martes, 13 de agosto de 2019

EL RITO MASÓNICO TEMPLARIO




EL RITO MASÓNICO TEMPLARIO

El Rito Masónico Templario es probablemente el rito más enigmático de toda la Francmasonería, puesto que a diferencia del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, el Rito de York y toda la gama de ritos masónicos existentes, el Rito Masónico Templario alude a su herencia templaría desde los grados azules.

Está considerado como el máximo legado de la Orden del Temple a la Francmasonería universal, y algunos historiadores afirman que éste pudo ser el primero de todos los ritos masónicos, el cual se fue degenerando hasta conformar el R.·.E.·.A.·. y A.·., el Rito de York, el Rito Francés, etc.


ORIGEN DEL RITO MASÓNICO TEMPLARIO

La fundación del Rito Masónico Templario es desconocida tanto para francmasones como para distintos expertos en historia y sociedades secretas, y es que su precisión tan exacta con respecto a la relación entre Templarios y el gremio de Artesanos de la edad media ha dejado a muchos teóricos estupefactos, al grado de revivir desde hace muchos años la teoría que postula que la Masonería desciende de la mítica Orden de los Pobres Caballeros de Cristo, mejor conocida como los Caballeros Templarios. Si a esto se añade el hecho de que la práctica del Rito Masónico Templario no es común en las logias de todo el mundo, y que fue mencionado en los panfletos que circularon en Francia durante la década de los sesentas, que demostraban históricamente lo dicho por los Dossier Secrets, entonces muchos especialistas han afirmado que el Rito Masónico Templario fue la primer pantalla que elaboro el Priorato de Sión para su encubrimiento después de la masacre templaría suscitada entre 1307 y 1314, de igual manera, como una manera de que su antiguo brazo guerrero (la Orden del Temple) perseverara.

El primer vestigio del Rito Masónico Templario apareció en Escocia en el siglo XIV, dos siglos antes de que fuese mencionada por primera vez la existencia de la Francmasonería y tres siglos previos a la edificación de la Gran Logia de Londres en el año 1717. Dicho rastro era un texto en prosa titulado “La Mère” (la madre), y narraba como una joven mujer hija de un maestro artesano de Paris es infiltrada por su padre como mucama a la prisión en donde yacía el Gran Maestre Jacques de Molay, con el fin de que el gremio de Artesanos de Paris pudiese ayudar de alguna manera a la Orden del temple en medio de la persecución.

El texto desapareció inexplicablemente en el siglo XVIII, pero su historia se mantiene vigente en rituales efectuados por Francmasones del Rito Masónico Templario, especialmente en el segundo grado y el grado trece, cuando según este Rito se revela el origen de la Francmasonería.

Especialistas en Templarios y Masones han confirmado que la leyenda de “Marie Ange y de Molay” (única del Rito Masónico Templario) pudo ser cierta, y más tomando en cuenta que muchos rituales francmasónicos de otros ritos, incluyendo el R.·.E.·.A.·. y A.·. y el de York, poseen símbolos de ella sin percatarlo.

El planteamiento de la historia o leyenda de “Marie Ange y de Molay” radica en una fusión entre sobrevivientes de la Orden del Temple con parte del Gremio de Artesanos de la Edad Media. La unión entre Orden y Gremio se dio en Escocia bajo el reinado del rey Roberto I Bruce, quien se convirtió por voluntad del propio Jacques de Molay en el nuevo Gran Maestre de los Templarios. La hipótesis sostenida en la tradición de la joven y el viejo Gran Maestre es más sólida en carácter histórico que la teoría postulada por el escritor John J. Robinsón en su libro “Nacidos en Sangre”, quien también se muestra convencido de la relación entre Templarios y Masones. Pese a ello, no puede considerarse como un hecho dicha leyenda.

Los investigadores Michel Baigent, Henry Lincoln y Richard Leigh, escritores del Best Sellers “El Enigma Sagrado” y los especialistas españoles en Templarios Juan G. Atienza y Xavier Musquera argumentan que El Rito Masónico Templario demuestra mediante hechos que la “Carta de Larmenius” no es más que un fraude de asociaciones que se hacen llamar Neotemplarias.

ESTRUCTURA DEL RITO MASÓNICO TEMPLARIO
El Rito Masónico Templario siempre ha sido irregular o salvaje según los criterios establecidos por la Masonería, ya que carece de un mecanismo de estructuración jurídica como lo es un Gran Oriente o un Gran Priorato. Lo que en términos masónicos se conoce como bajo el cobijo de la bóveda celestial. Este hecho ha sido el causante de que incluso muchos militantes de la Masonería desconozcan la existencia del Rito Masónico Templario.

Las logias del Rito Masónico Templario son muy escasas y se encuentran principalmente en Europa, aunque militantes de este tipo de 3 Francmasonería han confesado tener presencia también en el continente americano. Pero como ya se dijo con anterioridad todas las logias masónico-templarías son irregulares y difícilmente podrán ser reconocidas por Grandes Orientes, lo que hace más difícil su expansión.

El Rito Masónico Templario consta de 13 grados, tres azules y diez filosóficos:

1. Aprendiz de Masón
2. Compañero Masón
3. Maestro Masón
4. Sublime Maestro e Íntimo Asistente Real
5. Director de Templos y Justiciero Hebreo
6. Gran Maestro Arquitecto
7. Arco Real
8. Soberano Príncipe Rosa-Cruz
9. Noaquita
10. Príncipe del Tabernáculo
11. Caballero de la Serpiente de Bronce y Soberano Gran Comendador de Templo
12. Caballero Kadosh
13. Caballero Templario




Se sabe que los Francmasones que alcanzan el máximo grado del Rito Masónico Templario pueden llegar a adquieren un nuevo estatus, por así decirlo, ya que son candidatos para conformar una Orden de caballería completamente jerárquica y secreta, la cual es conocida como la Orden de los Caballeros Templarios (considerada como la misma que fundo Hugues de Payen e intento destruir Felipe IV de Francia). Cabe destacar que es muy difícil poder aspirar a ser miembro de la Orden del Temple, aun cuando se posea el máximo grado del Rito Masónico Templario, puesto que se considera como el nec plus ultra de la Francmasonería mundial.

Investigadores de las sociedades secretas postulan que la Orden del Temple encubre su subsistencia mediante la presencia de todos los Ritos Francmasónicos existentes, principalmente el Rito Masónico Templario, y toda la serie de teorías que se han formulado sobre el cuidado de un enigma que podría derrumbar las bases de la sociedad moderna.

Existe en el Rito Masónico Templario la figura del Gran Maestre y es considerado como el sucesor en línea directa de todos los Grandes Maestres de la Orden del Temple. El Gran Maestre es el líder de la Masonería azul y filosófica del Rito Masónico Templario, y a su vez, funge como principal cabeza de la Orden de los Caballeros Templarios. No se sabe con certeza quienes han ocupado este puesto, lo que hace aún más secretas a este tipo de prácticas masónicas. Teóricos de conspiraciones han manifestado abiertamente muchos nombres de distintos ámbitos, entre los que destacan el político y el artístico, de esta manera se ha comentado que el actual Gran Maestre del Temple es el ex presidente francés Jacques Chirac; recientemente, también corrió el rumor en panfletos parisinos que el actual Gran Maestre es el Presidente Electo de Norteamérica, el demócrata Barack Obama. En el medio artístico y literario se han escuchado nombres como los de Francis Bacon y Alejandro Dumas.

