domingo, 25 de octubre de 2015
Los land-marks
Los land-marks
Publicado por Mannaz
Traducción libre al español del capitulo contenido en el libro "Temas para o aprendiz maçom"
del V.·. H.·. Ethiel Omar Cartes
La Masonería Especulativa como continuación de la Masonería Operativa, heredó las reglas, usos y costumbres que hasta hoy son reconocidas y fundamentan la existencia de la Institución. Estas reglas son conocidas como los Antiguos Usos y Costumbres , siendo los Land-marks una parte de los mismos. Los Antiguos Usos y Costumbres se refieren a las relaciones de los hermanos con la Logia y con los demás hermanos. Para comprender bien esta relación debemos mencionar que los Reglamentos Generales de George Payne se refieren a la conducta de la Orden como un todo. Los Reglamentos Generales pueden ser modificados por la Gran Logia pero los Antiguos Usos y Costumbres son inmutables.
La expresión Land-marks pertenece al léxico inglés y significa limite, linde, marco. En el lenguaje masónico y en el sentido figurado se denomina así a los principios que son considerados propios, esenciales y característicos de la Orden. De esta forma, y en el mismo sentido, los Land-marks vienen a constituir una forma de demarcación entre lo que es característico y auténticamente masónico y aquello que no lo es. De ahí que la idea de Land-mark está frecuentemente asociada a la “regularidad masónica” Todo aquello que no se ajusta a estos preceptos esenciales y básicos debe ser tomado como irregular y, por lo tanto, prescrito en el terreno masónico.
Todos los investigadores masónicos que se han dedicado a la investigación de la historia de la Orden concuerdan en que la primera vez que se habla en un documentos masónico de los Land-mark es en los Reglamentos Generales de George Payne, reunidos en 1720, aprobados el 21 de junio de 1721 por la Gran Logia y publicados junto con la Constitución de Anderson en 1723.
En el artículo 39 y último de los Reglamentos Generales se puede leer
“Cada Gran Logia anual tiene un poder inherente y una autoridad para establecer nuevos Reglamentos o para modificarlos en real beneficio de esta antigua Fraternidad, observando, sin embargo, que los viejo Land-marks serán cuidadosamente preservados y que….”
Mas, ¿de qué documentos, de los que G. Payne pudo haber visto, tomó la palabra de Land-mark? Aunque no es posible saberlo con certeza, con el tiempo esa palabra se ha convertido en una de las más importantes del saber tradicional masónico y ha provocado innumerables polémicas verbales y escritas.
Agotadas todas las vías de investigación, para los investigadores ha surgido una posibilidad: la palabra Land-mark fue tomada por George Payne de la propia Biblia y significa baliza, límite, frontera, confín, algo que no puede ser ultra pasado (1).
Desde el punto de vista Masónico, un Land-mark es un acontecimiento, una característica, que marca un punto de partida, una jornada, una etapa en la historia de la Masonería, indicando hasta donde se puede llegar en un asunto (limite en el espacio ideológico) con la idea de preservación como causa y efecto del acto mismo (conservación en el tiempo).
Un antiguo limite, agrega al significado dado en la condición anterior, la idea de una remota antigüedad que la memoria humana no puede precisar.
Por ejemplo, si hoy todas las autoridades del mundo masónico se reuniesen en un Congreso mundial y con total unanimidad promulgasen una nueva ley, esta ley no sería un Land-mark porque solamente tendría el carácter de universal pero no el de Antigüedad y en un proceso posterior esa nueva ley podría ser abolida o modificada.
Los Land-mark teóricamente limitan y establecen una demarcación entre la Orden masónica y otras asociaciones particulares, que los masones denominan profanas; deben ser transmitidos intactos por los masones y sus sucesores, aceptándolos y sin sustituir o modificar nada en ellos. Todo Land-mark debe tener el carácter de verdad, debe ser probado que es bueno y necesario pero no debe ser impuesto como creencia indiscutible.
En base a lo escrito anteriormente se puede deducir que los Land-marks forman un cuerpo de disposiciones definidas y dotadas de fuerza obligatoria para todas las Potencias masónicas del mundo. Nada más lejos de la verdad. Y lo más contradictorio es que no existe una veracidad sobre cuáles de dichos principios tienen el carácter o pueden ser considerados Land-marks.
