domingo, 11 de julio de 2010

UNIVERSI TERRARUM ORBIS ARCHITECTONIS AD GLORIAM INGENTIS.

UNIVERSI TERRARUM ORBIS ARCHITECTONIS AD GLORIAM INGENTIS.
ORIENTE DEL VALLE DE CULIACÁN, SINALOA. MÉXICO.
10 JULIO DEL 2010. E.’. V.’.
S.’.C.’.R.’.C.’. “LEANDRO QUINTERO No. 87”
DOCT.’. M.’. DOCT.’. P.’. C.’. R.’.

Prologo:
Algunos escritores traducen el Ordo Ab Chao como “El orden proviene del caos” creo que es incorrecto, en el caos puede implantarse un orden, pero del caos no puede provenir orden alguno. Tal ves podría ser “De un principio de orden se organiza el caos”. Todas las cosmogonías esconden en sus relatos alegóricos verdades que se han ido transmitiendo de generación en generación, este tema parece ser de los grados XXX pero no es impedimento para que los HH.’. de grados menores reflexionen sobre ello… El secreto no esta en las palabras.
“ORDO AB CHA0”

“Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas” Gn.1:2

Los Cabalistas sostienen metafóricamente, que Dios efectuó una contracción dentro de sí mismo, abriendo un espacio o útero, en el cual debieron quedar residuos que algunos escritores llaman, Materia Primordial, Materia Astral, La Serpiente, El Dragón, o Éter como se le menciona en la Liturgia de Maestro Perfecto 5°, materia con el cual formo todo cuanto existe… Quizás como un punto de referencia o comparación, podría asemejarse ha la materia y energía oscura que los científicos que estudian el cosmos reconoce como existente y que da origen a los cuerpos y conjuntos estelares.

El circulo como un símbolo del universo, del útero cósmico del cabalista. Se le representa en múltiples ocasiones, como una Serpiente o Dragón devorándose su propia cola, símbolo conocido en misticismo esotérico como El Oroborus. Y representa el siclo interminable de formación, evolución y desintegración de la materia, un proceso evolutivo donde la materia avanza hacia la perfección ha travez de la organización en ella misma.

El cuadrado es una representación del universo material “Organizado” en formas, porque todo cuanto existe, esta formado por cuatro elementos; Tierra, Agua, Aire, y Fuego, elementos que son representados en la ciencia Angelical por los Arcángeles Rafael, Gabriel, Mikael, y Uriel o Sandalfon. Estos mismos cuatro elementos son los que constituyen el Sagrado nombre de YHVH con las cuatro letras Hebreas HE VAU HE YOD, palabra que esconde dentro de ella, ha Adán como Jah o Yod décima letra del alfabeto Hebreo con una connotación masculina, positiva o activa, y Hovah, Havah o Eva, el aspecto femenino, pasivo o negativo del universo, la dualidad superna de la cual se genero el resto del universo.

Hablar del Círculo y el Cuadrado, es hacerlo del Macrocosmos y el Microcosmos, donde el primero con su materia primordial “caótica” asume su cuadratura u “orden” a travez de la materia organizada en cuerpos, formas, sistemas, galaxias, etc.

“Conocemos la atracción, el calórico, el lumínico, la electricidad, el magnetismo, fuerzas materiales que no son probablemente sino modificaciones a distintas apariencias de un éter universal. Pero este fluido, el más útil, el que tal vez origina dichos fenómenos y los de la vida es apreciado por nuestra inteligencia”.- Maestro Perfecto.

Algunos escritores sostienen que este éter o materia primordial, es la Serpiente del Jardín del Edén. Que es esa energía sutil con la cual fué hecho todo cuanto existe, y que puede ser manejada por nuestra inteligencia como nos habla el Maestro Perfecto, y que una vez organizada como materia en cuerpos operativamente funcionales, la serpiente se la ofrece ha Adán metafóricamente como manzana, o mejor dicho ¿El cerebro? órgano ha travez del cual el alma podría tener manifestación una ves encarnada, y la posibilidad de evolución.

