viernes, 18 de diciembre de 2009

profecias del quinto sol maya - fraternidad Solar


Origen de la orden esoterica de los Hijos de Sol

Llegan tiempos nuevos, nuevos retos, nuevas modalidades de pensamiento. En el corazón y en la mente de algunos se despertarán ancestrales compromisos de acción y de implicación a la hora de afrontar los nuevos tiempos.
CABALLEROS DE LA ORDEN DEL SOL.
VICTOR SALAZAR SOTO

EL MAESTRO INTERNO



EL MAESTRO INTERIOR

NESTOR HUGO ALMAGRO.

La exquisita sensibilidad del ser humano, conferida por la presencia del Maestro Interior o YO espiritual, hace su verdadera manifestación cuando aprendemos a unirlo a nuestra alma y entonces, actúa desde el UNO -más allá de toda separatividad- ; permitiéndonos transcurrir la existencia sin daño alguno, abarcando de este modo, el espectro que va desde lo denso hacia lo sutil, como signo inequívoco de la evolución del hombre sobre la Tierra. Cuando el alma despierta de su sueño, se torna inquieta y busca afanosamente nuevas formas de expresión; pero realmente alcanza la excelencia, cuando prepondera la grandeza de lo pequeño y lo necesario es ajeno a lo superfluo; entonces la Vida, con la magia del silencio amable, nos invita a realizar la revolución interior y a descubrir la otredad en el amor al prójimo; disfrutando la fuerza inmensa de la mansedumbre. El sólo hecho de darnos cuenta, acerca de lo que sucede a cada instante, nos permite aumentar nuestro nivel de percepción a cada momento; muy especialmente en este tiempo que vivimos, donde las estructuras se caen a cada instante, por el peso mismo que les otorgó el egocentrismo, mientras renace con simultaneidad el hombre nuevo; como individuo centrado, capaz de transmutar la limitación en posibilidad y las tinieblas en Luz. Ya sabemos que el materialismo nos hizo buscar intensamente en la nada y casi nos hace creer, el sinsentido de la existencia, invitándonos constantemente a la autodestrucció n. Sin embargo, por la fuerza sanadora de la crisis, hoy nos es posible desprendernos del temor a morir y a renacer en cada acto; porque ya estamos llegando al momento adecuado, para conjugar la inmanencia con la trascendencia, por la gracia del Amor y la Sabiduría Universal. Lanzarse al vacío, practicando el desapego en cada acto, es integrarse a sí mismo hasta alcanzar la plenitud necesaria para comprender, que vivir en el Ser, es servir al Amor.

Néstor Hugo Almagro

jueves, 17 de diciembre de 2009

LIDERAZGO CONVERSACIONAL MASÓNICO


MASONES DE LA LENGUA ESPAÑOLA NEW YORK.

TOPICOS SOBRE LIDERAZGO CONVERSACIONAL MASÓNICO

Mtro:. Gregorio Palafox Palafox
Punto Geométrico: latitud 22°06´37.33” N; longitud100°57´10.50” O
República de Polonia número 265, Col. Lomas de Satélite, C.P. 78380, San Luis Potosí, S.L.P.
Telcel: (045) 4441 755 495

Durante muchos años se ha buscado definir al líder y por ende el significado de liderazgo, para no ir más lejos liderazgo se define como la “Capacidad de influenciar en las personas que constituyen un sistema humano, para que se empeñen voluntariamente en el logro de una visión amplia y compartida”.
Este tópico se lanza a la aventura de develar el fenómeno desde sus fundamentos biológicos y conversacionales que permitan re-formular el fenómeno del liderazgo Mas:.en nuestros tiempos, para así dar sentido y viabilidad a nuestros proyectos; y en el mundo Prof:. a nuestras empresas, instituciones, ideas y nuestras expectativas de ser líderes.
Es por ello, la intención de abordar este tema de liderazgo, es dejar atrás a los doctos del liderazgo y enfrascarse en la percepción profana de este tema. Para ello abordaremos temas como liderazgo biológico y liderazgo conversacional.
He de empezar con las siguientes reflexiones ¿cuantas veces hemos escuchado a alguna persona mencionar la palabra “líder”? y ¿cuantas otras nos hemos referido y señalado a cierto personaje como “es un verdadero líder”? creo que infinidad de veces. Sin embargo yendo un poco más al fondo del asunto he de cuestionarme aún más y preguntarme no lo que significa ser un líder, sino saber si un líder se hace, o se nace siendo líder.
O quizá debiera analizar que perfil reúnen los líderes y hacerme la pregunta que Kotter en su obra “El factor de Liderazgo” cuestiona […] ¿de dónde proceden todas esas características personales?. No he de caer en tanta literatura que por demás es excelente, como “Los siete pecados del liderazgo según Gandhi”; ni tampoco la “Quinta Disciplina”; ni hablar sobre un maravilloso relato como lo es “Juan Salvador Gaviota” de Richard Bach.
No... esa no es la intención de este trabajo, ya que él único objetivo es el de remontarme a mis conocimientos previos y tratar de esbozar en sí que es un líder, para que de una manera profana ir dando cuenta de su significado en base a su inicio.
Par lograr lo anterior he de preguntarme ¿existe una base biológica para el liderazgo? En este aspecto, he de recordar a propósito una película que ilustre mi respuesta. Para ello hagamos una crestomatía de la película Look Who's Talking Too (Mira quien habla también)? Acaso no recordamos que inicia con una relación sexual y se observan como cientos de espermatozoides compiten para llegar al óvulo. Y aún más entre ellos se dirigen unos a otros diciendo –por acá, no por allá, vamos compañeros empujen, ahí es ya llegamos, etc.
Para aquellos que ya vimos ésta película del género de la comedia, podemos entender lo que se ésta planteando, ya que nuestro conocimiento previo al respecto, nos ha hecho recordar dichas escenas y poder valorar la pregunta inicial, y saber respondernos si existe una base biológica para el liderazgo.
Al respecto quiero reforzar mis presunciones y contesto, que sí existe un liderazgo biológico, o a poco no de entre miles sólo el mejor incuba el huevo, es decir, penetra en la fuerte capa del óvulo, una vez que ha recorrido largos caminos con altos grados de acidez, equivocando caminos y retomando nuevamente otros, etc. Y sólo uno llega y en raras excepciones dos. Aquí es el momento medular al que me refiero, al insistir, de que nosotros somos líderes por naturaleza.
Sin embargo, no todos los seres humanos dentro de nuestro desarrollo llegamos a ser líderes y aquí esto implicaría un gran estudio que soporte lo afirmado, pero en la realidad las cosas son así. Las evidencias nos demuestran que algo ha pasado. Pero ¿qué es lo que nos ocurre, dónde quedo el líder natural? Nada, que la misma sociedad se ha encargado de “domarlo” o “adiestrarlo” con prejuicios, normas morales y sociales. En fin reina en su contra… el qué dirán. Y así pasa el tiempo y no llega ha expresarse por temor a lo que vayan a pensar los demás.
He querido ilustrar de igual manera tal afirmación, platicando una película que las empresas exitosas aplican a su personal para despertar a ese líder domado, dormido o amansado, me refiero a la película titulada: The way you were (Ese alguien que eras tú).
Desafortunadamente para nuestra mala fortuna no todos podemos recordar esta película, ya que no es muy comercial, aunado a que porque su duración es de aproximadamente 8 minutos y es muy difícil conseguirla. No obstante he de comentarla para abundar en el tema: La película se desarrolla en un Jardín de Niños, donde efectivamente son los niños las personas que han de sensibilizarnos en volver a ser… ese alguien que era yo.
Cuantas veces de pequeños hacíamos preguntas al educador como: ¿porque el cielo es azul si el aire es transparente? Y cuantas veces no jugamos a la comidita, al lobo feroz, y disfrutamos de los columpios, etc.
Acaso me preguntó yo, ¿ hemos olvidado a ser cuestionadores de buena fe, sin malicia, sin buscar humillar a los demás de "yo lo se todo", y de compartir nuestras experiencias con los demás ? ¿ Que nos ha pasado para ya no compartir incluso con nuestros hijos un juego de nuestra niñez ? ¿Dónde quedo nuevamente el líder biológico? La respuesta es sencilla: el cállate, siéntate, no preguntes cosas tontas, que va decir la gente, etc., todo este escenario se va montando alrededor del niño, del joven y del propio adulto, reforzándose cada día mediante una sutil programación que hoy conocemos como neurolingüistica. Y así paso a paso el líder será un temeroso de qué dirán y no aceptará retos que le permitan conquistar la vida, viviendo la vida fácil.
Más claro ni el agua mis QQ:.HH:. acaso en Mas:. no negamos el liderazgo biológico y/o conversacional cuando no permitimos que aquel H:. menor cuando aborda un tema que aparentemente no esta acorde a su edad Mas:., diciéndole no es de tu grado. ¿ Donde esta lo que pregonamos... sí aquella frase tan trillada de que “el que tenga ojos que vea y el que tenga oídos que oiga” ? ¿ Somos congruentes entre nuestro decir y hacer ? (recordar nuestros juramentos).
Una vez que hemos aclarado el punto sobre que el adiestramiento viene a constituir la programación nociva para este caso del líder biológico, abordaremos el siguiente cuestionamiento: ¿existe el liderazgo conversacional? Nuevamente la respuesta es afirmativa. Ya que si bien es cierto que hay factores que inciden para bien o para mal en liderazgo, también lo es, que nosotros tenemos la enorme capacidad de crecernos ante lo inevitable e invencible, de luchar por lo que más queremos.
Entrando en materia, diré que el liderazgo conversacional se da precisamente... mediante la conversación, y ésta es de dos tipos: la conversación interna y la conversación externa.
En la primera, el individuo se platica un cuento y luego que se lo cree, actúa como tal. Es decir, verbigracia:
§ al amanecer cuando me miro en el espejo me digo –tú eres capas de lograr todo aquello que desees emprender; sonríe a todo el mundo y se amable; siembra ternura y cosecharás amistad.
§ O a poco no cuando algún suceso pasa y somos espectadores, cuando lo comentamos miramos a los ojos a nuestros interlocutores, para afirmarles que nosotros presenciamos dicho evento. De igual manera cuando nos contamos un cuento, tendremos la capacidad de conversar con nosotros mismos, creérnoslo y mirar a las personas de que lo que decimos es cierto, mostrando con ello seguridad, dominio de dicho conocimiento y capacidad de dar cuenta de hacia donde ir.
En la segunda clase de liderazgo, se da precisamente cuando las personas conversan alrededor de nosotros de quienes somos, que habilidades tenemos y que podemos lograr. Como ejemplos podemos citar a aquellas personas que se contaron un cuento, se lo creyeron y en su vida externa, van por el mundo dando y enseñando, me refiero a: El maestro Jesús, predicando el perdón y el amor; o a Peter Druker dando una visión del líder de futuro, a Peter Senge enseñándonos los beneficios de la Quinta disciplina, a Jean Carlzon diciendo que la pirámide organizacional debe se horizontal, donde el líder debe crear un ambiente en el cual los demás deberán aprender y lo que es más permitirles tomar decisiones; o quién no a leído o escuchado a Goldratt autor de la Meta ; incluso a Adolph Hitler, quien con sus actos cambio al mundo. En fin no acabaríamos de reconocer a tanto líder que son reconocidos como tal, y eso es lo importante del liderazgo conversacional, que sean los demás quienes nos lo reconozcan.
Lo interesante aquí es que en esta reflexión a manera de tópicos, hay mucho sobre la forma del liderazgo biológico, así como de la manera en que somos programados para no hacer. Es menester recapitular como éramos de niños... Sobre nuestra creatividad, confianza y aceptación del mundo a nuestro alrededor. Detectando que la vida nos ha saturado de dudas, inhibiciones y barreras que bloquean el pensamiento creativo e ideas nuevas.
Nos da la pauta analizar este tipo de liderazgo, porque de manera muy especial podemos generar un programa de auto motivación, creatividad y realización personal, programa que después podemos compartir con nuestros semejantes... ¿porqué no? Si el líder comparte su visión de, hacia donde ir y que estadios hay que reformular en beneficio propio, de la humanidad y de su espacio en general.
Así mismo el liderazgo conversacional nos permite reforzar el liderazgo biológico y tal como se ha planteado en el párrafo anterior compartir nuestros éxitos y experiencias con los demás. De ser así estaremos creando mejores expectativas en nuestro entorno, y a manera de efecto pygmaleón, transmitiremos a nuestros semejantes vivencias, la fe en nuestros ideales, esperanza en realizarlos por el amor a la humanidad.
En suma, les permitiremos ingresar al montículo que nos da la pauta para saber de donde vengo, que estoy haciendo aquí y hacia donde ir y tener juntos una visión del futuro.
En espera de sus apreciables comentarios que iluminen el concepto de liderazgo, quedo de ustedes fraternalmente.

