jueves, 19 de marzo de 2020

BREVE HISTORIA DEL RITO DE MENFIS, DE MIZRAIM, Y DE MENFIS-MIZRAIM



BREVE HISTORIA DEL RITO DE MENFIS, DE MIZRAIM, Y DE MENFIS-MIZRAIM


RITO DE MENFIS

Jean Etiénne Marconis de Négre, hijo del fundador del Rito, en su libro “Le Sanctuaire de Memphis” (París, 1849), afirma que el Rito proviene directamente de Palestina, y que tiene su origen en los Caballeros Templarios. Esta es la tesis oficial y goza del suficiente rigor histórico. Sin embargo, es cierto que los propios Caballeros Templarios contaban su propia leyenda acerca del origen del Rito, manteniendo que éste era mucho más antiguo, y se remontaba a muchos siglos antes.

Cuenta la leyenda que San Marcos, el evangelista, viajó a Alejandría, con el fin de visitar las iglesias cristianas a lo largo del valle del Nilo. Este hecho es verídico ya que existen numerosos testimonios de este viaje, también es verdad que de dudosa procedencia. Sería más correcto decir, sin temor a dudas, que su viaje fue a Ormuz (Siria), lugar donde el propio San Marcos se convirtió al cristianismo al egipcio ORMESSIUS (también llamado ORMUS), que era, hasta ese momento uno de los sacerdotes del culto de Serapis. Al volver a Egipto, éste convirtió a otros seis hombres (puede que sacerdotes) y de esta forma que una vez se reunieron siete iniciados, fundó la Hermandad Iniciática de “Los Sabios de la Luz”, primera Logia conocida que practicaba el llamado (posteriormente) Rito de Menfis.

De esta circunstancia proviene la expresión:

“Toda Luz viene de oriente y toda iniciación de Egipto”

Este sabio egipcio, Ormus, fue el depositario único de la milenaria tradición egipcia, la cual purificó de acuerdo con los principios cristianos. Por esa misma época, los Esenios, junto con otros grupos de judíos, fundaron una escuela de ciencia salomónica, a la cual se dice que concurría el propio Ormus. Este último a su vez inició en sus misterios a algunos peregrinos esenios, cuyos descendientes, siglos después a su vez, iniciaron a algunos caballeros cruzados en Palestina.

Desde el Siglo I hasta el Siglo XII, los discípulos descendientes de Ormuz fueron los depositarios de las antiguas tradiciones de Egipto, adaptadas al cristianismo. Después de múltiples y diferentes transformaciones a través de los siglos, ya en la Edad Media, durante las Cruzadas, algunos Caballeros pertenecientes a la Orden del Templo (Templarios) fueron iniciados en Palestina, en un centro iniciático heredero de las antiguas tradiciones esenias. Los esenios conocidos como “los piadosos” y también los “nazarenos” (el término «nazareno» significa «consagrado a Dios», o también «el que conoce las cosas ocultas»), se denominaban a sí mismos, “los Hijos de la Luz”, obviamente no había motivos para denominarse «Hijos de la Viuda» si bien, hay que apreciar que la viuda es Isis en los Misterios Egipcios.

Son precisamente a estos «Caballeros del Temple» a los que el Rito de Menfis reconoce como a sus fundadores inmediatos. Y fueron ellos los que llevaron dicha Tradición Iniciática a Europa, dentro de la Orden de caballería a la que pertenecían. Hacia el año 1150, los Templarios se diseminaron por toda Europa, y muchos Caballeros Templarios se refugiaron entre otros en lo que hoy llamaríamos Escocia o Suecia, llegando a fundar debido al auge que tomó en este siglo el cristianismo en la ciudad de Upsala (Suecia), una logia operativa. Tiempo después, también en Escocia, establecieron otra logia de la Masonería Oriental.