Conclusión:
Todas las cosmogonías están asociadas a las teogonías, y toda raza sostiene tradiciones y mitos propios de su idiosincrasia cultural de la formación del cosmos y de los seres vivientes, Griegos, Egipcios, Hebreos, y hasta nuestros mayas nos narran su versión en el Popol Vuh… y casi todas están unidas por un hilo de oro.

Las cosmogonías, en realidad son un esfuerzo del hombre por comprender y explicar algo que esta muy lejano en el tiempo y espacio, algo de lo que él no fue testigo y que difícilmente podrían estas hipótesis cosmogónicas tener la contundencia de la certeza, hoy en día con los adelantos de la ciencia y tecnología, se ha observado que las galaxias se alejan entre sí, llegado a imaginar este movimiento en retroceso, se podría llegar a la conclusión de que existió un punto y un momento en el espacio sideral donde se dio el famoso big-bang, un lugar donde se concentro tal cantidad de masa-energía que en un momento dado, exploto esparciendo su materia por todo el cosmos, la cual dio origen a los grandes cuerpos y conjuntos estelares… Esto no deja de ser una hipótesis, pues ya se comenta la posibilidad de que el universo tenga dos movimientos, uno de expansión y otro de contracción… ¿La aspiración y expiración de Brahma, que dieron origen a las Pralaya y Manvantara Cósmicas? ¿Tiene esto algo que ver con el año o ciclos de Platón?... Quizás jamás tengamos una verdad incuestionable, pero esto no nos impide analizar la cosmogonía bajo la luz de la alegoría filosófica y mística de los Dioses del hombre.

La liturgia de Maestro Perfecto es la piedra de apoyo para el presente, tenemos fuertes lazos con las tradiciones Judeo-Cristianas, sobre todo por ser la alegoría de Hiram Abiff y El Templo de Salomón columna fundamental de nuestra filosofía.

La Liturgia del Maestro Perfecto nos habla del éter universal como un fluido que es origen de todo fenómeno energético y de la vida misma, como también nos dice que “Nuestro cuerpo es el templo en el que reina una emanación de la divinidad” y continua “La idea no muere, porque es hija de Dios” y termina hablándonos de la cuadratura del circulo, como el macrocosmos y el microcosmos.

Ordo Ab Chao.- Creo que como “Circulo” nos esta hablando del universo inmanifiesto, no como una inexistencia, sino como un universo sin formas ni vida, como “El Caos” de la materia primordial, y del cual deviene el “Orden “ha través de la cuadratura del circulo a través de la organización de la materia en formas y cuerpos capaces de llegar a albergar vida e inteligencia convirtiéndose en “Templos donde reina una emanación de la divinidad”… El Alma, o el pensador al expresar “La idea no muere porque es hija de Dios”.

De un principio de orden se organiza el caos.- Visto bajo la luz de la cabala, el universo es generado por emanaciones, iniciándole descenso de “la orden divina” por Kether la corona, donde ya puede observarse un principio de orden, mismo que baja en su primera emanación Chokmah, que como sabiduría no podría concretizarse, requería de brazos o úteros para generar vida, entonces surge Bina la Eva superna, donde ya con la dualidad existente, es posible generar el universo manifiesto, este es el orden en la consecución del resto del árbol sepirothico. Y cada sephirah contiene en sí, miríadas de constructores que aportaron su esfuerzo en la “Gran Obra”.

La ciencia oficial define el Orden como: “La relación constante que existe entre un fenómeno y su causa” o “La relación persistente entre las cosas”, el Orden es consecuencia de leyes, pero nuestra temporalidad y mente finita y relativa nos hace ver permanencia en grandes periodos de tiempo, donde las leyes tienen manifestación dentro de ciertos contextos, condiciones, y periodos de tiempo…

El orden y el caos para el hombre, son tan relativos como su mente. Nuestros procesos mentales inductivos y deductivos pueden hacernos ver orden y caos donde no existen, de igual modo, es posible intercambiar uno por otro, según los puntos de referencia con los que se compara. El universo ha manifestado ha nuestra mente finita, relativa, inductiva y deductiva, que su ley es el cambio, inclusive nosotros mismos, lo que pensamos y somos en este momento, dentro de un segundo, una hora o mañana, habremos cambiado. Esté es el hombre, y así con su mente imperfecta, finita, relativa, deductiva, inductiva y temporal, debe y busca la verdad del universo y de él mismo, porque en el intento, pretende buscar a Dios…“Nada permanece inmóvil; todo se mueve; Todo vibra”.- El Kybalion.

