sábado, 21 de noviembre de 2015

CARGO DE PAST VENERABLE MAESTRO DE LOGIA


CARGO DE PAST VENERABLE MAESTRO DE LOGIA
A L .•. G.•. D .•. G .•. A .•. D .•.U .•.
 Libertad Igualdad Fraternidad

Carlos Frachelle Simbolismo y Funciones
Como todo símbolo en Masonería, su interpretación es pasible de diferentes alcances. Sin embargo, debemos tener la certeza, que cada símbolo y sus diferentes acepciones son en definitiva aproximaciones a la real significación que yace inmanente en la realidad no parcializada de este mundo dual y podremos captar en su totalidad cuando sea efectiva nuestra trascendencia.
Si bien todos los actos y funciones de los seres deben estar siempre impregnados de ética, en el caso del Past Venerable Maestro y/o de los Ex Venerables Maestros ésta debería ser superlativamente enaltecida por aquellos que los designios del destino han llevado a ocupar la función. Antes de sumergirnos en los deberes que a mi entender debe cumplir un Past Venerable Maestro, considero necesario fortalecer algunos términos y conceptos que ayudarán a la comprensión de la significación e importancia del cargo.
La palabra “Venerable” es de origen francés y según Marcy este término se introdujo en el uso corriente bajo la Gran Maestría del Conde de Clermont, manteniéndose desde entonces. El Venerable Maestro de una Logia ocupa su sitial al Oriente, representando éste el Trono de Salomón y, por tanto, simbolizando el asiento de la Sabiduría. Esta posición cósmica encarna el Sol naciente. Él lleva la luz hacia las regiones oscuras. Igualmente, en el plano temporal manifiesta el amanecer de la mañana con el comienzo y la renovación de la vida en una constante universal.
El título de Past Venerable Maestro, lo otorga la Orden Masónica al último Maestro que, elegido por los HH.•. de una Logia para ejercer el cargo de Venerable Maestro, haya culminado su veneratura (en la que se habrá desempeñado como mínimo durante un año) y entregado su cargo a un sucesor “debidamente elegido y consagrado”.
El Past Venerable Maestro, Venerable Maestro Pasado, Past Master o Ex Venerable Maestro Inmediato ha dejado su sitial en el Trono de Salomón dando paso a la renovación, pero tal como sucede en el constante fluir cósmico donde todo se transforma pero nada se pierde, continúa ocupando un lugar en Oriente. Durante el siguiente ejercicio su lugar será a la izquierda del Venerable Maestro (mirando hacia el oriente) y su función será la de consultor y consejero, aportando la experiencia adquirida en el cargo que desempeñó.
El Past Venerable Maestro debería ser el Regulador de la Orden por sus conocimientos y experiencia adquirida a través de su paso por la Silla del Rey Salomón.
En su nueva investidura debe ser el más celoso guardián de los Secretos de la Francmasonería: vigila la pureza de nuestros ritos y ceremonias, cumple y exige el cumplimiento de las Leyes Escritas y no Escritas, de las Antiguas Constituciones, Cargos y Regulaciones de la Orden y en cualquier tiempo y lugar, su investidura lo obliga a la más estricta observancia, sin perjuicio de la obligación que le puede caber en su función al Orador de una Logia.
Se podrá decir, entonces, ¿qué necesidad hay de que un Past Master sobrelleve tales responsabilidades? Pero aquél que ha vivido una vida masónica en algún momento las tendrá, y esto es un símbolo del nacimiento de un hombre, sea masón o no.
No existe hombre que en alguna medida no haya probado del árbol del conocimiento del bien y del mal y que no incurra en las responsabilidades que acarrea esto. Ningún hombre escapará a su deber de ser el guardián de su hermano, su igual, pero también de aquellos que recién se inician y están aprendiendo, y así como serán influenciados por el bien o el mal, serán afectados hasta la tercera y cuarta generación.
Se preguntarán cómo es que en Masonería, al igual que en toda actividad humana, el sudor y las lágrimas se asocian a los trabajadores de los diferentes grados, y a los supervisores de ese trabajo, y sin embargo un Past Master que ha superado todos los grados, y que debería haber llegado a aguas calmas, libre de ansiedades, tiene sobre sí la mayor responsabilidad de todas.
La respuesta, si es que hay una, es que mientras estaba aprendiendo, su trabajo era ejecutado mirando y escuchando y era responsable por ello ante sus superiores que estaban asimismo sujetos a error, pero ahora, como un Past Master, es responsable, no solo de su propio trabajo y de la corrección de los instrumentos de medida que debe entregar a los que están aprendiendo, como masones y como hombres, sino ante el Gran Arquitecto, el Gran Geómetra, el Dios del Universo”.
Las funciones y responsabilidades del Past Venerable Maestro
Las funciones y responsabilidades del cargo de Past Venerable difieren y presentan similitudes en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, en el Rito de York, en el Arco Real, en la Orden de los Caballeros de Malta, en la Orden de los Caballeros Templarios, de Emulación, Schroeder, de Memfis y Mizraim, por nombrar sólo algunas variantes.
Es por ello que a la luz de tantas diferencias y similitudes trataré de dar una visión personal y resumida que encuadre la figura del Past Venerable dentro de lo que debería ser “su Misión” en la Gran Logia de la Masonería del Uruguay y el Rito Escocés Antiguo y Aceptado en que desarrollamos nuestros rituales. “La labor del Past Venerable Maestro es guiar con sus consejos y su experiencia al nuevo Venerable Maestro en el gobierno de la logia. El Past Venerable Maestro debe ubicarse en el Oriente a la izquierda del Venerable Maestro y para hacer uso de la palabra la pide directamente al Venerable Maestro”.
En ausencia del Venerable Maestro debería ser el Past Venerable Maestro o un Ex Venerable Maestro quien dirija una iniciación, un aumento de salario o una exaltación. Se supone que los consejos de los Past Venerable Maestros a los hermanos del taller deben estar siempre impregnados de sabiduría y de buenas intenciones, y para esto un Past Venerable Maestro debería estar siempre presente en las tenidas, ya que de otro modo difícilmente puede darse cuenta del desarrollo y de la marcha de su taller.
Es costumbre en forma casi universal, que en su primer período el Past Venerable Maestro no sea elegido a ningún cargo en la oficialidad, no porque se considere deshonroso hacerle ocupar un puesto inferior al de Venerable Maestro que acaba de dejar, sino porque se considera que son mucho más valiosos sus servicios sentado al lado del Venerable Maestro para aclararle cualquier hecho acaecido durante su gestión, y como un guía eficaz por su experiencia.
Citando otros textos consultados que explicitan funciones, mencionaremos algunas
• Instalar a su sucesor u otro Venerable Maestro, mediante invitación recibida para el objeto.
• Presidir la Logia en ausencia del Venerable Maestro y siempre que no estuvieren presentes los Vigilantes.
• Hacer iniciaciones y dirigir los ceremoniales en cualquier Logia, previo acuerdo e invitación de ésta.
• Presidir el Consejo de Asistencia Masónica y cooperar con el Hospitalario, en todas las obras en que se encuentre empeñado el Taller
• Servir de Defensor de Oficio de los Hermanos acusados ante el Tribunal de Honor de la Logia.
Estas dos últimas fueron extraídas del “Manual de la Masonería” de Andrés Cassard (1871), no teniendo en la actualidad vigencia, por lo menos en la Gran Logia de la Masonería del Uruguay.
Como función adicional, existen autores que entienden que en cada Logia debería existir un Consejo de Past Venerables Maestros, que se reuniría con cierta periodicidad. Bajo la Presidencia del Venerable Maestro, los Past Venerables funcionarían como consejeros: aportarían su experiencia al deliberar sobre la marcha del taller y dar consejos para su mejor funcionamiento. Es importante destacar que este Consejo no podría tomar ninguna decisión sobre el gobierno de la Logia, ya que esta atribución pertenece a la Cámara del Medio.
Finalmente, es indudable que las instituciones culturales al igual que el hombre, se fundamentan en la evolución. La búsqueda de la Verdad ha sido el motor que impulsa día a día a todos los HH.•. a la superación teniendo como objetivo en última instancia un mundo más justo y perfecto.
El Past Venerable Maestro no escapa a ese sueño, y habiendo dejado el Trono de Salomón tendrá como función y deber ser fiel custodio del equilibrio y evolución de la nueva organización. Al igual que el curso alternante del Sol y la Luna donde su iluminación crea un movimiento constante y equilibrado, la figura del Past Venerable Maestro fomenta el establecimiento de leyes abstractas que marcan vías duraderas dónde las leyes naturales se destacarán con fuerza y nitidez.
Referencias bibliográficas:
Libro: “Docencia Masónica Enseñar, Aprender, Enseñar” de Alfredo Corvalán


viernes, 20 de noviembre de 2015

De las tinieblas a la luz mediante la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad


De las tinieblas a la luz mediante la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad

JOSE STEVEN COLLANTE 33º
Ex-Gran Maestro

“Un alma libre de bajos instintos es una fortaleza inexpugnable y un refugio de constante serenidad”

MARCO AURELIO

Nuestra Augusta Institución, con su carácter imponderable, es Escuela de pensamiento y acciones equilibradas, nos conduce, mediante principios dialécticos, por los caminos de la perfección humana para que seamos dignos depositarios de la Sabiduría y Prudencia, que sus símbolos encierran y de los fundamentos que la tutelan. Esa ha sido, y es, la esencia de nuestra fraternidad, que es universalista y cuya historia se pierde en la noche de los tiempos.

Mi propósito es escribir en esta Plancha algo del bello y trascendente sabio tema que encabeza este trazado, aún cuando ya se ha dicho mucho del mismo y a muchos hermanos le es por demás conocido, tanto por su tradición histórica a partir de 1.789 cuando fue el lema utilizado por los revolucionarios franceses, como por la divisa que representa en el concierto de las democracias actuales.

Ahondar en su contenido esotérico y definición simbólica, sería tarea larga para un análisis, y más difícil es hacer de él una síntesis, que pudieran servir como contribución para su estudio, por lo que he considerado conveniente hacer la definición de cada vocablo que componen Lema, extrayendo de bibliografías masónicas y profanas, todo lo que he considerado necesario para poder ilustrar mi criterio y facilitar mis reflexiones.

Podemos afirmar, sin lugar a equívocos, que el Lema LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD, es de origen masónico, no solo por los fundamentos morales que dichas palabras encierran, sino porque la Masonería los considera como Principios emancipadores y regeneradores de los seres pensantes y de la sociedad civil donde conviven.

El concepto de LIBERTAD lo definen los tratadistas e historiadores, como un derecho inherente al HOMO SAPIENS, que le concede la facultad de actuar según los dictados de su conciencia, por lo cual es dueño responsable de sus acciones. Otros, consideran que la Libertad tiene la naturaleza por principio, a la Justicia por regla y salvaguardia de la ley, y que sus contenidos morales están implícitos en la siguiente máxima “NO HAGAS A OTRO LO QUE NO QUIERES QUE TE HAGAN A TI”

Algunos filósofos definen el concepto de Libertad, como de oposición, de determinismo, a la coacción, a la ferocidad o a la opresión física, conceptos que la, limitarían en forma relativa o absoluta. ¿Seria entonces Libertad, la posibilidad absoluta limitada por la resistencia? ¿Frente a estas concepciones, se podría afirmar que la libertad no es jamás absoluta?

En la antigüedad, fue costumbre ligar la libertad al conocimiento. Por lo mismo, el sabio era considerado como el hombre libre por excelencia; bastaba que tuviera conciencia de ella para que se sintiera libre.

Mas, como se observó que las necesidades externas coaccionaban al ser humano, se recomendó que se librara de todo lo exterior y se concentrase en si mismo, pues, solo en el interior del puro sujeto, podría hallarse la libertad. Estas concepciones fueron recomendadas por la escuela socrática, mediante su método mayéutico, mediante preguntas a sus interlocutores (ironía) y obligándolos a encontrar ellos mismos sus propias contradicciones (dialéctica) a fin de poner en práctica la sabia máxima “Conócete a ti mismo”.

