jueves, 1 de julio de 2010

EL ENIGMA DE LA VIRGENES NEGRAS.



EL ENIGMA DE LA VIRGENES NEGRAS.
MYNERVA MODESTA VELAZCO
.Extracto de mi libro “TESTIMONIOS DE UN VISITANTE”


Cuantos de nosotros al entrar al recinto sacrosanto donde se erige una talla iconográfica de una vírgen morena, nos sentimos atrapados por la imagen, y al observar la vírgen negra coincidimos en señalar algunos aspectos que las diferencian de otro tipo de representaciones de la virgen, por ejemplo, el hecho mismo de que fueran fabricadas negras a propósito… Su color no es la pátina, fruto de la acción del tiempo o de la exposición a los cirios como se ha querido explicar. En las iconografías auténticas, tanto el rostro y las manos de la madre y las del hijo son negros o están pintados de negro mientras que el traje reluce por verdaderos diseños ricamente policromados.
Al pasear nuestra mirada por sus delineantes formas llama la atensión que son pequeñas tallas de madera que no suelen exceder los 70 centí­metros de alto por 30 de ancho y 30 de profundidad… Permanecen en posición de mando, entronizadas en cátedra con el niño sentado en el regazo, con expresión corporal, incluyendo el rostro, hieráticas, manifestando firmeza y relajadas a un tiempo… Generalmente el niño se encuentra posando sobre la rodilla derecha, muy raramente en la rodilla izquierda… En algunas esculturas el niño tiene un libro cerrado en la mano izquierda y sus rasgos suelen estar menos trabajados que los de su madre… Cabe destacar que al buscar la orientación de su mirada, vemos como esta se dirige hacia delante, y es a la vez serena y lejana.
Observando sus razgos faciales apreciamos un cierto toque oriental; trayendo a nuestra memoria leyendas que se refieren a Oriente, a Egipto y a Bizancio.
Esto no lleva a analizar historiográficamente su evolución en situ y en tiempo y nos encontramos con leyendas tales como la sostenida por el cristianismo, que atribuye legendariamente a San Lucas –el Evangelista acompañado por el Toro- cuyo simbolísmo, en la Cosmobiología, está referido a la costelación de Tauro; en la Alquimia a el elemento Tierra y en la Antropología Esotérica se refiere a la raza-raíz Negra, su creación. La tradición cristiana sostiene que San Lucas fue no sólo escritor y médico, sino también un buen pintor. Se dice que las mujeres que acompañaban en sus últimos años a la Madre María, rogaron a San Lucas pintase el retrato de la misma, para que fuera conocida por todos los cristianos. San Lucas accedió y pintó el retrato sobre la madera de la mesa donde acostumbraba a trabajar la dulce Madre de Jesús. La madera de tal mesa era de un árbol que crece en el cercano Oriente y se llama Tyllia Platyphylles. En un principio esa tabla era de una sola pieza, de 1,22 m de largo, por 0,85 m. de ancho y 3, 50 cm de espesor. A causa de la profanación que sufrió en 1430, está actualmente dividida en tres partes, aunque pegadas. Hoy día ese retablo se encuentra en un convento situado en Czestochowa – Polonia… El tiempo y los sucesivos cambios de lugar han ido deteriorando los colores originales ennegreciendo la cara y las manos de la imagen, motivo por el cual, este retrato, se conoce como el de la Virgen Negra de Czestochowa.
En otro aparte, especificando el contenido de las leyendas nos encontramos que detalla un descubrimiento milagroso de estatuas iconográficas de Virgenes Negras y frecuentemente vemos asociado a el descubrimiento la oportuna acción de un toro (o un buey)... Les aclaro que, a nivel simbólico, el Toro, en las antiguas religiones, es el animal viril y solar por excelencia… Continuando con la leyenda, esta sostiene que este animal, arando un campo, es el que desentierra la estatua de la Vírgen Negra, haciendola surgir de bajo tierra, y la estatua, acto seguido, se convierte en una fuente fecunda de beneficios para los habitantes del lugar.
Esta mitología se repite en la narración de los supuestos hechos ocurridos en diversos sitios geograficos donde se veneran las Vírgenes Negras, tales como Manosque, en Err, en Font-Romeu, en Rocamadour, Orcival, Marsella, Montserrat y en Prats de Molló, en los Pirineos Orientales, donde el Toro "descubre" a Nuestra Señora del Coral en el hueco de un roble, el árbol sagrado de los druidas… Ampliando los simbolos en esta narrativa mitológica encontramos que la palabra "coral" en catalán, significa: la madera del roble que, una vez mojada, se vuelve negra como si fuera ébano...
La geografía del hallazgo es otra caraterítica que nos pone en elerta porque esta siempre las encontramos vinculadas a un entorno de cuevas, de montañas, a árboles, pozos y cursos de agua, íntimamente integrados con la Naturaleza y donde parecen reinar dentro de ella. Hay una pregunta que considero de importancia y es: ¿Porqué el color negro y cuales son sus implicaciones?.
El color negro es el que se utiliza simbólicamente para representar esa tierra primitiva que, una vez fecundada, será fuente de toda vida... Y que por analogía es lo que representa la Diosa-Tierra… Por ejemplo: Isis, Cibeles y Deméter fueron con frecuencia representadas negras mientras que en la Gran Bretaña se conoció una diosa llamada Black Annis. En Efeso, en el templo de Diana, una de las siete maravillas del mundo, se veneraba una estatua negra de la Gran Diosa, hermana del Apolo solar, y resulta sorprendente descubrir que es precisamente en Éfeso donde la Virgen María vivió tras la muerte del Sublime Maestre Jesus, y que hay una tradición que sitúa allí su Asunción, denominándose en turco el lugar mismo en que ello ocurrió karatchalti, que traduce "la piedra negra".

