sábado, 21 de enero de 2017

ESCUELAS INICIATICAS


ESCUELAS INICIATICAS

Por Constant Chevillon


Estas escuelas tuvieron su principio muchísimo antes de que se escribiese la historia de las actividades humanas y, en todas las épocas sus miembros estuvieron dispuestos a servir los mejores intereses de los pueblos enseñándolos y guiándolos para recibir los mayores beneficios posibles de la vida, con el menor sufrimiento; sin embargo, la historia revela que no todos estuvieron dispuestos a aceptar las verdades «¡que hacen libres a los hombres!».
Sus enseñanzas fundamentales, comenzando por las Coptas Egipcias primitivas y las pre-cristianas Gnósticas, no han cambiado jamás.
Cada época, sin embargo, ha requerido una nueva interpretación y una nueva aplicación de la LEY a las, necesidades del individuo y de las naciones.
En esta Nueva Edad, la obra de las Asociaciones Espirituales y Ocultas debe ser restablecida en el mundo con la misma fuerza que tuvo en épocas anteriores para que los pueblos puedan ser instruidos en la Ley y se capaciten para usarla en la obtención de la Iluminación y la Inmortalización del Alma, como único medio de salvar a la humanidad.
En los últimos tiempos sociedades pseudo-ocultas y organizaciones rosacruces imaginarias han destruido la confianza de muchos investigadores, estudiantes y aspirantes. El hombre tiene tendencias demasiado poderosas a aceptar como verdad las apariencias que le halagan. Pero esta confianza será restablecida.
LAS ENSEÑANZAS ESOTÉRICAS.

Cuando la mente de un individuo se ha abierto al pensamiento de que existe una ciencia más profunda que la que enseñan nuestras universidades -grandes y respetables por muchos de sus aspectos-, de que esa Ciencia Secreta debe ser estudiada al lado de las otras y lo intenta, inicia el proceso cultural-espiritual que la Sagrada Escritura llama «el ascenso de la escala de Jacob», que le conducirá, no precisamente al cielo, sino a la Iluminación de su mente y de su Alma, es decir: a la Iniciación, cuya consecuencia es la liberación de toda servidumbre de cuerpo, Alma y espíritu.
La mayoría sólo ha recibido enseñanza sobre las posibilidades de la vida material, e ignoran que poseen un Alma que pueden despertar y tornar activa, y cuyos poderes son más grandes, deseables y reales que todo lo que pueda apetecerse. Muchos continúan creyendo que una alta intelectualidad es la más apetecible y digna ejecución humana. Pero el intelecto no tiene acceso al mundo del Alma, al mundo de la Vida; su máximo poder consiste en dar explicaciones superficiales de las cosas, sin penetrar en su esencia y carece de poder vital para reformar al hombre y para crear fraternidad, en cambio, su naturaleza afectiva, llamada frecuentemente naturaleza divina, es la base de toda inteligencia y de todo poder verdadero y duradero.
El objeto primordial de estas enseñanzas es guiar al individuo hacia el interior de sí mismo hasta encontrar su propio Centro Metafísico y encender la Llama Sagrada sobre su Altar Interior Esta llama es el punto de contacto del hombre con la Fuente de todo poder y de todo Conocimiento. Proporciona un Centro Espiritual alrededor del cual puede construirse una vida fecunda, constructiva y feliz. Es la más alta experiencia que puede alcanzar el hombre según lo atestigua la literatura mística de todas las razas, incluyendo el Occidente. La genuina mística cristiana es rica en este tema; bastaría citar en este campo a Francisco de Asís, a Juan de la Cruz, o a Teresa de Avila . La Orden enseña al aspirante las leyes y principios que conducen a ella, pero es el aspirante quien tiene que hacer su propio trabajo. Es él quien tiene que aplicarlos en su vida diaria para obtener su desarrollo interior y el despertar de fuerzas que puede usar para lograr salud, fortaleza y vitalidad juvenil, así como para cualquier otro propósito personal o social.


