sábado, 28 de junio de 2014

MASONERÍA VIRTUAL

Iván Herrera Michel. 33º

Queridos Hermanos y Hermanas,

El tópico de la Masonería en la Internet, y lo ella que muestra, la forma en nos une, así como las distorsiones que posibilita, es la influencia más grande e invasiva de que ha sido objeto la Orden, proveniente de los últimos treinta años.

De hecho, nuestro Q:. H:. Benjamín Sabido, ha organizado este Simposio en New Jersey aprovechando la Internet en gran medida. Lo cual, prueba una vez más que bien empleada puede servir también para “unir lo que está disperso”, que es uno de nuestros más sagrados mandatos fundacionales desde las Constituciones de Anderson de 1723..

La verdad, es que desde hace una década vengo reflexionando sobre el tema, desde que instalaron en la Secretaría de mi Logia un computador que sirvió para elaborar las minutas de las Actas y como Columna de la Armonía. Atrás quedó un pequeño equipo de sonido que teníamos y una costosa colección de CDs que habíamos ido adquiriendo.

Hace unos seis meses el Ex Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Gran Oriente de Francia, IPH:. Alain De Keghel, en visita en la Federación Colombiana de Logias Masónicas, en el Or:. de Barranquilla, Colombia, leyó su discurso desde un Tablet ante la sorpresa general.

He publicado en varias revistas y en mi Blog PIDO LA PALABRA, algunas reflexiones sobre el tema, de las que he querido extraer unos cuantos apartes que pienso que no han perdido vigencia, para traerlas ante esta Asamblea de Masones y ponerlas a su consideración.

A decir verdad, no podemos regocijarnos de que estemos muy adelantados. Cualquier jovencito de 14 años de clase media se mueve como pez en el agua en estas tecnologías, y además chatea, tiene una colección de canciones y videos "bajados" de Internet, posee un álbum de fotos virtuales, y conversa con sus amigos y amigas del otro lado del mundo viéndose, oyéndose y escribiéndose mutuamente mediante una cámara de video más pequeña que el puño de su mano, un micrófono no más grueso que un pitillo de sorber y un teclado que manejan con la rapidez de una secretaria mecanógrafa.

Quiero comentarles, que hace unos diez años me tomé el trabajo de plantearles el tema de cómo se imaginaban que serían las Tenidas Masónicas en el futuro a unos pocos jovenzuelos de entre 12 y 15 años, de alguna forma relacionados con la Masonería a través del contacto cercano con parientes Masones, entre ellos mi propio hijo. Este fue el resultado del ejercicio de imaginación.

"Cuando un Masón vaya a presentar un trabajo el material se podría organizar en un video que se vería en una pantalla de 60 pulgadas, que bajaría desde el techo al comenzar la presentación". Hasta ahí, esto no sería sino una adaptación que podríamos implementar hoy si los fondos de nuestra Logia puede costearla.

Lo novedoso de la experiencia vendría cuando "varias Logias ubicadas en igual número de ciudades o países se conectaran para escuchar y ver simultáneamente la presentación de una charla y hacer observaciones". Es decir, cuando se conforme una gran Tenida que excedería los límites materiales del Templo integrando a muchos Masones en tiempo real en una reunión conjunta en formato de video - conferencias.

El tiempo me ha demostrado que estaban en lo cierto. Hace un mes me enteré de que una Logia situada en México había incorporado a una Tenida a unos Hermanos de las Islas Canarias, en España, en tiempo real.

Como esta ocurrencia tiene el potencial de llegar a todos los rincones del planeta, habrá que solucionar el problema del idioma, el del Rito empleado, y el de la diferencia de horarios locales. Estos jóvenes consultados consideraron que "así se pueden escuchar muchas más opiniones sobre lo tratado".

Por otra parte, en esa ocasión siguieron imaginando que en cada lado de la Logia estarían ubicadas pantallas planas en las cuales veríamos a nuestros lejanos interlocutores. Varias cámaras de video y micrófonos pequeñitos, estratégicamente dispuestos, permitirán que todos los sigan con la mirada, y que cuando un lejano asistente a la reunión haga uso de la palabra todos volteen hacia el mismo sitio y las voces lleguen desde el lugar de la Logia que corresponde al hablante.

Como la Tenida sería dirigida por una Logia en particular el orden estaría garantizado, y el hecho de que las decoraciones sean muy parecidas en todas partes del mundo ofrecería la sensación de que la reunión es en un mismo salón.

