Por el V.·.H.·. ALFONSO MÁRQUEZ ZAMORAGran Oriente de Bolivia
“La libertad, la paz y la alegría
interior seguirán eludiéndonos hasta que no nos hagamos conscientes de nuestra
verdad real, sin escondernos o avergonzarnos de lo que
somos”. —Lynn Grabhorn
Una de las distinciones entre el ser humano y el
resto de los seres, es su capacidad de ser consciente de sí mismo y de su
entorno. El ser humano no sólo sabe, sino que se da cuenta que
sabe. Dicho de otra manera: se da cuenta, o se percata de que
se da cuenta. Si dirigimos nuestra atención al aspecto
interno de la conservación, y de verdadero significado de la enseñanza masónica,
múltiples y valiosas serán las lecciones; si estamos en el silencio consciente,
así como de belleza y misterio afloraran. De la luz hemos salido y a la luz
regresaremos. Cuando estamos en esa luz de la consciencia podemos ahondar en la
significación de la vida , su misterio y de cuanto ocurre en nuestro interior Es
preciso acallar a la naturaleza inferior profana para poder encarar nuestra
conciencia con toda equidad, firmeza y tranquilidad, sólo así nuestra charla
interna aquella que nos inquieta, esa incesante voz de la mente, de nuestro
espíritu y o de nuestro fuero individual podremos
escucharla .
Muchos de nosotros tenemos una VOZ
INTERIOR que en muchas ocasiones es crítica y que nos
limita. Si escuchamos a esta voz interior descubriremos algo muy interesante.
Casi nunca procede de donde procede la voz con la que hablamos físicamente: de
nuestro pecho, de la garganta y de la boca. Más bien parece que procede de otra
parte y que está dirigida hacia nosotros, en vez
de desde nosotros. A menudo da la sensación de que procede del exterior
de nuestro cuerpo.
Si esta voz interior estuviera alineada
plenamente con nosotros, sonaría exactamente igual que la voz con la que
hablamos, con el aire saliendo de nuestros pulmones, a través de nuestra
garganta, boca y nuestros labios. Las voces internas no están casi nunca
alineadas de este modo.
Si con inteligente dirección y atención, logramos
parar la charla incontrolada de la mente podremos oír la voz maestra de la
consciencia superior. Si no hay silencio el Logia, los augustos trabajos no se
llevaran a buen término. Cuando han cesado las diferencias y el altercado de
las luchas emocionales y mentales es cuando el yo real y divino aparece.
El mundo a nuestro alrededor puede estallar y
estar en un bullicio ensordecedor, con toda su problemática y su complejidad
absurda, pero, nosotros estamos en silencio, en absoluta paz. Podemos también
estar en un lugar desierto, pero, nuestra mente puede estar volcada en una
absurda problemática, en una charla interna incontrolada repleta de
imaginaciones y fantasías. El conocimiento se sostiene principalmente por
pensamientos, y estos a su vez por medio de una charla interna, o conversación
interior y algunas veces por imágenes, usando el lenguaje que de manera
ordinaria usamos, es como si una parte de nosotros charlara con otra parte de
nosotros; generalmente estas conversaciones transcurren en un parloteo emotivo y
pasional, raramente intelectual.
Esta forma de pensamientos es necesariamente
limitada por el instrumento que utiliza: palabras e imágenes; no podemos pensar
de manera diferente a nuestro contenido al que estamos condicionados.
El intelecto dependiente de las palabras, puede
usar imágenes o símbolos, pero no puede trabajar sin ninguna forma de
representación; esto es su fuerza y debilidad. Es su fuerza porque podemos
representar no sólo lo que está aconteciendo aquí en este momento, en el pasado
o en el futuro. Para empezar en un conocimiento superior, es necesario ordenar
el intelecto, no contaminarlo con pasiones o emociones bajas.