Algunas publicaciones europeas de dudosa procedencia afirman que el último Gran Maestre del Rito Masónico Templario fue el estudioso francés de los mares Jacques Yves Cousteau y que desde su muerte no ha surgido un candidato apto para ocupar el puesto. Otros defensores de esta hipótesis sostienen que el Gran Maestre se dará a conocer en público en el año 2010, trayendo consigo la edificación del Primer Gran Oriente del Rito Masónico Templario a nivel mundial, y por lo tanto el resurgimiento de los Templarios en todo el planeta.


EL RITO MASÓNICO TEMPLARIO Y EL PRIORATO DE SIÓN

Conviene poner de relieve que no existe ninguna lista oficial o definitiva de los Grandes Maestres de la Orden del Temple. Ninguna relación de esta clase ha llegado hasta nuestros días. Los archivos del propio Temple fueron destruidos o desaparecidos y la recopilación de Grandes Maestres más antigua que se conoce hoy en día data de 1342, es decir, treinta años después de la supresión de la Orden y 225 años después de su fundación. A causa de ello, los historiadores, al preparar listas de los Grandes Maestres se han basado en los cronistas contemporáneos.

Previo a que el mundo conociese la existencia del supuesto Priorato de Sión en los textos encontrados en la Biblioteca Nacional de Francia titulados los Dossiers Secrets, el Rito Masónico Templario argumentaba y sigue refutando que la Orden del Temple no tuvo 23 Grandes Maestres, sino que fueron 21. Según la mayoría de las listas de los Grandes Maestres del Temple, André de Montbard (tío de San Bernardo) no sólo fue cofundador de la Orden sino también su Gran Maestre entre los años de 1153 y 1156, aunque otras versiones lo sitúan desde 1154. No obstante, según el Rito Masónico Templario y los Dossier Secrets, André de Montbard jamás fue Gran Maestre, sino que, al parecer, siguió actuando entre bastidores hasta su muerte.

En la mayoría de las listas Bertrand de Blanchefort aparece como el sexto Gran Maestre del Temple, asumiendo el cargo después de André de Montbard. Según el Rito Masónico Templario, Blanchefort no fue el sexto Gran Maestre sino el cuarto, asumiendo tal privilegio en el año de 1153. Años después, los Dossier Secrets concluyeron lo mismo.

Algunas listas de Grandes Maestres colocan a Everard des Barres como el tercer Gran Maestre, pero se sabe que la figura del Gran Maestre, de acuerdo con las constituciones del propio Temple, debía ser elegido mediante un capitulo general en Jerusalén y tenía que residir en dicha ciudad. Las investigaciones revelaron que Everard des Barres era un maestre regional, elegido en Paris, que no piso Tierra Santa hasta muchos años después. Previo al resultado que arrojo esta investigación histórica, el Rito Masónico Templario y los Dossiers Secrets ya lo habían expresado, siendo primero el Rito Masónico Templario en hablar.

Los investigadores Michel Baigent, Henry Lincoln y Richard Leigh se dedicaron a examinar durante años todas las listas existentes sobre los Grandes Maestres de la Orden del Temple, llegando a la conclusión de que la lista expuesta por un libro de ceremoniales del Rito Masónico Templario que databa de 1778 era la correcta. Para su mayor sorpresa esa lista coincidía con la publicada en los Dossiers Secrets Henry Lincoln expreso para la BBC de Londres las siguientes palabras “la lista es correcta, tan correcta, de hecho, que parece ser fruto de información confidencial que ha perdurado en la penumbra durante casi setecientos años”.




Un ceremonial del Rito Masónico Templario es alusivo a las logias de la amistad (el reconocimiento mutuo entre ellas). Ceremonias de este tipo se practican en todos los ritos masónicos, pero ninguna es tan misteriosa como la que ejecutan logias del Rito Masónico Templario. Esta ceremonia recibe el nombre de “las raíces del olmo”, y consiste en plantar un olmo entre dos logias masónico-templarías como símbolo de su alianza.

Según los Dossiers Secrets, hallados muchos años después de que se supiese la existencia de esta ceremonia, hasta el año de 1188 la Orden de Sión y el Temple compartieron el mismo Gran Maestre. Así, Hugues de Payen y Bertrand de Blanchefort, por ejemplo, presidían simultáneamente ambas instituciones. Sin embargo, de 1188 en adelante, después de la “tala del olmo”, parece ser que la Orden de Sión seleccionaría su propio Gran Maestre, el cual no tenía ninguna relación con el Temple. Las fuentes establecen que el primero de ellos fue Jean de Gisors. También se dice que la Orden de Sión en ese año adopto un nuevo nombre que, al parecer, ha perdurado hasta estos días: la Prieuré de Sión.

Las crónicas son oscuras y están mutiladas, pero tanto la historia como la tradición confirman que en 1188 ocurrió en Gisors algo extrañamente raro que llevó aparejada la tala de un olmo. En los terrenos contiguos a la fortaleza había un prado llamado el Champ Sacré (el Campo Sagrado).

Según los cronistas medievales, el lugar era considerado como sagrado desde antes del cristianismo y durante los siglos XII había sido escenario de numerosos encuentros entre reyes de Inglaterra y Francia. En medio del Campo Sagrado se alzaba un viejo olmo. Y en 1188, durante una reunión entre Enrique II de Inglaterra y Felipe II de Francia,. Este olmo, por algún motivo que se desconoce, se convirtió en objeto de discusión seria, incluso sangrienta.


EL RITO MASÓNICO TEMPLARIO Y LA ORDEN DEL TEMPLE

La primera información histórica sobre los Templarios la proporciona un historiador franco llamado Guillermo de Tiro, que escribió entre 1175 y 1185. Guillermo de Tiro escribía sobre acontecimientos anteriores a su tiempo, acontecimientos que él no había presenciado o experimentado personalmente, sino que conocía de segunda o incluso de tercera mano. Sir Steven Runciman catalogo las fechas que da Guillermo de Tiro como confusas y rotundamente erróneas.

Según Guillermo de Tiro, la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y el Templo de Salomón se fundó en 1118. se dice que su fundador fue un tal Hugues de Payen, un noble de Champagne, vasallo del conde de la misma. Un día, sin ser requerido a ello, Hugues y ocho de sus camaradas se presentaron en el palacio de Balduino I, rey de Jerusalén, cuyo hermano mayor, Godofredo de Bouillon, había conquistado la Ciudad Santa diecinueve años antes. Al parecer, Balduino los recibió con mayor cordialidad, y lo mismo hizo el patriarca de Jerusalén, líder religioso del nuevo reino y emisario especial del Papa.

