martes, 15 de junio de 2010

José de San Martin. Un masón en América




Gral. José Francisco de San Martín y Matorras
José de San Martin. Un masón en América
Por Oscar Lebel (*)

Estamos en el siglo 18. Francia y España derrotadas por la Prusia de
Federico el Grande aliada a Inglaterra en la guerra de los 7 años,
como venganza alientan la revolución en las colonias norteamericanas y
allá fue Lafayette. Inglaterra en represalia, apoya la revolución en
Hispano América, cuyo comienzo se produjo en la segunda mitad del
siglo 18. ¿Causas?

El despertar intelectual por la vía de los filósofos, economistas y
enciclopedistas; la expulsión de los jesuitas, la declaración de
independencia de los EEUU y finalmente la revolución francesa. Ese
despertar del sentimiento de rebeldía configuró un primer período de
la revolución iberoamericana, que duró unos 30 años, de 1780 a 1810
durante los cuales se gestó el movimiento emancipador.

El segundo período seguirá hasta pasados 1830, donde se concretará,
por lo menos en fachada, la emancipación política de los noveles
Estados de América. En la historia del despertar revolucionario del
nuevo mundo pueden recordarse la rebelión india de Tupac Amaru de
1780, la rebelión de los Comuneros de Nueva Granada, la conspiración
chilena de 1781, las insurrecciones de Caracas de 1797, los intentos
revolucionarios de 1794 y 1799 en México.

El intento de Francisco de Miranda, ese masón que participó en las
tres grandes revoluciones que sacudieron al mundo, la de los EEUU, la
francesa y la sudamericana, el de su seguidor y también masón Simón
Bolívar y por último el levantamiento en el Virreinato del Río de la
Plata, señalan el fin de los procesos esporádicos. La revolución en
América Latina comenzaba como una derivación inesperada y no deseada
por las coaliciones europeas en guerra contra la Francia de Napoleón
Bonaparte. Inglaterra que azuzó la rebelión contra España comprobó que
el fenómeno se escapaba de sus manos. De ahí en adelante, todos sus
esfuerzos, mezcla de diplomacia y presión militar se aplicaron a
dirigir al nuevo mundo mediante su neutralización y balcanización

Ese mundo ya era complejo, cuando el 25 de Febrero de 1778, en Yapeyú,
nacía el quinto hijo del matrimonio formado por el teniente Juan de
San Martin y de Gregoria Matorras oriundos de León. En 1776 dos hechos
habían ocurrido. Uno, se había creado el Virreinato del Río de la
Plata. Otro, que marcaría a fuego al futuro libertador: Las colonias
del Norte se habían proclamado independientes de Inglaterra. Además,
por el Tratado de San Ildefonso finaliza la guerra entre España y
Portugal y se fijan los límites del Brasil. José tenía 6 años cuando
su padre es destinado a Málaga. Va a la escuela pero con 11 años ya
ingresa como cadete en el regimiento de Murcia. El niño tendrá
problemas con sus compañeros, quienes se mofaban de su cutis tostado
llamándolo despectivamente “indiano”. Hoy día sería “sudaca”.

Con apenas 13 años va con el Murcia a Africa, entra en combate contra
los berberiscos siendo herido en el sitio de Orán. Es 1789. Su
bautismo de fuego coincide con el nacimiento de la revolución en
Francia. Toda una premonición.

Si bien Carlos IV se apenó, aunque no mucho, con el destino de su
pariente borbón Luis XVI cuando la Convención estableció la república
y lo decapitó, la entrada de España en la guerra obedeció mas a una
decisión de alcoba que a un plan político- estratégico. Carlos IV
estaba casado con María Luisa, “fea, gorda y desdentada”, como diría
Goya a un íntimo, cuando le relataba las dificultades que tuvo para
decorarla cuando fue llamado a palacio para pintar a la familia real.
La reina tenía un amante o valido como se lo llamaba en aquellos
tiempos, de nombre Manuel Godoy que fungía como un verdadero primer
ministro y fue quien hizo que el ejército invadiera el Rosellón. Los
españoles fueron derrotados por los “citoyens” en armas y tuvieron que
firmar el tratado de Basilea por el que perdían la mitad hispana de la
isla de Santo Domingo, amén de ligar, contra natura, a la monarquía
absoluta de Carlos IV a los destinos de la Francia revolucionaria.

