SOCIEDADES SECRETAS INICIÁTICAS Y ESOTERICAS
INTRODUCCION
Pueden ser cientos o miles las Sociedades Secretas que a lo largo de la historia se han desarrollado en todas las culturas, la más conocidas para nosotros son aquellas que habiéndose desarrollado en el mundo occidental, han dejado su impronta en nuestra sociedad actual o aún hoy siguen existiendo secreta o discretamente. Algunas de estas Sociedades tuvieron una vida efímera, otras una secular existencia; muchas, la mayoría, no tuvieron incidencia alguna en el devenir de la historia, otras han dejado su marca indeleble y aún hoy desconocemos el poder que ejercen. Aquí les ofrecemos sólo un pequeño ramillete, aquellas que por su impronta, su actualidad o por su trascendencia, merecen ser conocidas por el gran público. Destacando el perceptible paralelismo y ligazón que se observa entre unas y otras. Si se analiza detalladamente cada una de ellas, se observa que la línea que las separa es imperceptible y en ocasiones no sabemos dónde comienzan unas y dónde acaban otras. Saber si los sufís, los templarios, los asesinos, la masonería, la carbonería e incluso el Opus Dei beben de un mismo cuenco o sus similitudes son casuales es algo que aquí no nos atrevemos a sugerir. Son ustedes, amigos visitantes, si están interesados en el tema, quienes deben sacar sus propias conclusiones Tenemos en esta página como única intención ofrecer una breve explicación de lo que representa cada una de estas Sociedades Secretas, no pretendemos desarrollar un análisis exhaustivo y riguroso de cada una de ellas, pensamos que unas breves pinceladas sobre su realidad pueden servir para incentivar un inicial conocimiento sobre las mismas y que posteriormente el lector interesado en alguna de ellas, pueda recurrir a estudios más elaborados, amplios y rigurosos. Históricamente la larga sombra de este entramado laberinto de redes entre sociedades secretas ha sido inextricable en las épocas en que existieron, hemos visto que Templarios o Prisciliano, por poner sólo dos ejemplos, fueron reconocidos en principio como congregaciones o personas religiosas exentas de toda sospecha, sólo el tiempo fue desentrañando sus circunstancias íntimas y se hizo un poco de luz, aún cuando hoy, siglos después, poco o nada sabemos de su verdadero proceder y los fines y medios que emplearon para influir en sus sociedades respectivas y en el devenir de la historia. Quizás, sólo quizás, hoy estemos asistiendo al resurgimiento de nuevas sociedades secretas sin que nos demos cuenta, sociedades que pasado el tiempo, sus estudiosos y críticos irán desvelando sus recónditos secretos. Trataremos de indicar al final de cada una de ellas, algún lugar en la internet, si lo hubiera, que sea a nuestro juicio serio, riguroso o interesante, ayudándoles a ampliar su información.
ÍNDICE DE SOCIEDADES SECRETAS
¿QUÉ Y CÓMO LA SOCIEDADES SECRETAS??
ASSESSINOS
CARBONERÍA
GARDUÑA
MAFIA
MASONERíA
OPUS DEI
PRISCILIANO
SUFÍS
TEMPLARIOS
EPÍLOGO
¿QUÉ Y CÓMO SON LAS SOCIEDADES SECRETAS?
El secreto es parte de la esencia tanto del individuo como de las sociedades humanas, como mamíferos que somos tendemos a vivir en rebaño, pero la adquisición de la conciencia de ser todos nosotros únicos e irrepetibles, nos empuja a conquistar y defender un espacio de intimidad, un espacio íntimo en el que siempre ocultamos algo, igual que el resto nos lo oculta a nosotros. Ya desde la más tierna infancia vamos percibiendo que vivimos en un mundo propio, que ocultamos y nos ocultan partes del cuerpo, ocultamos algunos de nuestros actos y también nos damos cuenta que de nuestros sentimientos son diferentes a los de nuestros progenitores, que existen aspectos de la vida de éstos que no conocemos, que permanecen también ocultos a nuestros ojos. Es el equilibrio entre nuestra privacidad y nuestra vida social, lo oculto y lo público, el que irá determinando nuestra propia personalidad. Aquello que ocultamos, lo que revelamos y el respeto que mantengamos con los secretos del prójimo más próximo, marcará indeleblemente nuestro acomodo en el rebaño. Y si ciertamente esto es así en el individuo, ocurre otro tanto en el seno de la familia, se ocultan hechos para que no trasciendan al resto de la comunidad, adquiriendo el secreto un grado superior en nuestra escala social, ya no es solamente un secreto unipersonal e íntimo, sino un secreto compartido del que emana una fuerza aglutinadora que une a los miembros del clan con lazos de intimidad compartida, otorgándoles un sentido de pertenencia. Esta práctica defensiva e identidaria del secreto nos confiere a través del proceso de formación de nuestra personalidad seguridad y equilibrio emocional, es en definitiva un beneficio para nosotros tanto como persona individual como colectivo familiar. Con el tiempo vamos descubriendo que otras familias ejercen ese mismo secreto, que la convivencia social se basa en gran medida en ese equilibrio entre el derecho a lo privado y la obligación con lo público, entre lo oculto e íntimo contrapuesto a lo manifiesto y evidente. En nuestra aprendizaje nuestro profesores paulatinamente van compartiendo con nosotros parte de su conocimiento manteniendo oculta otra parte del mismo, en nuestro devenir profesional la empresa donde trabajamos nos va desvelando sus secretos en la medida que vamos ascendiendo en el escalafón, otro tanto ocurre en el sindicato, partido político, religión o cualquier otra asociación humana en la que participemos. Pronto somos conscientes que nuestro poder se basa en la información que tengamos del otro y en la cantidad de secreto que atesoremos. Somos, como dice el popular aforismo, dueños de nuestros silencios y esclavos de nuestras palabras. Y es en este proceso donde se van despertando esa curiosa fascinación que todos tenemos en distinta media por las sociedades secretas. Desconocemos, precisamente por su carácter secreto, dónde y cuándo surgieron las primeras sociedades secretas, aunque es fácil deducir que han acompañado siempre al hombre en su evolución social. Las sociedades secretas son parte esencial de la vida tribal. A lo largo de la historia en muchas partes del mundo han sido las sociedades secretas el medio de educar a los jóvenes en los valores y deberes ancestrales que exige la vida de adulto. Este deber colectivo relativo al secreto tribal ha sido tan necesario para mantener la identidad del clan como el secreto personal lo es para la identidad del individuo. En el mundo profano, ajeno a esta realidad, suele tender a confundirse las sociedades secretas con las denostadas sectas, mezclando conceptos de unas y otras, cuando en realidad son asociaciones diferentes y las más de las veces, totalmente opuestas. Las sectas tiene características propias que las definen entre las que no se encuentra el mito o leyenda en que casi siempre se apoya el secreto, que como veremos más adelante es una de las características más definitorias de las sociedades secretas. Por el contrario, la sectas se consolidan y mantiene a los largo de su existencia en torno a la sumisión de los adeptos hacia su líder, en general un falso iluminado que dicta los dogmas en torno a los cuales se desarrolla al vida de la secta, son dogmas de fe, verdades regaladas que deben asumirse como identidad comunitaria, no ejerciendo sus miembros el derecho de crítica al líder, donde las normas dictadas por él prevalecen sobre cualquier criterio individual, son acatadas por todos los individuos de la secta bajo pena de ser expulsados y anatematizados. Otra de las características definitorias de las sectas que las alejan de las sociedades secretas es su declarado afán de crecimiento a través del proselitismo al que están sujetos todos sus miembros, anteponen normalmente lo cuantitativo a lo cuantitativo, todo los contrario a las sociedades secretas donde se prima más la identidad intelectual, incluso el elitismo en detrimento de la cantidad. Las sectas mantienen mayores similitudes por sus características, más o menos acentuadas, con los partidos políticos y las distintas religiones, siendo a veces muy difícil marcar los límites que separan a las distintas sectas de estas organizaciones políticas o religiosas y sea esta similitud, quizás, la posible causa de los típicos sectarismos endogámicos que desgraciadamente tanto abundan en este tipo de organizaciones. Las sociedades secretas que se conocen, y son cientos a lo largo de la historia, tienen un tronco de peculiaridades similares entre sí y muy diferentes a las de las sectas e incluso, estas peculiaridades no son idénticas en todas las sociedades secretas debido entre otras cosas a que sus fines tampoco son los mismos. La más común de sus característica es el “secreto” que las define a todas ellas, pero este secreto varias en función de varios parámetros, la finalidad de la sociedad, la discreción necesaria para su supervivencia, el número de sus miembros o su influencia social. Es un abanico de grados tan amplio que sería imposible clasificarlo en grados, ya que en cada sociedad secreta el nivel de ocultamiento varia de una a otra e incluso varia dentro de la misma sociedad secreta de un país a otro dependiendo de la aceptación o rechazo social e incluso de las finalidades que también pueden variar en cada lugar y en cada momento histórico dentro de la misma sociedad secreta, este es el caso de la francmasonería donde no mantienen el mismo comportamiento en España, en Irán o en los Estados Unidos. Este secreto que las define no es común a todas ellas y va desde el secreto absoluto que es castigado su quebrantamiento con la muerte, caso de los Carbonarios; hasta la simple discreción de la identidad de sus miembros, caso por ejemplo de una sociedad pública y bien conocida como son los Alcohólicos Anónimos donde sólo se mantiene una discreción conveniente en sentido terapéutico de la identidad de sus miembros. Así mismo, entre la particularidades que distinguen a las sociedades secretas destaca en la mayoría de ellas el juramento exigido a todos sus miembros, la iniciación esotérica que marca en punto de inflexión de profano a miembro del grupo, el ritual que se desarrolla en todas sus reuniones, el lenguaje simbólico sólo reconocido por los miembros de la sociedad y que puede ser expresa de muy diferentes formas, tanto verbales como gestuales o estéticas, utilizado en muchas ocasiones como medio para reconocerse fuera del ámbito de las reuniones, en el mundo profano, la prueba previa a la iniciación en la que participaran un número indeterminado de miembros y que será la base para discernir la aceptación o rechazo del profano, la muerte alegórica parte del ritual de iniciación o de posteriores ritos de exaltación, las leyendas donde extraen la razón de su existencia y la filosofía que les orienta, la separación entre hombres y mujeres aunque a lo largo de la historia estas asociaciones han sido casi exclusivamente masculinas. Casi todas estas características se repiten con diferentes matices en casi todas las sociedades secretas, dándole una mayor importancia a algunas de ellas en función de las finalidades propias de cada una de las sociedades. En lo que difieren sustancialmente estas sociedades secretas es en los fines que persiguen. La sociedad profana en general siempre ha tenido junto con esa curiosa fascinación hacia las sociedades secretas un marcado recelo, se supone que el mero hecho de esconder su pertenencia o la propia ocultación de la existencia de la sociedad es ya lo suficientemente demostrativo de la maldad de sus fines, pero eso no es así, hay sociedades esotéricas con infinidad de motivaciones, pueden ser sociedades secretas nacidas para el crimen como la Mafia o la Garduña, otras lo han sido de tipo político o revolucionario como la Carbonería, racistas o xenófobas como el Ku Klux Klan, patrióticas como La Orden de Orange, religioso militares como los Templarios o los Assessinos, exclusivamente religiosas como los Sufís, filosóficas como Eleusis, profesionales como los Masones operativos de la Edad Media, filantrópico o filosóficas como los Francmasones actuales en sus diferentes obediencias y países. En definitiva una larga lista de finalidades imposible de enumerar. Muchas de estas sociedades han sido secretas en determinados momentos históricos por la persecución de que eran objeto por los poderes públicos o religiosos, pasando a ser conocidas o incluso a desaparecer cuando se han superado el momento histórico o las causas adversas en las que germinaron, otras han evolucionado a formas diferentes, es el caso, por ejemplo, de la mafia que nació como una sociedad patriótica y terminó siendo una asociación criminal. Es por tanto imposible el trata de generalizar al conjunto de las sociedades secretas más allá de las vagas peculiaridades que las definen, siendo necesario si queremos saber algo realmente cierto sobre ellas, estudiarlas una a una y no caer el juego fácil de creer que conocida una, todas conocidas. Veamos pues unos cuantos ejemplos de diferentes sociedades secretas.
