jueves, 16 de agosto de 2012

LA ACACIA ME ES CONOCIDA


Prologo:
Los avances científicos y tecnológicos de hoy en día, han puesto al alcance de la mano de cualquier persona interesada, casi todo tipo de información, pareciese que la literatura escrita estuviese condenada a desparecer y pasar a medios magnéticos y computacionales; Los Libros e internet revelan toda palabra de liturgias, palabras “secretas”, señas y tocamientos y más, sin embargo lo secreto sigue siendo secreto, porque las palabras no poseen la revelación, sino que ésta es producto de una experiencia vivencial y personal, el secreto se protege a sí mismo por su propia naturaleza.
Las personas que guardan palabras o figuras simbólicas como tesoros de gran valor y secreto plus ultra y ulterrimo del misticismo Masónico Escocés, “no poseen nada”.
El simbolismo siempre será polivalente según el contexto que lo envuelve, de modo que un mismo símbolo puede significar distintas cosas sin perder la esencia de su naturaleza.


El retejador Masónico Universal de la Masonería Escocesa dice que cuando dos Maestros Masones se encuentran, se entrecruzan una serie de preguntas y respuestas como las siguientes:
¿Sois Vos Maestro? “La acacia me es conocida”.
¿Qué simboliza la Acacia? “La inmortalidad del Alma”.
¿Dónde la conocisteis?, “Sobre la fosa de nuestro M,’, Hiram”.
¿Qué más hallasteis en ella?, “Un triangulo reluciente con el nombre de Dios”.
Sí un Maestro Mason se pierde ¿Dónde se encontrara?, “Entre la escuadra y el compás”

La tumba es un símbolo alegórico del cuerpo físico del hombre, y sobre ésta se encontraba la acacia que es una planta que por su verdor y frescura representa la inmortalidad del alma humana.
La acacia fue la seña que los asesinos de Hiram colocaron sobre su tumba disimulada en el desierto que al estar sobre y no dentro de la tumba, simboliza algo superior a la materia del cuerpo, es como la materia primigenia o astral a la vez que simboliza la mente universal que compenetra y a la vez trasciende el universo manifiesto.

María concibe a Jesús por obra y gracia del Espíritu Santo. María es un símbolo de la materia organizada, la cual concibe en su vientre oscuro al que ha de ser el hombre luz, Jesús el Cristo, el alma del hombre, pero no lo hace en forma directa, sino por medio de un intermediario “El espíritu”.
Sí un M,’, M,’, se pierde, ¿Dónde lo encontrareis?, “Entre el compas y la escuadra”. El compás es un símbolo del aspecto espiritual y la escuadra de lo material del universo, en medio se encuentra la letra “G” o sea God dios en ingles, el alma y dios interior de todo hombre, el Génesis de todo ser humano como un ser viviente y pensante.

¿Qué más encontraste?, “Un triangulo reluciente con el nombre de Dios”. El triangulo simboliza los tres elementos constitutivos de la materia: Fuego, Aire y Agua.
El nombre sagrado de Jehová se compone de cuatro letras Hebreas, la primera es el “YOD” símbolo del fuego del espíritu primario e universal, la segunda es la “HEH” el aire o materia primordial con que todo fue hecho y que tiene una relación con Aries primera columna de nuestra logia, continua la “VAU” símbolo del agua, un gran disolvente y un elemento esencial para la existencia de la vida, y por último, se repite la “HEH” como síntesis de las tres anteriores o sea la tierra.
El nombre sagrado de Dios es la famosa palabra perdida, el alma del hombre que viene siendo el reflejo o proyección del Dios Altísimo Bendito Sea.

El alma inmortal del hombre es Hiram Abif en el sepulcro, y está perdida entre los velos de la materialidad y sus exigencias identificándose con el ego que se ha aliado a las fuerzas instintivas del cuerpo.
El Maestro Mason es la letra “G” entre el compas y la escuadra, es el alma del hombre, que debe trabajar incansablemente para pulir el espejo donde se refleja su imagen, el hombre encarnado.

Algunos Masones que creen que comprender intelectualmente las palabras anteriores, lo hace poseedor de la revelación del secreto, CRASO ERROR, las palabras son el mensajero y de ningún modo el mensaje.