Guillermo de Tiro añade que el objetivo manifiesto de los Templarios era “en la medida en que sus fuerzas se lo permitiese, velar por la seguridad de los caminos y carreteras… cuidando de modo especial de la protección de los peregrinos”. Al parecer, este objetivo era tan meritorio que el rey puso toda un ala de su palacio a disposición de los nueve caballeros. Y a pesar de su juramento de pobreza, éstos se instalaron en tan lujoso alojamiento. Dice la tradición que sus aposentos estaban edificados sobre cimientos del antiguo Templo de Salomón y que de ello sacó su nombre la nueva Orden.





Durante nueve años, nos cuenta Guillermo de Tiro, los nueve caballeros no permitieron que nadie más entrase en la Orden. Se suponía que seguían viviendo en la pobreza, una pobreza tan grande que en los sellos oficiales aparecen dos caballeros a lomos de un solo caballo, lo que da a entender, no sólo fraternidad, sino también una penuria que les impedía tener monturas para todos.

No obstante, parece ser que en el plazo de un decenio la fama de los Templarios se extendió por toda Europa, las autoridades eclesiásticas les dedicaron grandes elogios y ensalzaron sus cristianas empresas. En 1128 o poco después un opúsculo alabando sus virtudes y cualidades fue publicado nada menos que por San Bernardo, abad de Clairvaux y principal portavoz de la cristiandad en aquel tiempo.

La mayoría de los nueve caballeros regresaron a Europa, donde se les tributó una bienvenida triunfal, orquestada en gran parte por San Bernardo. En enero de 1128 se convocó un concilio eclesiástico en Troyes, en el que San Bernardo volvió a ser el espíritu guía. En dicho concilio los Templarios fueron reconocidos oficialmente y constituidos en orden religiosa-militar.

Hugues de Payen recibió el título de Gran Maestre. Él y sus subordinados serian monjes-guerreros, soldados-místicos, en los que la austera disciplina del claustro se unía a un celo marcial.

En 1139 el papa Inocencio II promulgo una bula según la cual los Templarios no debían lealtad a ningún poder secular o eclesiástico salvo al Papa.

Durante los dos decenios que siguieron al concilio de Troyes la Orden se expandió con una rapidez y a una extraordinaria escala. Cuando Hugues de Payen visitó Inglaterra a finales de 1128 fue recibido con gran adoración por el rey Enrique I. En toda Europa los hijos menores de las familias nobles se apresuraban a enrolarse en la Orden, y de todos los rincones de la cristiandad llegaban inmensos donativos en dinero, bienes y tierra.

Todo esto es lo que narra Guillermo de Tiro sobre los Templarios. Sin embargo, existía por aquellos tiempos un historiador oficial al servicio del rey. Se llamaba Fulk de Chartres, y escribía, no cincuenta años después de la fundación de la Orden, sino durante los años en que se llevó a cabo la 8 misma. Lo curiosos es que Fulk de Chartres no menciona a Hugues de Payen, a sus compañeros y a nada relacionado.

Según Guillermo de Tiro, la Orden del Temple fue fundada en 1118, tenía al principio nueve caballeros y no admitió nuevos reclutas hasta 1127. Consta claramente en los anales, sin embargo, que el conde de Anjou (padre de Geoffrey Plantagenet) ingresó en la Orden en 1120, sólo dos años después de su supuesta fundación. Y en 1124 el conde de la Champagne, uno de los señores más ricos de Europa, hizo lo mismo. Si Guillermo de Tiro no se equivoca, no deberían ingresar nuevos miembros hasta 1127; pero, de hecho, en 1126 los Templarios habían admitido en sus filas a cuatro nuevos miembros. Si el conde de Anjou se hizo Templario en 1120, y si la Orden no admitió nuevos miembros durante los nueve años que siguieron a su fundación, ésta no dataría de 1118, sino de 1111 o de 1112.

Los últimos grados del Rito de York cuentan cómo año primero el de la fundación de la Orden de los Templarios según Guillermo de Tiro, que fue el 1118 de la era vulgar conforme a las expresiones masónicos del tiempo, y escriben como año la diferencia entre la era vulgar o año en curso y 1118.

Ejemplo, 2009 menos 1118 da como resultado 891, siendo este el año vigente para la comandancia de Caballeros Templarios del Rito de York El Rito Escocés Rectificado toma como año primero el de la destrucción de la Orden de los Templarios, que fue el de 1314, y escriben la diferencia entre la era vulgar y 1314, o sea 2009 menos 1314 dan como resultado 695, siendo este el año en curso para el Rito Escocés Rectificado.

A diferencia del Rito de York y el Rito Escocés Rectificado, el Rito Masónico Templario cuanta como primer año el de 1112, el cual coincide a la perfección con las evidencias históricas que datan sobre el verdadero origen del los Templarios. Estas evidencias son recientes, ya que fueron descubiertas durante el transcurso de la segunda mitad del siglo pasado, y desde el año de 1778 se conoce la manera de fechar por parte de los francmasones del Rito Masónico Templario.
Posted by emilio at 8:37 PM
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ANTIGUOS GUARDIANES DE LA SABIDURÍA





ANTIGUOS GUARDIANES DE LA SABIDURÍA

Varios Autores


Las serpientes han sido adoradas como animales sagrados desde tiempos inmemoriales. Los antiguos pueblos las asociaban con las esferas divinas y les adscribían muchos atributos místicos a estas criaturas ctónicas. Las serpientes eran identificadas con muchos fenómenos y su simbolismo es muy complejo. Las cualidades místicas del animal generalmente estaban asociadas con un rasgo dominante, esto es, el reptar, el cambio de piel, la forma, el veneno mortal, etc. No menos significativas eran las características conectadas con los lugares donde las serpientes moraban, tales como bosques, desiertos, mares, lagos, vasijas de agua y otras localizaciones. La serpiente era un símbolo de destrucción, así como un emblema de vida y fertilidad. Estaba relacionada con el elemento femenino, pero también era un símbolo fálico, la bíblica serpiente tentadora que condujo a los seres humanos al pecado, o una salvadora – la portadora del conocimiento y la sabiduría. Muchos antiguos dioses y entidades fueron representados como serpientes. Las serpientes también eran asociadas con cierta variedad de fuerzas naturales – este símbolo tenía una enorme influencia que no ha declinado siquiera en el mundo moderno.