Cuando vemos los hechos de la conquista española, por ejemplo en México observamos como el culto a las Virgenes negras se manifestó allí desplazando el culto indígena a "dispater" mexicana que era una piedra negra lisa, ahora sustituída por el culto a la Virgen de Guadalupe… Esto nos trae a la mente la imagen de las misteriosas piedras negras, ubicadas en los Pirineos, en España y hasta en mismo Protugal, de origen inmemorial e indeterminado que son veneradas e invocadas por las mujeres para obtener la fecundidad.
En esta sintesis no voy a entrar en el simbolísmo musulman, pero si voy a hacer incapie en lo que simbolizó para los escultores medievales, quienes al emplear a propósito el color negro, en esa medida subrayaban de la manera más clara que la Virgen Negra era para ellos al mismo tiempo la María cristiana, la Diosa-Tierra céltica y la Isis egipcia situándola dentro de una concepción religiosa iniciática universal del gran principio ó Sagrado Femenino del Universo, fuente de toda vida terrestre y a la vez de toda religión, origen de la vida de las almas... No podemos dudar que, como cristianos iniciados, conocederos de la tradición de las Cuatro Escuelas iniciáticas, tenían en la mente la frase del maravilloso libro el Cantar de los Cantares, que era el tema de estudio de los grandes eruditos templarios y donde entre lineas se lee: "Soy negra y, no obstante, soy bella", cuya significación real hay que buscar en otra parte. Pero este simbolísmo va más allá… Vamos a esa dimensión simbólica que relaciona a las Vírgenes Negras con la ancestral veneración a las diosas de la tierra… En mis análisis iconográficos, sin subestimar el culto antiguo céltico a una Diosa-Virgen, del cual hablaré más adelante, concluyo en la premisa de que las Vírgenes negras es una versión cristianizada de cultos más antiguos… Esta tesis tambien es sostenida por otros expertos en la materia y quienes se han pronunciado.
Ya antes de el cristianismo y bajo diversas formas, a veces romanizadas, se adoraba a una divinidad femenina, una especie de diosa-madre, de tierra-madre, o, más concretamente, a una Diosa-Tierra… Muchas de las advocaciones que designaba su representación han sobrevivido y permanecen asociadas a las Vírgenes Negras, como “Virgo Paritura”, cuya interpretación es la Virgen que debe dar a luz… Esta advocación la encontramos en la mayor parte de las grandes religiones y mitologías de la humanidad; por ejemplo: en el culto de Isis, de Cibeles, de Deméter y de Ceres, pero asimismo advertimos su presencia en las grandes religiones americanas precolombinas o en numerosas mitologías africanas, por ejemplo… Concluímos que el simbolísmo popular y milagroso, cosmogónico y naturalista, espiritual y religioso es común tanto en la antiguidad como en las modernas Vírgenes Negras.
En la religón primitiva, el concepto de la tierra es el de un modo natural fecunda, de una fecundidad siempre renovada, propio de la Diosa-Madre Cósmica, es por ello que la Diosa-Tierra en su reperesentación magico-religiosa era particularmente invocada por las mujeres estériles que deseaban tener un hijo. Esta comnotación, más tarde, son las Vírgenes Negras las que siguieron teniendo esa reputación milagrosa de conceder la fecundidad y, por extensión, de ser protectoras de los niños de corta edad. Las gentes sencillas, muy atadas a esas prácticas, no hacían otra cosa que presentir la grandiosa concepción cosmogónica y naturalista que esta función milagrosa representaba.