“Por el dominio de mis pasiones dejare que se manifieste el espíritu de mi Padre”

Mtro:. Gregorio Palafox Palafox
Punto Geométrico: latitud 22°06´37.33” N; longitud100°57´10.50” O
República de Polonia número 265, Col. Lomas de Satélite, C.P. 78380, San Luis Potosí, S.L.P.
Telcel: (045) 4441 755 495

CANCER POR EL JOHN HOPKINS HOSPITAL, USA.



Dr.Luis Fernando Araiza Soto
MEDICINA BIOLOGICA-HOMOTOXIC OLOGIA
POSTGRADUATE
THE BRITHISH INSTITUTE OF ALTERNATIVE MEDICINE
REGISTRATION No 2546921, LONDON ENGLAND
TEL. 01(33) 36-84-50-36 01(33) 36-84-50-36 FAX. 01(33) 36-84-27-82
Av.DE LOS LEONES #121
CD. BUGAMBILIAS ZAPOPAN,JAL. C.P 45238

Es valiosa esta información, por eso deseamos que la conozcan:

Años después de estar diciendo a la gente que la quimioterapia es la única manera de tratar y eliminar el cáncer, el John Hopkins Hospital finalmente comenzó a decirnos que hay otra alternativa.

CANCER POR EL JOHN HOPKINS HOSPITAL, USA.

1) Cada persona posee células cancerigenas en el cuerpo. Estas células cancerigenas no aparecen en los pruebas estándar hasta que se multiplican en algunos billones. Cuando los doctores dicen a sus pacientes con cáncer que ya no encontraron células de cáncer en sus cuerpos después de un tratamiento, esto significa que los exámenes no pueden detectar estas células en un tamaño detectable.

2) las células cancerígenas aparecen entre 6 y hasta más de 10 veces en la vida de una persona.

3) Cuando el sistema inmunológico de una persona es fuerte, éste destruye las células cancerigenas y previene su multiplicació n y la formación de tumores.

4) Cuando una persona tiene cáncer, esto indica que tiene múltiples deficiencias nutricionales. Esto puede ser genético, ambiental, alimenticio o factores del estilo de vida.

5) Una forma de combatir la múltiple deficiencia nutricional, es cambiando la dieta e incluir suplementos alimenticios que refuercen el sistema inmunológico.

6) La quimioterapia consiste en envenenar células cancerígenas de rápido crecimiento, pero esto implica que se envenenan también cedulas sanas de rápido crecimiento en la medula ósea, tracto intestinal, etc., y pueda causar daño a órganos como el hígado, riñones, corazón, pulmones, etc..

7) La radiación, además de destruir células cancerigenas, también quema, deja cicatrices y daña células sanas, tejido y órganos.

8) Los tratamientos iniciales con quimioterapia y radiación frecuentemente reducen el tamaño en tumores. Sin embargo el uso prolongado de quimioterapia y radiación resulta en no más destrucción de tumores.

9) Cuando el organismo se llena de demasiada carga tóxica proveniente de quimioterapia y radiación, el sistema inmunológico se ve comprometido o se destruye, por lo tanto la persona puede sucumbir a diferentes tipos de infecciones y complicaciones.

10) La quimioterapia y la radiación, pueden causar que las células cancerigenas muten, se vuelvan resistentes y
su destrucción se dificulte. La cirugía puede también causar que las células cancerígenas se propaguen a otros sitios.

11) Una manera de combatir el cáncer, es dejar que las células cancerígenas mueran de hambre, al no ser alimentadas con las sustancias que necesitan para su multiplicació n.

LAS CÉLULAS CANCERÍGENAS SE ALIMENTAN DE:

a) El Azúcar es alimentadora del cáncer. eliminando el azúcar se corta con un importante suplemento alimenticio para el cáncer. Sustitutos del azúcar como NutaSweet, Equal, Spponful, etc. están hechos con Aspartame y este es dañino. Un mejor substituto natural puede ser la miel de abeja, pero en pequeñas cantidades. La sal de mesa contiene químicos que la hacen de color blanco. Una mejor alternativa es la sal de mar.

b) La leche causa que el cuerpo produzca mucosa, especialmente en el tracto gasto-intestinal. El cáncer se alimenta de mucosa. Cortando la leche y sustituyéndola por Leche de Soya sin azúcar, las células cancerígenas comienzan a morir de hambre.

c) Las células cancerígenas prosperan en ambientes ácidos. Una dieta basada en carne es altamente ácida, lo mejor es comer pescado y algo de pollo que comer carne de res o puerco. La carne también contiene antibióticos, hormonas y parásitos, lo cual es muy dañino, especialmente gente con cáncer.

d) Una dieta hecha de 80% de vegetales frescos y jugos, granola, semillas, nueces y algo de fruta, ayuda a poner el cuerpo en un ambiente alcalino. El 20% restante puede ser hecho de comida cocinada, incluyendo frijoles. El jugo de vegetales frescos proveen enzimas vivas que son rápidamente absorbidas y pueden alcanzar niveles celulares en 15 minutos que nutren y aumentan el crecimiento de células sanas. Para obtener enzimas vivas que construyan células sanas, trata de tomar jugo de vegetales frescos y comer algunos vegetales crudos de 2 a 3 veces al día. Las enzimas se destruyen a temperaturas de 40 grados centígrados.

e) Evita el café, té y chocolate, que contenga alta cafeína. El Té verde es una mejor alternativa y tiene propiedades que luchan en contra del cáncer. Toma agua purificada o de filtro, el agua de la llave contiene tóxicos y altos niveles de metal. el agua destilada o baja en sales es ácida, evítala.

f)La proteína en la carne es difícil de digerir y requiere muchas enzimas digestivas. la carne sin digerir permanece en el intestino y se pudre, convirtiéndose en más residuos tóxicos.

g) Las paredes de las células cancerigenas están cubiertas de una proteína muy resistente. Comiendo menos carne se liberan más enzimas que atacan a las paredes de proteína de las células cancerígenas y permite que el cuerpo produzca células que matan a las células con cáncer. Algunos suplementos ayudan a reconstruir el sistema inmunológico (IP6, Essiac, antioxidantes, vitaminas, minerales, EFAs, etc.).

IMPORTANTE

1) El cáncer es una enfermedad de la mente, cuerpo y espíritu. Un espíritu positivo ayuda al enfermo de cáncer a sobrevivir. La ira, el rencor y el resentimiento ponen al cuerpo en un ambiente ácido y de tensión.Aprende a tener un espíritu de amor, gratitud y perdón.
Aprende a relajarte y a disfrutar la vida.

2) Las células de cáncer no prosperan en un ambiente oxigenado. Ejercitarse diariamente y respirar profundo ayudan a llevar oxígeno al nivel de las células. La terapia de oxígeno es otra manera utilizada para combatir las células de cáncer.

Además, el John Hopkins Hospital hace las siguientes recomendaciones:

1.-No usar recipientes de plástico en el microondas.
2.- No colocar botellas de agua en el congelador.
3.- No usar envolturas de plástico sobre recipientes en el microondas.

Al calentar el plástico en el microondas o poniéndolo en el congelador, se liberan dioxinas.
Las dioxinas son un químico que produce cáncer, especialmente cáncer de seno..
Las dioxinas envenenan las células de nuestro cuerpo.
Esta información, a su vez, a estado circulando en Walter Reed Army Medical Center .

Recientemente, el Dr. Edward Fujimoto, director del programa Wellness en el Hospital Castle, estuvo en un programa de televisión donde explicó los riesgos para la salud. Habló de las dioxinas y lo malas que son para nosotros. Dijo que no debemos calentar nuestra comida en el microondas usando recipientes de plástico.

Esto aplica especialmente a los alimentos que contienen grasa. La combinación de grasa, alta temperatura y plásticos, liberan dioxinas que van a los alimentos y por último estas entran a nuestro cuerpo.

Se recomienda usar recipientes de vidrio, tal como Corning Ware, Pyrex o cerámica para calentar la comida. Se obtienen los mismos resultados pero sin la dioxina. Las comidas instantáneas que aparecen en televisión, sopas maruchan o instant, ramen, etc.; deberían de ser removidas de los plásticos contenedores y calentarlos en recipientes de vidrio. Aunque el papel no es malo, lo más recomendable es usar vidrio templado, corning ware, etc..

Hace tiempo en algunos restaurantes de comida rápida se sustituyo los contenedores de hielo seco (foamy) por papel. La razón es por los problemas de la dioxina.

De igual forma, cubrir los recipientes con plástico autoadherible, es igualmente peligroso cuando se coloca sobre los alimentos para ser calentados en el microondas. Las altas temperaturas causan que peligrosas toxinas se derritan, separen del plástico y caigan en la comida. Se recomienda usar servilletas de papel en su lugar.

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miércoles, 16 de diciembre de 2009

GOBIERNO DE BULGARIA CONFIRMA YA TENER CONTACTO CON EXTRATERRESTRES


GOBIERNO DE BULGARIA CONFIRMA YA TENER CONTACTO CON EXTRATERRESTRES
DIRECCION DE LA NOTICIA Y VIDEO
http://hermandad-galactica.blogspot.com/2009/11/gobierno-de-bulgaria-confirma-ya-tener.html

El diario británico, Telegraph, publica hoy, 26 de Noviembre de 2009, que:

Los responsables científicos del gobierno búlgaro, entre ellos Lachezar Filipov, director adjunto del Instituto de Investigaciones Espaciales de la Academia Búlgara de Ciencias, confirmó la investigación, en la que las entidades extraterrestres contactadas, están respondiendo a 30 preguntas, formuladas por los responsables del gobierno, desde el Instituto de Investigaciones Espaciales de la Academia Búlgara de Ciencias.
Los extraterrestres están alrededor de nosotros, y nos están mirando todo el tiempo, aseveró el Sr. Filipov dijo a los medios búlgaros.
“Ellos no son hostiles hacia nosotros, más bien, quieren ayudarnos, pero no hemos crecido lo suficiente, a fin de establecer un contacto directo con ellos”.
Sr. Filipov señaló que incluso la sede de la iglesia católica, el Vaticano, ya ha declarado su existencia.
Así mismo, añadió que los humanos no iban a ser capaces de establecer contacto directo con los extraterrestres a través de ondas de radiotelescopios, pero sí a través del poder del pensamiento y frecuencias cuánticas.
“La raza humana sin duda va a tener contacto directo con los extraterrestres de forma generalizada y directa .
“Los extraterrestres son críticos con la conducta inmoral de la gente en referencia a la interferencia de los humanos en los procesos de la naturaleza.”
La publicación de los investigadores del BAS informe relativo a la comunicación con los extraterrestres viene en medio de una controversia sobre el papel, la viabilidad, y la reforma de la Academia Búlgara de Ciencias, en la que se asume la Exociencia en el marco de la Decisión 33/426 de la ONU.
Ciertamente, esta noticia es el primer reconocimiento Oficial de un Estado Miembro de la Unión Europea, de contacto efectivo con Inteligencia Extraterrestre en el marco de las relaciones Exopolíticas y la consolidación y reforma de de Academia Búlgara de las Ciencias. Como ya saben, Bulgaria es miembro de la UE desde el 1 de enero de 2007.
En este contexto, este asunto, dio lugar a la semana pasada a un acalorado debate entre el Ministro de Finanzas de Bulgaria, Simeon Djankov, y el Presidente Georgi Parvanov, en relación con este ya Reconocimiento Oficial.
Estamos a la espera de la traducción del informe BAS, para proceder a su publicación detallada en los próximos meses.

