viernes, 1 de julio de 2016

ORÍGENES DE LA MASONERÍA EN LOS ESTADO UNIDOS DE NORTEAMÉRICA


ORÍGENES DE LA MASONERÍA EN LOS ESTADO UNIDOS DE NORTEAMÉRICA

El primer masón conocido en la historia de Estados Unidos fue John Skene. Había ingresado en la Logia número 1 de Aberden, Escocia, en 1682. Ese mismo año emigró a Norteamérica, instalándose en Burlington, estado de Nueva Jersey, del que llegaría a ser vicegobernador en 1685 y hasta su muerte en 1690.
El primer masón nacido en Estados Unidos fue Jonathan Belcher, natural de Boston, donde viera la luz el 8 de enero de 1681.
Durante una estancia en Londres, Belcher se afilió a una logia masónica (1704). Fue gobernador colonial de Massachussetts y New Hampshire. Con el paso del tiempo, otros masones debieron emigrar a Norteamérica. Massachusstts y Pennsilvania en 1730 disponían de logias masónicas.
Henry Price es llamado a veces el «padre de la masonería norteamericana». Nació en Londres alrededor del año 1697, y emigró a Norteamérica en 1723. Visitando Londres en 1730, fue incluido en la logia nº 75 que se reunía en el café del Arco Iris (Rainbow Coffee House) y en abril de 1733, fue nombrado por la Gran Logia inglesa Gran Maestre Provincial de Nueva Inglaterra, autoridad que al año siguiente le sería extendida a toda Norteamérica. Murió en mayo de 1780.
Declaración de Independencia de 4 de julio de 1776. En el grupo central de la pintura, Thomas Jefferson, el autor principal de la Declaración, deposita el documento ante John Hancock, presidente del Congreso. Con él están los demás miembros de la comisión que creó el proyecto: John Adams, Roger Sherman, Robert Livingston, y Benjamin Franklin. Esta pintura fue encargada por el Congreso de los EE.UU. a John Trumbull (1756-1843) en 1817.
El 23 de septiembre de 1743, Thomas Oxnard fue nombrado Gran Maestre de Norteamérica por Lord Ward, Gran Maestre de la Gran Logia de Inglaterra. Oxnard se había hecho miembro de la logia 1 de Boston el 27 de enero de 1736.
Quien quiera estudiar la historia de la masonería en las colonias norteamericanas durante la Guerra de la Independencia se encontrará con el obstáculo de no disponer apenas de documentos originales. A pesar de ello hay un considerable número de escritores masónicos empeñados en atribuir a la masonería un relevante protagonismo en la guerra de la Independencia y convertir a los principales dirigentes de la contienda en afiliados a alguna logia.
Afirman, entre otras cosas, que la famosa «reunión de té» de Boston se fraguó en la logia de San Andrés; que todos los generales de George Washington eran masones y que los firmantes de la Declaración de Independencia también lo eran, así como todos los que firmaron la Constitución de Estados Unidos a excepción de uno. Pero ninguna de estas aseveraciones es correcta.
Las «minutas» de la Logia de San Andrés respecto a la reunión que había de tener lugar la misma tarde en que se celebró la sesión de té de Boston, todavía se conservan, y puede advertirse que, al no haber aquel día quórum en la Logia, la reunión hubo de aplazarse.
Por su parte, George Washington era masón, pero no todos sus generales, pues de las investigaciones practicadas se deduce que de estos 74 generales, 33 pertenecían a la masonería y, quizá, 15 más. De los 26 restantes no hay prueba alguna.
De los 56 firmantes de la Declaración de Independencia de 4 de julio de1776 al menos 9 fueron con seguridad masones y respecto a otras 23 las pruebas son dudosas. Los 9 masones son: William Ellery, de Rhode Island; Benjamin Franklin, de Pennsilvania; John Hancock, de Massachussets; Joseph Hewes, de Carolina del Norte; William Hooper, de Carolina del Norte; Robert Treat Paine, de Massachussetts; Richard Stockton, de Nueva Jersey; George Walton, de Georgia y William Vhipple, de Nueva Hampshire.
39 firmas hay en la Constitución de Estados Unidos. De ellas, existen suficientes pruebas de que 13 firmantes eran masones y posiblemente otros 7, pero de los demás firmantes carecemos de testimonios concluyentes sobre su afiliación. Los 13 masones firmantes son: Gunning Bedford jr., de Delaware; John Blair, de Virginia; David Brearely, de New Jersey; Jacob Broom, de Delaware; Daniel Carroll, de Maryland; Honathan Dayton, de Nueva Jersey; John Dickinson, de Delaware; Benjamin Franklin, de Pennsilvania; Nicholas Gilman, de New Hampshire; Rufus King, de Massachussetts; James McHenry, de Maryland; William Paterson, de Nueva Jersey, y George Washington, de Virginia, que ingresó en la masonería el año 1753.
Uno de los primeros ideólogos de la constitución fue el masón Edmund Randolph, miembro de la Logia Williamsburg, que se había convertido durante la guerra en el Ayudante de Campo del propio George Washington; con el tiempo, Gobernador de Virginia y Gran Maestre de la Gran Logia de Virginia. Igualmente, John Hancock había sido uno de los firmantes de la Declaración de Independencia de 1776. Nacido el 23 de enero de 1737 en Braintree, Massachusetts, hijo de un reverendo, en 1762 ingresó en la conocida Logia de San Andrés.
En 1766, John fue elegido representante de la cámara de Massachusetts. Samuel Adams le introdujo en política y fueron colaboradores inseparables. Hancock fue el presidente del Congreso en los momentos más difíciles de la Revolución. Falleció el 8 de octubre de 1793. Por su parte, el masón Richard Stockton estudió derecho, convirtiéndose en un prestigioso abogado. Muy amigo de George Washington, fue nombrado Presidente del Tribunal Supremo de Nueva Jersey. Capturado por los ingleses, tuvo que sufrir prisión y en 1777 fue intercambiado por otros prisioneros ingleses. Murió el 28 de febrero.


