Desde luego que todos los masones, tenemos DEBERES que cumplir, y DERECHOS que reclamar, y es precisamente que uno de esos Sagrados Atributos, consiste en exigir que se nos impartan las enseñanzas que corresponden al Grado o Grados que ostentamos, aún cuando también es de nuestra OBLIGACIÓN investigar y aprender, para que más tarde, podamos propagar los conocimientos adquiridos, entre nuestros hermanos, y aún a los Profanos, lo que indica que, practicar la Masonería, es un deber que se nos impone, para el fin de abordar los PROBLEMAS que por sí solos, representan un extenso campo de Acción Social, de trascendental importancia, porque irremisiblemente, esa labor corresponde desarrollar a nuestra orden; en forma eficaz y definitiva, entre todos los hombres de Buena Voluntad.
Veremos pues, cuál es el origen, la etimología y la verdadera interpretación Simbólica y Filosófica, que nos puede proporcionar la EDUCACIÓN MASÓNICA, en consecuencia, principiaremos por conocer qué cosa es:
La palabra EDUCACIÓN, y sabemos que viene del Latín “EDUCATIO-ONEM”, voz que se refiere a la acción de Educar; al acto de la Crianza; a la propagación de toda clase de Enseñanzas; a la exposición de las Doctrinas; al acto de impartir la cultura Física y Moral; y además se refiere a las frases que indican URBANIDAD, CORTESÍA, buena CONDUCTA, excelentes COSTUMBRES, y también indica la práctica de determinados USOS; pero a la EDUCACIÓN, en algunas ocasiones, se le ha confundido con la INSTRUCCIÓN, y aún cuando son palabras sinónimas, es fácil demostrar, que esta última voz se refiere únicamente a una recordación, o a la práctica de lo que se ha aprendido teóricamente.
Sin embargo, toda la teoría sobre el sistema EDUCATIVO, descansa sobre la convicción, sobre la experiencia y sobre la pericia, que se adquiere por medio del estudio práctico de los conocimientos adquiridos, y en esa forma el entendimiento, la comprensión y la inteligencia del hombre, asimilan todas aquellas enseñanzas, que tienden a formar el Espíritu, el Carácter y las Costumbres de los Pueblos, puesto que son exactamente el REFLEJO de la sabiduría de los mandatarios que los conducen y los Gobiernan.
Efectivamente, para esos casos, no existe LÍMITE que represente un serio PROBLEMA, para impartir la EDUCACIÓN MASÓNICA, dentro de ninguna esfera Social, puesto que dispone de todos los medios y los sistemas que establecen los preceptos Filosóficos, los Simbólicos, los Ritualísticos y los Dogmáticos; que en realidad representan una firme orientación, para poder descubrir sus Secretos y sus Misterios, mismos que finalmente consideramos de tal magnitud, que algunas veces, no dudamos en llegar a confundirnos, perdiéndonos dentro del laberinto de la incertidumbre o de la desesperación, si no fuera porque nuestra inteligencia, y nuestra buena voluntad, nos despejan esos campos de Ciencia y VIRTUDES, infinitamente comprensibles y eminentemente EDUCATIVAS.
No obstante, es por eso que hemos visto con sorpresa, que algunos de nuestros Hermanos, se consideran suficientemente preparados y educados, con el sólo hecho de que llegan a comprender las Palabras, los Tocamientos, las Lecturas Simbólicas y las Ceremonias Ritualísticas indispensables para obtener sus Grados; o tan luego como logran interpretar los Emblemas, las Alegorías, los Símbolos y los Signos correspondientes a la Cámara o Cámaras en que trabajan, y hasta han llegado a ostentar, con mucha satisfacción a sus Distintivos, a sus Condecoraciones y a sus Insignias, como un timbre de honor y de orgullo, que los distingue y los eleva de sus demás hermanos que poseen Grados Inferiores; pero sin tomar en consideración, que la ÚNICA, o sea la verdadera EDUCACIÓN MASÓNICA, consiste en saber comprender, interpretar y Propagar prácticamente sus Principios Dogmáticos, dentro de la Moral Filosófica, misma que nos conduce hacia el conocimiento de la ORTODOXIA MASÓNICA.
No obstante, el verdadero MASÓN, el Hermano que ha recibido en toda su plenitud la LUZ DE LA EDUCACIÓN Científica y Filosófica, dentro de nuestros Templos, es indudable que sus estudios, sus investigaciones y sus descubrimientos, vienen a coronar sus esfuerzos en bien propio y de quienes le rodean; puesto que son conocimientos que lo encaminan o le conducen por la Senda del Deber, de la Razón, de la Verdad y de la Justicia, cuyo propósito es y será siempre el de procurar formar mejores HOMBRES, mejores HOGARES, mejor SOCIEDAD, mejores Pueblos y mejor HUMANIDAD; y así veremos que muy pronto nuestra abnegación y nuestros sacrificios, obtendrán de nuestros Semejantes el Fruto deseado, para lograr en todo tiempo, ser útiles a Nosotros mismos, a nuestros Familiares, a la Sociedad, al Gobierno, al Pueblo y a nuestra Patria.
Por lo consiguiente, a nosotros los MASONES , experimentados en nuestras enseñanzas, por humilde que sea el Grado que ostentemos, nos une un DEBER sagrado, que nos obliga a luchar y a trabajar vigorosamente, para lograr una pronta realización de nuestros Ideales, aplicando constantemente los preceptos y los principios que imparte nuestra Orden, para poder llegar a vivir, hasta alcanzar el anhelado día, en que el HONOR, la VERDAD, la RAZÓN y la EQUIDAD, deben imperar preferentemente, como norma de todos nuestros actos, sean dentro del orden INTIMO, como el en Privado y en el Público.
