sábado, 21 de octubre de 2017

AMERICA UNA SOLA NACION.


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AMERICA UNA SOLA NACION.

Victor Salazar Soto.

Caballeros de la Orden del Sol.

El mensaje que traigo no es nada nuevo, solo quiero hacerles recordar, que fue guardado celosamente por aquellos grandes constructores, de nuestra cultura americana. Es asi que LA MADRE tierra es una sola CASA, que la división de América y nacionalidades es incierta e ilusoria por lo que es completamente ficticia. Constituimos una sola raza que evolucionado de forma diversa y rara cumpliendo el precepto cósmico, el patriotismo el fanatismo y/o el nacionalismo tonto, son los que han levantado fronteras de nuestro pueblo .
Las energías pasadas retornan a la América, Unida y Fraterna con todos .
Caballeros de la Orden del Sol.

jueves, 19 de octubre de 2017

Soberano Santuario Memphis Misraim para los Estados Unidos de NorteAmerica.

G:.M:. Victor Salazar Soto  33°66°90°95°96°
Mail:  victorsalazar144@yahoo.com

New York



La Orden Martinista New York


Orden Martinista New York.
Victor Salazar Soto.
Mail: victorsalazarsoto144@yahoo.com

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La Orden Martinista


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La Orden Martinista

La Orden Martinista Tradicional es una Orden iniciática cuya finalidad esencial es perpetuar el esoterismo judeocristiano. Los martinistas estudian la historia del hombre, desde su emanación de la Inmensidad Divina hasta su condición presente, así mismo las relaciones que lo unen a Dios y a la naturaleza. Porque según el Filósofo Desconocido: “...no podemos leernos más que en Dios mismo y comprendernos más que en su propio Esplendor...”. El hombre ha cometido el error de alejarse de Dios y caer en el mundo material. Haciendo esto, de cierta manera se adormeció al mundo espiritual, y su Templo interno está en ruinas. Por lo tanto, debe reedificarlo, porque si ha perdido su poder primario, a pesar de todo conserva el germen, y solamente a él corresponde hacerlo fructificar.

En “El Ministerio del Hombre-Espíritu”, Saint-Martin nos dice: “Hombre, recuerda un instante tu juicio. Quiero disculparte por un momento por desconocer aún el sublime destino que tú tendrás que cumplir en el universo, pero al menos no deberías cegarte en el papel insignificante que tienes durante el corto intervalo que recorres desde tu cuna hasta tu tumba. Da una mirada en lo que te ocupa durante este trayecto. ¿Podrías creer que fue por un destino tan insignificante, que te encontrarías dotado de facultades y de propiedades tan eminentes?” Reencontrar ese estado paradisiaco que hacía de él un Pensamiento, una Palabra y una Acción de Dios, es la búsqueda martinista, la de la “Reintegración”.

Martínez de Pasqually viajó por Oriente y por toda Europa, recibiendo enseñanza esotérica de las fuentes más puras del conocimiento que había en su época. Se le consideró como el más grande taumaturgo de su época. Instauró en Francia, a mediados del siglo XVIII, su Orden de los Caballeros Elegidos Cohem del Universo (o de los Sacerdotes Elegidos) y tuvo como discípulos a las personalidades más selectas de la época. Destacaron entre ellos el Príncipe Golitzin, Juan Bautista Willermoz, Cazotte y, sobre todo, su discípulo predilecto Louis Claude de Saint Martín quien se conviertió en su secretario más apreciado. La Orden de los Elegidos Cohen crecía cada vez más en Europa. Sin embargo, Joaquín Martínez De Pasqually, el 6 de mayo de 1772, viajó a Santo Domingo y desde ahí mantuvo contacto con sus discípulos en Europa. Enviaba constantemente instrucciones de curso y de rituales. Su tratado sobre “La Reintegración de los seres” quedó inconcluso, debido a que Martinez De Pasqually muere en Puerto Príncipe en el 20 de septiembre 1774.