En el Masón existe algo que lo motiva, un impulso
que provoca a la acción, y gracias a esa acción que proviene de lo Superior, es
que de pronto constata que se mantiene en una constante charla interna, esa
charla constante con una voz interior que no distrae y es de forma constante, es
el evolucionar hacia niveles superiores de consciencia. Cuando logramos los
Masones escuchar nuestra voz interior, vemos que nuestra mente no tiene un
adiestramiento, y es necesario encausarla, por el bien y en hacer el bien, por
tanto el “Silencio es la clave”, silenciar la mente; aunque esto parece
sencillo, es casi imposible encausarla.
SOY MASÓN. No
me entenderías…
El cerebro esa máquina maravillosa creada
por Verdadero y Viviente Dios Altísimo ; la
mente ese gran portentoso regalo de años de constante progreso humano, tiene que
ser lamentablemente silenciada, para así poder acceder a ese maravilloso nivel
de escuchar nuestra VOZ INTERIOR y el Masón
debe dedicarse con anhelo al recogimiento espiritual, viviendo en un solitario
retiro interior, en su lugar secreto. El silencio es el poder más grande que
existe. Porque todo lo que existe son aspectos parciales del silencio. Todo lo
que existe se genera en lo que no existe, en lo que no aparece. Todo lo que
existe son aspectos parciales de algo que está más allá de lo que llamamos
existencia manifiesta. Abrirse al silencio es abrirse al potencial total e
incondicional.
Nuestra mente se aclara, se armoniza y se ahonda.
Nuestra vida es una permanente “centrifugación” hacia nuestro
exterior de todas nuestras impresiones, ideas, datos, en una constante mezcla
entre sí. En el silencio permitimos que todo esto se pose y se estructure por sí
mismo. En el silencio conseguimos que nuestra consciencia capte lo que existe en
profundidad detrás de las capas más aparentes de nuestra mente, de nuestra
afectividad y de toda nuestra sensibilidad.
En el silencio, por el hecho de ahondar el punto
de la consciencia, aumenta la potencia de nuestra mente y de toda nuestra
personalidad de un modo extraordinario. Gracias al silencio se desarrolla
nuestra sensibilidad interna, es decir, que nos capacitamos para afinar nuestra
percepción, percepción sutil. Esta percepción abarca, en las vías supra
conscientes, todas las vías intuitivas. En las vías conscientes, el poder captar
en profundidad el presente de la persona y sus situaciones. Y, a nivel
subconsciente, nos vincula con toda la vida en cualquiera de sus formas y
manifestaciones. Percibimos, descubrimos, viven ciamos esta unidad profunda que
hay detrás de toda la multiplicidad de formas y manifestaciones. Lo viven ciamos
como experiencia y deja de ser una idea o creencia.
Con el silencio profundo viene la paz. La
auténtica paz, la paz de la que surge luego toda actividad y todos nuestros
actos se convierten en una expresión de este proceso creativo. Ya no vivimos
pendientes de juicios, de objetivos, vivimos descubriendo en cada momento esta
profundidad inmensa del instante que, también en cada momento, se derrama, se
vierte al exterior de un modo totalmente nuevo, imprevisto, creativo.
Hay algo más allá de la mente que habita en el
silencio del interior de la propia mente, nuestra propia voz, nuestra voz
interior y detrás de todas las variadas manifestaciones de vida existe un poder
único, que está más allá de todos los diferentes modos y formas de la
existencia, visibles e invisibles y se expresa a través y mediante esa voz
interior Los seres humanos podemos abrirnos a este inmenso poder creador
llevando nuestra consciencia más allá de nosotros mismos, yendo más allá de la
limitación de la propia personalidad. Y esto ocurre cuando se es consciente y
uno se abre al silencio. La consciencia, el silencio y nuestra voz interior que
de ella nacen con esta fuerza creadora un potencial total e incondicionado. La
consciencia y su silencio transforman la vida. Al entrar en ellos se ve y se
escucha la vida con una actitud silenciosa, acogedora, receptiva y benevolente:
nuestra voz interior.