Este entrenamiento obliga a vencerse a sí mismo y a obrar cada vez más de acuerdo con la razón y con la Ley del Amor; es sencillo, natural y se lleva como parte de los quehaceres diarios, pues no es incompatible con ninguna actividad o empresa correcta, ni prohibe ningún placer positivo. Multiplica la capacidad para el trabajo, purifica los sentidos, robustece la mente, desarrolla la sensibilidad y acrecienta y ennoblece la capacidad de goce, aun cuando también, por ley de polaridad, la capacidad para el dolor. No busca el domino de los demás, sino la inspiración y el poder para servir en forma eficiente y desinteresada; e impulsa a robustecer e independizar la voluntad y la mente y a acrecentar la capacidad de juicio y de discernimiento para hacer, antes que todo, hombres verdaderamente libres y, sobretodo, responsables.
Paso a paso, y a veces imperceptiblemente, el neófito gana en fuerzas para enfrentarse a las circunstancias particulares de su vida por adversas que sean. Aprende a despertar sus propias fuerzas y a ejercer sus propios poderes. Aprende a cultivar las emociones del corazón y del Alma y a actualizar en sí sus poderes, energías y posibilidades latentes, para alcanzar la plenitud de su vida y llevar a la manifestación la Sagrada Llama, para que arda sobre el Trono en el Centro de su ser y se convierta en Hermano de la Luz, o Hijo de Dios.
Una vez que el hombre alcanza cierto grado de desarrollo interno puede comunicarse con los Centros Jerárquicos, abiertos a quienes por una vida pura y creadora, alcanzan estos dones. Existen en los Espacios Superiores centros de Amor, de Poder, de Energía, de Bondad, que corresponden a todos los conocimientos y condiciones posibles al hombre. No sólo es factible ponerse En contacto con esos Centros, sino que pueden alcanzarlos una inmensa cantidad de individuos que hoy malogrando su tiempo mueren en mitad de su carrera. o despiertan demasiado tarde para remediar su insensatez. Beethoven, por ejemplo, estaba por naturaleza afiliado a los Centros Musicales y recibió su inspiración de esos Espacios; Sócrates estuvo en contacto con los Espacios Filosóficos y el Alma plena del Profeta de Galilea tomó su inspiración del Centro más interno: el del Amor.
Nunca en la historia del mundo se ofrecieron oportunidades mejores que en la hora presente. Pero hombres y mujeres viven como en sueño, trabados por su propia debilidad y por la ajena, enceguecidos por ambientes y condiciones adversos o bobalicones y esclavizados por la opinión de los demás. Andan a ciegas, guiados por filosofías o religiones simbólicas y externas, dando tumbos de experiencia en experiencia, sin comprender las lecciones del dolor, de la alegría o de las pérdidas y sin saber el por qué de todo ello. El que recurre al entrenamiento oculto descubre por qué las sufre: comprende la razón del sufrimiento, el sentido del dolor, de la alegría y del esfuerzo, y a la luz de la filosofía, de la ciencia y de la experiencia de los que le han precedido en el camino, estudia y aplica los Medios que han de llevarle a realizar la Iluminación y la inmortalización de su alma, dentro de una vida creadora y positiva para sí mismo y para los que le rodean.
http://respetablelogiatehuti8.blogspot.pe/2015_12_01_archive.html

miércoles, 18 de enero de 2017

BUSCANDO LA MASONERIA ANDINA


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BUSCANDO LA MASONERIA ANDINA
Por: Juan Orrego Sevilla

La historia de mundo se compone datos y hechos, que en muchos casos son lineales, es decir, fácilmente comprendidos, explicados y conocidos. Pruebas y datos avalan dicha información que se pretende fidedigna. Sin embargo, existen manifestaciones y sucesos que escapan a todo intento de explicación posible, es decir, lógicos o racionales.