A la muerte de Martínez De Pasqually, la Orden de los Elegidos Cohen decayó y las . Las tendencias se dividieron; unos se unen con las órdenes Masónicas Tradicionales más Operativas con Juan Bautista Willermos. Y otros, los que desean un camino más místico, más interior se convierten en adeptos del Martinismo. Se unen a Louis Claude de Saint Martin, quien eligió el camino del corazón y del amor, y una conexión directa de simple expresión alma. Es así, que nace el Martinismo.

Louis-Claude de Saint-Martin publicó su primera obra en1775 bajo el título “De los Errores y de la Verdad, o los Hombres convocados al Principio Universal de la Ciencia”. El objetivo de este libro era combatir el ateísmo de su tiempo. Como todos sus otros escritos, éste fue publicado con el seudónimo de “El Filósofo Desconocido”. Otras publicaciones siguieron, entre las cuales: “El cuadro Natural de las relaciones que existen entre Dios, el Hombre y el Universo”, “El Hombre del Deseo”, “Ecce Homo” y otras.

De una manera general, las obras de Saint-Martin tienen como objetivo explicar las relaciones existentes entre Dios, la naturaleza y el hombre. Este último debe mostrar su voluntad, a fin de tomar en sus manos su destino y ya no ser el “Hombre Impetuoso”. Por medio de un trabajo constante en sí mismo, debe convertirse en el “Hombre del Deseo” y hacer que nazca en él, con la ayuda de la Divina Providencia, un “Hombre Nuevo”.

Los escritos filosóficos de Saint-Martin despertaron el interés de sus contemporáneos, especialmente en los que se interesaban en la espiritualidad y en el sentido profundo de la existencia.

Un círculo de discípulos, conocidos con el nombre de “Sociedad de los Íntimos”, se formó alrededor de él con la finalidad de estudiar su enseñanza.

Louis-Claude de Saint-Martin no dejó de escribir y de enseñar. Aunque era miembro de la nobleza, nunca se preocupó seriamente, durante la época del terror o en cualquier otro momento del periodo revolucionario. Incluso se le pidió más tarde que entrara en la Escuela Normal de París, cuyo objetivo era formar a los profesores de la nueva Francia. Una crisis de apoplejía provocó su fallecimiento a la edad de 60 años, el 13 de octubre de 1803.

Pasado un largo periodo de discreción, en 1888 se emprendió un gran esfuerzo para estructurar lo que, en esa época, se reducía a unos cuantos iniciados, por lo que no podía considerarse realmente como una Orden iniciática. Sin embargo, fue gracias a los esfuerzos de Papus y de Augustin Chaboseau que la Orden vio nuevamente la luz con el nombre de “Orden Martinista”. En 1891, se formó un Consejo Supremo compuesto por veintiún miembros teniendo autoridad sobre todas las Logias del Mundo. El notable ocultista francés Papus (Dr. Gérard Encausse) fue elegido como el primer Presidente del Consejo Supremo. Bajo su brillante e infatigable dirección, la Orden creció rápidamente, y en 1900, contaba con cientos de miembros activos, en la mayoría de los países del mundo. En esa época, se trataba únicamente de la transmisión oral de una enseñanza particular y de cierta comprensión de las leyes del Universo y de la vida espiritual, Los “linajes” que llegaron a Agustín Chaboseau, a Papus, y a otros que provienen de Saint-Martin son, en efecto, linajes de afinidades espirituales. Papus se convirtió rápidamente una autoridad en materia de Martinismo, y sus obras constituyen una fuente de información valiosa para los Martinistas y para todos los que se interesan por la Tradición Judeocristiana.

Los trabajos durante las dos guerras mundiales fueron estrictamente herméticos, más aún siendo el Martinismo una Orden secreta. La Orden Martinista estuvo asociada a la Federación Universal de Órdenes Secretas Iniciáticas "FUDOSI" y durante el cónclave de la FUDOSI, celebrado del 21 al 25 de julio de 1946, se determinó la necesidad de que hubiera una sola dirigencia para todos los países en los que existiera alguna Órden Martinista, así como reemplazar a miembros desaparecidos, como el muy ilustre Gran Maestro AGUSTÍN CHABOSEAU, fallecido el 2 de enero de 1946; y el hermano Georges Lagreze, fallecido en abril de 1946.

