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LA INICIACIÓN EGIPCIA Y
SU RELACIÓN CON EL HOMBRE
Dr. JORGE ADOUM. (Mago Jefa)
Todo aspirante debe comprender los misterios de la Iniciación antigua para entender y practicara conciencia la verdadera Iniciación moderna. Todos los Misterios Antiguos eran símbolos de hechos futuros que deben suceder. Para comprender la Verdad debemos estudiar los símbolos antiguos que constituyen el camino más directo a la Sabiduría.
Los egipcios practicaban la Iniciación en la Gran Pirámide. Ese monumento maravilloso jamás fue tumba de faraón alguno como pretenden demostrar algunos expertos. La Gran Pirámide es fidelísima copia del cuerpo humano y podemos decir simbólicamente que es la tumba del Dios Íntimo que se halla dentro del hombre.
Para volver a la Unidad con el Dios Íntimo el hombre debe buscar su propia Iniciación en su mundo interno tal como en los tiempos antiguos el principiante debía penetrar al Interior de la Gran Pirámide en busca de la Gran Iniciación.
Todas las religiones y escuelas materializaban y continúan materializando los misterios por dos razones: para velar los a los ojos de los profanos y para facilitar su comprensión por el candidato.
Amedes le dice a Sethos cuando llegan al pie del misterioso Santuario de la Iniciación:
“Sus caminos secretos conducen a los hombres amados por los dioses a un fin que ni siquiera puedo nombrar. Es indispensable que ellos hagan nacer en sí el ardiente deseo de alcanzarlo. La entrada de la Pirámide está abierta a todo el mundo pero com padezco a quienes tienen que buscar la salida por la misma puerta cuyos umbrales franquearon no habiendo conseguido sino satisfacer muy imperfectamente su curiosidad y ver lo poco que les es dado contar”.
Sin embargo el aspirante insiste en su propósito de recibir la Iniciación y escala detrás de su Maestro el lado norte de la Pirámide hasta llegar a una puerta cuadrada siempre abierta de reducidas dimensiones (tres pies de largo y tres de alto)que da acceso a un pasadizo estrecho.
El discípulo y su guía lo recorren arrastrándose con dificultad. El guía va delante con una lámpara símbolo del saber humano que apenas alumbra su camino.
La palabra Pirámide viene de pyr fuego o sea espíritu. La Iniciación en la Pirámide equivale a la comunicación con los grandes misterios del Espíritu “la Unión en el Reino de Dios Interno con el Padre”. El fuego de que se habla aquí no es el fuego material ni tampoco el fuego o luz de los soles sino otro fuego mil veces más excelso: el del Pensamiento.
La Gran Pirámide Iniciática a la que penetraba el candidato es el símbolo de nuestro propio Cuerpo. En efecto¿dónde si no en él nos iniciamos más o menos a lo largo de la vida y de las vidas?.
En esta Gran Pirámide-Cuerpo nos iniciamos evolutivamente hasta llegar a la condición de Adeptos Divinos iniciadores a nuestra vez de los seres inferiores a nosotros.
La puerta estrecha de la Pirámide es la misma puerta estrecha del Evangelio que conduce a la salvación. Está siempre abierta pero para entrar por ella el hombre debe inclinarse o doblarse conduciéndose a sí mismo al mundo Interno con el pensamiento. El pasadizo angosto es el camino abrupto y penoso que conduce al Reino de Dios dentro del cuerpo porque el camino de la perdición es ancho dice Jesús el Guía es el buen deseo o aspiración y el candidato es el hombre.
Después de muchas angustias de breves instantes que le parecen siglos el aspirante llega a una habitación de regulares dimensiones (dentro de la caja torácica). Allí lo reciben dos Iniciados (dos intercesores: el YO SUPERIOR y el ÁNGEL DE LA GUARDA). Ambos son creados por el propio hombre con la mejor de sus aspiraciones presentes y pasadas pero no debe hacerles pregunta alguna. Más como el aspirante ignora esta prohibición trata de pedirles explicaciones pero se le informa que no debe malgastar su tiempo ya que no obtendrá respuesta a nada pues los intercesores no son sino sus propias criaturas (y solamente el Dios Íntimo puede dar respuestas verdaderas).