A continuación analizare aspectos de los pueblos de esta parte del continente andino, hace 20,000 años aproximadamente, se puebla esta zona de tribus o clanes nómadas, los agentes que lo componen tienen un origen étnico común, conforman y constituyen una misma raza. El estudio de nuestro pasado demuestra que dichos clanes o tribus nómadas, tenían un conocimiento cabal del proceso de la vida, muerte y renacimiento.

Se ha encontrado evidencia en muchas edificaciones y figuras hechas que los hombres andinos conocían el TRIANGULO y el MEANDRO, que los números 3, 5, 7 eran sagrados. Muchos de los santuarios manifiestan la unión de tres elementos (CIELO, TIERRA Y TRASMUNDO) y que el numero 12 este presente en nuestra cultura, por ejemplo: EN LA CULTURA TIAHUANACO EN El TEMPLO DE KALAT SALLAT, ven que el DIOS principal es representado con un turbante en la cabeza, colgando del turbante se ven 12 mechones de pelo, ¿Qué representa?, probablemente a las 12 divisiones del pueblo de los DIOSES DEL SOL.

La cultura TIAHUNACO erigió estructuradas colosales, eran sin duda constructores que dominaron y conocieron la GEOMETRIA y la FISICA. Que por su impulso religioso reproducieron los movimientos del SOL en relación con las estrellas. Estos CONSTRUCTORES “ANDINOS”, fundaron un nuevo imperio en la Ciudad Ombligo y por eso, es que, la ciudad esta construida en forma de triángulo ente el HUTANAY y TULLUMAYO y la vertiente del PUMACCHUPAN, así mismo nos sorprende que el Templo del KORICANCHA este edificado de ORIENTE a PONIENTE, haciéndonos conocer del bello ocultismo místico de tal hecho.

Al buscar nuestras raíces en lo ancestral, nos preguntamos, que raro proceso o hecho permitió a las razas o clanes primitivos de los pueblos asentados en el sur del continente, que caminan con los pies descalzos hace casi 20,000 años y con los sueños en blanco, proceder, a edificar arquitecturas majestuosas con solidez y simetría, denotando un buen dominio de las matemáticas.

Y como manejaron de manera sabia tres (03) instrumentos básicos par los CONSTRUCTORES que son: la PLOMADA, que les sirvió par la erección de los muros verticales, el NIVEL, para asentar regularmente la piedra en que se construían sus muros, el COMPAS que permitió la redondez de la torres de defensa, en las torres de vigía, en la simetría de las CHULPAS funerarias, etc., etc., a esto se suma que trabajaran maestramente la piedra que encuadro luego, perfectamente en las construcciones que hacían. Esto origino una casta de personas escogidas y seleccionadas, por poseer los conocimientos avanzados. Y que oficiaron de MAESTROS DE OBRA, tanto de las construcciones efectuadas en los tiempos preincaicos como incaicos.

Pero un día entre odios de una misma raza étnica, la noche negra se apodero de la nación, basto una cruz y una espada para destruir una cultura, desapareciendo cruelmente a los HH:.MM:. ANDINOS conocidos como APU HATUN RUNA y los constructores denominados ATIMURUNAS, pero, aunque el tiempo a pasado, ellos, nos dicen que no tenemos nada de que envidiar a las grandes concepciones cosmogónicas del planeta.

La cultura andina estaba impregnada de imágenes fantásticas para nuestros ojos y que han permanecido en silencio, replegadas en sus templos o construcciones y que preservan la sabiduría ancestral que tiende a ser y debe ser nuestro núcleo espiritual esencial en este nuevo milenio.

martes, 17 de enero de 2017

HIRAM ABIFF, LA TRADICIÓN LUCIFERINA




HIRAM ABIFF, LA TRADICIÓN LUCIFERINA

HIRAM ABIFF

Hiram Abiff, según la leyenda masónica de la Maestría Masónica, desciende del dios de la Luz en su expresión de Iblis, Samael…, permaneciendo ligado con el dios de la Luz o cornudo de la Iniciación Primordial del paleolítico superior.