Hay una conexión mística entre el simbolismo de la serpiente y el principio femenino. La serpiente que mora en las regiones ctónicas está en continua unión con la Madre Tierra, la que da a luz, alimenta y nutre, la fuente de la vida y la fertilidad. La conexión entre la serpiente y el elemento tierra indicaba su aspecto femenino, el principio de la fertilidad, la maternidad y la feminidad. Sin embargo, el elemento femenino no solo se refiere a la fertilidad y la maternidad sino también a todo lo que es misterioso, imprevisto, intuitivo e irracional. La Serpiente bíblica convence a Eva, no a Adán. El rival de Eva, la demoníaca Lilith [1] también es a menudo identificada con la serpiente. Muchas antiguas diosas fueron representadas como mujeres sosteniendo serpientes en sus manos. Entre ellas podemos encontrar personajes mitológicos tales como Hécate, Perséfone y Artemisa. La antigua diosa egipcia de la fertilidad fue llamada Renenutet y representada como mitad serpiente y mitad mujer. Su nombre significaba "renen" - "comida" y "utet" - "serpiente". En la antigua Grecia ella fue conocida como Thermutis [2]. También hay personajes mitológicos representados como serpientes en lugar de pelo, como las Erinias, Gorgonas o Equidnas, las demoníacas mujeres serpiente de la mitología griega. En Europa Central había una creencia común que indicaba que si entierras el pelo de una mujer bajo la luz de la luna, se convertirá en serpientes [3]. No obstante, la serpiente también era un símbolo fálico, una fuerza masculina fecundadora conectada con los rayos solares o los rayos y relámpagos. En este contexto, el rol masculino o femenino de la serpiente como un símbolo es altamente ambivalente.

Las diosas asociadas con las serpientes no solo eran deidades de la tierra sino también del inframundo, la oscuridad y el negro útero cósmico. Los antiguos griegos creían que el alma de una persona fallecida asume la forma de una serpiente. Ese es el motivo de que la serpiente fuera a menudo considerada como un símbolo ctónico, el poder personificado del inframundo, las oscuras fuerzas sobrenaturales, y la energía primordial de la oscuridad cósmica. A este respecto la serpiente era un símbolo del lado oscuro de la naturaleza humana, el principio oculto en el inconsciente. En la Qabalah, los niveles qlifóticos del Árbol de la Noche eran considerados un dominio de fuerzas representadas como serpientes o dragones. El dios egipcio Apofis [4], el demonio serpiente que amenaza al dios sol en su viaje diario a través del inframundo, podría ser un apropiado ejemplo. Ra tiene que luchar con Apofis todos los días durante su paso a través del Amenti. Los mitos egipcios describen cómo la serpiente demoníaca es matada por el dios sol y su sangre tiñe los cielos de rojo al amanecer. Apofis algunas veces es identificada con Set o el demoníaco Tifón - el monstruo de cabeza de dragón y piernas de serpiente. Otras serpientes demoníacas que aparecen en las mitologías del mundo son por ejemplo Leviatán, Jormungandr [5] o Vritra. Ahriman, la personificación persa del mal, aparece en representaciones con la cabeza de un león y una serpiente enroscada alrededor de su cuerpo. Sin embargo, no solo las temibles entidades demoníacas eran asociadas con las serpientes. La serpiente también era el atributo de deidades benévolas. Atum - el antiguo creador egipcio del mundo – era algunas veces representado como una serpiente. Las serpientes aparecen también como el atributo de Atenea. Varuna, el más alto dios de la religión védica, lleva el nombre de "Nagaraja", "Rey de las Serpientes". En las creencias hindúes se cree que las serpientes Naga son entidades demoníacas, a menudo representadas como mitad humanas, mitad serpientes, con cinco o siete cabezas. Sus roles y cualidades no son entera-mente negativas. La serpiente Ananta es el símbolo del Infinito. Sesha eleva la Tierra. Vasuki actúa como una cuerda que agita el mar y expulsa a otros demonios lejos de Shiva. En el folclore Hindú, las serpientes Naga son adoradas como patronas de la fertilidad. En el Tíbet son consideradas como deidades benévolas del agua que guardan los escritos budistas [6].

Es también digno de notar que las deidades, espíritus y demonios representados como serpientes a menudo estaban conectados con el agua. Esta visión debe mucho al simbolismo del aspecto femenino en el que el elemento agua siempre ha jugado un rol crucial. Leviatán, Jormungandr, así como otras entidades serpiente, a menudo eran criaturas acuáticas. Esto también se refiere a las deidades representadas como dragones, como la diosa dragón babilónica Tiamat (encarnando el concepto del agua salada) y Apsu (el agua dulce). La conexión entre las serpientes, dragones y el agua era el resultado de su naturaleza primordial y caótica. El caos primordial a menudo era descrito como las antiguas aguas a partir de las que todo el universo vio la luz. La naturaleza serpentina de los antiguos dioses implica por lo tanto su conexión con la energía primor-dial, el principio del caos, siendo la fuente del potencial creativo. Esto es altamente evocador de la energía Kundalini [7] que representa a la fuerza psíquica interna en la tradición del Tantrismo. También encontramos sus equivalentes en otras culturas del mundo. El uraeus egipcio es un símbolo de transformación a través de la ascensión, similar al proceso del despertar de Kundalini cuando asciende a través de los siete niveles tradicionales de energía, los chakras. Motivos similares se encuentran en Mesopotamia - el ascenso a través de los niveles del ziggurat, o el camino a través de los escalones hechos de siete metales en los rituales de Mitra. Kundalini es la fuerza que despierta y transforma la consciencia, conduciendo a la iniciación espiritual y el renacimiento de los sentidos.





El ascenso de la serpiente Kundalini indica también el papel de la serpiente como la mediadora entre los mundos – el inferior y el superior, la tierra y los cielos, o la tierra y el inframundo. El ejemplo mejor conocido de este concepto es el Caduceo, dos serpientes enroscadas alrededor de una vara coronada con un par de alas. Este símbolo ha sido conocido desde tiempos antiguos. En la antigua Roma representaba el equilibrio espiritual y moral. La vara denotaba poder, las serpientes - sabiduría, y las alas - diligencia. El Caduceo puede ser exitosamente comparado con las ideas Tántricas sobre la Kundalini como el emblema de la energía transformadora de la evolución humana. Esta energía es simbolizada por las serpientes ascendentes. Enroscadas alrededor de la vara, que representa al eje del universo, las serpientes encarnan el concepto de una precisa simetría mutua, el equilibrio activo de fuerzas opuestas. Representan a la tierra, a las fuerzas inferiores, a los instintos terrenales y al inframundo. El par de alas en la parte superior del Caduceo es el mundo superior, el símbolo del Espíritu. El Caduceo también era el atributo de Hermes/Mercurio - el mensajero de los dioses y el mediador entre los mundos. Hermes es el psicopompo que guía a las almas desde la vida terrenal al gran más allá, las conduce desde el mundo de los seres humanos al Otro Lado. La Alquimia atribuye a esta deidad una de las más importantes funciones en el proceso de transmutación. El Mercurio Alquímico representa al líquido inconsciente y a la energía dinámica que tiene una doble naturaleza - femenina y masculina, superior e inferior. Es el símbolo del complexio oppositorum. Sus otros nombres son Monstrum Hermaphroditus o Rebis. En la alquimia es el agente de transformación, dotado con un gran potencial creativo, inseparablemente conectado con otros conceptos de la serpiente. El Caduceo de Mercurio [8] también es un símbolo de la polarización de los opuestos, la integración de los elementos: vara - tierra, alas - aire, serpientes - agua y fuego. El mito griego sobre el profeta Tiresias, que fue transformado en una mujer después de que separara a dos serpientes que estaban copulando (el Caduceo) y en hombre de nuevo después de que hiciera lo mismo siete años después, muestra que se consideraba que la serpiente está estrechamente conectada con la transformación de los opuestos. Estas serpientes, así como las que se enroscan en el Caduceo, son Ida y Pingala de la tradición Hindú. Kundalini une los elementos opuestos: la tierra con el aire a través de su viaje ascendente, y el agua, el elemento femenino - cuando fluye a través del nadi izquierdo (Ida) con el elemento masculino del fuego - cuando fluye a través del nadi derecho (Pingala). En la última fase del viaje ocurre la síntesis de los opuestos - la serpiente se convierte en el dragón – la encarnación alada de la Quintaesencia.