Para la filosofía, el concepto de Libertad ha constituido uno de los problemas fundamentales del comportamiento humano. Y desde luego del entorno social donde convive y realiza sus proyectos progresistas y humanitarios.

Analicemos ahora este concepto como símbolo masónico: el hombre es libre, o nace a la libertad, desde que cruza el umbral de la puerta del templo el día de su Iniciación, ya que después de conocer las incertidumbres de la vida en el cuarto de Reflexiones, donde deja escrito su testamento, de morir a todos los vicios de la sociedad profana, la venda que tapaba sus ojos es retirada lo que le permite recibir la luz. Esta no es solo una luz material que hiere los ojos; es una luz más pura y radiante, que esclarece el espíritu y da expansión al alma. “Hágase la luz”. Y la luz fue, como lo establece la Liturgia que para tal circunstancia utilizamos.

Es evidente que la palabra libertad se usa en la Masonería en sentido simbólico o metafísico difiriendo de su significación ordinaria. Mientras que, en la aplicación de las palabras nacido libre y hombre libre, las usamos en su aceptación legal acostumbrada, combinamos libertad con fervor y celo como significativos de la idea simbólica.

Esta idea de libertad, es aquella que puede darse o limitarse por leyes que rigen la sociedad profana. Tampoco debe confundirse con la licencia, que inclina al ser viviente a los vicios y al goce de las pasiones mundanas, que minan la salud física y enerva la voluntad, abonando el terreno propicio para la formación de hábitos negativos -los que se deterioran al prolongarse-, estimulados por los instintos que lo arrastran a la oprobiosa condición de esclavos de los propios vicios. Es la libertad mal entendida, que conocemos como libertinaje.

La libertad como símbolo, es fuerza creadora y vigor espiritual, latente y presente en si mismo, por tanto, difiere fundamentalmente de la definición profana.

Por lo mismo, la libertad del masón, es aquella que uno mismo encuentra en su yo, y es ésta, la única que lo hace libre, para actuar frente a los perjuicios y los dogmas hasta extirparlos. Además, es lo que determina que investiguemos en lo desconocido, en la búsqueda de la verdad.

Mediante un proceso de perfeccionamiento, que se aprende y practica “al pulir nuestra propia Piedra Bruta”, mediante el mazo y el cincel, (símbolos masónicos), se logra obtener el justo “Salario” como reconocimiento al trabajo y el estudio con la práctica de los principios fundamentales de la francmasonería. Mas esta Libertad, no se da ni se compra, sino que se adquiere por medio de la convicción reflexiva de nuestra conciencia u oportunismo, que pudiera hacernos desoír nuestra voz interior y alejarnos de las virtudes masónicas como son la Caridad, la Tolerancia y la Fraternidad.

En sentido amplio, esta palabra, que con mucha frecuencia oímos entre nosotros, está restringida a la misma limitación como es el caso de la libertada en la vida social. En nuestras asambleas no tenemos la libertad de actuar, cada uno como lo hace como le parece, pero somos, o deberíamos ser, libres del dominio de la pasión o del orgullo o del prejuicio, y de todas las otras locuras de la naturaleza humana, somos libres del falso prestigio de que no necesitamos ser obedientes de las leyes, según lo define Gadiche.

Con la dirección de las simbólicas herramientas: Escuadra, Nivel, Plomada, Compás, Mazo y Cincel, construimos nuestro propio edificio o Templo Espiritual, de naturaleza humana, dándole recia solidez moral capaz de sostener con dignidad las Columnas Simbólicas de donde emergen, con prístina pureza, la Sabiduría, la Fuerza y la Belleza, que en la Logia representan al Venerable Maestro, el Primer Vigilante y el Segundo Vigilante, respectivamente como luces fundamentales que son de los masones en Logia.

Respecto a la Igualdad- la segunda palabra que forma el lema masónico, la entendemos como la conformidad absoluta, de ausencia completa de todo privilegio, de toda distinción de castas y clases entre los seres, colocando a todos los ciudadanos sobre la base de una misma categoría, bajo los conceptos de derechos y deberes.

El sentido de este vocablo solo se encuentra claramente determinado en las ciencias exactas en la que expresa la relación entre dos cantidades de las que una no excede a la otra, pero en las ciencias de la conducta humana, morales y políticas, donde se emplea con frecuencia, esta palabra no ha sido rigurosamente definida. Ni la antigüedad nos ofrece nada que sea aplicable al presente, ni los legisladores a través de la historia han podido aún encontrar la fórmula mágica para establecer esa igualdad tan necesaria, como difícil, sino de imposible realización, según opinan muchos escritores y hermanos masones, gobernantes y legisladores, como se desprende de las definiciones siguientes:

“La igualdad es la cosa más natural y más quimérica a la vez” (Voltaire)
“La igualdad asegura una parte semejante de libertad” (Cavaignac)
“La libertad, el saber, el derecho, la filosofía y el bienestar, tienen por colorario la igualdad” (Proudhon)
“La igualdad civil, nos ha conducido a la política; la igualdad política, nos conduce a la igualdad social” (E. Girardin)
“El espíritu de igualdad degenera frecuentemente en una baja envidia en las almas débiles o duras, y en las cabezas pequeñas y vacías”. “La igualdad natural de los hombres es la primera base de sus derechos, es el fundamento de toda la verdadera moral” (Marie Jean Antoine de Caritat, Marqués de Condorcet)
“La igualdad está en la libertad moral” (Franklin)
“La primera igualdad es la equidad” (V. Hugo)

Por su parte, la Francmasonería reconoce que todos los seres racionales han nacido iguales, y por tanto cree que no debe existir ninguna diferencia entre el que manda y el que obedece, en el que produce y el que consume, entre el que paga y el que cobra. Uno y otro son formados por el mismo principio creador, conformados con la misma materia física y a las mismas causas de destrucción respetando la tradición, así como respeta las creencias de todos los creyentes, prescindiendo de raza y nacionalidad, a todos cobija bajo el manto de la Igualdad; a todos los considera hermanos. El mérito, el talento, la sabiduría, la virtud y el trabajo, con las únicas distinciones que admite voluntariamente.

Respecto a la Igualdad, se define como la uniformidad que existe entre dos cosas iguales. En el campo político, todos los hombres tiene igual derecho a desempeñar cualquier función pública, cuando pretende supresión de los privilegios de fortuna, etc. y se rige por el principio a cada uno según sus necesidades, a cada uno según sus capacidades. Tal parece ser la medida de lo justo y necesario.

Veamos ahora como estima y valora este concepto la Francmasonería: la Igualdad Masónica se práctica bajo la dirección y amparo de una de sus herramientas, el Nivel, joya del Primer Vigilante, que establece la igualdad haciendo abstracción de las desigualdades externas: abolengo o casta social, raza, cultura, riqueza y pone como condición esencial que todo Hermano practique las virtudes y sea moral en sus costumbres. Además, debe ser desprejuiciado, tolerante y fraternal. Fue así, como este concepto natural y humano, sostenido y propugnado por nuestra cara Institución, sirvió de excelente abono para el cultivo de las ideas emancipadoras y regeneradoras que tuvieron excelente culminación en la Revolución Francesa al consumo con la bella trilogía: Libertad, Igualdad y Fraternidad y cuyas benéficas reacciones se extendieron a los pueblos sojuzgados del continente americano.

Sin embargo, en el campo político, las desigualdades siempre han dejado, un modelo estereotipado diferente. Casi, como ley natural, las naciones poderosas tratan siempre de oprimir a los pueblos pequeños subdesarrollados, donde el hambre y las enfermedades campean. Ayer, por razones ideológicas, fue el Muro de Berlin. Hoy Mr. Bush firmó la ley para levantar un muro de 1.200 kilómetros en la frontera sur con México que costará unos 8.000 millones de dólares. Le costará también 20 mil millones de dólares de cabeza, pues 27 países firmaron una protesta ante la ONU, ante tal insólito e inhumano proceder.

Este “muro de la infamia”, no solo es para evitar la penetración de emigrantes mexicanos irregulares, sino que es una muestra de desprecio y prepotencia de la potencia que representa el imperialismo yanqui. Es una manera de despreciar el dinero, de falta de humanidad. Piensa uno que mientras en países como Somalia, donde un millón de hambrientos están clamando un mendrugo de pan, donde se necesitan 30 mil toneladas de alimento en los próximos 6 meses; donde en un mes podrían morir de 10 a 20 mil personas de hambre. Y Estados Unidos, la mayor potencia bélica y económica del mundo está levantando “muros de infamia”. Igual conducta adoptó Israel con Palestina. Pura soberbia del poderío económico de esas naciones imperialistas, que no cesan de oprimir a los débiles.

Sobre la delicada situación comentada, es difícil, yo diría que imposible, que nuestra fraternidad pueda encarar a tremendas desigualdades sociales, que responden a patología que vulneran la dignidad humana.

Nos corresponde ahora referirnos a la Fraternidad, palabra usada originalmente para designar aquellas asociaciones formadas en la Iglesia Católica Romana para la investigación de fines religiosos especiales y eclesiásticos, tales como la curación de los enfermos, la ayuda a los pobres, la practica de devociones particulares. No se hacen remontar a la época anterior del siglo décimo – tercero. El nombre fue posteriormente aplicado a las asociaciones seglares, tales como los Francmasones.

En las lecturas primitivas del siglo XIX la palabra fraternidad aludida aquí, se depende de las preguntas siguientes:

P. ¿Cuántos son los puntos principales pertenecientes al masón?
R. Tres: La Fraternidad, la Fidelidad y la Taciturnidad
P. ¿Qué representan?
R. El amor Fraternal, el Auxilio, y la Verdad entre todos los Masones Justos.

Fraternizar significa reconocer como Hermano; asociarse con él masónicamente. Es un vocablo que nos invita a socializarnos. La fraternidad es por lo mismo la unión y buena correspondencia entre hermanos o entre los que se tratan como tales, y en la Masonería es uno de los pilares universales que soportan sus fundamentos filosóficos y la base inconmovible de su unidad. Es el complemento de la Igualdad y de la Libertad. Sirve de base al triangulo equilátero que tiene por lados la Libertad y la Igualdad, que caen divergentes sobre la línea de la fraternidad.

Este triángulo equilátero ha sido considerado por la Masonería como el símbolo de la Perfección, de la Armonía y de la Sabiduría. De perfección, en cuanto tiene el mayor grado de bondad o de excelencia en su línea creadora; de Armonía, de amistad y buena correspondencia; y de sabiduría como prudencia en la vida, conocimiento profundo en las letras, ciencias o artes.

La Fraternidad, también es Tolerancia con respecto a la Libertad y Comprensión respecto a la Igualdad. Estos principios forman una trilogía ideal para el Aprendizaje del masón. Además, es la luz inextinguible, que se mantiene en todas las logias de la Ordenancia para permitir la hermandad que debe marchar humanizada y bienhechora con la sociedad profana.

Sin lugar a dudas, la Tolerancia es la expresión más clara del respeto debido a los demás y como tal es un valor fundamental para la convivencia pacífica entre las personas. Tiene que ver con el reconocimiento de los otros como seres humanos, con derecho a ser aceptados en su individualidad y su diferencia. El que es tolerante sabe que si alguien es de una raza distinta a la suya o proviene de otro país, de otra cultura, de otra clase social, o piensa distinto a él, no es por ello su rival o su enemigo.

Por eso, cuando se presentan conflictos, y más entre hermanos masones, las personas tolerantes no acuden a la violencia, ni siquiera verbal, para solucionarlos, porque saben que la violencia sólo engendra más violencia. Entre los masones es sabia la expresión de “pasar la llana”: es preferible dialogar con los oponentes para buscar puntos de acuerdo. Eso de las demandas judiciales, no es un recurso fraternal, venga de donde viniere. Sin embargo, debemos ser tolerantes más no pasivos. Hay situaciones frente a las cuales nuestro deber como masones, lejos de quedarnos callados, es protestar con energía cuando la verdad nos asiste.