Tras la muerte de Jacques de Molay, Gran Maestro de los Caballeros Templarios de Francia, y luego de la abolición de la Orden del Temple en el siglo XIV, los Caballeros Templarios escoceses se reunieron en una nueva Orden fundada por el Rey Robert Bruce I. Es en esta nueva Orden donde debe buscarse el origen de la Masonería Escocesa.

Fue en este mismo siglo aunque más tarde, en 1332, que se separaron los Masones de Edimburgo, de los Masones fieles a la tradición de Ormus o Masones de Menfis, que decidieron permanecer fieles a la Tradición Egipcia. Los masones de Edimburgo amparados por el poder político del propio rey fundan un nuevo Rito bajo el nombre de Heredom de Kilwinning, predecesores del llamado Rito de Escocia. En torno a estos ritos se creará posteriormente la Gran Logia Real de Kilwinning, la Orden de San Andrés del Cardo, la de los Maestros Escoceses de San Andrés, el Rito de Perfección o de Heredom y las Logias de la Masonería Jacobita o Masonería Estuardista*.

*No se debe confundir los ritos escoceses con el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, que se estructura el 31 de mayo de 1801, al constituirse en Charleston, Carolina del Sur, el Primer Supremo Consejo de los Soberanos Grandes Inspectores Generales del XXXIII y Último Grado del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.

Una vez minorizada la tradición egipcia de Menfis en Escocia, reaparece a fines del siglo XVIII en Francia, como consecuencia de la invasión de Egipto por Napoleón Bonaparte, y la “extraña” decisión de llevar consigo 167 sabios para la invasión. Obviamente se pretendía, desde el primer momento, ser una invasión no sólo militar sino científica. Hay que señalar el hecho contrastado de que muchos de los oficiales militares que acompañaban a Napoleón eran masones de antiguos ritos iniciáticos, tales como los Philaletes, los Hermanos Africanos, el Rito Hermético, los Philadelfos, el Rito Primitivo, e incluso miembros del Gran Oriente de Francia. Por cierto, entre ese grupo de oficiales estaba Jean François Champollion, quien logró descifrar el lenguaje jeroglífico mediante el estudio de la famosa Piedra de Rosetta.



En El Cairo, estos hermanos masones establecieron contacto con representantes de las escuelas hermético-gnósticas de Egipto. Llegaron hasta el Líbano, y recibieron iniciaciones en la Masonería Drusa, todo ello está reflejado y demostrado por el libro “Le Voyage en Orient (Viaje a Oriente)” de Gérard de Nerval, que no se publicó hasta 1850. Este libro es el culpable de la introducción dentro de la masonería de la disonante figura y leyenda de Hiram Abí. Tales conocimientos llegan a nosotros gracias a el maravilloso libro “La Franc-Maçonnerie oubliée” de Robert Ambelain.

Fue unos 50 años antes, en 1798 que los Generales Bonaparte y Jean Baptiste Kléber, Joachin Murat (según ha constatado Gérard Galtier por escritos del Gran Maestro Zola) fueron iniciaciados en los misterios y en la Tradición, por sabios masones egipcios en la Cámara del Rey de la Gran pirámide de Keops, donde recibieron como única investidura un anillo. Éstos fundaron la Logia Isis en El Cairo, para profundizar en los conocimientos y la sabiduría que el rito les transmitía.

A su vuelta a Francia, el 23 de mayo de 1815 en la localidad de Montauban, Francia. Se fundó la primera logia de Menfis, sus fundadores fueron GABRIEL MATHIEU MARCONIS DE NÉGRE, oficial de la armada napoleónica de Egipto, y el general francés SAMUEL HONIS. Esta primera Logia Madre que fundaron recibió el nombre de “Los Discípulos de Menfis” sobre la base de la Logia «Isis» de Egipto.

Y así los hermanos masones de la misión a Egipto y aquéllos por ellos iniciados, decidieron unánimemente renunciar a la filiación masónica proveniente de la Gran Logia de Inglaterra, a la sazón enemigo número uno de Francia, al sentirse recipendiarios de una iniciación masónica mucho más pura y antigua, que nada debía a la Obediencia de Londres.

