EL RACIONALISMO MASONICO
Por el Q.·. H.·. GONZALO SAAVEDRA ROMERO
Gran Oriente de Chile
INTRODUCCION
El Racionalismo (del latín, ratio, razón) es una corriente filosófica o doctrina epistemológica que apareció en Francia en el siglo XVII y la formuló René Descartes, aunque sus máximos exponentes fueron Baruch Spinoza y Wilhelm Leibniz. El Racionalismo da un papel fundamental a la intuición intelectual en el proceso del conocimiento, cuyo valor precisamente apunta a un método que libera la razón de todos los prejuicios heredados. Nace por el cambio de la mentalidad operada en el humanismo renacentista cuyo antropocentrismo marcó toda la filosofía y ciencia moderna, denominando racionalista a cada persona que se aleja de toda creencia infundada o superstición y que no reconoce más evidencia que la aportada sólo por la luz de la razón. Inspiró el periodo de la ilustración que todos sabemos la influencia que tuvo en nuestra institución.
Los antecedentes del Racionalismo evidentemente los encontramos en la historia de la Filosofía misma cuando Sócrates separa el saber auténtico de la creencia o cuando Aristóteles afirmaba que el verdadero conocimiento se da cuando se conocen las causas por lo que algo es, concepción que influyo fuertemente en la escolástica medieval, movimiento teológico y filosófico que utilizó la filosofía grecolatina para entender la revelación, coordinando para ello fe y razón.
Así como para Platón se podía llegar al conocimiento a través del recuerdo, ya que para él, el alma era la fuente misma de las ideas, los racionalistas sostienen que es la conciencia la fuente de la ideas, llamadas por Descartes ideas innatas, y es ahí precisamente donde reside la verdad, particularmente la idea de Dios como forma de construir todos los saberes. El filosofo toma como modelo el método utilizado por la Matemática y la Geometría, quedando reflejado en su libro “Reglas para la dirección del espíritu. En algún momento de la historia, el Racionalismo, como fue concebido filosóficamente, fue subdividido en dos bloques antagónicos, naciendo con ello el Empirismo, que se contrapone semánticamente, respecto a la filosofía que nos toca analizar en este trazado. Son muchos más, si fuera el caso analizar, las diferencias que hacen a cada una de estas líneas de pensamiento, tan disímiles, pero a vez tan cercanas en el estudio del hombre actual, libre, pensante, racional.
DESARROLLO
La filosofía ha planteada en el curso de la historia de la humanidad, la posibilidad al hombre de acceder, a través del estudio científico, a recorrer una senda iniciática que busca develar, en si mismo, el misterio mayor y más preciado como es la verdad. Digo posibilidad ya que este camino, búsqueda interior, se desdibuja y desaparece constantemente del horizonte ante las dudas e incertidumbre filosófica que se arraigan en al alma de cada ser pensante, producto de los cambios mismos que desde los albores de la historia han sacudido a la humanidad. Para plantear esta noche lo que significó el advenimiento del Racionalismo en la sociedad, necesariamente debo hacer referencia a la historia, ya que cada escuela ha elaborado su propio sistema filosófico, que en muchos casos tuvo que contar con la herencia filosófica de quienes los precedieron, por eso para comenzara a hablar de filosofía debemos referirnos primeramente a la Historia de la Filosofía.
Un profesor de Historia antigua, con el que tuve no menores diferencias interpretativas, sostenía, coincidiendo plenamente con él, que la evolución de las diferentes corrientes filosófica, es proporcional a las crisis que han marcado a la Humanidad en los diversos tiempos específicos. Antes que el mundo occidental se viera agitado por la mayor transformación, como fue la inserción del Cristianismo, el comportamiento intelectual y moral, filosófico y teológico del ser humano, ha sufrido cambios cuyos orígenes los debemos buscar en la evolución misma de dichos acontecimientos, cuya implicancia va más allá de lo religioso o social. Por ello, quiero reflexionar sobre tres periodos de la filosofía que representan la evolución misma del hombre, llevándolo finalmente hacia el camino de la razón como fuente reflexiva. Necesariamente debemos comenzar por la Filosofía Griega, cuyo primer planteamiento los hicieron los filósofos llamados de la naturaleza, específicamente en Mileto, la ciudad griega más rica y prospera de ese tiempo.
Debido al asombro del hombre acerca de la naturaleza y sus procesos (preeminencia del objeto) aceptan que existe un tipo de realidad objetiva a la cual debe apuntar el conocimiento. Dicha realidad podía consistir en algún elemento físico, incluyendo los números de los pitagóricos quienes los concebían como una entidad material o también la podían definir como una realidad inmaterial, como las ideas de Platón, surgiendo así las diferentes interpretaciones de lo real. La posterior orientación que impondrán los sofistas, dirigiendo sus interpretaciones hacia el lenguaje, el ser humano y la sociedad, no altera la predisposición a aceptar la existencia de una realidad objetiva, independiente del ser humano que la piensa. Esta corriente dio una orientación práctica al saber, incluyendo también la ética como en el caso del estoicismo y el epicureísmo.