Para ser tolerante, es decir, tener respeto o consideración por las opiniones de los demás, aunque sean diferentes a las nuestras, debemos primeramente ponernos en su lugar para tratar de entender sus problemas y su manera de actuar. Después escucharlos sin interrupción para darles la oportunidad de expresarse, sin consideraciones de raza, de riqueza ni de graduación masónica. Esto hace parte de la formación masónica que tengan los hermanos en conflicto y de la acción conciliadora que propician y patrocinan los Hermanos de la Orden.

El tema de la Fraternidad nos obliga a comentar sucintamente el de la Intolerancia que nace de la incapacidad de comprender que existen miles de forma de vivir, de expresarle, de actuar y de ser.

De otra parte las verdades absolutas que son obstáculos para la Tolerancia, no permiten ver que el conocimiento humano siempre se renueva, que las costumbres cambian y las modas son pasajeras. Los Intolerantes son irrespetuosos, intransigentes, autoritarios, arrogantes, egoístas, agresivos, violentos, desconsiderados, insensibles.

Por el contrario, los tolerantes son personas respetuosas, pacientes, comprensivas, indulgentes, amables, amistosas, compasivas y serenas. De manera clara, en estas definiciones se pone en evidencia la expresión “PASAR DE LAS TINIEBLAS A LA LUZ”, expresión de uso frecuente en el proceso de enseñanza- aprendizaje tan común en nuestros trabajos. Además, trato de significar que la masonería no es contemplación pasiva del bien, sino activo combate contra el mal y el error, como se nos enseña en el Primer grado.

Finalmente nuestro análisis tiende a mostrar que en el quehacer fundamental de la Institución Masónica es crear las condiciones necesarias y suficientes para producir en cada ser humano que a ella ingrese la realización de su proyecto humano a la cual todo sujeto no solo tiene derecho, sino la obligación de lograr, porque la vida del masón es una batalla continua, ruda, implacable: es una lucha de la libertad y la tolerancia contra la tiranía y el fanatismo, del bien frente al mal, de la luz sobre las tinieblas, del amor contra el odio.

En algunos países existe la Tolerancia, ya sea por indiferencia, por simple escepticismo o como muestra de paciencia. En sentido nato, aquí tolerar es sinónimo de “soportar” o de “aguantar”, como diríamos vulgarmente en la Costa Norte.

La fraternidad opera a manera de cadena simbólica que une a todo los corazones de los Hermanos esparcidos por todos los rincones del planeta tierra para formar un haz de vigorosas voluntades que permitan trabajar por el advenimiento de la paz y la tolerancia entre los seres que lo pueblan.

Esta triada que forma el Lema masónico, ha contribuido a darle un contenido más humano a la vida, regenerando y emancipando a los seres racionales, puliendo sus imperfecciones para llevarlos por la ruta de la virtud de las “TINIEBLAS A LA LUZ”. Este trinomio imponderable de sugerente emotividad simbólica, surgirá en plenitud por los ámbitos del universo en defensa de la libertad de conciencia, de la cultura científica y filosófica que libre a la humanidad de errores y prejuicios convencionales.

Luchemos con tesón y decidida acción por estos ideales, nuestros principios fundamentales, tan caros para la Francmasonería, hasta hacerlos triunfar sobre las mistificaciones sociales, construyendo Templos a la virtud y cavando sepulturas a los vicios e imperfecciones humanas.

QQ:.HH:. Dedicaos a hacer buena obras. Tened siempre vuestras mentes en un estado puro de conciencia, para aparecer siempre dignos de vosotros mismos!
Escuchad siempre la voz de la conciencia. No cultivéis la ira, porque ella reposa en el seno de los necios. Detestad la avaricia, porque quien ama las riquezas económicas ningún fruto perdurable sacará de ellas y esto también es vanidad.

No olvidéis que en la senda del honor y de la justicia está la vida, más el camino extraviado conduce a la muerte moral. Haced bien por amor al bien mismo.

Evitad las querellas, huid de los insultos, dejad que la razón quede siempre de vuestro lado. Ese es el camino a seguir.

! Que así sea !

El Venerable Maestro


El Venerable Maestro
El concepto venerable en uno de sus significados, expresa: “Lo que es digno de veneración, título que se da a personas de sólida reputación y reconocida autoridad, adquirida por la madurez de su juicio y por su haber y grandes virtudes. Es renombre o tratamiento de mucha significación entre los Francmasones, y con el que se distingue o designa en algunos países al maestro que ejerce el cargo de Presidente de las logias simbólicas”(1).

Esta bella y honrosa recompensa digna del mayor encomio cuando recae en hermanos beneméritos y acreedores de ésta y aun de mayores distinciones, debe otorgarse siempre a los V V.·. H H.·. con la mayor circunspección y no puede prodigarse, porque el V.·. H.·. investido con esta dignidad goza de ella durante todo un ejercicio, y vive la sensación durante toda su vida.
El Venerable Maestro jamás perderá de vista que se debe por entero al servicio de la logia que le ha honrado con sus sufragios otorgándole su confianza y representación, jamás verá amigos o enemigos en su logia, sino hermanos a quienes distinguir por igual. Parco en la censura y prudente en las alabanzas, procurando que su imparcialidad nunca pueda ser puesta ni por un solo instante en tela de juicio, estudiando y reflexionando el carácter y las disposiciones de los QQ.·. HH.·. del taller, siempre vigilante y dueño de sí, previsor y prudente.

“El Venerable Maestro siempre será querido y respetado cuando se encuentre en el amor de sus hermanos y en la tranquilidad de su conciencia, es la única recompensa digna de sus desvelos y merecimientos”(2).
La escuadra como sabéis constituye “la joya del V.·. M.·., es símbolo de su rectitud, porque debe ser el masón más recto, justo y virtuoso de la logia”(3).
Considero contradictorio hablar de un buen masón o de un mal masón y el mismo principio debe aplicarse para un V.·. M.·., sencillamente podemos expresar que se trata de un buen masón o de un mejor masón.

El mejor masón debe ser virtuoso por excelencia, no solamente dentro de los trabajos de logia, sino también en el mundo profano, el maestro debe seguir siempre el camino de la verdad.

Como lo indica nuestra Liturgia del Primer Grado, en el ritual de instalación: “el V.·. M.·. es el jefe del taller. Con el alto sentido de responsabilidad que este cargo implica en el desempeño de sus funciones, siempre conexas a su dignidad, debiendo ser hombre bueno, recto y justo, que obedezca las leyes morales y fomente la práctica de las virtudes; como ciudadano debe ser pacífico y también respetuoso de las leyes del país en que vive y de su gobierno cuando éste es legítimo, trabajar con inteligencia y vivir con honradez cultivando siempre los principios sociales que distinguen y enaltece

“Entre otras muchas obligaciones se encuentran las de estimular el conocimiento de las artes y de las ciencias, debe cumplir y hacer cumplir a todos los QQ.·. HH.·. de su taller con oportunidad y decisión en todos los deberes masónicos, velando siempre por el progreso de la logia” (4).

“El Venerable Maestro debe haber estudiado la ciencia masónica y haber desempeñado los puestos y dignidades inferiores. Así mismo es menester que posea un conocimiento profundo del hombre y de la sociedad y un carácter firme, pero razonable. Las atribuciones y deberes de los Venerables Maestros son muchos y de diversa índole”(5).

El Venerable Maestro se coloca en Oriente “uno de los cuatro puntos cardinales representado en las logias por el costado que se haya enfrente de la entrada, se coloca bajo dosel para dirigir los trabajos de los obreros; designa al primero de los cuatro puntos cardinales, opuesto a occidente y se denomina además Este o Levante.

“El Oriente es la parte del mundo que ha servido de cuna a todas las generaciones humanas, en las que han aparecido los legisladores sagrados cuya autoridad reconoce la Europa entera (escribía Napoleón: El Oriente es, de donde como el Sol, salen todos los hombres eminentes y todas las cosas grandes).

“Además del V.·. M.·. tienen su asiento en Oriente, los V V.·. H H.·. Orador y Secretario, el Primer Diácono, grandes dignatarios y oficiales de la Orden y visitadores revestidos de alguna dignidad o de altos grados”(6).
El Venerable Maestro simboliza astronómicamente al planeta Sol, por ser el astro que alumbra la tierra durante el día, debe dar luz con la práctica de sus virtudes y con el ejemplo, el Sol, astro luminoso que gira sobre sí mismo de Occidente a Oriente y proyecta incesantemente luz y calor sobre cuantos cuerpos celestes forman parte del sistema planetario, da a la tierra el calor y la luz que la fecundan y vivifican; inmenso, indivisible, imperecedero y omnipresente, foco perenne de luz; los brillantes Devas, así conocidos los dioses por los Ario-indos allá en los albores de la Historia, llamaban al Sol como el pusán que significaba el beneficio, y lo definían como el dispensador de bienes, el nutridor que con su arado de oro marca el surco al labrador, el que conoce todos los caminos y celoso los vigila recorriéndolos eternamente”(7).

“El V.·. M.·. en L.·., como ya se dijo, representa al sol, astronómicamente, sin embargo tiene el valor esotérico que puede analizarse desde varios puntos de vista, uno de éstos es el que se refiere al sol como generador de vida en la mayoría de los sistemas religiosos creados a través de la historia.

“Desde el origen de la humanidad las principales concepciones religiosas tuvieron sus raíces en la reverencia al sol como padre y a la luna como madre. El solsticio de invierno que generó los mitos solares, es la fecha en que se festeja al Sol Naciente.

“El sol Hombre es parido por la madre noche, representada por la luna o por la estrella de la mañana que se manifiesta con figura de mujer, Venus, la Magna Mater como vía de acceso del espíritu a la materia.

“En las civilizaciones antiguas puede notarse la presencia de los dioses asociados al sol, como Marduk de los Babilonios, interpretado como hijo o ternero del sol y que llegó al mundo para hacerse mortal, ser sacrificado y finalmente resucitar, convirtiéndose en la constante de los cultos al sol el llevar la muerte a los altares.

“Entre los Druídas, la espada flamígera se llamaba de Belino, dios del sol y veneraban el muérdago nacido bajo la luna y milagroso bajo el sol, debiendo ser hombre quien lo cortara con una hoz de oro, para simbolizar la forma lunar en fusión con el metal solar, porque siempre la naturaleza solar, masculina, era la esencial para no desvirtuar la naturaleza trascendente del vegetal.

“Los ingleses llaman al muérdago holy, o sea, santo, refiriéndose a su propiedad esencial para unir al hombre con la divinidad.

“Los Fenicios consideraban imperativa la condición de que los primeros rayos del sol de cada día alcanzasen el Santuario, para que al ‘estallar’ ahí, su luz impregnase el Templo, en su calidad de cueva y de útero virginal, pero esto debía ser propiciado por el sacerdote, cuya masculinidad es imprescindible para actuar en afinidad con la naturaleza insemínadora del rayo lumínico.

“¡Imposible que el femenino pueda fecundar a lo femenino!.

“Esta es la secreta condición que impide a las mujeres oficiar como sacerdotisas y proviene de las más remota antigüedad, mucho antes del Cristianismo”.(8)
Recordad mis QQ.·. HH.·. que el Sol declina hacia el ocaso para indicar en lenguaje figurado que es vencido por las tinieblas, que simbolizan el genio del mal y recordad también que reaparece de nuevo sobre nuestro hemisferio y en esta alegoría se nos presenta como vencedor y resucitado, la muerte y resurrección son imagen de las vicisitudes de la vida y de la vida que nace de la muerte.

El V.·. M.·. no puede juzgarse a sí mismo como el más puro de todos los QQ.·.HH.·. del taller ni como el más puro de todos los hombres, debe ser siempre movido en lo profundo de su conciencia hacia la superación dentro de una crítica reflexiva, constante, sincera, rigorista y serena, que le permita elevar su propio espíritu contribuyendo a la elevación del de todos aquéllos que lo rodean, permitiéndole cubrir con un velo que se convierta en su pensamiento de reflexión filosófica, tan potente que llene al taller y a cada uno de sus miembros con la luz de la concordia y dando el calor que sólo puede dar el Sol al sistema planetario, llenando de fertilidad a nuestro planeta en todos sus aspectos cósmicos, circundándolo hasta el más microscópico de ellos, lo cual nos permite simbólicamente que sigamos nutriéndonos, perfeccionándonos y evolucionar mejorando el mundo que nos rodea.

