martes, 10 de enero de 2012

EL PODER Y LA MASONERÍA
Cuauhtémoc D. Molina García
Logia S. Isaac Newton
Gran Logia Unida Mexicana de LL. y AA. MM. del Estado de Veracruz


Podemos concluir, respecto de la ética y el poder, que desde el punto de vista del pensamiento masónico lo único que puede conducir las acciones humanas por el bien es la ética y en particular la conciencia moral. La adquisición y el ejercicio del poder conllevan, en su esencia, el componente de corrupción que es parte de la condición humana. La naturaleza humana —bruta, como la piedra— es de suyo imperfecta pero lleva en su interior el hálito de la libertad y de la perfección. ¿Cómo ha de lograrse esta perfección? Lo que la Masonería nos propone es la adquisición de un cuadro básico de valores y principios como constituyentes de la conciencia moral, y esta conciencia ha de ser la guía natural de las acciones del hombre, sobre todo en el ejercicio del poder.

Si el poder corrompe, será entonces la conciencia moral el único elemento salvador que puede conducir al poderoso por el camino del bien, es decir, por el camino de la justicia. La Masonería pugna por la perfección en la búsqueda de la felicidad personal y de la justicia; en medio radican la libertad, la tolerancia y la fraternidad como elementos cohesionadores de la conciencia moral.

Entonces, lo que se propone en estas líneas es que la Orden, usando los medios de comunicación masivos y otros de incidencia más personal y directa, comunique a la sociedad —en especial a los jóvenes y a las instituciones— ese cuadro básico de valores y principios que deben guiar las acciones de las familias, los individuos y sobre todo, las de los actores políticos; principios tales como el respeto, la responsabilidad, la solidaridad, la honestidad, la justicia y la fraternidad.

Los hombres del poder deben llevar en su conciencia un código de ética que inspire sus acciones gubernamentales, económicas y financieras de acuerdo con esas normas básicas de acción. La Masonería posee esas normas y esos principios y es su deber comunicarlos a las comunidades de profesionales, de científicos, magisteriales y a los institutos políticos —partidos y agencias gubernamentales— de modo que se filtren gradualmente en la sociedad y podamos ver sus efectos positivos.



DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS MASÓNICOS



La Masonería es un movimiento del espíritu, dentro del cual tienen cabida todas las tendencias y convicciones favorables al mejoramiento moral y material del género humano.

La Masonería no se hace cargo de ninguna tendencia política ó social determinada. Su misión es la de estudiar desinteresadamente todos los problemas que conciernen a la humanidad para hacer su vida más fraternal.

La Masonería , que significa un grado de perfección en quien la profesa, quiere que el hombre sea ilustrado, moral y libre.

Ilustrado para que pueda, por sí mismo, distinguir entre la verdad y el error y concurrir determinadamente a la obra del progreso que persigue la Historia.

Moral , para que comprendiendo también, por sí mismo, lo que es el mal y lo que es el bien, cumpla por su propio impulso, el fin de su vida, y poder contribuir así, a la felicidad humana.

Libre , porque sin libertad no hay responsabilidad, la condición más hermosa de la vida.

Los derechos individuales, al convertir al hombre en ciudadano, afirman la igualdad y constituyen la fraternidad, principios ambos, base y fundamento de la Masonería, y parte así constitutiva de sus aspiraciones.

Estos fines de la Masonería son universales. Por eso todos los masones de todos los pueblos constituyen una sola y misma familia.

La Masonería quiere además, que individuo y sociedad no sean antagónicos, sino términos precisos de una relación moral, y consecuentemente con ello, declara que aspira y trabaja con constancia para que la justicia sea la eterna reguladora en la vida del hombre en sus relaciones con la sociedad.

La Masonería acata las instituciones legítimas que existan y puedan existir en su país. Declara por último que es tarea primordial, a la que dedica sus actividades, la de trabajar por la paz de los pueblos, y condena todo procedimiento de fuerza encaminado a producir la guerra entre ellos.

La Masonería se apoya en el pasado para conocer mejor el presente y pretender proporcionar a los ciudadanos y ciudadanas de hoy un marco de búsqueda de la verdad, de desarrollo filantrópico y de fraternidad donde cada uno pueda exponer sus inquietudes para dar solución a los problemas no resueltos que la humanidad tiene planteados en cada momento.

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