Fuente: Telegraph.co.uk 26 de Noviembre de 2009.
Instituto de Investigaciones Espaciales de la Academia Búlgara de Ciencias.

Publicado por lougalez en 16:08
Etiquetas: GOBIERNO-DE-BULGARIA-ONFIRMA-YA-TENER-CONTACTO-CON-EXTRATERRESTRES

LA CLAVE ES ¿DÓNDE TERMINA LA REALIDAD Y EMPIEZA LA FICCIÓN?


MASONES DE LA LENGUA ESPAÑOLA NEW YORK.

LA CLAVE ES ¿DÓNDE TERMINA LA REALIDAD Y EMPIEZA LA FICCIÓN?
Los objetivos del Grupo Bilderberg

Los objetivos del Club Bilderberg
Por Daniel Arellano

Siguiendo con esta sección dedicada a las conspiraciones, entrego este post que es una continuación del anterior. El mes pasado les conté que era el Grupo Bilderberg, quienes lo conformaban y las opiniones, a favor y contrarias, a que ellos son, en realidad, los dueños del mundo.
En esta oportunidad me gustaría contarles cuales serian los planes de esta organización secreta. Para saber algo de estos, me he basado en el libro “La Verdadera Historia del Club Bilderberg” de Daniel Estulin. Este escritor viene investigando al Club Bilderberg desde hace 15 años. Si bien se puede estar a favor o en contra de sus investigaciones, yo los invito a leerlas y que cada uno saque sus propias conclusiones.

Según Estulin, el Club Bilderberg espera, en un mediano plazo realizar las siguientes acciones:

“Un sólo gobierno planetario, con un único mercado globalizado, con un sólo ejército y una única moneda (aunque en realidad se planean 3 distintas monedas: el Euro, el Amero y una futura moneda asiática) regulada por un Banco Mundial.
Una Iglesia universal, que canalice a la gente hacia los deseos del Nuevo Orden Mundial. El resto de las religiones serán destruidas. (ya esta en proceso contra la verdadera Religión-la Catolica-, a partir de 1964)

Unos servicios internacionales que completarán la destrucción de cualquier identidad nacional a través de su subversión desde el interior. Sólo se permitirá que florezcan los valores universales.

El control de toda la humanidad a través de medios de manipulación mental. Este plan está descrito en el libro Technotronic Era (Era Tecnotrónica), de Zbigniew Brzezinski, miembro del Club. En el Nuevo Orden Mundial no habrá clase media, sólo sirvientes y gobernantes.
Una sociedad postindustrial de “crecimiento cero”, que acabará con la industrialización y la producción de energía eléctrica nuclear (excepto para las industrias de los ordenadores y servicios). Las industrias canadienses y estadounidenses que queden serán exportadas a países pobres como Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador, Nicaragua, etc., en los que existe mano de obra barata. Se hará realidad, entonces, uno de los principales objetivos del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América de Norte).

El crecimiento cero es necesario para destruir los vestigios de prosperidad y dividir a la sociedad en propietarios y esclavos. Cuando hay prosperidad, hay progreso, lo cual hace mucho más difícil la represión.
Cabe incluir en ello la despoblación de las grandes ciudades, según el experimento llevado a cabo en Camboya por Pol Pot. Los planes genocidas de Pot fueron diseñados en Estados Unidos por una de las instituciones hermanas de Bilderberg, el Club de Roma.

La muerte de cuatro mil millones de personas, a las que Henry Kissinger y David Rockefeller llaman bromeando “estómagos inservibles”, por medio de las guerras, el hambre y las enfermedades. Esto sucederá hacia el año 2050. “De los dos mil millones de personas restantes, 500 millones pertenecerán a las razas china y japonesa, que se salvarán gracias a su característica capacidad para obedecer a la autoridad”, es lo que afirma John Coleman en su libro ¨Conspirators’ Hierarchy: The Story of the Committee of 300. El doctor Coleman es un funcionario de inteligencia retirado que descubrió un informe encargado por el Comité de los 300 a Cyrus Vance “sobre cómo llevar a cabo el genocidio”. Según la investigación de Coleman, el informe fue titulado “Global 2000 Report”, “aprobado por el presidente Carter, en nombre del Gobierno de Estados Unidos y refrendado por Edwin Muskie, secretario de Estado”. Según este informe, “la población de Estados Unidos se verá reducida a 100 millones hacia el año 2050″.

Crisis artificiales para mantener a la gente en un perpetuo estado de desequilibrio físico, mental y emocional. Confundirán y desmoralizarán a la población para evitar que decidan su propio destino, hasta el extremo de que la gente “tendrá demasiadas posibilidades de elección, lo que dará lugar a una gran apatía a escala masiva”.

Un férreo control sobre la educación con el propósito de destruirla. Una de las razones de la existencia de la UE (y la futura Unión Americana y Asiática) es el control de la educación para “aborregar” a la gente. Aunque nos resulte increíble, estos esfuerzos ya están dando “buenos frutos”. La juventud de hoy ignora por completo la Historia, las libertades individuales y el significado del mismo concepto de libertad. Para los globalizadores es mucho más fácil luchar contra unos oponentes sin principios.

El control de la política exterior e interior de Estados Unidos (cosa ya conseguida a través del Gobierno de Bush), Canadá (controlada por Inglaterra) y Europa (a través de la Unión Europea).
Una ONU más poderosa que se convierta, finalmente, en un Gobierno Mundial. Una de las medidas que conducirán a ello es la creación del impuesto directo sobre el “ciudadano mundial”.

La expansión del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América de Norte) por todo el hemisferio occidental como preludio de la creación de una Unión Americana similar a la Unión Europea
Una Corte Internacional de Justicia con un sólo sistema legal.

Un estado del bienestar “socialista” donde se recompensará a los esclavos obedientes y se exterminará a los inconformistas y alborotadores”.
Estos serian los objetivos que Bilderberg espera llevar paso a paso para quedarse con el control total del mundo. Realmente da escalofrios pensar que uno de sus objetivos es hacer desaparecer a una gran parte de la humanidad.

Esperemos que nada de esto pase, pero no sería malo que nos sacudamos de la apatía que existe hoy en nuestra sociedad. Dejar de ser simples ovejas y tratar de estar a la altura de seres pensantes e interesados en el mundo que nos rodea. Esa es la clave para terminar con peligros como el que representaría Bilderberg

EL CAMINO MEDIO


EL CAMINO MEDIO
Radha Burnier,
The Theosophist’

uando hay manifestación, hay desarmonía. Esta es la situación casi todo el tiempo entre la gente, entre una persona y las circunstancias en las cuales se encuentra, etc. Pero armonía es uno de los deberes que tenemos que aprender para vivir rectamente. Esto significa que no lleguemos a ningún juicio rígido y rápido, algo que debemos practicar y comprender. Normalmente llegamos a un juicio en relación con varias cosas, pero debemos aprender a no llegar a una conclusión definitiva. Podemos tener una cierta opinión, pero al mismo tiempo darnos cuenta de que esa opinión puede estar equivocada, o en muchos casos muy limitada, y por consiguiente es sólo de valor temporal. Cada uno puede encontrar por sí mismo si su juicio es correcto o no, si es para ser considerado más ligeramente, o puesto de lado.

La Voz del Silencio dice: ‘Habiendo llegado a ser indiferente a los objetos de percepción, el discípulo debe buscar al Rey de los sentidos, el productor de pensamientos; el que despierta la ilusión.’ Lo que nos sucede en este nivel inferior de manifestación, el nivel físico, es que no nos damos cuenta de que nuestra visión de las cosas puede ser recta sólo hasta cierto punto; uno puede decir ‘no’ a algo o parcialmente ‘no’ a algo, y ‘si’ a algo más, pero tal visión puede estar equivocada. ¿Podemos mantener la mente en un estado en el cual no mantengamos esa visión como el juicio final? Hacemos inflexibles las experiencias por las que pasamos agarrándonos rápidamente a ellas, y sintiendo que esto es correcto. Actuar de acuerdo con lo que es correcto, o parece correcto en el momento, pero no agarrarse muy rígidamente, es difícil.

Pensemos acerca de esto un poco más. Es difícil actuar sin un motivo debido al sentido del ‘yo’. Pero, si no hay ‘yo’, o si el ‘yo’ no es fuerte, el motivo llega a ser menos fuerte. Así podemos hacer lo que pensamos que es correcto, pero pensamos que es una respuesta final. Esto es lo mismo que preguntar: ¿Estamos libres de atracciones y repulsiones, o gustos y antipatías? Hay algunas personas cuyas acciones parecen malas, y nos desagradan; pensamos que no están bien intencionadas, ¡pero quiénes somos para juzgar! Necesitamos no atribuir las acciones a la persona en cuestión, sino ver esto de manera diferente. Ésta es una de las lecciones que aprendemos del Nuevo Testamento. Jesucristo consideraba incluso a los más depravados, aquellos que no sabían cómo obrar, como sus amigos. Esa actitud es algo que tenemos que cultivar.

¿Podemos tener esa actitud de benevolencia por quienquiera que la necesite? El sentimiento de compasión, de cuidado, de deseo de ayudar a una persona: estas cosas marcan a la persona que está libre de motivación, de atracción y repulsión. Ella sabe que hay un elemento de lo divino en todas partes. Los objetos existen, los sentidos están activos, la mente percibe, pero sin movimiento, sin desplazarse o moverse a cualquier parte; todo esto es parte del yoga.

El yoga no indica que uno tiene que llegar a ser indiferente a los objetos. Ellos continúan existiendo, los sentidos están activos, la mente percibe, pero ella está inmóvil. Desplazarse sin movimiento es una parte importante del aprendizaje, porque el movimiento viene del yo. Ustedes mismos pueden ponerse en el lugar de cualquiera sin moverse de un lugar a otro. Tal vez necesitamos meditar sobre esto, y aprender a conocer la naturaleza del movimiento. El camino medio conduce a un orden superior que hace posible vivir de manera diferente. También se le ha llamado el sendero del filo de la navaja, porque el filo es agudo hasta que aprendemos a transitarlo; entonces se hace fácil.

En las escrituras Cristianas se dice ‘estrecha es la puerta, y angosto el camino’. Ese es el camino que tenemos que recorrer. Parece difícil cuando es visto por la personalidad, pero la austeridad llega por sí misma cuando uno comienza a hollar el sendero. Llega naturalmente, no como algo que fue aprendido y practicado. Muchos de nosotros sufrimos de autoindulgencia; vemos algo muy atractivo y sentimos que tenemos que adquirirlo. ¿Podemos vivir una vida en la cual no hay ni austeridad ni autoindulgencia? Nos gusta comer algo o nos gusta tenerlo cuando no es bueno para nosotros. Indudablemente tenemos que poner atención al cuerpo para mantenerlo limpio y útil, pero cuando le ponemos demasiada atención, como mucha gente lo hace, eso no es bueno. Es observando que llegamos al estado de equilibrio. La memoria puede hacer una cantidad de daño a los seres humanos. ¿Puede la mente permanecer imperturbable? Ver que la mente trabaje sólo cuando sea necesario, es llegar a ser consciente y saber. En una carta, el Maestro escribió a Sinnett: ‘Recuerde que la expectación ansiosa no es solamente seria, sino peligrosa. Cada movimiento y latido del corazón despierta las pasiones. Los afectos no son para ser complacidos por aquel que busca comprender.’

Algunas veces la gente dice: quiero alcanzar tal y cual estado en la vida espiritual, pero desear no tiene nada que ver con eso. Es mejor no desear muy apasionadamente, muy intensamente los objetos que deseamos alcanzar. El deseo mismo puede impedir la posibilidad de alcanzarlos. Consideremos por nosotros mismos qué es el camino medio, no desde un punto de vista sectario o Budista, sino claramente de acuerdo con nuestro juicio presente. Una de las cosas que hace esto difícil es la presión que es puesta sobre nosotros por la sociedad, por nuestras familias y nuestros amigos. Ellos sienten que nosotros debemos comportarnos del mismo modo que ellos lo hacen. ¿Podemos permanecer internamente libres, no atados a una religión o a las circunstancias sociales en las cuales nos encontramos? ◙

lunes, 14 de diciembre de 2009

¿HUBO NAVIDAD ANTES DE CRISTO?