Para ese entonces, algo sorprendente para mí, lo constituyó la acotación de uno de los adolescentes consultados en el sentido de que lo descrito puede implementarse hoy mismo con la tecnología que tenemos a la mano en almacenes de la ciudad, ya que lo único que hace falta es ponerse de acuerdo y organizar la primera sesión. Reuniones como estas actualmente son empleadas en algunos colegios. Pero que si se van a utilizar hologramas habrá que esperar un poco a que los vendan en el país.

Años después, me he ido dando cuenta que una vez más la Orden Masónica está haciendo ostentación de su vieja y terca costumbre de ir al compás de los tiempos

Queridos Hermanos y Hermanas,

Se espera que para el año 2018 el cincuenta por ciento del mercado laboral de los países desarrollados esté constituido por miembros de la llamada Generación Digital, y no creo que sean muchos los Masones que consideren que las Logias se escaparán de semejante irrupción, u opinen que la Orden debe retirarse a un castillo sobre la cumbre de una montaña de cristal ubicada al final del mundo, como hicieron “Los Siete Cuervos” de los hermanos Grimm.

Sin embargo, y a pesar de que a los nacidos antes de 1980 nos asalta el temor de que cueste más concentrarse mientras más abunde la información, la generación más conectada e informada de todos los tiempos no va a cambiar sus hábitos por el solo hecho de haberse Iniciado en una Logia Masónica. Es de esperar, que en la era de Google, Amazon y Facebook ella traerá a la Orden las herramientas que importan, y nosotros habremos de lidiar con novedosos comportamientos y expectativas.

Al estar estos nuevos Masones acostumbrados a roles más libres y horizontales, el intentar controlarlos con una lupa y un cordel es un craso error al momento de acercar las diferentes mentalidades. Por ende, la jerarquía Masónica, si no desea quedarse sola con su oropel, deberá revestirse de información idónea, argumentos válidos y disposición para escucharlos realmente, ya que ellos valoran más el conocimiento que la experiencia y son dados a comparar las fuentes. Consideran que tiene más conocimiento útil un joven de 28 años con un Doctorado, que un “viejo” de 50 con 25 años de experiencia.

Las cosas han cambiado mucho desde que alrededor de 1450, Gutenberg, para ganar una apuesta, inventó la imprenta de tipos móviles. 530 años después, en agosto del año 1981, la empresa IBM presentó en público, en el Hotel Waldorf Astoria de Nueva York, el primer computador personal con un precio de US$1.565 que exigía un monitor que había que comprar separado. Ese día se inició una nueva etapa para la humanidad con un potencial difícil de pronosticar por ahora, y yo estoy convencido de que estos últimos treinta años representan solo la primera ola del tsunami que se nos vino encima.

Ya han transcurrido muchos siglos desde que la humanidad solucionó al problema de resguardar y divulgar en el tiempo y en el espacio sus creencias y conocimientos. Igualmente, ya han paso más de tres milenios desde la aparición, en lo que hoy es Irak, del Poema de Gilgamesh, la narración escrita de mayor antigüedad que conocemos. Desde entonces el libro, como solución efectiva para esa necesidad comunicativa, ha tenido cinco importantes innovaciones: de la tablilla de barro pasó al rollo de papiro, luego al códice de madera, de allí a la impresión de Gutenberg, y ahora al e - book.

Cada uno de estos inventos produjeron en su tiempo una revolución cultural que, más allá de impactar a la sociedad con la difusión de una mayor cantidad de información (que de por sí, fue importante), arrojó una transculturización invasiva de nuevas perspectivas que afectó las identidades anteriores, creando novedosos valores generacionales. En consecuencia, se variaron las características de los grupos sociales. Hoy en día, no existe un modelo asociativo, cualquiera que sea su finalidad, Iniciático o no, que pueda abstenerse por mucho tiempo de estar en los medios digitales.

Ahora es posible observar con facilidad los efectos de la revolución cultural que generó la imprenta en cinco siglos, así en lo personal gustemos también de admirar los textos manuscritos anteriores con sus hermosas representaciones. Pero ¿Son suficientes 30 años de la vertiginosa vida moderna para calcular el impacto de la tecnología informática? o ¿Habrá que esperar un tiempo prudencial mayor para tener la perspectiva adecuada sobre lo que representa la tecnología y las redes sociales para la Masonería?