Por esos tiempos los varios oficiales “indianos” del ejército español
se vieron conmovidos por una noticia: En el lejano terruño, y después
de la derrota de la flota franco-española en Trafalgar, fuerzas
inglesas eran vencidas en dos sucesivas invasiones a Buenos Aires y
Montevideo y definitivamente expulsadas del Río de la Plata por un
ejército de ciudadanos. ¡Caramba con los “citoyens” criollos que en
América habían lavado el honor de las armas de España!

Y ellos estaban en Europa y aliados a Francia¡. Allí el joven general
Napoleon Bonaparte que había tomado el poder como Primer Cónsul el 18
del Brumario, presionó a Carlos IV y este declaró la guerra a Portugal
a pesar de que su hija estaba casada con el heredero del trono
lusitano.

El regimiento de Murcia, y con él, el teniente de 23 años José de San
Martin, participó en esa campaña donde los portugueses por el tratado
de Badajoz se comprometieron a cerrar sus puertos a Inglaterra. Godoy
fue nombrado “Príncipe de la paz”.

Pero las cosas no salieron como se había pensado. Como Portugal no
colaboraba con el bloqueo, Napoleon decidió conquistarlo y
desmembrarlo. Para ello firmó con Godoy el tratado de Fontainebleau
por el cual España aportaría fuerzas y dinero. En compensación, en el
sur de Portugal se construiría un principado hereditario para Godoy, y
ambos sectores portugueses quedarían bajo la soberanía del rey de
España.

De tal modo el monarca no solo compartiría su esposa con Godoy sino
también su reino. Y así se hizo. Pero cuando los franceses llegaron a
Lisboa se encontraron con que la corte portuguesa en pleno, -unas
15000 personas- se había embarcado rumbo al Brasil con ayuda de la
flota inglesa. Los hechos se precipitaron. El motín de Aranjuez hace
caer a Godoy.

Gral. José Francisco de San Martín y Matorras

Carlos IV abdica a favor de su hijo. Napoleon obliga al rey dar marcha
atrás. Fernando es detenido y abdica a favor del hermano de Napoleon.
El ejército francés se despliega por toda la península y la revuelta
antifrancesa estalla espontáneamente en 1808.

Será en Julio de ese mismo año que los ejércitos de Napoleon serán
derrotados en la llanura de Bailén. José de San Martín es ascendido a
Capitán Mayor por su heroica y decisiva carga al frente de su
regimiento. España está dividida en una zona ocupada francesa y una
zona española rebelde, gobernada por el Consejo de Regencia, una
suerte de Gobierno en el Exilio en la isla de León. Pero será en
Cádiz, donde las Cortes plasmarán el ideario masónico en la
constitución de 1812, la “Pepa” por que era femenina y había nacido el
día de San José.

También será en esa ciudad donde José hará amistad con un fogoso
veinteañero, Carlos de Alvear nacido como él en América, e hijo de un
acaudalado y liberal español, en cuya casa se reunía la Logia de los
Caballeros Racionales fundada tiempo atrás por Miranda. La historia ha
recogido el testimonio del ingreso de San Martin a la masonería.
Oigámosla:

“José fue recibido por el maestro de ceremonias, quien le vendó los
ojos. Luego lo llevó hasta una puerta donde dio 4 golpes. Desde
adentro se oyó una voz que dijo: -A la puerta han llamado de un golpe
racional.

Otra voz agregó:
-Ved quién es. Una vez abierta la puerta, el maestro explicó que traía
un pretendiente. Se le preguntó: -¿Quien es el interesado?

Y sigue el diálogo.
–José de San Martin.
-¿Qué estado?
–Militar.
-¿De que tierra es?
-Del Río de la Plata, en América.
–Con los ojos cubiertos, que entre. San Martin sintió que lo tomaban
del brazo y lo guiaban.

-¿Qué pretendéis?
-Entrar a esta sociedad.
-¿Qué objeto os han dicho que tiene esta logia?
-Mirar por el bien de la América y de los americanos.
–Para ello es menester que prometáis bajo palabra de honor someteros a
las leyes de nuestra sociedad.
José contestó: -Así lo juro.