El Rito de Menfis avanzaba imparable y se extendió rápidamente por Francia e Italia, gozando de gran predicamento se abrieron Logias en Marsella y Bruselas, pero la persecución que propicia la ignorancia, el odio, el fanatismo y la envidia no cesan nunca, y 35 años después todas las Logias de Menfis fueron cerradas por autoridades civiles francesas en 1852, debido a la nefasta influencia del Gran Oriente de Francia, que se consideraba y aún lo hace, árbitro y fuente inspiradora de la “regularidad”, tensión que mantenía con la Gran Logia Unida de Inglaterra que bajo el mismo paraguas protector de dar credenciales y patentes, se extendía por todo el orbe masónico. Esta absurda lucha por liderar la masonería y distinguir los buenos de los malos, produjo como consecuencia que el Rito de Menfis entrara en una etapa de “sueño”.

La mayoría de miembros del Gobierno Provisorio eran masones o bien se convertirían posteriormente en masones del GOF, sin duda ello pudo tener una influencia positiva en algunos aspectos como el desarrollo de las ideas y determinadas medidas tomadas, comenzando por la abolición de la esclavitud, por Víctor Schoelcher, o la instauración del sufragio universal. Sólo señalar que el mismo Lamartine mantiene que el lema republicano Libertad-Igualdad-Fraternidad es de origen masónico.

A partir de la elección del príncipe Luis-Napoleón Bonaparte en 1849 (que se convertiría en Napoleón III tras el golpe de estado del 2 de diciembre de 1851), la francmasonería se encuentra nuevamente amenazada y vigilada, bajo la tutela del Príncipe Lucien Murat, impuesto como Gran Maestro del Gran Oriente de Francia, está confabulación entre masones y políticos, condujo al control férreo de la masonería, convirtiéndola en una única organización controlada políticamente, que para mantener un pensamiento único, no deseaba células de otras masonerías campando libres por la Francia del Segundo Imperio. Si bien es verdad que la masonería francesa totalmente radicalizada viaja en pos de la tercera República, y abjuraba del emperador.

Unos años más tarde cercano a 1862, Marconis agobiado ante la desaparición arbitraria y política del Rito, no ve más salida que rendirse al Gran Oriente de Francia «GOF», y agobiado por la muerte en vida del rito, solicitó su incorporación al GOF, con la esperanza de así poder revivir el Rito. El Gran Oriente de Francia consultó al Gran Colegio de Ritos de Francia y fue oficialmente admitido en la masonería “regular francesa», marchamo preciso para poder subsistir en noviembre de 1862. Marconis, es nombrado sin oposición alguna Gran Hierofante Mundial del Rito de Menfis, para ello tuvo que rendir su autoridad ante el Gran Oriente de Francia.

Con lo que se consiguieron los fines que motivaron la persecución de los «aparentes Hermanos», es decir a partir de aquí únicamente el Gran Oriente de Francia podría otorgar Cartas Constitutivas para la creación de nuevas Logias del Rito de Menfis. Marconis recibió a cambio el “resucitamiento” del Rito, y el permiso para reabrir las Logias cerradas por la policía.

Pero una condición más grave fue impuesta en esta venta al poder político-masónico que suponía el Gran Oriente de Francia…. la caída a la decadencia y profanación del Rito. Así se le impuso: Que estas logias de Menfis sólo podrían trabajar en los rituales de los tres primeros grados de la Masonería Universal, prohibiendo su trabajo en todos los demás, no contentos con ello, se adecuando estos primeros grados a las máximas del Rito Escoces Antiguo y Aceptado y al Rito Francés, creando un sucedáneo y una mixtura, que era bien visto y del agrado del GOF, modificando la historia y adjudicándoselo como propio. Una vez que no entraba en conflicto con sus propios ritos, y sobre todo no producía el efecto adverso de abrir los ojos a sus adeptos. Este sucedáneo es aún practicado en el Gran Oriente de Francia, manteniéndose los mismos tres grados que permitieron coexistir, aunque, como es de su agrado vacío de toda la simbología y contenido esotérico, y convirtiéndose en un instrumento más de los fines políticos de la masonería del Gran Oriente de Francia.