Con el advenimiento del cristianismo fue esencial interpretar la existencia del mundo desde Dios, por el proceso de la creación, por eso el problema filosófico de la Edad Media, sería el del ser creado, el hombre en su realidad y relación con Dios, siendo esta la base de la Filosofía Medieval o Escolástica. Se distingue primeramente una fase de recopilación de textos antiguos con la cual se pretende recuperar la cultura grecolatina y adaptarla a cristianismo. Otra fase es identificación entre filosofía y teología, fe y razón, con el planteamiento de San Agustín: “No hay fronteras entre fe y razón, sino que ambas quieren aclarar la verdad “.
La razón ayuda al hombre a alcanzar la fe, después la fe ilumina a la razón y razón contribuirá a aclarar los contenidos de la fe. A partir de Dios surgen las realidades más perfectas a menos perfectas, después se sitúan la Inteligencia, el Alma y la Materia. En este periodo se introduce el pensamiento aristotélico a través de los filósofos árabes, especialmente Averroes. Santo Tomás también separa la fe y la razón, separando la teología revelada de la teología racional y nos habla de colaboraciones entre ambos conceptos: La fe puede ser un criterio externo de la verdad: aunque si la filosofía llega a conclusiones incompatible con la fe, existe un error en el razonamiento. La obra tomista puede entenderse como una reinterpretación del pensamiento de Aristóteles, desde la perspectiva del cristianismo. Dios crea todo a partir de la nada, es omnipotente y se relaciona con los hombres, formados estos por cuerpos y almas, siendo clave para él la distinción entre esencia y existencia: “La esencia es el conjunto de notas que determinan algo. Es la potencia cuyo acto es la existencia”
“La existencia es la presencia, el estar ahí de algo. La existencia podría ser definida como la actuación de la esencia. Si la filosofía antigua había tomado la realidad objetiva como punto de partida de su reflexión filosófica, y la medieval había tomado a Dios como referencia, la Filosofía Moderna se asentará en el terreno de la subjetividad. Son muchos los acontecimientos que tienen lugar al final de la Edad Media, tanto de tipo social y político, como culturales y filosóficos, que abrirán las puertas a la modernidad, y que han sido profusamente estudiados. En lo filosófico, el desarrollo del humanismo y de la filosofía renacentista, junto con la revolución copernicana, provocarán el derrumbe de una Escolástica ya en crisis e impondrán nuevos esquemas, alejados de las viejas e infructuosas disputas que solían dirimirse a la luz de algún argumento de autoridad, fuera platónica o aristotélica.
Es en este periodo cuando el Racionalismo, cuyas bases las podemos rastrear en la filosofía griega, incluso en los presocráticos, distingue rigurosamente entre el saber auténtico de la mera opinión o creencia, la verdad está asegurada con pruebas. Distingue entre conocimiento mediato, las conclusiones lógicas deducidas de supuestos primeros, y saber inmediato, conocimiento de la verdad de los primeros principios, (Aristóteles). El Racionalismo de la edad moderna intenta encontrar una respuesta a este problema básico y de acuerdo a esto presenta dos formas: Como Empirismo (Bacón, Locke, Berkeley) o como intelectualismo o Racionalismo puro (Descartes, Pascal, Spinoza) y cuyas características fundamentales son:
· Plena confianza en la razón humana.
· Existencias de las ideas innatas (conciencia).
· Adopción e un método de carácter matemático.
· Metafísica basada en la idea de substancia (Aquello que existe que no necesita de ninguna otra cosa para existir).
· El mecanicismo (el mundo es como un gigante mecanismo cuantitativamente analizable, Leibniz).
· Aspiración a una ciencia o filosofía universal y racional.
Tal como lo hemos señalado esta noche, se suele contraponer Racionalismo y Empirismo: Razón versus experiencia, ideas innatas versus mente como “tabla rasa”, desconfianza en los sentidos versus confianza en la información de los sentidos, intuición intelectual versus intuición sensorial. Kant intenta una síntesis de ambas, sustituyendo el realismo anterior por la interpelación trascendental. La certeza del conocimiento dice relación no a una realidad exterior sino a las formas de la experiencia, que están determinadas por las estructuras de la facultad de conocer. Debemos hacer notar eso sí que la solución de Kant ha tropezado con la crítica de la ciencia moderna, motivada por el descubrimiento de una geometría no euclidiana y una física no newtoniana. El Racionalismo existe finalmente para ayudar al hombre, cuya aspiración a la perfección es legítima y debe buscarla y para ello ha de empeñarse personalmente en su tarea de mejoramiento, contando con dos poderosas armas: la razón y la conciencia. Por la conciencia se orienta mediante un sentido innato de valor y la razón le permite conocer y clasificar los fenómenos, surgiendo así fruto de la actividad humana, moral y ciencia, virtud y sabiduría.