Por lo pronto, es fascinante constatar los cambios irremediables que ya ha generado la tecnología informática en nuestras vidas, en nuestros trabajos y en nuestros grupos sociales, a partir de lo que les podemos contar los de la “vieja guardia” a nuestros hijos acerca del mundo en el que vivimos nuestra niñez y adolescencia. Es un lugar común escuchar que entonces éramos muy felices correteando sin celulares, sin jugar fútbol en 3D, sin IPhone, sin Facebook, y de cómo el “cara a cara” ofrecía un sabor humano que hoy no sentimos en los chats, pero el hecho real es que ellos son muy felices con estas novedades y pertenecen a un contexto que posee sabores y colores propios.

A la Generación Digital, que ya está ingresando a la Masonería, le gusta poseer un espacio propio para ser creativa. Está acostumbrada a compartir información, la tecnología informática le regala significados distintos según sus necesidades y momentos de vida, y le ha desarrollado su crecimiento y su personalidad. Ni siquiera imaginan como se podía contar antes con tan poca información. Las enciclopedias y las bibliotecas de hace 40 años eran infinitamente más limitadas que lo que ofrece la Red en estos días, quedaban más lejos y había que hacer un curso para llevarse un libro para leerlo en casa. Y ni hablar de prestar a alguien un libro Masónico.

Hoy, desde los más jóvenes hasta los más viejos están contando con mayores posibilidades de conocer otras opiniones para construir la propia, y eso brinda la oportunidad de que podamos ser más plurales e incluyentes, y, en el caso de la Masonería, la nueva generación entiende de manera natural que las relaciones entre las estructuras Obedienciales y los Masones de a pie deben ser estrechas, trasparentes y horizontales.

Y, entre otras cosas, ¿No es eso lo que siempre se ha pedido?

Hoy valoramos mucho las cualidades de la rancia Masonería presencial tal como la conocimos cuando nos Iniciamos, pero ¿Qué pasará cuando la realidad virtual entre de lleno en la Logia? ¿Nos saldremos nosotros?

He sabido de experiencias Masónicas, que, apoyadas en el Internet, en video beam, y en otros aparatos electrónicos, se vienen presentando desde hace algunos años, tales como Tenidas virtuales, incorporación de hologramas, proyección de símbolos en las paredes, y quien sabe que cosas más.

Al parecer, ya está entrando la realidad virtual en la Orden sin que la mayoría perciba el fenómeno, y, naturalmente, no me refiero a la tecnología que se ha empleado para cambiar el órgano tubular de la Columna de la Armonía por un reproductor de CD (o un parlante de Ipod), o para usar micrófonos en vez de proyectar la voz por todo el recinto, o para usar bombillos eléctricos en vez de velas, o para usar aparatos de aire acondicionado para regular la temperatura de la Logia, o para leer Planchas en un Tablet en vez de hacerlo en una hoja de papel, o para que las citaciones a las Tenidas en vez de hacerse por tarjetas impresas se hagan mediante grupos web.

Ahora se trata de ir más allá: de extender los límites materiales de la Logia, de concebir rectángulos tan amplios como lo virtual lo permita, de trascender con mayor amplitud el tiempo, el espacio y los horarios, y de concebir una Logia universal de este a oeste, de norte a sur, y del cielo al centro de la tierra, en la que se pueda viajar de occidente a oriente, uniendo de paso lo que está muy disperso por el mundo

¿No es acaso esto lo que se enseña desde los mismos inicios de la Masonería moderna?

Indudablemente, los atrevimientos tecnológicos vendrán solos y el método Masónico, sin cambiar su condición ordenada y sistemática, se adaptará a los nuevos accidentes sin afectar su núcleo duro, de tal forma (de eso estoy seguro) que lo veremos practicarse válidamente… hasta sin la presencia física de los Masones que intervienen en las Tenidas!!.

En lo personal, y aunque como le dijo Steve Jobs a la Revista Newsweek, 2011, “cambiaría toda mi tecnología por una tarde con Sócrates”, espero no perderme de una de esas Tenidas virtuales, en las que antes, durante o después, seguramente contaré como eran las cosas “en mi época”. Porque también en el futuro será importante que la tradición oral transmita eso que el historiador y antropólogo Jan Vansina define como "mensajes verbales que reportan conocimientos del pasado al momento presente".

He conocido la resistencia que tienen algunos Masones a la vinculación de la tecnología informática a la Masonería, pero yo, para ser sincero, solo observo que en este campo, estamos, una vez más, en presencia de la vieja y terca costumbre de la Orden de ir al compás de los tiempos, sin transformar su esencia en lo fundamental.

Y también he notado, que todo está sucediendo, como diría Erich María Remarque, "en un día tan tranquilo y calmado, que el informe del ejército se limitó a la frase: sin novedad en el frente".

Muchas gracias a todos.

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