Pero jamás podremos esperar, que la cristalización de todos los Ideales que demandan nuestras Máximas, se consideran como del DOMINIO HUMANO, para conservar irrompibles los LAZOS DE LA CONFRATERNIDAD UNIVERSAL; si no exigimos la sinceridad, el apoyo y la protección decisiva de todos los Masones que existen sobre la superficie de nuestro planeta, para el fin de que todo el Mundo sepa colocarnos sobre el lugar que justamente nos merecemos; pues sólo cuando llegue ese preciso instante, puede ser que tengamos el ORGULLO de saber que ya hemos cumplido con ese DEBER SUBLIME que nos ELEVA y nos DIGNIFICA mediante nuestro mejoramiento físico, el Moral y el Intelectual, demostrando así que hoy más que nunca, la humanidad necesita de la Masonería y de sus SABIAS ENSEÑANZAS.
Tampoco hay que olvidar que las miradas Profanas, siempre están pendientes o auscultando cada uno de nuestros actos; principalmente los de los hermanos que ocupan puestos Autoritativos; y también sobre las entidades que forman los Cuerpos Masónicos, instalados en todos los Orientes que se encuentran diseminados en los continentes; y aún siempre nos estarán juzgando a muchos de nosotros, que ocupamos los puestos más humildes, dentro de nuestras actividades Masónicas, por cuya razón no debemos pasar por alto que es preferible caminar por la senda del DEBER, en forma SERENA, DIGNA Y DECOROSA, hacia la elevación a que hemos sido llamados, para lograr impartir la EDUCACIÓN que nos marcan los principios y las máximas Masónicas, mismas que no consisten únicamente en llevar con ostentación ni ORGULLO el distintivo de nuestra Orden, ni mucho menos hacer alarde de que conocemos nada más de MEMORIA, las palabras, los Signos y los tocamientos del Grado que poseemos, tal y como sucede con los Diez Mandamientos de la Fe Cristiana.
Pero nosotros sabemos que el Masón consciente, comprende que, desde que se inicia en los Misterios de nuestra Institución, le llega el momento en que su LABOR SOCIAL debe desarrollarse PURA y sin MANCHA, al impartir la EDUCACIÓN MASÓNICA, no sólo por lo que respecta a los miembros de la Logia, sino también dentro del seno de la familia, entre sus relaciones de amistad, para el pueblo y en general, para toda la humanidad; y así las circunstancias lo requieren y los actuales tiempos lo demandan; es precisamente la oportunidad que hay que aprovechar, para demostrarle al mundo entero, que nosotros no hemos perdido el tiempo lastimosamente, dentro del recinto de nuestros Templos, tan sólo para entablar discusiones enojosas, para atacar sistemáticamente las opiniones de nuestros hermanos, ni únicamente para despachar correspondencia.
Por eso tenemos la satisfacción de afirmar que existen muchos Masones, que nos ilustran constantemente con sus conocimientos, a la vez que investigan, que se instruyen, que saben enseñar, y que se profundizan en sus inspiraciones MORALES, ESPIRITUALES e INTELECTUALES, circunstancia que los capacita para lograr sondear a la LITERATURA MASÓNICA, con lo que llegan fácilmente a conocer hasta el fondo, los Secretos y las enseñanzas que contienen esas Sublimes Doctrinas.
Esta es la forma en que consideramos poder llevar a la práctica, todos los estudios que contiene la Educación Masónica, misma que muchas veces, no alcanzamos a comprender con claridad, por la falta de orientaciones que el caso requiere; aún cuando pretender adquirir todo ese cúmulo de conocimientos a la simple vista, resulta un problema muy difícil de resolver o de descifrar, puesto que no deja de ser una estupenda labor, que necesariamente hay que desarrollar, para poder encontrar la resolución, o su definición más correcta, por eso también es indispensable contar con la ayuda de nuestros Maestros, puesto que en esa forma hemos visto que poco a poco, sus Secretos y sus Misterios, se vienen manifestando en forma implacable y segura.
Finalmente, podemos asegurar que todas las enseñanzas Masónicas, son materias que se han venido impartiendo dentro de las conciencias sanas, y entre las Almas Nobles de los hombres que tienen la idea de la responsabilidad contraída ante sus hermanos, puesto que tienen la convicción de que están destinados a luchar denodadamente, hasta llegar a la Meta de sus Sagradas Aspiraciones, puesto que saben que sólo aquello que se anhela y se logra, que todo lo que se aprende y lo que se siente, puede fácilmente enseñarse a los demás.
Después de haber conocido las anteriores explicaciones, ahora nos ocuparemos de investigar la base de todas las enseñanzas sobre las que se apoya de manera FIRME y DURADERA, la EDUCACIÓN MASÓNICA, y nos referimos a los EMBLEMAS, a las ALEGORÍAS, a los SÍMBOLOS y aún a los JEROGLÍFICOS y a los SIGNOS, principiando por buscar la etimología, la interpretación y la definición filosófica de cada una de esas frases; por lo tanto, veremos cuál es el origen de:
La palabra EMBLEMA, que deriva de la lengua latina “EMBLEMUM”, y del idioma griego “EMBALLO”, la primera voz no es más que una representación incomprensible de algo desconocido o ignorado, sobre cualquiera expresión u objeto, que de otra manera sería palpable a la simple vista se refiere también a las representaciones que se hacen por medio de Dibujos, para leer determinadas escrituras; y en cuanto a la expresión de EMBALLO, indica la acción de colocar, dentro de un sobre rotulado, cualquier escrito o carta, en la inteligencia de que su contenido, representa una incógnita; razón por la cual una pieza, bajo cubierta cerrada o sellada, es INVIOLABLE.
