martes, 30 de octubre de 2012

EL PROFANO

Por el M.’.M.’. OPTACIANO PEREIRA

AUG.’. y RESP.’. LOG.’. SIM.’. CABALL.’. DEL ORIENTE No 202

Valle de Minga Guazú - GOPy



Términos como “el profano”, ”el iniciando”,” el neófito”, suelen aplicarse en masonería a aquel que va a recibir la iniciación, o a aquél que no ha recibido la iniciación. Pro significa delante o fuera de, y fanun, significa templo. Profano es pues lo que está fuera del lugar sagrado, o fuera del templo. Es una forma de realidad, la realidad que no es sagrada. Es lo exterior, lo superficial. Resulta interesante explicar aquí que la palabra templo se refiere al lugar donde tienen lugar las teofanías, aquél punto de intersección entre el cielo y la tierra en el que el espacio se convierte en tiempo y el tiempo se convierte en espacio. Considerando las ideas de “Pro” como delante o fuera de, no es difícil darnos cuenta de que nuestra profanidad consiste en estar delante y en el exterior de las cosas sagradas y no ser capaces de verlas. También consiste en tenerlas delante de nosotros y ser incapaces de reparar en ellas, porque, efectivamente, “lo que toca al ojo no se ve”

LA CÁMARA DE REFLEXIÓN

Antes de entrar en el templo, el neófito que va a ser iniciado es conducido por el hermano experto a la cámara de reflexión, en la que permanecerá un lapso de tiempo indefinido. Es la llamada “prueba de la tierra” o “visita al interior de la tierra”. De algún modo es como un alto en el camino de su vida, en el que se detendrá para hacer un balance existencial y programar su vida para que, a partir de ese momento, las pasiones que puedan asaltarlo sean sofocadas por la razón. Allí uno se encuentra con unos símbolos en los que tendrá que meditar, especialmente la sigla V.I.T.R.I.O.L., procedente de la tradición alquímica, que ha sido interpretada como V.I.T.= visita el interior de la tierra, R.I. = ( Invenies rectificad )rectificando hallarás O.L= (ocult lapiden) la piedra oculta. Dicho de otro modo esto significa: Mira en tu interior y así hallaras lo que está oculto en tí En la cámara de reflexión así mismo encontrasteis Azufre, Mercurio y Sal, que representan los tres principios alquímicos. Otros símbolos con los que se entra en contacto son: un poco de agua, un trozo de pan, un cráneo, un gallo y un reloj de arena. Cada uno de estos símbolos nos brinda numerosos significados.

El gallo por ej: que suele interpretarse como signo de vigilancia, también lo es de resurrección. Para algunos autores, el cráneo de la cámara de reflexión simbolizaría al profano que muere para renacer en la iniciación.

Para otros, el cráneo o calavera evocaría al espejo. “La liza calavera de un muerto nos refleja mejor la verdad que cualquier espejo mágico”.

El filósofo griego Porfirio, que comparaba la muerte a la iniciación de los misterios, opinaba que: “Hay que purificarse en el momento de la muerte como cuando se es iniciado a los misterios, liberando el alma de toda pasión negativa, calmando el comportamiento, expulsando la envidia, el odio y la cólera, a fin de poseer la sabiduría cuando se sale del cuerpo.” Para el verdadero Masón, la muerte no es un final, sino un principio.

EL TESTAMENTO MASÓNICO

El neófito, en la cámara de reflexión redacta su testamento, pero dado que se trata de una “muerte filosófica”, es lógico que el testamento tenga también ese cariz. La idea de “testar” se relaciona con demasiada frecuencia únicamente con el acto de dejar unos bienes a nuestros descendientes o instituciones que hayamos decidido van a administrarlos después de nuestra muerte. Sin embargo, el sentido de testamento en masonería es mucho más amplio y tiene una gran significación: La comprensión de la triple relación del hombre ( deberes para con Dios, sus semejantes, y consigo mismo) es el principio de la iniciación, el inicio efectivo de una nueva vida. Esto en cuanto al compromiso que hace en nuevo iniciado en la nueva vida que da comienzo, pues a partir de ese momento se convierte en obrero del pensamiento y de la verdad. Es un testamento iniciático, totalmente distinto al testamento conocido en el mundo profano, pues este último es una disposición para la muerte, mientras que el simbólico es una preparación para la existencia nueva del espíritu. Antes de la restitución de los metales, el testamento es quemado en presencia de todos los hermanos presentes, con fuego tomado de la luz eterna, para demostrar al neófito que su sola palabra es suficiente para los miembros de la orden y que además sus más esenciales propósitos han sido purificados por el fuego y sus resoluciones ha subido a lo más alto, como la más auténtica ofrenda.