LOS ASHASHINS o ASSESSINOS
Los ASESINOS deban quizás este erróneo apelativo a la involuntaria equivocación de Marco Polo al traducirlo de la palabra persa "Ashashins". Fue Marco Polo el primer europeo que narró en occidente las costumbres de esta sociedad secreta de los ashashins y su Jardín del Paraíso. Nosotros en nuestro trabajo hemos optado por denominarlos Assessinos (palabra más acorde con su denominación de origen y que según algunos estudioso de este tema podría significar "fumadores de hashish") Estos assessinos o Guardianes de la Tierra Santa son o fueron una Sociedad Secreta islámica casi idéntica a la Orden del Templo, nació en Persia en el siglo XI como orden religiosa. Los Assessinos fueron la facción más extremista del grupo religioso ismaelita (chiitas), musulmanes gnósticos de influencia zoroástrica que disputaron la herencia de Mahoma a los sunnitas ortodoxos, defensores del califato de Bagdag como el legítimo líder del Islam. La facción ismaelita apoyaban a los imanes como los legítimos herederos y sucesores espirituales del profeta. Estos musulmanes de acentuada influencia gnóstica defendían el sentido esotérico del Corán, igual que los cabalistas judíos defienden el sentido esotérico de la Biblia. Estaban convencidos de que los imanes poseían el conocimiento que emana la luz divina, trasmitida desde Adán a través del profeta Mahoma. La Orden de los Ismaelitas fue fundada en el año 760 por Ismael, futuro imán legítimo, desheredado, al haber sido sorprendido bebiendo vino a pesar de la prohibición coránica. Ismael se convirtió de este modo en el Imán Oculto, predicó a lo largo del mundo musulmán una interpretación simbólica del Corán, Siglos después, los herederos de esta doctrina fundaron una sociedad secreta de naturaleza político-religiosa, llamada de los Assessinos. La doctrina de los assessinos se fundamentaba en el hermetismo, la cábala y la gnosis. Poseían en Alamont un importante observatorio astronómico y una inmensa biblioteca de ciencia y filosofía donde abundaban los tratados alquímicos, cabalísticos y gnósticos. El primer Gran Maestre conocido de los assessinos fue Hassan el Sabbah, conocido como el Viejo de la Montaña. Refugiado con sus discípulos en el fuerte Alamont, en una zona casi innaccesible de las montañas de Irán. Cuenta la leyenda que construyó junto a su castillo un jardín semejante al Paraíso de Mahoma con sus correspondiente huríes de ojos rasgados negros. Sus discípulos gozaban una especie de vacaciones en aquel paradisíaco lugar como premio, entre misión y misión, tras haber cumplido sus ordenes de asesinar a algún enemigo. La traición o ruptura del silencio que guardaban celosamente de sus secretos, era duramente castigado, aquel que divulgara la existencia del grupo era condenado a muerte. El conocimiento de esta secta generó un leyenda terrorífica que se extendió por todo el orbe, cargando sobre ellos todos los magnicidios que se sucedían por Asia y Europa. La estructura y graduación de los assessinos era asombrosamente similar a la de la Orden del Templo. Los grados de poder eran equivalentes, el Viejo de la Montaña se correspondía con el Gran Maestro, los Dais a los Grandes Priores, los Refik a los caballeros, los Fidavi a los escuderos y los Lassik a los simples hermanos sirvientes. Pero son la analogía de sus indumentarias loa que hace evidente el parecido entre ambas Ordenes, ambos vestían capas blancas sobre las que portaban un distintivo rojo; la pretina los assessinos y la cruz los templarios. Ambas ordenes estaban relacionadas con la construcción, los edificios octogonales son patrimonio de ambas ordenes iniciáticas. Igual que los masones del medievo, en todos los cultos evolucionados los hombres han tenido la necesidad de levantar templos que inmortalizaran la presencia de la divinidad. Los que tallaban la piedra, levantaban monumentos sagrados utilizaron para la trasmisión de su arte una enseñanza iniciática que no pudiera ser emulada. La ubicación, la orientación, su simbología, especialmente elegidas en relación con antiguos cultos a las fuerzas telúricas son una constante que se repite en las sociedades secretas iniciáticas desde la construcción del Templo de Salomón, lo que nos lleva a suponer que todas ellas tienen algún tipo de parentesco esotérico. Los assessinos organizaron los Taouq, corporaciones de constructores que, después de una laboriosa iniciación, estaban capacitados para levantar templos y castillos con técnicas precisas y que se remontan al igual que el Templo de Salomón al antiguo Egipto. En sus estatutos secretos se recoge; "Allá donde construyáis grandes edificios, practicad los signos de reconocimiento". Ello nos recuerda a los Templarios y sus sucesores los francmasones que actuaban del mismo modo. Si los Templarios, como todo parece indicar, aprendieron de los assessinos su organización piramidal, y sus reglas secretas de la construcción, no sería extraño que también de ellos aprendieran los conocimientos de la cábala, la gnosis y la alquimia, lo que les propicio alcanzar su peculiar posición en la Europa medieval cristiana. El saber es poder, y el saber oculto otorga a quienes lo practican un aura de dioses o demonios. Gran parte del misterio que envuelve a assessinos y templarios y más tarde a francmasones, radica en el conocimiento de ciertos saberes inaccesibles a los profanos. Y es en este terreno del saber oculto donde germinan las leyendas, la hermenéutica que rodea a estas sociedades secretas. Los iniciados saben que los mensajes que les conducirán al Conocimiento han de hallarlos entre el simbolismo de la sabiduría antigua, el hermetismo, la cábala y la gnosis y el sendero que lso conducirá hasta él ha sido marcado por los assessinos, los templarios y la antigua francmasonería. Para los assessinos la dualidad eran las dos caras de una misma cosa, cielo e infierno eran lo mismo, el bien y el mal no existiría fuera de la virtud de la obediencia ciega al imán. Su historia sus secretos, sus escritos y rituales se perdieron en el siglo XIII cuando el último Viejo de la Montaña conocido, se rindió a los mongoles de Ganghis Khan. Algunos de los discípulos assessinos consiguieron salvarse refugiándose en la India, de ellos algunos refundaron la orden ismaelita cuyo actual imán es el Agha Khan, de los otros, si es que aún existen, nunca más se supo.
CARBONERIA
No está bien documentado el origen de la Carbonería, se data su constitución en torno al año 1814 en Italia, probablemente por masones franceses disidentes, enfrentados a Napoleón. Sus orígenes masónicos no ofrecen muchas dudas, sus ritos, su iniciación y su simbología de antiguos leñadores, son, con ligeras variantes, muy similares a los utilizados por la Francmasonería, no es por tanto de extrañar que haya sido conocida la Carbonería como la "Masonería Forestal" o masonería de la madera en contraposición a la masonería tradicional de la piedra, conociéndose bastantes casos de personas que militaban en ambas hermandades. Lo que sí diferenciaba notablemente a Carbonería de Masonería era la finalidades de ambas, la Carbonería desde su orígenes, nació con vocación beligerante y combativa, enfrentada al poder absolutista y contra el invasor austriaco, su desarrollo posterior propicio la lucha revolucionaría de todo tipo, siendo germen de generaciones de anarquistas, comunistas y nacionalistas revolucionarios, en América Latina fueron los carbonarios quienes agitaron violentamente la bandera de la independencia de la metrópoli, siendo los masones quienes encauzaron esa agitación a modos más "civilizados" de convivencia. Esta impronta de continua agitación social permanente ha calado en el devenir histórico de muchas sublevaciones revolucionarias, enfrentadas en todo momento con o sin motivos objetivos, a los poderes civiles y religiosos. Su finalidad era como se lee en algunos de sus documentos: La subversión total que comenzará por destruir la Santa Alianza, destronar a todos los Borbones y arruinar la burguesía poseedora; destruir el orden social actualmente preponderante, por todos los medios y lo más rápidamente posible. La carbonería se extendió pro toda Europa y Hispanoamérica con gran profusión, destacando por su importancia, además de Italia, en Polonia, Alemania, Francia y España: Italia: se puede afirmar sin mido a equivocarse, que la unidad del país es su gran obra. Mazzini, Garibaldi, Pellico son algunos de los insignes carbonarios de este periodo histórico. Hoy día, quizás ignorándolo, muchos movimientos revolucionarios de finales del siglo XX han seguido miméticamente esa doctrina revolucionaria nacida en las "barracas" carbonarias y como "buenos primos" se han juramentado en la ley del secreto, la agitación permanente y la obediencia ciega revolucionaria.
LA GARDUÑA
La Garduña nace, se desarrolla y muere en España y sus colonias, desde mediados del siglo XV hasta el siglo XIX siendo esta organización secreta la pionera de otras muchas sociedades criminales que fueron germinando a través de la Historia. No es por casualidad que la camorra napolitana nació en una época en que Nápoles y sus territorios pertenecían a la Corona Española. Durante ese tiempo los marginados estaban juramentados y mancomunados en el seno de esta sociedad secreta creada para delinquir. En ese pasado, el esoterismo alcanzaba hasta los bandidos. Ritos de admisión, palabras de paso, símbolos esotéricos, gestos de reconocimiento, propias de las sociedades secretas iniciaticas, eran también compartidas por poderosos gremios de delincuentes. Cabe destacar que el símbolo de reconocimiento eran tres puntos tatuados en la palma de la mano. Este símbolo pasó a la camorra italiana y, al mismo tiempo, es patrimonio de otras sociedades secretas como la masonería. La Hermandad de la Garduña fue fundada probablemente en Toledo. Fue germinando en diversas bandas incontroladas que asaltaban y robaban las casas de los "moros" y los judíos para, según se excusaban, ayudar a la Inquisición. En la Garduña coexistían hombres y mujeres, ocupando cada uno de ellos diferentes "oficios" o grados, con diferentes denominaciones; así entre los aprendices se encontraban los chivatos, fuelles, soplones y coberteras se dedicaban a espiar y atesorar información; las sirenas se encargaban de seducir a víctimas masculinas; En el segundo grado o de compañeros, estaban los floreadores que eran los encargos de los robos y los punteadores y guapos encargados de asesinar a las victimas. Los postulantes recaudaban los tributos antecedente claro del llamado impuesto de "protección" o el más reciente impuesto "revolucionario". Así mismo existían jefes de provincias llamados capataces, maestros o ancianos, eran los encargados de la iniciación de los nuevos adeptos y en la cúspide se encontraba el Gran Maestro, poder absoluto de la organización. La Garduña, como luego imitó la Cosa Nostra en USA, operaba con casi total impunidad, entre sus afiliados y colaboradores contaba con gobernadores, jueces, alcaldes y hasta directores de prisión. A lo largo de su andadura la Garduña se disimuló como una orden religiosa, arrogándose el derecho divino a robar y asesinar. Como todas las sociedades esotéricas de la época, la Garduña no tenía al parecer documentos escritos ni estatutos, a través de la iniciación y las siguientes elevaciones de grado, se iban comunicando a sus miembros las palabras secretas, los toques y signos de reconocimiento. La traición a estas normas no escritas, se pagaba con la vida, conociéndose algunos casos en que miembros que la hermandad fueron ajusticiados por haber actuado sin la previa autorización de sus maestros. Y si bien no tenían documentos escritos relativos a su organización, la vanidad de sus últimos Grandes Maestros les llevó a escribir el llamado Libro Mayor donde narraban en tono heroico las fechorías llevadas a cabo. Este libro de historia negra plagado de raptos, robos y asesinatos, fue descubierto en el año 1821 en la casa del Gran Maestro Alfonso Cortina. Como consecuencia de este hallazgo fueron juzgados y ejecutados en la Plaza Mayor de Sevilla, el 25 de noviembre de 1822 El Gran Maestro, sus lugartenientes y otros garduñistas reconocidos. Lo que ocurrió después y hacia donde derivó esta Sociedad Secreta es un misterio, si bien al rastrear las distintas sociedades secretas delictivas como la Camorra, la Mafia o la Piratería Caribeña y otras muchas que se sucedieron a lo largo de la historia, se pueden encontrar demasiadas similitudes con esta Hermandad criminal.
LA MAFIA
Quizás sea La Mafia la más popular de la Sociedades Secretas criminales, cientos de películas y libros nos han hablado de ella, mezclando o aglutinando bajo este nombre a otras sociedades delictivas como la camorra, la cosa nostra e incluso hoy se utiliza esta acepción para denominar a cualquier grupo criminal organizado. Sin embargo, la Mafia en su remoto origen era una organización nacionalista y popular de Sicilia. Germinó como respuesta a las distintas dominaciones que se sucedieron a los largo de la historia siciliana, árabes, normandos, españoles, napolitanos. La Mafia moderna y criminal germinó en el siglo XIX a través del caciquismo tiránico de algunos terratenientes. Paulatinamente se fueron invirtiendo las funciones de la mafia y lo que en un principio constituía un movimiento defensivo popular contra la explotación despótica del invasor, se trocó en un instrumento de explotación despótica de su propio pueblo. El análisis pormenorizado de su modos de actuación básicos, nos recuerdan a los de la Garduña, juramentados bajo la ley del silencio (omerta), leyes internas implacables contra los traidores y la asociación o compra de personalidades influyentes (piovra). No obstante la mafia mantiene particularidades propias, como son el significado de la familia, la venganza, etc. Quizás no sea ajeno a este giro al mimetismo o las influencias de la Garduña a través de la Camorra napolitana, sociedades secretas criminales que le precedieron y que convivieron en el mismo marco geográfico. La Mafia alcanzó su esplendor y mayor popularidad tras la emigración italiana hacia los Estados Unidos, donde más de un millón de sicilianos se establecieron en pocos años. Allí encontraron un vasto y fértil campo de actuación que comenzó con la Ley Seca y se fue extendiendo a otros muchos sectores de la economía sumergida de aquel entonces, prostitución, juego, drogas etc. En Estados Unidos la Mafia trastocó su señas de identidad, superando el concepto de familia y dando entrada en sus filas a delincuentes ajenos a sus familias, italianos de otras regiones e incluso individuos de otras nacionalidades. Una mezcla de organizaciones criminales diferentes de gansters, de la Cosa Nostra pasaron a denominarse erróneamente en los medios de comunicación como Mafia, acrecentando su leyenda y desvirtuando sus señas de identidad. Esta doble ubicación de la Mafia en Sicilia y U.S.A. propició la colaboración entre ambos lados del Atlántico, ayudando a los norteamericanos durante la Segunda Guerra Mundial a invadir Italia y derrocar al fascismo. Incluso la Mafia propició un movimiento secesionista de Italia, reivindicando la anexión de la isla de Sicilia a los Estados Unidos de América. Con posterioridad en su afán expansionista, la mafia siciliana se alió con la democracia cristiana en Italia, dando un salto de gigante en su influencia en la vida pública de toda Italia y que se está cerrando hoy en día con las más escandalosas corrupciones de la historia contemporánea. Paulatinamente van emergiendo nuevas noticias sobre las implicaciones de los políticos italianos comprados por la mafia y que alcanza a las más altas instituciones del país.