El EMBLEMA es también un conjunto de figuras, de cifras, de caracteres o de imágenes, de significación incomprensible, oculta, convencional o secreta, que se emplean en la Escritura, cuando se quiere disimular o dar a conocer, en forma indirecta, el verdadero sentido de la misma, en lo moral o en lo material, pero también se le ha distinguido, por medio de la representación de los Blasones, de los Escudos, de las Banderas y de las Divisas, aún cuando por otra parte pueden considerarse como Emblemas a los Útiles, a los instrumentos y a las herramientas para ejecutar los trabajos Simbólicos, se usan dentro de los Rituales Masónicos; igual cosa podemos decir, sobre las Insignias y los Distintivos de cada uno de los Grados de que se compone; pero resulta que en este caso, la acepción que se conoce para el EMBLEMA, podemos considerarla algo inadecuada, puesto que su esencia viene a darnos la idea de un SÍMBOLO, mismo que para estos casos, se tiene como una figura alusiva a todas las cosas u objetos, pero por lo regular, el EMBLEMA debe distinguirse por la representación que se le dá, haciendo uso de las inscripciones, de los Lemas y del propósito en que tácitamente se define, como su verdadero significado Filosófico y Científico.
Por esa razón hemos llegado al convencimiento de que los Griegos, dieron el nombre de EMBLEMA a todas sus obras de Pintura y de adornos que consideraban como sus Artes, mismos que hacían grabados sobre decoraciones, utensilios, objetos y atavíos de sus trajes, y así también los primitivos Jurisconsultos, de la misma manera hacían aparecer como Emblema a la indumentaria que portaban durante sus funciones Oficiales.
Sin embargo, se sabe que ALCIATO, sabio francés del siglo dieciseis, hizo una recopilación de EMBLEMAS, para hacer extensiva la significación de ese término, mediante la interpretación de todos los signos, los caracteres y las cifras enigmáticas, cuando se pretendía ocultar, en forma discreta o sigilosa, el contenido de una escritura, que se trataba de hacer conocer; este escritor fue probablemente, el primero que introdujo en su país la referida expresión de la palabra, aplicándola al sentido MORAL, misma que en la actualidad aún se conserva; pero no debemos olvidar que el uso de los EMBLEMAS es tan antiguo, como los primeros monumentos históricos, en donde aparecen esculpidos o grabados, de lo cual, hemos encontrado variados ejemplos en la Sagrada Escritura.
Por otra parte, el Padre MENETICER, que posteriormente escribió un tratado sobre la materia, dice que los EMBLEMAS, científicamente se dividen en cuatro clases; o sean los Matemáticos, los simbólicos, los Teologales y los Morales; lo que indica desde luego, que todas las cosas u objetos, correspondientes a esas clasificaciones, corresponden a otros tantos sistemas de escritura, y para el efecto, se pueden citar varios ejemplos; como el Humo que viene siendo un EMBLEMA del fuego que lo produce; un río que se precipita entre las montañas y los valles, es el emblema de la corriente de agua que lo forma; el tiempo que transcurre, es el emblema de los siglos que pasan; así como una Hostia o un Cáliz lo es de la Fé Católica Cristiana, etc., y de la misma manera, dentro del Simbolismo Masónico, la Escuadra, es el Emblema de la EQUIDAD, la Plomada, lo es de la RECTITUD y el Nivel es de la IGUALDAD, tomando en cuenta sus condiciones, con relación con el significado que se les atribuye dentro de los DERECHOS HUMANOS.
Pero por razón natural, debemos reconocer que el Símbolo es más extensivo y comprensible en su interpretación, porque su esencia incluye a todas las REPRESENTACIONES que concibe la imaginación y el ingenio, puesto que siempre señalan los propósitos del hombre, expresados por medio de Signos, de Caracteres, de Figuras, de Dibujos o de cosas y de objetos; por medio de los cuales, únicamente se dan a conocer o a entender, las enseñanzas y los conceptos, que muchas veces llegan a nuestro conocimiento en forma indirecta, haciendo uso de las PARÁBOLAS o de las METÁFORAS; de ahí que una idea, un mito o una leyenda, se describen como acontecimientos puramente simbólicos, pero sin olvidar que todos los EMBLEMAS, pueden ser SÍMBOLOS, pero que ningún SÍMBOLO, podrá ser un EMBLEMA.
Conocidos los conceptos que se tienen sobre la justa interpretación de un EMBLEMA, ahora nos ocuparemos de investigar la etimología, el origen el significado y la definición filosófica de lo que es:
La palabra ALEGORÍA, y nos encontramos con que deriva de la lengua griega “ALLEGORIA”, vocablo que consta de dos voces: “allego” que significa figura, y de “agoreuo” que indica hablar o demostrar; lo que quiere decir que se refiere a la expresión de la palabra, por medio de las Figuras, puesto que son dos frases retóricas, que se manifiestan en el lenguaje figurado, cuando se emplean las METÁFORAS, que dan lugar a concebir las ideas o los pensamientos humanos sobre cualquier materia o suceso; la palabra ALEGORÍA, también se puede aplicar a las figuras, a las cosas o a los objetos, que nos dan el concepto propio, para hacer patente, para que se verifique, o para despertar el recuerdo de algún acontecimiento diferente, pero definido por medio del sentido ALEGÓRICO.