Creo que queda mucho por decir, y siempre existirán esas ideas que quedan flotando en nuestra mente como una verdad intuitiva y que no pude concretizar en palabras, pero, existen escritores como Elipas Levi, Israel Regardie, Papus, H. P. Blavatsky, J. M. Ragon, C. W. Leadbeater 33°, Dion Fortune, entre otros más, cuyas palabras estoy seguro, encontraran una mente más fecunda que logre concretizar la abstracción de nuestras cosmogonías y teogonías en palabras más comprensibles y que hoy se han quedado en el tintero…
“Las palabras son el mensajero, no el mensaje”
Fraternalmente.

José David Belmontes Beltrán.
Soberano Príncipe Rosa Cruz 18°

Nota:
El presente, son, reflexiones y meditaciones personales, no necesariamente representan la opinión de la orden.

Bibliografía:
Liturgia “Maestro Perfecto” 5°.- Masonería del R.’.E.’.A.’.A.’.
Glosario Teosófico.- H. P. Blavatzsky.

Glosario:
Caos (Chaos, Griego).- El Abismo, la “Gran Profundidad”. Fue personificado en Egipto por la diosa Neïth, anterior a todos los dioses. Como dice Deveria, “el único Dios, sin forma ni sexo, que se dió nacimiento a sí mismo y sin fecundación, es adorado bajo la forma de una Madre Virgen”. Ella es la Diosa de cabeza de buitre, que se encuentra en el más antiguo período de Abydos, perteneciente, segun Mariette Bey, a la primera Dinastía, que quiso concederle –hasta segun confesión de los orientalistas, tan amigos de empequeñecer el tiempo- una antigüedad de unos siete mil años. Como nos dice Mr. Bonwick en su excelente obra acerca de la Creencia egipcia, “Neïth, Nut, Nepte, Nuk (sus nombres se leen de diversas maneras) es una concepción filosófica digna del décimonono de la era cristiana, mejor que del trigésimonono siglo antes de esta era o en una fecha anterior”. Y añade el autor antes mencionado: “Neïth o Nout no es ni más ni menos que la Gran Madre, y a pesar de esto, la Virgen Inmaculada, o Dios femenino, de quien procedieron todas las cosas”. Neïth es el “Padre-Madre” de las estancias de la Doctrina Secreta, el Swabhâvat de los budistas del Norte, la Madre verdaderamente inmaculada, el prototipo de la última de todas las “Vírgenes”, porque, como dice Sharpe, “la fiesta de la Candelaria” –en honor de la diosa Neïth- está todavía indicada en nuestros almanaques con el nombre de día de la Candelaria o Purificación de la Virgen María”; y Beauregard nos habla de la Inmaculada Concepción de la Virgen, que, como la Minerva egipcia, la misteriosa Neïth, puede desde ahora vanagloriarse de haber procedido de sí misma y de haber dado nacimiento a Dios”. El que pretendiese negar la operación de los ciclos y la repetición de los sucesos, sírvase leer lo que era Neïth siete mil años atras en el concepto de los Iniciados egipcios, que trataban de popularizar una filosofía demasiado abstracta para las masas, y recuerdo luego los puntos de controversia en el Concilio de Efeso, en 431, en el cual María fue declarada Madre de Dios; y el dogma de su Inmaculada Concepción, impuesto al mundo por mandato de Dios, por el Papa y el Concilio de 1858. Neïth es Swabhâvat y tambien el Aditi de los Vedas y el Âkâza de los Purânas, puesto que “ella no es solamente la bóveda celeste o éter, sino que se la hace aparecer en un árbol, del cual ella da el fruto del Arbol de la Vida (como otra Eva) o derrama sobre sus adoradores divina Agua de vida”. Por este motivo adquirió ella la denominación favorita de “Señora del Sicomoro”, epíteto aplicado a otra Virgen (Bonwick). La semejanza resulta aun más notable cuando en antiguas pinturas se ve a Neïth representada como una Madre abrazando al dios de cabeza de carnero, el “Cordero”. Una antigua tabla de piedra declara que ella es Neut, la luminosa, “que ha engendrado a los dioses” -incluso el Sol, puesto que Aditi es madre de Mârtanda (Marttanda), el Sol, uno de los Âdityas. Es también ella Naus, la nave celestial; de ahí que la encontremos en la proa de los barcos egipcios, como Dido en la proa de las embarcaciones de los navegantes fenicios, y después tenemos la Virgen María, de Mar, el “Mar”, llamada “Vírgen de Mar”, y la “Señora Patrona” de todos los marinos católico-romanos. El Rev. Sayce, citado por Bonwick, la expone como un principio en el babilónico Bahusis (Caos o confusión), esto es, “ni más ni menos que el Caos del Génesis… y quizás también Môt, la substancia primitiva que fue la madre de todos los dioses”. Nabucodonosor [Nebuchadneezzar o Nebukad-Nezar] debía estar presente en la memoria del ilustrado profesor, puesto que dejó el siguiente testimonio en lenguaje cuneiforme: “Yo edifiqué un templo a la Gran Diosa, mi Madre”. Podemos terminar con las palabras de Mr. Bonwick, con quien estamos completamente de acuerdo: “Ella (Neïth) es el Zerouâna del Avesta, “tiempo sin límites”. Ella es el Nerfe de los etruscos, “medio mujer y medio pez” (de ahí la conexión de la Virgen María con el pez y pisces); de quien se ha dicho: “Gracias al santo buen Nerfe, la navegación es feliz. Ella es el Bythos de los gnósticos, el Uno de los neoplatónicos, el Todo de los metafísicos alemanes, el Anaita de Asiria”.


