Publicado por belinda
“En esto consiste la sabiduría: el que tenga entendimiento, calcule el número
de la bestia, pues es número de un ser humano: seiscientos sesenta y seis.”
(Apocalipsis 13:18)
El propósito de este artículo es hacer un análisis, desde un punto de vista histórico y exegético, el significado del número de la bestia.
Muy pocos versículos de la Biblia han sido tan comentados como Apocalipsis 13:18, en especial el símbolo 666. El aire de misterio que lo rodea ha despertado la imaginación de la humanidad durante siglos; en torno suyo han surgido mitos, novelas, ¡hasta películas!
Estas circunstancias también han causado que sea uno de los versículos más malinterpretados de la Biblia. La razón por la cual han surgido tantas malas interpretaciones es porque hemos querido descifrar el pasaje según nuestros criterios actuales. Es decir, nos hemos preguntado “¿Qué significa para mi? ¿Que relación tiene con lo que veo hoy en día a mi alrededor?”. El mensaje de Apocalipsis estaba dirigido a un grupo de cristianos del siglo I de Asia Menor; por lo que si queremos encontrar el verdadero significado de ese símbolo, necesitamos preguntarnos qué quería decir para ellos.
A lo largo de este artículo vamos a hacer un esfuerzo por acercarnos al significado de este número, que se ha vuelto sinónimo del diablo y de todo lo malo. Pero antes de emprender este esfuerzo, es importante que aclaremos algo: Hasta la fecha no existe una interpretación 100% certera acerca del significado del 666, y muy posiblemente no la habrá (¡por lo menos en esta vida!). Esto es debido al gran abismo histórico, cultural y lingüístico que existe entre nosotros y los destinatarios del mensaje, y también debido a la naturaleza del Apocalipsis de dar a conocer sus mensajes encriptados.
Aunque hemos avanzado en el conocimiento de las circunstancias históricas que había cuando se escribió el Apocalipsis, aún hay muchos detalles que desconocemos, y eso nos impide dar una interpretación única y acertada. Se han desarrollado varias teorías sobre lo que significa el 666, y cada teoría tiene sus defensores, pero no hay ninguna que pueda tomarse como una interpretación definitiva.
Un misterio bestial
Para poder tener un mejor entendimiento de lo que significa el 666, primero necesitamos conocer los personajes que se encuentran involucrados en el capítulo 13 de Apocalipsis. Si observamos el capítulo, nos encontramos con 3 personajes:
El Dragón (13:1): El Dragón ha sido plenamente identificado como Satanás (Ap. 20:2)
La Bestia (13:1): Es una bestia surgida del mar. Veremos sus características y su identidad más adelante.
Una segunda bestia (13:11): Esta segunda bestia se encuentra subordinada a la primera, y su papel es alentar y animar a la gente a que adore a la primera bestia.
Juan nos menciona varias características de la primera Bestia: Tiene 10 cuernos y 7 cabezas, sobre cada cuerno tiene una diadema, sobre cada cabeza tiene un nombre blasfemo en contra de Dios; tenía figura de leopardo, pies de oso y boca de león; una de las cabezas de la Bestia había recibido una herida mortal que había sanado. Pero además de la descripción física, Juan nos detalla sus acciones:
Tenía autoridad y poder que el Dragón (Satanás) le había dado.
Tenía dominio sobre toda la humanidad.
Venció a los cristianos en batalla.
Era adorado por toda la gente, con gran fascinación.
Al parecer, en la Bestia se reúnen todos los poderes exietentes en el mundo que están en contra de Dios; la Bestia es una fuerza opositora a Dios, alimentada por Satanás. Pero: ¿qué o quién es la Bestia? No podemos afirmarlo con total certeza, ya que Juan no nos da muchas pistas acerca de su identidad. Apocalipsis está escrito a propósito para ocultar sus mensajes, y la identidad del “archienemigo” de la Iglesia debía guardarse en el más absoluto secreto, para aquellos que no conocieran la clave. Lo malo es que esa clave parece haberse olvidado muy pronto, ya que ni siquiera los padres apostólicos como Ireneo (S. II D.C.), quien era un gran investigador, la llegaron a conocer.