También podemos definir a la ALEGORÍA, como una representación externa de ciertos actos, producidos por determinadas opiniones, porque muchas veces se les ha confundido con la PARÁBOLA y con el SÍMBOLO; pero que por ningún motivo, pueden llegar a ser la misma cosa, y sin embargo, de que en sí, efectivamente no contienen diferencias esenciales, aunque resulta que literalmente la ALEGORÍA viene siendo una figura retórica, que consiste precisamente en la aplicación de una METÁFORA continuada, cuyo objeto siempre ha sido presentar la esencia de alguna cosa o materia de estudio, con lo que se da la idea de cualquier tema, distinto al que se manifiesta, lo que puede lograrse también, por medio de las palabras, o por la representación de figuras y caracteres convencionales; pero eso es muy frecuente el uso de la ALEGORÍA, dentro del lenguaje parabólico que contienen las Sagradas Escrituras, y en general, todos los libros religiosos como la BIBLIA, el CORÁN, el ANTIGUO TESTAMENTO, el PENTECOSTÉS, etc., pues tenemos la seguridad de que el NUEVO TESTAMENTO, constituye una ALEGORÍA continuada del ANTIGUO.
Tampoco debemos olvidar, que castizamente se le da el nombre de ALEGORÍA, a cualquier discurso o narración histórica, a la cual se le atribuye un sentido literal figurado, pero que nos proporciona dos ideas; la que realmente representa, y la que se trata de demostrar; esas dos interpretaciones, por analogía nos señalan una opinión que nos convence de que lleva un fin preconcebido, por medio de la Comparación y de las expresiones secretas, ocultas y misteriosas; es decir, cuando la ALEGORÍA misma manifiesta una cosa, siendo otra su verdadera finalidad, en consecuencia aquí queda aclarado exactamente, el carácter SIMBÓLICO que se le atribuye a toda ALEGORÍA, en sus distintas manifestaciones.
Igualmente se ha dicho, que muchas veces no existe una interpretación distinta entre una ALEGORÍA y un SÍMBOLO, y en efecto, tal vez a la simple vista no se note esa diferencia en su expresión o en su designación, pero lo que sí es palpable, es el carácter que representa, puesto que hemos llegado al convencimiento de que la ALEGORÍA, puede interpretarse sin tomar un acuerdo previo o convenido; mientras que a un SÍMBOLO, como lo veremos adelante, siempre se le considerará como la VOZ DEL LENGUAJE MÍSTICO O SECRETO, definido en forma convincente, clara y precisa.
Es evidente también, que una ALEGORÍA, cuyo significado se considera como enigmático, pueda dársele una interpretación adecuada y correcta, por lo tanto, su definición debe corresponder con la idea que se trata de expresar fielmente, tomando en cuenta que todas las nociones, las enseñanzas y la instrucción que se imparte en el Orden Masónico, de acuerdo con sus ALEGORÍAS, deben estar ajustadas a la VERDAD que existe en sus Principios y en sus Máximas, desde el punto de vista MORAL e HISTÓRICO, ya que esa es la base sobre la que se apoyan todos los conceptos que de ella se tienen, como una definición radical, para sus prácticas Ritualísticas y dogmáticas; es decir, que la Masonería lleva un sistema de MORALIDAD y de CIVISMO, orientado por la ALEGORÍA, e ilustrado por medio de los SÍMBOLOS.
Finalmente sabemos que las ALEGORÍAS, fueron empleadas como Métodos de Escritura, cuyas figuras favoritas, adoptaron los antiguos, para burilar sus trazados y para levantar sus construcciones, como hemos visto en la Mitología Griega y la Romana, por lo tanto, esos sistemas de enseñanza, prevalecieron entre los más remotos Pueblos, y su uso se exhibe con frecuencia en nuestros días, dentro de las Religiones creadas por Zoroastro, por Brahma, por Cristo, por Mahoma, etc., por eso Aben Ezra, inteligente Sabio del siglo doce, dijo: “Las escrituras son como los cuerpos, y las Alegorías son como los trajes con que se les viste; algunos delgados como fina Seda y otros tan gruesos y tan ásperos, como una arpillera”, por eso los maestros Judíos, entre sus enseñanzas familiares, inculcaban a sus discípulos muchas VERDADES en forma de ALEGORÍAS, y todas ellas se manifestaron por medio del Sistema PARABÓLICO.
Conocidos los anteriores razonamientos, ahora nos ocuparemos de determinar, en forma categórica, el origen, la etimología, el significado y la definición de:
La palabra SÍMBOLO, misma que viene del lenguaje latín “SIMBOLUM”, y del idioma griego “SYMBOLON”, como voces que en lo material, se designa a una cosa, a algún objeto, a una imagen, a una figura, a una insignia, a un distintivo, a una divisa, etc.; o cuando verbalmente, por medio de METÁFORAS o de PARÁBOLAS, se representa un concepto sobre algo material; y también cuando se expresa en esa forma, cualquier pensamiento Espiritual, Moral o Intelectual; se refiere asimismo, a los Dichos Sentenciosos, a las Letras Iniciales con que se representan a los Cuerpos simples, como por ejemplo: H.G. es el símbolo del MERCURIO; A.G. es el símbolo de la PLATA; H. lo es del HIDRÓGENO, y la O. es del OXÍGENO, etc.; como se ve, la palabra SÍMBOLO es extensamente aplicable a todos los USOS y a todas las COSTUMBRES, en que tiene que intervenir la Inteligencia del hombre.