Jehovah (Hebreo).- “El nombre judío de la Divinidad, J’hovah, es un compuesto de dos palabras, a saber: Jah (y, i o j, Yod, décima letra del alfabeto hebreo) y Hovah (Hâvah, o Eva)”, dice una autoridad cabalista, Mr. J. Ralston Skinner, de Cincinnati, E. U. de América. Y, además, “la palabra Jehovah, o Jah-Eva, tiene la misma significación de existencia o ser como varón-hembra”. Cabalísticamente, significa en realidad lo último, y nada más, y según se ha probado repetidas veces, es enteramente un término fálico. Así en el versículo 26 del capítulo IV del Génesis, se lee en su desfigurada traducción: “… entonces empezaron los hombre a invocar el nombre del Señor”, mientras que debería decir correctamente: “… entonces empezaron los hombres a llamarse con el nombre de Jah-hovah” o varones y hembras, que ellos habían venido a ser después de la separación de los sexos. En realidad, esto último se halla descrito en el mismo capítulo cuando Caín (el varón o Jah) “se levantó contra Abel, su (hermana, no) hermano y le mató” (derramó su sangre, en el original). El capítulo IV del Génesis contiene verdaderamente el relato alegórico de aquel período de evolución antropológica y fisiológica descrita en la Doctrina Secreta al tratar de la Raza-madre de la humanidad. Va seguido del capítulo V como un velo; pero debería ir seguido del capítulo VI, en que los Hijos de Dios tomaron por esposas a las hijas de los hombres o de los gigantes. Porque esto es una alegoría que alude al misterio de los Egos divinos que se encarnan en la humanidad, después de lo cual las razas hasta entonces desprovistas de sentido, “vinieron a ser hombres poderosos… varones de fama” (VI, 4), por haber adquirido mentes (manas) de que antes carecían. [Jehovah no es el Dios único, eterno e infinito; es simplemente uno de los Elohim (los siete Espíritus creadores), según lo demuestran las propias palabras del Génesis, III, 22, cuando el Señor Dios dijo: “He aquí el hombre se ha hecho como uno de nosotros sabiendo el bien y el mal”. (Doctr. Secr., I, 535). El personaje que en los cuatro primeros capítulos del Génesis es designado con los nombres de “Dios”, “el Señor Dios” o simplemente “Señor”, no es una sola y misma persona; no es Jehovah. Este aparece sólo en el capítulo IV, en cuyo primer versículo se le llama Caín, y en el último es transformado en humanidad –varón y hembra, Jah-veh (Doctr. Secr., II, 405-406). –Véase: Jah-Havah, Jah-Eva y Java Alhim; véase asimismo: Doctr. Secr., III, 333.] (G.T. H.P.B.).

