domingo, 26 de febrero de 2012

EL MITO DE LOS HIJOS DE LA VIUDA

El mito Los Hijos de la Viuda. Un bello mito del esoterismo masónico,
que al igual que todos los mitos, tiene la extraña función de reflejar
recónditos aspectos del alma y las más altas aspiraciones humanas. El
mito de los Hijos de la Viuda, es a la vez una invitación y un mapa
que nos conduce a lo insólito, un mito que nos conduce a convertirnos
en seres mágicos, así nosotros nos convertimos en la encarnación del
mito masónico.
http://groups.google.com/group/secreto-masonico?hl=es_MX
Todos los pueblos de la tierra, en todas las épocas han tenido mitos.
Mitos paralelos a sus creencias y sus inclinaciones. Mitos que son de
hecho uno de los mejores aspectos de los pueblos y hombres y mujeres
que lo componen. Los mitos son parte relatos históricos como
alegóricos. Historias que la gente primero cuenta y que muchas veces
son transmitidas de generación en generación. Resulta absurdo
cuestionarnos si estos relatos son históricamente auténticos o
ficticios. Los mitos son reales en tanto que cumplen una función de
enseñanza. El Mito de los Hijos de la Viuda, se remonta al Mito
Egipcio de Isis, que era como muchos saben la Viuda de Osiris, este
mito tiene más de 5000 mil años de antigüedad, y un mito que nosotros
la Masonería hasta el día de hoy practicamos.

El mito de la Madre Viuda es donde la Masonería encuentra un espejo
para reflejar sus enseñanzas y aún su rostro más oculto. Es un espejo
en donde se refleja el rostro esencial de la Orden Masónica. Ser hijo
de esa Madre Viuda dice lo que somos como masones y que no es
simplemente un mote distintivo o seudónimo. Ser hijos de la Viuda
refleja lo que somos como masones, seres diferentes; elevados,
transfigurados y convertidos en seres con poder, con magia y sobre
todo, y más importante – Libres.

El mito masónico de la Viuda es la esperanza permanente del
francmasón, que a pesar que si algunas veces fracasamos, nosotros los
masones seguiremos intentando ponerle Orden a este Mundo de Mierda,
deseamos un Mundo libre de opresión, sin religiones, sin violencia y
sin la vorágine que forma parte de la vida política. Todos los mitos
son a la sociedad lo que los ánimos a los individuos; así, los mitos
son las ilusiones de las personas, que nos susurran en nuestros oídos
promesas de belleza, inmortalidad, orden y libertad.

Desde ese antiquísimo Mito Egipcio de Isis de casi 6 mil años de
antigüedad, que quedando Viuda y que a través de una mística búsqueda
devuelve a la Vida a su Marido Osiris, logrando esto no sólo devuelve
a la vida a Osiris, sino que logra algo más maravillosa, así logra
impregnar de esperanza a la humanidad. Así mediante los mitos la
humanidad tiene aspiraciones más sublimes; el conflicto entre una
persona y la sociedad en que vive son suavizados por mitos – los mitos
no necesariamente mentiras sino más bien aspiraciones. Los mitos son
guías: nos dicen cómo luchar, cómo sortear dudas y la perseverancia
para sortear pruebas por las que se tiene que atravesarse para
finalmente lograr una meta; y así trascender el caos y el aspecto más
miserable de la maldita condición humana.

Mi maestra la argentina Josefa Rosalía Luque Álvarez nos explicaba
que los egipcios tomaron el mito de Isis de otra civilización aún más
antigua, increíblemente más antigua, por otro lado Ouspensky decía que
los primeros cristianos sólo tomaron prestado el Mito de Isis y lo
adaptaron al Cristianismo. Mientras que nosotros los masones tomamos
el Mito de Isis y lo adecuamos al Tercer Grado de la Francmasonería,
bajo el mito de Hiram Abiff y los hijos de la Viuda.

El Mito Masónico de los Hijos de la Viuda, es el mapa de cómo llegar a
las realidades que se describen los antiquísimos mitos del pasado. El
Mito Masónico no existe para entretener a gente que está harta de
ciencia, política y religión, sino que es para promover formas
iniciáticas y acciones concretas que permitan al francmasón salir poco
a poco del caos en el que estaba encadenado. Cuando el masón no logra
estar a la altura del plan iniciático y por alguna razón no es capaz
de actuar en consecuencia, entonces todo se convierte en un dogma y la
masonería se tomará como una religión, o como un aula escolar, o como
un lobby político. Cuando esto sucede, el mito masónico de los Hijos
de la Viuda pierde su papel libertador y se convierte así en un
instrumento de opresión dentro de su Logia.

Diríamos que deja de ser parte del Mito Masónico. Mientras que el
mito es algo para ser vivido, el dogma es para ser simplemente
ciegamente creído; el mito masónico es algo activo y el dogma masónico
incita a la sumisión. Y así surge el fanatismo masónico. Los
fanatizados masones se convierten en ministros eclesiásticos dentro de
una Logia y se convierten en innecesarios intermediarios entre los
aprendices masones y Institución Masónica, y así estropean la sana
evolución de un nuevo masón – cuando no aún peor los alejan de la
Orden – siendo que los nuevos masones son nuestra única forma de
seguir existiendo. En Masonería el Mito y los Rituales están
íntimamente ligados.

El Rito, la Ceremonia, es el Tiempo fuera del Tiempo, es cuando la
hora no coincide con la Hora Profana. La tendía, el Templo es el
espacio donde simples seres humanos son transfigurados, transformados
y habrán de encarnar a los seres mágicos de los que hablan las
leyendas masónicas. Es el tiempo mágico en que los seres de poder, de
iridiscencia, de amor fraternal y conocimiento refuerzan los lazos de
unión.

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