Esos dos intercesores llevan el pensamiento al mundo interno y entran en un largo corredor que conduce al borde de un precipicio profundo e insondable (el precipicio de las tentaciones de los deseos que conduce a la parte inferior del cuerpo físico el aspirante debe ser tentado con esta prueba y tiene que bajar al pozo oscuro de su propio cuerpo).
Una luz emanada del intelecto puesta al borde le permite apreciar el peligro de la espantosa caída (cuando el pensamiento se dirige a ese mundo inferior y en él se deleita). Mirando con atención el aspirante distingue unas barras colocadas a un lado de la negra cueva y que permiten aunque no sin riesgo el descenso (del pensamiento) por ellas a los hombres de mente firme y ánimo imperturbable.
El aspirante prefiere bajar para no sufrir las dificultades del regreso. A bastante profundidad terminan las gradas (las costillas) sin llegar aún al fondo. En la última grada (la del vientre) busca una solución al terrible problema y entonces encuentra en la pared una abertura o ventana angosta por donde puede entrar a otro corredor siempre descendente pero en forma de espiral estrecha. Al fin de ese pasadizo el neófito tropieza con una sólida puerta. La empuja ella cede pero al cerrarse tras de él golpea en los quicios y produce un fragor infernal.
Sigue adelante mas otra grada le corta el paso. Al aproximarse ve que continúa un corredor bajo y estrecho sobre cuya entrada brilla una inscripción: “Todos los que recorren esta senda solos y sin mirar atrás serán purificados por el fuego por el agua y por el aire. Si consiguen vencer el miedo (de la mente) a la muerte saldrán del seno de la tierra (de la profundidad del cuerpo humano)volverán a ver la luz (del Solen el corazón) y tendrán el derecho de preparar el alma para recibir la revelación de los misterios de la gran Diosa Isis (los misterios de la naturaleza humana)”.
(Desde su entrada por la puerta de la Pirámideo por su propio corazónel aspirante ha tenido que avanzarhasta aquípor cuatro corredores que se comunican entre sí mediante aposentos o gradas). El pensamientodurante esa penetracióntiene que recorrer los cuatro corredores que unen y comunican los cuatro poderosos centros mágicos del cuerpo humanoque llevan a las cuatro etapas inferiores del mundo interno siguiendo las leyes cósmicas de la involuciónperouna vez llegado a la última etapacomienza nuevamente su ascenso tras haber sido probadoen su evoluciónpor el fuegopor el agua y por el aire.
El aspirante sigue el camino de la Iniciación.
Aunque nadie lo veaestá siempre vigilado por sus intercesores: a la menor debilidadacudirán presurosos ypor otros pasadizoslo conducirán a la puerta de entrada para que se reintegre a la Luz y a la vida exteriorno sin haber jurado que a nadie referirá lo ocurrido. El perjuro será terriblemente castigadoporque ese descenso a las etapas ínfimas confieren al aspirante los poderes de las tinieblas y ¡ay de quien se atreva a comunicar a los demás esos poderes o los utilice para fines personales!.
Al final del oscuro corredorel aspirante encuentra a tres iniciados que tienen la cabeza y el rostro cubiertos con la máscara de Anubis. (Hay tres iniciadores de los tres cuerposque nos guían por esas etapas antes de que lleguemos al altar de los Misterios Mayores).
Esa puerta esen la Iniciaciónla puerta de la muerte. Uno de los enmascarados dice al aspirante: “No estamos aquí para estorbar tu paso. Puedes continuar si los dioses te conceden el valor que necesitassabesin embargoque si traspasado este lugarllegas al fuego sagrado de tu Divinidad y tratasen cualquier momentode retrocederaquí estamos para impedir que huyas. Hasta ahora eres libre de retrocedermassi sigues adelanteperderás la esperanza de salir de estos lugares sin obtener la victoria definitiva. Aún es tiempo: ¡decídete! Si renunciasaún puedes salir por este corredor (que da hacia el mundo exterior) sin volver la vista atrássi avanzassigue el camino del frente (que te conduce al centro de la médula espinal)por el cual debes subir al cielo. Debes recorrer ese camino sin vacilación (si no quieres ser retenido en tu propio infierno). Escoge”.