Muchas tradiciones representan al dragón como la serpiente alada. Los dragones medievales tenían el pecho y los pies de un águila, el cuerpo de una serpiente, las alas de un murciélago y la cola rematada con una púa. Cada uno de es-tos elementos representaba una cualidad distintiva: el águila - el aspecto celestial, la serpiente – el misterio y el inframundo, las alas – el intelecto, la cola - la razón. Esta es, sin embargo, solo una de las numerosas interpretaciones del símbolo del dragón. Como la serpiente, el dragón era el mediador entre los mundos, encarnan-do aspectos particulares del universo y todos los elementos existentes en la Naturaleza. Cirlot observa que tanto el dragón como la serpiente personifican el ritmo de la vida en todo el universo, que es particularmente fácil de notar en el ejemplo de la tradición China:

"La asociación de dragón/relámpago/lluvia/fecundidad es muy común en textos arcaicos chinos, por cuya razón el fabuloso animal se convierte en el vínculo conectivo entre las Aguas Superiores y la tierra. Sin embargo, es imposible generalizar sobre el dragón a partir de la mitología china, porque hay dragones subterráneos, aéreos y acuáticos. 'La tierra se une con el dragón' significa que está lloviendo. Juega una parte como intermediario, entonces, entre los dos extremos de las fuerzas cósmicas asociadas con las características esenciales del simbolismo de tres niveles: el nivel superior de la espiritualidad; el plano intermedio de los fenómenos de la vida; y el nivel de las fuerzas inferiores y telúricas"[9].

Las serpientes enroscadas alrededor del Caduceo también recuerdan a la imagen de una serpiente enroscada al-rededor de un árbol, que es común para muchas culturas extendidas a lo largo de todo el mundo. Como la vara del Caduceo, el árbol simboliza el axis mundi, el eje conector de los niveles y dimensiones particulares de todo el universo - lo inferior (el inframundo, el infierno) son las raíces del árbol, mientras que los planos superiores y celestiales son simbolizados por las hojas y ramas. El tronco es el eje a través del que el alma puede viajar entre los mundos. Este concepto se corresponde con el Shushumna, el nadi central en el Tantrismo, a través del que la serpiente Kundalini hace su ascenso. La serpiente enroscada alrededor del árbol es también simbólica de la armonía de las fuerzas cósmicas. Generalmente esta imagen también incluye un águila sentada en la parte más alta del árbol. En este sentido, la serpiente es uno de los arquetipos fundamentales en la síntesis de fuerzas que constituyen el universo.

En mitos y leyendas la serpiente casi siempre es una criatura sabia, a menudo representada como personificación de la sabiduría y el poder. En la antigua Grecia la serpiente era sagrada para Atenea, la diosa de la sabiduría. En uno de los mitos ella es – en un sentido – la madre del hombre serpiente Erictonio y que fue dado a luz a partir del semen de Hefesto, eyaculado sobre el suelo cuando Atenea se le resistió y desapareció [10]. En Egipto la cobra era considerada como el símbolo del poder y el conocimiento, la sabiduría superior - tanto divina como real, el dominio de los faraones, hijos de los dioses. La serpiente alada, o el dragón, según algunos mitos, guarda tesoros, gemas y grandes riquezas escondidas en cuevas montañosas. Una función similar es algunas veces atribuida a las serpientes. Los Naga son guardianes de templos. También es la Serpiente la que guarda el Árbol del Conocimiento y la Fuente de la Inmortalidad. Estos tesoros son símbolos de conocimiento y sabiduría que solo pueden ser conseguidos por héroes fuertes y valientes que no temen al peligro. En un sentido esotérico, la búsqueda de tesoros guardados por reptiles primordiales es un símbolo de la Iniciación. Es un viaje espiritual en búsqueda del conocimiento perdido. La Serpiente bíblica es el seductor, descrita como el mal encarnado, el Adversario que conduce a los seres humanos a la eterna condenación. Su rol en el Jardín del Edén, sin embargo, podría ser interpretado de varias formas diferentes. Representa la alternativa a la salvación a través de Dios: el sendero de independencia y autorresponsabilidad. Es el iniciador de la humanidad y el emblema del sendero hacia la autodeificación.

Helena Blavatsky [11] observa que en las antiguas tradiciones mágicas el nombre "Serpiente" o "Dragón" fue dado a personas de conocimiento, adeptos iniciados [12]. Los gnósticos creían que la Serpiente personificaba el principio de la salvación. Muchas doctrinas gnósticas incluían el culto de la Serpiente, tal como por ejemplo los Naasenos (del hebreo na'ash - "serpiente"), o los Ofitas (del griego ophis). Ellos afirmaban que la Serpiente era el salvador de la humanidad porque enseñaba al hombre los secretos divinos que revelaba el verdadero conocimiento, la gnosis. En The Gnostic Religion Hans Jonas describió la historia gnóstica de salvación de la siguiente manera: la madre celestial, Sofía-Prunikos decidió destruir la obra demiúrgica de su hijo malévolo Ialdabaoth y envió a la Serpiente para que tentara a Adán y Eva para que rompieran los mandamientos de Ialdabaoth. El plan triunfó – ambos comieron los frutos del árbol prohibido. Pero cuando ellos lo hicieron, se hicieron conscientes de las fuerzas que existían fuera de su mundo que se habían alejado de sus creadores. Esta fue la primera victoria del principio trascendental sobre la fuerza que bloqueaba el acceso del hombre al conocimiento. Hasta ese momento el hombre era meramente el rehén de la Luz. El acto de la Serpiente marcó el inicio de la Gnosis sobre la tierra.