Uno de los miembros elegidos para regularizar el Martinismo fue la hermana Sar Puritia (JEANNE GUESDON), quien tuvo un importante rol como punto de enlace entre el Imperator H. Spencer Lewis de la A.M.O.R.C. (Primer Imperator de la Orden Rosacruz A.M.O.R.C.), la FUDOSI y las Órdenes Tradicionales de Europa.

Gracias a Ralph Maxwell Lewis (Imperator de la Orden Rosacruz A.M.O.R.C. de 1939 a 1987), la Orden Martinista Tradicional logró desarrollarse bajo el padrinazgo fructuoso de la Antigua y Mística Orden de la Rosacruz. Desde entonces, la Orden Martinista Tradicional es dirigida por el Imperator de la Orden Rosacruz A.M.O.R.C.

Finalmente, señalamos que el Martinismo es una FRATERNIDAD, en la cual se reúnen hombres y mujeres de diferentes creencias, de distinto nivel de desarrollo, que pertenecen o no a otras instituciones, diversas edades, que pueden ser desde estudiantes y profesionales hasta profesionales, amas de casa o empleados. Todos trabajando unidos por un ideal común, por ser hijos de una misma Creación. La Orden Martinista Tradicional, de acuerdo a la naturaleza de sus enseñanzas, es una Orden Iniciática y una escuela de Caballería Moral



http://www.rosacruz.org/puntoa/martinistas.php

domingo, 15 de octubre de 2017

La iniciacion.



La iniciacion.

Victor Salazar Soto .

Caballeros de la Orden del Sol.

La vida es un camino constante de aprendizaje y renovación. Cuenta la historia que los caminos iniciáticos era toda una vida de preparación del profano, eran duras pruebas, antes de dar el paso.
El maestro examinaba al profano, preguntándole sus intenciones, de entrar a la escuela, sus obligaciones, tenía que ser un hombre libre y de buenas costumbres. No esclavo de sus pasiones profanas, pero también habían profanos recomendados por algunos maestro, por su sapiencia, esto se entendía que eran espíritus viejos, que estaban en tránsito en este mundo, y que era el tiempo de ser parte de la fraternidad, para el proseguir en el camino de evolución. Pero tenía que someterse al ritual, como cualquier otro profano que había tocado la puerta de la escuela iniciática.
La fraternidad centra su foco de luz en diferentes países, para que en un tiempo prudente .Los seres humanos, despierte de la irrealidad, y sean consiente de sus verdades.
La vida es un constante camino de evolución de retorno a la fuente. No hay dos ni tres todo proviene del uno primordial,

La lealtad un valor olvidado


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La lealtad un valor olvidado
LA LEALTAD

Hacer aquello con lo que uno se ha comprometido aun entre circunstancias cambiantes. Un valor sin el cual nos quedamos solos y que debemos vivir nosotros antes que nadie.

La lealtad es una virtud que desarrolla nuestra conciencia. Ella nos conduce profundamente hacia una situación, a través de ésta, y hacia la salida del otro lado, emergiendo como una persona más evolucionada.

La lealtad es un corresponder, una obligación que se tiene con los demás. Es un compromiso a defender lo que creemos y en quien creemos. La lealtad es un valor, pues quien es traidor se queda solo. Cuando somos leales, logramos llevar la amistad y cualquier otra relación a su etapa más profunda. Todos podemos tener un amigo superficial, o trabajar en un lugar simplemente porque nos pagan. Sin embargo la lealtad implica un compromiso que va más hondo: es el estar con un amigo en las buenas y en las malas, es el trabajar no solo porque nos pagan, sino porque tenemos un compromiso más profundo con la empresa en donde trabajamos, y con la sociedad misma.

La lealtad es una llave que nos permite tener auténtico éxito cuando nos relacionamos. La lealtad es un valor que no es fácil de encontrar. Es, por supuesto, más común aquella persona que al saber que puede obtener algo de nosotros se nos acerque y cuando dejamos de serle útil nos abandona sin más. Es frecuente saber que alguien frecuenta un grupo contrario porque le da más beneficios. Y lo que acaba ocurriendo es que nadie confía en ese tipo de personas.