Existen muchas interpretaciones acerca de la identidad de la Bestia; la más popular es que representa al Imperio Romano, ya que la misma bestia es descrita en Daniel 7:7 con las mismas características, y ahí se le identifica con uno de los 4 grandes imperios de la antigüedad. Cada cabeza de la bestia representa uno de los emperadores que ha tenido Roma (Augusto, Tiberio, Calígula, Claudio, Nerón, Vespaciano, Tito y Domiciano) hasta la fecha en que se escribió Apocalipsis. ¿Será Roma la Bestia? ¿Existe alguna otra pista que nos haya dejado Juan? Analicemos el v. 17 para ver qué mas podemos deducir.
En el principio sólo había letras…
“Y hace que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les dé una marca en la mano derecha o en la frente, para que nadie pueda comprar ni vender, sino el que tenga la marca, la cual es el nombre de la bestia o el número de su nombre.”
(Apocalipsis 13:16-17)
Ap. 13:17 nos menciona que la humanidad estaba restringida a poder realizar transacciones comerciales a menos que tuvieran la marca de la Bestia. Dicha marca consistía en el nombre de la Bestia, o en el número de su nombre; dicho número, como menciona el v. 18, es el 666. Aquí podemos ver que en realidad el 666 es un nombre: el nombre de la Bestia traducido a números, ya que Juan lo llama “el número de su nombre”.
Pero, ¿a qué se refiere Juan con “el número de su nombre”? Cuando surgieron los primeros alfabetos, éstos solamente estaban compuestos de letras; no existían símbolos para representar números como los tenemos hoy en día. Los números escritos fueron inventados por los árabes hasta el siglo X D.C. Asi que, si un hebreo o un griego necesitaban escribir números, usaban letras de sus respectivos alfabetos para representarlos. De esta manera, una palabra también podría representar un número.
Aquí Juan nos da a conocer y al mismo tiempo nos oculta el nombre de la Bestia. Lo único que sabemos es que si tomamos su nombre, y usamos las letras como números, obtendremos el número 666. Pero ¿cuál es ese nombre? Varias teorías han surgido acerca de cual pueda ser ese nombre, pero de entre todas ellas, hay dos que se disputan el primer lugar:
Ireneo, uno de los padres apostólicos que vivió en la segunda mitad del S. II D.C., sugirió que el nombre puede ser LATEINOS (L = 30, A = 1, T = 300, E = 5, I = 10, N = 50, O = 70, S = 200 = 666, si usamos el alfabeto griego), que quiere decir “El Reino Latino”. A partir de aquí muchos intérpretes de la Biblia han deducido que LATEINOS hace referencia a la Iglesia Católica, ya que también se le conoce como al Iglesia Latina; pero dicha deducción carece de fundamentos, ya que Ireneo en un principio usó esa palabra para referirse al Imperio Romano que los gobernaba. Esta teoría es la preferida por varias denominaciones protestantes.
Otra teoría (y muy posiblemente la que se acerca más a la verdad) tiene que ver con una leyenda que se desarrolló durante el siglo I en el imperio romano, en torno a la figura del emperador Nerón.
¡Nerón! ¡Here boy…!
Lucius Domitius Ahenobarbus, mejor conocido como Nerón, nació en el año 37 D.C. en un poblado cerca de Roma. Su madre, Agripina, era hermana del emperador Calígula, el cual era un hombre despiadado y depravado. Nerón no tenía las más mínimas posibilidades de llegar a ser emperador, y tampoco tenía ningún interés en serlo. Pero, gracias a la astucia de su madre, que dedicó su vida para logar que su hijo fuera emperador, Nerón llegó a alcanzar la cúspide del poder.