Cuando en la iniciación o exaltación a la Maestría del Rito Escocés Antiguo y Aceptado el aspirante se tumba en la tumba simbólica de Hiram Abiff, se impregna de su espíritu luciferino y reproduce la transformación en el dios de la Luz o cornudo de la Iniciación Primordial, acto que después le ayuda a completar la iniciación.

En el Antiguo y Primitivo Rito de Memphis-Misraïm, Rito masónico mucho más minoritario que el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, al héroe Hiram Abiff le sustituye otra expresión del dios de la Luz: Osiris.

Tanto en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado como en el Antiguo y Primitivo Rito de Memphis-Misraïm, existe una gran riqueza histórica y unos grados de iniciación utilizables, por ello presentes en más de un caso como el de Hiram Abiff y su leyenda en el Rito Operativo de los Iluminados de Baviera de la Orden Illuminati y en el Rito Operativo de Memphis-Misraïm de la Societas OTO, los dos Ritos iniciáticos del Sistema de iniciación denominado Rojismo.

En este espacio, en varias ocasiones, se ha hecho mención de la leyenda de Hiram Abiff. Así, pues, nos resta darla a conocer. Conozcamos la historia y desarrollo de la más bella e iniciática leyenda masónica-iluminista-rojista jamás contada, en este apartado.


HIRAM ABIFF EN LA BIBLIA

De entre los varios personajes que con este nombre son llamados en la Biblia, el que los masones consideran maestro de maestros es Hiram Abiff, natural de Tiro, artesano fundidor y héroe de la leyenda masónica asociada al grado Maestro. La historia de Hiram Abiff que aparece en el Antiguo Testamento de la Biblia o en la Torah hebrea es la siguiente.

Cuando los hebreos volvieron a la tierra prometida, el rey David comenzó a construir el Templo de Jerusalem, el Templum Domini (El Templo del Señor). Tras la muerte del rey David, su hijo el rey Salomón, bajo la influencia del profeta Natán, prosiguió la construcción del templo. El lugar elegido para la construcción fue el famoso Monte Moria (relacionado con el término mara, es decir, visión, revelación).

En la obra, Salomón contó con la ayuda de un amigo de su padre David, Hiram, rey de Tiro en el siglo XI ANE, quien aportó una cantidad de material considerable para el edificio (oro, cipreses, cedros), acercándolos por mar al punto más próximo a Jerusalem. El rey Hiram de Tiro también le prestó algunos masones a Salomón para que éste culminase la gran obra que suponía la construcción del templo. Y Salomón como recompensa concedió al rey de Tiro la posibilidad de sacar de sus estados cada año 20.000 medidas de trigo, 20.000 de aceite…, entregándole unas veinte ciudades de Galilea y enviándole obreros para sus necesidades.

Hiram de Tiro, repleto de afecto, por último, le envió a Salomón un artista en quien moraba el espíritu de la sabiduría. Hijo de una mujer de la tribu Neftalí y de un trabajador del latón llamado Ur (fuego, luz), de nombre Hiram (vida eterna) y Abiff (padre mío, el fundidor), Hiram Abiff era un Maestro “lleno de sabiduría, de entendimiento y de conocimiento para hacer toda suerte de obras de bronce; y vino al rey Salomón, y fue quien hizo para él toda su obra”. (I Reyes, 7, 14).

Los obreros masones de Hiram Abiff quedaron divididos en aprendices, compañeros y maestros, y cada grado poseyó unos signos, unos toques y unas palabras secretas.

El Antiguo Testamento de la Biblia, sobre la evolución de la obra, nos dice:

“Hiram Abiff fundió dos columnas de bronce. Tenía cada una dieciocho codos de alto, y un hilo de doce codos era el que podía rodear cada una de las columnas. No eran macizas, sino huecas; el grueso de sus paredes era de cuatro dedos. Fundió capiteles de bronce para encima de las columnas; de cinco codos de altura uno y de cinco codos de altura el otro... Erigió primero la columna de la derecha y le dio el nombre de Jakin, y luego la columna de la izquierda y le dio el nombre Boaz. Como remate de las columnas había una especie de lirio. Así fue acabada la obra de las columnas”. (I Re 7, 15-22).