E.·. C.·.



BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
1.- Diccionario de Masonería. Editorial Grijalbo, S. A. de C. V., México, D.F., 1990. Tomo III.
2.- Enciclopedia de la Masonería. Publicaciones Mundial, México, D.F., Tomo II.
3.- Frau Abrines, Lorenzo. Diccionario Enciclopédico de la Masonería. Publicaciones Mundial. Barcelona, España, II Tomo.
4.- Liturgia del Primer Grado. Ediciones y Publicaciones Valle de México, 1998.
5.- Revista: Más Allá de la Ciencia. Año VI, No. 3-0101-04. J.C. Ediciones, S.A., Madrid, España.

————————————————–
(1) Enciclopedia de la Masonería. Publicaciones mundial. México, D.F., Tomo II, p. 1478 y s.
(2) Frau Abrines, Lorenzo. Diccionario Enciclopédico de la Masonería. Publicaciones Mundial. Barcelona, España, II Tomo, p. 1437.
(3) Diccionario de la Masonería. Editorial Grijalbo. México, D.F. 1990, Tomo I, p. 169
(4) Liturgia del Primer Grado R.·. E.·. A.·. y A.·. Ediciones y Publicaciones Valle de México, p.79.
(5) Diccionario de Masonería.Editorial Grijalbo, Op. Cit., Tomo III, p. 200.
(6) Frau Abrines, Lorenzo. Op. Cit., p. 1437.
(7) Frau Abrines, Lorenzo. Op. Cip., p. 1481.
(8) Revista: Más Allá de la Ciencia. Año VI, No. 3-0101-04. J.C. Ediciones, S.A., Madrid, España.
Cortesía del R:.H:. José Luis Irizzont Melgoza. de Cozumel, Q, Roo, México

M.·.R.·.H.·. JUAN ÁNGEL MARIO ROLLERI MUENTE GRAN MAESTRO MUY RESPETABLE GRAN ORIENTE DEL PERÚ

Vall:. de Lima, Oriente del Perú, 15 de noviembre del 2015 e:.v:.

M:.R:.H:.
DAVID KELLER

GRAN MAESTRO
GRAN ORIENTE DE FRANCIA


M:.R:.H:. GRAN MAESTRO.


Los HH.·. del GRAN ORIENTE DEL PERÚ, Indignados y consternados hemos visto con estupor las imágenes de los terribles sucesos del Viernes 13 de noviembre de 2015, e.·. v.·., en el que nuestros HH.·. de París han sufrido un ataque terrorista y en donde las cifras de los muertos y heridos va en aumento.

Lamentamos las muestras del terror que ha producido víctimas inocentes y manifestamos nuestro rotundo rechazo a esas prácticas, que ya hemos vivido en nuestro país y que condujeron a un sistema de alarma social y de inseguridad.

Como Masones jamás estaremos de acuerdo con los actos de insania criminal y de enfermiza intolerancia vividos en el Valle de París, Oriente de Francia, por ello queremos hacer llegar a nuestros HH.·. franceses nuestras condolencias por los fallecidos y la esperanza que los heridos recobran la salud con prontitud, manifestando nuestro deseo que hechos como los que hemos visto no vuelvan a repetirse jamás.

Queremos expresaros M:.R:.H:., nuestro rotundo rechazo a los hechos ocurridos el viernes nos lleva también a anhelar que estos actos, claramente provenientes de mentes completamente irracionales, no obtengan una respuesta similar, pues es lo que los terroristas buscan con su conducta, hacernos caer en la violencia y el terror.

Que el G.·.A.·.D.·.U.·. les brinde a nuestros HH.·. del Gran Oriente de Francia y a vos M:.R:.H:., las luces que necesitan en estos tiempos de oscuridad y acreciente la fuerza que les conocemos.

Francia, la tierra fundadora de los Derechos Humanos resurgirá como el ave Fenix, siempre fuerte, siempre unidos, bajo el estandarte de nuestros principios naturales: Libertad, Igualdad y Fraternidad, que Francia nos ha legado.


Fraternalmente,


M.·.R.·.H.·. JUAN ÁNGEL MARIO ROLLERI MUENTE
GRAN MAESTRO
MUY RESPETABLE GRAN ORIENTE DEL PERÚ

Los Tres Puntos Masónicos

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Los Tres Puntos Masónicos
Q.·. H.·. Carlos Nieto Betancourt, A.·. M.·.
R.·. L.·. Lautaro 197, Or.·. de Caracas, Venezuela.

Introducción

En términos generales, todos nosotros sabemos que el PUNTO es un signo ortográfico, que invariablemente se coloca al terminar un escrito, un párrafo, después de las abreviaturas o de las iniciales aisladas de las palabras; tiene una importancia dentro de los usos y las costumbres, y que en forma de triangulo equilátero se propagan en nuestra Institución.

Los Tres Puntos es parte fundamental de la enseñanza masónica no solo por su uso como signo de abreviatura sino por el simbolismo que representa.

El método masónico se basa en la funcionalidad de los símbolos constructivos para articular un imaginario emancipador de la conciencia individual, es esencialmente polisémico y no admite una interpretación monista.

La arquitectura simbólica con la que trabaja la masonería pretende que cada masón haga de su vida una verdadera Obra de Arte, y que contribuya a hacer del mundo un lugar donde sea posible la libertad, la igualdad y la fraternidad.

Para entender el Significado de Los Tres Puntos Masónicos el siguiente trabajo aborda en primer lugar, su Origen, para podemos formar luego una exacta idea de la influencia Moral y Filosófica que se le atribuye como SIGNO, y comprender sus múltiples aplicaciones, dentro del Simbolismo Masónico.

Por último, se abordan las diferentes definiciones que se le han dado, dentro del espiritualismo, en relación con el mundo esotérico.

Las Columnas del Templo


Las Columnas del Templo

Enzo Barra, A.·. M.·.
R.·. L.·. Lautaro Nº 197, Or.·. de Caracas

Las Columnas de nuestros templos tienen sus raíces en las del Templo del Rey Salomón y la tradición Templaría, en cuyos templos también se erigían pares de columnas marcadas con las letras J y B.

Cuando los hebreos volvieron a la tierra prometida, el rey David comenzó a construir el Templo de Jerusalem. Tras la muerte de David, su hijo el rey Salomón, prosiguió la construcción y contó con la ayuda de un amigo de su padre, el rey Hiram de Tiro, Fenicia. Hiram, le envió a Salomón un maestro masón, hijo de una mujer de la tribu Neftalí, Hiram Abiff. La Biblia dice: “Hiram Abiff fundió dos columnas de bronce. Erigió primero la columna de la derecha y le dio el nombre de Jaquín (Jakin o Jakhin), y luego la columna de la izquierda y le dio el nombre Boaz. Como remate de las columnas había una especie de lirio. Las columnas también fueron decoradas con cadenas y dos hileras de 200 granadas.

Estas columnas deben haber sido objetos de sacramentos sagrados en relación con los nombres que se usaban para denominarlas. En el caso de las columnas, el nombre Jaquín está formado por “Jah” que es una forma abreviada de Jehová o Yahvé y “aichin” que significa “establece”, por lo que el significado de Jaquín sería “Él establece” o “Será establecido”, dando la idea de firmeza. Por otra parte, Boaz está formado por “Bo” que significa “en Él” y “Az”, “fortaleza”, o sea “en Él está la fuerza”.

Otra teoría, dice que cada una de estas palabras es la primera de una inscripción que entera decía: “Que el Señor establezca (Jaquín) el trono de David y su reino para siempre y entonces en la fortaleza (Boaz) del Señor se regocijará el rey”. Esta teoría, aunque es lógica e interesante y quizá haya sido el espíritu de las palabras, no es la impresión que dan los textos bíblicos que simplemente citan los nombres de las columnas como si hubieran sido nombres personales.

Lo cual da lugar a otra teoría que dice que realmente eran nombres de personas. Jaquín era el nombre del asistente del Sumo Sacerdote que oficiaba en la dedicación del templo y se asocia con Salomón y Boaz [Booz] era el del bisabuelo del rey David y obviamente se asocia con David.

En varios tratados, especialmente escritos por Maestros masones norteamericanos, existen claras referencias a la estrecha vinculación entre los últimos caballeros templarios refugiados en Escocia y la constitución de la primera logia masónica moderna en Londres en 1717 y la posibilidad de que, por ese motivo, los templos masónicos modernos sigan la tradición templaria de erigir esas columnas en sus templos con las letras J y B, como es el caso, entre otros, de la famosa capilla de Rosslyn en Escocia para honrar a Jacques De Molay (cuyo nombre en latín era Jacobus Burgundius Molay – J B M), el último gran maestre templario y considerado mártir y caballero sagrado (en hebreo Kadosch), quien al igual que Hiram Abif en la Leyenda, encarnan los principios masónicos de lealtad, amistad, heroísmo y valor. Vemos un paralelo con la Leyenda de Hiram, en la que 3 rufianes (Jubela, Jubelo y Jubelum) lo matan por no querer revelar los secretos de Maestro Masón incluyendo la Gran Palabra Masónica, el nombre de Dios. Los rufianes en el caso de De Molay, fueron Guillermo de Nogaret, Felipe IV “el Hermoso”, rey de Francia, quien con la anuencia del papa Clemente V, mandó arrestar y torturar a Jacques de Molay, junto a 138 hermanos, el viernes 13 de octubre de 1307, condenándolo a morir en la hoguera en la catedral de Notre Dame el 18 de marzo de 1314, sin que jamás revelara los secretos de la Orden, al igual que Hiram Abif en la leyenda. En algunas fuentes, se propone la idea que la Leyenda de Hiram se refiera realmente a Jacques de Molay.

En el “Catéchisme des Francs-Maçons” de 1744 se menciona que Jaquín es la columna donde los aprendices reciben su salario. Dice: “Pregunta: Cuál es el significado de Jakhin? Respuesta: Es el nombre de una de las dos columnas de bronce que estaba en el Pórtico del Templo de Salomón donde los Aprendices se reunían para recibir su salario.”

Las columnas masónicas que conocemos son muchos menores en tamaño que las originales, aunque proporcionales, sobre las columnas se agregaron esferas sobre las que se dibujaron globos celestes (derecha) y terráqueos (izquierda) sin ninguna relación aparente con raíces antiguas. Si bien el simbolismo de representar las dualidades del cielo y la tierra, el espíritu y la materia en el portal de ingreso parece ser muy significativo. Rodeando la base de las esferas hay una serie de granadas que con la exuberancia de sus semillas simbolizan abundancia y fertilidad, fruta que tenía asociaciones místicas en la antigüedad. Para la masonería denota

esa abundancia que es el fruto de una utilización sabia de los dones que recibimos. El espacio hueco dentro de las columnas de algunos templos masónicos, aparentemente en ciertas épocas fue usado como repositorio de rollos constitucionales y diversos documentos. En nuestras logias las columnas sólo se ven desde adentro y vemos la columna con la letra J a la izquierda, pero al entrar esa columna está a la derecha y al sur como en el templo de Salomón. Es interesante mencionar además que en el siglo 18, ambos vigilantes se ubicaban al occidente, de frente al oriente, cercanos a cada una de las columnas que les corresponden hasta hoy y que se asocian a los dos primeros grados.

En el momento de la iniciación, uno está pronto para un renacimiento espiritual y por lo tanto debe pasar entre columnas ingresando a un nuevo nivel de conciencia, con la comprensión de que lo que necesita es el firme control que una de las columnas representa y la fuerza representada por la otra, sabiendo que control sin fuerza es tan fútil como fuerza sin control. El candidato avanza con fuerza y poder, pero guiado por la sabiduría y el control. Se eleva por el poder que está en él, pero llega por la sabiduría de su corazón.

