martes, 12 de julio de 2011

KARMA


Amigos míos, existe una Ley que se llama Karma, no está de más aseverar que tal palabra significa en sí misma, Ley de Acción y Consecuencia. Obviamente "NO EXISTE CAUSA SIN EFECTO, NI EFECTO SIN CAUSA".

LA LEY DE LA BALANZA , LA LEY TERRIBLE DEL KARMA, gobierna todo lo creado. Toda causa se convierte en efecto y todo efecto se transforma en causa.

Vosotros debéis comprender lo que es la Ley de la Compensación. Todo lo que se hace hay que pagarlo, pues no existe causa sin efecto, ni efecto sin causa.

Se nos ha dado libertad, libre albedrío y podemos hacer lo que queramos, pero es claro que tenemos que responder ante Dios por todos nuestros actos. Cualquier acto de nuestra vida, bueno o malo tiene sus consecuencias. La Ley de Acción y Consecuencia gobierna el curso de nuestras variadas existencias y cada vida es el resultado de la anterior.
Comprender íntegramente las bases y "modus operandi" de la Ley del KARMA es indispensable para orientar el navío de nuestra vida en forma positiva y edificante, a través de las diversas escalas de la vida.

Karma es Ley de Compensación, no de venganza. Hay quienes confunden esta Ley Cósmica con el determinismo y aún con el fatalismo, al creer que todo lo que le ocurre al hombre en la vida está determinado inexorablemente de antemano. Es verdad que los actos del hombre los determina la Herencia , la Educación y el Medio. Pero también es verdad que el hombre tiene libre albedrío y puede modificar sus actos: educar su carácter, formar hábitos superiores, combatir debilidades, fortalecer virtudes, etc.

"El Karma es una medicina que se nos aplica para nuestro propio bien"; desgraciadamente las gentes en vez de inclinarse reverentes ante el Eterno Dios Viviente, protestan, blasfeman, se justifican a sí mismos, se disculpan neciamente y se lavan las manos como Pilatos. Con tales protestas no se modifica el Karma, al contrario se torna más duro y severo.

Cuando uno viene a este mundo trae su propio destino; unos nacen en colchón de plumas y otros en la desgracia. Si en nuestra pasada existencia matamos, ahora nos matan, si herimos, ahora nos hieren, si robamos ahora nos roban, y "con la vara con que a otros medimos seremos medidos".

Reclamamos fidelidad del cónyuge cuando nosotros mismos hemos sido adúlteros en ésta o en vidas precedentes. Pedimos amor cuando hemos sido despiadados y crueles. Solicitamos compresión cuando nunca hemos sabido comprender a nadie; cuando jamás hemos aprendido a ver el punto de vista ajeno.

Anhelamos dichas inmensas cuando hemos sido siempre el origen de muchas desdichas. Hubiéramos querido nacer en un hogar muy hermoso y con muchas comodidades, cuando no supimos en pasadas existencias, brindarle a nuestros hijos hogar y belleza.

Protestamos contra los insultadores cuando siempre hemos insultado a todos los que nos rodean. Queremos que nuestros hijos nos obedezcan cuando jamás supimos obedecer a nuestros padres. Nos molesta terriblemente la calumnia cuando nosotros siempre fuimos calumniadores y llenamos al mundo de dolor. Nos fastidia la chismografía; no queremos que nadie murmure de nosotros, sin embargo, siempre anduvimos en chismes y murmuraciones, hablando mal del prójimo, mortificándole la vida a los demás. Es decir, siempre reclamamos lo que no hemos dado; en todas nuestras vidas anteriores fuimos malvados y merecemos lo peor, pero nosotros suponemos que se nos debe dar lo mejor.

Afortunadamente mis caros amigos, La Justicia y la Misericordia son las dos columnas torales de la Fraternidad Universal Blanca.

La Justicia sin Misericordia es Tiranía, la Misericordia sin Justicia es Tolerancia, complacencia con el delito. EL KARMA ES NEGOCIABLE, y esto es algo que puede sorprender muchísimo a los secuaces de diversas escuelas ortodoxas,

Ciertamente algunos seudo-esoteristas y seudo-ocultistas se han tornado demasiado pesimistas en relación con la Ley de Acción y Consecuencia; suponen equivocadamente que ésta se desenvuelve en forma mecánica, automática y cruel. Los eruditos creen que no es posible alterar tal ley; lamento muy sinceramente tener que disentir con esa forma de pensar.

Si la Ley de Acción y Consecuencia, si el Némesis de la Existencia , no fuera negociable, entonces ¿dónde quedaría la Misericordia Divina ? Francamente yo no puedo aceptar crueldad en la Divinidad. Lo Real, aquello que es todo Perfección, eso que tiene diversos nombres como Tao, Aum, Inri, Sein, Alá, Brahma, Dios, o mejor dijera Dioses, etc., etc., etc., en modo alguno podía ser algo sin misericordia, cruel, tiránico, etc. Por todo ello repito, en forma enfática, que el Karma es negociable.