Según el Antiguo Testamento, tras esto, Hiram Abiff preparó más decoración del templo, fundiendo las obras en una conocida explanada cercana al Jordán.

Una cuestión distinta a la Biblia es la leyenda masónica del grado Maestro que tiene relación con Hiram Abiff.


LA LEYENDA LUCIFERINA DE HIRAM ABIFF

La leyenda de Hiram Abiff que aparece en la Maestría Masónica explica que estando cerca la terminación del templo, Salomón encargó a Hiram Abiff que realizase el diseño de todas las obras de decoración del templo. Éste instaló el taller de fundición en una explanada no lejos del Jordán y otorgó a los masones tres categorías: Aprendiz., Compañero y Maestro, enseñándoles signos, toques y palabras de paso. Habían 70.000 aprendices, 8.000 compañeros y 3.600 masones.

Cuando el templo estaba a punto de ser terminado, la reina de los sabeos Balkis, princesa cuya belleza era célebre en todo Oriente, viajó a Jerusalem para conocer a Salomón, pero el encuentro no resultó del todo afortunado. Balkis, tras conocer por el cuervo Hud-Hud un asunto relacionado con la cepa de vid que se encontraba junto al altar, recriminó a Salomón: “para asegurar tu propia gloria has violado la tumba de tus padres; y esta cepa...”. Y éste respondió con serenidad “que en su lugar elevaré un altar de porfirio y de maderas de olivo, que haré decorar con cuatro serafines de oro”. “Esta viña -dijo Balkis- ha sido plantada por Noé, tu antepasado. Al levantarla de cuajo has cometido un acto de rara impiedad. Por ello, el último príncipe de tu raza será clavado en este madero como un criminal. Pero el suplicio salvará tu nombre del olvido y hará llover sobre tu casa una gloria inmortal”. Balkis añadió que quería conocer a Hiram Abiff y, finalmente, lo consiguió. Tras conocerlo, argumentó que deseaba conocer a los masones y Salomón se negó. Pero el genial Maestro por excelencia, Hiram Abiff, subió en ese instante a un bloque de granito y con la mano derecha realizó un signo parecido a la T, relacionado con Tiro, Tubalcaín...; y los masones se reunieron y guardaron un silencio y una quietud asombrosos.

Algunos días después de los hechos narrados, Bedoni, ayudante y fiel discípulo de Hiram Abiff, sorprendió a tres compañeros: Fanor el sirio (albañil), Anru el fenicio (carpintero) y Matusael el judío (minero), planeando sabotear la obra. Y la obra resultó momentáneamente saboteada, provocando que un Bedoni desesperado por no haber advertido a tiempo a Hiram se lanzase a la ardiente lava. Hiram Abiff, desolado por el fracaso, se retiró llorando y entonces soñó el sueño más importante de su vida. Tubalcaín lo transportó al Monte Zión y al centro de la tierra y le transmitió la tradición luciferina más pura y excelsa:

“De la fundición que brilla enrojecida en las tinieblas de la noche se alza una sombra luminosa. El fantasma avanza hacia Hiram, que lo comtempla con estupor. Su busto gigantesco está presidido por una dalmática sin mangas; aros de hierro adornan sus brazos desnudos; su cabeza bronceada encarnada por una barba cuadrada, trenzada y rizada en varias filas, va cubierta por una mitra de plata dorada; sostiene en la mano un martillo de herrero. Sus ojos, grandes y brillantes, se posan con dulzura en Hiram y, con una voz que parece arrancada de las entrañas del bronce, le dice:

-Reanima tu alma, levántate hijo mío. Ven sígueme. He visto los males que abruman a mi raza y me he compadecido de ella...
-Espíritu, ¿quién eres? (pregunta Hiram)
-La sombra de todos tus padres, el antepasado de aquellos que trabajan y que sufren. ¡Ven! Cuando mi mano se deslice sobre tu frente, respirarás en la llama. No temas nada. Nunca te has mostrado débil...
-¿Dónde estoy? ¿Cuál es tu nombre? ¿Adónde me llevas? (dice Hiram)
-Al centro de la tierra, en el alma del mundo habitado. Allí se alza el palacio subterráneo de Enoc, nuestro padre, al que Egipto llama Hermes y que Arabia honra con el nombre de Edris...
-¡Potencias inmortales! (exclama Hiram) Entonces es verdad. ¿Tú eres...?
-Tu antepasado, hombre, artista..., tu amo y tu patrono. Yo fui Tubalcaín.

Llevándole como en un sueño a las profundidades de la tierra, Tubalcaín instruye a Hiram Abiff en lo esencial de la tradición de los cainitas, los herreros, dueños del fuego.

En el seno de la tierra, Tubalcaín muestra a Hiram la larga serie de sus padres: Iblis, Caín, Enoc, Irad, Mejuyael, Matusael, Lamec, Tubalcaín...

Y entonces le transmite a Hiram la tradición luciferina: Al comienzo de los tiempos, hubo dos dioses que se repartieron el Universo, Adonai, el amo de la materia y el elemento tierra, e Iblis (Samael, Lucifer, Prometeo, Baphomet), el amo del espíritu y el fuego. El primero creó al hombre del barro y lo animó. Iblis y los Elohim (dioses secundarios) que no quieren que éste sea un esclavo de Adonai, despiertan su espíritu, le dan inteligencia y capacidad de comprensión. Mientras Lilith (hermana de Iblis, Samael, Lucifer, Baphomet...) se convertía en la amante de Adán (el primer hombre) enseñándole el arte del pensamiento, Iblis seducía a Eva y la fecundaba y, junto con el germen de Caín, deslizaba en su seno una chispa divina (según las tradiciones talmúdicas Caín nació de los amores de Eva e Iblis, y Abel de la unión de Eva y Adán).

Más tarde, Adán no sentirá más que desprecio y odio por Caín, que no es su verdadero hijo. Caín dedica su inteligencia inventiva que le viene de los Elohim, a mejorar las condiciones de vida de su familia, expulsada del Edén y errante por la tierra.

Un día, cansado de ver la ingratitud y la injusticia, se rebelará y matará a su hermano Abel.

Caín aparece ante Hiram Abiff y también le explica su injusta situación, añadiendo que en el curso de los siglos y los milenios, sus hijos, hijos de los Elohim e Iblis, trabajarán sin cesar para mejorar la suerte de los hombres, y que Adonai, celoso tras intentar aniquilar a la raza humana tras el diluvio, verá fracasar su plan gracias a Noé, que será “avisado por los hijos del fuego”.

Al devolver a Hiram a los límites del mundo tangible, Tubalcaín le revela que es el último descendiente de Caín, “último príncipe de la sangre” del Ángel de Luz e Iblis, y que Balkis pertenece también al linaje de Caín, que es la esposa que le está destinada para la eternidad”.

Tras regresar al templo conducido por Tubalcaín, Hiram Abiff está aturdido por el sueño y las visiones, acaba la obra y se une a Balkis.

Casi terminadas las obras del Templo de Jerusalem, tres compañeros que veían difícil ser admitidos en la Maestría Masónica, decidieron conseguirla por la fuerza. Apostados cada uno en una puerta del templo, invitaron a Hiram a desvelar sus secretos. Como éste no quiso revelarlos, cada uno le asestó un golpe (uno con una regla sobre el gaznate, otro con una escuadra de hierro sobre el pecho izquierdo y un tercero con un mazo en la frente) y lo hirieron de muerte. Los asesinos escondieron el cuerpo sin vida de noche en un bosque, plantando sobre su tumba una rama de acacia (símbolo de la inmortalidad y la Maestría). Hiram fue descubierto y vengado. Su cuerpo reposó en el Monte Zión, a unos pocos metros de la Puerta de Zión.