Luego le consultaron si estaba dispuesto a dejarse sangrar para
confirmar el juramento. Cuando expresó que sí, el maestro de
ceremonias dijo:
-Ya que el señor se ha ofrecido voluntariamente para la prueba de
sangre, será eximido de ella y de las otras.
Otra voz ordenó: -Descubridlo.

José de San Martín vió nueve logistas sentados a una mesa en cuya
cabecera estaba Carlos de Alvear, quien tomó una espada y dijo:
-Señor, esta sociedad se llama Caballeros Racionales porque no hay
nada más racional que mirar por la patria y sus paisanos. Os doy esta
espada como insignia para defender la patria. También deberéis
socorrer a vuestros paisanos, en especial a vuestros nuevos hermanos,
con vuestros bienes. Así también lo harán ellos con Vos. Y como se nos
puede acusar de conspiradores, deberéis guardar secreto sobre lo que
aquí suceda.

El maestro de ceremonias le hizo dar tres pasos a la izquierda y luego
a la derecha para significar que cuanto se hiciera por la América del
Norte se debería hacer para la del Sur.

En América los sucesos eran vértigo. Es 1810. El 25 de Mayo un cabildo
abierto funda la Junta Gubernativa de la Provincias del Plata que se
declara enemiga del Consejo de Regencia y obtiene la renuncia del
virrey Cisneros. La Junta, luego de una serie de vicisitudes crea un
plan militar consistente en irradiar ejércitos al Alto Perú, al
Paraguay y por último a la orilla Este del río Uruguay. En otras
latitudes de América, en México, en Setiembre se da el “grito de
Dolores”, que así se llamó a la insurrección encabezada por el cura
Hidalgo, masón y guerrillero. Estamos ahora en 1811. Elío es nombrado
virrey por la Junta de Regencia y de inmediato declara la guerra a la
Junta Grande de Buenos Aires que había sustituido a la Primera Junta
de Mayo. Triunfo en Suipacha y derrotas desastrosas en Huaquí y
Tacuarí.

El 18 de Mayo, un caudillo oriundo de la Banda Oriental, de nombre
José Artigas obtiene una fulgurante victoria en Las Piedras, ocupando
enseguida Montevideo, baluarte naval de la corona. Pero a contrapelo
de la historia, y dominada por el susto, la Junta cae, y es
reemplazada por un triunvirato que pacta con Elío -que había
conseguido ayuda de Portugal- que: 1)se detendría la revolucion
oriental, y 2) se ayudaría a España en la guerra a cambio de hacer
retirar a los portugueses. En protesta, Artigas y el pueblo oriental
se van al Ayuí. En Noviembre Elío declara abolido el virreynato. Lo
sucede Vigodet que rompe el armisticio.

También en 1811, en julio, Francisco de Miranda consigue la Primera
Independencia de Venezuela. En Setiembre José de San Martín se pone en
movimiento. Primero viaja Londres y prepara su estrategia con la Logia
Lautaro para futuras acciones. Llegamos a 1812. En los primero días
embarca en la fragata británica George Canning. Es el regreso a la
patria. El vértigo sigue.. Se le encomienda la formación de un
regimiento de granaderos a caballo y se le reconoce la jerarquía de
teniente coronel. Con 34 años de edad se casa con Remedios de
Escalada, una adolescente de 15. El vértigo no cesa. Belgrano había
obtenido una gran victoria en Tucumán.

Aires, la logia decidió que había
llegado la hora de destituir al triunvirato, en especial a su
secretario, el odiado Bernardino Rivadavia. A la medianoche la
artillería de Pinto, la infantería de Ortiz de Ocampo y los granaderos
con José a la cabeza, desplegados en la plaza, apuntaban al cabildo.
El relevo se hace sin resistencias y el nuevo triunvirato asciende a
San Martín a coronel. El 3 de Febrero, una fuerza de 300 marinos
españoles desembarca en las cercanías del monasterio de San Lorenzo,
sobre el río Paraná y pretende tomar las fortificaciones. San Martín
conduce a sus granaderos a su primera victoria.