MASONES DE LA LENGUA ESPAÑOLA NEW YORK.

¿HUBO NAVIDAD ANTES DE CRISTO?

ANA MARIA BERTOLINI


La mitología relata muchas navidades que antecedieron a Jesús, que tuvieron lugar un 25 de diciembre y que fueron anunciadas por una estrella.

Es más: como Jesús, tales dioses surgieron de una virgen, tuvieron 12 discípulos, hicieron milagros, fueron traicionados, crucificados y muertos; y resucitaron al tercer día.

Un interesante video producido por la CNN y que puede verse en "www.zeitgeistmovie .com" ilustra sobre estas leyendas y explica por qué Jesús y los otros fueron el equivalente del Sol.

También lo hace el libro "Los misterios de Jesús. El origen oculto de la religión cristiana", de Timothy Freke y Peter Gandy.

La muerte y resurrección del Sol está ligada al solsticio de invierno en el hemisferio Norte (de verano, en el Sur), lo que ocurre en torno al 21 de diciembre, pero que debido a la precesión equinoccial, ocurría antiguamente el 25 de diciembre.

Hace dos milenios el cristianismo hizo nacer a Jesús ese día en Belén, de madre virgen; lo anunció una estrella; tres reyes viajaron al Este para adorarlo; fue bautizado por Juan; tuvo 12 discípulos; se lo llamó "rey de reyes" e "hijo de Dios"; Judas lo traicionó, fue crucificado y muerto, y al tercer día resucitó.

Pero resulta que 3.500 antes, en Egipto, un 25 de diciembre, había nacido Horus, apodado "verdad de la luz" o "hijo elegido de dios", quien tuvo 12 discípulos, fue bautizado por Anup y traicionado por Typhon, murió en la cruz y al tercer día resucitó.

Zeitgeist ingresa al Templo de Luxor y muestra las imágenes de su anunciación: la secuencia comienza con Thaw, quien le avisa a la virgen Isis que concibirá a Horus; luego Nef, el espíritu santo, impregna a la virgen para inmacularla y alumbrar a Horus.

Similar estructura se repite en otras culturas: Atis nació en Frigia, hace 3.200 años, de una virgen; una estrella lo anunció; hizo milagros, tuvo discípulos, lo crucificaron y resucitó.

Por el mismo tiempo, en Persia, Mitra nació de una virgen un 25 de diciembre, tuvo 12 discípulos, produjo milagros, murió y resucitó al tercer día, se lo apodó "la verdad" o "la luz" y curiosamente, se lo adoraba en domingo.

En Grecia, 500 años antes que Jesús, un 25 de diciembre y también de madre virgen, nació Dionisio, el "rey de reyes" o "único hijo de dios", quien transformaba el agua en vino y resucitó tras ser sacrificado.

¿Por qué todos comparten una misma fecha y forma de nacer, vivir y morir? Esto sólo adquiere sentido si se piensa que fueron a su tiempo una representació n del Sol.

En Zeitgeist se plantea que la secuencia del nacimiento de Jesús es completamente astrológica y que la estrella que lo anuncia y que apunta hacia donde sale el Sol (el Este), es Sirio.

En diciembre, Sirio se alinea con las tres estrellas más brillantes del Cinturón de Orión, conocidas como "Los Tres Reyes".

Así, los tres famosos reyes magos pudieron haber sido tres astrólogos o, en su defecto, una metáfora de esas tres estrellas que siguen a Sirio y que señala por dónde renacerá el Sol.

La virgen tampoco aludiría a María, sino al signo de Virgo, que en latín significa virgen y que astrológicamente es representado por una mujer con una espiga de trigo en la mano. El pan se hace con trigo y por algo Belén significa "Casa de Pan".

También se especula con que Cristo nació en septiembre, bajo el signo de Virgo y ascendente Piscis, signo que da nombre a la Era astronómica en curso, que comenzó con el cristianismo.

Para los antiguos el solsticio de invierno simbolizaba el proceso de la muerte: el 21 de diciembre, en el hemisferio norte, el Sol llega por el Sur al punto más bajo del horizonte, se "frena" cerca de la constelación de la Cruz del Sur y permanece allí, durante tres días, antes de cambiar de rumbo. Es el fenómeno que en astronomía se conoce como "Sol quieto".

El 25 de diciembre, el Sol reanuda su camino a la inversa, es decir, hacia el norte, a razón de un grado por día, anunciando jornadas cada vez más luminosas en el hemisferio boreal.

La creencia de que el hijo de dios murió en la cruz y al tercer día resucitó, se reduciría a un simbolismo astronómico: el Sol "muere" cerca de la Cruz del Sur y a los tres días "resucita", es decir, cambia de rumbo y le trae al Norte cada vez más luz.

Esto explicaría por qué Jesús, Horus, Atis y todos los otros, comparten el proceso de la cruz y del resucitar a los tres días.

Para Zeitgeist, los 12 discípulos son las 12 constelaciones zodiacales, que el Sol recorre anualmente; y la cruz cristiana es la Cruz del Zodíaco, que divide al año en cuatro estaciones.

Fuente:
http://www2. . lavoz.com. ar/nota.asp? nota_id=475863

DEEPAK CHOPRA - LAS SIETE LEYES ESPIRITUALES DEL EXITO

domingo, 13 de diciembre de 2009

CONFLICTO ARABE - ISRAEL


Relacionado con la Historia de donde viene el nombre de palestina

CONFLICTO ARABE-ISRAELI
Por Marcos Aguinis
Material recibido por gentileza de German David Tyberg


En múltiples oportunidades, integrantes de
nuestra Cadena Fraternal han pedido nuestra
opinión y material de esclarecimiento respecto
al conflicto árabe-israelí. Nos hemos abstenido
de hacerlo por nuestra carencia de suficientes
conocimientos históricos y elocuencia para
hacerlo. Ahora, sin embargo, hemos recibido
una extraordinaria síntesis del conflicto, que
consideramos puede ser adecuada para la
información de nuestros lectores.
Para aquellos que consideren inadecuado el
medio, nuestras disculpas. Para quienes muchas
veces han buscado una explicación de los
acontecimientos históricos y actuales que se
desarrollan en esta región del mundo, esta es
la oportunidad de oír una de las campanas,
tañida por un famoso autor como Marcos
Aguinis, que de acuerdo a nuestra opinión, no
pretende ser imparcial sino veraz.
José Schlosser.


El pequeño espacio que se disputan árabes y judíos se encuentra ubicado en un mal lugar, porque desde antiguo ha sido motivo de interminables luchas.
Las historias más viejas documentan pulseadas entre Egipto al sur y Mesopotamia al norte. Luego vinieron las sangrientas conquistas asirias, babilonias, persas, griegas, romanas, árabes, cristianas, turcas e inglesas, hasta llegar al día de hoy, en que se eterniza la confrontación entre pueblos arraigados a esa tierra que, para respaldar sus derechos, se basan en sus propias
narrativas.

Un chiste judío propone que los antiguos israelitas marcharon de Egipto a Canaán por la tartamudez de Moisés. Dios le ordenó: "Lleva mi pueblo a la Tierra Prometida, la tierra que mana leche y miel; llévalo a Canadá", y Moisés repitió a sus columnas con gran esfuerzo: "!Vamos a Can... can... na... án!".
Los fijó en el peor sitio del mundo.

El vocablo Palestina no existía. No es mencionado ni una vez en la Biblia ni en ningún otro documento de la antigüedad.
Los israelitas consiguieron unificar a las diversas tribus y pueblos que habitaban entre el río Jordán y el Mediterráneo. David, mil años antes de la era cristiana, había nacido en la aldea de Belén (Beth-léjem, en hebreo, "casa del pan") y convirtió en su capital al vecino y estratégico caserío jebuseo, ubicado a pocos kilómetros al norte; le impuso el nombre de Jerusalén (en hebreo, "ciudad de la paz"). Su hijo Salomón construyó el Templo y le dio aires de leyenda.

Después se produjo una escisión entre los habitantes del Norte y el Sur del pequeño país. El norte se llamó “reino de Israel” y el sur, “reino de Judá”. Los asirios conquistaron y destruyeron el reino del Norte. Siglos después los babilonios hicieron lo mismo con el del Sur. Unas siete décadas más
tarde el emperador Ciro, de Persia, auspició el regreso a Jerusalén de los exiliados de Judá, quienes ya habían empezado a cantarle Salmos de exquisita inspiración: “Si me olvidara de ti, oh Jerusalén,/ mi diestra se paralice/ y mi lengua se pegue al paladar”.

Luego de la breve conquista helénica, los macabeos recuperaron la independencia de Eretz Israel (Tierra de Israel), que duró hasta la conquista romana.
Los emperadores Vespasiano y Tito tuvieron que poner el pecho para frenar las sublevaciones judías y arrasaron Jerusalén, el Templo y varias fortalezas.
Pero la resurrección de Judea era un problema que no lograban impedir. No olvidemos que un agravio adicional a Jesús –herido con infinita crueldad y aparentemente derrotado– fue instalar sobre la cruz una sigla elocuente: INRI (Jesús Nazareno rey de los judíos). ¡Vaya rey!, se burlaron los romanos mientras se disputaban sus despojos.

¿Y Palestina?
Todavía nada, inexistente.
Un siglo y medio después de Cristo se produjo otra importante sublevación. Jerusalén estaba en ruinas, el templo arrasado, las fortalezas de Herodion y Massada hechas añicos. Un guerrero llamado Bar Kojba reinició la lucha, enloqueció a varias legiones y consiguió una relativa independencia. Los romanos tuvieron que mandar ochenta mil hombres al mando del famoso general Julio Severo. Cuando consiguieron penetrar en la última fortaleza de Bar Kojba tras un prolongado sitio, lo encontraron muerto, pero enrollado por una serpiente. El oficial romano
exclamó: "Si no lo hubiese matado un dios, ningún hombre lo habría conseguido". Adriano era el emperador de turno. El inolvidable libro de Marguerite Yourcenar, Memorias de Adriano, dedica muchas páginas a ese levantamiento. El emperador lucubró cómo poner un freno terminal a las reivindicaciones de los judíos por su querida Judea y venerada Jerusalén. Primero prohibió que
visitaran Jerusalén, convertida en una guarnición militar, y le cambió su nombre por el de Aelia Capitolina. Al mismo tiempo, cambió la denominación de Judea o Israel por Palestina.
¡En ese momento apareció Palestina por primera vez, en el siglo II d. C!
¿De dónde se obtuvo el vocablo? Fue otra ofensa romana. Palestina se escribía en latín Phalistina y hacía referencia a los filisteos, que la Biblia menciona desde Josué hasta David. Significa "pueblo del mar". Habían llegado desde Creta, probablemente tras la implosión de la civilización minoica y se establecieron en la costa sur del territorio. Jamás lograron conquistar el resto del país y terminaron integrados por completo al reino davídico, porque después dejaron de existir. Nunca más hubo filisteos ni grupo alguno que los reivindicase.
Se convirtieron en judíos. Quizás Einstein, Kafka, Marc Chagall, Arié Sharón o Golda Meier y muchos de nosotros descendemos también de antiquísimos filisteos convertidos en judíos; ¿quién lo puede saber?

La palabra Phalistina, además, no tuvo suerte. A ese territorio –que adquirió relevancia extraordinaria por la Biblia, base del cristianismo y luego del Corán– los judíos lo siguieron llamando Eretz Israel (tierra de Israel), los cristianos Tierra Santa y después los árabes la bautizaron Siria Meridional. Los cristianos fundaron el efímero reino latino de Jerusalén en la primera Cruzada y durante el Imperio Otomano se convirtió en una provincia irrelevante:
Vilayato de Jerusalén. El país perdió brillo, se despobló y secó. Viajeros del siglo XIX como Pierre Loti y Mark Twain testimonian en sus escritos que atravesaban largas distancias sin ver un solo hombre.

