sábado, 17 de abril de 2010

APERTURA DE LOS TRABAJOS DEL RITO ESCOCES ANTIGUO Y ACEPTADO PARA LA REPUBLICA DEL PARAGUAY.


Pod.: Q.: H.: OCTAVIO AIRALDI, Lugarteniente del SGC, Pod .:Q.: H.: DIEGO BERTOLUCCI Past Sober.: Gran Comendador, Pod .:Q.: H.: JORGE A. GOLDENBERG Sober.: Gran Comendador, JOSE ZACARIAS ORUE Sepient .: Gran Maestro, Resp.: Q.: H.: ARTEMIO ESCOBAR, Vice Seren.: Gran Maestro de la Centenaria Gran Logia Simbólica del Paraguay, Resp.: Q.: H.: RUBEN VERA LOPEZ Gran Canciller del Poder Legislativo y el Pod.: Q.: H.: MANFREDO SCREIBER O.


APERTURA DE LOS TRABAJOS DEL RITO ESCOCES ANTIGUO Y ACEPTADO PARA LA REPUBLICA DEL PARAGUAY. PALABRAS DEL SOBERANO GRAN COMENDADOR POD.: Q.: H.: JORGE A. GOLDENBERG.
VIERNES 16 DE ABRIL DE 2010 (e.: v.:) TEMPLO HISTORICO DE LA CALLE PALMA

Muy RR.: y QQ.: HH.:

En esta tenida de apertura de los trabajos del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, queremos establecer las pautas de lo que pretendemos que sean nuestros trabajos durante el presente año.

Antes de hacer las correspondientes enunciaciones, permítasenos reflexionar sobre algunos aspectos de nuestra Orden Escocesa. Aunque es de todos conocido que nuestro Rito se compone de 33 grados, no es una obvie dad volver a repetirlo, ya que hay muchos QQ.: HH.: se confunden cuando escuchan que los tres primeros grados son universales. De ello llegan a deducir y decir, que los tres primeros grados son “aconfesionales”, como si los ritos de la Masonería son confesiones o religiones, creencias y dogmas.

Nada más alejado de la realidad. Los Ritos masónicos son diversos métodos de trasmisión de ideas inmutables que hacen a la naturaleza y a la humanidad y, todos, o casi todos, incluyen los tres primeros grados denominados simbólicos como la base o cimiento de toda sus estructura.

Nuestro Rito es una escuela del hombre y del ciudadano estructurada sobre el fenómeno iniciático. Es así que de la primigenia Masonería Moderna, ha recibido y adoptado los tres grados simbólicos, genuinos, practicados en la primera Gran Logia de Londres fundada en 1717, de donde emigraron al continente y anidaron en Francia. Y fue allí donde se fue conformando el Rito Escocés hasta que en 1786 las Grandes Constituciones fueron redactadas y entregadas al mundo masónico.

La vía iniciática siempre ha estado en la tradición del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. La ceremonia de iniciación, indica cuales son los primeros pasos de ésta vía: hacer el bien, evitar el mal, liberarse de todo dogmatismo, o fanatismo.[1]

El Hermano que redactó el ritual de iniciación del R.:E.:A.:A.: era un iniciado verdadero, y sabía perfectamente lo que quería transmitir y conseguir con el ritual del Rito llamado francés o moderno, que luego evolucionó al R.:E.:A.:A.:.

El R.:E.:A.:A.: y en particular, los rituales de los tres primeros grados, no son textos vacíos, no son meros poemas o simples teatralizaciones, son instrucciones claras, eficaces, y los hermanos que tienen una mente habituada al trabajo y una voluntad fuerte para persistir en esta vía, pueden ponerla en práctica y llegar a ver la Luz.

Cuando se ve la Luz, es más fácil hacer el bien, comprender las diferentes situaciones en las que uno se encuentra en la vida, comprender la realidad, ser más solidario, adaptarse a la realidad, a nuestro entorno, encontrar gratificante la tarea de humanizar la realidad, y en resumen, ser feliz.