Nuestros principios masónicos descansan sobre las leyes del universo y de la evolución humana. Nuestra Orden es eminentemente progresista y constructiva. Ha sido factor de progreso y armonía en todos los pueblos donde ha actuado, ya que no combate la religión ni la preocupación metafísica del hombre. Es respetuosa de las instituciones políticas del país que la alberga y no participa, como agrupación, en política militante. Por ello nuestra Orden es una Institución Racional por excelencia, templo de ciencia y de moral, incitando a la humanidad al estudio y a la superación. La perfección debe venir desde adentro hacia fuera, no es dada ni otorgada desde afuera por intermediarios, sino por esfuerzo personal y propio. La Masonería al darnos la luz, nos ha iniciado en la senda de la filosofía moral y racional, nos educa para transformarnos en mejores personas al labrar nuestra piedra bruta y encausar nuestro anhelo instintivo hacia lo bueno, lo bello y verdadero.
CONCLUSIONES
Mi pregunta a modo de conclusión es si Nuestra Orden ¿es una institución eminentemente racional o posee otras características que la alejen de la razón como fuente de progreso moral? Para ello debemos aproximarnos otra vez a la historia. La Masonería es una Institución Universal y el Gran Arquitecto del Universo es consustancial a su existencia. ¿Significa que todas las Logias el mundo asignan al gran Arquitecto del Universo la misma naturaleza?
No olvidemos que la gran revolución del pensamiento occidental producida por el Renacimiento y la Reforma, fue la tendencia a discutir la autoridad del Clero. En su reemplazo los hombres se sintieron calificados para emitir sus propios juicios filosóficos. Los progresos de la filosofía y de la ciencia durante los siglos XVII y XVIII fueron los que impulsaron definitivamente a nuestra Orden como institución racional y progresista. De este periodo es la aceptación del Deísmo como sistema filosófico- religioso, que rechaza los elementos irracionales de la religión y todas las formas de fe organizadas. El Dios de los deístas es abstracto, filosófico, sin esencia ni presencia. Es un Principio o Causa primera. La Masonería Operativa estuvo sometida a la influencia de la Iglesia Católica, pero según el historiador masónico, H.G.M. Clarke es probable que muy pocas prácticas eclesiales hayan sobrevivido luego de la incorporación de masones especulativos, con educación de tipo filosófica y mentalidad independiente.
El H:. Anderson en la Constitución que escribe, elabora una formula de paz tanto para los Deístas y los Teístas, que no eran pocos en esos tiempos, y está contenida en la Primera Obligación, sobre Dios y la Religión. Cuando se logra finalmente la creación de la Gran Logia Unida de Inglaterra, en 1813, se promulgó una nueva Constitución (1815) en la cual se modificó radicalmente la Primera Obligación de 1723, que en sus líneas principales otorga a Dios preeminencia sobre los hombres: Cualquiera que sea la religión de un hombre, no será excluido de la Orden si cree en el Glorioso Arquitecto del Cielo y de la Tierra. Como consecuencia de esto, La Gran Logia Unida de Inglaterra rompe relaciones con el Gran Oriente de Francia, cuando éste eliminó de su Constitución y Rituales toda mención al Gran Arquitecto del Universo, la inmortalidad del alma y retiró la Biblia del Altar de las logias.
Para obtener el Reconocimiento de esta Potencia Masónica (de la Gran Logia Unida de Inglaterra) era necesario cumplir lo siguiente: La creencia en el gran Arquitecto del Universo. Todo iniciado debe prestar juramento sobre el Libro de la Ley Sagrada. La Creencia en un Ser Superior (indispensable para reconocer otra Grandes Logias).
Como consecuencia de estos principios, la Gran logia de Chile enfrentó serias dificultades con esta Potencia Masónica, teniendo que viajar el Gran Maestro de la época ( 1951 ) Orestes Frodden, a explicar nuestra posición sobre Dios, el G:.A:.D:.U:.
Nuestro Gran Maestro presenta la fórmula del G:.A:.D:.U:. como una manifestación de respeto a todas las religiones y como un medio de alianza entre los creyentes e incrédulos y una incógnita favorable para la ciencia. Al ser aclarada la expresión “Principio Superior e Ideal”, el Presidente del Consejo de la Gran Logia Unida de Inglaterra, expresa que eso es suficiente para ellos y que seguirán trabajando con nosotros, aun si lo conservamos. Finalmente podemos afirmar que nuestra Orden ha evolucionado hacia un racionalismo propio de nuestro siglo, pero sin embargo conservamos muchos elementos esotéricos, que van más allá de un racionalismo descarnado, como por ejemplo los Rituales de Iniciación, Aumento de Salario y Exaltación, pero como en todo simbolismo sólo quien se toma el trabajo de profundizar los diversos elementos del Ritual puede llegar a comprender su significado.
Creo que nuestra Institución es tanto racional y laica, como también esotérica y espiritual, y en su camino, que busca hacer entender al ser humano la perfectibilidad de su naturaleza, encuentra un gran aliado en los principios y fundamentos del Racionalismo, apuntando a buscar en la razón las respuesta que buscamos en nuestros trabajos que dedicamos por supuesto al Gran Arquitecto del Universo y su obra.
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