Albert G. Mackey
Dijimos que la palabra Land-mark aparece por primera vez en 1720; mas es solo después de un siglo que los investigadores masónicos empiezan a investigar qué principios o tradiciones podrían realmente ser considerados Land-marks. Y en este sentido, las opiniones son tan discrepantes que el número de ellos va desde 3 Land-marks (Alexander S. Bacon y Chetwode Crawley) hasta 54 Land-marks (H. G. Grant y para la Gran Logia de Kentucky).
De los autores ingleses, uno de los primeros que procuró iluminar el tema de los Land-marks fue el pastor protestante George Oliver (1782-1867) que en su “Historical Land-mark” dio por conocidos 40 de ellos. En 1858, el norte-americano Albert G. Mackey publicó la “Encyclopedia of the Freemasonry” incluyendo en la obra 25 normas o preceptos que presentaban características para ser considerados como legítimos y auténticos Land-marks.
Los 25 Land-marks de Mackey son :
Los procesos de reconocimiento son los más legítimos e incuestionables de todos los Land-marks. No admiten mudanzas de ningún tipo, pues, siempre que se hizo, funestas consecuencias vinieron a demostrar el error cometido.
La división de la Masonería Simbólica en tres grados es un Land-mark que, más que ninguno, ha sido preservado de alteraciones, a pesar de los esfuerzos realizados por el dañino espíritu innovador. Cierta falta de uniformidad sobre la enseñanza final de la Orden, en el grado de Maestro, fue motivada por no ser el tercer grado considerado como finalidad; de ahí el Real Arco y los Altos Grados variaron en el modo de conducir al neófito a la gran finalidad de la Masonería Simbólica. En 1813, la Gran Logia de Inglaterra reivindicó este antiguo Land-mark, decretando que la Antigua Institución Masónica poseía tres primeros grados: de Aprendiz, Compañero y Maestro, incluyendo el Santo Arco Real. A pesar de reconocido por su antigüedad, como un verdadero Land-mark, continúa a ser violado.
La leyenda de tercer grado es un Land-mark importante, cuya integridad ha sido respectada. No existe ningún rito en la Masonería, en cualquier país o en cualquier idioma, en el que no sean expuestos los elementos esenciales de esta leyenda. Las fórmulas escritas pueden variar y, ciertamente, varían; la leyenda, sin embargo, del constructor del Templo constituye la esencia y la identidad de la Masonería. Cualquier rito que la excluyese o la alterase, materialmente cesaría, por ello, de ser un rito Masónico.
El gobierno de la Fraternidad por un Oficial que preside; denominado Gran-Maestro, elegido por el pueblo masónico, es el cuarto Land-mark de la Orden. Muchas personas ignorantes suponen que la elección del Gran-Maestro se practica por la razón de estar establecida en la ley o Reglamento de la Gran Logia. En los anales de la Institución se encuentra, sin embargo, Grandes Maestros muchos antes de que existiesen las Logias y, si el actual sistema de gobierno por Grandes Logias fuese abolido, siempre sería preciso la existencia de un Gran-Maestro.
La prerrogativa del Gran-Maestro de presidir todas las reuniones masónicas, realizadas donde y cuando se hagan, es el quinto Land-mark. Es en virtud de esta ley, derivada de la antigua usanza, y no de cualquier decreto especial, que el Gran-Maestro ocupa el trono en todas las sesiones de cualquier logia subordinada, cuando se encuentre presente.
La prerrogativa del Gran-Maestro de conceder licencias para conferir grados en tiempos anormales, es otro e importantísimo Land-mark. Los estatutos masónicos exigen un mes, o más, de tiempo entre la propuesta y la recepción de un candidato. El Gran-Maestro, sin embargo, tiene derecho de apartar o dispensar esa exigencia y permitir la iniciación inmediata.
La prerrogativa que tiene el Gran-Maestro de autorizar la fundación y de mantener logias, es otro importante Land-mark. En virtud de ello, puede el Gran-Maestro, conceder a un número suficiente de Maestros Masones el privilegio de reunirse y conferir grados. Las logias así constituidas se llaman “Logias Licenciadas”. Creadas por el Gran-Maestro, sólo perduran mientras el no resuelva lo contrario, pudiendo ser disueltas por su voluntad. Pueden vivir un día, un mes, o seis meses. Cualquiera, sin embargo, que sea el tiempo de su existencia se lo deben exclusivamente a la gracia del Gran-Maestro.
