viernes, 6 de julio de 2012

GNOSIS NUMERAL DEL 1º GRADO

Por el Q.·. H.·. RAMÓN VARGAS C.



INTRODUCCIÓN

Muchas culturas y escuelas iniciáticas han observado el cosmos y los números que subyacen, con toda su simbología. Nuestro avance como A:.M:. se basa fundamentalmente en ir conociéndonos, donde la simbología y los números son fundamentales, no para cuantificar, medir sino para reflexionar acerca del tránsito de un mundo profano a uno de mayor perfección que vamos develando, según nuestra edad y madurez, es decir como los niños de un pensamiento concreto a un adolescente donde se empieza a tener capacidad de abstracción.

DESARROLLO

La vida diaria está regida por los números y sus conceptos, ya sea por razones cuantitativas, orden o secuencias. La validación de hipótesis científicas, muchas veces están sujetas a la estadística en cuya base encontramos números. La palabra “Gnosis” de origen griego, significa conocimiento intuitivo o absoluto, especialmente respecto a la divinidad, por eso para muchos filósofos y sus escuelas conocer el sentido de los números era como llegar a un conocimiento superior. El idioma griego diferencia entre el conocimiento racional y otra forma diferente de adquirir conocimiento, por experiencia o percepción. El conocimiento ganado por comprensión interior y experiencia personal es lo que constituye la gnosis, y es como damos nuestros primeros pasos en la Orden como A:.M:. . Originalmente el término fue usado en el marco filosófico Platónico. Por lo tanto la Gnosis Numeral, es el abordaje personal, perceptivo y experiencial de los números en M:. y sobre todo el Grado de A:. . En masonería todo es simbólico, para Jung los símbolos “Son como la capacidad de las aves para emigrar en formación o como las hormigas para formar colonias organizadas”. Los símbolos incluidos los números son como emisarios enviados a nuestro inconsciente para que permitan aflorar hasta nuestra conciencia estas imágenes en las que esperamos encontrar las respuestas ansiadas.

El sistema numérico lingüístico más antiguo que se conoce es parte de la lengua hebrea. En él las cifras y los números se mezclan e intercambian dando distintos sentidos a una misma palabra, tanto en lo numérico como en la narración. De esta manera, el lenguaje era claro y sencillo por un lado, y místico y secreto por el otro. Tal vez a esto se deba la expresión de San Gerónimo que a pesar de haber traducido la Biblia al latín, expreso que dicho texto tendría claves que tal vez nunca se conocerían. Si bien muchos pensadores y sus escuelas en la antigüedad y el mundo griego dieron importancia a los números, Pitágoras los relacionó con la filosofía, virtud y comportamiento.

Pitágoras señalaba que los números tenían una virtud secreta y una acción singular y admirable. “Todo lo compone el número, que es el que distribuye la virtud de las cosas”. Designaba a Dios por 1, a la materia por 2, y el universo por 12. Según este filósofo los números son intelectuales o científicos. El número intelectual, subsistía con anterioridad a todo, en el pensamiento divino; es la base del orden universal y el lazo que encadena todas las cosas. El número científico, es la causa generatriz de la multiplicidad que procede de la unidad y se resuelve en ella.

Pitágoras realiza el descubrimiento de unos objetos incorpóreos que son: los números y las figuras geométricas, que sin ser corporales, tienen realidad, lo cual obliga a una ampliación de la noción del Ente, los números y las figuras son la esencia de las cosas, llegando a afirmar que los números son las cosas mismas. La matemática pitagórica no es una técnica operatoria; se basa en la construcción de nuevos Entes, inmutables y eternos, a diferencia de las cosas variables y perecibles. La Aritmética y la Geometría están en estrecha relación; el Uno es el Punto; el Dos es la Línea; el Tres es la Superficie. Existen también números Místicos, dotados de propiedades sagradas.

Para los pitagóricos Matemática significaba el conocimiento por excelencia, la que clasificaron en cuatro ramas: aritmética, geometría, música y astrología, constituyendo el quadrivium de las ciencias que perduraría por dos milenios. Se conocen tres etapas en la iniciación pitagórica: un noviciado de tres años, permitía acceder al primer grado, el cual duraba cinco años, al cabo de los cuales era reconocido como un completo, es decir, de aquellos que podían ver al Maestro. Durante los tres primeros años, el novicio o político, debía ejecutar diversas tareas fuera de la fraternidad, sirviendo también de enlace con la polis, para efectos prácticos. En los cinco años siguientes, los nomatetas, se dedicaban al estudio filosófico, al mismo tiempo que debían desarrollar la actividad social y política de la fraternidad, e instruir y asignar tareas a los novicios. Por último el completo o matemático, estaba consagrado exclusivamente al estudio.