De todas maneras, el SÍMBOLO está definido, como una figura visible, al igual que por medio de una METÁFORA o de una PARÁBOLA, como las más elocuentes expresiones con que se encuentra representado un Pensamiento espiritual, una emoción nerviosa o una idea por desarrollar; por esa razón, dentro del Orden Masónico, se le considera como una frase que indica: “PARA COMPARAR UNA COSA CON OTRA”, o bien: “PARA EXPRESAR UNA IDEA, POR MEDIO DE UNA COSA U OBJETO”, y en eso consiste que tanto el EMBLEMA, como la ALEGORÍA y el SÍMBOLO, son palabras que muy frecuentemente se usan como sinónimas en Masonería, pero que existe una marcada diferencia en sus acepciones y en su interpretación Filosófica.
En general, todas las Civilizaciones primitivas, usaron los SÍMBOLOS, para el fin de impartir las primeras enseñanzas, para conocer las palabras, lo que dio lugar a que todos los Pueblos, desde la más Remota Antigüedad, cuando menos de los que tenemos conocimiento, nos han proporcionado infinidad de escrituras y grabados, expresados por medio de SÍMBOLOS, ya que a los Jeroglíficos, también se les designa con ese nombre.
Por eso el SÍMBOLO, dentro de las enseñanzas Masónicas, se refiere a la expresión de un pensamiento, de una opinión o de una idea; que se basa únicamente en el CONTRASTE o en la COMPARACIÓN de las Figuras, sea de las Cosas o de los Objetos con que se manifiesta un Atributo o una Concepción MORAL de sus doctrinas; puesto que a eso se refiere, el carácter OBJETIVO DE UN SÍMBOLO, que representa algo material, a la vista o al tacto, como la exhibición de una cosa íntima, que aparece incomprensible, misteriosa, oculta o sagrada; porque de esa manera, se hace más concebible, cualquier manifestación del Pensamiento, para la mente del Hombre, ya sea que su capacidad intelectual, se considere MEDIANA, ESCASA O SUFICIENTE, por ese motivo las primeras enseñanzas, que se impartieron y se siguen impartiendo a la niñez, por lo regular, siempre serán OBJETIVAS en el sentido Simbólico, puesto que desde los más remotos tiempos, en que el lenguaje escrito estaba en EMBRIÓN, los SÍMBOLOS visibles, eran y siguen siendo, los más adecuados para lograr impresionar con facilidad a todas las mentes de Grandes y Pequeños, por ignorantes que sean.
Consiguientemente, el SÍMBOLO es una figura significativa, cuya semejanza material con otra, puede ser evidente en el sentido MORAL y en el FILOSÓFICO, cuando da a conocer o nos hace entender y comprender, la comparación que debe interpretarse en forma objetiva y visible; pero también se refiere a los sentimientos, a las creencias y a todas las emociones, que llevan relación con el Espíritu y con la Moral del hombre, puesto que nos dan la idea de lo que debemos hacer, de lo que podemos ejecutar y de la conducta que estamos llamados a seguir; en consecuencia, los SÍMBOLOS son tan antiguos como la misma Humanidad, puesto que están considerados como los primeros Destellos que han venido guiando a la inteligencia de los hombres, para formar con ellos el grandioso espectáculo que se ha descubierto poco a poco, dentro de los Fenómenos Naturales, y aún le han servido para poder manifestar sus opiniones, cuando se trata de sus propios actos Sociales.
Por lo mismo, no cabe duda que también fueron SIMBÓLICAS, las manifestaciones políticas y las Teologales, que primitivamente se conocieron, dando lugar indudablemente, al establecimiento de la Supremacía, que trajo la implantación posterior de los gobiernos, a la creación de las religiones y a la adaptación de las diferentes costumbres de los pueblos; y es igualmente seguro que la SABIDURÍA de los Fenicios, de los Sirios, de los Hebreos, de los Caldeos, de los Egipcios y de los Judíos, tuvo como base principal al SIMBOLISMO, así como los conocimientos adquiridos por los grandes Sabios, que figuraron durante la más remota antigüedad, hasta la aparición de Jesucristo; quien en la misma forma, y por medio de los signos y de las parábolas, propagó los dogmas de su Religión, los que aún en nuestros tiempos, pugnan por adquirir la supremacía, entre las demás religiones y sectas que se conocen; es por eso también, que siempre se ha practicado y se seguirá practicando, la ciencia de los SÍMBOLOS, como única fuente de donde emanan todas las CIVILIZACIONES.