Calígula murió asesinado en el año 41. En ese momento Claudio, su sobrino, se volvió emperador. En el año 49 Agripina logró casarse con Claudio, y para el año 50 Nerón se convirtió en hijo adoptivo de Claudio. Nerón era el siguiente en la lista del trono del Imperio Romano.
Claudio murió en el año 54, y en ese año, Nerón se convirtió en emperador de Roma a la edad de 17 años. Puesto que era muy joven para tal responsabilidad, las decisiones importantes del Imperio eran tomadas por el tutor de Nerón, Séneca, y por Burro, el comandante de la guardia pretoriana. Nunca el imperio romano estuvo gobernado tan bien como cuando Séneca y Burro estuvieron al frente. Durante ese tiempo Nerón se dedicó a las bellas artes: él se consideraba un artista. Pero la personalidad de Nerón pronto empezaría a acarrear problemas para el imperio.
El emperador acostumbraba rodearse de un círculo de amigos íntimos, los cuales se reunían en las noches en las que, según los historiadores romanos, había borracheras y violencia. Una mujer de ese círculo, Popea, se convirtió en la favorita de Nerón, y juntos planearon el asesinato de Agripina, ya que se estaba convirtiendo en una molestia para el emperador. Nerón trató de deshacerse de su madre de muchas maneras: envenenándola, haciendo que le cayera encima el techo de su casa, y mandándola al mar en un barco defectuoso, listo para naufragar. Finalmente la mandó asesinar en el año 59.
De ahí en delante los escándalos no pararon en la vida de Nerón. Se divorció de su esposa Octavia y se casó con Popea, cuando ésta quedó embarazada. Relevó a sus consejeros y puso en su lugar a Tigelino, que fue amante de su madre. Olvidó por completo los asuntos del Imperio, dedicándose solamente a practicar las bellas artes, especialmente la música y el teatro, y no perdía oportunidad para ser el centro de los reflectores. Se volvió por completo un hombre enfermo de la mente, paranoico. Obligó a muchos de sus generales y allegados a suicidarse, acusándolos de conspirar contra él. Mató a patadas a su espoa Popea cuando ésta estaba embarazada, por haberle reclamado haber regresado tarde de las carreras. En una ocasión mandó castrar a uno de sus amantes, y se casó con él, mandándolo vestir como una novia; se les podía ver por las calles de Roma, besándose, como cualquier pareja de enamorados.
Durante el gran incendio de Roma, en el año 64, Nerón fue señalado por muchos como responsable; para quitarse de encoma esa acusación, culpó a los cristianos del incendio y los mandó perseguir; muchos murieron crucificados (entre ellos el apóstol Pedro), otros fueron devorados por los leones en la arena, otros más fueron vestidos con pieles de animales salvajes y echados a los perros sabuesos de caza que los destrozaron, y algunos murieron sirviendo como antorchas humanas en los jardines de su palacio.
El imperio
no toleró por mucho tiempo la conducta de su loco emperador. El gobernador de las Galias, Julio Vindex, junto el gobernador de Iberia, Galba, se revelaron en contra de Nerón, así como Lucio Macer, general de la III Legión Augusta establecida en Africa. El senado romano por fin se armó de valor y declaró a Nerón enemigo público; sintiéndose solo y acorralado, Nerón se vió obligado a huir, suicidándose después en el año 68.
Esa fue la vida de Nerón. Murió loco y solitario; pero de alguna manera, su recuerdo sobrevivió en la imaginación de los romanos de una manera insólita.
El Nero Redivivus
A pesar del carácter mounstroso de Nerón, había algo atrayente en él que hizo que muchos ciudadanos romanos le guardaran tributo. Durante mucho tiempo no faltaron en su tumba flores de temporada, así como retratos suyos donde lo representaban vestido muy solemnemente, y personas se reunían en ese lugar a leer edictos como si todavía viviera. Su recuerdo seguía vivo en la mente de muchos romanos.