CONCLUSIONES
Existe realmente una verdadera y genuina voz
interior, esa «luz verdadera que alumbra a todo hombre que entra en el mundo». Y
esta guía del espíritu es distinta del impulso ético de la conciencia humana. La
sensación de seguridad un tanto religiosa es más que un sentimiento emotivo.
Esta seguridad trasciende la razón de la mente, aun la lógica de la filosofía.
es fe, confianza y seguridad.
Ø Una voz interior le indica al ser
humano que las fuerzas del Alma le han sido dadas para emplearlas en el servicio
del bien.
El Ritual de Aprendiz nos habla ya de estas
fuerzas que más arriba hemos descrito, por ende contamos con una base objetiva
que le permite al Masón dedicarse al perfeccionamiento interior, y así eliminar
cualquier idea supersticiosa en los primeros pasos del Masón. El Masón debe y
tiene que aplicar toda su voluntad en utilizar sus fuerzas internas para así
lograr el dominio de sus pasiones, pero para ello primeramente debe saber
identificarlas, debe estar en plena conciencia de que les pertenecen, e incluso
del predominio que pueda tener una de ellas sobre las demás y escuchar esa voz
interior, esto no es otra cosa sino la aplicación de la antigua fórmula délfica
del Conócete a ti mismo, la cual es la primera fase del trabajo del
masónico.
El Reconocimiento de la conciencia espiritual del
hombre, y la convicción de que sólo mediante la unificación de las fuerzas en un
todo armónico se lograrán vencer los ataques de las pasiones más concupiscentes,
es que el Masón podrá empezar a hacer progresos en la Orden, y a extraer el
Orden de su Caos inherente. Será entonces cuando aprenderemos a desdeñar el
“engaño” en un mundo ficticio y obedezcamos el mandato de nuestra voz interior.
Habremos entrado en posesión de la única fuente de inspiración valedera, la de
aquella fuerza interior que la mayoría de las personas desconoce: su propio
subconsciente.
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Temía estar solo hasta que aprendí a disfrutar
de mi propia compañía, Temía fracasar y me di cuenta que es la mejor oportunidad para aprender, Temía a lo que opinaran los demás y reconocí que lo importante es mi opinión acerca de mí mismo, Temía la ingratitud y encontré que el dar era mi regalo, Temía que me rechazaran y reconocí que la mayoría de los rechazos están en mi propia exageración, Temía el dolor hasta que aprendí que yo podía retenerlo o soltarlo, Temía a la verdad y descubrí en ella la oportunidad de liberarme, Temía a la muerte hasta que aprendí a vivir con plenitud cada instante, Temía al resentimiento hasta que me di cuenta que es a mí a quien hace daño, Temía el ridículo hasta que aprendí a reírme de mí mismo, Temía envejecer hasta que encontré que cada estación tiene su encanto, Temía al pasado hasta que reconocí que todo fue perfecto, Temía al cambio hasta que encontré que en él estaban mis tesoros del futuro. Reconoce que el temor, siempre estará para recordarte que tú sabes ser más grande que tus sombras, como muchas, muchas veces lo has sido. | |
Por: José Sosa
El Estado, es como una gran familia, con una
organización predeterminada por el matrimonio (contrato conyugal), donde los
cónyuges establecen las metas y objetivos así como los planes y las estrategias
para alcanzarlos. Pero, es el padre de familia aquel que asume el liderazgo, y
es quien establece el marco familiar de conducta, asumiendo sus propios deberes
y obligaciones (que a su vez también aprendió de sus padres), y estableciendo
también deberes y obligaciones, como otorgando derechos a todos sus miembros
(padres e hijos). Asimismo, el estado, es una organización con cadenas de mando,
donde cada miembro cumple determinada función para el desarrollo y mantenimiento
del organismo familiar. Siendo la única diferencia, que mientras en el
matrimonio los cónyuges, deciden libremente su unión en una sola institución
jurídica, y son ellos quienes eligen a sus hijos, en El Estado (Democrático),
los ciudadanos son quienes eligen a sus lideres (gobernantes, administradores
del erario y de los recursos nacionales), y los gobernantes son aquellos que
establecen y aplican las políticas nacionales como internacionales, de acuerdo a
sus planes programáticos pre – establecidos y/o consensuados de gobierno, para
EL BIEN COMÚN.