El verdadero iniciado que redactó el Ritual Escocés, trató de liberar a los masones de la alienación general que sufre la población, convencido de que si nos liberamos de nuestro propio embotamiento mental y conseguimos recuperar todas las capacidades de nuestra mente, basta con ponerla a funcionar por medio del estudio y la meditación, para llegar a ver la Luz. A la verdadera iniciación se llega por tanto, despejando las facultades de nuestra mente y utilizándolas. La conciencia la solemos tener más bien en desuso, si la comparamos con el uso que hacemos, de la inteligencia, la intuición, la memoria, la voluntad de trabajo, etc., etc.

Lo mismo pasa con la capacidad para comprender la realidad, pues normalmente lo que vemos no es la realidad, sino son nuestras creencias e ideologías, lo que queremos ver, lo que queremos encontrar, lo que nos apasiona imaginar, la explicación que más nos gusta para cada situación, lo que deseamos conseguir.

La fuerza determinante de cada problema, y las conexiones entre si de las distintas fuerzas determinantes, en un mundo que todo él está conexionado, descubrirlas, verlas, comprenderlas, es la tarea apasionante del masón escocés que trata de convertirse en un verdadero iniciado.

Potenciar nuestra propia conciencia, expandirla, y liberarla de todo dogmatismo para poder comprender la realidad, es la forma de desatascar nuestra mente, y es lo que llamamos la Vía Iniciática. Esta Vía en nuestro Rito comienza en el simbolismo, y continúa dirigiéndonos hacia la Luz hasta el Grado 33º. Y como dice el poeta, lo importante no es llegar al final, sino trillar y disfrutar del viaje, porque mientras el viaje dura, avanzamos hacia la Luz.

Creo que ya he puesto en relevancia, la importancia del primer grupo de grados simbólicos, los cuales son administrados por la Gran Logia. No siempre fue así, pero desde 1875, en Lausana, los Supremos Consejos del Rito Escocés Confederados, así lo decidieron, conservando, la autoridad del Rito sobre los grados simbólicos, en cuanto que sean escoceses.

Es por ello que es tan importante para el Supremo Consejo, que la Gran Logia cumpla a cabalidad con su función iniciática, pues de la calidad de su desempeño, dependerá la calidad de los QQ HH Maestros que son exaltados, seguidamente, en los Altos Grados del Escocismo.

Hemos apoyado, sustentado y trabajado por el simbolismo y lo seguiremos haciendo, puesto que, como vemos, somos un mismo tronco, un mismo árbol, de cuya salud y fortaleza depende la calidad de sus frutos, nosotros los masones. De ello depende la realización de nuestros fines, la felicidad y la emancipación de la humanidad encarnada, para nosotros, en todos los habitantes de la República del Paraguay.

El 1º de junio de este año, nuestro Supremo Consejo conmemorará el 139º aniversario de su existencia, y ha resuelto desarrollar una serie de actos dirigidos a concientizarnos sobre nuestra calidad de masones escoceses y sobre nuestra responsabilidad y misión, hasta el día de nuestro 140º aniversario, el año que viene, que coincidirá con los festejos patrios del bicentenario de la independencia de la República del Paraguay.

Deseamos fervientemente que todos nosotros mejoremos nuestra condición de hombres, ciudadanos y masones, a través de la enseñanza masónica.

Hay dos tipos de enseñanza masónica, la primera que podríamos llamar básica, porque puede ser comprendida por todo el mundo, solamente hace falta explicarla. En este sentido se ha definido a la Masonería como “un sistema peculiar de moral, que se aprende bajo el velo de las alegorías, y mediante símbolos”.

