domingo, 29 de agosto de 2010

EL RACISMO Y LAS RAZAS




EL RACISMO Y LAS RAZAS

por Francisco-Manuel Nácher

Si los racistas supieran que, para llegar adonde están ahora en la
evolución, tuvieron que pasar antes por las razas que ahora desprecian, se
curarían rápidamente de su desviación. Porque necesitan saber que las
razas no son sino vestiduras, vehículos, posibilidades distintas, puesto que
los cuerpos físicos por los que se expresan son distintos y muestran
aptitudes distintas, sensibilidades distintas y evolución distinta. Pero todos,
absolutamente todos, somos espíritus virginales pertenecientes a la misma
oleada de vida.
¿Cómo pasa un espíritu de una raza a otra y por qué?
En términos generales, la humanidad va perfeccionando sus
vehículos físico, etérico, de deseos y mental. Hay dos motivos, sin
embargo, para que ese perfeccionamiento no sea homogéneo:
1.- El momento en que el espíritu pasó del estadio animal al estadio
humano, es decir, la existencia en que adquirió, o más bien, recibió la
mente porque, en su evolución había alcanzado el punto que lo hacía
posible.
2.- La conducta observada a lo largo de la evolución, su obediencia y
su ajuste a las leyes naturales.
La oleada de vida humana, mediante la evolución, va perfeccionando
sus vehículos y abriendo nuevos caminos, es decir, creando nuevas razas.
Los más avanzados - siempre, insistimos, en términos generales - renacen
con los vehículos más perfeccionados y constituyen la raza más avanzada,
actualmente la blanca, con todas sus subrazas. Tras ellos van los que aún
no pueden utilizar esos vehículos, porque aún no han aprendido a
construirlos, y utilizan cuerpos de las razas mogoles, con todas sus
subrazas. Y tras ellos, los que utilizan cuerpos de la raza negra, con todas
sus subrazas.
Todo esto, que es cierto, no abona, en absoluto, las teorías racistas -
que están precisamente basadas sólo en los cuerpos y no en los espíritus y,
que ignoran el renacimiento – que propugnan el egoísmo, la exclusividad,
el desprecio y el desamor No. Precisamente patentiza que los más

evolucionados, si lo son, es porque han ayudado a los que iban detrás y, si
desean seguir siéndolo, tendrán que seguir ayudando a evolucionar a sus
hermanos más atrasados. De otro modo perderán su liderazgo y tendrán
que regresar a alguna raza menos avanzada. Y ése es el motivo de la
afirmación con que iniciamos estas líneas.
O sea, que cualquier espíritu - siempre, insistimos una vez más, en
términos generales - cuando ha agotado las posibilidades de adquirir la
experiencia y la evolución que le brindaban los cuerpos pertenecientes a
un grupo determinado, renace la vida siguiente con cuerpos pertenecientes
a otra tribu, pueblo, religión o raza, más avanzados, que le brindan nuevas
oportunidades, ya que la finalidad del renacimiento es el adquirir
experiencia en el mundo físico.
Por supuesto, siempre hay excepciones, grandes espíritus que, para
impulsar la evolución de cualquier raza o pueblo menos evolucionado,
renacen en él, renunciando a nacer en otras que lo son más.
Cada uno, pues, está en el lugar que le corresponde en todo
momento. Y ese lugar es sólo fruto de su propio comportamiento anterior.
Pero todos tenemos la obligación de ayudar a evolucionar a los que
vienen detrás, so pena de pasar a formar parte de ellos.
Hay, en este aspecto, un caso curioso y es el de los antropoides y
demás simios.
Estos seres pertenecen a la oleada de vida humana - humana ahora,
pero antes animal, antes vegetal y antes mineral, es decir, que emanamos
en Dios todos en una sola efusión creadora - pero, en determinado
momento de la evolución, quedaron rezagados hasta tal punto que han
conservado características animales y han evolucionado en esa línea. No
existe, pues, un eslabón entre el mono y el hombre. Existe una parte de la
oleada de vida que se queda atrás y evoluciona más lentamente y de modo
paralelo al resto de sus hermanos. Los antropoides no han recibido aún el
vehículo mental individual y usan la mente macrocósmica - lo que
podríamos denominar la "mente de la tierra" - para su evolución.
Por supuesto, aún no están perdidos del todo pero, en el mejor de los
casos, aún tendrán que pasar por las distintas razas existentes.

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