LA MASONERÍA
De entre las órdenes iniciáticas secretas quizás sea la masonería la única que haya alcanzado un expansión universal y con más de diez millones de miembros repartidos por los cinco continentes sea el momento de apearla de este calificativo de secreta y trocarlo por discreta. Es así mismo la que ha alcanzado un mayor prestigio, posee, en su conjunto, una historia muy positiva y ha estado vinculada al libre pensamiento, la democracia y la libertad, influyendo enormemente en el imperante laicismo de la sociedad en los últimos siglos, razón que le llevo a ser perseguida por las fuerzas reaccionarias. Poco o nada se sabe cómo y dónde surgió esta orden iniciática, cada historiador nos fecha su aparición en épocas diferentes y en condiciones muy diversas. Lo cierto es que con datos históricos contrastables, se puede fechar en la Edad Media en el gremio de constructores de edificios religiosos, militares o grandes mansiones de la nobleza, la iglesia y la corte. La masonería actual, que aunque sigue la tradición de aquella otra masonería "operativa" o de constructores, germinó en Londres en el año 1717 cuando cuatro logias londinenses acordaron unirse en una Gran Logia. Ahí fechan todos los autores el comienzo de la masonería "especulativa" o moderna. Ya no se trata de construir grandes edificios, sino de construir el templo de la Humanidad. A lo largo de la Edad Media, los masones operativos fueron dando entrada en sus logias a personas que por su profesión o conocimientos podrían enriquecer al grupo de constructores. Entre los aceptados había clérigos, médicos y otros tipos de profesionales que podían auxiliarles tanto en lo espiritual como en lo mundano. Con el tiempo, trascurridos probablemente centurias, estos masones aceptados fueron siendo mayoría en muchas logias y paulatinamente fueron cambiando la filosofía de la logia aun cuando respetaran en sus trabajos los utensilios de la construcción utilizándolos de un modo simbólico. No hay una definición exacta y universal de qué es la masonería, aquí vamos a exponer una de las muchas existentes, elaborada por un masón casi anónimo de la Respetable Logia "Gipuzkoa Fraternidad" al oriente de San Sebastián en los valles de España, perteneciente a la Gran Logia de Francia y que pueden encontrarla extensamente explicada y documentada en esta misma web en la sección de "Planchas masónicas": "LA MASONERÍA ES UNA FRATERNIDAD UNIVERSAL E INICIATICA, A LA QUE SE ACCEDE A TRAVÉS DE UN RITO ESOTÉRICO, QUE TIENE COMO PRECEPTO LA TOLERANCIA, ASPIRA AL PERFECCIONAMIENTO ÉTICO Y ESPIRITUAL DEL SER HUMANO, UTILIZANDO COMO VÍA EL SIMBOLISMO, DECLARA LA EXISTENCIA DE UN PRINCIPIO REGULADOR DEL MUNDO AL QUE DENOMINA GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO, Y TIENE COMO FINALIDAD FUNDAMENTAL EL DE LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD” Los masones han sido perseguidos casi desde el comienzo de su andadura, acusados sin pruebas de sincretistas, revolucionarios, poder en la sombra y un larga e interminable lista de calificativos. Sus más acérrimos enemigos han sido además de la Iglesia Católica, la práctica totalidad de los gobiernos dictatoriales que han existido en todo el orbe, destacando Hitler, Franco o Stalin entre los muchos de este siglo pasado. La Iglesia Católica los excomulgó pocos años después de su aparición y han seguido condenados hasta hace muy pocos años en que su nombre desapareció en silencio de la lista de anatematizados. La Masonería es la Institución que cuenta con mayor número de Premios Nóbel, contando con siete Nóbeles de la Paz y muchos otros en las diferentes ramas del saber. Es de destacar que la Masonería como orden universal no tiene ningún líder, ningún dogma y rechazan el proselitismo, tres características propias de todas las sectas y sin embargo han sido en múltiples ocasiones acusados de ser una secta secreta. Así mismo la masonería como Institución no participa en ningún conflicto de la vida profana de tipo político, económico o religioso, si bien sus miembros, como seres libres que son, tienen en alguna medida la obligación ética de trascender a la vida profana para expandir los grandes principios humanistas de los que son portadores. A lo largo de estos tres últimos siglos, son cientos, miles los masones que han influido en la sociedad, colaborando en el instauración de las democracias, la libertad, la cultura y la tolerancia. Así se constata que en los campos de la política, el pensamientos, las artes, la ciencia, los medios de comunicación, el humanismo, la milicia o la economía, han estado presentes eminentes hombres de adscripción masónica, influenciando positivamente en la evolución de la sociedad moderna.
OPUS DEI
El Opus Dei, obviamente, NO ES una sociedad secreta, con figura jurídica de prelatura forma parte de la estructura jerárquica de la Iglesia Católica, si lo incluimos aquí es por ese halo de misterio y profundo desconocimiento que lo envuelve, el enigma que encierra para el gran público en general y los católicos en particular y la discreción de sus integrantes que raramente manifiestan su pertenencia a la Institución, lo que ha llevado a algunas persona a definirlo como la masonería blanca y ha generar una leyenda de sus influencias sociales y políticas. Y si bien el Opus Dei no es una sociedad secreta, si puede definirse como una Institución discreta que cuenta con alrededor de 85.000 miembros distribuidos por toda la faz de la Tierra sin declarar su pertenencia a la Institución. Fue fundado en Madrid el 28 de octubre de 1928 por el Beato José María Escrivá Balaguer y es de esperar que le próximo mes de octubre del presente año sea santificado por el Sumo Pontífice. La Obra, como gustan en llamar a esta Institución Católica sus más allegados, tiene tres grados de integración o colaboración y una pronunciada fraternidad entre ellos: Cooperadores, Supernumerarios y Numerarios; Los cooperadores noson miembros propiamente dicha, sino personas que cooperan con la Obra, son personas cercanas pero no admitidas en la Obra, pueden, incluso, no ser católicos, pero que ayudan o colaboran de algún modo en algunas de sus empresas apostólicas o sociales. Son por lo general hombres y mujeres que normalmente acuden a sus centros con regularidad a recibir formación cristiana. aunque mucho de estos cooperadores nunca entran a formar parte del Opus Dei por esta fase se inícian la mayoría de los supernumerarios antes de ser aceptados como tales. Los supernumerarios son personas integradas en el diario quehacer de la Institución, personas de la casa, cuentan con un preceptor y acuden semanalmente a los retiros, instrucción y charlas en sus centros, pueden ser casados y llevar una vida familiar normal, colaboran activamente con la Institución y anualmente acuden a una o dos veces a convivencias en lugares recogidos para profundizar en la vivencia personal de la búsqueda de Dios, acuden diariamente a misa y se confiesan no menos de una vez por semana. La diferencia más concreta con los numerarios es su carencia de disponibilidad, ya que estos viven el espíritu de la Obra, según ellos, santificando las circunstancias ordinarias de la vida, sin cambiar su estado familiar, social y laboral. Por último esta los numerarios, hombres y mujeres célibes que entregan su vida a la Obra, viviendo en comunidades separadas por sexos. Son los numerarios la columna vertebral de la Orden, son generalmente licenciados universitarios, a este estamento pertenecen los sacerdotes, los directores de los centros y los máximos exponentes de la Obra, su disponibilidad es total, se trasladan a requerimiento de la Obra a los lugares donde se crea necesaria su presencia, hacen apostolado, entregando sus emolumentos a la Orden y practicando una vida totalmente comunitaria. Muchos de ellos trabajan en empresas de todo tipo, desempeñan profesiones liberales o se dedican al trabajo en los propios centros de la Obra, manteniendo la disponibilidad total ante la Institución. Teóricamente la finalidad de la Obra es vivir de acuerdo con su Fe, dando ejemplo de un comportamiento cristiano, lo que le ha creado enormes antipatías entre los abundantes fariseos católicos, esos que dicen pertenecer a la Iglesia pero no practican su doctrina, amparándose en la comodidad y las contradicciones de los clérigos que en demasiadas ocasiones predican un evangelio a la medida de sus consumidores. Curiosamente el Opus Dei tiene sus mayores detractores en el mismo seno de la Iglesia Católica, lo cual no está exento de una cierta envidia y un cierto temor, ya que es perceptible que día a día su influencia es mayor en el seno de la Iglesia y hoy que se constata una retroceso general en la vocaciones sacerdotales y en la vivencia comprometida de la fe, la Obra sigue creciendo de forma inequívoca. Su labor apostólica desde su génesis ha estado fundamentalmente dirigida a los estudiantes de donde históricamente se han nutrido de nueva savia que ha engrosado sus filas, les ayudan en sus estudios, fomentando el valor supremo del trabajo y sembrando en ellos la búsqueda de Dios en todos sus actos . La cosecha de décadas de dedicación al mundo de la enseñanza les ha dado frutos muy valiosos y quizás de ahí proviene esa imagen de elitistas y culta de la que gozan. Pocas instituciones universales contarán con personas más cualificadas en las distintas ramas del saber que el Opus Dei, de donde emana esa omnipresencia tan temida por el resto de las congregaciones católicas y el apelativo de masonería blanca. Quizás sea esta gran influencia en la sociedad lo que le ha proporcionado al Opus Dei ese halo de misterio, el temor hacia ellos y esas críticas soterradas de Sociedad Secreta de fines inconfesables que ha llevado a algunos países como Alemania, a prohibirlos, acusándolos de ser una secta y que tras varias demandas legales, ganaron el derecho a establecerse en aquel país. Quienes se han acercado a ellos sin prejuicios, han descubierto una Institución volcada en buscar a Dios en el trabajo y la vida cotidiana, obedientes con la Jerarquía Eclesiástica, consecuentes con los evangelios y nada flexibles con los principios tradicionales del catolicismo. Si hay algo más que desconocemos de la Obra, tal y como sus detractores afirman, algún día se sabrá y sí así fuera, entonces sí tendrá méritos propios para estar en esta sección de Sociedades Secretas, mientras, por honestidad crítica, sólo podemos decir que es una Institución católica y discreta en su afiliación.
