El Sombrero Masónico
Uno de los enseres más misteriosos del atuendo masónico es el sombrero. Sobre él existe poca o casi nula información en la literatura de los tres grados de la masonería Universal. En la doctrina masónica de Ap:. publicada en español se dice casi unánimemente que el atuendo masónico consta de mandil y guantes blancos; en la correspondiente al 3er grado, se habla de la banda (en algunos ritos como el francés moderno su uso es opcional). Pero en ningún caso se habla expresamente del sombrero. Este trabajo pretende ser solo un resumen y compilación de información encontrada en diversas fuentes.
El sombrero ha sido de uso común entre los constructores desde la más remota antigüedad, al igual que el mandil y los guantes; el primero para protegerse de los elementos y los segundos para cubrirse de las rajuelas de la cantera. No obstante, si esto fuera así, quienes debieran usarlos serían entonces principalmente los AAp:. y CComp:., que son quienes están en la mina y en la cantera, en lugar de los MM:., que dirigen el trabajo, o bien todos sin excepción, pero como sabemos esto no sucede así.
Por supuesto que todas estas prendas tienen un sentido esotérico y ritual, propio del oficio. Para ejercer y ser partícipe del Arte, son necesarias las herramientas e instrumentos y la personalidad profesional que se presume haber adquirido. Es difícil imaginar a un mago sin el sombrero cónico y su túnica, a un abogado sin su toga y su birrete, a un médico sin su bata blanca, a un sacerdote sin su sotana y su mitra, a un militar sin uniforme, etc.
Desde el punto de vista hermético, durante las ceremonias rituales de prácticamente todas las religiones, por lo regular quien las oficia o los personajes de alto rango en la jerarquía eclesiástica o los participantes en general, mantienen cubierta su cabeza, en particular la coronilla. Y es que la cabeza es receptáculo de la fuerza vital, de la mente, la inteligencia, la sabiduría, el alma, la razón y la coronilla el asiento del Chakra Supremo.
La Corona de los soberanos no era un mero elemento decorativo. El metal o metales de base, la combinación de piedras preciosas y/o semi preciosas, el mismo procedimiento de forjado, era producto de un concienzudo trabajo astrológico, alquímico y mágico, tendiente a potenciar las facultades y minimizar las debilidades de quien debiera ser su único portador, tal como se hace aun en la actualidad con el anillo de un nuevo papa o con el sombrero del mago.
En los países occidentales se descubre la cabeza ante la presencia de un superior como símbolo de respeto. En los países orientales se descubren los pies antes de entrar en un recinto de veneración.
En la antigua Roma ya se rezaba con la cabeza cubierta o con velo. Un gorro de lana llamado Pileus era permitido usarlo solo por los romanos libres por nacimiento o por los esclavos liberados, este gorro después se convirtió en emblema de Libertad. Estaba prohibido para los esclavos usar el Pileus.
Históricamente era costumbre que un miembro del Parlamento Inglés usará sombrero cuando se dirigía a cualquier otro miembro del Parlamento. Si la persona se levantaba a hablar sin sombrero no tardaban en escucharse los gritos de los demás miembros que clamaban “Orden!!!, órden!!!”
En Francia, era la costumbre de los monjes en la Sorbonne (anteriormente llamada Universidad de París, la cuál fue fundada en 1257 por Robert de Sorbon), remover el sombrero de su cabeza cuando un miembro no deseaba hablar o estaba de acuerdo con lo que decían los demás.
Los Caballeros Medievales usaban en sus justas un yelmo decorado con plumas, lanzadas hacia el cielo, símbolo aéreo, mercurial, celeste, en perfecta armonía con la vocación errante en la tierra del Caballero.
A los judíos, el gorro (kiphá) se les pone a la edad de 13 años, y se hace una ceremonia especial que se llama Bar o Bat Mitzvá, que significa el tiempo en que se despierta en el alma el deseo de impartir.
En el catolicismo, el Sacerdote oficiante usa la tiara y los obispos, cardenales, etc. usan el bonete, un tocado que cubre su coronilla, similaral Kippa Judío. Su color es igual al de su respectiva sotana, de acuerdo a su jerarquía. Se utiliza para impedir la evaporación y la consiguiente merma de energía que el sacerdote durante la ceremonia va acumulando en su interior y que más tarde, en el preciso momento de la bendición, descarga en beneficio de los fieles, sin permitir que por natural propensión esa energía retorne sin provecho a los planos superiores.
Estos ejemplos ilustran lo que dentro de la Masonería podemos comprender en una forma sencilla: El sombrero impide que el Maestro pierda energía y mantenga su capacidad de irradiar sus luces y conocimientos. Cabe señalar que el sombrero masónico es denominado de diferente manera: “sombrero”, “birrete”, “gorro”, “triángulo”, “toca”, “frigio”, etc.; y puede encontrarse de formas muy variadas: Podemos ver a masones ataviados en Logia con un sombrero de Copa; un sombrero de tres picos; un sombrero tipo turco o marroquí, una boina, un tocado de estilo musulmán, forma helicoidal que parece ser la más generalizada. En lo que si hay aparentemente un consenso general, es que el sombrero masónico debe ser de lana, de color negro, liso, en muchos casos lleva al frente una Escuadra y un Compás con la “G” en medio. También a veces, luce alrededor de su parte inferior un cordón negro, dorado o plateado.
Hay masones que afirman que según la costumbre, el sombrero masónico forma parte de los arreos del grado de Maestro, aunque –repetimos- no existe ningún fundamento documental al respecto. Algunos de ellos lo usan en todas las cámaras, otros –los más- sólo en la Tercera y aún cuando no está prohibido, puede interpretarse que quien no lo usa lo está haciendo fuera de la etiqueta que se debe observar.
Se dice también de manera oficiosa, que el sombrero que se debe portar es aquel en uso en el país o región donde se trabaja, lo cual debe tener sus reservas, pues por ejemplo, los masones mexicanos de la región del bajío se verían en aprietos o trabajarían con poca comodidad portando el elegante sombrero de charro dentro del templo.
Hay quienes afirman que el sombrero que cubre la cabeza en los dignatarios y oficiales del taller se denomina “frigio” y al igual que la babeta del Mandil en los AAp:. y los guantes, éste también cubre un Chakra energético en los MM:. MM:., aunque lamentablemente el uso del sombrero así como de los guantes sea una práctica un tanto olvidada en los talleres.
El uso del sombrero se mantiene vivo en el escocismo. En el R:.E:.A:. y A:. los Maestros Masones acostumbran portarlo cuando sesionan en la Cámara del Medio. En el Rito Escocés Rectificado, el sombrero es parte de la vestimenta masónica, junto con el mandil, los guantes y la espada. No tener su sombrero (o su espada) equivale a querer entrar en Logia sin mandil o sin guantes.
Desde el grado de Aprendiz, todos los hermanos pueden traer su sombrero, pero solo los maestros pueden cubrirse con él durante los trabajos. Los Aprendices y Compañeros, no gozando de la autorización para traer puesto el “Chef”, deslizan ligeramente la mitad bajo el mandil, del lado izquierdo.
En la Masonería, resulta evidente que el uso del sombrero o mejor dicho de cubrirse la cabeza, principalmente en ceremonias solemnes, va más allá del uso meramente decorativo, o de una práctica social, o de moda; y trasciende también la simple forma (si es que tuviere alguna “oficial”). Posee un sentido esotérico y ritual profundo, que requiere ser rescatado, en su fondo y forma, para ser usado con todo el conocimiento de causa que se merece.
M:. M:. Víctor Javier Patiño García
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