Es posible modificar nuestro propio destino, porque "CUANDO UNA LEY INFERIOR ES TRASCENDIDA POR UNA LEY SUPERIOR, LA LEY SUPERIOR LAVA A LA LEY INFERIOR ".

Modificando la causa se modifica el efecto. "Al León de la Ley se combate con la Balanza ". Si en un platillo de la Balanza ponemos nuestras buenas obras y en la otra ponemos las malas, ambos platillos pesarán iguales o habrá algún desequilibrio. Si el platillo de las Malas Acciones pesa más, debemos poner buenas obras en el platillo de las Buenas Acciones con el propósito de inclinar la Balanza a nuestro favor, así cancelamos Karma, "haced buenas acciones para que paguéis vuestras deudas"; RECORDAD QUE NO SOLAMENTE SE PAGA CON DOLOR, TAMBIÉN SE PUEDE PAGAR HACIENDO BIEN.

Ahora comprenderán ustedes, mis buenos amigos, lo maravilloso que es hacer bien; no hay duda de que el Recto Pensar, el Recto Sentir y el Recto Obrar son el mejor de los negocios.

NUNCA DEBEMOS PROTESTAR CONTRA EL KARMA, LO IMPORTANTE ES SABERLO NEGOCIAR. Desgraciadamente a las gentes lo único que se les ocurre cuando se hallan en una gran amargura, es lavarse las manos como Pilatos, decir que no han hecho nada malo, que no son culpables, que son Almas justas, etc., etc., etc.

Yo les digo a los que están en la miseria que revisen su conducta, que se juzguen a sí mismos, que se sienten aunque sea por un instante en el banquillo de los acusados, que después de un somero análisis de sí mismos modifiquen su conducta. Si esos que se hallan sin trabajo se tornasen castos, infinitamente caritativos, apacibles, serviciales en un cien por ciento, es obvio que alterarían radicalmente la causa de su desgracia, modificándose en consecuencia, el efecto.

No es posible alterar un efecto si antes no se ha modificado radicalmente la causa que lo produjo, pues como ya dijimos no existe efecto sin causa ni causa sin efecto.

Se debe trabajar siempre desinteresadamente con infinito Amor por la humanidad, así alteramos aquellas Malas Causas que originaron los Malos Efectos. No hay duda de que la miseria tiene sus causas en las borracheras, asqueante lujuria, en la violencia, en los adulterios, en el despilfarro, y en la avaricia, etc., etc.

¿Quieres sanar?, sanad a otros. ¿Algunos de vuestros parientes están en la cárcel?, trabajad por la libertad de otros. ¿Tenéis hambre?, compartid el pan con los que están peor que tú, etc.

Muchas personas que sufren sólo se acuerdan de sus amarguras, deseando remediarlas, más no se acuerdan de los sufrimientos ajenos, ni remotamente piensan en remediar las necesidades del prójimo. Este estado egoísta de su existencia no sirve para nada; así lo único que consiguen realmente es agravar sus sufrimientos.

Si tales personas pensaran en las demás, en servir a sus semejantes, en dar de comer al hambriento, en dar de beber al sediento, en vestir al desnudo, en enseñar al que no sabe, etc., es claro que pondrían Buenas Acciones en el platillo de la Balanza Cósmica para inclinarla a su favor; así alterarían su destino y vendría la suerte a su favor. Es decir, quedarían remediadas todas sus necesidades, más la gente es muy egoísta y por eso es que sufren, nadie se acuerda de Dios ni de sus semejantes, sino cuando están en la desesperación y esto es algo que todo el mundo ha podido comprobar por sí mismo, así es la humanidad.

Desgraciadamente, mis queridos amigos, ese ego que cada cual lleva adentro, hace exactamente lo contrario de lo que aquí estamos diciendo; por tal motivo considero urgente, inaplazable, impostergable, reducir al mí mismo a polvareda cósmica.

Pensamos por un momento en las muchedumbres Humanoides que pueblan la faz de la Tierra. Sufren lo indecible víctimas de sus propios errores; sin el Ego no tendrían esos errores, ni tampoco sufrirían las consecuencias de los mismos.

Lo único que se requiere para tener derecho a la Verdadera Felicidad , es ante todo no tener Ego. Ciertamente cuando no existen dentro de nosotros los Agregados Psíquicos, los Elementos Inhumanos que nos vuelven tan horribles y malvados, no hay Karma por pagar, y el resultado es la Felicidad.