George Washington, primer Presidente de los EEUU, iniciado en 1753 en la logia Fredericksburg de Virginia

La influencia de la masonería en algunos casos ha sido exagerada. Para muchos historiadores, el papel de la masonería en el Motín del té de Boston no habría sido determinante. Uno de los mayores ideólogos de la revolución, el inglés Thomas Paine, no era masón. Los líderes de la mayoría de las grandes logias en América eran leales al rey.
De los siete Grandes Maestres de provincias, cinco apoyaron al rey. Varios masones muy conocidos, como Joseph Galloway, se unieron al ejército británico. Otro masón muy popular, William Johnson, que inició al primer indio americano masón, Joseph Brant, se mantuvo leal a los británicos.
La fundación de los Estados Unidos de Norteamérica fue mucho más que el resultado de una victoria militar contra los ingleses, fue ante todo el triunfo de una ideología diferente. Los padres de la nación tomaron sus ideas de los filósofos del momento, pero también fueron influidos por las ideas de la masonería.
El lema de la igualdad, libertad y fraternidad, también la separación de religión y Estado, la plena tolerancia religiosa o el concepto individualista. Pero también la influencia cristiana en muchos de los ideales del nuevo Estado es evidente; la idea de fraternidad es claramente cristiana, también la idea de libertad, por la que muchos abandonaron sus países para practicar libremente su religión. En cierto sentido fue una amalgama de todas ellas.
En Norteamérica hay constancia de logias organizadas en el periodo de 1730 a 1740 en las colonias americanas. La primera noticia data de 1730 cuando Benjamín Franklin publicó un artículo en The Pensilvania Gazzete dando cuenta de la instalación de la masonería en la colonia. De hecho Franklin ingresó en la Logia SantJohn de Filadelfia en 1731 y llegaría a convertirse en Gran Maestre durante muchos años. Poco después publicaría como impresor las Constituciones de Anderson.
Respecto a la primera logia de carácter militar de la que hay noticia, fue creada en 1732 por el 1º Regimiento de Infantería, conocido también como los Escoceses Reales. En 1755 la masonería ya se había extendido por el ejército británico y existían veintinueve logias. Algunos miembros del alto mando pertenecían a distintas logias, como es el caso del general Sir John Ligonier y el duque de Cumberland. Uno de los subalternos de Ligonier, el futuro lord Jeffrey Amherst, se convertiría en uno de los miembros más destacados de la masonería. Amherst pertenecía al 1º Regimiento de Guardias de Infantería con el cargo de Ayudante de Campo.
Durante la Guerra de la Independencia todos los regimientos británicos disponían de una logia masónica incorporada a ellos, y había asimismo logias militares agregadas a algunos regimientos del ejército colonial. La más famosa de estas últimas era la Logia de la Unión Norteamericana, que se reunía de vez en cuando y, sobre todo, para festejar los días de San Juan.
Al terminar la guerra, se crearon logias y se estipuló como regla que sólo habría una Gran Logia por cada estado y que ninguna podría promulgar el privilegio de fundar una logia en un estado o
zona donde ya hubiese funcionando una Gran Logia. Principio calificado como «doctrina de jurisdicción exclusiva».