El nacionalismo judío y árabe nacieron cerca. El judío a fines del siglo XIX y el árabe a principios de XX. Este último floreció en Siria, a cargo de pensadores y activistas cristianos que recibieron influencias europeas. Los sirios acusaron a los sionistas, es decir, a los nacionalistas judíos, de haber inventado la palabra Palestina para quedarse con Siria Meridional. En realidad, había resucitado como una palabra neutra frente al desmoronamiento del Imperio Turco.

La presencia judía en Tierra Santa fue una constante y el alma judía añoraba año tras año, siglo tras siglo, milenio tras milenio, la reconstrucción de Eretz Israel con intenso fervor, parecido al que, mucho antes, había florecido junto a los nostálgicos ríos de Babilonia. Nunca dejaron de repetir: "¡El año que viene en Jerusalén!". A fines del siglo XIX, empezaron a llegar oleadas de inmigrantes que se aplicaron a edificar el país con caminos, kibutzim, escuelas, institutos técnicos y científicos, forestación obsesiva, universidades, teatros, naranjales, una orquesta filarmónica, aparatos administrativos. En 1870 fundaron en Mikvé Israel la primera escuela agrícola de la región.

Cuando terminó la Primera Guerra Mundial, Palestina fue desprendida de Siria y quedó en manos del conquistador británico por mandato de la Liga de Naciones. Quienes nacían en esa tierra eran palestinos, fuesen judíos o árabes. Antes de la independencia que volvió a recuperar la palabra Israel, los judíos se llamaban a sí mismos palestinos. Y hablaban de “volver a Palestina”.
El actual Jerusalem Post se llamaba Palestine Post y la Filarmónica de Israel se llamaba Filarmónica de Palestina. ¡Pero eran entidades judías! Los antisemitas de Europa, toda América y Africa del norte les gritaban: “¡Judíos, váyanse a Palestina!” Palestina era reconocida como el hogar de los judíos, incluso por quienes los odiaban.

Los árabes tardaron en tomar conciencia de su propia identidad nacional. Al principio, hasta saludaron como beneficiosa la presencia del sionismo, como lo atestigua el encuentro entre Weizman, presidente de la Organización Sionista Mundial y el rey Feisal de Irak. Pero Gran Bretaña, advertida de la compulsión judía por su emancipación, cortó dos tercios de la Palestina que le habían adjudicado e inventó el reino de Transjordania, donde instaló al hashemita Abdullá, hijo del Sherif de La Meca. Cometió el delito de quitar derechos a los judíos, que reclamaban parte de ese territorio y lo conviertió en el primer espacio Judenrein (limpio de judíos) antes del nazismo, porque no permitía que allí se instalase judío alguno. Tenebroso antedecente, desde luego. Pronto Gran Bretaña advirtió que sus aliados en la zona eran los árabes, no los judíos, y creó la Liga Arabe en 1945, para mantener su poder colonial. Olvidó que estaba allí para favorecer la construcción del un Hogar Nacional del Pueblo Judío, el único que de forma permanente y con grandes sacrificios exigía la reconstrucción del país que les había dado su gloria. Es cierto que algunos judíos preferían que esa misión la cumpliese el Mesías y otros se volcaron a la causa de
la revolución comunista, pero el núcleo central se agrupó en torno al sionismo, palabra que significaba –simple y elocuentemente- el renacimiento nacional y social del pueblo que más agravios, persecuciones y matanzas había sufrido en dos mil años.

Después de la segunda Guerra Mundial arreció la demanda emancipadora judía. La potencia colonial llevó el caso a las Naciones Unidas para provocar su condena. El tiro le salió al revés: las Naciones Unidas votaron el fin del Mandato Británico y la Partición de Palestina en dos Estados, uno judío y otro árabe (no establecía que alguno se llamase Palestina, sino que eran parte de
Palestina). Los judíos celebraron la resolución, pero los países árabes en conjunto decidieron violarla sin escrúpulos y barrer "todos los judíos al mar", como lo atestiguan documentos de la época. El secretario general de la Liga Arabe amenazó con efectuar matanzas que dejarían en ridículo las de Gengis Khan. La guerra, por lo tanto, se presentaba como un hecho inminente. Y
apuntaba a un nuevo genocidio, pocos años después del Holocausto. No había pudor en seguir asesinando judíos. Ni siquiera los que rechazaban semejante conducta propusieron una condena rotunda y eficaz.

El flamante Estado de Israel (nombre que adoptó, basado en la expresión hebrea Eretz Israel) no tenía armas –¿quién las vendería a un cadáver?– y debió enfrentar a siete ejércitos enemigos con las uñas y los dientes. Fue una lucha desesperada. ¡Los israelíes no contaban con un solo tanque ni un solo avión! La mayor parte de su armamento fue robado o arrancado a los británicos. Numerosos combatientes eran espectros que acababan de arribar, luego de sobrevivir en los campos de exterminio nazis. O triunfaban o morían. Fue la guerra en que cayó la mayor cantidad de judíos. En algunos lugares recurrieron a estratagemas para impulsar la rendición o la huida de sus enemigos, en otros atacaron sin clemencia. Sabían qué les esperaba en caso de ser vencidos. Los árabes estaban fragmentados entre quienes defendían sus tierras y quienes habían invadido y luchaban sin convicción. Al cabo de varios meses, con treguas que eran quebradas por alguno de los bandos, se llegó al Armisticio y el trazado de fronteras arbitrarias.

Como consecuencia de esa guerra desigual –iniciada por los árabes–, aparecieron los refugiados. Refugiados árabes y refugiados judíos. Estos últimos eran los ochocientos mil judíos expulsados de casi todos los países árabes en venganza por la derrota. Los recibió Israel, pese a sus dificultades iniciales, y los integraron a la vida normal, pese a que en ese tiempo y durante varios años debió sufrir un interminable bloqueo y mantener un estricto racionamiento. Los seiscientos mil refugiados árabes, en cambio, fueron encerrados por sus “hermanos” en campamentos donde se los aisló y sometió a la pedagogía del odio y el desquite. Transjordania usurpó Cisjordania y Jerusalén Este, medida que justificaba su cambio de nombre; a partir de 1949, en efecto, se empezó a llamar Jordania (ambos lados del río Jordán); Egipto se quedó con la Franja de Gaza. La ocupación árabe de esos territorios duró 19 años.

En esas casi dos décadas, ¡jamás se pensó ni reclamó crear un Estado árabe palestino independiente compuesto por Cisjordania, Jerusalén oriental y Gaza! Ningún presidente, rey o emir árabe o musulmán visitó Jerusalén oriental, convertida en un villorrio sucio e irrelevante. No se permitía que los judíos fuesen a rezar al Muro de los Lamentos. Sólo después de la Guerra de los Seis Días (conflagración que se produjo por la insistente provocacion árabe), se produjo la ocupación israelí de esos territorios y otros más (toda la península del Sinaí, los altos del Golán y trocitos de Transjordania).

Entonces la historia pegó un brinco. La Guerra de los Seis Días cambió la relación de fuerzas en el conflicto árabeisraelí. Digo bien, porque hasta ese momento no era un conflicto palestinoisraelí.
Los árabes de Palestina se llamaban "árabes de Palestina", no "palestinos". La diferencia es importante. Como señalamos más arriba, también los judíos se llamaban palestinos a sí mismos. El enfrentamiento se daba entre el Estado de Israel y todos los Estados árabes que habían intentado destruirlo desde antes de su nacimiento, violando la sabia y ecuánime resolución de las
Naciones Unidas, que ordenaba la erección de un Estado árabe y un Estado judío, lado a lado, con vínculos económicos fraternales. Esa partición, votada en la Asamblea General el 29 de noviembre de 1947, se basaba en la distribución demográfica de entonces. A los árabes se les otorgaba sus principales ciudades (y casi todos los sitios bíblicos, además); a los judíos, sus ciudades, colonias y la mayor parte del desierto. Los judíos lo celebraron, aunque muchos con tristeza, porque se quedaban sin porciones ligadas a su historia nacional y religiosa.

La guerra que los Estados árabes se empecinaron en llevar adelante, con el manifiesto propósito de realizar una matanza "que pusiera en ridículo a Gengis Khan", produjo una catástrofe a ellos mismos. Hasta el día de hoy es sorprendente la falta de autocrítica por parte de esos Estados: iniciaron un conflicto cruel e innecesario, se privaron de tener un vecino moderno y estimulante
como Israel y ocasionaron el sufrimiento de sus hermanos más débiles radicados en Palestina. Además, no realizaron esfuerzos para integrarlos, sino que los persiguieron, discriminaron y hasta asesinaron en forma masiva, como en el Septiembre Negro de 1971. Allí cayeron más árabes palestinos por las balas jordanas y sirias que en todos los enfrentamientos con Israel. Antes y después cientos de miles tuvieron que pasar varias generaciones en campamentos, mantenidos por la limosna internacional. Es el único caso de un alto cupo de refugiados que no pudo ser resuelto en tantas décadas, pese a la inversión multimillonaria que nutrió a una burocracia enorme y corrupta. Se convirtieron en un material humano que recibe caudalosas inyecciones diarias de victimización y resentimiento. Por lo cual quedan imposibilitados de trabajar en forma sostenida hacia un futuro mejor.

El presidente de Egipto, Gamal Abdel Nasser, adquirió un fuerte liderazgo gracias a su empeño panarabista, su acercamiento con la Unión Soviética y su alianza con los países No Alineados (entre los que figuraban países cuya no alineación al capitalismo o comunismo era una grosera hipocresía, como China, Cuba, Yugoslavia). Consiguió formar con Siria la República Arabe
Unida, que era el comienzo de una federación destinada a unir todo el mundo árabe. Su propósito no entraba en contradicción con la existencia de Israel, según entendió este país, y David Ben Gurión le propuso integrarse a su proyecto. Nasser no quiso ni siquiera escucharlo y redobló su agresividad. Bloqueó el Estrecho de Tirán, que permite el acceso al Golfo de Akaba, y, de esa forma, pretendió matar el puerto israelí de Eilat. Manifestó que ansiaba convertir en realidad el sueño de arrojar a los judíos al mar mediante la demolición de Israel, como lo testimonia la prensa de entonces. Compró gran cantidad de armas para llevar a cabo ese propósito. Las súplicas internacionales destinadas a evitar otro genocidio resultaron estériles. Iba a realizar su ataque mediante una pinza mortal: Egipto desde el Sur y Siria desde el Norte.

Siria expresó su acuerdo mediante disparos cotidianos desde las alturas del Golán contra las poblaciones israelíes que rodeaban el bíblico lago de Galilea. Aba Eban, canciller de Israel, recorría angustiado las principales capitales del mundo para rogar que disuadieran al presidente egipcio. Fue inútil, porque Nasser llegó al extremo de exigir que las Naciones Unidas retirasen las tropas
que evitaban los choques entre ambos países; quería tener libre la ruta de su masivo ataque bélico. Ante un mundial estupor, el entonces secretario general de la ONU, el birmano U-Thant, le dio el gusto y ordenó la evacuación de esas tropas. Nasser tenía luz verde para iniciar los combates.

No sólo los judíos, sino millones de personas se conmovieron ante la inminencia de una tragedia que reproduciría el Holocausto. Fue entonces cuando estalló la Guerra de los Seis Días, porque horas antes del colosal ataque árabe la aviación israelí tomó la iniciativa y pudo cambiar el curso de la historia. Al principio las emisoras árabes mintieron a sus audiencias informando sobre
inexistentes triunfos. El primer ministro de Israel, Levy Eshkol, pidió al rey Hussein de Jordania que no se incorporase a la agresión de Egipto y Siria, porque Israel no quería un tercer frente. Pero Hussein, presionado por Nasser, avanzó sobre la Jerusalén israelí y otros puntos de la larga y accidentada frontera. Entonces Israel, luego de aplastar a los egipcios y sirios, tuvo que dirigirse también contra los jordanos. En esa contienda les arrebató Cisjordania, que usurpaba desde 1948.

