jueves, 11 de agosto de 2011

LA PLANCHA TRAZADA DE PRIMER GRADO
Por el M:.R:.H:.. LEÓN ZELDIS
Valle de Tel-Aviv, Gran Oriente de Israel

La Masonería imparte sus enseñanzas morales y esotéricas principalmente a través de símbolos y alegorías, ya sean materiales, como son la decoración del Templo masónico, las joyas e insignias usadas por oficiales y hermanos, y las herramientas de cada grado, sean escritos, como ser los textos de los distintos rituales y leyendas masónicas, sea finalmente la enseñanza muda contenida en las normas de conducta que debe seguir un Masón dentro y fuera, de Templo. En el campo del simbolismo gráfico, lo que se llama iconografía masónica, la Plancha Trazada o Plancha de Dibujo, ocupa un importante lugar en las Logias que trabajan con rituales ingleses (Emulación, York, Bristol, etc.), incluyendo las Logias bajo la obediencia de la Gran Logia de Israel.
Los orígenes de estas Planchas Trazadas se remontan a la época en que las Logias realizaban sus reuniones no en edificios propios, sino en lugares públicos, como posadas o albergues. Era habitual entonces que
un hermano experimentado, generalmente el Guarda templo o Retejador, dibujara un diseño en el piso de la habitación donde iba a celebrase la tenida, para servir de ayuda memoria en el curso de la ceremonia, y para servir de base en la instrucción masónica de los hermanos. Existen pruebas documentarias de esta práctica desde comienzos del siglo 17, pero indudablemente ella data de épocas muy anteriores. Del dibujo en el piso, ejecutado con tiza y carbón, que era borrado posteriormente a la tenida, se pasó al uso, más conveniente, de una tela pintada, que se extendía en el piso de la Logia durante la tenida. Telas de este tipo todavía existen en Inglaterra. Algo parecido se usa hasta hoy en las Logias que trabajan en el Rito Schroeder. Este procedimiento nos explica la tradición de "cuadrar la Logia" (Squaring the Lodge"), es decir, caminar en líneas y ángulos rectos alrededor del altar, sin cruzar en diagonal, evitando en esta formar pisar el dibujo o tela pintada desplegada sobre el piso.
Finalmente, se llegó a la creación de cuadros, pintados sobre tela o madera, representando los símbolos esotéricos de cada grado. Algunos cuadros, de mayor tamaño, se exhibían montados sobre un caballete (trestle, en inglés) de donde proviene la designación inglesa de "Trestle Board". Existe una enorme variedad de estos cuadros, algunos en uso desde hace cien años y más, pero en la época contemporánea, por razones económicas, la reproducción de los cuadros se ha comercializado, estandarizando los diseños. Los más populares en la actualidad posiblemente sean los creados por el Hno. John Harris (falleció en 1872). Cada grado simbólico tiene su cuadro distintivo, y nosotros, por supuesto, nos limitaremos a estudiar la iconografía del cuadro correspondiente al Grado de Aprendiz.
Comencemos por aclarar que el cuadro, o Plancha Trazada, representa también la Logia o Taller, y en muchos textos es conocido por ese nombre. Es decir, cuando leemos que el Retejador "trazaba la Logia", debemos entender que ejecutaba un diseño de la Plancha Trazada.

Dentro de las imágenes que aparecen en la Plancha Trazada, y que representan la totalidad de la Logia, se halla también la representación de la Plancha Trazada ella misma. Este tipo de imagen recursiva, muy estimada por Escher y por los pintores surrealistas, nos sugiere el reflejo repetido basta el infinito de los espejos paralelos, trayendo a colación la Cámara de Reflexiones, y en general todos los símbolos del infinito, como la serpiente que se come su propia cola (llamada Ouroboros). En ese dibujo de la Plancha dentro de la Plancha, figura a veces un pequeño plano, que simboliza el Templo del Rey Salomón.
Los hermanos interesados en profundizar sus conocimientos sobre la historia de la Plancha Trazada, y estudiar numerosas ilustraciones de diversos diseños, pueden consultar los artículos de Hno. E.H. Dring sobre la evolución y desarrollo de la Plancha Trazada ("The Evolution and Development of the Tracing or Lodge Board", Ars Quatuor Coronatorum Vol.29 (1916) pág.243 et seq., y pág.275 et seq.).
La forma de la Logia (o Taller) es rectangular, sus dimensiones son: de largo, de Este a Oeste: de ancho, de Norte a Sur; de profundidad, desde la superficie basta el centro de la tierra (algunas fuentes dicen: basta el nadir), y su altura llega basta el cenit del cielo. Estas vastas dimensiones, de hecho ilimitadas, aluden a la universalidad de la Masonería, y a la fraternidad sin límites que debe imperar entre los hermanos. El eje de la Logia está orientado hacia el Oriente. La explicación tradicional, es que todos los edificios dedicados al culto están orientados en esta forma, comenzando con el Tabernáculo erigido por Moisés en el desierto, continuando con el Templo del Rey Salomón y siguiendo basta las iglesias y basílicas cristianas.
Debemos recordar que el Oriente, el lugar del horizonte donde nace el sol cada día, fue considerado un lugar sagrado desde la más remota antigüedad. Los monumentos de piedra prehistóricos, como Stonebenge en Inglaterra, presentan una orientación hacia el Este. La palabra misma "orientado" significa de cara al Este. Quien está desorientado, es porque ha perdido su Oriente, es decir, su sentido de la dirección. Durante milenios, basta la invención de la brújula magnética, la dirección más importante y significativa era la del Este, el nacimiento del sol. En muchos mapas antiguos, se representa la tierra con el Este hacia arriba, es decir, como si el observador estuviera de cara al oriente, También en hebreo, uno de los idiomas más antiguos de la tierra, la palabra "Kedem" significa tanto Oriente como "hacia adelante", estando relacionada con palabras tales como "kadima" y "kidma" (adelante y progreso). Por otra parte, la misma palabra expresa la idea de extrema antigüedad, como en la expresión "adam kadmón" (el hombre primitivo). El paraíso terrestre, asimismo, estaba ubicado al Este, y en todos los tiempos las tradiciones indican que la sabiduría terrena tiene su origen en el Oriente.

