martes, 12 de junio de 2012



Por el V.·.H.·. ALFONSO MÁRQUEZ ZAMORA
Gran Oriente de Bolivia
“La libertad, la paz y la alegría interior seguirán eludiéndonos hasta que no nos hagamos conscientes de nuestra verdad real, sin escondernos o avergonzarnos de lo que somos”. —Lynn Grabhorn
Una de las distinciones entre el ser humano y el resto de los seres, es su capacidad de ser consciente de sí mismo y de su entorno. El ser humano no sólo sabe, sino que se da cuenta que sabe. Dicho de otra manera: se da cuenta, o se percata de que se da cuenta. Si dirigimos nuestra atención al aspecto interno de la conservación, y de verdadero significado de la enseñanza masónica, múltiples y valiosas serán las lecciones; si estamos en el silencio consciente, así como de belleza y misterio afloraran. De la luz hemos salido y a la luz regresaremos. Cuando estamos en esa luz de la consciencia podemos ahondar en la significación de la vida , su misterio y de cuanto ocurre en nuestro interior Es preciso acallar a la naturaleza inferior profana para poder encarar nuestra conciencia con toda equidad, firmeza y tranquilidad, sólo así nuestra charla interna aquella que nos inquieta, esa incesante voz de la mente, de nuestro
espíritu y o de nuestro fuero individual podremos escucharla .
Muchos de nosotros tenemos una VOZ INTERIOR que en muchas ocasiones es crítica y que nos limita. Si escuchamos a esta voz interior descubriremos algo muy interesante. Casi nunca procede de donde procede la voz con la que hablamos físicamente: de nuestro pecho, de la garganta y de la boca. Más bien parece que procede de otra parte y que está dirigida hacia nosotros, en vez de desde nosotros. A menudo da la sensación de que procede del exterior de nuestro cuerpo.
Si esta voz interior estuviera alineada plenamente con nosotros, sonaría exactamente igual que la voz con la que hablamos, con el aire saliendo de nuestros pulmones, a través de nuestra garganta, boca y nuestros labios. Las voces internas no están casi nunca alineadas de este modo.
Si con inteligente dirección y atención, logramos parar la charla incontrolada de la mente podremos oír la voz maestra de la consciencia superior. Si no hay silencio el Logia, los augustos trabajos no se llevaran a buen término. Cuando han cesado las diferencias y el altercado de las luchas emocionales y mentales es cuando el yo real y divino aparece.
El mundo a nuestro alrededor puede estallar y estar en un bullicio ensordecedor, con toda su problemática y su complejidad absurda, pero, nosotros estamos en silencio, en absoluta paz. Podemos también estar en un lugar desierto, pero, nuestra mente puede estar volcada en una absurda problemática, en una charla interna incontrolada repleta de imaginaciones y fantasías. El conocimiento se sostiene principalmente por pensamientos, y estos a su vez por medio de una charla interna, o conversación interior y algunas veces por imágenes, usando el lenguaje que de manera ordinaria usamos, es como si una parte de nosotros charlara con otra parte de nosotros; generalmente estas conversaciones transcurren en un parloteo emotivo y pasional, raramente intelectual.
Esta forma de pensamientos es necesariamente limitada por el instrumento que utiliza: palabras e imágenes; no podemos pensar de manera diferente a nuestro contenido al que estamos condicionados.
El intelecto dependiente de las palabras, puede usar imágenes o símbolos, pero no puede trabajar sin ninguna forma de representación; esto es su fuerza y debilidad. Es su fuerza porque podemos representar no sólo lo que está aconteciendo aquí en este momento, en el pasado o en el futuro. Para empezar en un conocimiento superior, es necesario ordenar el intelecto, no contaminarlo con pasiones o emociones bajas.
En el Masón existe algo que lo motiva, un impulso que provoca a la acción, y gracias a esa acción que proviene de lo Superior, es que de pronto constata que se mantiene en una constante charla interna, esa charla constante con una voz interior que no distrae y es de forma constante, es el evolucionar hacia niveles superiores de consciencia. Cuando logramos los Masones escuchar nuestra voz interior, vemos que nuestra mente no tiene un adiestramiento, y es necesario encausarla, por el bien y en hacer el bien, por tanto el “Silencio es la clave”, silenciar la mente; aunque esto parece sencillo, es casi imposible encausarla.
SOY MASÓN. No me entenderías…
El cerebro esa máquina maravillosa creada por Verdadero y Viviente Dios Altísimo ; la mente ese gran portentoso regalo de años de constante progreso humano, tiene que ser lamentablemente silenciada, para así poder acceder a ese maravilloso nivel de escuchar nuestra VOZ INTERIOR y el Masón debe dedicarse con anhelo al recogimiento espiritual, viviendo en un solitario retiro interior, en su lugar secreto. El silencio es el poder más grande que existe. Porque todo lo que existe son aspectos parciales del silencio. Todo lo que existe se genera en lo que no existe, en lo que no aparece. Todo lo que existe son aspectos parciales de algo que está más allá de lo que llamamos existencia manifiesta. Abrirse al silencio es abrirse al potencial total e incondicional.