La opinión pública internacional no podía salir del asombro. El diminuto Israel volvía a ganar. En los organismos internacionales el bloque comunista aliado con los árabes puso el grito en el cielo y exigió la devolución incondicional de los territorios conquistados, sin tener en cuenta -¡de nuevo!- la responsabilidad de Egipto, Siria y Jordania, ni exigir que firmasen la paz. Los verdaderos
territorios “conquistados” eran la península del Sinaí y las alturas del Golán, que no se consideraban parte de Palestina desde el trazado de fronteras que realizaron, con cierta arbitrariedad, las potencias coloniales luego del desmembramiento del Imperio Otomano. Técnicamente, Cisjordania y Jerusalén fueron "liberadas" de la ilegítima ocupación jordana, y la Franja de Gaza de la ocupación egipcia: los israelíes no lucharon contra los árabes-palestinos, sino contra Estados árabes poderosos que ocupaban buena parte de la Palestina histórica. Ya es hora de disipar esta confusión.

No obstante su victoria, Israel propuso grandes devoluciones territoriales a cambio de la paz. Como respuesta, la Liga Arabe se reunió en Khartum y, estimulada por Nasser, escupió a Israel los famosos “Tres No”. No negociaciones con Israel, No reconocimiento de Israel, No paz con Israel. Es decir, continuar con el odio y los enfrentamientos.
Israel, por el contrario, decidió en forma unilateral, que todas las mezquitas y los lugares sagrados del islam fueran administrados por autoridades musulmanas. Las ciudades y aldeas árabes debían estar a cargo de intendentes árabes democráticamente electos, muchos de los cuales, como el de Belén, permaneció en el cargo durante décadas y mantuvo excelentes relaciones con el gobierno israelí. Cientos de miles de árabes de Gaza y Cisjordania encontraron trabajo en las poblaciones de Israel. Los benefició el turismo, que habían desconocido hasta entonces. Parte significativa de sus productos eran comprados por los mismos israelíes. Se registraron encuentros entre judíos y árabes que habían sido amigos antes de 1948 e incluso se celebraron casamientos mixtos.

Después de la Guerra de Iom Kipur, en 1973 (también iniciada por Egipto), el nuevo presidente de Egipto, Anwar el Sadat, empezó a reconocer que no tenía sentido negar la existencia de un país tan sólido como Israel. Ante la sorpresa universal, decidió visitar Jerusalén. Aunque esperaba ser bien recibido, no esperaba que lo aplaudirían y agasajarían con una lluvia de júbilo y gratitud.
Empezaron las negociaciones con el duro Menajem Beguin y, en menos de un año, se firmó la paz entre ambos países. A cambio de la paz, Beguin aceptó entregar hasta el último grano de arena del desierto del Sinaí. Y no sólo arena: entregó aeropuertos, pozos de petróleo, rutas, centros turísticos y hasta ordenó la evacuación de la populosa ciudad de Yamit, construida entre Gaza y el
Sinaí, para que nada de Israel permaneciera en territorio egipcio. El encargado de evacuar por la fuerza a los colonos judíos fue Arié Sharón. Este general no imaginaba que, mucho después, debería repetir el operativo en la Franja de Gaza. Con esta cesión de tierras equivalentes a casi tres veces el tamaño de Israel, caía la acusación de su vocación expansiva, por lo menos entre quienes piensan con lógica. Por supuesto que esta paz fue duramente condenada por todos los demás países árabes.

En el tratado con Egipto, Israel prometió la autonomía de los árabes que habitaban Gaza y Cisjordania. Autonomía significaba otorgarles el manejo de todas las áreas, menos defensa y las relaciones exteriores. Es decir, no llegaban a la independencia ni soberanía. Así lo entendió Beguin, pero seguramente Sadat pensaba que la autonomía conduciría, de forma inexorable, a la independencia. La idea de los dos Estados que viven y prosperan uno al lado del otro, que nació en la saboteada partición de 1947, resucitaba con fuerza.

Gracias al contacto directo con los israelíes, que resultaba inspirador, los árabes de Palestina tomaron conciencia de su identidad nacional y se aplicaron a la conformación de una narrativa que les otorgase respaldo.

Se debe hacer justicia al fenómeno nacional palestino, que era irrelevante en la primera mitad del siglo XX. En el curso de los últimos años consiguió hacerse reconocer por la Liga Arabe, las Naciones Unidas y el mismo Estado de Israel. Desde 1948 (independencia de Israel) hasta 1967 (Guerra de los Seis Días), Falistín (Palestina, en árabe) había dejado de existir. Durante 19 años
una porción del mapa lo ocupaba Israel y la otra, Jordania y Egipto. Lo repito porque es esencial recordarlo.

En mayo de 1964 se fundó la OLP (Organización para la Liberación de Palestina), integrada por centenares de hombres que componían Al-Fatah, AlSaiqa y el Frente Popular para la Liberación de Palestina. Tres entidades eran laicas y se inspiraban en el apasionado nacionalismo que durante los años 60
acompañó la descolonización en Africa y Asia; la última entidad era marxistaleninista.
No estaban contaminados por el fundamentalismo islámico, que advino más adelante. En 1967 apoyaron la obsesión bélica del presidente Nasser, que concluyó en un desastre, como narré hace unos renglones: Israel derrotó a quienes pretendían aniquilarlo y se extendió desde el Canal de Suez hasta las alturas del Golán. Los árabes palestinos pasaron de la ocupación jordana y egipcia a la insospechada y mareante ocupación israelí.
La OLP eligió profundizar la vía terrorista en lugar de proponer negociaciones.
Siguió el modelo de los fedayines que Nasser había espoleado a cruzar la frontera de Gaza para cometer cientos de atentados. Además, se dedicaron a asaltar aviones, atacar aeropuertos, asesinar deportistas, poner bombas en ómnibus escolares, disparar contra viviendas civiles. Adquirieron notoriedad porque contrastaban con los sectores que aspiraban a conseguir un acuerdo pacífico.

Por esa época el gentilicio "palestino" se asociaba con la palabra "terrorista".
Pero, de a poco, fue otorgando resonancia a la expresión "pueblo palestino", que se refería ahora sólo a los árabes de Palestina. Se la martilló con vigor creciente, a pesar de que muchos aún negaban su existencia real. Muchos israelíes se seguían considerando tan palestinos como los árabes.
En 1970, la OLP había logrado constituir una fuerza considerable en Jordania, casi un Estado dentro del Estado, y decidió tomar el gobierno de ese país, que históricamente había formado parte de Palestina. En otras palabras, ya exisitía un Estado palestino llamado Jordania, hecho que la OLP no ignoraba, por supuesto, y pretendía sacar beneficio de esta sitaución. El rey Hussein reaccionó ferozmente y se calcula que sus tropas mataron a miles de "hermanos"
en septiembre de 1971, llamado desde entonces Septiembre Negro.
Las despavoridas columnas de Arafat huyeron hacia Siria, pero el presidente Assad les cerró la entrada con impiadosos cañones y ametralladoras. De forma poco clara –tal vez autorizados por Israel– llegaron al Líbano, donde también se empeñaron en formar un Estado dentro del Estado, con un laberinto de túneles y barrios controlados por completo, hasta que explotó la sangrienta
guerra civil.

La OLP controlaba el Sur y desde ahí lanzaba ataques diarios contra las poblaciones fronterizas de Israel. En 1974 consiguió ser reconocida por la Liga Arabe como "única representación legítima del pueblo palestino", noticia que puso en aprietos a la dirigencia árabe moderada. Menajem Beguin, que había firmado una generosa paz con Egipto, decidió silenciar las baterías palestinas del Líbano, que atacaban a diario, impiadosamente, centros civiles de Galilea.
Sus fuerzas llegaron rápido hasta Beirut y en el trayecto fueron recibidas con alivio, flores y alimentos por las poblaciones cristianas del Líbano sometidas a los asaltos de la pinza sirio-musulmana. Los dirigentes de la OLP tuvieron que huir a Túnez.

En noviembre de 1988, durante una reunión del Consejo Nacional Palestino en Argel, Arafat anunció el establecimiento del Estado Independiente de Palestina y aceptó las resoluciones 242 y 338 de las Naciones Unidas, que no son precisas, porque hablan de la devolución de los territorios conquistados: no dice “todos”. Esa inteligente decisión fue premiada al mes siguiente por Estados
Unidos, que aceptó iniciar un diálogo diplomático directo con la OLP. Los avances se quebraron cuando Arafat apoyó la invasión a Kuwait de Saddam Hussein, que lo enemistó con Occidente y con la mayoría de los países árabes que hasta ese momento lo habían sostenido.

En 1993 Shimon Peres e Itzhak Rabin decidieron "resucitar" al debilitado Arafat para conseguir la solución del largo conflicto. La primera Intifada había tenido el mérito de consolidar la flamante identidad nacional árabe-palestina, incluso entre los israelíes. Era un buen momento, entonces, para un reconocimiento recíproco y avanzar hacia la tan postergada paz. Se firmaron los acuerdos de Oslo, que les valió a los tres personajes citados el Premio Nobel de la Paz. Nació la Autoridad Nacional Palestina y empezó la transferencia de poderes. Los temas más difíciles quedaron para el final, cuando los aceitase una mayor confianza mutua.
Pero sucedió lo contrario, debido a la acción de los grupos armados autónomos que la Autoridad Palestina no quiso inhibir. Al-Fatah, liderado por el mismo Yasser Arafat, constituyó las Brigadas Al-Aksa, que cometían crímenes condenados en inglés y felicitados en árabe. Engordaban los grupos fundamentalistas Hamas y Jihad Islámica, que no aceptaban ningún acuerdo.

Arafat, en lugar de ejercer la posición del estadista que monopoliza el poder, seguía con las ilusiones del guerrillero que dejaba hacer a los terroristas para minar la resistencia israelí. Alcanzó cumbres del doble discurso. Condenaba cada atentado mientras estimulaba su multiplicación. Las primeras mujeres asesino-suicidas fueron jóvenes palestinas que calificó "rosas de nuestra
causa". Era evidente que mentía: su objetivo no era la paz con Israel, sino destruirlo con otros medios.

En el encuentro de Camp David durante la presidencia de Clinton, los palestinos habían logrado un avance que no hubieran soñado años antes: la pronta creación de un Estado árabe-palestino independiente sobre casi todos los territorios ocupados y la soberanía compartida de Jerusalén. Pero Arafat resistió las presiones, pateó el tablero y logró que los palestinos no dejaran de perder
la oportunidad de volver a perder la oportunidad... Regresó haciendo la “V” de la victoria (¿qué victoria?) mientras el primer ministro de Israel -que había cedido más de lo que hubiera aceptado Rabin-, volvió derrotado.
A los pocos días, con la pueril excusa de un paseo de Ariel Sharon por la explanada del Templo (que había consentido Jamil Jagrib, responsable palestino de seguridad), desencadenó la injustificada y criminal segunda Intifada, que duró cinco años, con miles de muertos por ambas partes, exacerbación del odio en lugar de la confianza y un empeoramiento profundo de la calidad de vida palestina.

El rechazo a las concesiones de Camp David fueron una siniestra repetición de los Tres No lanzados en Khartun. Bloqueó el camino de los acuerdos y cargó dinamita a la violencia. Pero consiguió que el mundo viese a los palestinos como la víctima inocente, inerme e indiscutible; por lo tanto, impermeable a cualquier crítica. Todo lo que hacían se justificaba por el martirio de la cruel
ocupación. De esa forma, nadie le exigió a la Autoridad Palestina que ejerciera el monopolio de la fuerza y pusiese fin a la metralla de los atentados. Nadie exigió que invirtiera en salud, educación y construcción en vez de armas los multimillonarios recursos que recibía de la Unión Europea y los Estados Unidos. Ni siquiera que terminase con la enorme corrupción que hasta un inte -
lectual palestino como Edward Said criticó encendido de rabia. Gran parte del dinero volaba hacia bancos extranjeros. La viuda de Arafat es ahora una millonaria que disfruta las delicias de París mientras se conmueve por el heroísmo de los suicidas (ni ella ni su hija piensan suicidarse, por supuesto).

Grandes desafíos enfrenta el nacionalismo palestino en este momento, un nacionalismo que nació secular y ahora ha caído bajo la influencia de la teocracia fundamentalista, que amenaza con provocar escisiones internas muy profundas.
¿Debemos repetir que nunca existió un Estado árabe independiente en Palestina? ¿que nunca Jerusalén fue la capital de ningún Estado árabe o musulmán, ni siquiera cuando Saladino expulsó a los cruzados, o el imperio turco se extendió por la región, o Jordania usurpó la parte oriental? Debido a esa carencia, el nacionalismo palestino racional y moderado necesita escribir una narrativa que le brinde respaldo, sin recurrir a la fabulación que lo haga insostenible. Debe resignarse a no alcanzar la vastedad, riqueza y resonancia de la narrativa judía, porque ésta tiene 3500 años de historia. El contraste es demasiado grande.