En conclusión, las columnas no tienen valor estructural, al estar erigidas libremente en la mayoría de los casos y ciertamente en el caso de las que estaban delante de la entrada del templo de Salomón puesto que no sostenían ninguna estructura. Tampoco parece de gran relevancia su aspecto meramente ornamental o su posible uso como repositorios de documentos. Así que el mayor énfasis es de valor simbólico. Resulta obvio que las columnas constituyen un portal firmemente establecido que claramente separa el mundo profano de la cámara interior en la que los masones realizamos nuestros trabajos lejos de “la indiscreción de los profanos”.

Fuente: Rislo Buscaróns: http://www.fraternidad6.ewebsite.com/page/las-columnas-del-templo

¿Qué significa “hombre libre y de buenas costumbres”?


¿Qué significa “hombre libre y de buenas costumbres”?
Hombre libre es aquel que tiene libertad para expresar sus pensamientos, no acepta imposiciones que atenten contra sus principios, ni está sujeto a la voluntad de un tercero; no está atado a ningún dogma que oscurezca su inteligencia y pervierta sus sentimientos, y carece de vicios que lo esclavicen. Para ser hombre de buenas costumbres deberá obedecer las leyes del país en que reside, venerar a su patria, y honrar a su familia; ser tolerante y respetuoso con las ideas políticas y religiosas de sus semejantes. Imponerse la seriedad de los conceptos, el decoro de las formas y observar una conducta moral y la ética en su vida privada y pública. Y para esa lucha que ya tenemos instalada y con la que ingresamos al nuevo milenio, nuestra Orden cuenta con sobrados elementos, expresados en tradiciones, principios, símbolos, doctrina y, lo más importante, hombres masones para hacerle frente con suficiencia en la medida que concienticemos este fenómeno y recreemos algunas básicas cuestiones propias, comenzando por nuestro orden interno.

La Masonería y el Arte Real


La Masonería y el Arte Real
Q.·. H.·. Edgar Perramón, M.·. M.·.
R.·. L.·. Lautaro 197. Or.·. de Caracas, Venezuela.

La Masonería surgió, como se sabe, en Inglaterra a comienzos del Siglo XVIII, en 1717.

Hacia el comienzo del Siglo XVIII las antiguas logias de constructores se encontraban en precarias condiciones como lo señala Findel en la “Historia General de la Masonería”.

La Masonería moderna nació cuando los constructores prácticos se unieron a los construc­tores teóricos, cuando los masones especulativos, enseñando la filosofía y la moral, fueron recibidos en las logias compuestas hasta entonces por obreros que levantaban edificios materiales.

Los historiadores de la Masonería llaman Arte Real al que cumplieron esos obreros y alba­ñiles de la construcción durante toda la Edad Media (Siglos V-XV) y que formaban guildas y cofradías que se reunían periódicamente para confraternizar.

Esos obreros de la Masonería de Obra trabajaban directamente con las herramientas con que se ganaban su subsistencia. Poco a poco las fueron abandonando por la precaria situ­ación económica de comienzos del Siglo XVIII en que la construcción fue, prácticamente, paralizada. Los masones aceptados, que habían sido admitidos en las guildas y cofradías sin ser pro­piamente obreros manuales, conservaron los términos técnicos en uso y los signos que se referían simbólicamente al arte de la construcción de los templos, dándoles un sentido más moral y filosófico, abandonando para siempre la enseñanza del arte gótico.Esa actividad de los constructores operativos es lo que suele llamarse el Arte Real, el Arte que ponían en sus bras, el Arte Real para levantar enormes y bellas construcciones durante toda la Edad Media y que aún hoy son dignas de admiración.

En 1717, el notable hombre de ciencias, Jean Theophile Desaguliers, miembro de la Aca­demia Real de Londres, se propuso, junto con otros distinguidos masones aceptados, como el erudito antropólogo y anticuario George Payne y el teólogo James Anderson, poner en marcha un proyecto destinado a fundar una Gran Logia, lo que, efectivamente, se hizo en Londres, en la Posada del Manzano, el 24 de junio de 1717. Se eligió, como primer Gran Maestro, a Anthony Sayer, de cuya vida muy poco se sabe todavía.

A George Payne le correspondió recopilar toda la documentación masónica existente la que publicó como las “Treinta y Nueve Ordenanzas Generales” que se pusieron en prác­tica desde 1721 y que constituyen hoy, junto con el Manual Regio de 1390, el Manuscrito Cooke de 1420 y el Libro de las Constituciones de James Anderson de 1723, los cuatro principales documentos de la Masonería Especulativa.

La Masonería de Obra no tuvo los tres grados simbólicos como hoy los conocemos. Al parecer sólo existía el grado de Compañero del oficio y, después, se fue modelando la ceremonia de ingreso como el grado de Aprendiz. El grado de Maestro llegó más tarde, en 1738, pero cuando ya estaba funcionando la Masonería Especulativa, fundada, como decimos, en 1717.

Todos los estudiosos de la Masonería dicen que el Grado de Maestro es el más importante de la Orden, al que Oswald Wirth llama, en su libro “El Libro del Maestro”, el “supremo grado de la jerarquía masónica”. La Masonería Escocesa sería entonces el estudio detenido, en cada uno de sus grados, del propio Grado Tercero para que los Maestros sean cada día mejores masones en las logias simbólicas. Es decir, la Masonería Escocesa sería un impor­tante curso de perfeccionamiento para Maestros.

El Arte Real, que durante la Masonería de Obra se aplicó en cada construcción con estabi­lidad y belleza, hoy se aplica en cada espíritu para que cada masón trabaje mejor el suyo, con una alta moral y teniendo en vista los valores de libertad, igualdad y justicia social, solidaridad y fraternidad como los más elevados fines humanistas de la Masonería.

El Arte Real tiene un sentido netamente espiritual y eminentemente ético.

DEL PEQUEÑO MANUAL MASONICO. EDICION ESPECIAL 25 ANIVERSARIO DE LA RESP.·. LOG.·. LAUTARO Nº 197 AÑO 2010

miércoles, 18 de noviembre de 2015

El Rey del Mundo. (Agartha). René Guénon (audiolibro)


El Rey del Mundo. (Agartha). René Guénon (audiolibro)
Según diferentes tradiciones, existiría un centro espiritual principal: Agartha, un centro sagrado donde se conserva la tradición primordial, inaccesible para la mayoría de los hombres, aunque no para los iniciados. Según Guénon, nos encontramos en el Kali Yuga, la "edad sombría", fase final de un ciclo, momento de confusión y de oscurecimiento del verdadero sentido: la modernidad ha instaurado el olvido de la metafísica tradicional. A la cabeza de Agartha se encontraría el "Rey del mundo", legislador primordial y universal, que aunque no corresponda a ninguna personalidad concreta, representa el primer principio, la "inteligencia cósmica" en la que se refleja la luz espiritual, y que sería arquetipo del hombre en tanto que ser pensante.

Capítulo 1. Nociones sobre el Agarttha en Occidente
Capítulo 2. Realeza y Pontificado
Capítulo 3. La Shekinah y Metatrón
Capítulo 4. Las tres funciones supremas
Capítulo 5. El simbolismo del Grial
Capítulo 6. Melki-Tsedeq
Capítulo 7. Luz o la morada de inmortalidad
Capítulo 8. El Centro Supremo oculto durante el "Kali-Yuga"
Capítulo 9. El Omphalos y los betilos
Capítulo 10. Nombres y representaciones simbólicas de los centros espirituales
Capítulo 11. Localización de los centros espirituales
Capítulo 12. Algunas conclusiones

Los impresionantes aportes de Platón a la Psicología

Los impresionantes aportes de Platón a la Psicología
Las aportaciones de Platón: su visión sobre el conocimiento y su influencia en la Psicología.

Platón (428-348)
Platón nació en el período de paz y esplendor de la democracia de Pericles. Perteneciente a la aristocracia ateniense, recibió la educación propia de un joven de clase alta (gimnasia y poesía, principalmente). Fue además uno de los más fervientes discípulos de Sócrates hasta su muerte (“El más sabio, bueno y justo de los hombres”, en su opinión). Viajó por Grecia y Egipto, recibiendo las influencias capitales del matemático Teodoro, así como de los órficos, pitagóricos, y eléatas: Heráclito y Parménides.

Platón fundó la Akademia, dedicando su vida a la enseñanza de la Filosofía. Aceptó el relativismo de Parménides concerniente a la percepción. (Tres cubos de agua en línea: caliente, templada y fría: introduciendo una mano en cada uno de los cubos extremos y luego las dos en el intermedio, la que estuvo en el frío sentirá calor, y la que estuvo en el caliente frío.). También aceptaría Platón la doctrina del flujo Heracliteana, aduciendo que todos los objetos se hallan en constante cambio, por lo que es imposible conocerlos. El conocimiento para Platón es de lo eterno e inmutable (El Ser de Parménides) y, por tanto, no hay conocimiento de las cosas perecederas.

El mundo de las Ideas
Platón denominó Formas o Ideas a los objetos del conocimiento inmutable. Hay una Forma para cada clase de objeto para el que existe un término en el lenguaje (por ejemplo, “gato, “redondo”, etc). Platón creía que los objetos percibidos eran copias imperfectas de estas Formas, ya que aquellos se hallan en cambio permanente y son relativas al que las percibe (importancia del lenguaje conformando la realidad: son los conceptos lo único inmutable, se relacionan con las Formas y no son convencionales).

Un ejemplo de esta idea aparece en la metáfora de la línea, perteneciente a La República (Fig.1). Imaginemos una línea dividida en cuatro segmentos desiguales. La línea está dividida en dos grandes segmentos que representan el mundo de las Apariencias percibidas y la opinión, y el mundo del Conocimiento abstracto, o mundo inteligible. El primer segmento es más corto, para denotar su imperfección. El mundo de las Apariencias está dividido, a su vez, en proporciones iguales, en el mundo de la Imaginación y en el de la Creencia.

La Imaginación es el nivel inferior de la cognición, ya que se ocupa de simples imágenes de objetos concretos, análogas a los reflejos que fluctúan en el agua. Platón desterró el Arte de su república, relegándolo a este plano imaginario.



El eterno debate epistemológico
Para Platón, la aprehensión de las imágenes o imaginación es la forma más imperfecta de conocimiento. Le sigue la contemplación de los objetos propiamente dichos; al resultado de esta observación lo denominó Creencia. Con el siguiente segmento, el Pensamiento, se inicia el conocimiento matemático. El matemático posee un conocimiento general de las cosas. El mundo ideal de la Geometría es muy parecido al mundo de las Formas (o Ideas): el teorema de Pitágoras (el cuadrado de la hipotenusa de un triángulo rectángulo es igual a la suma de los cuadrados de los catetos) se refiere al Triángulo Rectángulo, y cualquier ejemplo particular será una copia inferior del Triángulo Rectángulo perfecto. Platón creía que la relación entre la copia y la forma era cierta, sin embargo, en todos los casos.

Para Platón el último segmento, la forma superior del conocimiento (Inteligencia o Conocimiento) es de nivel superior al conocimiento matemático. En efecto el pensamiento matemático produce conocimiento dentro de su sistema de premisas, pero dado que no puede saberse si sus premisas son las correctas (los axiomas de partida como A = A), no puede constituir el verdadero conocimiento.

Para alcanzar el conocimiento debemos remontarnos más arriba, al reino de las Formas, a los principios fundamentales. Su posición respecto a este esquema del conocimiento evolucionó a lo largo de su vida. En los primeros diálogos, Platón creía que la experiencia de los objetos concretos estimulaba la rememoración del conocimiento innato de las formas, aunque de forma imperfecta, siendo por tanto estímulos reales para despertar nuestro conocimiento.

En los Diálogos intermedios, negó cualquier papel válido a la percepción sensorial y confinó el conocimiento a la dialéctica abstracta y filosófica. Por último retornó a su primera creencia en el valor potencial de la percepción sensorial. Además elaboró su noción de dialéctica, convirtiéndola en un instrumento para clasificar con precisión todas las cosas. Al mismo tiempo su concepción de las Formas se volvió cada vez más matemática y pitagórica.