PRISCILIANO
Es difícil documentar si los seguidores del druida Prisciliano formaron o no, una "Sociedad Secreta", pero lo cierto es que tuvo seguidores y estos velaron su existencia a los ojos extraños. El nacimiento del priscilianismo se enmarca en la época final de la "bagauda" chispa de furia campesina que tuvo como bandera y meta el ataque a los ricos latifundios y que prendió con fuerza en tierras gallegas. Los priscilianistas en su "herejía" denunciaban la santa alianza de la Iglesias con el poder temporal, sembraron sus raíces entre las capas populares mal romanizadas de Galicia y el Duero, Preocupados por la anarquía, la Iglesia y el Estado formaron un frente común para silenciar a los disidentes, reprimiendo el credo profético de Prisciliano a la vez que el movimiento "bagauda" terminaría aplastado bajo el peso de las tropas germanas a sueldo de Roma. Prisciliano nació hacia el año 349 en Iria Flavia en el útero mismo de la Galicia esotérica y mágica, frente a la Costa de la Muerte el lugar donde el Sol va a morir cada día, hundiéndonse en la aguas del océano del Mar Tenebroso. Iria Flavia es por aquel entonces un mítico lugar de ancestrales cultos celtas, enclavada en un altozano que pareciera un gigantesco menhir, se decía que era lugar de peregrinación de los druidas del continente, última etapa de su iniciación antes de llegar a los confines del Finisterrae. Sabemos que aquel joven gallego empujado por su pasión por el gnosticismo conoció a Ágape y Marcos, discípulos de Basilides, hombre clave del hermetismo maniqueo más esotérico, fue Prisciliano también discípulo de Delphidius catedrático de retórica y poeta, considerado descendiente directo de los druidas. Prisciliano fundo en Burdeos, junto con Elpidio una comunidad de pensadores, vestían túnicas blancas y se dedicaban, entre otras muchas labores, a la recolección de piedras sagradas (abraxas) en antiguas cuevas prehistóricas de Aquitania. Amantes de la noche, trabajaban a la luz de la luna para incrementar la luminaria del fuego, tal como hacían los antiguos celtas que adoraban el plenilunio. Expulsados de Aquitania por acusaciones de brujería, Prisciliano condujo a sus seguidores a la céltica Galicia, la cuna del paganismo, pero ni en su mágica tierra se vio libre de sus enemigos y fue acusado junto a Prócula de escándalo amoroso. Muchos historiadores sostiene que Prócula fue la inspiradora de la elección de la copncha de vieira como símbolo del peregrinaje jacobeo. Jamás se rindió Prisciliano a las falsas acusaciones de sus enemigos, llegó a ser obispo de Ávila, predicó la pobreza como virtud y los evangelios apócrifos, ampliando con el paso del tiempo el número de sus seguidores que reclutaba entre las elites culturales y de poder. Fue tan grande su influencia que fue perseguido por las más altas instancias de la iglesia hasta que lograron su condena a muerte tras sufrir grandes torturas acusado de maniqueo, hermetista y llegando a decirse de él que era la reencarnación de un brujo druida de la prehistoria gallega. La cabeza de Prisciliano rodó en Tréveris en la primavera del año 385 ante los extasiado ojos de un público que no entendía lo que estaba pasando. Con Prisciliano muere su historia y nace su mito. Cuatro años más tarde un grupo de seguidores gallegos llega a la cuidad alemana de Tréveris a reclamar el cuerpo de Prisciliano y sus discípulos para transportarlos a su hermética tierra de druidas y darle cristiana sepultura. Con él muere la leyenda herética y nace la secreta historia de Prisciliano y sus discípulos. El cuerpo es llevado a hombros a lo largo de la Galia y la Hispania, recorriendo "casualmente" un itinerario que con el paso de los siglos se convertirá en la ruta jacobea, el hoy popular Camino de Santiago. Prisciliano fue inhumado en su tierra natal, Iria Flavia. Muy posiblemente sus restos mortales pasarían siglos después a la cripta de la catedral de Compostela bajo el velo protector de la leyenda de Santiago Apóstol. Casi nada se puede afirmar del silente trabajo de sus seguidores, si fueron ellos quienes trazaron la ruta jacobea o esta ya era un itinerario druida anterior, si los restos que hoy se atribuyen a Santiago Apóstol son lo de Prisciliano, si lo Cátaros, Masarríes o los Templarios que surgieron años después eran seguidores de este gnóstico o si aún hoy otras Sociedades Secretas siguen sus postulados o algunos de ellos, como es el caso de la masonería. Sea como fuere, Prisciliano creó un Escuela Gnóstica de grande influencia en los años posteriores, escuela que proclamaba la liberación a través del conocimiento, en contraposición a la salvación a través de la fe. Como dicen los gnósticos: El que sabe calla... y en esas estamos.
LOS SUFÍS
Los desconocidos SUFÍS aparentan ser de procedencia musulmana y muy probablemente árabes, aunque del mismo modo que los masones libres y aceptados se acomodan a cualquier tipo de religión, los sufís actúan del mismo modo, de hecho, aunque se conoce el Islam como "caparazón" del sufismo, es porque consideran al sufismo como la enseñanza secreta contenida en todas las religiones. La palabra sufí puede proceder de suf que en árabe significa "lana" y puede que haga referencia a las humildes vestimentas usadas por los primeros miembros de esta escuela esotérica. Sin embargo los sufís forman una antigua masonería espiritual cuyos orígenes nunca han podido ser fechados ni averiguados, como toda escuela de tradición oral se mezcla la leyenda y la historia real de su verdadera génesis, contentándose en indicar que sus ideas han estado presentes en distintos lugares y épocas. Sirva de ejemplo, que consideran a Esopo como uno de sus Maestros. Los sufís no están sujetos a dogmas, ni utilizan lugares específicos de culto, ni tan siquiera tiene un cuerpo doctrinal propio. Entre ellos se reconocen como "amigos" o "personas como nosotros", y a diferencia de los masones no tiene toque o palabras de paso, identificándose por medio de actitudes, costumbres o maneras de pensar. Las comunidades sufís giran en torno a un maestro pero no existen los grados entre sus miembros. Se puede rastrear la filosofía sufí, desde hace mas de tres milenios. Su mayor esplendor fue durante los siglos VIII al XVII, continuando hoy vigentes, como siempre lo han estado y esparcidos por todos los países de la Tierra, pero dado su carácter totalmente secreto es prácticamente imposible su reconocimiento para los no iniciados, a ello ayuda su máxima de "estar en el mundo, pero no ser del mundo" liberándose de ambiciones, codicias, jactancias intelectuales, dogmáticas obediencias o temores a seres de más lata jerarquía social o política. Su misticismo respeta todo tipo de religiones que contribuyan a la armonía social, ampliando las bases en que se asientan las religiones hacia una visión más noble y humana. Afirman que la luz emana de la propia experiencia humana y no de los argumentos filosóficos: "Aquel que prueba, sabe" Para los sufís lo válido es el carácter práctico de sus ideas y no las ideas mismas, la metafísica es totalmente inútil si no va a acompañada de una práctica humana. Algunos historiadores defiende la tesis de que la masonería tuvo como origen una sociedad sufí. Conocida en Inglaterra bajo el reinado de Aethelstan (924 - 939) e introducida en Escocia bajo el disfraz del gremio de artesanos a principios del siglo XIV gracias a los Caballeros Templarios. Su carácter secreto está fuera de toda duda, indaguen sobre ellos y observaran infinidad de contradicciones que se escriben, prueba del secretismo en el que se amparan.
LOS TEMPLARIOS
Salomón fue un rey culto e inteligente que gobernó Israel unos mil años antes del nacimiento de Cristo. Este rey sabio y justo edificó un templo en honor de Yahvé. Este templo fue construido utilizando los mejores materiales traídos desde todos los reinos conocidos en aquel entonces y, real o imaginario, esta construcción se dice que encubría bajo aspectos simbólicos todo el saber de la época. Así mismo se dice que todo el edificio era de proporciones exactas, de inmensa belleza y exuberantes riquezas. El Templo de Salomón respondía, pues, a un modelo y dimensión procedentes de la tradición gnóstica, esotérica e iniciática. Construido de forma concéntrica se hallaba en su centro el "Sancta Sanctorum" donde se custodiaba el "Arca de la Alianza", estando este recinto interior velado sin que nadie pudiera traspasar a su interior bajo pena de muerte. Cuatro siglos después este templo fue derruido por la tropas de Nabucodonosor y comenzó con esta pérdida la leyenda del Templo de Salomón. San Bernardo de Claraval monje perteneciente al Císter, conocido también como el último druida, fue el encargado de traducir y estudiar los textos sagrados hebraicos hallados en Jerusalem después de la toma de la ciudad en la primera Cruzada. Años después publicó un texto "De laude novae militiae", en que sugería la necesidad de unos monjes soldados que defendieran la fe por medio de la espada. Hugo de Payns era discípulo y amigo personal de San Bernardo y junto con otros ocho caballeros, entre los que se encontraba Andrés de Montbard sobrino del santo, fundaron la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo, más conocida como la Orden de los Caballeros del Temple. Se sospecha que San Bernardo encontró algo en aquellos documentos hebraicos y envió a los nueve caballeros a Jerusalem. En el año 1118 se presentaron ante el rey de Jerusalem, Balduino II y pidieron permiso para defender a los peregrinos de occidente que viajaban hasta allí a visitar los Santos Lugares, a cambio, les debían permitir residir en los terrenos que anteriormente ocupaba el Templo de Salomón. Pero curiosamente ni vigilaron los caminos ni defendieron a los peregrinos, se encerraron durante nueve años dedicándose exclusivamente, según dijeron, a la oración y a la meditación, sin sirvientes y sin dejar entrar a su recinto a nadie sin su consentimiento. Qué hicieron durante esos nueve años, qué encontraron, es un secreto que nunca nos fue revelado. Seis de ellos volvieron a Francia a solicitar la aprobación de sus estatutos en el concilio de Troyes. La regla de la Orden templaria terminó siendo redactada por San Bernardo quien los dotó de tantos privilegios que provocó las protestas de otras ordenes regulares. Esta primera Regla era pública y conocida y no existe ningún misterio sobre ella, es la llamada Regla Secreta la que ha suscitado a lo largo de la historia tremendas polémicas e hipótesis desconociéndose aún hoy la mayor parte de sus estatutos. Durante el proceso que sufrieron los últimos templarios Ganceraud de Montpezat declaró: "Tenemos tres artículos que nadie conocerá, excepto Dios, el diablo y los maestros", lo que pone de manifiesto preferían hacerse cortar la cabeza, antes que revelarlos. Hugo de Paynes, su primer Gran Maestro después de su triunfal recorrido por la tierras de Europa, retornó a Jerusalem, acompañado de trescientos caballeros, además de numerosos escuderos, dando comienzo a la gran expansión de la Orden del Temple. En menos de doscientos años la Orden llegó a contar con más de treinta mil miembros, nueve mil edificios y atesoró inmensas riquezas. Comenzaron pobres, compartiendo un caballo y lograron hacerse los dueños de toda Europa. Quizás la imagen que acuñaron de dos caballeros montando un único caballo, no fuera un símbolo de pobreza. Este animal representa la búsqueda de la sabiduría y los dos caballeros que lo comparten es la dualidad, clave de la sabiduría perenne, la igualdad de los contrarios, el bien y el mal, la vida y la muerte. Ideales gnósticos, sincretistas que muy probablemente y en secreto practicaron los templarios. No es descartable la sospecha de que la misión secreta de los templarios consistiera en unir la tres grandes religiones monoteístas que por aquel entonces dominaban el mundo conocido y a partir de ahí crear un poder universal. Algo similar a lo que siglos después propiciaron los masones en sus logias. Lo que sucedió después, su expansión, su inmenso poder, su leyenda, quizás sólo esconda el mayor de los misterios de los monjes soldados, el poder que llegaron a conseguir, hasta llegar a ser un estado dentro del estado y una iglesia dentro de la iglesia. Tanto poder, tanta riqueza despertó la envidias de reyes y papas. El año 1306 el Papa Clemente V llamó a consulta al último Gran Maestre conocido de la Orden del Temple, Jaques de Molay, acudiendo a la llamada del Papa acompañado de un séquito propio de un Rey. Tras entrevistarse con el Pontífice en Avignón, se dirigió a París donde en olor de multitud fue recibido por el empobrecido y envidioso rey de Francia, Felipe el Hermoso. Lo que ocurrió después, redadas, acusaciones, torturas y confesiones, jalonaron años de prisión y la condena final a morir en la hoguera al Gran Maestro y cincuenta y cuatro de sus acompañantes. Ya en la pira funeraria Jaques de Molay ante sus verdugos, minutos antes de morir, dirigiéndose a quienes lo habían condenado, los sentenció "La desdicha llegará pronto a quienes nos condenan sin justicia. Muero con esa convicción" Un mes después Clemente V moría de una dolencia extraña, ese mismo año Felipe el Hermoso moría arrollado por un jabalí y una muerte extraña alcanzó también al caballero que los había juzgado, Guillermo de Nogaret. Tras esa luctuosa jornada los Templarios desaparecieron llevándose en su diáspora sus secretos y alimentando aún más su secular leyenda. Algunos huyeron a buscar asilo en la lejana Escocia, integrándose en los gremios de constructores y probablemente creando la masonería, otros buscaron asilo en sus muchos refugios a lo largo del Camino de Santiago y otros fundaron en Portugal bajo el manto protector de Don Dinis la Orden de los Caballeros de Cristo. El Papa Clemente V ordenó que todos sus bienes se transfirieran a la Orden del Santo Hospital, sin embargo en España Fernando III el Santo cedió gran parte de esas posesiones a la Orden de Santiago que tanto es sus fines, vestimentas y blasones nos recuerda claramente al Temple. El Greco inmortalizó en sus lienzos a estos caballeros de la Orden de Santiago en "El entierro del Conde Orgaz" hoy expuesto en Toledo en la iglesia de Santo Tomé, cualquier profano que conozca mínimamente la simbología de los actuales masones, podrá observar como abundan en ese lienzo, mostrándonos junto a la singular cruz alargada de los caballeros de Santiago, escuadras compases y calaveras de clara simbología antes templaria y hoy francamasona. ¿Desaparecieron o siguen aquí entre nosotros?
EPÍLOGO
Hemos tratado de mostrar sólo un ramillete de algunas de las principales sociedades secretas que han existido a lo largo de la Historia, como muestra de esos poderes ocultos que siempre han existido, existen y seguirán existiendo. Puede parecer que estas organizaciones son frutos de otras épocas, que nada tiene que ver con nuestra cotidiana realidad, sin embargo, quizás estén más cerca de nosotros de lo que nos imaginamos, esa imperceptible línea invisible que sutilmente separa lo secreto de lo discreto y lo discreto de lo público, es demasiadas veces indemostrable hasta que con perspectiva histórica puede analizarse sin pasión y con absoluta objetividad.