Ese recuerdo vivo, combinada con las extrañas causas de su muerte y la confusión que se había generado en el imperio a causa de las rebeliones, se conjuntaron para dar origen a una leyenda. Se empezó a correr el rumor de que Nerón en realidad no había muerto, sino que había huído al Imperio Parto, al oriente del Eufrates, y que ahí estaba preparando su venganza contra aquellos que habían conspirado para matarle. A esa leyenda se le conoce como el Nero Redivivus, o el Nerón Resucitado.
Los partos fueron uno de los rivales más temidos por los romanos. Tenían un ejército muy poderoso que podía dar batalla a Roma. La idea de que alguien como Nerón se aliara con ellos resultaba aterradora para cualquier romano. Los mismos partos se habían encargado de alimentar esa leyenda: Vologeso, rey de los partos, envió embajadores a Roma para pedir que se honrase la vida de Nerón. Varios años después de su muerte, muchos partos se hicieron pasar por Nerón, conservando la leyenda viva.
Los judíos crearon una mezcla de su concepto del Anticristo con la leyenda del Nero Redivivus.
Escritos apócrifos judíos como La Asención de Isaías y judeo-cristianos como los Oráculos Sibilinos hablan del anticristo personificado en Nerón. ¿Estaría pensando Juan en el Nero Redivivus cuando escribió acerca de la Bestia? Hay un fuerte debate al respecto, pero muchos eruditos bíblicos piensan que sí. Varias fuentes históricas sugieren que los cristianos recibieron influencia judía acerca de la leyenda. Posiblemente, cuando Juan quiso identificar a la Bestia, debido a su maldad, solamente pudo compararla con el Nero Redivivus, que un día regresaría a terminar con la fe cristiana. La cabeza de la Bestia que recibió una herida mortal y que luego sanó puede estar haciendo referencia a Nerón: murió, pero regresó a la vida.
¿Corresponde el 666 al Nero Redivivus? Probablemente. Recordemos que en el primer siglo no había números, y éstos tenían que ser representados por letras. Los judíos utilizaban un sistema de numeración llamado Gematria, en donde asignaban un valor a cada letra del alfabeto hebreo. Si tomamos la frase “Nerón César”, en hebreo quedaría “NRWN QSR” (el hebreo antiguo no tenía vocales), y según la Gematria, los valores de las letras serían los siguientes: N = 50, R = 200, W = 6, Q = 100, S = 60. Teniendo los valores y las letras, el nombre “NRWN QSR” quedaría así:
N 50
R200
W 6
N50
Q100
S 69
R 200
= 600
Por lo que muy probable que la Bestia represente al Nero Redivivus, y el número 666 sea el nombre de “Nerón César”, transliterado a números.
En honor a la verdadComo dije al principio, no existe una interpretación 100% certera del significado del número de la Bestia. Solamente existen teorías con argumentos a favor y en contra. La teoría del “Nero Redivivus” es una de las más aceptadas, aunque también tiene sus cuestionamientos.
Pero aunque no existe una interpretación confiable, existen interpretaciones que ni siquiera se pueden tomar de manera seria. Hemos dedicado a un tiempo para tratar de descifrar el significado del 666, en base a un estudio histórico y contextual de la Biblia. Por desgracia, son las interpretaciones sin una base bíblica e histórica las que han predominado en la mente de las personas. No existe una base bíblica para interpretar el 666 para la venida del Anticristo, ni para pensar que el Anticristo vaya a ser un personaje contemporáneo solamente porque, en base a un juego de números, su nombre sume 666. (Si no me crees prueba lo siguiente: A = 9, B = 18, C = 27 y así sucesivamente en múltiplos de 9, ¡y suma el nombre “JESUS”!)
posteado por cometa azul.
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