El problema planteado por Platón en la teoría de las Formas ha preocupado a algunos investigadores de la moderna psicología cognitiva sobre formación de conceptos. La teoría de rasgos afirma que cada concepto está formado por una serie de rasgos, algunos de los cuales son esenciales y otros no. La teoría de los prototipos afirma que el concepto está formado en torno a un prototipo o una fórmula. La Forma podría considerarse el prototipo del que los casos concretos son réplicas imperfectas (mito de La Caverna).

Estructura Psíquica
Platón dividía el alma, o mente, en tres partes. Primero estaba el alma inmortal o Racional, localizada en la cabeza. Las otras dos partes del alma son mortales: El alma Impulsiva o animosa, orientada a conquistar el honor y la gloria, se localiza en el tórax, y el alma Pasional y apetitiva, interesada en el placer corporal, en el vientre (Fig. 2).



El alma Racional tiene parentesco con las Formas y el conocimiento. Es su deber controlar los deseos de las otras dos, del mismo modo que el auriga controla a dos caballos. El alma Pasional estaba, para Platón, particularmente necesitada de sujeción por parte de la razón. (analogía con el aparato psíquico freudiano: ello-yo-super-yo).

Platón está muy influido por la tradición oriental que aparece también en el mito de los Reyes Magos. Estos ofrecen al niño tres cofres para averiguar si su naturaleza es humana, real o divina. El contenido de los cofres es la sustancia material correspondiente a cada una de estas naturalezas: mirra –gomorresina roja-, oro e incienso.

Motivación
Platón tiene una pobre concepción del placer –herencia pitagórica–: el cuerpo busca el placer y evita el dolor, esto sólo obstaculiza la contemplación del Bien. En sus últimos escritos, algunos placeres, como el goce estético que se obtiene de la Belleza, se consideran saludables, rechazándose la vida puramente intelectual como demasiado limitada.

Su concepción de la motivación es casi freudiana: poseemos una corriente de deseos pasionales que pueden encauzarse hacia cualquier parte del alma, hacia el placer, las consecuciones personales o el conocimiento filosófico y la virtud. Los impulsos pueden motivar la búsqueda del placer transitorio o el ascenso filosófico al mundo de las Formas.

Fisiología y Percepción
Dada su desconfianza de la percepción, apenas habló de la Fisiología, ciencia empírica. Sus ideas al respecto eran las convencionales entre los griegos. La visión, por ejemplo, obedece a la emisión de rayos visuales por nuestros ojos que repercuten en los objetos situados en la trayectoria visual.

Aprendizaje: innatismo y asociacionismo
Platón fue el primer gran innatista. Ya que según él todo conocimiento es innato, debe existir en todo ser humano desde el nacimiento. Los objetos percibidos se parecen a las Formas de las que participan, y esta semejanza, unida a la instrucción, estimula al alma Racional para que recuerde cómo son las Formas (Anamnesis). (Analogía con la teoría del lenguaje Chomskyana, según la cual la competencia lingüística es innata).

También sienta Platón las bases de la doctrina asociacionista, más tarde parte fundamental del atomismo y de la filosofía empirista. La relación entre los objetos y las Formas obedece a dos aspectos: la semejanza formal y el presentarse asociados en nuestra experiencia, es decir, la contigüidad. Corresponden a las dimensiones sintagmática y paradigmática descritas por Jakobson como constitutivas de la estructura del lenguaje.

También son las leyes del Inconsciente, o sus operaciones básicas: la metáfora como condensación y la metonimia como desplazamiento. (Afasia de Producción –Broca– versus Afasia de Comprensión –Wernicke–). (Analogía con los dos tipos de magia que describe Frazer: Magia Contaminante –por contigüidad‑ y Contagiosa –por semejanza‑)

Desarrollo y Educación
Platón creía en la reencarnación –metempsícosis–. Al morir, el alma racional se separa del cuerpo y alcanza la visión de las Formas. Según el grado de virtud alcanzado se reencarna entonces en algún lugar de la escala filogenética. Cuando el alma se reencarna en un cuerpo lleno de necesidades y sensaciones cae en un estado de confusión. La educación consiste en ayudar al alma Racional a conseguir el control del cuerpo y de las otras partes del alma.

El principal discípulo de Platón, Aristóteles, desarrollaría la primera psicología sistemática.
Etiquetas: Historia de la psicología, Filosofía, Teoría

Tu huella en el Mundo El camino de Yashay



Victor Salazar
Caballeros de la Orden del Sol
Tu huella en el Mundo
El camino de Yashay ( conocimiento )
La vida es un camino a seguir
Un obstáculo es simplemente una pequeña piedra, a comparación de la vida misma
La importante de los Pueblos Unidos , en el desarrollo del mundo espiritual, donde cada nación pondrá su participación .De un nuevo tiempo , Una nueva era dará nacimiento a una nueva raza
una mejor humanidad
Las tradiciones de los pueblos hablan de 144 (144.000) seres de luz., Este numero también es mencionado en la Biblia. En las tradiciones ( mayas )se habla de los 144 danzarines de luz que darán nacimiento al quinto sol.
donde el agula y el condor vuelen junto en armonia
America Pulmon del mundo fuente de alimento para el nuevo tiempo

¿Tú crees que, cuando mueras, no quedará de ti memoria alguna? De aquello que tú eras, de tu vital fortuna, de tu decir y tu pensar... ¿ninguna? ¡Estás equivocado! Todo lo que tú haces queda unido a lo que has deseado, a todo lo sentido y a lo que en tu interior se ha producido. Y, como parte que eres de un todo superior, que es más profundo, aún si tú no lo quieres, tu aspecto más fecundo recrea cada instante todo el mundo. Y todo el mundo tiene algo de ti, sin que tú lo pretendas; y, en el tiempo que viene, en todo habrá las prendas de lo que, sin saberlo, al mundo ofrendas. Procura, pues, que el fruto de tu boca, tus actos y tu mente, constituya un tributo positivo y decente que haga un mundo mejor para la gente..

martes, 17 de noviembre de 2015

Sobre el Signo Gutural y la pena en que incurren los Aprendices perjuros


Sobre el Signo Gutural y la pena en que incurren los Aprendices perjuros


Sin entrar a polemizar en el tema sobre qué diferencias hay entre los vocablos “Signo” y “Símbolo“, diremos que un “Signo” es un acuerdo convencional que traduce gráficamente un objeto o concepto con contenido predeterminado y concreto, y un “Símbolo” es también una convención, pero esboza una síntesis representativa de un conjunto de ideas cuyo alcance y significado queda librado a la inteligencia del intérprete. En muchos casos, sin embargo, no es posible hacer diferencias de grado entre una y otra palabra, ya que una convención puede a la vez ser Signo y Símbolo. En Masonería es posible advertir en muchas ocasiones este fenómeno, como la letra “G” por ejemplo, y también lo es el caso del Saludo de nuestro Pr.: Gr.:, llamado también “Signo” o “Símbolo Gutural”.

Esta es quizá una de las primeras instrucciones que nos quedan grabadas, porque ya la conocemos en nuestra Ceremonia de Iniciación, y una vez conocido ya nos será inolvidable y perfectamente identificable. En nuestra Iniciciación, ya superadas las Pruebas de rigor, el Ven.: nos instruye personalmente cómo se realiza. Un posterior estudio recomienda que el Signo o Símbolo Gutural debe hacerse correctamente, o como se dice de acuerdo a Rit.:, “perfectamente encuadrado”: la mano derecha abierta con el Dedo Indice formando una perfecta Esc.: recta con el Pulgar, que rodean a la garganta apoyando el Indice sobre ella y el Pulgar sobre el costado derecho del cuello. El brazo derecho formará un ángulo de 90 grados estricto (en realidad un encuadre perfecto de mano con brazo derecho implica colocar la punta del Pulgar derecho sobre la garganta), que al “desarmar”, “quebrar” o “cubrir” (o sea retirar) el Signo se practica retirando el brazo hacia atrás y en 90 grados, manteniéndolo en ángulo recto como la Escuadra entre el Indice y Pulgar de la meno, que se desliza por la garganta con el dedo Indice, para dejar caer el brazo verticalmente cuando el antebrazo queda perpendicular a la línea de los hombros. No es correcto unir el Pulgar con el Indice derechos cuando se retira el Signo, como tampoco lo es, una vez ya caído el brazo derecho, hacerlo golpear contra la cadera o costado del muslo derecho, provocando ese ruido sordo tan molesto que equívocamente haría pensar en un golpe o gesto extra. El nombre de “Gutural” resulta porque la mano derecha apunta o abarca a la garganta.

Como Signo, el Gesto Gutural indica el Gr.: de Ap.: en que se trabaja y circunvala el Temp.:, el nivel de HH.: con quien se está, y resulta un saludo del Gr.: de Ap.: de estricta observancia como si fuera una venia, sea cuando se nos saluda o se nos dirige en Log.: una alusión o la palabra, como también un signo de identificación en ámbitos no masónicos y dentro de la Log.: Hasta hace poco acompañaba al uso de las Herramientas por un H.: unido a su postura de pie, pero los recientes Congresos MMas.: de la Gr.: Log.: han desaconsejado su uso, permitiéndose dirigir la palabra con el gesto cubierto (sin él), lo que ha causado ciertas resistencias particularmente por razones de Tradición, por lo que algunos HH.: continúan utilizando el Sig.:, otros hablan sin él, y otros solicitan anuencia siempre al Ven.: para cubrirlo, en ocasiones cuando se lee un Trabajo escrito que requiere el uso de las dos manos para sostener o pasar las hojas y por razones de comodidad. El conocimiento del Sig.: Gutural habilita al Ap.: a ser reconocido por su Gr.: y le permite entrar en los TTrab.: si lo realiza correctamente al ser retejado.

Como Símbolo, el Gesto Gutural apunta al órgano fonador, la Laringe, o a la Garganta, o sea la zona donde se produce el Sonido. Entre otras ideas, nos recuerda que nuestras palabras deben ser prudentes y rectas, o sea perfectamente encuadradas. No es sólo una invitación al Silencio, porque también recuerda una especie de Sello sobre el órgano emisor de la voz, sino a hacer buen y moderado uso de la palabra, tanto en la esfera Prof.: como en la Mas.:. La emisión de la voz no es sólo una propiedad que contribuyó al desarrollo de la Especie Humana sino un profundo Misterio, ya que la Palabra por sí es Creadora, y ésto no es mera Poesía. El Indice sobre la Garganta recuerda al filo de la hoja de un arma blanca, navaja o cuchillo que nos rememora nuestro deber de guardar Discreción sobre la Ord.: y sus Misterios o asuntos tratados interiormente. En el ámbito Prof.: el Gesto Gutural recuerda al ademán que entre niños de los países anglosajones realizan representando que se ha hecho un juramento inviolable, de ahí su probable origen que llegó por los usos ingleses a nuestra Ob.: Hay cierta coacción a través de él de no revelar nuestros Secretos a los PProf.:, y que nos destaca y reafirma la Promesa de Honor hecha en la Cer.: de Inic.: de no revelar jamás a nadie nuestras tareas y asuntos por obras, escritos o palabras, so pena de caer en “la Pena en que incurren los Aprendices Masones perjuros”.

¿En qué consiste esto de “la Pena en que incurren los AAp.: MMas.: perjuros”?. En principio su significado parece terrible. A veces se nos dice que los MM.: preferiríamos cortarnos o seccionarnos la Garganta antes que violar nuestro deber de reserva. En otros casos nos recuerda que se nos seccionaría la Garganta y nuestro nombre sería recordado con el anatema de Traidor; que se nos mataría y se nos enterraría a la orilla del Mar de modo que la Marea o el avance de las olas borrara todo vestigio o rastro nuestro, y otras puniciones de semejante violencia. Actualmente hoy no se amenaza con tales rigores, pero sigue vigente una pena para los AAp.: MMas.: perjuros que incumplen su Promesa, quizá más tormentosa y permanente porque dura como la Vida misma, que es la del Deshonor y Descrédito en que cae la persona que traiciona la palabra dada, lo que masónicamente tampoco nos hará dignos para acceder a otros GGr.:.