Pueden ser cientos o miles las Sociedades Secretas que a lo largo de la historia se han desarrollado en todas las culturas, la más conocidas para nosotros son aquellas que habiéndose desarrollado en el mundo occidental, han dejado su impronta en nuestra sociedad actual o aún hoy siguen existiendo secreta o discretamente. Algunas de estas Sociedades tuvieron una vida efímera, otras una secular existencia; muchas, la mayoría, no tuvieron incidencia alguna en el devenir de la historia, otras han dejado su marca indeleble y aún hoy desconocemos el poder que ejercen. Aquí les ofrecemos sólo un pequeño ramillete, aquellas que por su impronta, su actualidad o por su trascendencia, merecen ser conocidas por el gran público. Destacando el perceptible paralelismo y ligazón que se observa entre unas y otras. Si se analiza detalladamente cada una de ellas, se observa que la línea que las separa es imperceptible y en ocasiones no sabemos dónde comienzan unas y dónde acaban otras. Saber si los sufís, los templarios, los asesinos, la masonería, la carbonería e incluso el Opus Dei beben de un mismo cuenco o sus similitudes son casuales es algo que aquí no nos atrevemos a sugerir. Son ustedes, amigos visitantes, si están interesados en el tema, quienes deben sacar sus propias conclusiones Tenemos en esta página como única intención ofrecer una breve explicación de lo que representa cada una de estas Sociedades Secretas, no pretendemos desarrollar un análisis exhaustivo y riguroso de cada una de ellas, pensamos que unas breves pinceladas sobre su realidad pueden servir para incentivar un inicial conocimiento sobre las mismas y que posteriormente el lector interesado en alguna de ellas, pueda recurrir a estudios más elaborados, amplios y rigurosos. Históricamente la larga sombra de este entramado laberinto de redes entre sociedades secretas ha sido inextricable en las épocas en que existieron, hemos visto que Templarios o Prisciliano, por poner sólo dos ejemplos, fueron reconocidos en principio como congregaciones o personas religiosas exentas de toda sospecha, sólo el tiempo fue desentrañando sus circunstancias íntimas y se hizo un poco de luz, aún cuando hoy, siglos después, poco o nada sabemos de su verdadero proceder y los fines y medios que emplearon para influir en sus sociedades respectivas y en el devenir de la historia. Quizás, sólo quizás, hoy estemos asistiendo al resurgimiento de nuevas sociedades secretas sin que nos demos cuenta, sociedades que pasado el tiempo, sus estudiosos y críticos irán desvelando sus recónditos secretos. Trataremos de indicar al final de cada una de ellas, algún lugar en la internet, si lo hubiera, que sea a nuestro juicio serio, riguroso o interesante, ayudándoles a ampliar su información.
ÍNDICE DE SOCIEDADES SECRETAS
¿QUÉ Y CÓMO LA SOCIEDADES SECRETAS??
ASSESSINOS
CARBONERÍA
GARDUÑA
MAFIA
MASONERíA
OPUS DEI
PRISCILIANO
SUFÍS
TEMPLARIOS
EPÍLOGO
¿QUÉ Y CÓMO SON LAS SOCIEDADES SECRETAS?
El secreto es parte de la esencia tanto del individuo como de las sociedades humanas, como mamíferos que somos tendemos a vivir en rebaño, pero la adquisición de la conciencia de ser todos nosotros únicos e irrepetibles, nos empuja a conquistar y defender un espacio de intimidad, un espacio íntimo en el que siempre ocultamos algo, igual que el resto nos lo oculta a nosotros. Ya desde la más tierna infancia vamos percibiendo que vivimos en un mundo propio, que ocultamos y nos ocultan partes del cuerpo, ocultamos algunos de nuestros actos y también nos damos cuenta que de nuestros sentimientos son diferentes a los de nuestros progenitores, que existen aspectos de la vida de éstos que no conocemos, que permanecen también ocultos a nuestros ojos. Es el equilibrio entre nuestra privacidad y nuestra vida social, lo oculto y lo público, el que irá determinando nuestra propia personalidad. Aquello que ocultamos, lo que revelamos y el respeto que mantengamos con los secretos del prójimo más próximo, marcará indeleblemente nuestro acomodo en el rebaño. Y si ciertamente esto es así en el individuo, ocurre otro tanto en el seno de la familia, se ocultan hechos para que no trasciendan al resto de la comunidad, adquiriendo el secreto un grado superior en nuestra escala social, ya no es solamente un secreto unipersonal e íntimo, sino un secreto compartido del que emana una fuerza aglutinadora que une a los miembros del clan con lazos de intimidad compartida, otorgándoles un sentido de pertenencia. Esta práctica defensiva e identidaria del secreto nos confiere a través del proceso de formación de nuestra personalidad seguridad y equilibrio emocional, es en definitiva un beneficio para nosotros tanto como persona individual como colectivo familiar. Con el tiempo vamos descubriendo que otras familias ejercen ese mismo secreto, que la convivencia social se basa en gran medida en ese equilibrio entre el derecho a lo privado y la obligación con lo público, entre lo oculto e íntimo contrapuesto a lo manifiesto y evidente. En nuestra aprendizaje nuestro profesores paulatinamente van compartiendo con nosotros parte de su conocimiento manteniendo oculta otra parte del mismo, en nuestro devenir profesional la empresa donde trabajamos nos va desvelando sus secretos en la medida que vamos ascendiendo en el escalafón, otro tanto ocurre en el sindicato, partido político, religión o cualquier otra asociación humana en la que participemos. Pronto somos conscientes que nuestro poder se basa en la información que tengamos del otro y en la cantidad de secreto que atesoremos. Somos, como dice el popular aforismo, dueños de nuestros silencios y esclavos de nuestras palabras. Y es en este proceso donde se van despertando esa curiosa fascinación que todos tenemos en distinta media por las sociedades secretas. Desconocemos, precisamente por su carácter secreto, dónde y cuándo surgieron las primeras sociedades secretas, aunque es fácil deducir que han acompañado siempre al hombre en su evolución social. Las sociedades secretas son parte esencial de la vida tribal. A lo largo de la historia en muchas partes del mundo han sido las sociedades secretas el medio de educar a los jóvenes en los valores y deberes ancestrales que exige la vida de adulto. Este deber colectivo relativo al secreto tribal ha sido tan necesario para mantener la identidad del clan como el secreto personal lo es para la identidad del individuo. En el mundo profano, ajeno a esta realidad, suele tender a confundirse las sociedades secretas con las denostadas sectas, mezclando conceptos de unas y otras, cuando en realidad son asociaciones diferentes y las más de las veces, totalmente opuestas. Las sectas tiene características propias que las definen entre las que no se encuentra el mito o leyenda en que casi siempre se apoya el secreto, que como veremos más adelante es una de las características más definitorias de las sociedades secretas. Por el contrario, la sectas se consolidan y mantiene a los largo de su existencia en torno a la sumisión de los adeptos hacia su líder, en general un falso iluminado que dicta los dogmas en torno a los cuales se desarrolla al vida de la secta, son dogmas de fe, verdades regaladas que deben asumirse como identidad comunitaria, no ejerciendo sus miembros el derecho de crítica al líder, donde las normas dictadas por él prevalecen sobre cualquier criterio individual, son acatadas por todos los individuos de la secta bajo pena de ser expulsados y anatematizados. Otra de las características definitorias de las sectas que las alejan de las sociedades secretas es su declarado afán de crecimiento a través del proselitismo al que están sujetos todos sus miembros, anteponen normalmente lo cuantitativo a lo cuantitativo, todo los contrario a las sociedades secretas donde se prima más la identidad intelectual, incluso el elitismo en detrimento de la cantidad. Las sectas mantienen mayores similitudes por sus características, más o menos acentuadas, con los partidos políticos y las distintas religiones, siendo a veces muy difícil marcar los límites que separan a las distintas sectas de estas organizaciones políticas o religiosas y sea esta similitud, quizás, la posible causa de los típicos sectarismos endogámicos que desgraciadamente tanto abundan en este tipo de organizaciones. Las sociedades secretas que se conocen, y son cientos a lo largo de la historia, tienen un tronco de peculiaridades similares entre sí y muy diferentes a las de las sectas e incluso, estas peculiaridades no son idénticas en todas las sociedades secretas debido entre otras cosas a que sus fines tampoco son los mismos. La más común de sus característica es el “secreto” que las define a todas ellas, pero este secreto varias en función de varios parámetros, la finalidad de la sociedad, la discreción necesaria para su supervivencia, el número de sus miembros o su influencia social. Es un abanico de grados tan amplio que sería imposible clasificarlo en grados, ya que en cada sociedad secreta el nivel de ocultamiento varia de una a otra e incluso varia dentro de la misma sociedad secreta de un país a otro dependiendo de la aceptación o rechazo social e incluso de las finalidades que también pueden variar en cada lugar y en cada momento histórico dentro de la misma sociedad secreta, este es el caso de la francmasonería donde no mantienen el mismo comportamiento en España, en Irán o en los Estados Unidos. Este secreto que las define no es común a todas ellas y va desde el secreto absoluto que es castigado su quebrantamiento con la muerte, caso de los Carbonarios; hasta la simple discreción de la identidad de sus miembros, caso por ejemplo de una sociedad pública y bien conocida como son los Alcohólicos Anónimos donde sólo se mantiene una discreción conveniente en sentido terapéutico de la identidad de sus miembros. Así mismo, entre la particularidades que distinguen a las sociedades secretas destaca en la mayoría de ellas el juramento exigido a todos sus miembros, la iniciación esotérica que marca en punto de inflexión de profano a miembro del grupo, el ritual que se desarrolla en todas sus reuniones, el lenguaje simbólico sólo reconocido por los miembros de la sociedad y que puede ser expresa de muy diferentes formas, tanto verbales como gestuales o estéticas, utilizado en muchas ocasiones como medio para reconocerse fuera del ámbito de las reuniones, en el mundo profano, la prueba previa a la iniciación en la que participaran un número indeterminado de miembros y que será la base para discernir la aceptación o rechazo del profano, la muerte alegórica parte del ritual de iniciación o de posteriores ritos de exaltación, las leyendas donde extraen la razón de su existencia y la filosofía que les orienta, la separación entre hombres y mujeres aunque a lo largo de la historia estas asociaciones han sido casi exclusivamente masculinas. Casi todas estas características se repiten con diferentes matices en casi todas las sociedades secretas, dándole una mayor importancia a algunas de ellas en función de las finalidades propias de cada una de las sociedades. En lo que difieren sustancialmente estas sociedades secretas es en los fines que persiguen. La sociedad profana en general siempre ha tenido junto con esa curiosa fascinación hacia las sociedades secretas un marcado recelo, se supone que el mero hecho de esconder su pertenencia o la propia ocultación de la existencia de la sociedad es ya lo suficientemente demostrativo de la maldad de sus fines, pero eso no es así, hay sociedades esotéricas con infinidad de motivaciones, pueden ser sociedades secretas nacidas para el crimen como la Mafia o la Garduña, otras lo han sido de tipo político o revolucionario como la Carbonería, racistas o xenófobas como el Ku Klux Klan, patrióticas como La Orden de Orange, religioso militares como los Templarios o los Assessinos, exclusivamente religiosas como los Sufís, filosóficas como Eleusis, profesionales como los Masones operativos de la Edad Media, filantrópico o filosóficas como los Francmasones actuales en sus diferentes obediencias y países. En definitiva una larga lista de finalidades imposible de enumerar. Muchas de estas sociedades han sido secretas en determinados momentos históricos por la persecución de que eran objeto por los poderes públicos o religiosos, pasando a ser conocidas o incluso a desaparecer cuando se han superado el momento histórico o las causas adversas en las que germinaron, otras han evolucionado a formas diferentes, es el caso, por ejemplo, de la mafia que nació como una sociedad patriótica y terminó siendo una asociación criminal. Es por tanto imposible el trata de generalizar al conjunto de las sociedades secretas más allá de las vagas peculiaridades que las definen, siendo necesario si queremos saber algo realmente cierto sobre ellas, estudiarlas una a una y no caer el juego fácil de creer que conocida una, todas conocidas. Veamos pues unos cuantos ejemplos de diferentes sociedades secretas.
