lunes, 5 de noviembre de 2012

Estudian el uso de incienso como medicina antiinflamatoria



Las sustancias que aporta la resina de los árboles Boswellia, usada en el incienso, contiene antiinflamatorios que pueden ser beneficiosos para enfermedades como el asma, artritis reumatoide o dermatitis atópica, informó el profesor y Doctor Oliver Werz de la Universidad Friedrich Schiller de Jena, Alemania.

El Dr. Werz comunicó este año que “la cátedra de Química Farmacéutica y de Medicina están convencidas” del beneficio del incienso.

En un comunicado, el profesor destacó que el incienso es parte importante en la historia. Señala que fue uno de los tres regalos de los Reyes Magos al recién nacido niño Jesús, y desde la antigüedad se quema en las ceremonias religiosas y festivas y es usado por miles de años en la medicina ayurvédica. Ahora él revela que el secreto está en su resina, una sustancia que tiene fuertes efectos curativos.


El Dr. Werz lamentó que los árboles Boswellia son una parte de especies en peligro y en muchos lugares solo se los utiliza como combustible de calefacción

El equipo de Werz y la Universidad de Saarbrucken se unieron para examinar estos efectos medicinales y determinaron que “corresponden exactamente a los ácidos boswéllicos”, informa el Doctor.

“Los ácidos boswélicos interactúan con varias proteínasque forman parte de las reacciones inflamatorias, pero sobre todo con una enzima que es responsable de la síntesis deprostaglandina E2", señala Oliver Werz.

“La prostaglandina E2 es uno de los mediadores de la respuesta inmune y juega un papel decisivo en el proceso de la inflamación, en el desarrollo de la fiebre y del dolor", agrega el doctor, explicando además que los ácidos boswéllicos del incienso son capaces de bloquear esta prostaglandina E2, reduciendo la reacción inflamatoria.

Los investigadores analizaron los tipos de resina de los inciensos que se venden en el mundo y destacaron que “hemos sido capaces de demostrar que la resina de Boswellia papyrifera es diez veces más potente” que las demás. Es una especie que se produce principalmente en el noreste de África, en países como Etiopía, Somalia, y en la Península Arábiga, en Yemen y Omán.

En tanto que el incienso más difundido en el mercado viene de la Boswellia serrata del centro y norte de India.

El Dr. Werz lamentó que los árboles Boswellia son una parte de especies en peligro y en muchos lugares solo se los utiliza como combustible de calefacción.

“De ese modo sin una protección sostenida no sólo las especies de plantas están en peligro, sino que al mismo tiempo la medicina pierde sus prometedores ingredientes activos”, declara Werz.

Para el farmacólogo ahora es perfectamente concebible realizar una terapia específica en las enfermedades inflamatorias con estos ingredientes.

Los médicos creen que los ácidos boswéllicos tienen además mucho menos efectos secundarios que los tratamientos antiinflamatorios como diclofenaco o indometacina, que aportan un gran riesgo de úlceras de estómago y pueden afectar negativamente a la función renal.

Uno de los intereses de la Universidad es llevar esta sustancia a un uso farmacológico, sin embargo aún deben hacer los estudios probatorios.

“A pesar de que la resina de Boswellia se ha utilizado durante miles de años en la medicina ayurvédica, por ejemplo, los estudios clínicos que tenemos hasta ahora no son suficientes aún, para obtener una licencia en Alemania y Europa”, comenta el Dr. Oliver Werz, anunciando que continuarán con sus estudios.

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