La lealtad es esencial en la amistad. Los conocidos se hacen amigos a través de la lealtad mutua. La lealtad es un esencial en la amistad que se ha desarrollado en el compromiso de corazones entre dos personas. En una relación de corazón a corazón la lealtad desarrolla la confianza mutua.

Es nuestro deber el ser leal a aquellos que dependen de nosotros: familia, amigos, nuestros empleados o nuestro empleador. La lealtad es amor bondadoso en acción. La lealtad es potenciada por la energía que viene hacia nuestro cuerpo al cuidar nuestras actitudes y pensamientos. La lealtad desarrolla nuestra alma en conciencia, transformándonos en la creación más hermosa posible de un ser humano.

Como vemos, la lealtad se relaciona estrechamente con otras virtudes como la amistad, el respeto, la responsabilidad y la honestidad entre otras.

Podemos ver como actitudes desleales:

– Las críticas que se hacen de las personas, haciendo hincapié en sus defectos, lo limitado de sus cualidades o lo mal que hacen su trabajo.

– Divulgar las confidencias que se nos han hecho.

– Quejarnos del modo de ser de alguien y no ayudarlo para que se supere.

– Dejar una amistad por razones injustificadas y de poca trascendencia.

– El poco esfuerzo que se pone al hacer un trabajo o terminarlo.

– Cobrar más del precio pactado.

No basta contradecir las actitudes desleales para ser leal, es necesario detenernos a considerar algunos puntos:

– En toda relación se adquiere un deber respecto a las personas. Como la confianza y el respeto que debe de haber entre padres e hijos, la empresa con los empleados, entre los amigos, los alumnos hacia su escuela…

– Se deben buscar y conocer las virtudes permanentes para cualquier situación, de otra forma se es “leal” mientras se comparten las mismas ideas.

– La lealtad no es una consecuencia de un sentimiento afectivo, es el resultado del discernimiento para elegir lo que es correcto.

– Si se coloca como valor fundamental el alcance de objetivos, se pierde el sentido de cooperación. La persona que participa en una actividad sólo por el éxito que se tiene, fácilmente abandona la empresa porque las cosas no salen bien o simplemente deja de obtener los beneficios a que estaba acostumbrado.

– Lo importante es vivir las virtudes por lo que representan, no por las personas que en algún momento dictan una norma.

Con todo lo anterior veremos que aún sin darnos cuenta, las relaciones que hemos sabido mantener se deben en gran medida a la vivencia del valor de la lealtad.

De la lealtad

Una preocupación hace bullir mi mente y un dolor ensombrece mi alma. Seres sin escrúpulos de conciencia, que pretenden imponer su voluntad por encima de todo, lograr unos fines -por demás inconfesables- sin reparar en la honestidad de los medios. Ninguno cuenta con el libre albedrío de la persona que pretenden doblegar.

Insultos, amenazas, calumnias…, son sus armas. Armas que poco dicen a favor de quien las utiliza. Alianzas pactadas en la sombra porque no se atreven a obrar a la luz del día. Aprovechar debilidades ajenas para lograr sus objetivos. Jugar descaradamente con lealtades.

Y, en medio de todo este asunto, está en juego mi sentido de la amistad y la fidelidad. Tengo la conciencia muy tranquila. Las ideas muy claras. Sé perfectamente lo que tengo que hacer: caso omiso a quienes no merecen el apelativo de personas. No ignoro que pretenderán atacarme. Se volverán contra mí. Pero tengo a mi favor que han olvidado totalmente contar con mi propio discernimiento y voluntad de acción.

No me importa recibir una serie de golpes, por muy traicioneros que sean, si con ello un amigo se ve libre.

Por mantener incólume una amistad, por evitar un daño a un amigo, me enfrento a quien sea. Porque tengo unos principios más honestos, porque la bajeza y ruindad de algunos no me da miedo, porque no abandono a los míos cuando las cosas se ponen feas… porque, en definitiva, soy leal.

MRM

http://www.fenixnews.com/2017/10/11/la-lealtad-un-valor-olvidado/