RITO DE MIZRAIM

El Rito de Mizraim, según Marc Bédarride, remonta su remoto y verdadero origen, al primer hombre: Adán. Simbólicamente, indica su origen primordial y tradicional. Según la leyenda, el patriarca Balaám, iniciado en el rito de Mizraim, se estableció en Etruria, precisamente en el lugar que se conoce actualmente como la ciudad de Florencia. Con el paso de los siglos, los iniciados mizraimitas que vivieron en dicha región esparcieron su influencia sobre el mundo civilizado. Fundaron Logias en toda la Península Itálica. Sus iniciados participaron en la Primera Cruzada, y durante su estancia en la ciudad de Jerusalem, realizaron una visita a la gruta del profeta Elías, en las cercanías del Monte Carmelo, incluso cabe la posibilidad de haber sido iniciado del propio sultán Saladino. Al regreso de la Cruzada, estos iniciados se asentaron en la Liguria itálica. Destacan como iniciados del momento en el Rito, el alquimista Nicolás Flamel y el pintor Giotto.

Fue GAD BÉDARRIDE, padre de los hermanos Bédarride fundadores del Rito de Misraim en Francia, quien recibió en Cavallion en 1782, la visita de un misterioso «Iniciador Egipcio» del cual sólo se conoce su nombre místico de ANANIAH «El Sabio». Este Adepto fue quien inició a Gad Bédarride en la Masonería Egipcia.

Aun así la primera noticia que tenemos de este Rito proviene de Venecia. En 1788 se constituyó el “Rito de Mizraim seu Aegypti”. Su filiación proviene del propio Conde Cagliostro.

Realmente, no comenzó en Milán como creen algunos historiadores, sino que allí se estableció conjuntamente con Nápoles, y emergieron las más importantes logias, para pasar de allí a Francia.

THORY, escritor de masonería de la época nos narra en sus dos obras «Acta Latomorum» y «Nomenclatura de los Ritos Principales», lo siguiente: «el Rito de Misphraim que es muy joven en Francia, era muy popular en Venecia y en las Islas Jónicas. Allí existían muchos Capítulos de Misphraim en los Abruzos y en la Pouille (Italia)…Todos los grados, excepto el 88,89 y 90 tienen nombres diferentes. Los nombres de los últimos tres grados no son conocidos, ellos están indicados, en el manuscrito que nos fue transmitido a nosotros, como estando velados”

La tradición del Rito de Misraim nos indica que sus últimos grados eran practicados en tres diferentes formas o Regímenes.

1º: RÉGIMEN COPTO-EGIPCIO: RÉGIMEN DE VENECIA: Dónde se practicaban los Arcanum Arcanorum o Mysterium Magnum

2º: RÉGIMEN EGIPCIO-GRIEGO: RÉGIMEN DE NÁPOLES: Dónde se mantenían los Arcana Arcanorum o Secreto de los Secretos.

3º: RÉGIMEN FILOSÓFICO-CABALÍSTICO: RÉGIMEN DE BÉDARRIDE.

En 1823 es disuelta la de la Orden de Misraïm en Francia, por orden del Tribunal Correccional debido a las simpatías napoleónicas de los hermanos Bédarride, quienes eran militares inactivos del Ejército Imperial Napoleónico, aunque hasta 1831 los Hermanos Bédarride consiguen abrir nuevas logias de Mizraim en Francia a pesar del Decreto de Disolución. En 1856 comienza la persecución política del Gran Oriente de Francia para abolir el rito con la ayuda del Tribunal Correccional y la policía.

El Rito de Mizraim estuvo activo también en Inglaterra. Hay un documento emitido en 1824, por el “Supremo Poder para Escocia de la Orden Masónica de Mizraim”, que proporciona interesante información sobre quiénes eran los Miembros de los Altos Grados alrededor del mundo. Este documento está firmado en el “Valle de Edimburgo”.