EL DESPOJAMIENTO DE LOS METALES

Son numerosas las interpretaciones puramente morales del despojamiento, y entre ellas acabe destacar los que opinan que si al neófito se lo despoja de los metales es para enseñarle que todo se paga en este mundo y que no podemos esperar nada sin dar nada a cambio. Se suele considerar que los metales “cuyo brillo es engañoso” representan en dinero y las pasiones, y que despojarse de ellos es dejarlos a las puertas del templo. Para algunos autores, este despojamiento querría decir que en la logia se ha de trabajar sin hacer ostentación de nuestra situación económica. Algunos autores profundizan más y nos explican que los metales son los prejuicios: con prejuicios no es posible entrar en el templo. Es cierto que cada uno de estos metales de los cuales debemos despojarnos para penetrar en el templo está asociado a un pecado capital, así el ORO, está relacionado con el orgullo, PLATA, con la pereza, MERCURIO, con la envidia, COBRE, con la lujuria, HIERRO, con la cólera, ESTAÑO, con la gula, PLOMO, con la avaricia. El despojo de los metales es así el despojo voluntario del alma, de sus cualidades inferiores, de sus vicios y pasiones, de los apegos materiales que enturbian la pura luz del espíritu; el abandono de las cualidades y adquisiciones que brillan con luz ilusoria en la inteligencia e impiden la visión de la luz masónica.

EL DESPOJAMIENTO DE LAS VESTIDURAS

“Para acercarse a la verdad hay que estar desnudo como ella”. Se trata de una alusión a la desnudez esencial. A la pregunta de…. Como habéis sido introducido en logia?, el ritual del manuscrito de Graham contesta: No estaba ni tendido ni de pie, ni andaba ni corría, no daba vueltas, no estaba ni desnudo ni vestido, ni calzado ni descalzo. Resulta obvio que las partes del cuerpo que se descubren no han sido escogidas al azar y encierran un simbolismo y una enseñanza iniciáticos. El hecho de desnudar el brazo, el seno y el pie izquierdos por una parte; y la pierna y la rodilla derechas por otra, simboliza la separación de lo puro y de lo impuro, de lo siniestro y de lo recto. Se trata de una alusión a los principios puros e impuros que componen todo lo material. La zona del corazón es descubierta para aludir a la absoluta sinceridad del Recipiendario; se puede afirmar que también, y sobre todo, es para indicar el lugar de la recepción de la influencia espiritual vinculada por la iniciación: EL CORAZÓN.

La rodilla derecha está desnuda para marcar los sentimientos de humildad que ha de tener el iniciado. Arrodillarse es en cierto modo humillarse, pero la rodilla, se relaciona también, directamente con la experiencia fulminante de la bendición. La pierna derecha desnuda simboliza también la pureza del hombre como individuo que procede de un ente superior.

Con relación al pie descalzo podemos decir lo siguiente: Para entrar en el ámbito de lo sagrado hay que descalzarse. En Israel, los sacerdotes del templo, los Cohanim, iban descalzos. Cuando Moisés se encuentra ante la zarza ardiente, Dios le dice ”Moisés, Moisés, descálzate, pues el lugar en que te encuentras es tierra santa”.


Dios o G.’. A.’. D.’. U.’. está tan cerca de nosotros, en cualquier lugar en el que nos encontremos, que bastaría con que elimináramos el obstáculo que nos separa de El para darnos cuenta de que estamos en un lugar sagrado. Los zapatos simbolizan, pues, el obstáculo que nos impide entrar en el templo, en lo sagrado. El Zapato, las sandalias, o el calzado en general, están hechos de piel. Descalzarse sería, pues, despojarse de la piel de bestia que nos recubre.

Humildemente mis hermanos he escrito.



· Gentileza del R.’. H.’. CARLOS HUGO SAIFILDIN STANLEY

ARLS.’. Luz y Amistad Nº 11 del Valle de Ciudad del Este

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