Por lo mismo, los SÍMBOLOS MASÓNICOS, que derivan de los Secretos Primitivos, fueron justamente aplicados al Arte de Hablar, de Escribir y de Construir; lo que claramente indica que en el ejercicio de las Ciencias y de las Artes, los SÍMBOLOS siempre han servido de Cordel y de Regla, para facilitar en todos sus aspectos, el trabajo de quienes saben interpretar sus enseñanzas, revelando el objeto a que deben dedicarse, puesto que, mediante el uso del lenguaje secreto, se les facilita a los Maestros, dirigir en forma correcta y acertadamente todos sus actos y sus obras; como una garantía segura para alcanzar una severa Discreción, por eso el espíritu de esas enseñanzas SIMBÓLICAS, en la actualidad están destinadas a ejercer de una manera eficaz y eminentemente bienhechora, una VERDADERA LABOR SOCIAL, como la que se ejercita en el seno de las Logias, porque en esa forma, se ha obligado a los hombres a que sólo se les puede admitir como Aprendices, cuando reúnen ciertas condiciones de Moralidad, y determinadas aptitudes intelectuales, que le permitan comprender el verdadero Lenguaje de los Símbolos.
Finalmente, estamos en condiciones de afirmar que todo lo expuesto hasta aquí, en relación con el SIMBOLISMO MASÓNICO, sufre una trascendental transformación, desde el preciso instante en que penetra en forma decisiva, dentro del Campo de las Ciencias Especulativas, para dar más amplitud a sus principios; pero en forma distinta a las concepciones educativas de la inteligencia del hombre, la que muchas veces encuentra una explicación lógica y razonable, que le permite expresar sus opiniones, por medio del sistema de preparación social y cívica; en que se imparten las doctrinas y las máximas, que siempre ha propagado la CONFRATERNIDAD MASÓNICA.
Pero de todas maneras, debemos advertir a nuestros Queridos Hermanos, que para el individuo de la Edad Madura; de escasa comprensión y de inteligencia mediocre, se da cuenta perfectamente, que cada letra del alfabeto de su respectivo idioma, es también un SÍMBOLO de cierto sonido en las palabras; y por lo que respecta a los niños, ese SÍMBOLO le representa el valor de las Letras; y en esas condiciones, se les hace conocer a Grandes y Chicos, que la forma de los objetos que les son familiares, les indican sus respectivos nombres, cuya representación material, indudablemente ayudan a pensar, a la memoria de los Educandos.
Así es exactamente, como los antiguos artesanos, los artistas y los escultores, asimilaron vastos conocimientos SIMBÓLICOS, y los reprodujeron en sus trabajos, o los aplicaron a sus Obras; ya que la Ciencia del Lenguaje Perfecto, que estuviera escrito, para dar a conocer la expresión de las ideas concretas, sólo se comprendía por medio de Caracteres abstractos, lo que indudablemente dio lugar a la necesidad inmediata de proporcionar ese Lenguaje Simbólico, propio de nuestros antiguos pobladores del Mundo.
Por lo mismo, es la razón por la que se ha venido imponiendo el SIMBOLISMO, como la verdadera expresión de la palabra; para atender a las necesidades de los Pueblos, lo que viene a justificar la implantación de los más remotos sistemas de entendimiento; y sin embargo, hasta nuestros días se viene usando, no sólo para facilitar la Enseñanza, sino también para lograr la propagación de las Religiones y de las Sectas, en donde sólo se admite al Símbolo, como una especie de Escritura Sagrada; pero también se le emplea para dar a conocer todas aquelllas actividades Sociales, cuya discreción se hace manifiesta.
En la Masonería, todas las Materias de Enseñanza Ritualística, Dogmática y Científica, se imparten y se representan por medio de los SÍMBOLOS, aunque como conocimientos propios de los Secretos o de los Misterios contenidos, dentro de las Ciencias Especulativas, y en cuanto a sus prácticas morales, se han tomado de la figura y de la forma, que afectan sus Utiles, sus Instrumentos y sus Herramientas de trabajo, cuya finalidad consiste en inculcar al Masón ese Espiritualismo que debe adquirir, para poder encaminar sus actos, por la verdadera Senda de la VIRTUD.
Consiguientemente, no cabe duda que la Masonería, siempre ha procurado impartir, por medio de los métodos SIMBÓLICOS, toda la filosofía que entraña su más encumbrada MORAL, pero tampoco hay que olvidar, que esos sistemas educativos, no se limitan únicamente a los objetos o a las cosas materiales; sino que sus enseñanzas nos llevan aún más lejos, por medio de las Leyendas, de los Mitos y de los Pasajes Simbólicos, mismos que muchas veces se expresan también, en forma de PARÁBOLAS y de METÁFORAS; ya que ambas palabras constituyen al SIMBOLISMO HABLADO, tomando en consideración que por ese medio, llegamos a comprender y a entender los fenómenos Espirituales, para poderlos propagar mejor; en consecuencia, nuestra Inteligencia trabaja menos, y como es natural, en esa forma nos es más fácil alcanzar la Meta del camino, que irremisiblemente nos lleva, hacia el conocimiento de la VERDAD SUPREMA.
Por último, estamos en condiciones de exponer algunos conceptos importantísimos, sobre lo que son los JEROGLÍFICOS y los SIGNOS en la Masonería, puesto que también representan su género de enseñanzas SIMBÓLICAS, propias del Lenguaje Ritualístico, por lo tanto, procuraremos buscar su origen, la etimología, la definición, la interpretación y el significado de:
La palabra JEROGLÍFICO, misma que viene de la lengua latina “HIEROGLIPHICO”, la que se usa como un adjetivo, aplicable a la escritura, en que no se emplean los SIGNOS FONÉTICOS, para representar las palabras o las ideas, sino que por medio de dibujos, de figuras, de caracteres y de grabados, se expresan los pensamientos, o se dan las opiniones; como el sistema de comprensión y de lectura, usada por la mayoría de los pueblos en la antigüedad, y hasta nuestros días, esos JEROGLÍFICOS los observamos en los muros de los edificios, de los Templos y monumentos, construídos por nuestros antepasados; también esa voz se refiere al conjunto de cosas u objetos, por medio de los cuales se expresan las palabras enigmáticas que deben ADIVINARSE, INTERPRETARSE o DESCIFRARSE, puesto que constituyen una clave, un Secreto o un Misterio.
