
17. Por los derechos de los pueblos de gobernarse libremente, según sus leyes y costumbres.
18. Por la abolición de los tribunales especiales de justicia del clero y de las castas de la nobleza, y el
establecimiento de los Tribunales comunes, de acuerdo con las costumbres y leyes de los pueblos.

En contraposición a estos preceptos de carácter político y progresista, las Constituciones de Anderson impusieron dogmas religiosos de creencias en un Ser Supremo y en la inmortalidad del alma, proclamando además el apoliticismo que obliga al Francmasón en ser un pacífico substituto del régimen establecido.

Los demás artículos del 19 al 25, establecen la estructura interna de la Orden regulando la forma de federar las Logias y formar Confederaciones... El lema de esta FM era pugnar por el triunfo de la Verdad, por el progreso del Género Humano, por la Unión, Solidaridad y Cooperación entre los Francmasones y por la Fraternidad Universal.

¿Pero, quién era James Anderson, autor de estas Constituciones que contrarrestaron este espíritu de Progreso que animaba nuestros antiguos HH?

James Anderson era Escocés. En 1,710 ev se encuentra en Londres como ministro de una capilla presbiteriana escocesa. Se ignora totalmente cuando y donde fue iniciado. No esta demostrado que Anderson haya sido Masón, iniciado en Logias de Masones Operativos o recibido en calidad de “aceptado”. Solo se sabe que en su calidad de pastor presbiteriano fue Cap de Logia es Escocia en 1907 y luego en Londres en 1710, en la Logia San Pablo, encargada de la construcción de la catedral de este mismo nombre. Ello deja suponer que Anderson nunca recibió la iniciación ritual dentro de las formas tras haber sido recibido A y luego C. Ya que en dicha época, ni el médico ni el capellán de la Logia eran iniciados. Solo se pedía a ambos una promesa de discreción. En realidad no había motivo para iniciarlos a los misterios de la Masonería ya que solo se consultaba al médico de la Logia para que revise los candidatos y el Capellán solo intervenía en ceremonias en las cuales intervenía la religión (matrimonios, defunciones...). El resto del tiempo, el Capellán se dedicaba a ejercer su ministerio regular en la parroquia que le estaba confiada.

Sin embargo, en septiembre de 1714 ev, a pesar de no estar en posesión de todos sus derechos (al no haber sido iniciado según los usos y costumbres de la época) James Anderson empezó a reunir personajes de la alta sociedad “iniciándoles” a los Misterios de la Masonería, logrando así a fines del año 1,714 ev crear su propia Logia a la cual entre otros pertenecía Jean-Théophile Désaguliers, pastor protestante francés, que ocupó el cargo de Gran Maestro de la Gran Logia de Londres en 1720 ev.

¿La Gran Logia de Londres es “Regular”?

La Logia indebidamente creada por James Anderson así como los supuestos “iniciados” en la misma no podían de ningún modo ser reconocidos por los Masones Operativos a los cuales Anderson no permitía el ingreso, negándose en transmitirles las Palabras de Pase. En el acto, la autoridad masónica oficial declaró ilegales a Anderson y a sus seudo iniciados. Pero éstos se apuraron en crear nuevas Logias, hasta lograr finalmente su objetivo con la creación de la Gran Logia de Londres conformada por 4 logias tan irregulares como la primera, a saber:

La Oca y la Parrilla.
La Corona.
El Manzano.
El Cubilete y las Uvas.

En adelante nuestros HH Operativos no pudieron hacer nada para contrarrestar el crecimiento de la Gran Logia de Londres tal como lo hemos señalado anteriormente.

En consecuencia, la Gran Logia de Londres que se auto proclama “REGULAR” y se permite calificar a otras Obediencias de “irregulares” es más bien, desde su creación, totalmente “IRREGULAR”.

Ello no sería tan grave si la creación de la Gran Logia de Londres no hubiera generado la publicación y aprobación masiva de las Constituciones de Anderson que han, a mi juicio, troncado un movimiento renovador y liberador a favor de la Humanidad tal como lo hemos visto con el análisis de “Los Principios Básicos de la FM Universal” adoptados en 1,523 ev.

El inicio de la Era Vulgar

Si se dice que los Antiguos Linderos son Leyes No Escritas. ¿Entonces porqué han sido escritos? El hecho de redactarlos nunca hubiera tenido que ser permitido. Ha hecho en mi opinión mucho daño a la Masonería

De un lado, porque al lugar de fortalecer los lazos de Fraternidad que deberían de unirnos como HH Masones, dichos Linderos generaron conflictos y divisiones, obteniendo como resultado que hasta ahora existen Obediencias que no se reconocen entre sí porque algunas se dicen, por falta de estudio de su propia historia, “regulares”, calificando las otras de “irregulares”. Ello tiene como consecuencia que algunos HH de diferentes Obediencias y que se reconocen como tales no pueden compartir Trabajos en sus respectivas Logias.

De otro lado porque no reflejan, como lo hemos visto líneas arriba, el espíritu progresista que animaba nuestros HH Operativos. Aparecen una serie de dogmas en acorde con los intereses del clero y de la Monarquía Inglesa de la época de controlar las ideas renovadoras y progresistas nacientes en las Logias Operativas. El Lindero XXV que dice “Estos Linderos no pueden ser jamás alterados” pretende ir aún más lejos, impidiendo el cuestionamiento de los mismos. Este Lindero va en contra del más alto principio masónico de ir a la búsqueda de la Verdad. Este Lindero motiva el laxismo y conformismo, pudiendo apartar del Camino Masónico a Libres Pensadores cuyos aportes pudieran ser muy valiosos para el progreso de la Humanidad.

Así, personalmente pienso que la e v empezó en la fecha en la cual se aprobaron las Constituciones de Anderson que dio inicio a un periodo de ciertas normas “vulgares” . Para que la FM pueda salir de esta Era todos nosotros, HHMasones de todas Obediencias confundidas, tenemos que combatir, tal como lo juramos en cada Tenida en la clausura de nuestros Trabajos, el acta de tiranía que constituye el Lindero XXV que dice “Estos Linderos no pueden ser jamás alterados” y quitar las vendas que ciegan los ojos de algunos de nuestros HH para que vean que los únicos linderos que deberíamos reconocer son los PP, SS , PP de P y PP SS que nos han sido transmitidas en nuestras Iniciaciones.

Bibliografía

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La Constitución de Eduardo III (1327 - 1377 ev).
Las Regulaciones de 1,663; 1,703; 1,717 y 1,720 ev.
Los Antiguos Cargos aprobados en 1,722 ev.
Regius (1390 ev).
Cooke (1410 ev).
Los Estatutos de Ratisbona (1,459). Seguramente el último texto de la FM operativa.
Manuscrito de la Grand Lodge Nº 1 (1,583, ev).
Estatutos y ordenanzas establecidas por William Schaw, Maestro de Obras de su Majestad (el rey
Jacobo VI) y Vigilante General de dicho oficio, en Edimburgo, el vigésimo octavo día de diciembre
1,598. Los estatutos Schaw (1,598 ev).
La Antigua Constitución de los Libres y Aceptados Masones, 1607
El Manuscrito Sloane (fecha en 1,646 o 1,700 ev según los historiadores).
El manuscrito Dumfries (1675 ev).
El manuscrito Watson (1,687 ev).
Beswicke-Royds primera mitad del siglo XVII
El Manuscrito Trinity College (1711 ev).