Este tipo de enseñanza, se refiere principalmente al simbolismo, a todos nuestros formalismos, es decir, a la forma ritualística, al significado que para nosotros tienen las herramientas de la construcción como la escuadra, el compás, las virtudes masónicas, como la fraternidad, la tolerancia, la defensa de las libertades y de la dignidad humana, sin olvidar las responsabilidades y el trabajo de todo adulto, como persona, como miembro de una familia, de una comunidad, de un país, de la Tierra. La uniformidad en el vestir, las facultades de los dirigentes de la Logia y la forma de gobernarnos a nosotros mismos como asociación, y sobre todo un código moral que nos muestra y nos exhorta a hacer el bien y a evitar el mal, junto con una serie de ideas políticas básicas como son la democracia y las libertades individuales o derechos humanos, entre ellas, la separación de las iglesias y el estado en la vida pública, el laicismo, a las que hoy hay que añadir, la libertad de comercio, de circulación de capitales, y de trabajadores, la globalización y el favorecimiento de las diferentes agrupaciones de Estados, como el MERCOSUR, la Organización de Estados Americanos o las Naciones Unidas.

Esta enseñanza elemental es común y mínima de todos los Ritos Masónicos y de todos los países. Todos los masones de todo el mundo estamos de acuerdo con ella, junto con la utilización del lenguaje simbólico que también utiliza todo el mundo, sin necesidad de ser masón, pues el cine, la literatura, la música, también son simbólicos y cada autor trata de convencer a sus lectores, espectadores o melómanos de las excelencias del sistema moral que su obra representa.

El segundo tipo de enseñanza, lo propio de nosotros, los escocistas, es la Enseñanza Secreta. La Vía Iniciática del R.:E.:A.:A.: es bastante más que la enseñanza básica, y no está en contradicción con ella, sino que parte de ella, parte de la base de que todos los masones se esfuerzan en hacer el bien y en evitar el mal y la violencia, que como mínimo defienden las ideas que las sociedades más ilustradas, consideran verdaderas desde hace varias generaciones, y sobre todo se esfuerzan en hacerse mejores a sí mismos, y a la Sociedad estudiando, meditando, siendo fraternales tolerantes y caritativos.

La Vía Iniciática es difícil de explicar y de entender, porque se trata de comprender los efectos y resultados de una técnica de mejoramiento mental que descubre la fuerza de la propia conciencia, y se dedica a liberar a los masones de sus dogmatismos, haciendo posible de esa forma, comprender la realidad. Quién no ha mejorado su mente con estas técnicas, suelen carecer de la capacidad mental para comprender la realidad, por tanto, es inútil pretender explicárselo.

Por eso, lo que pretendemos en este año, con mayor profundidad, es indicar los pasos que hay que dar para limpiar la mente, indicar el camino que nos conduce a la iluminación, más que tratar de explicar cuáles son las bondades y el resultado de la iluminación.

La Vía Iniciática se apoya en dos puntos principales, el primero de ellos, hacer el bien y evitar el mal, pero tenemos que saber qué es el bien, antes de poder practicarlo, pero esto lo debemos hacer una vez liberados de todo dogmatismo que no hayamos analizado previamente, y encontrado que es verdadero por ser racional, y no repugnar a nuestra conciencia, en cuyo momento deja de ser un dogmatismo y se convierte en una certeza moral, en una parte de nuestra verdad. El bien deja de ser lo que nos indica cualquier religión y pasa a ser lo que nos indica nuestra propia conciencia debidamente descubierta. El bien es lo que convierte en realidad las buenas potencialidades del individuo y de la Sociedad, según tiene previsto, el G.:A.:D.:U.: y acatando, siempre nuestras propias reglas morales e incluso las más importantes del ambiente en qué vivimos.

A medida que vamos liberándonos a través de los años y con esfuerzo, de nuestros dogmatismos, tomando conciencia de cuantos dogmatismos somos tributarios, llega un momento en que comprendemos la realidad y de repente dejamos de dudar, porque todo lo que nos interesa, lo comprendemos, tanto nuestras relaciones familiares, como profesionales, políticas o de funcionamiento de la sociedad, en aquellos aspectos que más nos han interesado, y sobre los que más hemos trabajado o meditado.