QQ.: HH.:: El correcto uso de nuestro Signo o Símbolo Gutural nos permite un buen desempeño dentro del Pr.: Gr.:, nos demanda una conducta de Prudencia y Reserva en el hablar y nos recuerda que la Promesa de no revelar nuestros Misterios o Obras no se agota en la Cer.: de Inic.: sino que es de aplicación permanente y durará de por Vida, estemos dentro o fuera de la Mas.:. Pensemos si nuestras actitudes y si nuestra Discreción están bien encuadradas con aquél, y perseveremos por que no sea un sólo gesto exterior sino una actitud interna de Vida.

Masones en la corte de Carlomagno


Masones en la corte de Carlomagno

FUENTE: TEMAS DE MASONERÍA/ AUTOR: EDUARDO CALLAEY

Los carolingios y la expansión monástica

Uno de los temas que más a menudo se plantean en torno a De Templo Salomonis Liberes cómo llegó a influir en las primitivas logias de monjes constructores. ¿Como ésta obra escrita en el siglo VIII pudo impactar en siglos posteriores en la interpretación alegórica de la construcción del Templo de Salomón? Dedicaremos este artículo a contextualizar la obra de Beda y analizar su influencia en el mundo carolingio.

En los siglos posteriores a su muerte (especialmente los siglos IX, X y XI), los escritos de Beda el Venerable encontraron destacados referentes que, basándose en sus textos, ampliaron y difundieron una importante obra exegética, principalmente en Alemania y Francia. Su libro acerca del Templo de Salomón impactó profundamente en la simbología que acompañó a la construcción de edificios religiosos

Este texto -por caso el que más nos interesa por su vinculación con la tradición masónica- es la principal fuente de las obras de otros dos grandes maestros del movimiento monástico benedictino: Rabano Mauro, abad de Fulda y arzobispo de Maguncia, y Walafrid Strabón, abad de Reichenau, quienes basarían sus comentarios a los libros de los Reyes y de las Crónicas en el ya comentado De Templo Salomonis Liber.

Rabano Mauro, Alcuino de York y Walafried Strabón
Rabano Mauro, Alcuino de York y Walafried Strabón

Pero antes de abordar a estos dos exponentes de la renovación carolingia, debemos detenernos a analizar las particulares circunstancias que llevaron a la dinastía iniciada por Carlos Martel a impulsar una gran reforma de la Iglesia franca. Para ello se llevó a cabo la unificación de los monasterios del imperio mediante la utilización de la Regla Benedictina, y se comparó a la casa carolingia con la antigua monarquía davídica de derecho divino, colocando de esta forma, en el eje de la renovación, a la tradición hebrea.

El impulso al monacato -cuyo principal exponente lo encontramos en San Bonifacio -considerado el Apóstol de Alemania– constituye una de las principales características de la dinastía inaugurada por Carlos Martel. De hecho, es el propio rey de los francos el que apoya a Bonifacio en la evangelización de los territorios de Alemania. A la muerte de Martel, su hijo Pipino renueva el lazo con el monje, que extiende su acción hasta la frontera oriental de Alemania, donde nunca antes había llegado el cristianismo. En el año 751, Bonifacio funda la abadía de Fulda, en un lugar que él mismo le describe al Papa como “boscoso, en medio de un inmenso desierto…” en el emplazamiento de una antigua fortaleza merovingia. Este momento de la historia tiene especial interés para muchos investigadores, pues es conocida la leyenda en torno a que los reyes merovingios decían ser descendientes directos de la hija (Sara la Negra) que Jesús habría tenido con María Magdalena. Este ha sido el argumento de todo el mito surgido sobre el Priorato de Sion, el Santo Grial y demás temas explotados en obras contemporáneas como El Código Da Vinci.

En tal caso, la leyenda plantea que la sustitución de la dinastía merovingia por la de los carolingios -iniciada por Carlos Martel, Mayordomo del Palacio de Austrasia, dio por tierra la herencia merovingia. Veremos que finalmente los carolingios buscarán también un origen divino.

Lo cierto es que la fundación y expansión de los monasterios termina así constituyendo la base de la evangelización, pero también un aporte fundamental a la estructura política del Imperio. Porque, si bien la acción de los misioneros era apoyada por el papado, conviene remarcar que cuando Carlomagno llega al trono, esta vasta red de abadías ya era controlada por la dinastía franca, que no sólo era su propietaria sino que disponía absolutamente del nombramiento de cargos y dignidades. Dice Peter Brown:

“…Del mismo modo que en otro tiempo el verdadero mapa político de la Galia correspondía al mapa de sus sedes episcopales, también la Europa carolingia se hallaba atravesada por una vasta red de catedrales y monasterios. Los monasterios de Alemania, en particular, como por ejemplo los de Fulda, Reichenau o Saint Gall, han sido comparados con los campamentos de las legiones romanas, establecidas en sus nuevos límites”….”.(1)

Carlomagno, y su hijo, Ludovico Pío (814-840), llegaron a controlar 180 sedes episcopales y más de 700 grandes monasterios. La construcción de estas numerosas abadías requirió de un esfuerzo y una organización, sólo posible de concebir en términos de una gran estructura, del ingenio y la autoridad de poderosos líderes espirituales, del apoyo económico y logístico de los grandes señores y del propio emperador, que solía beneficiar a sus colaboradores inmediatos con la dignidad de abad, fuese monje o no. De este modo, en vastos territorios de la Europa franco-germánica, los monjes constructores ocuparon el lugar que antaño habían tenido los collegia fabrorum.

Existen múltiples razones para encontrar en este período de la historia de Europa la partida de nacimiento de la masonería operativa, y para pensar que tal alumbramiento ocurrió en las salas capitulares de los monasterios. Lo que analizaremos ahora es la transmisión de la tradición hebrea en torno al Templo de Salomón formulada por Beda desde Inglaterra al mundo carolingio, para luego introducirnos en el desarrollo y formación de la tradición masónica primitiva en los textos benedictinos.

Beda el Venerable
Beda el Venerable

Los reyes francos en los manuscritos masónicos

Se ha sostenido que existen leyendas francesas del siglo XIII que vinculan a Carlos Martel con los primitivos masones europeos, lo cual aún no ha sido suficientemente demostrado. Este vínculo es decripto en el denominado Manuscrito Grand Lodge Nº 1 que se encuentra en la Biblioteca de la Gran Logia Unida de Inglaterra y está datado en el año 1583. Se trata del tercer documento masónico auténtico más antiguo, luego de los ya mencionados manuscritos Regio y Cooke. Como en el caso de este último, el “Grand Lodge” contiene una parte dedicada a la historia de la Masonería y del Arte de la Construcción. Hace mención a los orígenes bíblicos de la masonería, remontándose a los tiempos anteriores al diluvio, y se refiere a los trabajos realizados en el Templo de Jerusalén. En su capítulo XIV describe la forma en que el “arte” emigra desde Palestina a Francia. Dice el texto:

“XIV…Artesanos curiosos recorrieron grandes distancias en diversos países, sea para aprender más destreza en su oficio, sea para enseñar a quienes poseían poca habilidad. Ocurrió entonces que hubo un curioso masón de nombre Naymus Grecus, que había estado en la construcción del templo de Salomón. Llegó a Francia y allí enseñó el arte de la masonería a los hombres de Francia. Hubo alguien del linaje real de Francia que tenía por nombre Charles Martel. Era un hombre que amaba mucho el oficio, se juntó con ese Naymus Grecus, aprendió de él el oficio y se encargó de los deberes y las costumbres. Después de esto, por la gracia de Dios, fue elegido para ser rey de Francia…”

“…Cuando fue investido de tal estado, reunió a los masones y les ayudó a hacer masones de los hombres que no lo eran, y les puso a trabajar, y les dio a la vez los deberes y las costumbres, así como un buen salario, tal como había aprendido de otros masones. Confirmó su carta de año en año, les permitió tener su asamblea donde quisieran, y les quiso mucho. Es así como llegó a Francia el oficio…”(2)

El “M. Cooke”, por su parte, hace también referencia a un rey de Francia -Carolus Secundus- como “organizador” de la masonería. Esta figura es fácilmente identificable con Carlos Martel, lo cual es opinión unánime de la mayoría de los eruditos en manuscritos masónicos. El fragmento referido es el siguiente:

“…Y desde allí (Israel) esta digna ciencia fue traída a Francia y a muchas otras regiones. Una vez hubo en Francia un digno rey que fue llamado Carolus Secundus, es decir, Carlos Segundo. Y este Carlos fue elegido Rey de Francia por la gracia de Dios y, también por linaje; y sin embargo algunos hombres dicen que fue elegido por fortuna, lo cual es falso y no verídico, según aparece claramente de las crónicas, porque él era de la sangre real del Rey. Y este mismo Rey Carlos fue un masón antes que fuera Rey; y después que él fue Rey, amaba bien a los masones, y los apreciaba, y les dio Mandatos y maneras de su designio, de donde algunos aún son usados hoy día en Francia. Y él ordenó que debían tener paga razonable; y también que ellos se debían reunir una vez al año, y venir y hablar juntos, y para ser gobernados por maestros y compañeros en todos los asuntos que estuvieran faltos, y los mismos para ser recibidos Maestros y Compañeros…”(3)

Paul Naudon cree que estas leyendas corporativas comunes en Francia e Inglaterra, que atribuyen un rol prominente a Carlos Martel en la formación de la francmasonería, resultan verosímiles si se tiene en cuenta el hecho de que en esa época -tal como hemos visto en el artículo dedicado a Beda– los anglosajones requerían en Francia albañiles y vidrieros que construyeran a la costumbre romana. En todo caso, la obra iniciada por Carlos Martel y consolidada por Pipino, encontraría su apogeo en Carlomagno. En ese momento la tradición hebrea se abriría paso a través de nuevas vías en su penetración hacia el continente y los exegetas benedictinos completarían su obra.

Los carolingios y el Antiguo Testamento

Durante el reinado de los reyes francos se produjo una fuerte revalorización del Antiguo Testamento, a la vez que el contacto con el mundo judío adquirió un carácter muy particular. Ya hemos hecho mención en varios libros y artículos sobre el especial interés de la dinastía carolingia por establecerse como una monarquía hereditaria de derecho divino de acuerdo con el modelo davídico del Antiguo Testamento. Ese modelo había introducido -no sólo entre los francos sino también entre anglosajones y visigodos- la costumbre del “ungimiento real” la cual procedía justamente del texto bíblico. Este acto confería al rey “la gracia divina”, tema por demás importante en el desarrollo de las ideas políticas en la Edad Media. Esta cuestión ha sido debidamente abordada por Erik Auerbach, el gran filólogo alemán y ya hemos escrito sobre el tema.

Dada la enorme influencia que el Antiguo Testamento ejercía sobre los consejeros reales francos, corresponde señalar la importancia que su práctica adquirió para los reyes francos desde que, en el año 754, Pipino fuera ungido por el papa Esteban II:

“Consideraban que en el Antiguo Testamento -señala Walter Ullmann- el profeta, en virtud de su reconocimiento de la voluntad divina, designaba al rey de los judíos derramando óleo santo sobre él. Consideraban también que la gracia divina estaba visiblemente contenida en el recipiente del aceite” Y agrega: “De acuerdo con el Antiguo Testamento, consideraban al rey como ‘ungido del Señor’ (el Christus Domini), y también por referencia al Antiguo Testamento se calificó a Carlomagno como el nuevo David, rey que, por así decirlo, había surgido del Antiguo Testamento. La pretensión del Rey de ser ‘Rey por la gracia de Dios’ se vería en adelante poderosamente reforzada por el ceremonial litúrgico del ungimiento…”(4)

El propio Carlomagno sentía una gran atracción por la tradición hebrea, “…estaba muy interesado en los estudios bíblicos y le agradaba darse antiguos nombres bíblicos de héroes y guerreros, y que lo llamaran así…”(5) Pero era también el carácter teocrático del Imperio lo que hacía a Carlomagno volver la vista a las glorias de Israel.