Nuestra mente se aclara, se armoniza y se ahonda. Nuestra vida es una permanente “centrifugación” hacia nuestro exterior de todas nuestras impresiones, ideas, datos, en una constante mezcla entre sí. En el silencio permitimos que todo esto se pose y se estructure por sí mismo. En el silencio conseguimos que nuestra consciencia capte lo que existe en profundidad detrás de las capas más aparentes de nuestra mente, de nuestra afectividad y de toda nuestra sensibilidad.
En el silencio, por el hecho de ahondar el punto de la consciencia, aumenta la potencia de nuestra mente y de toda nuestra personalidad de un modo extraordinario. Gracias al silencio se desarrolla nuestra sensibilidad interna, es decir, que nos capacitamos para afinar nuestra percepción, percepción sutil. Esta percepción abarca, en las vías supra conscientes, todas las vías intuitivas. En las vías conscientes, el poder captar en profundidad el presente de la persona y sus situaciones. Y, a nivel subconsciente, nos vincula con toda la vida en cualquiera de sus formas y manifestaciones. Percibimos, descubrimos, viven ciamos esta unidad profunda que hay detrás de toda la multiplicidad de formas y manifestaciones. Lo viven ciamos como experiencia y deja de ser una idea o creencia.
Con el silencio profundo viene la paz. La auténtica paz, la paz de la que surge luego toda actividad y todos nuestros actos se convierten en una expresión de este proceso creativo. Ya no vivimos pendientes de juicios, de objetivos, vivimos descubriendo en cada momento esta profundidad inmensa del instante que, también en cada momento, se derrama, se vierte al exterior de un modo totalmente nuevo, imprevisto, creativo.
Hay algo más allá de la mente que habita en el silencio del interior de la propia mente, nuestra propia voz, nuestra voz interior y detrás de todas las variadas manifestaciones de vida existe un poder único, que está más allá de todos los diferentes modos y formas de la existencia, visibles e invisibles y se expresa a través y mediante esa voz interior Los seres humanos podemos abrirnos a este inmenso poder creador llevando nuestra consciencia más allá de nosotros mismos, yendo más allá de la limitación de la propia personalidad. Y esto ocurre cuando se es consciente y uno se abre al silencio. La consciencia, el silencio y nuestra voz interior que de ella nacen con esta fuerza creadora un potencial total e incondicionado. La consciencia y su silencio transforman la vida. Al entrar en ellos se ve y se escucha la vida con una actitud silenciosa, acogedora, receptiva y benevolente: nuestra voz interior.
CONCLUSIONES
Existe realmente una verdadera y genuina voz interior, esa «luz verdadera que alumbra a todo hombre que entra en el mundo». Y esta guía del espíritu es distinta del impulso ético de la conciencia humana. La sensación de seguridad un tanto religiosa es más que un sentimiento emotivo. Esta seguridad trasciende la razón de la mente, aun la lógica de la filosofía. es fe, confianza y seguridad.
Ø Una voz interior le indica al ser humano que las fuerzas del Alma le han sido dadas para emplearlas en el servicio del bien.
El Ritual de Aprendiz nos habla ya de estas fuerzas que más arriba hemos descrito, por ende contamos con una base objetiva que le permite al Masón dedicarse al perfeccionamiento interior, y así eliminar cualquier idea supersticiosa en los primeros pasos del Masón. El Masón debe y tiene que aplicar toda su voluntad en utilizar sus fuerzas internas para así lograr el dominio de sus pasiones, pero para ello primeramente debe saber identificarlas, debe estar en plena conciencia de que les pertenecen, e incluso del predominio que pueda tener una de ellas sobre las demás y escuchar esa voz interior, esto no es otra cosa sino la aplicación de la antigua fórmula délfica del Conócete a ti mismo, la cual es la primera fase del trabajo del masónico.
El Reconocimiento de la conciencia espiritual del hombre, y la convicción de que sólo mediante la unificación de las fuerzas en un todo armónico se lograrán vencer los ataques de las pasiones más concupiscentes, es que el Masón podrá empezar a hacer progresos en la Orden, y a extraer el Orden de su Caos inherente. Será entonces cuando aprenderemos a desdeñar el “engaño” en un mundo ficticio y obedezcamos el mandato de nuestra voz interior. Habremos entrado en posesión de la única fuente de inspiración valedera, la de aquella fuerza interior que la mayoría de las personas desconoce: su propio subconsciente.
Temía estar solo hasta que aprendí a disfrutar
de mi propia compañía,

