martes, 2 de febrero de 2010

LA LEY DE DAR Y RECIBIR.


LA LEY DE DAR Y RECIBIR = ABUNDANCIA.

Una de las principales leyes del Universo es la ley del dar y del recibir. Esta ley, que tiene principio en todos los elementos que componen el Universo, se refleja también en nosotros.
Nuestro cuerpo, nuestra mente y el universo mantienen un constante y dinámico intercambio, frenar la circulación de la energía es como frenar el flujo sanguíneo.
El dar crea el recibir y el recibir crea el dar. "Dar y Recibir" son dos aspectos del fluir de la energía del Universo.

Lo que desees para ti, es lo que debes aprender a dar. Si deseas amor, aprende a dar amor, si lo que deseas es riqueza, ayuda a otros a conseguirla. El secreto para obtener lo que deseas es ayudar a los demás a conseguir lo que ellos desean.

Dar y recibir = "fluir en abundancia".

Al dar y al recibir, lo más importante es la intención. La intención debe ser siempre crear felicidad para quien da y para quien recibe, la felicidad sostiene y sustenta la vida y, por tanto, genera abundancia. La retribución es directamente proporcional a lo que se da, cuando el acto es incondicional y sale del corazón.

Si al dar sentimos que hemos perdido algo, el regalo no ha sido dado en realidad, y entonces no generará abundancia. Cuando damos y nos duele, no hay energía detrás de nuestro acto de dar. Al dar y al recibir, la intención debe ser siempre crear felicidad para quien da y para quien recibe, porque la felicidad sostiene y sustenta la vida y, por tanto, genera abundancia.

Para comenzar a ejercitar esta maravillosa ley, e iniciar este proceso de circulación de abundancia, debemos tomar a decisión de que cada vez que entremos en contacto con una persona, le daremos algo, no es necesario que sean cosas materiales. Podría ser, un abrazo, un cumplido, una mirada amoroso, en realidad las formas mas poderosas de dar, no son materiales. Prestar atención, dar afecto, aprecio y amor, son algunos de los más preciados que se pueden dar, y no cuestan nada. Cuando nos encontremos con alguien, enviémosle en silencio un buen deseo por su felicidad, alegría y bienestar, esta forma de generosidad silenciosa es muy poderosa.

Mientras estemos dando, estaremos recibiendo, cuanto más demos, más confianza tendremos en los efectos milagrosos de esta ley, y a medida que recibamos más, también aumentará nuestra capacidad para dar.

Nuestra verdadera naturaleza es de prosperidad y abundancia;
Si deseamos recibir el beneficio de todas las cosas buenas de la vida, APRENDAMOS A DESEARLAS EN SILENCIO a todo el mundo

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