miércoles, 1 de octubre de 2014

El Pelicano Grado 18 °
Lázaharo Hael,',

Introducción:
La idea o concepto de Dios ha influido en forma importante para bien o para mal, en el proceso evolutivo de un gran porcentaje de la humanidad.
El asunto de Dios, no sería tan dramático o conflictivo si el hombre pensara por sí mismo al respecto, y digo esto porque la idea y concepto que una gran mayoría de personas tiene sobre Dios, no es propio, sino que tiene origen en las ideas que nos transmiten las diversas religiones, y esto se ha convertido en una dificultad para comprender el Dios que vuestra consciencia podría ser capaz de percibir y necesitar, porque cada consciencia tiene el Dios que necesita para su evolución.
Las religiones nos dan una idea de Dios como un ser con atributos y defectos humanos, a la vez, paradójicamente nos presentan un Dios con atributos divinos como la perfección, absolutes y eternidad. Poseedor de una omnipotencia, omniconsciencia y omninteligencia que es omnipresente en cuanto existe. Cuando en realidad, el hombre ha aceptado tales cualidades en Dios como dogma porque su propia imperfección, relatividad y finitud le hacen imposible percibir tales atributos en la divinidad.
Las leyes cósmicas deben formar parte de la naturaleza de Dios, y él mismo no es ajeno a sus efectos. La vida es movimiento y consciencia, quien no posee estos atributos no está vivo, y Dios no es la excepción.
Considerar que Dios sea “algo” o “alguien” que lucha por conservar vida, consciencia y mente, es impensable por una gran mayoría religiosa… Sin embargo, Solo podemos ver lo inobservable a través de los observable, y ver “algo” de lo que Dios es, solo es posible a través del universo o del hombre mismo, que según la biblia fuimos hechos a su imagen y semejanza.

Según los Cabalistas Hebreos: “Dios deseo conocerse a sí mismo y creó un espejo para observarse” (1). Espejo que es la humanidad, y por cuyos ojos se observa a sí mismo. El solo hecho de buscar o desear conocerse, es un esfuerzo por conservar y ampliar su propia consciencia… El hombre encarnado, también es un reflejo de su propia alma, la cual se observa y conoce a sí misma a través del hombre.
La biblia narra que Cuando Moisés le pregunta a Dios su nombre, éste le contesta “Yo Soy Yo” o la frase de los cabalistas: “Ehyeh Asher Ehyeh” o “Yo Soy El Que Soy” (1), porque Dios es único y el absoluto, es el gran solitario, tratando de conocerse o ser consciente de sí mismo a través de su propia creación. — Creación que no está separada de él, sino que es él mismo esforzándose por experimentarse y conocerse a sí mismo.

“Psique, del griego psyché, «alma humana», es un concepto procedente de la cosmovisión de la antigua Grecia, que designaba la fuerza vital de un individuo, unida a su cuerpo en vida y desligada de éste tras su muerte. El término se mantiene en varias escuelas de psicología, perdiendo en general su valor metafísico: se convierte así en la designación de todos los procesos y fenómenos que hacen la mente humana como una unidad” (2).
El principio que distingue a un ser viviente de uno muerto, es la posesión de la consciencia, y esté es el requisito primario para todo hombre… y Dioses también.

“ EL PELICANO 18° ”

“En el principio (Bereshit) creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; Y fue la luz” Gn. 1:1
La alegoría mística del Pelicano, tiene puntos de coincidencia y concordancia con el primer capítulo del Génesis Bíblico.
El Pelicano es un ave marina que penetra profundamente sobre el mar, volando al ras de su superficie y ocasionalmente se sumerge en sus aguas para obtener su propio alimento.
El símbolo del pelicano, lo representan sentado en su nido, y desgarrándose el pecho para alimentar con su sangre a sus polluelos, que algunos escritores dicen que son tres, otros que son siete.
El simbolismo místico, comúnmente es polivalente según el contexto en que se presenta, por ejemplo: Cabalísticamente si consideramos como tres sus polluelos, estaríamos hablando del Pelicano como el Dios Primero tras el velo de “Ain Soph Aur” o “la luz ilimitada”, y los tres polluelos serian los tres primeros sephiroth: Kether (Corona), Chokmah (Sabiduría), y Binah (Comprensión) que integran “Atziluth” el mundo divino de las emanaciones arquetípicas.
Si hablamos de siete polluelos, nos referiríamos al pelicano como “Atziluth”, y los siete polluelos serian los siete sephiroth que integran el universo manifiesto… Hesed (Misericordia), Geburah (Fortaleza), Tiphereth (Belleza), Netzach (Victoria), Hod (Gloria), Yesod (Fundamento), y Malkuth (El reino).