Temía fracasar y me di cuenta que es la mejor
oportunidad para aprender,

Temía a lo que opinaran los demás y reconocí
que lo importante es mi opinión acerca de mí mismo,

Temía la ingratitud y encontré que el dar era mi regalo,
Temía que me rechazaran y reconocí que la mayoría
de los rechazos están en mi propia exageración,

Temía el dolor hasta que aprendí que yo podía retenerlo
o soltarlo,

Temía a la verdad y descubrí en ella la oportunidad
de liberarme,

Temía a la muerte hasta que aprendí a vivir con
plenitud cada instante,

Temía al resentimiento hasta que me di cuenta que
es a mí a quien hace daño,

Temía el ridículo hasta que aprendí a reírme de mí mismo,
Temía envejecer hasta que encontré que cada estación
tiene su encanto,

Temía al pasado hasta que reconocí que todo fue perfecto,
Temía al cambio hasta que encontré que en él estaban mis
tesoros del futuro.

Reconoce que el temor,
siempre estará para recordarte
que tú sabes ser más grande que tus sombras,
como muchas, muchas veces lo has sido.
Por: José Sosa
El Estado, es como una gran familia, con una organización predeterminada por el matrimonio (contrato conyugal), donde los cónyuges establecen las metas y objetivos así como los planes y las estrategias para alcanzarlos. Pero, es el padre de familia aquel que asume el liderazgo, y es quien establece el marco familiar de conducta, asumiendo sus propios deberes y obligaciones (que a su vez también aprendió de sus padres), y estableciendo también deberes y obligaciones, como otorgando derechos a todos sus miembros (padres e hijos). Asimismo, el estado, es una organización con cadenas de mando, donde cada miembro cumple determinada función para el desarrollo y mantenimiento del organismo familiar. Siendo la única diferencia, que mientras en el matrimonio los cónyuges, deciden libremente su unión en una sola institución jurídica, y son ellos quienes eligen a sus hijos, en El Estado (Democrático), los ciudadanos son quienes eligen a sus lideres (gobernantes, administradores del erario y de los recursos nacionales), y los gobernantes son aquellos que establecen y aplican las políticas nacionales como internacionales, de acuerdo a sus planes programáticos pre – establecidos y/o consensuados de gobierno, para EL BIEN COMÚN.
El padre de familia, es el proveedor de alimento, vestido, vivienda, así como también tiene como responsabilidad natural la provisión y previsión de la educación, la salud, seguridad interna y externa y de bridarle todos los medios logísticos, para el normal desarrollo de sus hijos, hasta que puedan tener la edad y los medios para independizarse económicamente del lazo paternal, y puedan así establecer su propia familia.
En el caso de El Estado, es igualmente su responsabilidad natural, proveer y preveer, todos los recursos necesarios para EL BIENESTAR COMÚN, de todos sus ciudadanos, sin que signifiquen como dádivas de carácter ni voluntarias ni obligatorias. El Estado, tiene a los sectores de Extrema Pobreza (Indigencia), como un padre, debe tener a sus niños, e.d. bajo su tutela personal, proveyéndoles lo mínimo para satisfacer sus necesidades humanas básicas, y a esto se le llama Asistencia Social, comenzando por los alimentos, salud y educación. Es obligación de un padre de familia, preparar y formar directa e indirectamente a sus hijos para autogenerar sus propios recursos económicos, así también es obligación de El Estado, establecer y desarrollar políticas educativas para integrar a todos sus ciudadanos a las actividades económicas propias del ámbito humano, en relación a los recursos naturales que posee en su territorio y/o a su Capital Humano (trabajadores manuales e intelectuales), relativos a sus niveles alcanzados de CyT = IyD.
Lo que un padre de familia nunca podrá hacer, es tratar a un adulto como a un niño, e.d. seguirle proveyendo recursos económicos, a cambio de nada. Todos los ciudadanos tienen derechos establecidos en la Carta Magna de la Nación, amparados en la Carta Universal de los DD HH. Pero también tienen deberes y obligaciones, como estudiar y trabajar, para contribuir directa e indirectamente, en el sustento económico de El Estado, para que éste pueda cumplir con su labor Solidaria, de repartir los recursos estatales equitativamente, siempre concentrando todos sus esfuerzos hacía los sectores más pobres, no solo para mitigar sus insuficiencias económicas, sino para proveerles de las herramientas necesarias (educación, CyT, capital, conectividad, logística, mercados, etc.), para que puedan ascender ordenadamente a los niveles superiores siguientes dentro de la pirámide económica – social. Y aquí viene la función de El Estado como el cerebro humano, en diseñar, establecer y desarrollar planes de desarrollo sustentables, con la elección de un modelo económico, que será el camino a seguir (políticas y marco lega para lograr sus propósitos), para la relación armónica CAPITAL – TRABAJO, promoviendo LA INVERSIONES AMIGABLES, que respeten las leyes tributarias, laborales y medioambientales nacionales e internacionales, donde El Pueblo, encuentre en El Empresariado Estatal y Privado, más que un aliado, a un amigo, que contribuya directamente con su Bienestar Familiar, a cambio de la cantidad y calidad de su trabajo, dentro de condiciones normales (buen ambiente, trato y salario).