La prerrogativa del Gran-Maestro de crear Masones por su libre decisión es otro Land-mark importante, que carece ser explicado, controvertida como tiene sido su existencia. El verdadero y único modo de ejercer esta prerrogativa es la siguiente: el Gran-Maestro convoca en su auxilio seis Maestros Masones, por lo menos; forma una logia y, sin ninguna prueba previa, concede el grado a los candidatos; terminado esto, disuelve la logia y despide a los Hermanos. Las logias así convocadas se llaman “Logias ocasionales” o de “emergencia” .
La necesidad de congregarse los masones en Logia es otro Land-mark. Los Land-marks de la Orden siempre afirmaron que los masones debían congregarse con el fin de entregarse a las tareas operativas, y que a esas reuniones se les diese el nombre de “logia”. Antiguamente, las reuniones eran extemporáneas, convocadas para asuntos especiales y luego disueltas, separándose los hermanos para, de nuevo, reunirse en otros puntos y en otras épocas, conforme a las necesidades y circunstancias. Cartas Constitutivas, Reglamentos internos, Logias y Oficinas permanentes y contribuciones anuales son innovaciones puramente modernas, de un periodo relativamente reciente.
El gobierno de la Fraternidad, cuando congregado en Logia, por un Venerable y dos Vigilantes, es también un Land-mark. Cualquier reunión de masones, congregados bajo cualquier dirección, como por ejemplo un presidente y dos vicepresidentes, no será reconocida como logia. La presencia de un Venerable y dos Vigilantes es tan esencial que, en el día de la congregación, es considerada como una Carta Constitutiva.
La necesidad de estar la logia a cubierto, cuando reunida, es un importante Land-mark que no debe ser descuidado. Se origina en el carácter esotérico de la institución. El cargo de Guarda Templo que vela para que el lugar de las reuniones este absolutamente vedado a toda intromisión de profanos, no depende, en absoluto de cualquier ley de Grandes Logias o de logias subordinadas. Es su deber, por este Land-mark, el guardar la puerta del Templo, evitando que se pueda oír lo que dentro suceda.
El derecho representativo de cada Hermano, en las reuniones generales de la Fraternidad, es otro Land-mark. En las reuniones generales, antes denominadas Asambleas Generales, todos los Hermanos, incluidos los simples aprendices, tiene el derecho a tomar parte. En las Grandes Logias solo tienen derecho de asistencia los Venerables y los Vigilantes, en calidad, sin embargo, de representar a todos los Hermanos de las Logias. Antiguamente, cada Hermano se representaba a sí mismo. Hoy día, son representados por sus Oficiales. Ni por motivo de esta concesión, hecha en 1717, deja de existir el derecho de representación firmado en este Land-mark.
El derecho de recurso de cada masón a las decisiones de sus Hermanos, en Logia, ante la Gran Logia o Asamblea General de los Hermanos es un Land-mark esencial para preservar la justicia y evitar la opresión.
El derecho de todo masón a visitar y tomar asiento en cualquier logia es un Land-mark incuestionable de la Orden. Es el derecho consagrado de visitar, que siempre fue reconocido como un derecho inherente que todo Hermano ejerce cuando viaja por el Universo. Es la consecuencia de ver las logias como meras divisiones, por conveniencia, de la Familia Masónica Universal.
Ningún visitante, desconocido por los Hermanos de una Logia, puede ser admitido sin que antes de nada sea examinado de acuerdo con las antiguas costumbres. Ese examen solo puede ser dispensado si el masón es conocido de algún Hermano de la logia que se responsabilice por él.
Ninguna logia puede entrometerse en asuntos que atañan a otras, ni conceder grados a Hermanos de otros cuadros.
Todo masón está sujeto a las leyes y reglamentos, de la Jurisdicción Masónica en que resida, incluso no siendo miembro de alguna logia. La no filiación es ya una falta masónica.
Por este Land-mark los candidatos a la iniciación deben carecer de defectos o mutilaciones, libres de nacimiento y mayores. Una mujer, un discapacitado o un esclavo no pueden ingresar en la Fraternidad.