Los Ofitas fueron una de las sectas más tempranas del gnosticismo, activos en el siglo segundo en Siria y Egipto. En su doctrina la Serpiente simbolizaba el conocimiento que permitía la liberación de las ataduras del mundo terrenal. Era el iniciador del sendero individual del hombre, opuesto a las leyes del universo, y que conducía a la autosalvación. Pero también en las religiones gnósticas el simbolismo de la serpiente tiene una cierta ambivalencia. Allí está el Agathodaimon, representando las cualidades benévolas, y Kakodaimon, conectado con el elemento malvado. La serpiente gnóstica es Nous y Logos. A menudo es asociada con la fuerza femenina de Sofía/Enoia, La Que Da Nacimiento a Todo, el Anima Mundi. En este sentido, la serpiente representa la sabiduría humana, la intuición, la repetición, el ritmo y la creación. A diferencia de las enseñanzas de los Ofitas, otras doctrinas gnósticas incluían la conexión de la serpiente con la oscuridad primordial, el abismo cósmico y las aguas oscuras. No solo era la salvadora sino también la gobernadora y la esencia del mal existente en el mundo. Se pensaba que la gigantesca serpiente/dragón se enrosca alrededor del globo, circundando la tierra en su eterno abrazo. El tratado gnóstico Pistis Sophia afirma: "En la oscuridad exterior hay un gran dragón que tiene su cola en su boca"[13]. Esta serpiente es un símbolo arcaico, más a menudo referenciada como el Ouroboros. Este motivo aparece en muchas culturas, en Egipto, Grecia, etc. no solo como el símbolo gnóstico. El Ouroboros tiene un significado muy complejo. Representa al tiempo y al continuum de la vida, los cambios cíclicos en la Naturaleza, la muerte y el renacimiento. Sus imágenes algunas veces incluyen la inscripción "En to pan" (Uno es Todo). La serpiente devorando su propia cola representa el movimiento eterno. El Ouroboros se mata a sí mismo, se casa consigo mismo, se impregna a sí mismo, se devora a sí mismo y se da a luz asimismo - esta es la unión de los opuestos y la autosuficiencia primordial. Puede ser interpretado como la unión de los elementos masculino y femenino porque la mitad de su cuerpo es brillante y la otra mitad oscura. Implica la unión de principios opuestos, como en el símbolo chino del Yin-Yang en el que el Yang representa la fuerza masculina y el Yin - la femenina. El Ouroboros es por lo tanto otro ejemplo de una variedad de significados atribuidos al simbolismo dela serpiente y su conexión con los extremos: el positivo y negativo. Representa el estado de existencia primordial que contiene tanto la oscuridad como la luz, la destrucción y el potencial creativo. Esta es la oscuridad arquetípica de la consciencia humana.

También podemos encontrar el motivo de la serpiente cósmica enroscándose alrededor del globo en la tradición Vodou. Aquí es llamada Damballah y es representada como la serpiente inclinada hacia el sendero a través del cual el sol camina cada día. Algunas veces está unida con su contraparte femenina, Aida, el arco iris. Damballah es el patrón de las aguas y los pozos y ríos celestiales sobre el plano terrenal. Cuando se oculta en el mar, las aguas cósmicas le reflejan como el arco iris. Damballah y Aida forman una unión sexual. Ambos circundan el cosmos, como la serpiente enroscada alrededor de todo el universo [14]. El Ouroboros repta a través de cada localización y cada elemento, conectando el mundo en una armonía cósmica. Los Ofitas creían que la serpiente vive en todo objeto simple y en cada criatura única. Su doctrina reconocía siete círculos, niveles correspondientes a la estructura del universo. Esto es evocador del concepto Tántrico de la serpiente Kundalini que asciende hacia arriba a través de siete chakras. Los chakras representan los niveles del ascenso hacia lo Divino, como los ziggurats mesopotámicos que tenían siete terrazas dedicadas a dioses particulares, simbolizando la estructura del universo. El siete es el número a menudo mencionado en asociación con la Serpiente y el Dragón. En mitos y leyendas a menudo encontramos serpientes y dragones de siete cabezas. Casi todos los dragones de las antiguas mitologías tenían siete cabezas. Según Blavatsky, siete cabezas simbolizan los siete elementos de los que la Naturaleza y el ser humano están constituidos. La séptima, cabeza central, es la más importante [15]. En ciertas tradiciones esotéricas hay siete niveles de energía que constituyen el mundo. Su manifestación es reflejada en aspectos particulares de la Naturaleza: los siete colores del arco iris, las siete estrellas de la Constelación de la Osa Mayor, las siete direcciones en el espacio, los siete planetas de la astrología tradicional, etc. Blavatsky escribe:

"Las siete constelaciones Septentrionales crean al Guerrero Negro; las siete Orientales (otoño chino) constituyen el Tigre Blanco; las siete Australes son el Pájaro Bermellón; y las siete Occidentales (llamadas Vernales) son el Dragón Azul. Cada uno de estos cuatro Espíritus preside sobre su heptanomía durante una semana lunar. El genitivo de la primera heptanomía (Tifón de las Siete Estrellas) ahora tomó un carácter lunar; en esta fase encontramos a la diosa Sefekh, cuyo nombre significa número siete, es la palabra femenina, o logos en lugar de la madre del Tiempo, que era la Palabra anterior, como diosa de las Siete Estrellas"[16].

Siete también es el número de los días de la semana, de las deidades planetarias, pero también de los pecados capitales del cristianismo. Era una creencia en Bavaria que el séptimo hijo de los mismos padres se convierte en un hombre lobo. Siete era el número de Saturno y sus influencias, tanto positivas como negativas. Tenía un enorme significado en la filosofía oculta. Sin embargo, también había dragones con un número de cabezas diferente de siete. El dragón de tres cabezas, por ejemplo, simboliza tres esencias - la activa, la pasiva y la neutra [17].



El veneno de la serpiente puede ser una poción mortal o un elixir místico que cura y transforma. La serpiente enroscada alrededor de un cáliz es el emblema a menudo encontrado en la medicina y las farmacéuticas. También en los antiguos tiempos la serpiente era el atributo de deidades que se creía que tenían poderes curativos. Asclepio, el dios griego de la curación y las artes médicas, era algunas veces representado como una serpiente y probablemente en un origen era una deidad serpiente. En una de sus representaciones sostiene una vara con una serpiente enroscada a su alrededor. Su hija Higía, la diosa de la salud, es representada de forma similar. Su animal sagrado y compañero es la serpiente. Esto también se refiere a la habilidad de la serpiente para rejuvenecerse a través de la muda de la piel, que es un símbolo antiguo de renovación y resurrección, tanto en el sentido físico como espiritual. Ese es el motivo de que algunas veces la serpiente aparezca en imágenes sosteniendo un fruto o una hierba de inmortalidad en sus fauces [18].

Las serpientes y dragones también representan los instintos inconscientes, aspectos oscuros y escondidos de la naturaleza humana. Por esta razón a menudo tienen un carácter demoníaco. En el cerebro humano todavía hay partes que compartimos con nuestros ancestros evolutivos, reptiles y bestias. Peter J. Carroll observa:

"Todos los dragones, serpientes y demonios escamosos de mitos y pesadillas son atavismos reptiles de las partes más antiguas de nuestros cerebros. La evolución no ha eliminado estos patrones de conducta ancestrales, enterrándolos meramente bajo una pila de nuevas modificaciones. Por ello, en la mitología los dioses, como representaciones de la consciencia humana, suprimen a los titanes y dragones de la consciencia más antigua"[19].

Las serpientes simbolizan las fuerzas inconscientes que han sido reprimidas por nuestra mente consciente. La confrontación con ellas a menudo es vista como destructiva y terrorífica. La liberación de estos instintos significa la necesidad de encarar las cualidades místicas del inconsciente, tradicionalmente visto como oscuro y negativo y suprimido por culturas y religiones. Los mitos y leyendas describen esto como una conquista de la serpiente/dragón por un dios o un santo – representativos del nuevo orden mundial. Dependiendo del contexto, el dragón es vencido por ejemplo por Apolo, Cadmo, Perseo, Sigfrido, San Jorge o el Arcángel Miguel.