El padre de familia, es el proveedor de
alimento, vestido, vivienda, así como también tiene como responsabilidad natural
la provisión y previsión de la educación, la salud, seguridad interna y externa
y de bridarle todos los medios logísticos, para el normal desarrollo de sus
hijos, hasta que puedan tener la edad y los medios para independizarse
económicamente del lazo paternal, y puedan así establecer su propia
familia.
En el caso de El Estado, es igualmente su
responsabilidad natural, proveer y preveer, todos los recursos necesarios para
EL BIENESTAR COMÚN, de todos sus ciudadanos, sin que signifiquen como dádivas de
carácter ni voluntarias ni obligatorias. El Estado, tiene a los sectores de
Extrema Pobreza (Indigencia), como un padre, debe tener a sus niños, e.d. bajo
su tutela personal, proveyéndoles lo mínimo para satisfacer sus necesidades
humanas básicas, y a esto se le llama Asistencia Social, comenzando por los
alimentos, salud y educación. Es obligación de un padre de familia, preparar y
formar directa e indirectamente a sus hijos para autogenerar sus propios
recursos económicos, así también es obligación de El Estado, establecer y
desarrollar políticas educativas para integrar a todos sus ciudadanos a las
actividades económicas propias del ámbito humano, en relación a los recursos
naturales que posee en su territorio y/o a su Capital Humano (trabajadores
manuales e intelectuales), relativos a sus niveles alcanzados de CyT =
IyD.
Lo que un padre de familia nunca podrá hacer,
es tratar a un adulto como a un niño, e.d. seguirle proveyendo recursos
económicos, a cambio de nada. Todos los ciudadanos tienen derechos establecidos
en la Carta Magna de la Nación, amparados en la Carta Universal de los DD HH.
Pero también tienen deberes y obligaciones, como estudiar y trabajar, para
contribuir directa e indirectamente, en el sustento económico de El Estado, para
que éste pueda cumplir con su labor Solidaria, de repartir los recursos
estatales equitativamente, siempre concentrando todos sus esfuerzos hacía los
sectores más pobres, no solo para mitigar sus insuficiencias económicas, sino
para proveerles de las herramientas necesarias (educación, CyT, capital,
conectividad, logística, mercados, etc.), para que puedan ascender ordenadamente
a los niveles superiores siguientes dentro de la pirámide económica – social. Y
aquí viene la función de El Estado como el cerebro humano, en diseñar,
establecer y desarrollar planes de desarrollo sustentables, con la elección de
un modelo económico, que será el camino a seguir (políticas y marco lega para
lograr sus propósitos), para la relación armónica CAPITAL – TRABAJO, promoviendo
LA INVERSIONES AMIGABLES, que respeten las leyes tributarias, laborales y
medioambientales nacionales e internacionales, donde El Pueblo, encuentre en El
Empresariado Estatal y Privado, más que un aliado, a un amigo, que contribuya
directamente con su Bienestar Familiar, a cambio de la cantidad y calidad de su
trabajo, dentro de condiciones normales (buen ambiente, trato y salario).
El padre de familia, tiene obligaciones
conyugales propias que no puede delegar, como son proveer los recursos
financieros al hogar y compartir el lecho conyugal con su idónea. Pero, si puede
delegar (no se entienda renunciar), a proveer los servicios de educación, salud,
seguridad interna y externa, y todas las necesidades básicas (agua, luz,
desagüe, telecomunicaciones), como también algunas funciones administrativas.