LOS ASHASHINS o ASSESSINOS
Los ASESINOS deban quizás este erróneo apelativo a la involuntaria equivocación de Marco Polo al traducirlo de la palabra persa "Ashashins". Fue Marco Polo el primer europeo que narró en occidente las costumbres de esta sociedad secreta de los ashashins y su Jardín del Paraíso. Nosotros en nuestro trabajo hemos optado por denominarlos Assessinos (palabra más acorde con su denominación de origen y que según algunos estudioso de este tema podría significar "fumadores de hashish") Estos assessinos o Guardianes de la Tierra Santa son o fueron una Sociedad Secreta islámica casi idéntica a la Orden del Templo, nació en Persia en el siglo XI como orden religiosa. Los Assessinos fueron la facción más extremista del grupo religioso ismaelita (chiitas), musulmanes gnósticos de influencia zoroástrica que disputaron la herencia de Mahoma a los sunnitas ortodoxos, defensores del califato de Bagdag como el legítimo líder del Islam. La facción ismaelita apoyaban a los imanes como los legítimos herederos y sucesores espirituales del profeta. Estos musulmanes de acentuada influencia gnóstica defendían el sentido esotérico del Corán, igual que los cabalistas judíos defienden el sentido esotérico de la Biblia. Estaban convencidos de que los imanes poseían el conocimiento que emana la luz divina, trasmitida desde Adán a través del profeta Mahoma. La Orden de los Ismaelitas fue fundada en el año 760 por Ismael, futuro imán legítimo, desheredado, al haber sido sorprendido bebiendo vino a pesar de la prohibición coránica. Ismael se convirtió de este modo en el Imán Oculto, predicó a lo largo del mundo musulmán una interpretación simbólica del Corán, Siglos después, los herederos de esta doctrina fundaron una sociedad secreta de naturaleza político-religiosa, llamada de los Assessinos. La doctrina de los assessinos se fundamentaba en el hermetismo, la cábala y la gnosis. Poseían en Alamont un importante observatorio astronómico y una inmensa biblioteca de ciencia y filosofía donde abundaban los tratados alquímicos, cabalísticos y gnósticos. El primer Gran Maestre conocido de los assessinos fue Hassan el Sabbah, conocido como el Viejo de la Montaña. Refugiado con sus discípulos en el fuerte Alamont, en una zona casi innaccesible de las montañas de Irán. Cuenta la leyenda que construyó junto a su castillo un jardín semejante al Paraíso de Mahoma con sus correspondiente huríes de ojos rasgados negros. Sus discípulos gozaban una especie de vacaciones en aquel paradisíaco lugar como premio, entre misión y misión, tras haber cumplido sus ordenes de asesinar a algún enemigo. La traición o ruptura del silencio que guardaban celosamente de sus secretos, era duramente castigado, aquel que divulgara la existencia del grupo era condenado a muerte. El conocimiento de esta secta generó un leyenda terrorífica que se extendió por todo el orbe, cargando sobre ellos todos los magnicidios que se sucedían por Asia y Europa. La estructura y graduación de los assessinos era asombrosamente similar a la de la Orden del Templo. Los grados de poder eran equivalentes, el Viejo de la Montaña se correspondía con el Gran Maestro, los Dais a los Grandes Priores, los Refik a los caballeros, los Fidavi a los escuderos y los Lassik a los simples hermanos sirvientes. Pero son la analogía de sus indumentarias loa que hace evidente el parecido entre ambas Ordenes, ambos vestían capas blancas sobre las que portaban un distintivo rojo; la pretina los assessinos y la cruz los templarios. Ambas ordenes estaban relacionadas con la construcción, los edificios octogonales son patrimonio de ambas ordenes iniciáticas. Igual que los masones del medievo, en todos los cultos evolucionados los hombres han tenido la necesidad de levantar templos que inmortalizaran la presencia de la divinidad. Los que tallaban la piedra, levantaban monumentos sagrados utilizaron para la trasmisión de su arte una enseñanza iniciática que no pudiera ser emulada. La ubicación, la orientación, su simbología, especialmente elegidas en relación con antiguos cultos a las fuerzas telúricas son una constante que se repite en las sociedades secretas iniciáticas desde la construcción del Templo de Salomón, lo que nos lleva a suponer que todas ellas tienen algún tipo de parentesco esotérico. Los assessinos organizaron los Taouq, corporaciones de constructores que, después de una laboriosa iniciación, estaban capacitados para levantar templos y castillos con técnicas precisas y que se remontan al igual que el Templo de Salomón al antiguo Egipto. En sus estatutos secretos se recoge; "Allá donde construyáis grandes edificios, practicad los signos de reconocimiento". Ello nos recuerda a los Templarios y sus sucesores los francmasones que actuaban del mismo modo. Si los Templarios, como todo parece indicar, aprendieron de los assessinos su organización piramidal, y sus reglas secretas de la construcción, no sería extraño que también de ellos aprendieran los conocimientos de la cábala, la gnosis y la alquimia, lo que les propicio alcanzar su peculiar posición en la Europa medieval cristiana. El saber es poder, y el saber oculto otorga a quienes lo practican un aura de dioses o demonios. Gran parte del misterio que envuelve a assessinos y templarios y más tarde a francmasones, radica en el conocimiento de ciertos saberes inaccesibles a los profanos. Y es en este terreno del saber oculto donde germinan las leyendas, la hermenéutica que rodea a estas sociedades secretas. Los iniciados saben que los mensajes que les conducirán al Conocimiento han de hallarlos entre el simbolismo de la sabiduría antigua, el hermetismo, la cábala y la gnosis y el sendero que lso conducirá hasta él ha sido marcado por los assessinos, los templarios y la antigua francmasonería. Para los assessinos la dualidad eran las dos caras de una misma cosa, cielo e infierno eran lo mismo, el bien y el mal no existiría fuera de la virtud de la obediencia ciega al imán. Su historia sus secretos, sus escritos y rituales se perdieron en el siglo XIII cuando el último Viejo de la Montaña conocido, se rindió a los mongoles de Ganghis Khan. Algunos de los discípulos assessinos consiguieron salvarse refugiándose en la India, de ellos algunos refundaron la orden ismaelita cuyo actual imán es el Agha Khan, de los otros, si es que aún existen, nunca más se supo.
CARBONERIA
No está bien documentado el origen de la Carbonería, se data su constitución en torno al año 1814 en Italia, probablemente por masones franceses disidentes, enfrentados a Napoleón. Sus orígenes masónicos no ofrecen muchas dudas, sus ritos, su iniciación y su simbología de antiguos leñadores, son, con ligeras variantes, muy similares a los utilizados por la Francmasonería, no es por tanto de extrañar que haya sido conocida la Carbonería como la "Masonería Forestal" o masonería de la madera en contraposición a la masonería tradicional de la piedra, conociéndose bastantes casos de personas que militaban en ambas hermandades. Lo que sí diferenciaba notablemente a Carbonería de Masonería era la finalidades de ambas, la Carbonería desde su orígenes, nació con vocación beligerante y combativa, enfrentada al poder absolutista y contra el invasor austriaco, su desarrollo posterior propicio la lucha revolucionaría de todo tipo, siendo germen de generaciones de anarquistas, comunistas y nacionalistas revolucionarios, en América Latina fueron los carbonarios quienes agitaron violentamente la bandera de la independencia de la metrópoli, siendo los masones quienes encauzaron esa agitación a modos más "civilizados" de convivencia. Esta impronta de continua agitación social permanente ha calado en el devenir histórico de muchas sublevaciones revolucionarias, enfrentadas en todo momento con o sin motivos objetivos, a los poderes civiles y religiosos. Su finalidad era como se lee en algunos de sus documentos: La subversión total que comenzará por destruir la Santa Alianza, destronar a todos los Borbones y arruinar la burguesía poseedora; destruir el orden social actualmente preponderante, por todos los medios y lo más rápidamente posible. La carbonería se extendió pro toda Europa y Hispanoamérica con gran profusión, destacando por su importancia, además de Italia, en Polonia, Alemania, Francia y España: Italia: se puede afirmar sin mido a equivocarse, que la unidad del país es su gran obra. Mazzini, Garibaldi, Pellico son algunos de los insignes carbonarios de este periodo histórico. Hoy día, quizás ignorándolo, muchos movimientos revolucionarios de finales del siglo XX han seguido miméticamente esa doctrina revolucionaria nacida en las "barracas" carbonarias y como "buenos primos" se han juramentado en la ley del secreto, la agitación permanente y la obediencia ciega revolucionaria.
LA GARDUÑA
La Garduña nace, se desarrolla y muere en España y sus colonias, desde mediados del siglo XV hasta el siglo XIX siendo esta organización secreta la pionera de otras muchas sociedades criminales que fueron germinando a través de la Historia. No es por casualidad que la camorra napolitana nació en una época en que Nápoles y sus territorios pertenecían a la Corona Española. Durante ese tiempo los marginados estaban juramentados y mancomunados en el seno de esta sociedad secreta creada para delinquir. En ese pasado, el esoterismo alcanzaba hasta los bandidos. Ritos de admisión, palabras de paso, símbolos esotéricos, gestos de reconocimiento, propias de las sociedades secretas iniciaticas, eran también compartidas por poderosos gremios de delincuentes. Cabe destacar que el símbolo de reconocimiento eran tres puntos tatuados en la palma de la mano. Este símbolo pasó a la camorra italiana y, al mismo tiempo, es patrimonio de otras sociedades secretas como la masonería. La Hermandad de la Garduña fue fundada probablemente en Toledo. Fue germinando en diversas bandas incontroladas que asaltaban y robaban las casas de los "moros" y los judíos para, según se excusaban, ayudar a la Inquisición. En la Garduña coexistían hombres y mujeres, ocupando cada uno de ellos diferentes "oficios" o grados, con diferentes denominaciones; así entre los aprendices se encontraban los chivatos, fuelles, soplones y coberteras se dedicaban a espiar y atesorar información; las sirenas se encargaban de seducir a víctimas masculinas; En el segundo grado o de compañeros, estaban los floreadores que eran los encargos de los robos y los punteadores y guapos encargados de asesinar a las victimas. Los postulantes recaudaban los tributos antecedente claro del llamado impuesto de "protección" o el más reciente impuesto "revolucionario". Así mismo existían jefes de provincias llamados capataces, maestros o ancianos, eran los encargados de la iniciación de los nuevos adeptos y en la cúspide se encontraba el Gran Maestro, poder absoluto de la organización. La Garduña, como luego imitó la Cosa Nostra en USA, operaba con casi total impunidad, entre sus afiliados y colaboradores contaba con gobernadores, jueces, alcaldes y hasta directores de prisión. A lo largo de su andadura la Garduña se disimuló como una orden religiosa, arrogándose el derecho divino a robar y asesinar. Como todas las sociedades esotéricas de la época, la Garduña no tenía al parecer documentos escritos ni estatutos, a través de la iniciación y las siguientes elevaciones de grado, se iban comunicando a sus miembros las palabras secretas, los toques y signos de reconocimiento. La traición a estas normas no escritas, se pagaba con la vida, conociéndose algunos casos en que miembros que la hermandad fueron ajusticiados por haber actuado sin la previa autorización de sus maestros. Y si bien no tenían documentos escritos relativos a su organización, la vanidad de sus últimos Grandes Maestros les llevó a escribir el llamado Libro Mayor donde narraban en tono heroico las fechorías llevadas a cabo. Este libro de historia negra plagado de raptos, robos y asesinatos, fue descubierto en el año 1821 en la casa del Gran Maestro Alfonso Cortina. Como consecuencia de este hallazgo fueron juzgados y ejecutados en la Plaza Mayor de Sevilla, el 25 de noviembre de 1822 El Gran Maestro, sus lugartenientes y otros garduñistas reconocidos. Lo que ocurrió después y hacia donde derivó esta Sociedad Secreta es un misterio, si bien al rastrear las distintas sociedades secretas delictivas como la Camorra, la Mafia o la Piratería Caribeña y otras muchas que se sucedieron a lo largo de la historia, se pueden encontrar demasiadas similitudes con esta Hermandad criminal.
LA MAFIA
Quizás sea La Mafia la más popular de la Sociedades Secretas criminales, cientos de películas y libros nos han hablado de ella, mezclando o aglutinando bajo este nombre a otras sociedades delictivas como la camorra, la cosa nostra e incluso hoy se utiliza esta acepción para denominar a cualquier grupo criminal organizado. Sin embargo, la Mafia en su remoto origen era una organización nacionalista y popular de Sicilia. Germinó como respuesta a las distintas dominaciones que se sucedieron a los largo de la historia siciliana, árabes, normandos, españoles, napolitanos. La Mafia moderna y criminal germinó en el siglo XIX a través del caciquismo tiránico de algunos terratenientes. Paulatinamente se fueron invirtiendo las funciones de la mafia y lo que en un principio constituía un movimiento defensivo popular contra la explotación despótica del invasor, se trocó en un instrumento de explotación despótica de su propio pueblo. El análisis pormenorizado de su modos de actuación básicos, nos recuerdan a los de la Garduña, juramentados bajo la ley del silencio (omerta), leyes internas implacables contra los traidores y la asociación o compra de personalidades influyentes (piovra). No obstante la mafia mantiene particularidades propias, como son el significado de la familia, la venganza, etc. Quizás no sea ajeno a este giro al mimetismo o las influencias de la Garduña a través de la Camorra napolitana, sociedades secretas criminales que le precedieron y que convivieron en el mismo marco geográfico. La Mafia alcanzó su esplendor y mayor popularidad tras la emigración italiana hacia los Estados Unidos, donde más de un millón de sicilianos se establecieron en pocos años. Allí encontraron un vasto y fértil campo de actuación que comenzó con la Ley Seca y se fue extendiendo a otros muchos sectores de la economía sumergida de aquel entonces, prostitución, juego, drogas etc. En Estados Unidos la Mafia trastocó su señas de identidad, superando el concepto de familia y dando entrada en sus filas a delincuentes ajenos a sus familias, italianos de otras regiones e incluso individuos de otras nacionalidades. Una mezcla de organizaciones criminales diferentes de gansters, de la Cosa Nostra pasaron a denominarse erróneamente en los medios de comunicación como Mafia, acrecentando su leyenda y desvirtuando sus señas de identidad. Esta doble ubicación de la Mafia en Sicilia y U.S.A. propició la colaboración entre ambos lados del Atlántico, ayudando a los norteamericanos durante la Segunda Guerra Mundial a invadir Italia y derrocar al fascismo. Incluso la Mafia propició un movimiento secesionista de Italia, reivindicando la anexión de la isla de Sicilia a los Estados Unidos de América. Con posterioridad en su afán expansionista, la mafia siciliana se alió con la democracia cristiana en Italia, dando un salto de gigante en su influencia en la vida pública de toda Italia y que se está cerrando hoy en día con las más escandalosas corrupciones de la historia contemporánea. Paulatinamente van emergiendo nuevas noticias sobre las implicaciones de los políticos italianos comprados por la mafia y que alcanza a las más altas instituciones del país.