Tras la guerra George Washinton fue nombrado Presidente en el año 1789 (y reelegido en las presidenciales de 1792) y John Adams su Vicepresidente. La ceremonia de poderes, que se celebró el 30 de abril de ese mismo año, fue marcadamente masónica. El juramento fue tomado por Robert Livingston, Gran Maestre de la Gran Logia de Nueva York. La ceremonia fue dirigida por el también masón, general Jacob Morton. Al candidato le escoltó el general Morgan Lewis, que también era masón. Washington juró la Constitución sobre la Biblia de la Logia nº 1 de San Juan de Nueva York.
Las Grandes Logias creadas en las 13 primeras colonias se fundaron en las fechas siguientes: Virginia, 13-X-1778. Carolina del Sur, 27-XII-1783. Pennsilvania, 25-IX-1786. Georgia, 25-XII-1786. Nueva Jersey, 18-XII-1786. Maryland, 19-IV-1787. Nueva York, 6-VI-1787. Carolina del Norte, 12-XII-1787. Connecticut, 8-VII-1789. Nueva Hampshire, 8-IV-1789. Rhode Island, 27-VI-1791. Massachussetts, 5-III-1792 y Vermot, 15-XII-1794.
A medida que los colonos avanzaban hacia el Oeste, los masones que se instalaban en las nuevas zonas solicitaban privilegio para crear logias. Las logias militares y civiles encontraron en las guerras indias una razón para colaborar juntas. Muchos de los soldados y oficiales recién llegados eran masones.
En Boston el 29 de abril de 1787 Prince Hall fundó la Logia Africana nº 1, primera logia de hombres de color, bajo obediencia de la Gran Logia de Inglaterra
Las logias fueron verdaderos transmisores de ideas. La filosofía de Hume, Voltaire o Locke no hubiera llegado a tantos hombres sencillos de América si no hubiera sido por este tipo de logias. Muchos soldados no se hubieran convertido en defensores de las ideas ilustradas si no hubieran pertenecido a la masonería. Sin embargo, los hermanos de las logias tendrían que enfrentarse entre sí en la revolución americana y poner a prueba su fidelidad masónica y patriótica.
La masonería fue la primera organización que permitió la diversidad religiosa de sus miembros. Personas de todas las religiones, incluidos católicos y judíos, ingresaron en las filas de la hermandad. Muy tempranamente se permitió el ingreso de indios americanos y la creación de las primeras logias para gente de color.
La primera logia formada por hombres de color fue la Prince Hall. Las logias de afroamericanos surgieron de las logias militares que combatían en la Guerra de la Independencia. Muchos de los soldados negros fueron aceptados en las logias militares. Uno de ellos, Prince Hall, formó la primera logia de hombres de color.
Al parecer la logia nació en Barbados (Antillas) el 12 de septiembre de 1748. Algunos creen que llegó a Boston en 1765 procedente de África yl que fue liberado en 1770. Dicha logia de hombres de color fue autorizada como Logia Africana nº 1 por la Gran Logia de Inglaterra, en la ciudad de Boston el 29 de abril de 1787.
A esta logia se le permitió establecer otras y se convirtió en logia madre. Hubo algunos casos excepcionales de integración de hombres de color en logias de blancos, como la logia 116º de Nueva Jersey y algunas logias de Massachusetts y Nueva York.
Extractado de: Alphonse Cerza, “La Masonería en Estado Unidos”, en José A. Ferrer Benimeli (coor.), La Masonería, Historia 16, Extra IV- Noviembre 1977, pp. 88-94.

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