jueves, 19 de mayo de 2011

LOS MASONES QUE FRENARO A ADOLFO HITLER
Por: MARIO MANUEL RODRÍGUEZ LÓPEZ

En la Segunda Guerra Mundial. Un austriaco tarado, inflamado de odio, podrido de fanatismo y corroído de complejos, arrastraba al mundo hacia la más devastadora orgía de sangre, fuego y dolor de la historia de la humanidad. Los primeros meses, los tanques nazis arrollaron Europa. Pocos dudaban de su triunfo.

Sin embargo, un Masón, WINSTON CHURCHILL, iba a cruzarse en el camino de Hitler. Sin aquel Hijo de la Viuda hubiera sido concebible un Hitler septuagenario gobernando un gran Estado pangermánico extendido desde el océano atlántico hasta los Urales. La democracia seguramente sería hoy una “idea nociva” y miles de policías harían resonar sus botas brillantes en las calles. Cárceles, cunetas y cementerios rebosarían de “enemigos de la ley, el orden, la patria, los valores y la familia”.

Pero el coraje de aquel Masón legendario cambió la historia universal y gracias a este Hijo de la Luz aquella pesadilla no es ya una fuerza política relevante. Sir WINSTON CHURCHILL se inició en la Masonería el 24 de mayo de mayo de 1901, entre las columnas de la Logia Studholme de Londres. Político, periodista, orador, historiador, biógrafo, humorista, premio Nobel de literatura… aquel Masón comandó Inglaterra durante Segunda Guerra Mundial desplegando un vigor desbordante.

El día de la victoria recibió, en el Parlamento, la ovación más grande jamás tributada en aquel foro. Combatiente en diez guerras, trece veces ministro, presidente del Gobierno, más de ocho mil discursos parlamentarios, cientos de artículos y reportajes…convierten a este Hijo de la Viuda en uno de los hombres más grandes de la historia.

Su Mandil de Maestro Masón, donado poco antes de su muerte, puede contemplarse en el museo de la Gran Logia de Inglaterra en Londres.

El otro Masón que aplastó la cabeza inmunda del tarado nazi fue FRANKLIN DELANO ROOSEVELT. Nacido en Hudson en 1882, aquel Hijo de la Luz resultó elegido cuatro veces presidente de los Estados Unidos de Norteamérica. Recibió una Nación en quiebra y la encumbró al puesto de primera potencia económica y militar..

Las oportunas medidas de intervención económica proporcionaron a los norteamericanos niveles de bienestar e igualdad desconocidos. Con él, por primera vez, una mujer ocuparía un puesto de responsabilidad en un equipo presidencial. El gobierno de aquel francmasón se ocupó de lo que realmente importaba a los ciudadanos: sanidad, educación, desempleo, seguridad ciudadana, pensiones… obviamente, la caverna norteamericana babeó de rabia ante el bienestar de la mayoría.

La entrada de la América de ROOSEVELT en la Segunda Guerra Mundial asestó el golpe mortal a Hitler. En su discurso de 11 de diciembre de 1941 ante el Reichstag, el perturbado racista ya había arremetido contra el presidente de los EE.·. UU.·. a quien definía como “ese niño rico y francmasón”.

Efectivamente, Hitler siempre odió la Masonería. Al igual que Stalin, Mussolini, Franco, y en general los intolerantes, fanáticos y perturbados. De cualquier manera es lógico que los fanáticos, intolerantes y perturbados, quienes desean el mal de la mayoría, odien el antídoto del fanatismo, la intolerancia y la irracionalidad que representa la Masonería.

Pero la gente sana, el ciudadano que desea vivir en el sosiego y el bienestar jamás deberá olvidar el legado y ejemplo de WINSTON CHURCHILL y FRANKLIN DELANO ROOSELVELT, los dos Masones que frenaron a Hitler.



LAS 7 LEYES ESPIRITUALES DEL ÉXITO
 
Por: Deepak Chopra
 
Vivimos en una época en la que tener éxito significa conseguir
logros principalmente materiales y proyectar una imagen acorde con
un estatus alto. Valoramos el éxito según el coche que tenemos,
dónde vivimos y lo que nos podemos comprar. Lo peor de todo es que
vinculamos ese éxito material a la felicidad y por lo que si no lo
conseguimos no somos felices y nos amargamos.
 
Veamos las 7 leyes:
 
La ley de dar: El universo es energía, y está fluye dando y
recibiendo. Si damos lo mejor de nosotros, recibiremos lo mejor del
universo girando a nuestro alrededor.
 
La ley del karma: Todo lo que hacemos tiene sus consecuencias. Tenemos
que ser conscientes y responsables de nuestras decisiones. Si haces
acciones positivas para el resto de la gente, tu karma será alegre y
exitoso, pero si haces lo contrario…
 
La ley del menor esfuerzo: Hemos de ser capaces de aceptar lo que ocurre
con alegría y de la mejor manera posible. Por mucho que queramos
forzar algo no se puede cambiar, entonces para qué preocuparnos?  Hay
que dejar fluir todo lo que ocurre y el universo nos traerá el resto.
 
La ley de la intención y del deseo: Usa el poder de tu mente para
ponerte objetivos. Quiere algo con todos tus sentidos y el universo
hará que lo consigas. Concéntrate en el camino sin pensar en la
línea de meta ya que todo llegará.
 
La ley del desapego: No vivas anclado en el pasado. Concéntrate en el
presente y deja que tu mente fluya al ritmo del universo.
 
La ley del Dharma: Todos los seres humanos tenemos alguna
característica especial que nos hace únicos. Si unimos esta
característica a las ganas de ponerlo en bandeja a los demás,
notarás bienestar y felicidad.
 
La ley de la potencialidad pura: Si consigues crear una conexión
entre tu parte consciente con la inconsciente, tu alma será
potencialidad pura y estarás en conexión con el poder del
universo. Recuerda que la fuente de toda la creación es la
consciencia.
 
 

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