Tras responder el aspirante que nada le arredrarálos tres guardianes lo dejan pasarcerrando la puerta (la cuarta). Otra vez queda solo en un largo pasadizo en cuyo extremo advierte un resplandor. A medida que avanzala luz se vuelve más intensahasta ser deslumbradora. Luego llega a una sala abovedada dondea lado y ladoarden piras enormes cuyas llamas se entrecruzan en el centro (la base de la columna vertebral).
Esa parte está cubierta por un enrejado incandescente. Los clavos le impiden al aspirante poner el pie en un lugar donde no arriesgue quemaduras yal transponerlohay no solamente el peligro de perecer abrasado sino también el de morir asfixiado en ese ambiente irrespirable.
Cerrando los ojos penetra en la habitación ígneapero ¡oh increíble encanto!al tocar los pies el enrejado fino (cuando el pensamiento puro penetra sin temor en el fuego sagrado)las llamas desaparecenlas hogueras se apagan al instante y el paso por ellas se vuelve posible sin temor a que se trate de una mera apariencia: es una realidad tangible. En las entrañas sobremanera misteriosas de nuestro cuerpocomo en las de nuestro planetaardesegún la físicaun gran fuego y duermesegún la metafísicaun fuego más intenso aún: el fuego del pensamiento Cósmico. Esos fuegosocultos a la vista del profano que vive fuera del Temploson vistos y sentidos por el Iniciado.
Juan decía a sus discípulos: “Yo os bautizo verdaderamente con aguapero el que vendrá después de mí os bautizará con fuego y con el Espíritu Santo”. Juanel ascetala mente carnalno puede comunicar a sus discípulos mayor sabiduría que la de los misterios relacionados con el ámbito de la materiacuyo símbolo es el aguamientras que la sabiduría que comunicaría Jesúscomo Iniciado en los Misterios superioresera el propio fuego de la Sabiduríanacido de la verdadera Gnosis o real Iluminación Espiritual.
Debemos comprender aquí la naturaleza de ese fuego. Dijimos ya que no se trata del fuego físico sino del aspecto superior de ese elemento. La prueba del Fuego Superior a que se somete al aspirante en la Iniciación Internalo pone frente a sí mismoo sea la naturaleza divina frente a la naturaleza terrena. Es el viaje de regresoel viaje mental a su propia Divinidad. Debe atravesar para ello las esferas de los Señores de la Llamaasí como las atravesó en su viaje de involución o descenso.
El Poder Ígneo del hombre es lo que lleva a la Humanidad a su prosperidad espiritual y material y da origen a los Maestros y Guías de las Naciones.
En esas esferas residen los Señores de la Llama y cuando el aspirante a la vida superior los evoca por la Iniciación Internadentro de la parte inferior del cuerpo Sus llamas consumen lo inferiorlo mezquinolo denso y lo grosero y lo convierten en Dios Omnipotente.
Esas llamasen el cuerpo humanoconstituyen el Fuego Creador y son las emanaciones del Espíritu Santo - Tercer aspecto del Dios Íntimo -por ellas el hombre se acerca a su Divinidad.
Para poder atravesar el mundo de las llamas divinas son necesarios un pensamiento y un cuerpo puroscastos y fuertes.
El Mundo de los Señores de la Llama tiene siete divisionescomo los demás mundospero esas etapas o divisiones se penetran mutuamente. En la parte superior gobierna el Dios Ígneo de la Luz y en la parte inferior domina el demonio del humo.
En la Humanidad actual predomina el elemento ígneo con humo y por ello hay guerras de destrucciónparticularmente con fuego e incendiosal paso que los Iniciados tratan de dominar el mundo por medio de la Luz pura y no por medio del Fuego destructor.
El fuego del Sol Central y su representante en la cabeza arden más no quemana la manera de la zarza de Horebmientras que el fuego del sol físico quema y arde por su rebelión contra el Sol Centralcomo sucede en el cuerpo físico.
El pensamiento es un poder que tiene sonidocalor y forma. Una vez dirigido hacia la parte inferior del cuerpoasciende el fuego sagradomas la Pureza del pensamiento y su castidad eliminan del fuego su humo y su calor destructivo y dejan solamente Su Luzy Dios es Luz. Entonces el Iniciado es elevado por los Ángeles de la Luz al Trono de la Luz.