El padre de familia, tiene obligaciones conyugales propias que no puede delegar, como son proveer los recursos financieros al hogar y compartir el lecho conyugal con su idónea. Pero, si puede delegar (no se entienda renunciar), a proveer los servicios de educación, salud, seguridad interna y externa, y todas las necesidades básicas (agua, luz, desagüe, telecomunicaciones), como también algunas funciones administrativas. Asimismo, El Estado, tiene obligaciones naturales irrenunciables, como son administrar directamente la Seguridad Interna y la Seguridad Nacional, de proveer y preveer los recursos necesarios para el normal funcionamiento de todos los organismos públicos, y para brindar Bienestar a todos sus ciudadanos. Puede delegar funciones, en todos los sectores de Administración del Patrimonio Nacional, de los Recursos Naturales y de los Servicios Públicos, pero dentro de un Marco Regulatorio que garantice (con sanciones y penas efectivas) el No Abuso por parte de los Concesionarios ó Administradores Estatales y/o Privados.
Lo que nunca hará un Buen Padre de Familia, es entregar todo el Patrimonio Familiar (Herencia y Bienes Familiares) en manos de personajes ajenos a los intereses comunes de la familia, ó entregar en adopción a sus hijos a merced de traficantes de esclavos, que vendarán su vida y su trabajo al mejor postor, para beneficio propio. Igualmente El Estado, en condiciones normales, no puede ni debe renunciar a la Soberanía Nacional, y entregarle toda la administración de los Sectores Económicos y Financieros, al Sector Privado, porque estaría perdiendo su Naturaleza Social y Solidaria para El Bien Común, por tanto El Estado, como una Gran Familia (Patria Grande), pasaría a ser una Gran Empresa Privada, relegada solo para el Bien Particular de una Pequeña Élite Económica.
Y el mejor ejemplo lo puede ver nuestra generación, en el Mundo Capitalista Altamente Industrializado (Europa, EE UU, Canadá, Japón), donde el control de El Estado, está en manos del Poder Económico Privado. Allí, el Sector Privado, ha caído en sus propios falsos paradigmas, cuando el argumento principal para asirse del control de El Estado, fue que las Empresas Estatales (Productivas y de Servicios), son ineficientes y solo producen pérdidas con más cargas para el propio Estado, sumadas al nepotismo y todas las modalidades conocidas de corrupción e impunidad. Sin embargo, hoy la Historia Humana, se encarga de desmitificar esos mentirosos paradigmas, para desvestir los mismos errores de lo que El Empresariado Privado acusó, enjuició y condenó a las Empresas Estatales, agravado y magnificado con los Cuantiosos Rescates Financieros a la Banca Privada más Inmoral, que ineficiente e irresponsable, que solo condena a El Estado y todos los contribuyentes a cargar con las culpas y las deudas de los Ricos, para restituirles su riqueza, mientras los ciudadanos comunes solo siguen perdiendo no solo sus empleos sino sus hipotecas, con todos los problemas sociales propios de la adversidad: bajos grados de Inversión Privada, aumento de grados de Informalidad Laboral y Conflictividad Social, ruptura de familias, aumento de enfermedades relacionadas al afán y las preocupaciones, más delincuencia en todas sus modalidades, emigración, y otros.
La Naturaleza, tiene leyes naturales que el hombre nunca podrá evitar, y siempre se cumplirán así, como también, fenómenos naturales; que solo podremos mitigar con acciones preventivas e inmediatistas, pero con la certeza que la Naturaleza, es infalible en sus términos.
La dialéctica es clara para entender nuestro origen y nuestro futuro, donde EL ESPACIO – TIEMPO sigue su curso imparable, y la mano del hombre solo puede imprimirle mayor ó menor velocidad, para el cambio de una Era a otra Era Biológica, Geológica y Climática, mediante los avances de la CyT = IyD, y su adecuada utilización para satisfacer El Bien Común ó para El Bien de una Pequeña Élite insaciable de colmar su Codicia y su Avaricia.
Posted: 11 Jun 2012 11:09 AM PDT
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El culto más agradable al Gran Arquitecto de los Mundos consiste en las buenas