La Palabra “María” (3) como el nombre de la madre de Jesús el que sería el Cristo, proviene etimológicamente de “Mare” o sea “Mar”, en cuyas agua inicio la vida sobre la tierra, pero en el presente caso, no hablo del mar terrestre, sino del mar cósmico de la materia primordial.
El mar sobre el cual vuela el pelicano, es el agua como símbolo místico de la materia, que en el caso del génesis bíblico, solo puede hacer referencia a la “materia primordial”, porque la materia organizada como cuerpos y otras estructuras más complejas, aún no existían. El pelicano simbólicamente representa el espíritu de Dios sobre la faz de las aguas, como la potencialidad a desarrollar y cobrar manifestación en el cosmos.
El hombre desde sus primeros instantes de su infancia, despierta su consciencia por el estimulo catalizador de sus fuerzas instintivas, y es a través de las experiencias vivenciales que se suceden a través de toda vida humana, que el hombre evoluciona y desarrolla su propia consciencia o psique. Este es el alimento que busca el pelicano sumergiéndose en las aguas profundas del mar de la materia… Consciencia, mente y razón, y en una palabra, las facultades de la psique.
La sangre que mana del pecho del pelicano para alimentar a sus polluelos, me remiten al símbolo del “Oroborus” o “Uróborus” la serpiente en forma de circulo que devora su propia cola. Algunos escritores representan este símbolo como dos dragones, uno alado y otro terrestre formando el circulo y ambos devorando la cola del otro. Ambos símbolos hablan del mismo tema, aunque tienen profundidades que los hacen diferentes, pero para efecto del presente tomaremos el primer ejemplo, y se refiere a la desintegración de las formas materiales al final de su ciclo de vida, y reintegrándose en sus elementos más sutiles a la madre naturaleza o en el último y más espiritual de los términos, al “mar cósmico de la materia primordial”. La misma que alimenta los seres vivos en forma de “Prana”, “Nous” o “Energía vital”, o en su expresión más grosera, como: los alimentos sólidos, agua y aire que nutren “nuestros” cuerpos… Porque aún nuestro espíritu o alma, son cuerpos de naturaleza más sutil y etérea.

El grado XVIII Caballero o Príncipe Rosacruz de la Masonería Escocesa, tiene entre otros símbolos, uno muy especial e importante, el de La Rosacruz, el cual se presta o sirve de apoyo para comprender algo más de ésta “alegoría” del Pelicano y el primer capítulo del Génesis Bíblico.
El Madero horizontal de la cruz, simboliza la materia, el vertical simboliza el espíritu que se infunde en la materia como una fuerza vital y energética de vida, y en ésta conjunción, exactamente donde se cruzan ambos maderos, florece el alma, la rosa de sarón y el lirio de los valle…“LA CONSCIENCIA”.
Este es el significado de todas las mitologías alegóricas arcaicas, que hablan de la existencia de semidioses, mitad hombre y mitad dios, como producto de la unión de una mujer (la materia) y un Dios (El Espíritu), como Dionisio, Perseo, Prometeo, y Jesús el Cristo entre otros, que siempre vienen a salvar a una princesa o a la humanidad.
La consciencia es la luz que disipa las tinieblas del mundo, la cual hace emerger del aparente caos del universo primordial, el orden universal. Esta es la luz de la que habla Moisés en el génesis bíblico cuando dice: “Y dijo Dios: Sea la luz; Y fue la luz” Gn. 1:1… “LA CONSCIENCIA”.

Conclusión.
¿Cómo describir o hablar sobre cosas del espíritu?, ¿Cómo describir lo indescriptible?
El místico ante su necesidad de comunicar o transmitir la mucha o poca luz que posee, solo puede hacerlo con el uso de símbolos y alegorías, que no son verdades por sí mismas, sino que insinúan señalando hacia ella. La interpretación del símbolo tiene relación importante con el grado de consciencia del observador, porque sujeto y objeto se vuelven uno en el fenómeno de la observación.

Cuando el cabalista habla del infinito, no lo hace de aquello que no tiene límites, sino de aquello cuyos límites no le son perceptibles. Y de Dios la causa primera, no es posible hablar, porque es infinito. Del que si es posible hacerlo, es del Dios que el hombre percibe en forma subjetiva.
Hablar de Dios, el universo y el hombre, es hacerlo en diferente grado de una misma cosa, porque se supone que Dios es el absoluto… Lo cual incluye al Pelicano como un símbolo del alma.
Para algunos, “El Pelicano” tendrá una interpretación diferente al aquí expresado, y no está mal, porque la diversidad nos hace ver el tema desde diferentes ópticas y ángulos, y entre todos, podemos llegar a percibir una área mayor del prisma.

El símbolo alegórico del Pelicano, representa al alma cósmica y al alma humana, que en realidad, esta última es una extensión y expresión de la primera, la cual trata de conocerse al experimentarse a sí misma a través del universo y el hombre encarnado en un esfuerzo por conservar y ampliar consciencia, mente, y razón.

“Spes Mea Ín Deo Est” (4)
Fraternalmente.

Lázaharo Hael 32°
Nota:
El presente, son reflexiones y meditaciones personales, no representan necesariamente la opinión de la orden.
No escribo para todos, sin embargo, todos son invitados a leer.
Culiacán, Sinaloa. México. Miércoles 30 de septiembre del 2014.

(1).- Kábala y Psicología.- Zev Ben Shimon Halevi.
(2).- Enciclopedia libre Wikipedia.
(3).- Glosario Teosófico.- H. P. Blavatsky.
(4).- Mi Esperanza está en Dios.

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