Dedicaremos pues, este año conmemorativo de nuestro 140º aniversario, a apoyar y fortalecer, instruir y guiar a nuestros QQ.: HH.: escocistas en la vía iniciática, para lo cual también esperamos obtener una mayor cohesión y cooperación con nuestra Gran Logia.

La Masonería paraguaya, el Gran Oriente del Paraguay, conformado por la Gran Logia Simbólica del Paraguay y el Supremo Consejo del Grado 33º del R.. E.: A.: y A.: han hecho un gran esfuerzo y recorrido un arduo camino al modificar y adaptar nuestras leyes e instituciones a los tiempos en que vivimos. Nuestras nuevas leyes tienen por sustrato fuertes premisas filosóficas. Hemos modificado la estructura del Gran Oriente del Paraguay y pronto, por la voluntad de todos Uds., el pueblo masónico, nuestras dos Potencias tendrán personerías jurídicas propias. El desafío es la instalación y el perfeccionamiento en la práctica de las nuevas instituciones.

También hemos hecho un gran esfuerzo para sentar las bases de la unificación de la familia masónica paraguaya, regularizando y absorbiendo logias y grandes logias que hasta ayer considerábamos irregulares. Este trabajo y misión, realizados con la misma fe y esperanza con que nuestro Rito Escocés absorbió todos los Ritos existentes en el Siglo XVIII, aún no ha concluido. Pensemos que nuestra importancia en el mundo exterior depende de la extensión de la Masonería, tanto como de la calidad de sus miembros.


Aprovechemos pues, este año de aniversario, para esforzarnos tanto en nuestro fortalecimiento interno como en el esfuerzo por la unificación. Lo lograremos si cuidamos nuestro personal proceso iniciático, nos esforzamos en hacer vigentes nuestras nuevas instituciones legales y políticas y educamos nuestra fraternidad en una tolerancia ecuménica, abarcante, capaz de absorber a los HH.: que no militan en nuestro Gran Oriente, y que ese sea nuestro tributo de fe, esperanza y amor fraternal a ésta Patria que nos acoge y a la cual queremos servir, en el bicentenario de su independencia.

Con estas divisas, declaramos abiertos los trabajos escocistas y deseamos a los QQ.: HH.: fortaleza necesaria para lograr realizar estos sueños, así como también, para todos nosotros y nuestros seres queridos los bienes espirituales y materiales que tanto anhelamos.

Jorge A. Goldenberg, 33º

Soberano Gran Comendador


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[1] Alfredo Kasner, 33º, La vía iniciática del R.E.A. y A., Revista Zenit, Revista Digital del Supremo Consejo del Grado 33 y último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para España






LA ALQUIMIA

Omraam Mikhaël Aïvanhov


"Los alquimistas trabajan principalmente con tres cuerpos: el
azufre, el mercurio y la sal. Pero no se trata del azufre, del
mercurio y la sal que conocemos, y los alquimistas explican así
su origen: el fuego al actuar con el aire forma el azufre; el
aire al actuar con el agua forma el mercurio; el agua al actuar
con la tierra forma la sal. El azufre corresponde al principio
masculino, emisor. El mercurio corresponde al principio femenino,
receptivo. Y la sal es el resultado de su unión, su hijo. Cada
uno posee una representació n geométrica: el azufre, un triángulo
y una cruz; el mercurio, la luna y la cruz; la sal, la cruz en el
círculo.
El azufre, el mercurio y la sal son también los símbolos de los
tres mundos, espiritual, psíquico y físico. El azufre es el
símbolo del espíritu, el mercurio el del alma y la sal el del
cuerpo físico. Cuando poseáis la ciencia de estos tres cuerpos:
azufre, mercurio y sal, así como la de los cuatro elementos:
fuego, aire, agua y tierra, conoceréis los principios de la
verdadera ciencia alquímica."

MASONES DE LA LENGUA ESPAÑOLA NEW YORK.

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