La derrota del dragón no solo significa el triunfo sobre el caos y el fundamento del nuevo orden del mundo, sino también la represión de los instintos primigenios - reconocidos como oscuros, malvados e indeseados. Estas fuerzas generalmente tienen un carácter destructivo pero cuando aprendemos a dominarlas, se convierten en una herramienta de transformación, iluminación espiritual y liberación. La historia mitológica tradicional de una lucha victoriosa con el dragón/serpiente no es un relato sobre la doma de la fuerza sino sobre el rechazo y la negación de ella. Los instintos rechazados emergen desde el abismo olvidado de la mente interior, trayendo el caos a la vida del hombre y asumiendo formas de monstruos draconianos y serpentiformes. El dominio de esta fuerza, sin embargo, es posible a través de la disciplina espiritual: aprendemos a gobernar sobre los aspectos olvidados de la mente y a usarlos en nuestro progreso espiritual.

El autor
Logia Magan
Varios Autores

(Traducido por Manon de Glimpses of the Left Hand Path)




NOTAS:

1. Nota de Retales de Masonería: Lilit es una figura legendaria del folclore judío, de origen mesopotámico. Se le considera la primera esposa de Adán, anterior a Eva. Según la leyenda, abandonó a Adán para irse del Edén y se instaló junto al mar Rojo, junto a sus hijos. Allí se unió con Asmodeo o Samael, que llegó a ser su amante. Más tarde, se convirtió en un demonio que se une a los hombres como un súcubo, engendrando hijos (los lilim). Se le representa con el aspecto de una mujer muy hermosa, a veces alada. Se le dio estas cualidades demoníacas para asustar a los niños judíos.
2. Manfred Lurker. Dictionary of Gods and Goddesses, Devils and Demons
3. Juan Cirlot. Dictionary of Symbols
4. Nota de Retales de Masonería: Apofis, o Apep, representaba en la mitología egipcia a las fuerzas maléficas que habitan el Duat y a las tinieblas. Apofis era la encarnación del caos así como de la insurrección armada. Era llamada despectivamente Nepai ≪El que es como una tripa intestinal≫ Es una serpiente gigantesca, indestructible y poderosa, cuya función consistía en interrumpir el recorrido nocturno de la barca solar conducida por Ra y defendida por Seth, para evitar que consiguiera alcanzar el nuevo día. Para ello empleaba varios métodos: atacaba la barca directamente o culebreaba para provocar bancos de arena donde el navío encallara. Todo ello tenía sólo una finalidad: romper la Maat, el «orden cósmico».
5. Nota de Retales de Masonería: En la mitología nórdica, Jörmundgander o Jörmungandr, también llamada la "Serpiente de Midgard" (Miðgarðsormr en nórdico antiguo, Midgårdsormen en sueco y danés moderno), es una gigantesca serpiente que ronda Midgard (o Midgård) hasta el día del Ragnarök. Es un monstruo masculino. Tiene al dios Loki como padre y a la gigante Angrboda como madre, y cuando los Æsir se enteraron de este ser maligno engendrado por tan terribles padres, y vieron con su don de la adivinación las cosas terribles que haría, decidieron encargarse del monstruo. Odín lo lanzó al mar que rodea Midgard, donde quedará atrapado hasta el Ragnarök, el día de la destrucción total
6. Manfred Lurker: Dictionary of Gods and Goddesses, Devils and Demons
7. Nota de Retales de Masonería: En el marco del hinduismo, la kundalini (en sánscrito कुण्डलिनी, transcripto como kuṇḍalinī) se describe como una energía intangible, representada simbólica y alegóricamente por una serpiente —o un dragón— que duerme enroscada en el muladhara (el primero de los siete chakras o círculos energéticos, ubicado en la zona del perineo). Se dice que, al despertar esta serpiente, el yogui controla la vida y la muerte.
8. Nota de Retales de Masonería: En la mitología romana, Mercurio (en latín, Mercurius) era un importante dios del comercio, hijo de Júpiter y de Maia Maiestas. Su nombre está relacionado con la palabra latina merx (‘mercancía’). En sus formas más antiguas, parece haber estado relacionado con la deidad etrusca Turms, pero la mayoría de sus características y mitología se tomó prestada del dios griego análogo Hermes. El caduceo fue regalado por Apolo a Hermes, quien le regaló a su vez la flauta de Pan, también llamada siringa.
9. Juan Cirlot: Dictionary of Symbols
10. Manfred Lurker: Dictionary of Gods and Goddesses, Devils and Demons
11. Nota de Retales de Masonería: Helena Blavatsky, también conocida como Madame Blavatsky, cuyo nombre de soltera era Helena von Hahn y luego de casada Helena Petrovna Blavatsky (Yekaterinoslav, 12 de agosto de 1831 - Londres, 8 de mayo de 1891), fue una escritora, ocultista y teósofa rusa. Fue también una de las fundadoras de la Sociedad Teosófica y contribuyó a la difusión de la teosofía moderna. Sus libros más importantes son Isis sin velo y La Doctrina Secreta, escritos en 1875 y 1888, respectivamente.
12. Helena Blavatsky: The Secret Doctrine
13. Hans Jonas: The Gnostic Religion
14. Maya Dere: Divine Horsemen: The Living Gods of Haiti
15. Helena Blavatsky: The Secret Doctrine
16. Ibid
17. Juan Cirlot: Dictionary of Symbols
18. Manfred Lurker: Dictionary of Tods and Goddesses, Devils and Demons
19. Peter J. Carroll: Liber Null & Psychonaut

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lunes, 12 de agosto de 2019

El Rito de York


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El Rito de York en America .

El Rito de York, o más correctamente, el Rito Americano, se basa en los restos de la Masonería Simbólica que se practicaban a principio del año 1700. La formación de la primera Gran Logia de Inglaterra en 1717 especificaba que las logias sólo podían conferir los grados de Aprendiz, Compañero y Maestro Masón, todos los otros grados se consideraban falso.

Sin embargo, muchas logias habían conferido otros grados que consideraban parte integrante de la masonería, en particular, el del Real Arco, y formaron su propia Gran Logia en 1751, denominándose a sí mismos los “Antiguos” y los miembros de la otra Gran Logia los “Modernos”.

Con la fusión de las dos Grandes Logias en 1813 en la Gran Logia Unida de Inglaterra, las logias acordaron en que sólo los tres grados de la Masonería Simbólica serían utilizados por las logias, pero el Grado del Real Arco seria agregado a los Capítulos directamente aliados a estas logias y teniendo el mismo número de estas Logias, aunque como un organismo separado. Así, a diferencia del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, que dice tener el poder de conferir los tres primeros grados de la masonería, además de los otros bajo su jurisdicción, que se encuentran en el Rito de York que están legítimamente reconocidos por el hecho de que se les considera anexa a los de la Masonería de los Antiguos Gremios. Sigue siendo la práctica en la Masonería Inglesa que un miembro masónico no se considera en posesión de todos los grados de la Masonería de los Antiguos Gremios hasta que ha sido exaltado en el Real Arco.