La Logia descansa sobre tres columnas, llamadas Sabiduría, Fuerza y Belleza, representadas en el Taller por el V:.M:., Primer V:. y Segundo V:. Cada uno de ellos tiene, además, una pequeña columna a su lado, para recordar estas cualidades. La sabiduría dirige nuestras acciones, la fuerza nos da sustento en momentos de peligro y de dificultad, y la belleza adorna nuestras vidas y nuestras almas. Hay quienes identifican la belleza con la armonía, lo que permite ampliar el concepto para abarcar todas las relaciones del individuo con la sociedad. Las tres columnas están hechas en los tres estilos de la arquitectura griega clásica: Dórico, Jónico y Corintio, y representan también a los tres principales personajes de las leyendas masónicas: el Rey Salomón, Hiram Rey de Tiro, y Hiram-Abif. En términos más generales, las tres columnas simbolizan al principio ternario en todas sus expresiones. El número tres, como es sabido, tiene especial importancia para los Aprendices.

El techo de la Logia representa una bóveda celeste multicolor, tachonada de estrellas. Generalmente, siete estrellas sirven de símbolo para todas las demás, recordando también los siete hermanos indispensables para que una Logia pueda trabajar en forma regular (Siete hacen la Logia perfecta). Además, la Logia cuenta con la iluminación del Sol y la Luna, las grandes luminarias del día y la noche, que nos recuerdan que los masones debemos trabajar sin tregua, día y noche (esa también es la explicación para las horas de trabajo de las Logias simbólicas).

Al cielo tachonado de estrellas se sube por una escala con muchos peldaños, apoyada sobre el V:. de la S:. L:., que llamamos la escala de Jacobo. Los peldaños simbolizan las distintas virtudes, y tres de ellas son especialmente importantes: las llamas virtudes teologales, a saber, Fe, Esperanza y Caridad. Una explicación es que la fe en el G:.A:.D:.U:. nos da la esperanza de alcanzar la redención y la salvación mediante la práctica de la caridad.

La escala descansa sobre el V:. de la S:. L:., que a su vez reposa el altar. Esto nos recuerda la narración bíblica del sueño de Jacobo. Jacobo se duerme usando una piedra como almohada y sueña que ve una escala que se eleva de la tierra hasta el cielo, donde hay ángeles subiendo y bajando. Cuando se despierta, Jacobo es presa del temor, y decide que se encuentra en un lugar santo, que es la puerta del cielo. Usa la misma piedra que le sirviera de almohada, y la erige en altar. El altar, por lo tanto, es esa misma piedra de donde partía la escala que soñó Jacobo en su cabeza, y así lo representa nuestra plancha.

Las virtudes son tradicionalmente representadas por figuras femeninas: La Fe es una mujer sosteniendo una cruz, o una copa (el santo grial), o un corazón. La Esperanza sujeta un ancla, y la Caridad está rodeada de pequeños. Este Simbolismo, de la escala de Jacobo, es bastante posterior a los demás símbolos masónicos que aparecen en la plancha, y su uso data de fines del siglo 18 o comienzos del 19.

Por su parte, la escala, como símbolo, es de gran antigüedad, Y ha indicado siempre el nexo entre la tierra y el cielo, así como una representación del ascenso espiritual del hombre en búsqueda de la perfección. La escala está relacionada también con el símbolo o arquetipo del árbol, el eje del mundo, y la gran cadena de la existencia. Estando íntimamente ligada a la idea de redención o perfeccionamiento del ser, la escala también está relacionada con la iniciación (en el Asno de Oro, por ejemplo, el iniciado debe subir por una escala), y esto explica su empleo en el Primer Grado.

La cúspide de la escala llega al empíreo, velado a los ojos profanos por las nubes de la ignorancia. En el famoso grabado de Durero, "La Melancolía", aparece una escala apoyada en un edificio, cuyo extremo no se ve, es decir, se pierde de vista. Se ha explicado este punto como una alusión de Durero a la escala de Jacobo, con todo su simbolismo.