Éter o Ether.- Los estudiantes son muy propensos a confundir el Éter con el Âkâza y con la Luz astral. No es una cosa ni otra, en el sentido en que describe el Éter la ciencia física. El Éter es un agente material; si bien hasta ahora ningún aparato físico ha podido describirlo; mientras que el Âkâza es un agente distintamente espiritual, idéntico, en cierto sentido, el Anima mundi, y la Luz astral es sólo el séptimo y más elevado principio de la atmósfera terrestre, tan imposible de descubrir como el Âkâza y el verdadero Éter, por ser algo que está completamente en otro plano. El séptimo principio de la atmósfera terrestre, o sea la Luz astral, como se la denomina, es sólo el segundo de la escala cósmica. La Escala de Fuerzas, Principios y Planos cósmicos, de Emanaciones (en el plano metafísico) y Evoluciones (en el físico), es la Serpiente cósmica que muerde su propia cola, la Serpiente que refleja la Serpiente superior y que es reflejada a su vez por la inferior. El Caduceo explica este misterio, y el cuádruple dodecaedro sobre cuyo modelo dice Platón, el universo fue construido por el Logos manifestado -sintetizado por el Primer-Nacido inmanifestado- da geométricamente la clave de la Cosmogonía y su reflexión microcósmica, o sea nuestra Tierra. [El Éter, verdadero Proteo hipotético, una de las "ficciones representativas" de la ciencia moderna, es uno de los "principios" inferiores de lo que llamamos Substancia primordial (Âkâza en sánscrito), uno de los sueños de la antigüedad, y que ahora ha venido de nuevo a ser el sueño de la ciencia de nuestro días. Es la más grande y atrevida de las sobrevivientes especulaciones de los filósofos antiguos. Según el Diccionario de Webster, el Éter "es un medio hipotético de gran elasticidad y extrema sutileza, que se supone llena todo espacio, sin exceptuar el interior de los cuerpos sólidos, y ser el medio de transmisión de la luz y el calor". Para los ocultistas, sin embargo, tanto el Éter como la Substancia primordial no son cosas hipotéticas, sino verdaderas realidades. Créese de ordinario que el Âkâza, lo mismo que la Luz astral de los cabalistas son el Éter, confundiendo éste con el hipotético Éter de la ciencia. Es un grave error. El Âkâza no es el Éter admitido como hipótesis por Newton, ni tampoco el Éter de los ocultistas; es mucho más. El Âkaza es la síntesis del Éter, es el Éter Superior. El Éter es el "revestimiento" o uno de los aspectos del Âkâza; es su forma o cuerpo más grosero; ocupa toda la vacuidad del Espacio (o mejor dicho, todo el contenido del Espacio), y su propiedad característica es el sonido (la Palabra). Es el quinto de los siete Principios o elementos cósmicos, que a su vez tiene siete estados, aspectos o principios. Este elemento semimaterial será visible en el aire a fines de la cuarta Ronda, y se manifestará plenamente en la quinta. El Éter, lo mismo que el Âkâza, tiene por origen el Elemento único. El Éter de los físicos, o Éter inferior, es sólo una de sus subdivisiones en nuestro plano, la Luz astral de los cabalistas, con todos sus efectos tanto buenos como malos. El Éter positivo, fenomenal, siempre activo, es una fuerza-substancia; mientras que el omnipresente y omnipenetrante Æther es el nóumeno primero, o sea el Âkâza. (Doctr. Secr. Passim). -Véase: Âkâza. (G.T. H.P.B.).