El Estado palestino no será la obra de un milagro, como no lo fue el Estado de Israel. Los judíos lo reconstruyeron con lágrimas, sudor y sangre. No fue un regalo de nadie. Antes de la independencia –vuelvo a insistir- los sionistas ya habían creado ciudades, kibutzim, caminos, universidades, teatros, colegios, sistemas de riego, orquestas sinfónicas, puertos, métodos para fertilizar el desierto, hospitales, museos, forestaciones, centros de investigación. Los palestinos pueden exhibir los derechos que les otorga un período de vida menor, en el que también derramaron lágrimas y sangre, además de nacer en ese territorio o extrañarlo desde el exilio. Pero no alcanza con sangre y lágrimas. Falta el sudor: ¡construir en vez de destruir!

Las últimas elecciones palestinas han complicado la situación, aunque muchos pensamos que la han vuelto más diáfana. Esas elecciones fueron ganadas de manera impecable por el grupo fundamentalista Hamas. Para conocer la ideología que lo sustenta, es obligatorio conocer su Pacto. Constituye una guía también impecable, ya que este tipo de organizaciones no anda con vueltas: dice lo que piensa y hace lo que dice. No nos perdamos algunas citas elocuentes.
En el preámbulo afirma: "Israel existirá y continuará existiendo hasta que el islam lo destruya, tal como destruyó a otros en el pasado". "El Movimiento de Resistencia Islámico (Hamas) es un movimiento cuya alianza es con Alá y cuya forma de vida es el islam. Su objetivo es izar el estandarte de Alá sobre cada porción del suelo palestino" (artículo 6). El artículo 7 expresa su ardiente antisemitismo: "El Día del Juicio Final no llegará hasta que los musulmanes se enfrenten a los judíos y los maten a todos. Entonces, los judíos se esconderán detrás de las rocas y de los árboles, y las rocas y los árboles gritarán: «¡Oh, musulmán, hay un judío escondido detrás
de mí! ¡Ven y mátalo!»". El artículo 22 es extenso, pero ofrece evidencias de su inspiración en los libelos que, a su vez, alimentaron el Mein Kampf, de Adolf Hitler. Reúne todas las calumnias que diferentes tendencias inventaron sobre los judíos. También manifiesta su alucinante carácter reaccionario. "Los judíos han conspirado contra nosotros durante mucho tiempo y han acumulado grandes riquezas materiales y gran influencia. Con su dinero, tomaron el control de los medios.
Con su dinero, provocaron revoluciones en distintas partes del mundo.
Estuvieron detrás de la Revolución Francesa, de la Revolución Comunista y de la mayoría de las Revoluciones. Con su dinero, crearon organizaciones secretas –tales como los masones, el Rotary Club y el Club de Leones–, que se están diseminando por el mundo con el fin de destruir sociedades y llevar a cabo los intereses sionistas. Estuvieron detrás de la Primera Guerra Mundial y crearon la Liga de las Naciones por medio de la cual podían gobernar el mundo. Estuvieron detrás de la Segunda Guerra Mundial, por medio de la cual lograron enormes ganancias financieras. No hay ninguna guerra en ningún lugar del mundo en la que ellos no intervengan".

Quienes suponen que Hamas se conforma con un Estado palestino que permita alguna coexistencia con Israel debe fijarse en el artículo 11: "La tierra de toda Palestina es un waqf islámico (posesión sagrada del islam) consagrado para futuras generaciones islámicas hasta el Día del Juicio Final. Nadie puede renunciar a esta tierra ni abandonar ninguna parte de ella".
Los ideales de un Estado árabe palestino, democrático y pluralista, donde tengan derechos no sólo los judíos, sino también los cristianos, quedan destruidos por el categórico artículo 13: "Palestina es tierra islámica. Esto es un hecho".
La guerra es orlada con febril exaltación. El artículo 33 borra cualquier duda: "Las filas se cerrarán, los luchadores se unirán con otros luchadores y las masas de todo el mundo islámico acudirán al llamado del deber proclamando en voz alta: ¡Viva la jihad! Este grito llegará a los cielos y seguirá resonando hasta que se alcance la liberación, los invasores hayan sido derrotados y logre -
mos la victoria de Alá".
No deja espacio para las iniciativas de paz, que son condenadas en otra parte del feroz artículo 13: "Las iniciativas de paz y las supuestas soluciones pacíficas, así como las conferencias internacionales, se contradicen con los principios de Hamas. Esas conferencias son un inaceptable medio para designar árbitros de las tierras del islam a los infieles. No hay solución sin la jihad. Las iniciativas, las propuestas y las conferencias internacionales de paz son una
pérdida de tiempo".
La demonización del sionismo permanece anclado en centenarios mitos paranoicos, cuya fuente falsa y venenosa no tiene pudor en revelar, como lo ilustra el artículo 32: "La confabulación del sionismo no tiene fin; después de Palestina querrán expandirse desde el Nilo hasta el río Eufrates. Cuando hayan terminado de digerir el área sobre la que hayan puesto sus manos, codiciarán
más espacio. Su plan ha sido diseñado por los Protocolos de los Sabios de Sión.
No hace falta ser avispado para advertir que proyectan sobre el diminuto Israel su propia hambre de expansión territorial. Son ellos quienes aspiran a un califato que se extienda desde el Atlántico hasta Indochina, y luego más.
En sus escuelas enseñan que España pertenece al islam y deberá ser recuperada. El objetivo más alto no es ahora la creación de un Estado palestino, sino la victoria universal de la fe y la legislación islámicas. Su programa aspira a que rijan las leyes de la sharía, imposibles para la civilización occidental. Como lo expresa el delirante artículo 22, hasta la Revolución Francesa es abominable y seguro que las tres famosas palabras –libertad, igualdad, fraternidad– serán sospechosas.

A Hamas, sin embargo, no lo han votado por este programa teocrático-nazi, sino por la corrupción, ineficacia e hipocresía de Al- Fatah y los líderes de la Autoridad Palestina. Una encuesta revela que el 75% de los palestinos que votaron por Hamas aspiran a la solución de un Estado propio que conviva lado a lado con Israel. Hamas se ha presentado como la única opción que tenía las
manos limpias. Por lo tanto, no todo está perdido. Hamas deberá demostrar que seguirá con las manos limpias y que mejorará la calidad de vida de su pueblo. Para ello no sólo deberá terminar con la miliunochesca corrupción, suspender los atentados y postergar sus delirios de guerra perpetua, sino aplicarse con seriedad a construir el Estado palestino como los judíos construye -
ron su Estado de Israel.
Si no toma esta senda, es probable que sus mismos electores le den la espalda. Hamas no ganó por su fanatismo reaccionario y judeofóbico, sino por el desencanto de los palestinos. La irresponsable segunda Intifada, desencadenada por la hipócrita administración anterior, ha traído la parálisis de una solución negociada. Además, ha producido un incremento de muertes, represalias, desocupación y miseria. A Hamas ya no le alcanzará con lavarse las manos y
echarle la culpa de todo a Israel.

Por eso dije que el problema se ha vuelto más diáfano. Se conoce sin medias tintas qué piensan y quieren los que ganaron las últimas elecciones palestinas. No quedan dudas sobre su carácter judeófobo, ultramontano, fundamentalista y bélico. Pero Hamas necesita consentimiento internacional para recibir fondos. Tendrá que demostrar su virtud para liberar a la sociedad de los grupos armados autónomos, restaurar el orden público y darle sustento a una economía saqueada. Si pretende volver a recibir los miles de millones de dólares que la Unión Europea, Estados Unidos y otros países donaban a la Autoridad Palestina, tendrá que bajar los decibeles de su fanatismo y actuar con responsabilidad.
La mayoría de los israelíes no está entusiasmada con la ocupación de los territorios palestinos, si esa ocupación empeora su seguridad y su calidad de vida. Pero tomará decisiones unilaterales mientras la otra parte no sea una genuina socia para la paz. Lo ha hecho al retirarse del Líbano sin exigir contrapartidas, y lo ha hecho al retirarse de Gaza de la misma forma. Muchos opinan que fueron decisiones equivocadas. Comparto esa crítica. Ambas retiradas pretendían demostrar que Israel no desea mantener la ocupación de zonas donde hay mayoría árabe. La respuesta, sin embargo, no fue de comprensión ni de amistad, sino de misiles.
Vamos a profundizar otro poco el tema.

En un reportaje a una nena árabe de tres años y medio le preguntaron si odiaba. Dijo que sí, que odiaba a los judíos. ¿Por qué? Porque son monos y cerdos. ¿Quién lo dice? Lo dice el Corán.
Es verdad que el Corán lo dice, pero como todo libro religioso extenso, escrito en circunstancias históricas determinadas, exhibe expresiones contradictorias, algunas durísimas y otras más dulces que la miel. Igual sucede con la Biblia. Corresponde a los hombres interpretar esos textos y enfatizar sus contenidos nobles.
Históricamente el odio a los judíos fue más intenso entre los cristianos que entre los musulmanes. Los cristianos acusaban a los judíos de ser “los asesinos de Dios”, los musulmanes sólo de haber enmendado la Biblia para que no figurase el anuncio de la llegada de Mahoma. Ambos son hechos deleznables (de haber sido ciertos), pero más horrible, desde luego, es el primero.
Si “los” judíos pudieron “asesinar a Dios” –como se predicó durante centurias desde todos los púlpitos, ¿qué puede impedir que cometan otros crímenes, y de lo más atroces? Se los acusó de envenenar los pozos cuando había una peste (y se carneaba entonces judíos con entusiasmo enérgico), se los acusó de utilizar la sangre de niños cristianos para amasar el pan de la Pascua (¡?) (y nació el delirante y repetido libelo del crimen ritual, que llevaba a renovadas y jubilosas matanzas), fue el Shylock voraz por una libra de carne, fue el judío pobre que se despreciaba por sucio y débil o fue el judío rico que rapiñaba sin culpa, fue el personaje siniestro de Los Protocolos de los Sabios de Sión que redactó la policía secreta del Zar para estimular los pogroms, fue El
Judío Internacional del resentido Henry Ford, fue el Mein Kampf de Hitler, donde prometía hacer lo que finalmente hizo ante la indiferencia de la civilización occidental, fue Auschwitz.

El plan nazi de encerrar a todos los judíos mundo y exterminarlos como si fuesen cucarachas en base a un odio sedimentado durante siglos en Europa, tuvo un éxito casi total. En pocos años liquidó un tercio de ese pueblo gracias a la sistemática técnica industrial de la muerte. Ese plan recibió el apoyo del líder árabe de Palestina Haj Amin el-Husseini, gran mufti de Jerusalén. Este clérigo fanático, que espoleaba a destruir las comunidades judías porque importaban costumbres “degeneradas” como la igualdad de la mujer, la apertura de teatros y orquestas, la edición masiva de libros, los ideales de la democracia y el socialismo, se ofreció a colaborar con “la solución
final”. Viajó a Berlín por un largo período y prometió erradicar cada judío de Palestina y sus alrededores “con los métodos científicos del Tercer Reich”. Planificó erigir otro Auschwitz en Nablus, sobre las colinas de Samaria. Su lema, difundido por radios nazis, fue: “Mata a los judíos dondequiera los encuentres, para agradar a Alá y la historia”. Se fotografió varias veces con
Hitler. Apareció en los noticieros de cine haciendo el saludo nazi. También se reunió con el nazi y asesino croata Ante Pavelic, para sellar el mismo pacto.