Una figura fundamental en la consolidación de esta tradición fue Alcuino de York (734-804), originario de Northumbria y ferviente admirador de la obra de su coterráneo maestro Beda. Había sido instruido en la Escuela de la Catedral de York bajo la tutela de dos grandes hebraístas, Egbert y Aelbert, éste último también discípulo del Venerable. En Alcuino -afirma Newman- “…la causa del hebreo encontró un campeón, tanto en Inglaterra como en la corte de Carlomagno…” (5).

Junto a Pedro de Pisa, Pablo el Diácono y otros notables eruditos cristianos, formó parte del selecto grupo que construyó la estructura intelectual y espiritual sobre la que descansaba -y brillaba- el prestigio de Aquisgrán. Allí, dirigió la Escuela Palatina y difundió -con renovado impulso- los célebres sistemas del trivium y el cuadrivium cuya influencia en la francmasonería no necesita mayores comentarios.

Cuando llegó a la corte en 782 -respondiendo a un llamado del propio rey- el reino de los francos había alcanzado una gran expansión militar y política. Alcuino le aportaría la organización cultural y las herramientas para su trasmisión. Para ello, se formaron nuevos y mejores establecimientos para el copiado y la producción de textos uniformes y correctos, con capacidad para abastecer a los cientos de monasterios y bibliotecas. Esta demanda hizo necesaria la creación de una nueva modalidad de escritura, por lo que se desarrollo un tipo de letra más sencillo y legible que sería conocido como minúscula carolina.

Alcuino fue, además, un gran impulsor de la instrucción de monjes y clérigos:

“…Mira los tesoros de tu biblioteca, la hermosura de tus iglesias… Piensa cuan feliz es el hombre que pasa de esos bellos edificios a los deleites del reino de los cielos… Recuerda el amor por el aprendizaje que tenía de niño Beda, y cuan honrado es ahora entre los hombres… Siéntate con tu maestro, abre tus libros, estudia sus textos…”(6)

En estos fragmentos puede apreciarse la veneración que Alcuino sentía por Beda. De él había heredado la pasión por los Padres de la Iglesia, el desafío que suponía la exégesis, el apego por las costumbres romanas de Northumbia y el amor por la lengua hebrea. Para Alcuino, el scriptorium era lo que el atanor al alquimista, lo que la logia al masón: el taller en donde la gran obra era posible. Como depositario de aquella tradición se sentía responsable de su trasmisión.

En 802, ya coronado emperador, Carlomagno decidió que había llegado el momento de establecer la Ley cristiana en todos los estamentos de su Imperio. Para ello convocó a un Sínodo Universal en Aquisgrán, en el que expuso a cada grupo lo que, de ahí en más, sería su norma particular. A todos los abades y monjes concurrentes, constituidos en asamblea, les hizo leer y explicar la Regla de San Benito. A partir de aquel momento, la Orden Benedictina -ya entonces extendida hasta los confines del Imperio- asumió su rol crucial en la construcción del cristianismo, lo cual adquiere particular relevancia, no sólo en la doctrina y preservación de la tradición, sino en la arquitectura monástica que encontrará en el arte románico su expresión más pura. Su influencia llegaría hasta Jerusalén bajo el estandarte de los cruzados.

Hacia fines del reinado de Carlomagno, la obra de Beda era profundamente conocida y respetada en los grandes monasterios benedictinos. Alcuino alcanzó a ver en vida que su veneración por Beda continuaría en un discípulo suyo: Rabano Mauro, probablemente uno de los más grandes exegetas del medioevo, creador de laberintos y caligramas, amigo de misteriosos maestros hebreos y maestro, a su vez, de Walafrid Strabón, también hebraísta y exegeta. Sus obras no sólo continuaron la tradición de Beda, sino que recogieron y ampliaron las bases judías de la leyenda masónica. Estos dos monjes -abades y referentes políticos en los aciagos días de la sucesión de Ludovico Pío- fundaron la abadía de Hirsau, en el valle del Nagold, un legendario centro monástico en el que otro poderoso abad incluiría -por primera vez en la historia- a los masones en una Constitución, reglamentando su oficio. Al respecto sugiero al lector el ensayo que hemos escrito sobre la Orden de Constructores fundada por Wilhelm de Hirsau considerado Padre Fundador de todas las Logias por la francmasonería alemana.

(1). Brown, p. 241.

(2). “Textes fondateurs de la Tradition maçonnique 1390-1760. Introduction à la pensée de la franc-maçonnerie primitive”, traduits et présentés par Patrick Négrier, París, Bernard Grasset, 1995. El original inglés fue publicado por W. Mc Leod, “A lost manuscript reconstructed: the ancestor of one branch of the Old Charges”, en Ars Quatuor Coronatorum, vol. 94, Londres, 1982, p. 16-21.

(3). “M. Cooke” [601].

(4). Ullmann, Ob. cit. p. 69.

(5). Newman, Ob. cit. p. 33.

(6). Ibidem p. 36.

Sobre Alcuino, “Cartas”; trad. ingl. de S. Alcott, Alcuin of York, 1974

Viernes 13 de Octubre de 1307, caen los Templarios


Viernes 13 de Octubre de 1307, caen los Templarios

Como es sabido el viernes 13 de octubre de 1307, Los Caballeros de la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón, más conocidos como Caballeros Templarios, fueron apresados y ajusticiados. Algunos de ellos, incluido su Gran Maestre Jacques de Molay, fueron retenidos y sometidos a torturas durante los siguientes 7 años, hasta acabar quemados en la hoguera.

Esta Orden se había mantenido activa durante casi dos siglos. Fundada en un principio por nueve Caballeros franceses con Hugues de Payens a la cabeza tras la Primera Cruzada, su propósito oficial era el de proteger a los peregrinos que iban a la ciudad santa de Jerusalén. Aprobada en un principio por la Iglesia Católica y bajo la protección y asesoramiento de San Bernardo de Claraval, de quien se dice fue el último Druida, la Orden crecería rápidamente, llegando a alcanzar un poderío y esplendor que suscitaría los celos y desataría la codicia del Rey de Francia, Felipe IV, quien no se detendría ante nada para hacerse con sus bienes, llegando incluso a acusar de herejía al papa Bonifacio VII, mandar envenenar al Papa Benedicto XI y haciendo nombrar al Papa Clemente V, hasta conseguir sus fines.

Si bien esta es la historia oficial, muchos misterios rodean a esta Orden y a su desaparición, por cierto nunca conseguida del todo, ya que los miembros que lograron escapar fundaron otras Órdenes con otros nombres en diferentes países, algunas de las cuales, según se dice, habrían perdurado hasta nuestros días.

Además de tener aquí un recuerdo para los Caballeros Templarios que cayeron aquel día y que todos los iniciados debemos recordar, daremos unas cuantas curiosidades a propósito de esta fecha, considerada para la una gran mayoría de gente, como fatídica y de mala suerte.

En efecto, el viernes 13 es considerado un día de mal augurio en las culturas occidentales, pero ¿fue siempre así?

Pues en realidad no, en la antigüedad y para casi todos los pueblos el número 13 era un símbolo de buena suerte, pues era el número de lunas llenas que había en un año.

13, eran por ejemplo, el número de baktuns en la cuenta larga del calendario maya.

Para nosotros occidentales, el 13 comenzó a ser considerado un número de mala suerte, al parecer, en el cristianismo, pues 13 eran los comensales de la Última Cena. Y, como curiosidad (quien sepa interpretar que interprete) en el capítulo 13 del Apocalipsis se describe la llegada del anticristo.

Aunque no deja de ser curioso, que la Iglesia considere que el cristianismo se expandió gracias a 12 apóstoles más una mujer, maría, la madre de Jesús, lo que vuelven a dar un número de 13. Más tarde, tras su ascensión, sería reemplazada por Pablo, considerado como un apóstol, aunque nunca conociera personalmente a Jesús de Nazaret. Seguimos en el número 13.

También eran 13, al parecer, el número de Iglesias cristianas antes de proceder a su unificación y 13 las primeras basílicas cristianas construidas.

Pero veamos que ocurría en otras culturas:

– En la corte de Zeus, los dioses del Olimpo, eran 12 más él, lo que dan un número de 13

– Freye, en la mitología germánica, era l diosa vinculada al 13 y era la diosa del amor y la belleza.

– En la leyenda nórdica del Valhalla, el invitado número 13 era el dios maligno Loki

– Los antiguos egipcios, establecían que la muerte era la decimotercera fase del ciclo de la vida, por lo que consideraban que el número trece representaba la nueva existencia, era el camino hacia la morada de los dioses, un viaje al más allá.

– 13 es el número de monjes Shaolin que vencieron a las tropas de Wang Renze y ayudaron a establecer la dinastía Tang en China.

Y así podríamos seguir, poniendo un gran número de ejemplos, donde el 13 es considerado tanto bueno como malo.

La caída de los Templarios, provocó que el viernes 13 fuese considerado desde entonces un símbolo de mala suerte, sobre todo en los países de tradición anglosajona, donde una gran mayoría de Templarios fueron a buscar refugio. Hasta el punto de omiten el número 13, en calle, plantas y habitaciones de hoteles y hospitales. Respecto a estos últimos, en muchos hospitales, no se realizan operaciones quirúrgicas, los viernes 13. Solamente en los EE UU , se pierden más de 900 millones de dólares en ganancias, debido a cancelaciones de viaje en viernes 13 en la aerolíneas.

En los países de influencia latina, por el contrario, este rango lo ostenta en martes 13, ya que a la malignidad del número se une el que es el día dedicado al dios Marte, dios de de la guerra y los conflictos.

Como otra curiosidad diremos que:

– La Luna de 13 órbitas completas al cabo de un año alrededor de la Tierra

– durante cada semana el planeta Tierra gira 7 veces mientras se traslada una distancia en la que el Sol cabe 13 veces.

– 13 semanas es la duración de cada estación.

– En 8 años u 8 órbitas de la Tierra, el planeta Venus da 13 órbitas. Es el ciclo pentagonal entre la Tierra y Venus.

– cada viernes 13 llega exactamente 13 semanas después del anterior.

– Durante este año 2012 ha habido 3 viernes 13 (13/01, 13/04 y 13/07). No se repetirá hasta el 2015.

En cualquier caso el 13 no deja a nadie indiferente, es un número que amas u odias.

En cuanto a su simbolismo se podrían escribir ríos de tinta, pero como para muestra un botón, nos contentaremos con dar algunas ideas:

– En los rituales egipcios, se debían realizar en el templo de iniciación, trece pasos. Seis pasos, representaban la audacia, la certeza, la voluntad, los objetivos, el deseo y el coraje, estos se debían realizar hacia delante y para representar que cada paso realizado hacia delante estaba meditado, se realizaban seis pasos hacia atrás. Por último, el paso número 13, servía para cruzar, de modo simbólico, la puerta que los conduciría a la nueva vida, a la nueva existencia.

– En los estudios de Pitágoras, de la disciplina numerología, el número 13 pasa a ser el número de la evolución y del crecimiento. También este número sirve para que el buscador de lo místico, usándolo adecuadamente, pueda abrir las puertas del conocimiento.

– El número 13 iniciáticamente, simboliza el velo de los maestros, que podrá ser levantado una vez que el iniciado haya alcanzado la iluminación perfecta, una vez que el cuerpo, la mente y el espíritu se hayan purificado.

– En el Tarot, el 13, arcano de la muerte, cierra el ciclo básico, limpia los errores del pasado y abre un nuevo ciclo en otro plano.

En cuanto al viernes 13 de octubre que nos ocupa, es el día 286 de año (2+8+6= 16=7 en reducción teosófica). Quedan 79 días para terminar el año (7+9=16=7 en reducción teosófica). Lo que nos da que desde el principio hasta el final del año tenemos el número 7, que es el número central del propio 13.

Fuente: Abacum