LA MASONERÍA
De entre las órdenes iniciáticas secretas quizás sea la masonería la única que haya alcanzado un expansión universal y con más de diez millones de miembros repartidos por los cinco continentes sea el momento de apearla de este calificativo de secreta y trocarlo por discreta. Es así mismo la que ha alcanzado un mayor prestigio, posee, en su conjunto, una historia muy positiva y ha estado vinculada al libre pensamiento, la democracia y la libertad, influyendo enormemente en el imperante laicismo de la sociedad en los últimos siglos, razón que le llevo a ser perseguida por las fuerzas reaccionarias. Poco o nada se sabe cómo y dónde surgió esta orden iniciática, cada historiador nos fecha su aparición en épocas diferentes y en condiciones muy diversas. Lo cierto es que con datos históricos contrastables, se puede fechar en la Edad Media en el gremio de constructores de edificios religiosos, militares o grandes mansiones de la nobleza, la iglesia y la corte. La masonería actual, que aunque sigue la tradición de aquella otra masonería "operativa" o de constructores, germinó en Londres en el año 1717 cuando cuatro logias londinenses acordaron unirse en una Gran Logia. Ahí fechan todos los autores el comienzo de la masonería "especulativa" o moderna. Ya no se trata de construir grandes edificios, sino de construir el templo de la Humanidad. A lo largo de la Edad Media, los masones operativos fueron dando entrada en sus logias a personas que por su profesión o conocimientos podrían enriquecer al grupo de constructores. Entre los aceptados había clérigos, médicos y otros tipos de profesionales que podían auxiliarles tanto en lo espiritual como en lo mundano. Con el tiempo, trascurridos probablemente centurias, estos masones aceptados fueron siendo mayoría en muchas logias y paulatinamente fueron cambiando la filosofía de la logia aun cuando respetaran en sus trabajos los utensilios de la construcción utilizándolos de un modo simbólico. No hay una definición exacta y universal de qué es la masonería, aquí vamos a exponer una de las muchas existentes, elaborada por un masón casi anónimo de la Respetable Logia "Gipuzkoa Fraternidad" al oriente de San Sebastián en los valles de España, perteneciente a la Gran Logia de Francia y que pueden encontrarla extensamente explicada y documentada en esta misma web en la sección de "Planchas masónicas": "LA MASONERÍA ES UNA FRATERNIDAD UNIVERSAL E INICIATICA, A LA QUE SE ACCEDE A TRAVÉS DE UN RITO ESOTÉRICO, QUE TIENE COMO PRECEPTO LA TOLERANCIA, ASPIRA AL PERFECCIONAMIENTO ÉTICO Y ESPIRITUAL DEL SER HUMANO, UTILIZANDO COMO VÍA EL SIMBOLISMO, DECLARA LA EXISTENCIA DE UN PRINCIPIO REGULADOR DEL MUNDO AL QUE DENOMINA GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO, Y TIENE COMO FINALIDAD FUNDAMENTAL EL DE LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD” Los masones han sido perseguidos casi desde el comienzo de su andadura, acusados sin pruebas de sincretistas, revolucionarios, poder en la sombra y un larga e interminable lista de calificativos. Sus más acérrimos enemigos han sido además de la Iglesia Católica, la práctica totalidad de los gobiernos dictatoriales que han existido en todo el orbe, destacando Hitler, Franco o Stalin entre los muchos de este siglo pasado. La Iglesia Católica los excomulgó pocos años después de su aparición y han seguido condenados hasta hace muy pocos años en que su nombre desapareció en silencio de la lista de anatematizados. La Masonería es la Institución que cuenta con mayor número de Premios Nóbel, contando con siete Nóbeles de la Paz y muchos otros en las diferentes ramas del saber. Es de destacar que la Masonería como orden universal no tiene ningún líder, ningún dogma y rechazan el proselitismo, tres características propias de todas las sectas y sin embargo han sido en múltiples ocasiones acusados de ser una secta secreta. Así mismo la masonería como Institución no participa en ningún conflicto de la vida profana de tipo político, económico o religioso, si bien sus miembros, como seres libres que son, tienen en alguna medida la obligación ética de trascender a la vida profana para expandir los grandes principios humanistas de los que son portadores. A lo largo de estos tres últimos siglos, son cientos, miles los masones que han influido en la sociedad, colaborando en el instauración de las democracias, la libertad, la cultura y la tolerancia. Así se constata que en los campos de la política, el pensamientos, las artes, la ciencia, los medios de comunicación, el humanismo, la milicia o la economía, han estado presentes eminentes hombres de adscripción masónica, influenciando positivamente en la evolución de la sociedad moderna.
OPUS DEI
El Opus Dei, obviamente, NO ES una sociedad secreta, con figura jurídica de prelatura forma parte de la estructura jerárquica de la Iglesia Católica, si lo incluimos aquí es por ese halo de misterio y profundo desconocimiento que lo envuelve, el enigma que encierra para el gran público en general y los católicos en particular y la discreción de sus integrantes que raramente manifiestan su pertenencia a la Institución, lo que ha llevado a algunas persona a definirlo como la masonería blanca y ha generar una leyenda de sus influencias sociales y políticas. Y si bien el Opus Dei no es una sociedad secreta, si puede definirse como una Institución discreta que cuenta con alrededor de 85.000 miembros distribuidos por toda la faz de la Tierra sin declarar su pertenencia a la Institución. Fue fundado en Madrid el 28 de octubre de 1928 por el Beato José María Escrivá Balaguer y es de esperar que le próximo mes de octubre del presente año sea santificado por el Sumo Pontífice. La Obra, como gustan en llamar a esta Institución Católica sus más allegados, tiene tres grados de integración o colaboración y una pronunciada fraternidad entre ellos: Cooperadores, Supernumerarios y Numerarios; Los cooperadores noson miembros propiamente dicha, sino personas que cooperan con la Obra, son personas cercanas pero no admitidas en la Obra, pueden, incluso, no ser católicos, pero que ayudan o colaboran de algún modo en algunas de sus empresas apostólicas o sociales. Son por lo general hombres y mujeres que normalmente acuden a sus centros con regularidad a recibir formación cristiana. aunque mucho de estos cooperadores nunca entran a formar parte del Opus Dei por esta fase se inícian la mayoría de los supernumerarios antes de ser aceptados como tales. Los supernumerarios son personas integradas en el diario quehacer de la Institución, personas de la casa, cuentan con un preceptor y acuden semanalmente a los retiros, instrucción y charlas en sus centros, pueden ser casados y llevar una vida familiar normal, colaboran activamente con la Institución y anualmente acuden a una o dos veces a convivencias en lugares recogidos para profundizar en la vivencia personal de la búsqueda de Dios, acuden diariamente a misa y se confiesan no menos de una vez por semana. La diferencia más concreta con los numerarios es su carencia de disponibilidad, ya que estos viven el espíritu de la Obra, según ellos, santificando las circunstancias ordinarias de la vida, sin cambiar su estado familiar, social y laboral. Por último esta los numerarios, hombres y mujeres célibes que entregan su vida a la Obra, viviendo en comunidades separadas por sexos. Son los numerarios la columna vertebral de la Orden, son generalmente licenciados universitarios, a este estamento pertenecen los sacerdotes, los directores de los centros y los máximos exponentes de la Obra, su disponibilidad es total, se trasladan a requerimiento de la Obra a los lugares donde se crea necesaria su presencia, hacen apostolado, entregando sus emolumentos a la Orden y practicando una vida totalmente comunitaria. Muchos de ellos trabajan en empresas de todo tipo, desempeñan profesiones liberales o se dedican al trabajo en los propios centros de la Obra, manteniendo la disponibilidad total ante la Institución. Teóricamente la finalidad de la Obra es vivir de acuerdo con su Fe, dando ejemplo de un comportamiento cristiano, lo que le ha creado enormes antipatías entre los abundantes fariseos católicos, esos que dicen pertenecer a la Iglesia pero no practican su doctrina, amparándose en la comodidad y las contradicciones de los clérigos que en demasiadas ocasiones predican un evangelio a la medida de sus consumidores. Curiosamente el Opus Dei tiene sus mayores detractores en el mismo seno de la Iglesia Católica, lo cual no está exento de una cierta envidia y un cierto temor, ya que es perceptible que día a día su influencia es mayor en el seno de la Iglesia y hoy que se constata una retroceso general en la vocaciones sacerdotales y en la vivencia comprometida de la fe, la Obra sigue creciendo de forma inequívoca. Su labor apostólica desde su génesis ha estado fundamentalmente dirigida a los estudiantes de donde históricamente se han nutrido de nueva savia que ha engrosado sus filas, les ayudan en sus estudios, fomentando el valor supremo del trabajo y sembrando en ellos la búsqueda de Dios en todos sus actos . La cosecha de décadas de dedicación al mundo de la enseñanza les ha dado frutos muy valiosos y quizás de ahí proviene esa imagen de elitistas y culta de la que gozan. Pocas instituciones universales contarán con personas más cualificadas en las distintas ramas del saber que el Opus Dei, de donde emana esa omnipresencia tan temida por el resto de las congregaciones católicas y el apelativo de masonería blanca. Quizás sea esta gran influencia en la sociedad lo que le ha proporcionado al Opus Dei ese halo de misterio, el temor hacia ellos y esas críticas soterradas de Sociedad Secreta de fines inconfesables que ha llevado a algunos países como Alemania, a prohibirlos, acusándolos de ser una secta y que tras varias demandas legales, ganaron el derecho a establecerse en aquel país. Quienes se han acercado a ellos sin prejuicios, han descubierto una Institución volcada en buscar a Dios en el trabajo y la vida cotidiana, obedientes con la Jerarquía Eclesiástica, consecuentes con los evangelios y nada flexibles con los principios tradicionales del catolicismo. Si hay algo más que desconocemos de la Obra, tal y como sus detractores afirman, algún día se sabrá y sí así fuera, entonces sí tendrá méritos propios para estar en esta sección de Sociedades Secretas, mientras, por honestidad crítica, sólo podemos decir que es una Institución católica y discreta en su afiliación.