Todo hombre debe pasar por esas etapasmas los que toman el camino del regresoascendiendoson los magos blancos o hijos de la Luzmientras los que se detienen en esas esferas se convierten en magos negros o hijos de las tinieblas.
En ese viaje mental el Pensador procede a la iniciación de sus átomosúnicamente la pureza y la castidad pueden librarlos del Infierno del Fuego y tinieblas para conducirlos al Cielo de la Luz puralibre de todo humo y ardor.
El hombre que domina sus instintos se hace servir por esos dioses elementales del Fuego.
Siguiendo luego por otras galeríasdentro de su propio organismoel aspirante iba a desembocar en la líquida extensión que invadía toda la amplitud de un subterráneo. En el otro extremo se distinguíaal finuna escalinata. Era preciso vencer el peligroso obstáculo yconsecuentementeel aspirante se desnudabarápidoysosteniendo sus ropas enrolladas en lo alto de la mano con que sujetaba la lámparase valía de la otra para nadar y vencer la corriente de las aguas agitadas (de los deseos).
Antes de serle autorizado el ingreso para llevar a término sus deberes de sacerdocio en el mismo santuarioel aspirante debía ser sometido a la prueba del agua. El divino Jesús cumplió esa ley en el Jordándonde pasó por el rito místico del bautismo de agua. Dícese que entonces el Espíritu Santo descendió sobre Él.
Cuando el aspirante se somete a la prueba del agua siente que se desprende de su cuerpo físico y de sus cinco sentidosesta separación es parcialcomo la que se experimenta en los momentos de entrada al sueño. El hombrepasando primero por la prueba del fuego y luego por la del aguasigue la misma evolución del planeta Tierraque un día fue ígneo y queal enfriarse por el contacto con el espaciogeneró humedad queal evaporarsese elevaba y luego caía hasta que llegó a ser agua. De modo quepor la acción del calor y el fríose formaron los espíritus de la tierradel agua y del aire que hasta hoy siguen conformando el cuerpo humano. O sea que esos elementales nos acompañan desde la remota edad de nuestra formación física.
Una vez descritos los elementales del fuegodebemos decir algo sobre los del aguao ángeles del aguadistinguiendo siempre entre el agua física y sus elementales.
En la Iniciación internadespués de vencer los elementales del fuegodominando el instintoel Iniciado tiene que dominar los elementales del agua o de los deseos. Y es preciso distinguir la diferencia que existe entre el instinto y el deseo.
La prueba del agua es el símbolo del vencimiento del cuerpo de los deseos. Debe advertirse al candidato quepara regresar al Cielo del Padrea la Unión con Éltiene que deshacerse de los groseros goces de la carne sin menoscabar su inclinación a los gozos espirituales.
El fuego que radica en la parte inferior del cuerpo es el del instintoel de los deseos se encuentra en el hígado y ambos influyen en la mentecon participación de ella.
El Aprendizdespués de seguir por otras galerías en su cuerpollega al hígadomorada del cuerpo de los deseos.
El Rey elemental del agua reside en esa víscera que dirige sus huestes en el cuerpo por medio de los deseos.
Nuevamente debemos insistir en la necesidad de no confundir el agua con su elemento superiorque es el Deseoasí como no debe confundirse el cuerpo con el Espíritu. El mundo de los elementales del agua es como un vapor diáfanosus habitantes son seres vivos e inteligentes que intensifican nuestros deseos e impresiones.
Los elementales del agua se apoderan de la sustancia mental para adoptar la forma deseadasin embargoal verlos desde adentrose asemejan a una constelación y por eso los ocultistas llaman mundo astral al mundo de los elementales del aguapor su similitud con los astros.
Cuando el Iniciado vence ese mundo y ese cuerpo astral de los deseos en su hígadopuede penetrar en la inteligencia de la naturaleza y levantar el velo de Isis.
El hombre que se entrega a la satisfacción de sus deseos groseros se encuentra asido por estoscomo por un pulpo: ellos se apoderan de los átomos mentales para crear formas con las cuales encadenan al hombre.
Esos elementales tienen sus escuelas internas dentro del hombreaunque dan sus enseñanzas solamente a las personas que los dominan y ese dominio debe basarse en el amor.