Serpiente.- El primer símbolo de la Serpiente figuraba la Perfección y Sabiduría divinas, y ha representado siempre la Regeneración psíquica y la Inmortalidad. De aquí que Hermes haya llamado a la serpiente el más espiritual de los seres; Moisés, iniciado en la sabiduría de Hermes, siguió su ejemplo en el Génesis; siendo la Serpiente de los gnósticos, con las siete vocales sobre su cabeza, el emblema de las siete Jerarquías de los Creadores septenarios o planetarios. De ahí también la serpiente inda Zecha o Ananta, el Infinito, un nombre de Vichnú y primer vehículo de este dios en las Aguas primordiales. Sin embargo, lo mismo que los Logoi y las Jerarquías de Poderes, han de distinguirse unas de otras estas serpientes. Zecha o Ananta, el “Lecho de Vichnú”, es una abstracción alegórica que simboliza el Tiempo infinito en el Espacio, que contiene al Germen y lanza periódicamente la florescencia de este Germen, el Universo manifestado: al paso que el Ophis gnóstico contiene el mismo triple simbolismo en sus siete vocales, como el Oeahoo de 1, 3 y 7 sílabas de la doctrina arcaica, a saber: el primer Logos inmanifestado, el segundo manifestado, el Triángulo condensándose en el Cuaternario o Tetragrammaton, y los rayos de éste en el plano material. Sin embargo, todos ellos establecen una diferencia entre la Serpiente buena y la mala (la Luz astral de los cabalistas); la primera, encarnación de la Sabiduría divina en la región de lo Espiritual, y la segunda, el Mal, en el plano de la Materia. Pues la Luz Astral, o el Éter de los antiguos paganos, es Espíritu-Materia. Comenzando en el puro plano material, se hace más grosera a medida que desciende, hasta que se convierte en Mâyâ, o tentadora y engañosa serpiente en nuestro plano. Jesús aceptó la serpiente como sinónimo de Sabiduría, y esto formaba parte de sus enseñanzas: “Sed prudentes como la serpiente”, dice. (Doctrina Secreta, I, 102-103). A los sabios y a los Iniciados perfectos se les ha dado el nombre de Serpientes, y en tiempos antiguos la serpiente era considerada como el primer rayo de luz emanado del abismo del divino Misterio. (Id., I, 437). –(Véase: Nâgas, Zecha, Sod, Ananta, Urœus, Uragas, etc.). (G.T. H.P.B.)

Materia.- Espíritu y Materia son dos polos o aspectos bajo los cuales se manifiesta el Logos. Como Ser absoluto que es, la Divinidad suprema, es a la vez Espíritu y Materia. La Materia es la Madre del mundo, así como el Espíritu es el Padre. La vida del Logos aparece como Espíritu; su Mâyâ, como Materia. (A. Besant, Sabid. Antig., 364). En otros términos: la naturaleza inferior del Logos, la material, es origen o matriz de todos los seres, mientras que su naturaleza superior, la espiritual, es el vital Elemento que los anima y sostiene: “Todos los seres que vienen a la existencia, sean animado o inanimados, son producto de la unión de la Materia con el Espíritu”. (Bhagavad-Gîtâ, XIII, 26). La Materia, por lo tanto, es eterna, increada e indestructible, mientras que las formas de la misma, que constituyen el mundo de Mâyâ o de ilusión, son creadas, transitorias y cambiantes; no son permanentes ni tienen verdadera realidad. En el universo manifestado no hay materia muerta. La Materia es viva, y así podemos afirmar que “no hay fuerza sin materia, ni materia sin fuerza”; una y otra están unidas en indisoluble maridaje. Se halla en continuo movimiento, tomando forma bajo cada estremecimiento o vibración de vida y adaptándose a cada cambio de movimiento. (Sabiduría Antigua, 55, 142). La actividad esencial de la Materia consiste en su naturaleza receptiva. Al recibir impulsos de vida, se organiza en formas, y éstas se mantienen gracias a tales impulsos, mientras que se disgregan en cuanto cesa dicha influencia. (Id., 366). La Materia es también el factor indispensable, la base o vehículo necesario, una condición sine qua non para la manifestación de las fuerzas o agentes físicos (luz, calor, electricidad, etc.) en el plano físico. (Doctr. Secr., I, 536). –La Materia ofrece diversos grados de densidad según sea el plano o subplano al que corresponda. Su grado de vitalidad es asimismo muy diverso. Así, la materia del plano mental es mucho más sutil que la del plano astral, y ésta, a su vez, lo es mucho más que la del plano físico. Por esta razón, la una atraviesa y penetra fácilmente a la otra. En el plano físico vemos diferentes estados de materia: sólido, líquido y gaseoso, pero investigando más profundamente, encontramos un cuarto estado, el etéreo, que a su vez existe en cuatro estados perfectamente definidos como los de sólido, líquido y gaseoso. (Sabid. Ant., 57-58). (G.T. H.P.B.)