Asimismo, El Estado, tiene obligaciones naturales irrenunciables, como son
administrar directamente la Seguridad Interna y la Seguridad Nacional, de
proveer y preveer los recursos necesarios para el normal funcionamiento de todos
los organismos públicos, y para brindar Bienestar a todos sus ciudadanos. Puede
delegar funciones, en todos los sectores de Administración del Patrimonio
Nacional, de los Recursos Naturales y de los Servicios Públicos, pero dentro de
un Marco Regulatorio que garantice (con sanciones y penas efectivas) el No Abuso
por parte de los Concesionarios ó Administradores Estatales y/o Privados.
Lo que nunca hará un Buen Padre de Familia, es
entregar todo el Patrimonio Familiar (Herencia y Bienes Familiares) en manos de
personajes ajenos a los intereses comunes de la familia, ó entregar en adopción
a sus hijos a merced de traficantes de esclavos, que vendarán su vida y su
trabajo al mejor postor, para beneficio propio. Igualmente El Estado, en
condiciones normales, no puede ni debe renunciar a la Soberanía Nacional, y
entregarle toda la administración de los Sectores Económicos y Financieros, al
Sector Privado, porque estaría perdiendo su Naturaleza Social y Solidaria para
El Bien Común, por tanto El Estado, como una Gran Familia (Patria Grande),
pasaría a ser una Gran Empresa Privada, relegada solo para el Bien Particular de
una Pequeña Élite Económica.
Y el mejor ejemplo lo puede ver nuestra
generación, en el Mundo Capitalista Altamente Industrializado (Europa, EE UU,
Canadá, Japón), donde el control de El Estado, está en manos del Poder Económico
Privado. Allí, el Sector Privado, ha caído en sus propios falsos paradigmas,
cuando el argumento principal para asirse del control de El Estado, fue que las
Empresas Estatales (Productivas y de Servicios), son ineficientes y solo
producen pérdidas con más cargas para el propio Estado, sumadas al nepotismo y
todas las modalidades conocidas de corrupción e impunidad. Sin embargo, hoy la
Historia Humana, se encarga de desmitificar esos mentirosos paradigmas, para
desvestir los mismos errores de lo que El Empresariado Privado acusó, enjuició y
condenó a las Empresas Estatales, agravado y magnificado con los Cuantiosos
Rescates Financieros a la Banca Privada más Inmoral, que ineficiente e
irresponsable, que solo condena a El Estado y todos los contribuyentes a cargar
con las culpas y las deudas de los Ricos, para restituirles su riqueza, mientras
los ciudadanos comunes solo siguen perdiendo no solo sus empleos sino sus
hipotecas, con todos los problemas sociales propios de la adversidad: bajos
grados de Inversión Privada, aumento de grados de Informalidad Laboral y
Conflictividad Social, ruptura de familias, aumento de enfermedades relacionadas
al afán y las preocupaciones, más delincuencia en todas sus modalidades,
emigración, y otros.
La Naturaleza, tiene leyes naturales que el
hombre nunca podrá evitar, y siempre se cumplirán así, como también, fenómenos
naturales; que solo podremos mitigar con acciones preventivas e inmediatistas,
pero con la certeza que la Naturaleza, es infalible en sus términos.
La dialéctica es clara para entender nuestro
origen y nuestro futuro, donde EL ESPACIO – TIEMPO sigue su curso imparable, y
la mano del hombre solo puede imprimirle mayor ó menor velocidad, para el cambio
de una Era a otra Era Biológica, Geológica y Climática, mediante los avances de
la CyT = IyD, y su adecuada utilización para satisfacer El Bien Común ó para El
Bien de una Pequeña Élite insaciable de colmar su Codicia y su
Avaricia.
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Posted:
11 Jun 2012 11:09 AM PDT
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martes, 12 de junio de 2012
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