Los elementales del agua admiran y respetan mucho a los seres que se sacrifican por los demás y a los que enfrentan el peligro para salvar a los náufragos.
Las siete divisiones de ese mundo están pobladas por elementales de desarrollo diferente. Los inferiores nos incitan a los deseos bajosmientras que los superiores nos enseñan la sabiduría de las edades pasadascuando la chispa Divina del hombre penetraba en la densidad de la materia.
Cuando un hombre domina sus deseoslos elementales del agua acuden a servirle con obedienciabuscando así llegar a la inmortalidad por medio de la energía que reciben de lo Íntimo del hombre.
Al llegar a la otra orillael neófito se vestía ytras un breve descansocomenzaba a subir la escalinata en cuya cima había una plataforma fronteriza y una gran puerta con dos argollas fijas a ellacomo llamadores.
Al empujarlaperdía apoyo en el descansillo y el neófito quedaba en el airecolgado de las manossacudido por un furioso vendaval y sin lumbrepor haber dejado caer la que llevabapara agarrarse a las argollas. Después de algunos momentos de angustia y terrorque debían parecerle eternoscesaba el viento. El neófito volvía a sentirbajo sus piesel terreno firme del descansillo yante sus ojos atónitosse abría la puerta para ponerle delante un magnífico templo intensamente iluminado.
La prueba del aire pertenece al mundo mental.
En la región abstracta del mundo de la mente habitan los elementales del aireque desempeñan un papel importante en la evolución del hombre. Allí se encuentra también nuestra mente propiaheredada de nuestro pasado remoto.
Los elementales superiores del aire poseen la inspiración en cualquier ciencia o artelos inferiores se interesan mucho por los fenómenos espirituales.
En la Iniciación interna el neófito debe dominar los elementales inferiores para ser servido por los superiores. Una vez dominados los primeros y servido por los otrosel hombre llega a la omniscienciapudiendo entonces conocer omejorreconocer las historias del pasado y ver el futuro. Podrá sabercon exactitudla hora de su muerte y librarse de los tormentos ilusorios y alucinantes de las regiones del Infierno y el Purgatorio.
Los elementales del aire estimulan y guían nuestra mente hacia los pensamientos altruistas y elevadosgracias a la visualización interna.
Con tal visualización podemos concentrar y aprender todas las ciencias y religiones del pasado yal mismo tiempocrear nuevas ciencias y religiones de mayor perfección.
Cuando un hombre domina el fuego sexual en la prueba del fuegoimpregna la región de su mente con sus átomos luminosossolarescuyo brillo infunde profundo respeto a los elementales del aire.
Por su omnisciencia llega el Iniciado a saber la razón de las cosas sin necesidad de pensar en ellasporque ese saber está dentro de nosotros mismos ypara comprenderlono debemos vacilar. Entonces el hombre no huye del peligro porque sabe de antemano lo que va a suceder y cómo ha de ponerse en lugar seguro.
Los elementales del aire son los depositarios de los archivos de la naturalezatodo cuanto desea saber el hombre lo encuentra en los archivosen manos de esos elementales que habitan dentro de nosotros.
Los elementales del aire son los que leen los pensamientos ajenos y comunican esa lectura al hombrea quien respetan y sirven. Jamás se manifiestan a la gente orgullosa o vanidosa. Son muy amigos de los simples y humildes y por ello vemos que muchas verdades salen de boca de los niños y de los pobres de Espíritucomo dice el Evangelio. Nos dice también quedespués de su tentación en el desiertoJesús fue servido por ángeles que no eran otros que los elementales superiores del aire. Nadie que sea orgulloso de su mente y su saber humano logra dominar a las Potestades del Airecomo las llama San Pablopese a que son muy obedientes a los que alcanzan el dominio mental por la concentraciónsiempre que esta tenga una finalidad constructiva.
El orgullo y la magia negra pertenecen a la división inferior de esos elementales. Muchas veces enloquecen y enferman a sus médiums y producen en ellos perturbaciones mentales. La Legión que fue dominada por Jesús y sacada de los dos locos sensitivos que vivían en los cementeriosera la división inferior de los elementales del aireporque hay personas que se dedican a la nigromancia y otras ramas de la adivinaciónsea por lucro personal o por vanagloriay caen en las redes de los elementales inferiores al ejercer tales dones de manera inadecuada.