Pero nosotros los Masones, tenemos otro concepto sobre la palabra JEROGLÍFICO, la que en nuestras enseñanzas, se nos manifiesta como originaria del idioma EGIPCIO, y está compuesta de dos voces; la primera es “HIERO”, que se interpreta como SAGRADO, y de “GLUPHO”, que significa GRABAR; por lo que se ve, esos caracteres JEROGLÍFICOS fueron empleados desde la más remota antigüedad, por el pueblo egipcio, para enseñar la escritura, para expresar las ideas, y por ese medio, propagar su civilización, por lo mismo, fue la lectura a base de grabados lo que dio principio a la enseñanza de la escritura que hoy conocemos, por medio de los signos fonéticos.
Sin embargo, es un hecho que hasta el presente siglo, se logró descifrar el contenido de los JEROGLÍFICOS egipcios, gracias a la labor desarrollada por el sabio orientalista CHAMPOLLION, puesto que con anterioridad, sólo representaron un enigma o un misterio para la conciencia humana, ignorando su interpretación, ya que ningún Sabio de los que florecieron en la Antigüedad, pudo llegar a leer esa clase de escritura, la que en verdad siempre resultó una materia científica sumamente difícil de comprender.
Todo lo anteriormente expresado, se demuestra, como ya se dijo antes, por medio de las Figuras, que grabadas o esculpidas, aparecen sobre los muros de los antiguos Templos, monumentos, palacios y edificios de construcción egipcia, que por muchos siglos permanecieron ignoradas sus interpretaciones, pues no había ser humano, que pudiera descifrar esos JEROGLÍFICOS, a pesar de los constantes estudios a que se dedicaron, los Grandes Sabios de todas las épocas, para lograrlo.
Sin embargo, el Sabio CHAMPOLLLION logró descubrir que los egipcios, tenían tres clases de escritura, la JERÁTICA, la DEMÓTICA y la propiamente JEROGLÍFICA, las dos primeras podían ser del dominio público, pero la última, solamente era del conocimiento de los Sacerdotes, cuya escritura siempre se le dedicó para sus prácticas Sagradas y Religiosas; lo que indica que, por medio de los Signos Jeráticos y Demóticos, se hacían conocer al pueblo las disposiciones, los mandatos y las leyes, y los JEROGLÍFICOS sólo se empleaban para el uso exclusivo de los Sacerdotes; por ese motivo los Egipcios, impartían todas sus enseñanzas, a base de los Signos JERÁTICOS Y DEMÓTICOS, puesto que la interpretación JEROGLÍFICA, sólo se dio a conocer al pueblo y a los fieles, por medio de la KURIOLOGÍA, o sea el uso de las iniciales.
Por eso hemos llegado al convencimiento de que, el primitivo ALFABETO, el que se considera como más antiguo, lo es el EGIPCIO, y luego le siguen el GRIEGO y el LATINO, aunque hay autores que aseguran que el primero que se conoció fue el GRIEGO, pero la verdad es que el Sistema JEROGLÍFICIO EGIPCIO, constituye a los tres Métodos de Escritura Fonética, los que a su vez tienen su valor particular como Signos; o sean el Figurado, el Fonético y el Simbólico, lo que demuestra la justa aplicación de las Escrituras JERÁTICA, DEMÓTICA Y JEROGLÍFICA.
Por lo tanto, la escritura conocida vulgarmente con el nombre de JEROGLÍFICA, es la que se representa por medio de los objetos del mundo físico; como los animales, los árboles, las plantas, los utensilios, las herramientas y toda clase de figuras geométricas, cuya estructura puede ser representada en forma lineal, llena, y aún a colores, puesto que de ello sólo depende la importancia de la inscripción; con la seguridad de que el número de esos Signos, ha llegado a más de Ochocientos.
Ahora creemos conveniente dar una explicación sobre lo que son las tres clases de escritura EGIPCIA, principiando por la JERÁTICA, la que consiste más o menos en la adaptación de una especie de TAQUIGRAFÍA, como la que hoy conocemos, porque los signos que la representan, no tienen forma definida, tomando en cuenta que cada figura jerática no es más que una abreviatura del signo jeroglífico, y de ahí que con el tiempo, se ha venido deformando dicha escritura, hasta quedar catalogada como una verdadera TAQUIGRAFÍA.
En cuanto a la escritura DEMÓTICA, se compone de casi las mismas figuras que la JERÁTICA, por lo tanto, se consideraba también como otra de las abreviaturas de los caracteres jeroglíficos, pero todavía más condensados, aunque tendientes a conservar su mismo valor fonético, solamente que el número de signos de la escritura DEMÓTICA, que se empleaban para indicar las actividades ordinarias, eran menores a los que cuenta la JERÁTICA.