La creencia en el Gran Arquitecto del Universo es uno de los más importantes Land-marks de la Orden. La negación de esta creencia es un impedimento absoluto e insuperable para la iniciación.
Subsidiariamente a lo anterior, es exigida la creencia en una vida futura.
Es indispensable la existencia, en el Altar, de un Libro de la Ley, o Libro que, conforme a la creencia, se supone contiene la Verdad revelada por el Gran Arquitecto del Universo. La Masonería no interviene en las peculiaridades de fe religiosa de sus miembros, eses Libros pueden variar de acuerdo con los credos. Exige, por eso, que un “Libro de la Ley” sea parte indispensable de los utensilios de la logia
Todos los masones son absolutamente iguales dentro de la logia, sin distinciones de prerrogativas profanas, de privilegios, que la sociedad otorga. La masonería nivela a todos en sus reuniones.
Este Land-mark ordena la conservación secreta de los conocimientos de la iniciación, de los métodos de trabajo, así como de sus leyendas y tradiciones que sólo pueden ser comunicadas a otros Hermanos.
La fundación de una ciencia especulativa, según los métodos operativos, el uso simbólico y la explicación de dichos métodos y de los términos empleados, con propósito de educación moral, constituye otro Land-mark. La conservación de la leyenda del Templo de Salomón es otro fundamento de este Land-mark.
El último Land-mark es el que afirma la inalterabilidad de los anteriores, nada se puede añadir y nada se puede retirar, ninguna modificación puede ser introducida. Tal y como los recibimos de nuestros ancestros debemos trasmitirlos a nuestros sucesores.
Surgieron, evidentemente, muchos opositores entre los que el más importante fue Albert Pike, también norte-americano, originado entre los dos una polémica que acabó siendo una fuente rica para el estudio de los Land-Marks.
Como ejemplo, incluimos aquí tres puntualizaciones hechas por Pike sobre la lista de Mackey:
2° La división de la masonería Simbólica en tres grados.
Antiguamente la Fraternidad Masónica no tenía grados; fueron establecidos en 1723 y 40 años más tarde aún había Logias bajo la obediencia de la Gran Logia de Inglaterra que no aceptaban los grados.
3° La Leyenda de tercer grado.
No puede ser un Land-mark porque fue introducida en la masonería hacia el año 1723.
18º La exigencia de la mayoría de edad para ser masón.
Antiguamente no era necesario ser hombre mayor de edad para ser iniciado; se mencionaba únicamente como un “joven” sin hacer referencia a su edad.
Pike solamente acepta de la lista de Mackey cinco Land-marks, que son::
La necesidad de los masones de reunirse en Logias.
El gobierno de cada Logia por un Venerable y dos Vigilantes.
La creencia en el Gran Arquitecto de Universo y en una vida futura.
La cobertura de los trabajos de la Logia.
La prohibición de la divulgación de los secretos de la masonería, es decir, el sigilo masónico.
La tendencia de considerar los Land-marks como dogmas, de manera similar a los dogmas de las Iglesias, ha sido material muy propicio para cismas masónicos durante la historia de la Orden. Dogma es la expresión de un punto fundamental e indiscutible del cristianismo, enseñado por la Iglesia en nombre de Dios; está prohibido a los cristianos pensar de modo diferente a ese dogma. Del mismo modo, Payne estableció que era prohibido cambiar los Land-marks, los masones han creado una serie de alternativas o interpretaciones que en nada han afectado a día de hoy a la doctrina masónica.
Ya hablamos que no existe un consenso sobre qué principios deben ser considerados como Land-marks y añadamos que, en USA, 13 Grandes Logias no han adoptado ninguna lista de Land-marks (para estas potencias los Land-marks existen sin necesidad de crear una lista de ellos), 4 Grandes Logias consideran los seis artículos de la Constitución de Anderson como Land-marks; otras Grandes Logias de USA aceptan formalmente la lista de Mackey o los han adoptado por uso y costumbre. 14 Grandes Logias han creado y adoptado su propia lista de Land-marks; como ejemplo citamos la Gran Logia de Massachusetts, que adoptó la siguiente lista de Land-marks:
• Monoteísmo, siendo el único dogma de la Francmasonería.
