viernes, 23 de septiembre de 2011

“El Hombre Instruido es Libre, por más que Duela a los Astutos y Ambiciosos”.
EL SER MASÓN
Por el M.:M.. JUAN CARLOS MATSUSHITA L.

Masón no es cualquier hombre, sino es un estado o una forma de ser hombre. La Masonería se encarga de confirmarlo cada vez que leemos sus enseñanzas rituales.

"H:. ¿Sois masón? Mis HH:. me reconocen como tal." Nada más simple y trascendente. Son nuestros actos los que sancionarán si debemos o no recibir el nombre de MASÓN.

Esa actitud en lo externo, es producto de nuestro interior, de un modo de ser, de ese ser que significa MASÓN.

Ser masón es llevar a la práctica todas las enseñanzas alegóricas, simbólicas y trascendentes de nuestra ORDEN. Ser masón significa olvidar las ofensas que se nos hace. Ser masón es ser amigo de los pobres y de los desgraciados, tanto como de los ricos y afortunados.

Ser masón significa saber equidistar tanto el sufrimiento como la felicidad. Ser masón es querer la armonía de las familias, comenzando con las nuestras, es querer la armonía del hogar y de la Logia, es buscar la concordia de los seres y de los pueblos y generar la paz para todos.

Ser masón, es sentirse parte del Universo, ni más arriba ni más abajo, simplemente uno más dentro del Todo. Ser masón es ser útil sin ser superior, necesario sin ser indispensable. Ser masón es enseñar con el ejemplo y, con humildad saber derramar la riqueza de la instrucción, sin ofender al ignorante, hay que educar para el bien de la inteligencia.

Ser masón es sobre todo, practicar los grandes ideales que somos capaces de mentalizar. Derecho, moralidad, amor, justicia, seguirán siendo enunciados simples, fugaces, mientras no los apliquemos en nuestra vida y en nuestra relación con los demás.

Hay que devolver bien por mal, hay que amar la luz y aborrecer las tinieblas, hay que hacer las cosas antes que sólo mencionarlas. Esto es ser masón.
No puede ser masón aquel que no sienta en su pecho la necesidad de combatir la hipocresía, la ignorancia y la ambición.

No puede ser masón aquél que no sueñe con dar a los suyos y a los que le rodean, los ideales de libertad, igualdad y fraternidad.

No puede ser masón el que no ejerce la Tolerancia, el que no aplica Caridad sin distinción y no lucha contra la Injusticia.

El ser masón no es cualquier hombre, porque cualquier hombre se llena de conceptos; el ser masón es una forma de ser, un estado de realización, de práctica, de ejercicio, de equilibrio, de paz y de amor.

El ser masón es un estado del ser, el trabajo del iniciado es llegar a ese estado.

Por una equivocada información confundimos la erudición con la evolución. Siendo que la erudición se aprende y muchas veces nos hace vanidosos, mientras que la evolución se labra cada día, con corrección de nuestros errores y defectos.

Desde mi infancia como Luvetón y desde 1989 como miembro de esta Augusta Institución, quiero, ¡Deseo ser Masón!

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