Las primeras Logia Americanas operaron de manera similar hasta el establecimiento del Gran Capítulo General de Masones del Real Arco. Durante un período en la historia de EE.UU., los Grados Crípticos eran controlados por las distintos Grandes Capítulos Estatales, hasta el establecimiento del Gran Consejo General. Los Órdenes de Caballería han sido controlados por el Gran Campamento desde principios del siglo 19 en los Estados Unidos. Los tres cuerpos son técnicamente entidades masónicas autónomas, siendo el requisito afiliarse primero en el Real Arco para obtener los Grados Crípticos y las Ordenes de Caballería juntos.

Anexos a los Órganos del Rito de York hay varios organismos masónicos adicionales, la mayoría de los cuales su ingreso son por invitación. La membresía en muchos de ellos se basa en la pertenencia en el Real Arco, aunque algunos tienen miembros basados en otros cuerpos del Rito de York, o la pertenencia a todos los Cuerpos del Rito de York. Muchos se encuentran en otras jurisdicciones fuera de los Estados Unidos, pero varios son de origen netamente americano.
The Capitular Degrees - Los Grados Capitulares
The Cryptic Degrees - Los Grados Crípticos
The Chivalric Orders - Las Ordenes de Caballería

https://eruizf.com/york/index.html

Masonería del Real Arco

mandiles gran capitulo
Masonería del Real Arco

"Más luz en la Masonería"
Una introducción a la
Masonería del Real Arco

¿Que ha atraído a muchos Hermanos para buscar más luz en la Masonería del Real Arco?

Los Grados del Real Arco fueron considerados los más importante en los primeros años de la Francmasonería y tan dogmática era la Gran Logia Madre - de la que todos los Masonería Especulativa deriva - que en 1813, cuando las dos Grandes Logias de Inglaterra se unieron, firme y solemne de referencia fueron aprobados y se colocaron en los artículos de la Unión para guiar a los masones en todo el mundo para siempre en esta materia: "La Masonería Antigua pura consta de sólo tres grados, es decir., El de Aprendiz, Compañero y Maestro Masón, incluyendo la Orden Suprema del Real Arco Sagrado". La Masonería del Real Arco no es un grado por sí sólo, sino consiste en completar el tercero, y la experiencia de un Maestro Masón no es completa hasta que ha sido exaltado a esta Orden Sagrada que representa el esplendor de la Masonería.

El Real Arco no es solamente un grado, no del todo impropiamente llamado Cuarto Grado en la Gran Logia de Inglaterra y su obediencia, ni solamente un rito. El Real Arco, (Royal Arch) es un nuevo tipo de Masonería, aunque vitalmente relacionado con el Arte (The Craft); una nueva Masonería, más profunda; una sublimación de la Masonería Especulativa que muchísimos masones, incluso los que han obtenido el grado de Maestro, que es supremo en el Arte, aparentan desconocer y en muchos casos desconocen realmente. En el ritual de la Exaltación al Real Arco, como vamos a comprobar, se considera a este grado como supremo y expresamente como «verdaderamente denominado la esencia de la Masonería». Más aún, como se afirma en el ritual de la exaltación, «la Masonería del Real Arco es a la vez simultáneamente el cimiento y la piedra clave de toda la estructura masónica».
El mito de la Palabra Perdida es una clave para el simbolismo de la Masonería Especulativa. Se refiere, en principio, a los secretos que poseía Hiram Abif, el arquitecto del Templo salomónico, que se perdieron cuando fue asesinado, según sabemos por la «Historia Tradicional» recitada en los rituales del Tercer Grado; desde entonces los compañeros del Maestro, al frente de toda la Masonería, siguen buscando esos secretos, esa Palabra Perdida, a la que por orden del propio rey Salomón sustituyeron por otras palabras provisionales y signos «casuales» que surgieron durante la invención del cadáver. La mejor y más sugestiva explicación sobre el simbolismo de la Palabra Perdida la he encontrado en el ya citado libro de R.W. Mackey, El simbolismo francmasónico.

Para el autor, distinguido y erudito masón, la Palabra Perdida se identifica con el verdadero nombre de Dios, que se perdió dos veces; en la más remota antigüedad, tras la dispersión de Babel y con el asesinato del Maestro Hiram Abif. «La multitud idólatra dice Mackey uniendo las dos pérdidas en un solo mito perdió la Palabra, asesinó al Constructor y suspendió las obras del Templo espiritual».

Por eso resulta tan importante un detenido análisis del Real Arco, que enlaza expresamente con esa búsqueda. «El Real Arco se dedica casi enteramente a la investigación y descubrimiento de la Palabra Perdida.» La búsqueda llega a un final feliz en los rituales; la palabra se encuentra.


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¿Que es el Real Arco?


El Real Arco es la vertiente de los antiguos y aceptados masones que propicia la obtención de los "auténticos secretos de la Francmasonería”.

Es parte integrante de la Masonería Simbólica Inglesa que se relaciona con la construcción del Templo del Rey Salomón; centro de veneración al Dios de Israel y lugar donde se deposito el Arca de la Alianza, luego de la peregrinación por el desierto.


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¿Por qué continuar en los grados del Real Arco?


El Maestro Mason que se esmera por alcanzar progresos e incrementar conocimientos masónicos, ante una leyenda que ilustra una pérdida, se debe cuestionar si existe algo más que la complemente.

Por otro lado, en el ritual de la Orden existen frases que sugieren que con la Masonería Simbólica no se agota el tema del nacimiento (la vida), su proceso de evaluación (la muerte), la resurrección, o la esperanza de supervivencia en mansiones inmortales.

El estudio y los trabajos en los grado capitulares del Real Arco, abre las puertas para encontrar respuestas a muchas interrogantes relacionadas con temas como los referidos y otros de importancia trascendental.

El Capítulo de la Masonería del Real Arco consta de cuatro grados:

Mark Master
Past Master
Most Excellent Master
Royal Arch Mason


«El verdadero simbolismo del Real Arco se funda en el descubrimiento de la Palabra Perdida. Nunca está de más repetir que la Palabra es, en la Masonería, el símbolo de la Verdad. Esta verdad es el gran objeto que persigue la Masonería, el principio y tendencia de todas sus investigaciones, la recompensa prometida a todos los esfuerzos masónicos, y que se busca diligentemente en todos los grados a que se aproxima constantemente pero nunca se comprende perfecta e íntimamente, hasta que al fin, en el Real Arco, los velos que cubren el objeto de nuestra investigación se descubren ante nuestra vista, y se revela el inestimable premio».


Albert G. Mackey, Enciclopedia de la Francmasonería.


«El Real Arco es, en cierto modo, el complemento normal del grado de Maestro, con una perspectiva abierta sobre los “grandes misterios"».


René Guénon, Palabra perdida y palabras sustitutivas,
Revista de Estudios Tradicionales Nº 8.


https://eruizf.com/york/14_capitular_degrees.html