• La creencia en la inmortalidad, como la última lección de la filosofía masónica.
• El volumen de la Ley Sagrada, como elemento importante del mobiliario de una Logia.
• La leyenda del tercer Grado.
• Discreción.
• Simbolismo del arte operativo.
• Un masón debe ser hombre, nacido libre y adulto.
Por su parte, la Gran Logia Regular de Portugal adopta los siguientes como sus Land-marks :
La Masonería es una fraternidad iniciática que tiene como fundamento la fe en Dios, Grande Arquitecto del Universo.
La Masonería se refiere a los “Antiguos deberes” y a los “Land-marks” de la Fraternidad, especialmente en lo referente al absoluto respecto de las tradiciones específicas de la Orden, esenciales en la regularidad de la Jurisdicción..
La Masonería es una orden, a la que sólo pueden pertenecer libres y de buenas costumbres, que se comprometen a poner en práctica un ideal de paz.
La Masonería busca el perfeccionamiento moral de sus miembros, y el de toda la Humanidad.
La Masonería impone a todos sus miembros la práctica exacta y escrupulosa de los ritos y simbolismos, medios de acceso al conocimiento por las vías espirituales e iniciáticas que le son propias.
La Masonería impone a todos sus miembros el respecto a las opiniones y creencias de cada uno. Ella prohíbe en su seno toda discusión o controversia política o religiosa. Ella es un centro permanente de unión fraterna, donde reina la tolerante y fructuosa armonía entre los hombres, que sin ella serían extraños unos a los otros.
Los Masones toman sus obligaciones sobre un volumen de la Ley Sagrada, a fin de dar al juramento prestado el carácter solemne y sagrado indispensable a su perennidad.
Los Masones se reúnen, fuera del mundo profano, en Logias donde están expuestas las tres Grandes Luces de la Orden: un Volumen de la Ley Sagrada, un Escuadro y un Compás, para así trabajar conforme al rito, con celo y asiduidad y conforme a los principios y reglas prescritas por la Constitución y los Reglamentos Generales de la Obediencia.
Los Masones sólo deben admitir en sus Logias hombres mayores de edad, de elevada reputación, gente de honra, leales y discretos, dignos en todos los niveles de ser buenos Hermanos, y aptos para reconocer los límites de dominio del hombre y el infinito poder del Eterno.
Los Masones cultivan en sus Logias el amor a la Patria, la sumisión a las leyes y el respecto por las autoridades constituidas. Consideran el trabajo como el deber primordial del ser humano y lo honran sobre todas las cosas.
Los masones con el ejemplo activo de su comportamiento, viril y digno, se compromete a irradiar de la Orden el respecto al secreto masónico.
Los masones se deben ayuda mutua y protección fraternal, mismo al fin de su vida. Practican el arte de conservar en todas las circunstancias la calma y el equilibrio, indispensable para un perfecto control de uno mismo.
Resumiendo, un Land-mark presenta las siguientes características:
Antigüedad (Son tan antiguos que la memoria humana no consigue recordar su origen)
Inmutabilidad (Han permanecido sin cambios y no han variado a través de los tiempos)
Fundamental (Representan los principios fundadores de la Masonería)
Universal (Son destinados a todos los masones, sin excepción)
Eternidad (No pueden ser suprimidos)
En muchas ocasiones fue y aún será abordado el tema de los Land-marks, que en mi opinión es uno de las más interesantes que existe en el estudio de la Masonería y, aunque no existe un consenso sobre el número y contenido de los mismos, debemos reconocer que forman parte de la Masonería y que el estudio y la interpretación de los mismos ha contribuido en el enriquecimiento de la Masonería en general.
(1)Deuteronomio, cap XIV ver 14: “No removerás los limites de tu vecino de donde fueran colocados por tus antepasados en la herencia de tu propiedad, en la tierra que Yahvé, tu Dios, te dió”.
Deuteronomio, cap XXVII, ver 17: “Maldito quien reduzca el límite de tu vecino y el pueblo responderá: Amén”.
Proverbios, cap XXII, ver 28: “No removerás los antiguos limites que colocaron tus padres”
Proverbios, cap XXIII, ver 10: “No ultrapases los antiguos límites ni entres en la propiedad de los huérfanos”.
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