Según la filosofía Sânkhya, el Prakriti o Pradhâna es la Materia primaria, caótica o inmanifestada, raíz de la Materia y causa material del universo. Opuestamente al Purucha (Espíritu), que es simple, el Prakriti es una substancia compuesta constituida por los tres gunas (modos o cualidades), denominados respectivamente sattva, rajas y tamas, que no son meros accidentes de la Materia, sino que son de su misma naturaleza y entran en su composición, como los ingredientes que integran un producto. Los tres gunas se hallan únicamente difundidos en la naturaleza material; existen en toda las criaturas determinando el carácter o condición individual, por la proporción en que se hallan reunidos en cada uno de los seres. (Véase: Gunas). –El Prakriti es un principio ilimitado, universal, la materia cósmica, que se presenta como una masa sutil, informe, sin diferenciación o manifestación alguna. Pero, gracias a su incesante actividad y a su potencia productora, es la causa material de los diferentes desarrollos, manifestaciones, formas o productos de la Materia. Así, pues, la Materia se presenta en dos estados distintos: 1) Materia indiferenciada, inmanifestada, caótica, informe, raíz o esencia de la Materia (Mûlaprakriti), eterna causa material del universo físico, y 2) Materia diferenciada o manifestada, que constituye las innumerables formas o diferenciaciones materiales accidentales o transitorias de la masa de Materia caótica o indiferenciada, formas que, después de una existencia más larga o más breve, se destruyen desvaneciéndose en el océano de materia informe o caótica de donde procedieron. El Prakriti es inconsciente, y toda su actividad se emplea exclusivamente en favor y provecho del Purucha, para su experiencia y para así conducirle al conocimiento de sí mismo. La asociación del Espíritu y la Materia se ha comparado con la alianza entre un paralítico (el consciente y a la par inactivo Purucha) y un ciego (el inconsciente pero activo Prakriti). Si el ciego lleva a cuestas a su paralítico guía, pueden los dos juntos llegar al término de su peregrinación. –No se confunda la Materia con la Substancia. (Véase esta palabra). –Véase también: Purucha, Prakriti y Mûlaprakriti. (G.T. H.P.B.)

Alma (Soul, en el original).- EL psyche o nephesh de la Biblia; el principio vital o soplo de vida que todo animal, desde el infusorio, comparte con el hombre. En la Biblia traducida, dicha palabra significa indistintamente vida, sangre y alma. "No matemos su nephesh", dice el texto original; "no le matemos", traducen los cristianos (Génesis, XXXVII, 21), y así sucesivamente. [El Alma, o sea el hombre propiamente dicho, es el intelecto humano, el eslabón entre el Espíritu divino del hombre y su personalidad inferior. Es el Ego, el individuo, el Yo, que se desarrolla por medio de la evolución. En lenguaje teosófico, es el Manas, el Pensador. La mente es la energía de éste, que está obrando dentro de las limitaciones del cerebro físico. - A. Besant, Sabiduría Antigua.] [Véase: Anima y Antahkarana.]

Popol Vuh.- De los términos en idioma quiché: Popol - reunión, comunidad, casa común, junta y Vuh que significa libro.
El Popol Vuh o Popol Wuj (El nombre quiché se traduciría como: "Libro del Consejo" o "Libro de la Comunidad"), es una recopilación de varias leyendas de los quiché (k'iché), un pueblo de la civilización Maya que ocupó partes de Guatemala y de Honduras. Más que un sentido histórico, el libro tiene valor e importancia en el plano religioso; de hecho, se le ha llamado el Libro Sagrado o la Biblia de los mayas k'iche's.1
Es una narración que trata de explicar o contar de alguna manera el origen del mundo, la civilización y los diversos fenómenos que ocurren en la naturaleza.

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