Iniciación Masónica y Cine
Fotograma del "Hombre que que pudo reinar"
La Iniciación en Masonería es la circunstancia que más curiosidades despierta a quienes se interesan por la Orden, tampoco es un secreto, aunque para la plena efectividad sobre el aspirante a Masón es aconsejable, que como primera experiencia en la Orden esté tocada por el factor sorpresa. Ello simplemente por la propia idea de “Iniciación” como “adquisición de los conocimientos iniciales que provocan cierta transformación a la vez serán comienzo de un proceso de cambio”. La Iniciación masónica es simbólica y sensorial, totalmente alejada de lo mágico y de lo agresivo.
El cine comercial ha mostrado, con mayor o menor rigurosidad desde simples alusiones y toques masónicos a largas escenas. Símbolos, Ritos, Iniciaciones, así como otras interioridades de la Masonería se han visualizado en pantalla, en ocasiones como consecuencia de un alto grado de imaginación y en otras en forma documentada y acorde a la realidad. Películas como “Horizontes perdidos” (1937), “El Ángel Exterminador” (1962), “El Gatopardo” (1963), “Z” (1969), “El hombre que pudo reinar” (1975), “Arde Misisipi” (1988), “El Padrino III” (1990), “Como agua para el chocolate” (1992), “Erin Brockovich” (2000), “Desde el Infierno” (2001), “Big Fish” (2003), “La Búsqueda” (2004), “El Código Da Vinchi” (2006), son un reducido ejemplo de ello.
En 1989, TVE emitió la serie “El Olivar de Atocha” en la cual se reproducía una Iniciación Masónica fiel a la realidad. También es digna de mención la película italiana “Un borghese piccolo piccolo” donde el actor Alberto Sordi interpreta el papel de “postulante” en forma magistral y bufa. En la ficción, Pedro Picapiedra y su amigo Pablo son iniciados en la Logia “Los Búfalos Mojados” igualmente Homer Simpson lo es en la peculiar Logia “Stonecutters” que, gracias al propio “Hermano Homer”, … acaba disolviéndose. A pesar de ello, permitirnos aquí, apreciados lectores y lectoras, preservar ese “factor sorpresa”.
"Martí" M.·. M.·. "Conversaciones Masónicas con profanos" (Fragmento) - R.: L.: Pedra Tallada
Guy Arcizet: masones en el corazón de los barrios
Posteo la traducción del artículo de Miguel Marguier en Midi Libre, el 21 de noviembre - “Francmasones en el corazón de los barrios”-, que resume la intervención –el día antes- de Guy Arcizet en Montpellier. Aunque la redacción del artículo es tristemente telegráfica o arriesgadamente impresionista, puede el lector hacerse cierta idea de la importancia del tema tratado, que, en todo caso, también en España (yo diría que aquí –por la mala imagen que aún tienen Masonería y masones-, más), bulle en los calderos de los Talleres del GODF.
“Confiesa que se ha enfrentado a auditorios más densos y bulliciosos. Guy Arcizet, nuevo Gran Maestro del Gran Oriente de Francia, habló de igualdad de oportunidades –amplio tema- en el acogedor marco de de la Casa de la Música del barrio Mosson, plaza Júpiter, en un encuentro que sus organizadores quisieron íntimo.
Ante él, sobre todo representantes del mundo asociativo del barrio y algunos cargos municipales.
Una ocasión para que este médico de familia de 71 años, jubilado, que pasa por ser tan decidido como discreto, aproveche el conocimiento que posee sobre la vida de los barrios. Ha trabajado toda su vida en la banlieue parisina y, desde el 93, vuelve a casa cada tarde en el cercanías: “Con frecuencia soy el único blanco del vagón”. Y esto, para decir solamente que “en nuestros barrios, estamos en la vanguardia de la evolución de la sociedad”. Y más adelante, “tenemos en común una originalidad creativa”. Y resaltar la necesidad compartida a la vez de una “conciencia social” y de una “visión global de la sociedad”. En medio, el laicismo, “esta especie del alquimia”.
¿Y qué hace la francmasonería, cuando se debe salir adelante en un día a día muy difícil? ¿O frente a los grandes problemas de un vasto mundo como el nuestro: diálogo Norte-Sur, conflicto de Oriente Medio, dignidad al final de la vida, etc? “La francmasonería es un sistema de pensamiento múltiple y complejo”. No como el pensamiento de los fundamentalistas de todo tipo. También dice: pese a su capacidad de elevar la reflexión y de defender una “filosofía política” en las antípodas de la mediocridad usual, la francmasonería no pretende tener la solución para todos los males. Cuidado con “la apropiación de la verdad”, no ha dejado de subrayar el agnóstico Guy Arcizet.
¿Mensaje oído y bien recibido? En todo caso, los participantes han saludado la iniciativa. Incluso si no se despejaron algunas dudas acerca de la implicación del poder económico y político en la francmasonería. Ni tampoco sobre la real voluntad de las diversas Obediencias de compartir “el saber”; como tampoco sobre “los derechos y deberes de cada uno” en el seno de una asociación no precisamente como las otras, según el sentir común”.
Por Than - Publicado en: Exteriorización - Comunidad: Masonería regular adogmática
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