PRISCILIANO
Es difícil documentar si los seguidores del druida Prisciliano formaron o no, una "Sociedad Secreta", pero lo cierto es que tuvo seguidores y estos velaron su existencia a los ojos extraños. El nacimiento del priscilianismo se enmarca en la época final de la "bagauda" chispa de furia campesina que tuvo como bandera y meta el ataque a los ricos latifundios y que prendió con fuerza en tierras gallegas. Los priscilianistas en su "herejía" denunciaban la santa alianza de la Iglesias con el poder temporal, sembraron sus raíces entre las capas populares mal romanizadas de Galicia y el Duero, Preocupados por la anarquía, la Iglesia y el Estado formaron un frente común para silenciar a los disidentes, reprimiendo el credo profético de Prisciliano a la vez que el movimiento "bagauda" terminaría aplastado bajo el peso de las tropas germanas a sueldo de Roma. Prisciliano nació hacia el año 349 en Iria Flavia en el útero mismo de la Galicia esotérica y mágica, frente a la Costa de la Muerte el lugar donde el Sol va a morir cada día, hundiéndonse en la aguas del océano del Mar Tenebroso. Iria Flavia es por aquel entonces un mítico lugar de ancestrales cultos celtas, enclavada en un altozano que pareciera un gigantesco menhir, se decía que era lugar de peregrinación de los druidas del continente, última etapa de su iniciación antes de llegar a los confines del Finisterrae. Sabemos que aquel joven gallego empujado por su pasión por el gnosticismo conoció a Ágape y Marcos, discípulos de Basilides, hombre clave del hermetismo maniqueo más esotérico, fue Prisciliano también discípulo de Delphidius catedrático de retórica y poeta, considerado descendiente directo de los druidas. Prisciliano fundo en Burdeos, junto con Elpidio una comunidad de pensadores, vestían túnicas blancas y se dedicaban, entre otras muchas labores, a la recolección de piedras sagradas (abraxas) en antiguas cuevas prehistóricas de Aquitania. Amantes de la noche, trabajaban a la luz de la luna para incrementar la luminaria del fuego, tal como hacían los antiguos celtas que adoraban el plenilunio. Expulsados de Aquitania por acusaciones de brujería, Prisciliano condujo a sus seguidores a la céltica Galicia, la cuna del paganismo, pero ni en su mágica tierra se vio libre de sus enemigos y fue acusado junto a Prócula de escándalo amoroso. Muchos historiadores sostiene que Prócula fue la inspiradora de la elección de la copncha de vieira como símbolo del peregrinaje jacobeo. Jamás se rindió Prisciliano a las falsas acusaciones de sus enemigos, llegó a ser obispo de Ávila, predicó la pobreza como virtud y los evangelios apócrifos, ampliando con el paso del tiempo el número de sus seguidores que reclutaba entre las elites culturales y de poder. Fue tan grande su influencia que fue perseguido por las más altas instancias de la iglesia hasta que lograron su condena a muerte tras sufrir grandes torturas acusado de maniqueo, hermetista y llegando a decirse de él que era la reencarnación de un brujo druida de la prehistoria gallega. La cabeza de Prisciliano rodó en Tréveris en la primavera del año 385 ante los extasiado ojos de un público que no entendía lo que estaba pasando. Con Prisciliano muere su historia y nace su mito. Cuatro años más tarde un grupo de seguidores gallegos llega a la cuidad alemana de Tréveris a reclamar el cuerpo de Prisciliano y sus discípulos para transportarlos a su hermética tierra de druidas y darle cristiana sepultura. Con él muere la leyenda herética y nace la secreta historia de Prisciliano y sus discípulos. El cuerpo es llevado a hombros a lo largo de la Galia y la Hispania, recorriendo "casualmente" un itinerario que con el paso de los siglos se convertirá en la ruta jacobea, el hoy popular Camino de Santiago. Prisciliano fue inhumado en su tierra natal, Iria Flavia. Muy posiblemente sus restos mortales pasarían siglos después a la cripta de la catedral de Compostela bajo el velo protector de la leyenda de Santiago Apóstol. Casi nada se puede afirmar del silente trabajo de sus seguidores, si fueron ellos quienes trazaron la ruta jacobea o esta ya era un itinerario druida anterior, si los restos que hoy se atribuyen a Santiago Apóstol son lo de Prisciliano, si lo Cátaros, Masarríes o los Templarios que surgieron años después eran seguidores de este gnóstico o si aún hoy otras Sociedades Secretas siguen sus postulados o algunos de ellos, como es el caso de la masonería. Sea como fuere, Prisciliano creó un Escuela Gnóstica de grande influencia en los años posteriores, escuela que proclamaba la liberación a través del conocimiento, en contraposición a la salvación a través de la fe. Como dicen los gnósticos: El que sabe calla... y en esas estamos.
LOS SUFÍS
Los desconocidos SUFÍS aparentan ser de procedencia musulmana y muy probablemente árabes, aunque del mismo modo que los masones libres y aceptados se acomodan a cualquier tipo de religión, los sufís actúan del mismo modo, de hecho, aunque se conoce el Islam como "caparazón" del sufismo, es porque consideran al sufismo como la enseñanza secreta contenida en todas las religiones. La palabra sufí puede proceder de suf que en árabe significa "lana" y puede que haga referencia a las humildes vestimentas usadas por los primeros miembros de esta escuela esotérica. Sin embargo los sufís forman una antigua masonería espiritual cuyos orígenes nunca han podido ser fechados ni averiguados, como toda escuela de tradición oral se mezcla la leyenda y la historia real de su verdadera génesis, contentándose en indicar que sus ideas han estado presentes en distintos lugares y épocas. Sirva de ejemplo, que consideran a Esopo como uno de sus Maestros. Los sufís no están sujetos a dogmas, ni utilizan lugares específicos de culto, ni tan siquiera tiene un cuerpo doctrinal propio. Entre ellos se reconocen como "amigos" o "personas como nosotros", y a diferencia de los masones no tiene toque o palabras de paso, identificándose por medio de actitudes, costumbres o maneras de pensar. Las comunidades sufís giran en torno a un maestro pero no existen los grados entre sus miembros. Se puede rastrear la filosofía sufí, desde hace mas de tres milenios. Su mayor esplendor fue durante los siglos VIII al XVII, continuando hoy vigentes, como siempre lo han estado y esparcidos por todos los países de la Tierra, pero dado su carácter totalmente secreto es prácticamente imposible su reconocimiento para los no iniciados, a ello ayuda su máxima de "estar en el mundo, pero no ser del mundo" liberándose de ambiciones, codicias, jactancias intelectuales, dogmáticas obediencias o temores a seres de más lata jerarquía social o política. Su misticismo respeta todo tipo de religiones que contribuyan a la armonía social, ampliando las bases en que se asientan las religiones hacia una visión más noble y humana. Afirman que la luz emana de la propia experiencia humana y no de los argumentos filosóficos: "Aquel que prueba, sabe" Para los sufís lo válido es el carácter práctico de sus ideas y no las ideas mismas, la metafísica es totalmente inútil si no va a acompañada de una práctica humana. Algunos historiadores defiende la tesis de que la masonería tuvo como origen una sociedad sufí. Conocida en Inglaterra bajo el reinado de Aethelstan (924 - 939) e introducida en Escocia bajo el disfraz del gremio de artesanos a principios del siglo XIV gracias a los Caballeros Templarios. Su carácter secreto está fuera de toda duda, indaguen sobre ellos y observaran infinidad de contradicciones que se escriben, prueba del secretismo en el que se amparan.
LOS TEMPLARIOS
Salomón fue un rey culto e inteligente que gobernó Israel unos mil años antes del nacimiento de Cristo. Este rey sabio y justo edificó un templo en honor de Yahvé. Este templo fue construido utilizando los mejores materiales traídos desde todos los reinos conocidos en aquel entonces y, real o imaginario, esta construcción se dice que encubría bajo aspectos simbólicos todo el saber de la época. Así mismo se dice que todo el edificio era de proporciones exactas, de inmensa belleza y exuberantes riquezas. El Templo de Salomón respondía, pues, a un modelo y dimensión procedentes de la tradición gnóstica, esotérica e iniciática. Construido de forma concéntrica se hallaba en su centro el "Sancta Sanctorum" donde se custodiaba el "Arca de la Alianza", estando este recinto interior velado sin que nadie pudiera traspasar a su interior bajo pena de muerte. Cuatro siglos después este templo fue derruido por la tropas de Nabucodonosor y comenzó con esta pérdida la leyenda del Templo de Salomón. San Bernardo de Claraval monje perteneciente al Císter, conocido también como el último druida, fue el encargado de traducir y estudiar los textos sagrados hebraicos hallados en Jerusalem después de la toma de la ciudad en la primera Cruzada. Años después publicó un texto "De laude novae militiae", en que sugería la necesidad de unos monjes soldados que defendieran la fe por medio de la espada. Hugo de Payns era discípulo y amigo personal de San Bernardo y junto con otros ocho caballeros, entre los que se encontraba Andrés de Montbard sobrino del santo, fundaron la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo, más conocida como la Orden de los Caballeros del Temple. Se sospecha que San Bernardo encontró algo en aquellos documentos hebraicos y envió a los nueve caballeros a Jerusalem. En el año 1118 se presentaron ante el rey de Jerusalem, Balduino II y pidieron permiso para defender a los peregrinos de occidente que viajaban hasta allí a visitar los Santos Lugares, a cambio, les debían permitir residir en los terrenos que anteriormente ocupaba el Templo de Salomón. Pero curiosamente ni vigilaron los caminos ni defendieron a los peregrinos, se encerraron durante nueve años dedicándose exclusivamente, según dijeron, a la oración y a la meditación, sin sirvientes y sin dejar entrar a su recinto a nadie sin su consentimiento. Qué hicieron durante esos nueve años, qué encontraron, es un secreto que nunca nos fue revelado. Seis de ellos volvieron a Francia a solicitar la aprobación de sus estatutos en el concilio de Troyes. La regla de la Orden templaria terminó siendo redactada por San Bernardo quien los dotó de tantos privilegios que provocó las protestas de otras ordenes regulares. Esta primera Regla era pública y conocida y no existe ningún misterio sobre ella, es la llamada Regla Secreta la que ha suscitado a lo largo de la historia tremendas polémicas e hipótesis desconociéndose aún hoy la mayor parte de sus estatutos. Durante el proceso que sufrieron los últimos templarios Ganceraud de Montpezat declaró: "Tenemos tres artículos que nadie conocerá, excepto Dios, el diablo y los maestros", lo que pone de manifiesto preferían hacerse cortar la cabeza, antes que revelarlos. Hugo de Paynes, su primer Gran Maestro después de su triunfal recorrido por la tierras de Europa, retornó a Jerusalem, acompañado de trescientos caballeros, además de numerosos escuderos, dando comienzo a la gran expansión de la Orden del Temple. En menos de doscientos años la Orden llegó a contar con más de treinta mil miembros, nueve mil edificios y atesoró inmensas riquezas. Comenzaron pobres, compartiendo un caballo y lograron hacerse los dueños de toda Europa. Quizás la imagen que acuñaron de dos caballeros montando un único caballo, no fuera un símbolo de pobreza. Este animal representa la búsqueda de la sabiduría y los dos caballeros que lo comparten es la dualidad, clave de la sabiduría perenne, la igualdad de los contrarios, el bien y el mal, la vida y la muerte. Ideales gnósticos, sincretistas que muy probablemente y en secreto practicaron los templarios. No es descartable la sospecha de que la misión secreta de los templarios consistiera en unir la tres grandes religiones monoteístas que por aquel entonces dominaban el mundo conocido y a partir de ahí crear un poder universal. Algo similar a lo que siglos después propiciaron los masones en sus logias. Lo que sucedió después, su expansión, su inmenso poder, su leyenda, quizás sólo esconda el mayor de los misterios de los monjes soldados, el poder que llegaron a conseguir, hasta llegar a ser un estado dentro del estado y una iglesia dentro de la iglesia. Tanto poder, tanta riqueza despertó la envidias de reyes y papas. El año 1306 el Papa Clemente V llamó a consulta al último Gran Maestre conocido de la Orden del Temple, Jaques de Molay, acudiendo a la llamada del Papa acompañado de un séquito propio de un Rey. Tras entrevistarse con el Pontífice en Avignón, se dirigió a París donde en olor de multitud fue recibido por el empobrecido y envidioso rey de Francia, Felipe el Hermoso. Lo que ocurrió después, redadas, acusaciones, torturas y confesiones, jalonaron años de prisión y la condena final a morir en la hoguera al Gran Maestro y cincuenta y cuatro de sus acompañantes. Ya en la pira funeraria Jaques de Molay ante sus verdugos, minutos antes de morir, dirigiéndose a quienes lo habían condenado, los sentenció "La desdicha llegará pronto a quienes nos condenan sin justicia. Muero con esa convicción" Un mes después Clemente V moría de una dolencia extraña, ese mismo año Felipe el Hermoso moría arrollado por un jabalí y una muerte extraña alcanzó también al caballero que los había juzgado, Guillermo de Nogaret. Tras esa luctuosa jornada los Templarios desaparecieron llevándose en su diáspora sus secretos y alimentando aún más su secular leyenda. Algunos huyeron a buscar asilo en la lejana Escocia, integrándose en los gremios de constructores y probablemente creando la masonería, otros buscaron asilo en sus muchos refugios a lo largo del Camino de Santiago y otros fundaron en Portugal bajo el manto protector de Don Dinis la Orden de los Caballeros de Cristo. El Papa Clemente V ordenó que todos sus bienes se transfirieran a la Orden del Santo Hospital, sin embargo en España Fernando III el Santo cedió gran parte de esas posesiones a la Orden de Santiago que tanto es sus fines, vestimentas y blasones nos recuerda claramente al Temple. El Greco inmortalizó en sus lienzos a estos caballeros de la Orden de Santiago en "El entierro del Conde Orgaz" hoy expuesto en Toledo en la iglesia de Santo Tomé, cualquier profano que conozca mínimamente la simbología de los actuales masones, podrá observar como abundan en ese lienzo, mostrándonos junto a la singular cruz alargada de los caballeros de Santiago, escuadras compases y calaveras de clara simbología antes templaria y hoy francamasona. ¿Desaparecieron o siguen aquí entre nosotros?
EPÍLOGO
Hemos tratado de mostrar sólo un ramillete de algunas de las principales sociedades secretas que han existido a lo largo de la Historia, como muestra de esos poderes ocultos que siempre han existido, existen y seguirán existiendo. Puede parecer que estas organizaciones son frutos de otras épocas, que nada tiene que ver con nuestra cotidiana realidad, sin embargo, quizás estén más cerca de nosotros de lo que nos imaginamos, esa imperceptible línea invisible que sutilmente separa lo secreto de lo discreto y lo discreto de lo público, es demasiadas veces indemostrable hasta que con perspectiva histórica puede analizarse sin pasión y con absoluta objetividad.
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