Debemos tenerlo en cuenta, porque este dirigente fascista tuvo un protagonismo que la narrativa árabe quiere a borrar. No sólo organizó ataques contra las comunidades judías antes de la independencia de Israel, sino que se negó a aceptar la Partición decidida por las Naciones Unidas del 29 de noviembre de 1947 para el nacimiento de un Estado arabe y uno judío que viviesen lado
a lado y en fraterna colaboración. Como frutilla del postre, tuvo la “idea brillante” de ordenar a su gente que abandonase Palestina rápido, para permitir que Siria, Irak, Líbano, Egipto, Arabia y Transjordania pudiesen empujar a los judíos al mar sin tener que molestarse en esquivar la presencia de árabes en su camino. Esta orden se difundió como un incendio. Algunos se negaron a obedecerla y lucharon contra los judíos, otros –en especial en la Galilea- se limitaron a quedarse en sus casas y ahora son ciudadanos israelíes.

Recordemos que los árabes israelíes conforman el 20 % de la población total del país. ¿Cuántos judíos quedan en los Estados árabes? Mientras los Estados árabes pueden vanagloriarse de ser Judenrein, Israel es acusado de hacer discriminación étnica. ¡Qué hipocresía! Además, en Israel no existe ningún diario, radio o TV que incite al odio contra los árabes. En el mundo árabe, por el
contrario, casi no hay medio de comunicación que alguna vez, o muchas veces, deje de incitar el odio hacia los judíos e Israel. Un país no árabe como Irán, pero líder del fundamentalismo islámico, profirió en su Asamblea parlamentaria el grito “¡Muerte a Israel!” ¿No es escandaloso? ¿En la Knesset se profirió alguna vez una frase que invite a liquidar otro país?

El odio árabe aumentó de forma sustantiva cuando fueron derrotados en la guerra de la independencia (1948/9). No los había vencido una potencia colonial, sino una comunidad minúscula que ni siquiera contaba con un solo tanque ni un solo avión, como dije más arriba. El pueblo más inerme del planeta, más despreciado, que acababa de ser reducido a escombros por los nazis, el pueblo al que le habían cerrado los puertos antes, durante y después del
Holocausto, pudo triunfar. Era una insoportable herida que puso en marcha una febril venganza mediante la expulsión de casi todos los judíos residentes en países árabes. El sueño de Hitler de conseguir países Judenrein, ¡fue un logro árabe! (anticipado por los ingleses al decretar que no se afincasen judíos en Transjordania, como también he señalado).

Es importente insistir que los cientos de millones de refugiados judíos provenientes de Europa y del mundo árabe fueron recibidos e integrados en Israel, con esfuerzos enormes, desproporcionados a la riqueza que entonces tenía el país. Mientras los atendía, no era posible descuidar la seguridad de sus fronteras precarias. Esa tarea humanitaria sólo obtuvo la ayuda de los judíos afincados en la Diáspora, sin que los organismos internacionales se interesaran
siquiera en el asunto. El único país que más tarde aportó, pero por otras razones, fue Alemania, en concepto de devolución de los bienes que había rapiñado el régimen nazi a los judíos; no se trataba de reparaciones por los crímenes, que jamás pueden ser pagados.

Los refugiados árabes que produjo la indeseada guerra de la independencia de Israel, en cambio, fueron amontonados por sus “hermanos” en campos especiales, como prisiones de las cuales no podían salir, excepto en Jordania.
Jordania llevó adelante otra política, porque deseaba asimilar la Cisjordania a su propio territorio de una forma tan intensa que nunca más se la quitasen.
Pero tampoco puso fin a la existencia de refugiados en su territorio, por razones difíciles de explicar. O fácil de explicar: los refugiados eran un peón que podían lucir para victimizarse y recibir dinero. Por esta razón los países árabes recibieron en forma directa o indirecta fondos multimillonarios. Pero en lugar de utilizarlos para resolver el drama, los usaban para eternizarlo.
Consiguieron que los refugiados árabes de Palestina se convirtieran en el único caso de refugiados sin solución. Es importante poner énfasis en este punto, porque forma parte del conflicto árabe-israelí. A los largo del siglo XX no hubo dos, tres o diez millones de refugiados, sino ¡cientos de millones! Sí, cientos de millones. Todos, absolutamente todos, consiguieron resolver su problema. La única excepción ha sido la de los refugiados árabes, cuyo número original no llegaba al millón, un número parecido al de los refugiados judíos expulsados de los países árabes.

Tan firme fue la resistencia de los Estados árabes a resolver la cuestión de sus refugiados que, cuando empezó la explo -
tación petrolera intensiva en Libia y Kuwait y hacía falta mano de obra, sólo se permitía que fuesen hacia allí varones palestinos solos, para que su familia permaneciera en los campos como rehenes; luego de unos pocos años esos trabajadores, en lugar de afincarse en un sitio mejor, debían retornar a los ominosos campamentos.

Ese odio –sostenido e incrementado sin cesar- impide discernir por dónde pasa el camino que los llevaría al bienestar. Golda Meir pronunció una famosa reflexión: “Podemos perdonar a los árabes que asesinaron a nuestros chicos. No los podemos perdonar por forzarnos a matar los suyos. Sólo tendremos paz cuando ellos quieran a sus hijos más de lo que nos odian a nosotros”. Por desgracia, en algunos sitios ahora es peor: ciertas madres bendicen a sus hijos que se atan cinturones con explosivos para suicidarse en una operación criminal.
Con la técnica del “miente, miente que algo queda”, los antisemitas buscan imponer la versión de que el Estado de Israel es un producto artificial del Holocausto y fue “creado” de la nada por las Naciones Unidas. Falso, basta leer la prensa de entonces. Debemos insistir una y otra vez que la construcción del tercer Estado judío (los dos primeros están descriptos en la Biblia) empezó de
forma intensa en el último cuarto del siglo XIX, cuando todavía era dueño del Medio Oriente el Imperio Otomano y no había señales de nacionalismo árabe, que recién apareció en Siria a principios del siglo XX. El flamante movimiento sionista (movimiento de liberación nacional y social del pueblo judío) creó en 1903 el Keren Kayemeth Leisrael para reacaudar dinero con el cual comprar a los effendis radicados en Beirut o Damasco sus pobres tierras palestinas y erigir los primeros kibutzim en forma legal. También se usaba parte del dinero para una campaña frenética de forestación, la primera en la historia, que aún los Partidos ecologistas no se atreven a reconocer. El Imperio Turco miraba con sospecha estas actividades de crecimiento acelerado, máxime cuando Palestina era parte del marginal y pobrísimo Vilayato de Jerusalén.
Necesitamos machacar ciertos datos para entender mejor el conflicto árabeisraelí.
En 1909 nació Tel Aviv sobre dunas de arena, sólo habitada por arañas y can -
grejos.

En la década del ´20 los pioneros judíos fundaron la Universidad Hebrea de Jerusalén, entre cuyos primeros gobernadores de honor figuraron Albert Einstein y Sigmund Freud. También se creó la primera Orquesta Filarmónica del Medio Oriente, inaugurada por el director antifascista Arturo
Toscanini. Surgió el dinámico teatro Habima. Se estableció un Instituto de Ciencias en Rehovot, la Universidad Técnica en Haifa y la Escuela de Artes Bezalel en Jerusalén. Se fundó la Histadrut, primera central obrera del Medio Oriente, toda una revolución social. Se multiplicaron los kibutzim, moshavim, aldeas y ciudades, se tendieron caminos, abrieron puertos y fundaron instituciones educativas. Vastas extensiones desérticas se cubrieron con el manto esmeralda de los naranjales. Las colinas pedregosas y ardientes de Judea, devastadas por los dientes de las cabras y el abandono de siglos, empezaron a ser embellecidas por el color de los pinos que se plantaban en sus laderas. El pantano del extremo norte, Hula, generador de una epidemia sostenida de paludismo del que no se salvaba nadie, ni David Ben Gurión, fue poco a poco desecado.

La febril actividad judía inyectó a ese pequeño país más prosperidad del que existía en los grandes vecinos. Era un ariete ciclópeo de modernidad, progreso, cultura. Revolucionaba toda la región.
Y, sin embargo, ¡aún no se había producido el Holocausto ni las Naciones Unidas habían tomado cartas en el asunto! Pero había nacido el conflicto árabe-israelí. No tanto porque aumentaba el número de judíos ni porque estos judíos quitasen algo a los árabes. No. El conflicto radicaba en la oferta. Esa oferta era progreso, modernidad, ciencia, arte, estudios seculares, igualdad de la mujer, democracia. Una oferta que impulsaba a dejar la Edad Media. Gran insulto a los cavernarios.

El presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, el hombrecito de la sonrisa cínica y los ojitos de rata, envió una misiva de diez folios a Angela Merkel, canciller de Alemania que, luego de ser traducida, provocó un ataque de náuseas. Ella decidió no contestar. El iraní pedía la obscena colaboración de Alemania para destruir a Israel y el judaísmo, autores de todos los males que aquejan al mundo. Lo considera el mal absoluto, capaz de las peores atrocidades.
Llamea odio, además de fanatismo irracional. ¿Dónde radica el mal de Israel?
En sus virtudes, desde luego. Virtudes insoportables para quienes se empeñan en vivir como Mahoma en el siglo VII.

“La diferencia de Israel y Occidente con nosotros –ha dicho el líder del Hezabollah- es que ellos aman la vida y nosotros la muerte”. Para que no haya equívocos, Nasrallah suele gritar: “¡Amo la muerte!” Pulsión tanática igual a la de los nazis. Las SS usaban trajes negros y calaveras, porque también amaban la muerte y consiguieron su objetivo: 50 millones de cadáveres en Europa,
además de la ruina total de Alemania. El ayatollah Rafsanjani lo ha confirmado: “Con nuestra bomba atómica mataremos los 5 millones de judíos de Israel, y aunque Israel pueda enviarnos bombas de respuesta, sólo mataría 15 millones de iraníes, cifra despreciable ante los 1.300 millones de musulmanes que somos en el mundo”.

Los ojitos de rata y sus patrones de la teocracia fundamentalista quieren asesinar, porque suponen que los asiste un ideal superior. Empiezan con los judíos y seguirán con el resto, los enloquece una ensoñación parecida a la de sus maestros del Tercer Reich. Por eso Khomeini mandó oleadas de niños iraníes a la muerte para desmoralizar a los tropas de Irak, por eso Hezbollah y Hamás lanzan sus cohetes desde escuelas, hospitales y barrios superpoblados, para
que la respuesta israelí los asesine y puedan exhibir los cadáveres como prueba de la perversidad israelí.

Los cobardes organismos internacionales no han repudiado a Hezbollah y Hamás por el crimen de usar escudos humanos. Los medios de comunicación tampoco han mostrado desde donde disparan los fundamentalistas y son cómplices, por lo tanto, de falsificar la información sobre
cómo funciona el conflicto árabe-israelí.
En los tiempos de la postmodernidad importa cada vez menos por dónde pasa lo bueno y por dónde lo malo. ¿Interesa, por ejemplo, que los jóvenes israelíes sueñen con ser inventores y científicos, mientras los jóvenes de Hezbollah y Hamás sueñen con ser mártires? No, no interesa. ¿Interesa que en Israel no se predique el odio a los árabes, que constituyen el 20 por ciento de su población y viven mejor que en muchos otros países árabe, mientras entre los árabes son best seller Los protocolos de Sión y Mein Kampf, y en la TV egipcia se ha difundido una serie vomitiva donde los judíos extraen sangre de niños para bárbaros rituales? Lo único que interesa es que los palestinos parecen más débiles frente al poderío de Israel.

Pero, ¿acaso el conflicto es palestino-israelí o árabe-israelí? ¿No fueron los Estados árabes quienes frustraron la pacífica partición de Palestina en dos Estados? ¿No fueron los que iniciaron las grandes guerras del Medio Oriente? ¿No son los que expulsaron a todos sus judíos? ¿No són los que han evitado resolver el drama de los refugiados?
El conflicto no es palestino-israelí, sino árabe-israelí o, mejor dicho, un conflicto entre la modernidad democrática y un autoritarismo revestido de variadas tendencias que se mezclan con fijaciones teocráticas o nostalgias medievales. Israel es el país más vulnerable del planeta, rodeado por un mar de fundamentalistas, predicadores alucinados y dictadores que ansían barrerlo de mapa. Es la frontera de la racionalidad, la legalidad, el pluralismo, la libertad y la democracia. Por eso es inmoral dejarlo solo.