Es bueno saber también que cuando hemos ELIMINADO RADICALMENTE EL EGO, la posibilidad de delinquir queda aniquilada y en consecuencia EL KARMA PUEDE SER PERDONADO.

La Ley del Karma, la Ley de la Balanza Cósmica no es una Ley ciega; también se puede solicitar Crédito a los Maestros del Karma, y esto es algo que muchos ignoran. Empero, es urgente saber que todo crédito hay que pagarlo con buenas obras y si no se paga, entonces la Ley lo cobra con supremo dolor. Necesitamos hacernos conscientes de nuestro propio Karma y eso sólo es posible mediante el ESTADO DE ALERTA NOVEDAD. Todo efecto de la vida, todo acontecimiento, tiene su causa en una vida anterior pero necesitamos hacernos conscientes de eso.

Todo momento de alegría o dolor debe ser estudiado en Meditación con Mente quieta y en profundo silencio. El resultado viene a ser la experimentación del mismo suceso en una vida anterior. Entonces hacemos conciencia de la causa del hecho, ya sea éste agradable o desagradable.

Quien despierta Conciencia, puede viajar en sus Cuerpos Internos fuera del Cuerpo Físico, a plena voluntad consciente y estudiar en el Templo de Anubis y sus cuarenta y dos Jueces, su propio Libro del Destino.

El Jefe de los Sacerdotes del Tribunal del Karma es el Gran Maestro Anubis. El Templo de Anubis, el Supremo Regente del Karma, se encuentra en el Mundo Molecular, llamado por muchas gentes Mundo Astral. En ese Tribunal sólo reina el terror de Amor y Justicia. En él existe un libro con su debe y haber, para cada hombre, en el que se anota minuciosamente a diario sus buenas y malas acciones. Las buenas las representan raras monedas que los Maestros acumulan en beneficio de los hombres y mujeres que las ejecutan. En ese Tribunal también se encuentran Abogados Defensores. Pero todo se paga. Nada se consigue regalado. "El que tiene buenas obras paga y sale bien librado en los negocios". Los créditos solicitados se pagan con trabajos desinteresados e inspirados en Amor hacia los que sufren.

Los Maestros del Karma son Jueces de Conciencia que viven en Estado de Jinas. Tenemos que hacer constantemente buenas obras para que tengamos con qué pagar nuestras deudas de ésta y de vidas pasadas. Todos los actos del hombre están regidos por Leyes, Superiores unas, Inferiores otras. En el Amor se resumen todas las Leyes Superiores. Un acto de Amor anula actos pretéritos inspirados en Leyes Inferiores. Por eso hablando del Amor, dice el Maestro Pablo: "El Amor es sufrido, bueno; no envidia, no se ensancha; no injuria, no busca lo suyo; no se irrita, no se huelga de la injusticia, mas se huelga de la verdad; todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta".

Cuando ofician como Jueces, los Maestros del Karma usan la Máscara Sagrada en forma de cabeza de Chacal o Lobo Emplumado, y con ella se presentan a los Iniciados en los Mundos Internos. Esa es la crueldad de la Ley del Amor.

Negociar con los Señores del la Ley es posible a través de la Meditación : Orad, Meditad y concentraos en Anubis, el Regente más exaltado de la Buena Ley.

"PARA EL INDIGNO TODAS LAS PUERTAS ESTÁN CERRADAS MENOS UNA: LA DEL ARREPENTIMIENTO , PEDID Y SE OS DARÁ, GOLPEAD Y SE OS ABRIRÁ".

SÍNTESIS:

No solamente se paga Karma por el mal que se hace, sino por el bien que se deja de hacer pudiéndose hacer.

Cada mala acción es una letra que firmamos para pagar en la vida subsiguiente.

"Cuando una Ley Inferior es trascendida por una Superior, la Ley Superior lava a la Ley Inferior ".



Que nadie se engañe a sí mismo; lo que el hombre sembrare eso cosechará y sus obras lo seguirán".

Los Señores del Karma en los Tribunales de la Justicia Objetiva , juzgan a las Almas por las obras, por los hechos concretos, claros y definitivos y no por las buenas intenciones.

Los resultados son siempre los que hablan; de nada sirve tener buenas intenciones si los hechos son desastrosos.

Durante los procesos esotéricos Iniciáticos del Fuego, hube de comprender en forma plena los siguientes postulados:

"AL LEÓN DE LA LEY SE COMBATE CON LA BALANZA ".

"QUIEN TIENE CAPITAL CON QUE PAGAR, PAGA Y SALE BIEN EN LOS NEGOCIOS"
"QUIEN NO TIENE CON QUE PAGAR, DEBE PAGAR CON DOLOR".

"HACED BUENAS OBRAS PARA QUE PAGUES TUS DEUDAS".

samael aun weor

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