Estos Miembros perfectamente documentados eran:

– Soberano Gran Maestro Absoluto de la Orden, grado 90º. Príncipe Augusto Federico D’Este, 9º hijo de Jorge III Rey, y Duque DE SUSSEX-Londres, Gran Maestro de la Gran Logia Unida de Inglaterra, iniciado en el grado 90º en 1817.

– 90º Duque DE CAZES-Londres Embajador del Rey de Francia en la Corte de Gran Bretaña.

– 90º Conde MURAIRE-París Gran Conservador de la Orden. Gran Presidente del Supremo Poder en Francia. Gran Oficial de la Legión de Honor.

– 90º MARC BEDARRIDE-París Gran Conservador de la Orden Teniente Coronel.

– 90º JOSEPH BEDARRIDE-París Gran Conservador de la Orden Capitán de Caballería.

– 90 º Duque de Leinster, y Gran Maestre de la Gran Logia de Irlanda.

Y continúa enumerando a los Grandes Maestros de la Orden de Holanda, Rusia, Venecia, Nápoles, Berlín Palmira, Francia y el Gran Ministro de la Orden en Madrid, Gran Maestro Andorrah 87º.

Hasta 1870 que se produce la separación de la Gran Logia Unida de Inglaterra, de nuevo invocando causas políticas, pasando a ser el conde Earl de Beactive, grado 90º, el Soberano Gran Maestre del Rito de Misraïm. Se mantiene la orden gracias a la actividad de Robert Wentworth Little (fundador de la Societas Rosicruciana In Anglia), el Conde de Limerick, Sigismund Rosenthal y E. H. Finney, que crean, en Londres, el Supremo Consejo General 90º del Rito de Misraïm, invocando una consagración de Adolphe Cremieux.



RITO DE MENFIS-MIZRAIM

En 1881 GIUSEPPE GARIBALDI unificó ambos ritos y vino a ser el PRIMER GRAN MAESTRO MUNDIAL de los Ritos de Menfis y Misraim, como tal unificados. Lamentablemente falleció en Junio de 1882, no pudiendo hacer nada por el nuevo Rito. Tras la muerte de Garibaldi, es John YARKER quién se convirtió en el Gran Hierofante de Menfis y Misraim para todos los países de Europa hasta su muerte en 1913.

Tras la muerte de John Yarker, le sucedió como Gran Maestro Mundial, el alemán Teodoro REUSS-WILSON, quien falleció en 1924, sin que la dirección mundial de Menfis-Misraim pudiera asegurar un sucesor.

La lista de GRANDES MAESTROS del Rito, está ocupada no sólo por aquellos que han ocupado esta función administrativa dentro de la Orden Masónica, sino porque difundieron el Rito allí donde fueron, entre ellos destacan:

– CAGLIOSTRO: fundador de los Ritos Egipcios

– MARC BEDARRIDE: fundador del Rito de Misraim

– JEAN MARIE RAGON: autor masónico

– MARCONIS DE NEGRE: fundador del Rito de Memphis

– GARIBALDI: unificador de los Ritos de Misraim y de Menfis

– JOHN YARKER: Gran Maestro

– TEODORO REUSS: fundador de la Ordo Templi Orientis

– GERARD ENCAUSSE: fundador de la Orden Martinista

– JOHAN BRICAUD: Gran Maestro

– ARTURO REGHINI: fundador del Rito Filosofico Italiano

– CONSTANT CHEVILLON: Gran Maestro

– JEAN MALLINGER: Gran Maestro

– RUDOLF STEINER: fundador de la Sociedad Antroposofica

– GEORGE LAGREZE: Gran Maestro

– ROBERT AMBELAIN: Gran Maestro

– GERARD KLOPPEL: Gran Maestro

– GASTÓN CLERC GONZÁLEZ: Gran Maestro



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