Dentro de la Logia, existen luces (grandes y pequeñas), joyas (móviles e inmóviles), y herramientas, todo lo cual se halla representado en la Plancha.

Las tres grandes luces de la Francmasonería son el V:. de la S:. L:., la Escuadra y el Compás. El V:. de la S:. L:. puede ser el Tanaj (Antiguo Testamento), la Biblia, el Corán o cualquier otro libro sagrado para los Masones que integran la Logia.

Las tres pequeñas luces son el reflejo de las anteriores, y ya las hemos mencionado: Sabiduría, Fuerza y Belleza. Siendo estos los atributos de los tres oficiales principales de la Logia, ellos mismos reciben el apelativo de "Luces": Las tres joyas móviles son la Escuadra, el Nivel y la Perpendicular. Se llaman así porque son las joyas distintivas del V:.M:. y los dos VVig:., quienes las llevan sobre sus personas mientras cumplen sus funciones, y las transmiten a otros hermanos al terminar su periodo. Las tres joyas inmóviles son la Plancha Trazada, la Piedra Bruta y la Piedra Cúbica (o Piedra Tallada), que reposan cada una en su lugar dentro del Taller.

En algunas Grandes Logias, especialmente en los Estados Unidos, estos nombres se usan trastocados. Las joyas de los tres principales oficiales de la Logia son inmóviles, porque los oficiales se sientan en lugares fijos dentro del Templo, mientras que las otras se llaman móviles, porque se pueden ubicar en distintos puntos dentro de la Logia, sin que tengan un lugar fijo.

Las herramientas del Aprendiz son el Mazo, el Cincel y la Regla de 24 pulgadas, o Regla Graduada. Su explicación aparece en el ritual de iniciación.
La Logia tiene además tres ornamentos: la Orla Dentada, la Estrella Flamígera, y el Piso Mosaico. La Orla Dentada es una cuerda anudada alrededor de las cuatro paredes de la Logia, simbolizando la gran cadena universal de la fraternidad. El piso Mosaico, hecho de cuadro negros y blancos alternados, nos recuerda todas las oposiciones y dualidades de la vida material, luz y sombra, bien y mal, pasado y futuro, a las que hay que sobreponerse para subir más alto. La Estrella Flamígera se halla en el centro geométrico de la Logia y desde allá irradia su acción. Estos tres símbolos aluden también a las tres dimensiones y los tres infinitos de las matemáticas superiores: la línea (la Orla Dentada), la superficie (el Piso Mosaico) y el espacio (la Estrella Flamígera en el centro del espacio de la Logia). En cada Logia hay marcado un círculo con un punto en su centro, dentro del cual ningún Masón podrá errar. Al Norte y al Sur de este círculo se hallan dos rectas paralelas, simbolizando a los dos grandes Santos Juanes: el Bautista y el Evangelista (relacionados con los dos Solsticios), o bien el profeta Moisés y el Rey Salomón. En su parte superior, el círculo toca al V:. de la S:. L:. Por lo tanto, al recorrer este círculo, el Hermano debe necesariamente tocar a las dos paralelas y a la luminaria máxima de la Orden. Ya hemos mencionado la relación entre círculo e infinito, como asimismo las paralelas - que jamás se tocan - son otro símbolo del infinito.

En una esquina de la plancha aparece un aparato llamado Lewis o Lewison, empleado para izar piedras pesadas. El artefacto mismo está compuesto por tres piezas de hierro ensambladas entre sí. La palabra Lewis significa "fuerza" , y se aplica igualmente al apretón de manos del Masón, y al hijo de un Hermano, posiblemente por el significado de Lewison (hijo de Lewis). En francés la palabra fue evidentemente confundida fonéticamente o transliterada a Louveteau, y en castellano usamos la traducción del francés, vale decir Lobezno o Lobato. La forma del artefacto en el uso, con su soporte, es la de una pirámide triangular. La pirámide simboliza el universo y la estabilidad. Sus cuatro vértices combinados con las tres aristas de cada cara nos dan la combinación de los tres números fundamentales del esoterismo: el tres, el cuatro y el siete. El Tres simboliza el espíritu, el fuego; el Cuatro representa la materia, los cuatro elementos, y el Siete, la conjunción de ambos, es la Creación en su totalidad.

La pirámide de base cuadrada, como las pirámides de Egipto y México, tiene 8 artistas y 5 vértices. En los grabados masónicos antiguos, la piedra cúbica remata en una punta, es decir, es un cubo coronado por
una pirámide de base cuadrada. En total, tiene 4 veces cuatro aristas, o sea 16, cuya raíz numérica es 7, y 9 vértices. Es así una combinación de la segunda potencia del 3 y la cuarta potencia del 2.

Alrededor de la Plancha observamos la Orla Dentada, y de sus vértices penden cuatro borlas, representando las cuatro virtudes cardinales: Fortaleza, Temperancia, Prudencia, y Justicia. La Justicia es el resultado de la Fortaleza temperada por la Prudencia.

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