En efecto, en la mayoría de los antiguos relatos sagrados de la humanidad, todo en el universo nacía siempre del encuentro y la síntesis de un principio masculino y un principio femenino. Así, la Tierra, virgen en su origen, fue fecundada por los rayos del sol, y es gracias a esta acción bienhechora que pudo dar vida a todo lo que existe, siendo esta la Naturaleza y la Humanidad. Desde entonces, sin caer no obstante en un politeísmo primitivo, los antiguos hicieron de la tierra, de la Diosa-Tierra, la representación simbólica del gran principio femenino de todas las cosas, y del Sol, la del principio masculino por excelencia.
Este es el motivo por el que hemos notado, sin comprender siempre su profundo valor, que en todas las religiones en las que se venera a una Diosa-Tierra, siempre aparece indisolublemente asociado con ello un culto solar. Tanto entre los egipcios, como en el caso de los incas, los griegos o los celtas, no hay Diosa-Tierra sin Dios-Sol, su complemento indispensable… Y sin ir tan lejos, en la misma Biblia, -en una de tantas frases que nos recuerda del Cantar de los Cantares, "Soy morena pero bella"-, frecuentemente pueden hallarse estas alusiones solares, estas comparaciones y asimilaciones simbólicas de Dios al astro irradiante, por tanto no es compatible el concepto ingenuo de ver en las práticas religiosas una adoración del Sol de carácter idolátrico!.

Volviéndonos al tiempo histórico de la aparición de la Virgenes Negras podemos situar su apogeo entre los siglos XI y XII, raramente se las puede enclavar en el XIII… Lo curioso del caso es, que en la mayoría de los casos y en plena Edad Media cristiana, esta representación solar estaba también asociada al simbolísmo de las efigies, como la madona de la vida y de la felicidad. Todas estas figuras simbólicas son sinónimas de la gran idea: el sol que "fecunda" la tierra y que engendra la Vida.
Yendo a otro objetivo y ya desde los valores como creaciones artíticas vemos que son tallas cuyo estilo pertenecen al románico específicamente… Sin embargo, tambien encontramos que las talladas durante el tiempo del gótico hacen referencia y son nuevas representaciones de imágenes anteriores; cuando no la misma imagen, de cultos paganos más antiguos. Porque, aunque las ví­rgenes negras a menudo fueron encontradas por campesinos dedicados al cuidado de sus ganados, lo cierto es que los diversos sitios donde se les rinde pleitesía corresponden a enclaves donde antaño se veneraba a una deidad pagana de antiquísima tradición y objeto de peregrinación secular.
Hay que concluir que a nivel de pensamiento magico-religioso y en el devenir histórico, la Diosa-Madre cosmogónicamente considerada la Diosa-Tierra se fue transformando… Considero que es así como La Diosa-Tierra se convirtió en la Virgen que, por la propia acción de Dios, dió luz a un Hijo que, al mismo tiempo humano y divino, podría salvar a la Humanidad, regenerarla, darle vida espiritualmente y, por lo tanto, aportarle "la salvación". Repitiendose de esa forma el engendramiento divino que encontramos en otras religiones, donde otras vírgenes engendraron en forma divina a niños "dioses", entre estas tradiciones tenemos el engendramiento y nacimiento milagroso de Khrishna, u Horus hijo de Isis, de Buda hijo de Maya o el nacimiento de seres magos, como el de Merlín céltico nacido misteriosamente de una virgen.
He llegado a la conclusión que esta fue la idea de san Bernardo y de las minorías monásticas de la Edad media, especialmente, la de nuestros hermanos los Caballeros del Temple...
¿Podemos pensar que son restos de un concepto pagano aún no desarraigado, o se puede considerar que es la piedra angular de un edificio espiritual iniciático?

Otro punto a tener en cuenta es preguntarnos el porqué el pueblo las venera por morenas y porqué la Iglesia ha tenido, tantísimo interés en que no lo fuesen, llegando incluso a pagar por restauraciones en las que se incluía el “blanqueado” de la imagen.

¿Qué es lo que enfrenta a la Iglesia con la devoción popular?

¿Por qué las Virgenes Negras siguen siendo “las morenas” las portadoras de la felicidad a sus files?

Dejo esta pregunta en el aire para que ustedes en meditación busquen la respuesta y la promesa de seguir escribiendo sobre el
tema. Etiquetas: Alquímia, Antropología, Cosmobiología, Diosa-Madre, Diosa-Tierra, Negras, Tauro, Tierra, Vírgenes, esotérico

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