LEYENDA Y TRADICIÓN LUCIFERINA

Hemos apreciado varias cuestiones de interés: Hiram Abiff en la Biblia, la leyenda de la Maestría Masónica, el luciferismo de Hiram Abiff y sus antepasados, la tradición luciferina, etc. Repasemos algunos puntos de sumo interés.

El árbol genealógico de Hiram Abiff, según la tradición luciferina es:

1. El Dios Supremo y Desconocido
2. Iblis (Samael, Prometeo, Lucifer, Baphomet…) y Eva
3. Caín y Lebuda
4. Enoc y Naema
5. Irad y Naema
6. Mejuyael y Naema
7. Matusael y Naema
8. Lamec y Tsilla (Sela)
9. Tubulcaín y Naema
10. Ur y una viuda
11. Hiram Abiff y Balkis

Y la genealogía de Hiram Abiff de la tradición luciferina que acabamos de describir, sin lugar a duda, por tanto, se puede considerar totalmente “luciferina” o ligada al dios de la Luz por varios motivos:

-Hiram, el fundidor de Tiro, era hijo de una viuda de la tribu de Neftalí (I Reyes, 7-13) o de Dan. Esas dos tribus hebreas fueron las que volvieron al becerro de oro y renunciaron al elaborado por Moisés. Un hecho significativo.

-Hiram tuvo por padre a un tirio, también fundidor, llamado Ur. En hebreo, esa palabra significa “Luz”. Recordemos la importancia de la Luz con mayúsculas en toda la ruta luciferina.

-La leyenda de Hiram nos cuenta que éste fue instruido, durante un descenso al centro de la tierra, por Tubalcaín, su antepasado fundidor. Y Tubalcaín, por cierto la palabra de paso en la Maestría Masónica, es citado en el Génesis 4-22 de la siguiente forma: “Sela parió a Tubalcaín, forjador de instrumentos cortantes de bronce y de hierro. La hermana de Tubalcaín era Naema”. El rabí Simeón (a quien se atribuye el Zohar, el principal libro de la Cábala) nos aclara: “Naema era la madre de todos los demonios (sic), porque procedía del lado de Caín”. Naema es hermana y esposa de Tubalcaín, lo mismo que Isis es hermana y esposa de Osiris.

-Tubalcaín es un antepasado cercano de Hiram Abiff y la séptima generación nacida de Iblis (Samael, Prometeo, Lucifer, Baphomet…), el dios de la Luz y Ángel de Luz en la tradición judía, como se puede ver en el árbol genealógico de la tradición luciferina descrito más arriba. Con lo cual, podemos asegurar que Hiram Abiff tenía por antepasado directo a Tubalcaín e Iblis, el dios de la Luz.

-Todo lo expuesto no sólo muestra que Hiram Abiff pertenece a una genealogía “luciferina”, sino una clara ligazón de éste y sus antepasados con el dios de la Luz, llamado como hemos dicho Iblis (Samael, Lucifer, Baphomet, Prometeo…).

Los misterios relatados pertenecen a la Iniciación Primordial que fue a parar a las masonerías operativas de Egipto, de Israel… Recogidos por el escocismo y memphis-misraïm, por los Ritos de la Orden Illuminati y la Societas OTO, por el Sistema denominado Rojismo, esos misterios son fundamentales en la iniciación.

El deber de los iniciados es “descubrir” la auténtica tumba de Hiram Abiff para poseer su Luz y sus misterios. Así descubren de quien descienden y quienes son, alcanzando la transformación y la iniciación completa. La mayoría de buscadores de la tumba de Hiram Abiff dirigen sus pasos hacia el interior del templo, mientras otros, encabezados por el Rojismo y los Illuminati de todos los tiempos, los dirigen hacia el Monte Zión y las entrañas de la tierra.

http://www.proyectopv.org/2-verdad/hiramabiff.htm