costumbres y en la práctica de todas las virtudes. Conserva siempre tu alma en perfecto estado de pureza para que en cualquier momento sea digna de comparecer ante el Sublime Arquitecto de los Mundos.
Evita las querellas, prevé los insultos y pon siempre a la razón de tu lado.

Habla sobriamente con los grandes, prudentemente con tus iguales, sinceramente con tus amigos, dulcemente con los pequeños y tiernamente con los desposeidos. Se necesitan grandes recursos de inteligencia y de corazón para amar la sinceridad cuando éste hiere y para practicarla sin que ofenda; muy pocos tienen bastante fondo y grandeza de alma para sufrir o para decir siempre la verdad con toda su pureza y desnudez.
Ä Los que no tienen más que sentimientos, sienten gusto por las grandes cosas y pasión por las pequeñas.
Todos los grandes sentimientos emanan del corazón.
Si el orden domina en el género humano, es una prueba de que la razón y la virtud son las más fuertes.
Donde falta el amor y la caridad, medra la crueldad.
El fanatismo y la ignorancia forman un maridaje repudiable.
La lealtad es la primera virtud del hombre y la garantía de su honestidad.
El orden moral es la armonía eterna entre la libertad de las acciones y la fatalidad de los acontecimientos.
Hacer el bien prestigia y acredita; pero envanecerse por ello
es mezquindad y desluce.

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