¿Qué es la inmortalidad?, “El pensamiento elevándose a su idealidad y tomando posesión de su propia divinidad”. El alma como la parte inmortal del hombre no puede ser el pensamiento, en tal caso, lo sería el pensador; El hombre porta en su inconsciente un ideal secreto de sí mismo que se hace manifiesto en la justa medida y forma de su grado evolutivo a través de tendencias o deseos a ser; La evolución real del hombre no está en los tesoros y reconocimientos que pudiese alcanzar en forma material y objetiva, sino en la realización de ese ideal secreto e interior como un ser perfecto y por lo tanto divino, pero me refiero al “ser”, la esencia del hombre, su propia alma que se encarna para desarrollar su alma personalidad y sus potencialidades divinas… porque la perfección de su alma-personalidad solo la puede alcanzar a través de la evolución que le brinda las experiencias vivenciales en este plano, convirtiéndose finalmente en un hombre perfecto o sea en un hombre-divino y pueda ser aceptado en la asamblea de los dioses…. Todo hombre ambiciona en secreto profundo la perfección de ser dios… Quien no lo ambicione, jamás será perfecto ni dios, y jamás será aceptado entre los dioses.

El hombre ha creado un Dios extraño y lejano a él mismo, que en vano ha esperado por mucho tiempo que regrese, que baje a la tierra sin comprender que Dios no bajara sino que es el hombre quien deberá subir a su encuentro cuando alcance la perfección y divinidad en el mismo, esta es la idealidad de su propia divinidad del que habla la Masonería Escocesa; Pero esta divinidad no es pariente ni tiene semejanza alguna con la mansedumbre, sometimiento o cualquier otro tipo de debilidad, sino de poder. San Pablo lo dijo claramente en 1 Co. 4:20 “Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder” que además nos dice que las palabras nada son sin el poder, de modo que dejen de atesorar palabras como secretos valiosos y busquen el poder en vosotros mismos para alcanzar la propia realización como seres humanos y la trascendencia como seres espirituales y divinos.

Las liturgias a partir del grado 18 nos hablan de tesoros valiosos a alcanzar, como la mente universal o cósmica, la concentración y meditación, siendo estas últimas, puertas a la bóveda secreta el templo interior donde se alcanza a percibir la dualidad del hombre y su verdadera identidad; La teoría es nada sin la práctica, y es por medio de la practica como se alcanza la Maestría del Masón; jamás podremos decir que somos músicos y que podemos tocar el piano o el violín con solo leer manuales.

Las fuerzas caóticas del instinto y del ego son la piedra bruta y a la vez la piedra angular sobre la cual construiremos nuestro edificio o templo; pero antes debemos pulirlas a través del desarrollo del poder y fuerza de voluntad. No someterlas, sino educarlas, porque ellas están para servirnos, no para hacernos esclavos de ellas, sin embargo los demonios no obedecerán a voces plañideras o preñadas de debilidad y mansedumbre, el universo entero con sus múltiples dioses y demonios como fuerzas de nuestra propia naturaleza, solo servirán a quien posea la claridad de consciencia y el poder suficiente para ordenar… de lo contrario percibirán vuestra debilidad como los leones que devoraron al domador en su propia jaula… como hasta ahora, hombres gobernados y devorados por sus propios instintos animales.

Los dioses se hacen a sí mismos, el poder cedido u otorgado por otra fuente no es propio, sino prestado; El poder es como el vino de Baco, embriagante para quienes no tienen la fortaleza y claridad de mente para percibirlos y controlarlos, y en lugar de ascender, los arrastra a abismos profundos de oscuridad y retraso.
Dioses y demonios voltean el rostro hacia quienes les llaman con sus emociones, pensamientos y actos, fortalezcámonos y purifiquémonos antes de intentar entrar al templo interior; Ángeles y Demonios son fuerzas y ambos moran e los reinos de Dios, donde el mal no existe, son fuerzas neutras que cobran manifestación a través del hombre, siendo este último quien les da manifestación, sentido y dirección.