NUESTRA ORDEN Y LOS NÚMEROS

La Masonería es esencialmente una iniciación progresiva en la ciencia de los números , entendidos y reconocidos como entidades que presiden a la construcción ordenada del universo y la vida. El número uno simboliza la unidad, el origen, lo indivisible. El número dos es la separación de esta unidad en polaridades equivalentes, pero diferentes en su esencia (masculino y femenino, yin y yang), en cambio el número tres suele simbolizar todo lo relacionado con la divinidad, la sacralidad o abstracciones, tales como tesis , antítesis y síntesis . Por lo tanto el uno contiene el todo, el dos representa la línea y el resultado de la de la división del 1, más el 3 representa la superficie o el triángulo.

El uno en el contexto del macrocosmos se asimila como punto de partida del todo, la unidad, el origen, lo indivisible, a partir del cual se comprende lo existente. A partir del uno se puede trazar la circunferencia. Y en el microcosmos representa al Yo individual que se expresa en nuestra forma de actuar, sentir y pensar. El dos incluye a dos puntos, que pueden unirse por una línea y percibir dos dimensiones. En el microcosmos representa la diferencia entre los opuestos: activo-pasivo, masculino-femenino, positivo-negativo, padre-madre, sol-luna, Osiris-Isis, razón-imaginación. Cuando estamos entre las columnas del templo (B y J) o en el mosaico, estamos en el binario, que también representan la Tolerancia e igualdad. El uso de Mazo y Cincel, también simboliza este número o dimensión que nos permite iniciar el desbasta miento de nuestra piedra bruta.

El número tres nos permite avanzar hacia la concreción o ejecución de los anteriores. Si el uno es un polo, el dos es el otro, y el tres la solución o síntesis. El tres nos permite construir la primera figura geométrica: el triángulo, y a partir de esta iniciar la construcción de nuestro interior u Hombre Nuevo.
Desde que somos iniciados interaccionamos con los números, tres M:.M:. nos entrevistan, en el Cuarto de Reflexión debemos responder tres preguntas:

1. ¿Cuáles son los deberes del hombre para con sus semejantes?,
2. ¿Cuáles deberes tiene (el hombre) para consigo mismo?,
3.¿Qué memoria desearías dejar de vos mismo después de vuestros días?.

Al ingresar al Templo por primera vez nos colocamos entre dos columnas, damos tres pasos en dirección al Ara, pisamos una superficie con dos colores: los extremos de la vida y de todo lo que nos rodea, nuestro V:.M:. nos saluda con tres abrazos.

En las cámaras de instrucción y en las tenidas, empezamos a vislumbrar y develar la simbología de la Orden en general y de los números en particular. Muchos tríos o ternarios iremos descubriendo como: azufre-mercurio-sal en la alquimia, espíritu-alma-cuerpo en el misticismo; sabiduría- fuerzo-belleza; aprendiz-compañero-maestro. Nuestra Orden no inventa nada, es tributaria de otras culturas y escuelas filosóficas, donde los números tenían sentido figurado. Los doce signos del zodiaco, las Doce tribus de Israel, los doce apóstoles, las tres plegarias diarias. En la Amidá u oración judía se compone de tres alabanzas, trece peticiones y tres agradecimientos, llevados a cabo en ese orden. Y tal vez por eso para el célebre Rabí y médico del Medievo español –considerado por muchos H:.M.. como un masón sin mandil-en su “Guía de los Perplejos” la fe judía se establecía en 13 puntos, de allí que probablemente para dicha cultura el 13 no es mala suerte como para la nuestra.

CONCLUSIÓN

Pertenecemos a una Institución Simbólica o especulativa, heredamos un conjunto de herramientas de nuestros H:. mayores los operativos, de muchas escuelas iniciáticos recibimos sus metodologías y experiencias. No somos una secta aislada del mundo que nos rodea. Recogemos lo mejor de la historia de la humanidad, no para quedarnos en recopilaciones o batir record güines sobre la historia de la espiritualidad, racionalismo, materialismo vulgar o dialéctico, sino que partimos construyendo nuestro Templo interior, con trabajo, estudio, observación, intuición, y sobre todo convivencia con nuestros pares y M:.M:. que desde que golpeamos las puertas del Tempo, nos acogieron con su paciente docencia y dedicación. Y en este lento pero provechoso andar como A:.M:., los números nos permiten ir descubriendo no solo a la Orden, sino que a nosotros mismos, comprendiendo mucho mejor esa frase de Sócrates “ Solo sé que nada sé”.


BIBLIOGRAFÍA

1. “Trazado Entre Columnas”. Sebastián Jans.2008.

2. “Catorce Temas Masónicos de Primer Grado”. Mario Cuadra G.2011

3. “Uno, Dos, Tres” Gustavo Gatica. Cadena Fraternal.

4. “El Hombre y Los Números”. Luis Díaz Q. Cadena Fraternal.

5. “Gnosis Numeral del Grado de Aprendiz” . Carlos Palacios F Cadena Fraternal.
6. ¿Qué Es Gnosis?. Isaías Firstater. Cadena Fraternal.
7. El Mensaje De los Números”. Andrés Blanco P. Cadena Fraternal.
8. “El Lenguaje Olvidado” Erich Fromm.1957.
9. “El Pacto Viviente”. David Hartman. Instituto Shalom Hartman. 2006.

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