El mundo mental inferior es dominado por el Enemigo oculto en nosotros. Él tiene a sus órdenes a las huestes inferiores del airemientras que los elementales superiores son huestes del Pensador Padre de la creaciónque los envía al hombre en forma de intuición o de inspiración superior a través del corazón.
Los superiores son defensores de los órganos delicados del cuerpo astralmientras que los inferiores los rompen para dejar pasarpor las roturasciertos conocimientos del más allá.
La concentración del Adepto o Santo puede compararse a una evaporación de la Inteligencia para llegar al conocimiento de los misterios ocultosmas las provocaciones de los espiritistashipnotizadores y otrostienen por objeto la materialización de lo sutil y diáfano para poder juzgar a través de los sentidos físicos. El primer método espiritualiza la materiael segundo materializa lo espiritual creyendode ese modopoder conocerlo.
Todo discípulo que se vanagloria de sus poderes ahuyenta de sí a los elementales superiores del aire.
La mente humana tieneen sus movimientosanalogía con el aire: así como no se puede retener ni dominar el airesólo consigue dominar el pensamiento quien alcanzóen su Iniciaciónlos grados superiores.
La finalidad de la Iniciación externa es dar al aspirante un símbolo de la dominación de sus pensamientos después de haber dominado sus instintos y emociones. Esa es la única verdad que lleva a la Unidad.
Una vez terminadas sus pruebas y vencedor en todasentraba el aspirante en su magnífico Templo Interioriluminado por la Luz divina.
Desde el altar avanzaba el Sacerdotelo felicitaba por su firmeza y valorle ofrecía un vaso de agua purasímbolo de su Iniciación y perfeccionamiento moral. En seguidase arrodillaba ante la triple imagen de OsirisIsis y Horusla Trinidad Sagrada.
Siguiendo ese maravilloso relato en el mundo interno podemos llegar a significados sorprendentes.
Cuando el aspirante triunfa en sus pruebas internas dentro de su propio Templo-Cuerpo iluminadollega hasta su corazónel Altar del Dios Íntimoentonces se adelanta a recibirlo el Gran Sacerdoteel símbolo del Hombre Perfectoque es el Átomo Nus que vive siempre cerca del Altar Divino en el hombre y está esperando al discípulo en su viaje mental para guiarlo hasta su propia Divinidad. El Átomo Nusdespués de felicitarlole da de beber el agua de la Vida Eterna como recompensa a su llegada al Reino de su Padre Interno. En seguidaarrodillase frente al Altarante las tres representaciones del Dios Íntimo que son: el Poderel Saber y la Manifestaciónla Trinidad Sagrada.
Pero todavía no está unido con su Íntimo: se encuentraapenasante sus atributos.
Con esa ceremonia concluía la primera parte material de la Iniciación.
El aspirante tuvo el valor y la fuerza necesarios para su adelantopero eso no es todo: aún le falta saber sino habiéndolo vencido el terrorno lo avasallarán las seducciones del bienestarde la pasión y del placer.
Para demostrarloy sin que el aspirante lo adviertaen el transcurso de su educación iniciática debe ser tentado como Jesús en el desiertoa fin de apresurarse a cumplir sus obligaciones de vida pura y dominio de los apetitos y sensaciones.
Si venciera sería un discípulo de la Iniciaciónsipor el contrariolo venciesen sus apetitos y pasionessería sentenciado a permanecer en la categoría inferior hasta que aprenda a vencerse a sí mismo.
Durante las pruebas morales y la meditación el aspirante aprendeen las escuelas internastoda la sabiduría: el significado de las ceremonias religiosasla simbologíala conciencia y la magia de los números y letrasla relación de la astronomía con su propio cuerpoque lleva a la astrología hermética. Aprende el poder de la palabra y del pensamiento y sus efectosmanejando el poder magnético e hipnóticoy recibe gradualmente la ciencia de la Magia y el modo de utilizarla.
Máspara llegar a la cima del poderdebe preparar sus tres cuerpos: el cuerpo físicoel cuerpo de los deseos y el cuerpo mentalde los cuales salió vencedor en las pruebas.