En tal caso, llegamos al convencimiento de que los Tres tipos de la ESCRITURA EGIPCIA, en realidad se concentraban en una sola Teoría, cuya base lo fueron siempre los JEROGLÍFICOS, de dónde también emanaban las primitivas figuras taquigráficas, como signos que no tienen otro objeto que el de hacerlos entender, sin llegar a descubrir la verdadera finalidad que se persigue; por esa razón las escrituras JERÁTICA y DEMÓTICA, se crearon únicamente para hacerse del dominio público, en forma indirecta el significado y la interpretación de los JEROGLÍFICOS, puesto que estaban consagrados, tan sólo para determinar las Ceremonias Religiosas, bajo las prácticas sagradas de los Sacerdotes Egipcios; por eso se ven grabados en los edificios, en los Templos y en los monumentos antiguos; en cambio, las otras escrituras, las encontramos esculpidas o pintadas, sobre los utensilios y artefactos, como las escrituras más humildes para el pueblo egipcio.
Conocidos los antecedentes sobre lo que se refiere a los JEROGLÍFICOS, ahora veremos cuál es la etimología, el significado y la definición que se atribuye al SIGNO, y desde luego, sabemos que deriva de la lengua latina “SIGNUM”, voz que invariablemente se refiere a una cosa que representa o evoca, en el pensamiento humano, la idea de otra; asimismo indica a cada uno de los caracteres con que se distinguen las letras, los números, así como las marcas y las señales, que contienen las escrituras; son también todas aquellas figuras que aparecen como representaciones de los Astros, de los Planetas y de las constelaciones Celestes; pero de la misma manera, el SIGNO, tiene varias acepciones dentro de su aplicación en la práctica; como por ejemplo: tenemos al SIGNO NATURAL, que nos da a conocer a las cosas, por medio de la analogía o de la relación natural que tienen con ella; al SIGNO POR COSTUMBRE, mismo que por su representación o su aspecto, indica una cosa completamente distinta, a la que aparentemente manifiesta; al SIGNO POSITIVO, que es el que representa, en la aritmética a la señal que indica MÁS, y el SIGNO NEGATIVO, viene siendo el que, dentro de la misma rama se conoce como MENOS, o en otras palabras, el primero es símbolo de la realidad o de la verdad en las cosas, y el segundo se refiere a la negación o a la ausencia de lo que existe.
Enseguida podemos exponer otros ejemplos como el SIGNO RODADO, que se manifiesta por medio de una figura circular, que usaban las Noblezas Reales, que consistía en estampar o en dibujar, al pie del Privilegio Rodado, una Cruz y las Armas de la estirpe, con el nombre del Rey.
Pero en Medicina tiene otras varias acepciones, como el SIGNO BABINSKY, cuando se trata de la flexión de los dedos de los pies, hacia la parte exterior de la planta, bajo la influencia de una perturbación del sistema piramidal; el SIGNO DE BAMBERGUER, que se conoce por medio del pulso de la Arteria Yugular, que caracteriza la insuficiencia de la válvula Tricúspide del Corazón, el SIGNO DE BELL, lo es el síntoma de la parálisis facial periférica, que consiste en un movimiento del globo ocular hacia arriba y a la parte externa, lo que origina que el paciente cierre el párpado del lado afectado; el SIGNO DE STELLWAG, que consiste en el aumento de volumen de los globos oculares, hasta el punto en que los párpados, no pueden cerrarse ni aún durante el sueño, lo que indica que es un síntoma característico del Bocio; el SIGNO DE GUBLER, que se manifiesta por medio de un tumor en la parte posterior del cuerpo, en la parálisis Saturnina; el SIGNO DE JOFFROY es el síntoma del Bocio Axaitalvínico, que aparece en el músculo frontal, en determinados movimientos, lo cual se comprueba haciendo al paciente ver hacia arriba; el SIGNO DE LASAGUE, es el que determina exactamente el diagnóstico de la Neuralgia Ciática, lo que se puede comprobar por medio de un fuerte dolor que el enfermo siente, cuando dobla un miembro inferior sobre su abdómen, tendiendo la pierna extendida.
Sin embargo, el Signo en su interpretación general, es la Señal, el Indicio, la Apariencia, el Enigma o la Concepción de algún pensamiento o de alguna cosa; pero también se define en forma abstracta, como al DESTINO o a la SUERTE, cuando de una manera supersticiosa, cree el vulgo que algo va a acontecer, por medio del influjo de cualquier causa o motivo incomprensible o sobrenatural; aunque en el Orden Masónico, al SIGNO se le considera como uno de los factores más poderosos y eficaces que se han adoptado, para lograr el RECONOCIMIENTO entre los hermanos, o bien para acreditar el Grado o los Grados que se poseen; también es indiscutible que los SIGNOS, juntamente con los TOQUES o TOCAMIENTOS, forman ese Lenguaje Mudo, que nos es tan peculiar y elocuente, y que ha dado motivo a las hondas preocupaciones, de parte de los enemigos de la FRATERNIDAD UNIVERSAL, principalmente por lo que respecta a los DÉSPOTAS, a los TIRANOS y a los ABSOLUTISTAS.
Sin duda alguna, ahora cabe afirmar de manera categórica, que la EDUCACIÓN MASÓNICA y el Estudio de sus EMBLEMAS, de las ALEGORÍAS y de los SÍMBOLOS, así como de los JEROGLÍFICOS y de los SIGNOS, son tan extensos en sus interpretaciones que se les atribuyen al significado Científico, que de hecho, dominan a las Ciencias y a las Artes; puesto que es seguro que no existe campo de acción y de enseñanzas tan elevadas y tan extensas, como las que se aprenden dentro de la FILOSOFIA MORAL, que invariablemente nos da a conocer, la práctica de todas las VIRTUDES HUMANAS.
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