Casi muere en la demanda cuando cae aplastado por su equino, abatido
por un balazo. Lo salva el sargento Cabral a costa de su vida. La
batalla tuvo dos derivaciones. Una: Un soldado oriental, oriundo de
San Carlos de nombre Cayetano Silva compone la “Marcha de San Lorenzo”
que pasa a ser la marcha emblemática del ejército argentino. Otra: La
escuela de Sub Oficiales pasa a llamarse sargento Cabral. Al final de
1814, San Martín es nombrado Gobernador del Cuyo y Comandante del
ejército del Norte .

Allí concibe el plan para llevar un ejército a través de los Andes,
liberar a Chile, unificar las fuerzas y atacar el virreynato de Perú
ocupando Lima. Es 1817 y las provincias Unidas están divididas en dos
países. En el país del sur, Buenos Aires, en guerra civil con una liga
federal compuesta por Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Santa Fé y la
Provincia Oriental bajo el mando de José Artigas por quien Buenos
Aires había alentado la invasión de un ejército portugués con tal de
derrotar al “Protector de los Pueblos Libres”.

En el país del norte, en Enero de 1817, San Martín con 4000 hombres
comienza la marcha desde Mendoza. El desfiladero de cruce, en el cerro
de la Gloria, es honrado hoy día por un grandioso monumento realizado
por el escultor uruguayo Ferrari. Las batallas se suceden. 12 de
Febrero, Chacabuco. Al siguiente año 1818, el 19 de Marzo, derrota en
Cancha Rayada. El 5 de Abril, victoria otra vez en Maipú y con ella la
total independencia de Chile. El general masón Bernardo O’Higgins es
designado a la cabeza de Chile por San Martín.

Buenos Aires, mas preocupada por Artigas que por la liberación es
avara con un San Martín a quien no le perdonan el haberse negado
aplastar a la Liga Federal o a intervenir en contiendas intestinas.
Hasta lo destituyen. Por eso y recién en Agosto zarpa el primer
contingente en la flota al mando del almirante Cochrane. Desembarcarán
en Pisco en Setiembre. En un segundo viaje se le reúne San Martín ,
quien con bandera chilena y el título de brigadier del ejército
chileno conquista Lima el 10 de Julio de 1821 y proclama la
independencia el día 28.

En el país del sur, Artigas derrotado se internaba para morir en
Paraguay. La Banda Oriental había cambiado de bandera y de nombre.
Ahora era Cisplatina y hablaba portugués. Irónicamente el
desmembramiento lo había generado la misma dirigencia que el 9 de
Julio de1816 había proclamado la independencia de las provincias
después de hacer una limpieza étnica de las instrucciones del año 13.

San Martín se reúne con Simón Bolívar el 26 de Julio de 1822. Quiere
un monarca para Perú porque no confía en los criollos. La burguesía
limeña se opone y Bolívar la apoya. Se llega a un extraño acuerdo.
Bolívar será el comandante supremo y San Martín dimite. Con el
levantamiento de Morelos en México y la victoria de Sucre, mano
derecha de Bolívar, en Ayacucho, termina la presencia de España en
América.

Tras pasar por Chile y Mendoza y después de ir brevemente a Buenos
Aires con motivo de la muerte de su esposa, San Martín marchó a Europa
en 1824. Habían pasado 12 años y tenía 46. En España en una suerte de
surrealismo, Fernando VII repuesto en el trono, había anulado la
constitución de 1812, con la cooperación de su pariente francés -
también regresado a la corona tras la caída de Napoleon-, quien le
había enviado 100.000 soldados. Otra vez los franceses ocupaban
tierras hispanas, pero ahora para reimponer el peor absolutismo. Si
hasta se añoraba a Pepe Botellas como se añoraría al Gran Corso,
después que la Santa Alianza impusiera la paz de los cementerios a
Europa.
El 17 de Agosto de 1850, en Francia, muere José de San Martín a los 72
años. En ese mismo año, al siguiente mes, y también en el exilio
fallece el otro José, “ oriental en la vida, y en la muerte también”
como dice la canción .

San Martín y Artigas están ligados en una suerte de paralelismo
plutarquiano. Ambos se llamaban José. Ambos fueron librepensadores
Ambos fueron militares civilistas. Ambos fueron libertadores. Ambos
fueron denostados. Ambos fallecieron en el exilio. Ambos soñaron con
la “Patria Grande”. Con ambos los sudamericanos estamos en deuda.




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