Toda actitud o manifestación humana son producto de más de una fuerza o causa. Algunas activan a otras en una danza constante de ida y regreso en donde todas se fortalecen hasta llegar al paroxismo de la manifestación final.
El arquetipo del deseo se reviste con palabras tomando cada vez más una forma definida como concepto o idea a la vez que la emoción o sentimiento le dan vida como un ansia que exige manifestación.
Nuestra mente solo puede pensar en una sola cosa a la vez, pero cambiamos tan rápidamente de un punto a otro, que pareciese que pensamos en todo al mismo tiempo; Nuestra mente es un potro salvaje que gusta dilapidar nuestra energía creadora en la banalidad de sus correrías; La concentración mental es como una lente de aumento que puede encender fuegos cuando concentra los rayos del sol o del Dios altísimo en un solo punto.

Friedrich Wilhelm Nietzsche dijo: “la voluntad como facultad psicológica, es el lejano eco de un combate ya disputado en lo profundo del inconsciente y con anterioridad”, “Un pensamiento viene cuando “él” quiere, más no cuando “yo” quiero”…Porque “siempre, uno es el que manda y otro el que obedece”.
El hombre cree poseer el control de su propia mente y voluntad cuando parece no ser totalmente cierto; Pruebe su control sobre su mente y poder de voluntad: Cierre sus ojos físicos y visualice mentalmente una imagen tridimensional de una piedra bruta por unos cinco o diez minutos, rótela y observe sus imperfecciones, vuélvase consciente de sus características y atributos subjetivos, sea consciente de su dureza, dimensión, peso, color, olor y sus posibles usos, ahora imagínese que posee un cincel y un mallete y con ellos elimine todas sus imperfecciones y pula sus caras hasta convertirla en un cubo perfecto, rótelo y vea sus líneas, ángulos y superficies, coloree con un color diferente cada una de las ocho caras del cubo sin permitir que se desvanezca o cambie a otras formas en ningún momento; Ahora Borre todo lo anterior y olvídese de ello; continúe con los ojos cerrados y relajado, y permanezca otros diez minutos sin pensar ni imaginar absolutamente en nada.

La inmortalidad de la Acacia o del Alma inicia por el conocimiento de ¿Quién soy?
Biológicamente nos identificamos con el cuerpo físico, filosóficamente con el pensamiento o el pensador, y espiritualmente o mejor dicho, poéticamente con el Alma, sin embargo no sabemos con certeza lo que somos, lo que es el alma y solo repetimos frases hermosas que hemos leído o escuchado… ¿Qué soy?
En ocasiones de paz y soledad platicamos con nosotros mismos, pareciese que es el mismo ser quien pregunta y responde, pero ¿Para qué preguntar si él mismo que pregunta ya posee la respuesta? Repito: ¿Quién es el que observa?, ¿Quién es el que pregunta? Y ¿Quién es el que responde?... ¿Quién soy?

“Dios no es Dios de muertos, sino de vivos” Mr. 12:27. El hombre común es un hombre “muerto” porque no ejerce su voluntad ni es dueño de los pensamientos de su propia mente ni de sus actos, los cuales son reacciones instintivas y egoicas a estímulos del mundo circundante, no son reacciones de la voluntad de su verdadero “yo” el alma; ¿Cómo ser sensible a la presencia del Dios Primero y Único si no lo es de su propia alma? Jesús el Cristo dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” Jn. 14:6 En efecto, porque solo a través de Jesús el Cristo que es el Alma del Hombre, alcanzaremos a conocer y ser aceptados entre los inmortales divinos.

Cuando nuestra alma se yerga sobre su sepulcro, el cuerpo físico, en plenitud y prístina consciencia despierta y consciente de sí misma y de su entorno, podremos decir con plena autoridad y certeza “Soy Maestro Mason y La Acacia me es conocida”.

“Soy yo quien ha creado al obrero que sopla sobre los carbones ardientes, y que saca las herramientas que necesita para su obra, Soy yo quien ha creado al asesino que solo piensa en destruirlo todo” Is. 54:16
Pax Vobiscum.

Lázaharo Hael,’,
Nota:
El presente, son reflexiones y meditaciones personales. No representan necesariamente la opinión de la orden.
No escribo para todos, sin embargo, todos son invitados a leer.
Culiacán, Sinaloa. México. A 16 de agosto del 2012.

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