miércoles, 24 de noviembre de 2010

Las enseñanzas secretas de Jesús el Cristo

He aquí las enseñanzas de Jesús el Viviente que ha dicho y que están
escritas en el Evangelio según Tomas: Y él ha dicho: Aquél que
encontrare la interpretación de estas palabras, no conocerá la muerte.

Así comienza uno de los textos gnósticos más apasionantes y
esclarecedores del cristianismo original, el evangelio de Tomás, que
sin duda el más cercano a las autenticas enseñanzas de Cristo.
El considerado “Quinto Evangelio” que contiene datos iniciáticos de
las enseñanzas cristianas.

Con todo, las enseñanzas de este texto es anterior a los evangelios
canónicos, y muchas de las enseñanzas que contiene son abiertamente
esotéricas, con lo cual se reafirmaría la idea masónica de que el
cristianismo no fue en sus inicios una religión social y externa, sino
una verdadera escuela de iniciación muy semejante a Nuestra Moderna
Masonería.

Así lejos de ser la simple religión de los profanos, con dogmas
exotéricos, fue en realidad una Masonería Primitiva, así que
originalmente el cristianismo tenía, tanto en sus formas como en su
doctrina, un carácter fundamentalmente iniciático, y por consiguiente
fue una Autentica Sociedad Secreta, con alto impacto mundial.

Así cómodamente podemos afirmar que las enseñanzas de Cristo fueron
iniciáticas en su fundación, pero luego con el tiempo estas cayeron en
el dogmatismo y en lo profano.

Las enseñanzas secretas de Cristo se dirigen inequívocamente a ciertas
personas, y estás las saben captar, integrar y trasladarlas al mundo,
esto es no todos captan la idea esencial de la enseñanza de Cristo. El
mismo Jesús se maravilla de “Cómo estas enseñanzas son entendidas sólo
por personas sencillas” aludiendo con esto a la parte interna y más
esencial del hombre, puesto que la parte externa, egoísta,
personalista y mundana del hombre no es capaz de entender algo tan
abstracto como lo iniciático. La pobreza de la que habla Cristo, no
debe entenderse como la pobreza en el sentido de no tener recursos
monetarios, es más que todo una actitud iniciática, muy lejana del
mundo profano.

A estos pocos escogidos capaces de entender el sentido iniciático de
las palabras de Cristo, que no conocerán la muerte, son los hombres y
mujeres que han decidido hacer a un lado la actitud profana.

En el evangelio de Tomás se habla de un Adán Luz que ha regresado al
Edén, por la vía iniciática, este Hombre Luz tiene la capacidad de
escuchar y de alimentarse de las enseñanzas luminosas y así alcanzar
la inmortalidad del alma.

Este evangelio de Tomás habla categóricamente de la Unidad Interior:
Si dos hacen las paces entre ellos en la misma casa, dirán a la
montaña desplázate, y ella se desplazará.

En el Libro del Génesis se
habla de que Eva fue sacada de Adán, cuestión que para algunos
significaría la desunión interna, la división de los centros internos,
y mover la montaña sería hacer a un lado aquello que nos estorba en
nuestra evolución, una evolución que nos llevaría a estados Superiores
de Consciencia.

El alma en el hombre y la mujer está dividida en dos
por la falsa personalidad; así en el evangelio de Tomás dice: Cuando
hagáis de dos uno, os volveréis hijos de Dios, y cuando digáis “
Montaña muévete” (Falso Ego o personalidad) ella se moverá y se
plantará en otro Lugar.

Lograr esta Unidad, es operar la Gran Obra, la unión en lo Interno.
Unir las dos polaridades dentro del Ser Humano. Entrar en el Reino
Interno es hacer de los dos sólo uno.

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