Domina el cuerpo físico por medio del ayuno y el ascetismo. El ayuno purifica y el ascetismo domina sus sensaciones venciendo la sedel fríoel calorel cansancioel sufrimiento y todas las molestias materiales.
Debe mantener el cuerpo limpiodormir pocotrabajar muchosu alimentación debe ser buena y natural y no debe beber sino agua.
Domina el alma o cuerpo de los deseos matando las pasionesla ambiciónel ansia de poseerel bienestar personalel egoísmoetc. Debe lograr ser indiferente a las alegrías y los doloresa los placeres y sufrimientosde modo que nada altere jamás su tranquilidad de pensamiento. En este periodo tiene que aprender ciertas obligaciones místicasrituales y costumbresprácticas y oraciones.
Para dominar su tercer cuerpoque es el mentaldebe dedicar todos sus pensamientos al mundo internosilencioso en sus meditacionesenviando su poderosa voluntad a distancia para cumplir ciertos deberes. Desde ese arte puede llegar a los planos superiores de la Vida Espiritualdonde se alcanza la Iluminación y el conocimiento de la verdad.
El dominio de los tres cuerpos es necesario para la última prueba que equivalía al coronamiento de toda la Iniciación. Significaba la renuncia completa a todo lo vulgar y terreno para alcanzar la suprema Luzque sólo brilla ante los ojos cerrados por la muerte física.
Esta última prueba consistía en colocar al discípulo en un sarcófago.
Metido en éldebía pasarinmóviltoda la nocheentregado a una meditación profunda y a rezos especiales. En esas condiciones realizaba la proyección del cuerpo astral según los métodos que le habían enseñadoy su cuerpo invisiblearrastrado por las corrientes de los mundos superioresascendía a las alturas donde se le decía la última palabradonde conocía el último secreto de la Verdad absoluta. AI rayar el día siguientese levantaba del sarcófago otro hombre: un Adeptoperteneciente a la suprema Jerarquía de la Iniciación. Sus poderes eran indescriptiblesy sus obligaciones y responsabilidadesespantosas.
Nadie sino un Maestro de la Sabiduría Secreta sería capaz de hacerles frente.
La entrada al mundo astral exige el dominio de los tres cuerpos arriba indicados: el aspirante debe ser puro en el cuerpo físicoen el cuerpo de los deseos y en el cuerpo de los pensamientos oen otros términospuro en pensamientosdeseos y obras.
La Verdad es interna ypara llegar a elladebemos entrar en nuestro mundo interno y hacer de nuestro cuerpo físico un sarcófago. Gracias a la meditación profunda y a la oración mentalel espíritu penetra en las corrientes divinas y asciende hasta el Padre que “dará al vencedor el maná escondido y le entregará una piedrezuela blanca yen ellaun nuevo nombre escritoque nadie conoce sino aquel que lo recibe”.
Al final indicaremos los ejercicios adecuados para estos ensayos.
Hay quienes creen que los templos de la Iniciación se extinguieron antes de la Era cristiana. Tal vez sea verdadpero no debe olvidarse quesi la Iniciación Egipcia desaparecióotras Iniciacionesmás importantes y más prácticassurgieron del judaísmo y que el Cristianismo nos trajo la más acabada.
Hoy se nos dice que conviene ir a buscar en el Tibet la palabra perdidaque en las cimas inaccesibles del Himalaya está el retiro misterioso de los Maestros. No negamos “la existencia de seres excelsos en esa regiónpero debemos comprender siempre que el Himalaya es también un símboloigual que la Pirámide de Egiptode cuanto permanece en el mundo interior del hombre.
La entrada invisible sigue abiertala sendahoy como entoncesexiste. No la pueden recorrer sino quienes ponen en práctica los cuatro consejos de la Esfingeguiados por un propósito decidido y desprovisto de curiosidad malsana. Dondequiera que esténpueden hallar el camino porque los Maestros Internos velan y su atención llega a todas partes.
Hablamos de la Iniciación Egipcia que se celebraba en la Pirámide y de su relación íntima con el cuerpo humano. Ahora hablaremos de la Iniciación Hebraica queaunque diferente en sus símbolostiene el mismo objetivo y la misma finalidad que la primera
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