sábado, 11 de diciembre de 2010

FUNDAMENTOS Y FINES DE LA MASONERIA


FUNDAMENTOS Y FINES DE LA MASONERIA. Parte 1ra.‏
Luis A. Cruz Espinoza:
P:.V: M: R: .L:.S: Integración Caballeros del Sol No.11
Valle de New York, Oriente de U.S.A.

Para que el lector se forme una idea, lo más ajustada posible, sobre los fines y propósitos de la masonería moderna, haremos una breve reseña histórica y una somera exposición sobre la entidad. Llamamos "Masonería Moderna" a la que se conoce actualmente y que tiene su origen en la Gran Logia Unida de Inglaterra, fundada el 24 de Junio de 1717 por las siguientes Logias existentes en aquel entonces: Hostería del Cisne, Hostería de la Corona, Taberna del Manzano y Taberna del Romano.
Es de todos conocido que las logias e entidades de tipo caballeresco existieron desde lo mas remotos tiempos con fines religiosos unas, de conquistas otras, de educación y de estudio las mas: entre estas, las organizaciones del gremio de constructores eran las mas adelantadas y produjeron los grandes edificios religiosos o estatales que aun hoy pueden admirarse y a las cuales solo se podía ingresar luego de haberse sometido a pruebas especificas de enseñanza, habilidad, valor, etc. incluimos en esta enunciación los antiguos misterios de Egipto, las organizaciones induces y los misterios de las organizaciones griegas, todos los cuales tenían por objeto mantener en toda su pureza los principios científicos y religiosos de la época, haciéndose necesarias la iniciación y las pruebas de capacidad o de valor indispensables para adquirir, conservar y trasmitir esos principios.
Los cambios que iba introduciendo el progreso humano en todos los órdenes de la vida hicieron decaer la importancia de estas entidades y modificaron sus formas, dándoles paulatinamente la estructura actual, que absorbió muchos de los misterios y enseñanzas antiguas. Las logias de constructores, de carácter operativo, base de las logias actuales, reservadas exclusivamente al gremio, evolucionaron hacia el carácter especulativo por la incorporación de numerosos miembros no operarios manuales sino intelectuales, a cargo de la direccion técnica de las obras primero y que mas tarde hallaron en las herramientas el arte de construir símbolos de la edificación de su propio carácter moral y, otorgándoles el significado de una permanente construcción de la moralidad personal, les imprimieron su definitiva y actual característica.
De la necesidad de organizar sobre normas fijas y comunes los trabajos de estas entidades, surgió la primera Gran Logia del Mundo, la inglesa, el 24 de Junio de 1717, en Londres, que designo como primer Gran Maestre de los masones libres y aceptados a Antonio Soyeras.
En sus primeros tiempos el gobierno de las grandes logias no obedecía a un plan determinado o a reglas escritas. La organización tenia características propias para el reconocimiento entre sus miembros y entre los de entidades similares; cada logia debía estar gobernada por un MAESTRO y dos VIGILANTES; durante los trabajos debían ser expuestos en el altar tres símbolos que se denominaban las Grandes Luces: La Biblia, la Escuadra y el Compas; guardabas el secreto sobre sus reuniones y simbólicamente se empleaban los instrumentos y herramientas de construcción y albañilería en la edificación de un templo dedicado a virtud y a la moral basadas en la fraternidad humana.
A medida que las logias fueron aumentando se hizo necesario prescribir reglas para su funcionamiento; nació la Federación de Logias y se encomendó a Anderson, clérigo protestante afiliado a la Gran Logia; la redacción de la Constitución y reglamentos que debían regirla. El trabajo fue aprobado por la asamblea de la gran logia, reunida en 1723, y se conoce por los Antiguos Cargos de la Masonería o Constitución de Anderson.
De Inglaterra paso la organización a Francia y demás países del continente europeo, mas tarde a Estados Unidos de Norte América, donde se fundo la primera logia en 1733 en la ciudad de Boston y posteriormente en Filadelfia, siendo miembro de esta ultima Benjamín Franklin; y por fin se extendió por todo el mundo en la forma que hoy la conocemos. Las distintas constituciones dictadas por el gran oriente o gran logia de cada pisasen similares; todas se fundaron y se sostienen en los Antiguos Limites o leyes no escritas, derecho consuetudinario, que se comprometen a no violar; siguen a ellas los Antiguos Cargos o declaración de principios que, con diferencia de matices, es común en todas las naciones; por ultimo, figuran las reglas que organizan y rigen al gobierno de la institución en cada país, de acuerdo con sus características o modalidades.
¿Cual es el objeto de la masonería?: Labrar la personalidad espiritual y moral de cada uno de sus miembros para que, perfeccionando, actué noble, sabiamente, en forma descollante, en el mundo profano al cual la orden desea llevar los beneficios de su doctrina. Todo su sistema moral se basa en el principio de fraternidad entre los hombres fundado en la paternidad de un mismo creador: DIOS. Alrededor de este principio religioso pueden agruparse hombres de todos los partidos políticos y de todas las religiones que, sin dejar de adorar y servir a Dios en la forma en que su credo se lo imponga y sin dejar de actuar en el partido político a que pertenecen, trabajen en forma permanente y continua para el triunfo de la tolerancia y el amor entre los hombres y entre los pueblos; a ellos deben conducir los ideales de Libertad, Justicia y Solidaridad, que tienen su máxima expresión en la Democracia.
Para incorporarse a la institución solo se necesita ser hombre libre y de buenas costumbres pues, como dice Anderson en su constitución de 1723 al definir a Dios y a la religión:

"El masón esta obligado por su carácter a obedecer la ley moral y, si debidamente comprende el Arte, no será jamás un estúpido ateo ni un libertino religioso. Pero aunque en tiempos antiguos los masones estaban obligados a pertenecer a la religión dominante en su país, cualquiera que fuere, se considera hoy mucho mas conveniente obligarlos tan solo a profesar aquella religión que todo hombre acepta, dejando a cada uno libre en sus individuales opiniones; es decir, que han de ser hombres probos y rectos, de honor y honradez, cualquiera que sea el credo o denominación que lo distinga. De esta suerte la masonería es el centro de unión y el medio de conciliar verdadera fraternidad entre personas que hubieran pertenecido perpetuamente distanciadas".

Conviene, para mayor claridad en nuestra exposición, aportar algunas definiciones sobre la masonería debidas a escritores que pertenecieron a la entidad, así como textos de constituciones de los primeros tiempos, las cuales, con muy pequeñas variantes, se aplican en la actualidad. Debe tenerse en cuenta además que solamente los Grandes Orientes de Francia y Bélgica, y solo en 1885, suprimieron la exigencia del reconocimiento de la existencia de Dios para pertenecer a sus logias, motivo por el cual han quedado aislados de casi todos lo cuerpos masónicos regulares del mundo.

Los ingleses definen a la masonería como "un hermoso sistema de moral, velado por la alegoría e ilustrado por símbolos". Pike, el gran escritor masónico norteamericano se refiere a la entidad como: "una asociación de hombres virtuosos, inteligentes, desinteresados, generosos y devotos que, mirándose recíprocamente como libres, iguales y hermanos, están obligados a auxiliarse entre si y se asignan por divisa; Libertad, Igualdad, Fraternidad.
En la Constitución masónica francesa del 10 de agosto de 1849 se lee: "La masonería, institución filantrópica, filosófica, progresiva, tiene por base la existencia de Dios y la inmortalidad del alma, por objeto el ejercicio de la beneficencia, el estudio de la moral universal, de las ciencias y las artes y la practica de todas las virtudes. Su divisa ha sido en todos los tiempos: Libertad, Igualdad, Fraternidad.
La masonería argentina, en 1858, al constituir su primer Gran Oriente, declaraba: "la masonería es una institución esencialmente filantrópica, filosófica y progresista. Sus principios son: la existencia de Dios, la inmortalidad del alma y la solidaridad humana. Su base: la Libertad civil y de conciencia. Su objeto: la investigación de la verdad, el estudio de la moral universal, de las ciencias y de las artes; el ejercicio de la caridad y la práctica de todas las virtudes. Sus fines: el Amor de la humanidad y de su perfeccionamiento. Sus preceptos: la Honradez, la Ilustración y el Trabajo. Su divisa: Libertad, Igualdad, Fraternidad. El carácter pacifico de la institución le prohíbe ocuparse de asuntos políticos o religiosos, recomendando a sus adeptos el respeto a las leyes del país y a la fe religiosa y opiniones políticas de sus miembros, mientras tengan por base la Moral. En la actualidad aunque con diferencia de redacción, rigen los mismos principios.

FUNDAMENTOS Y FINES DE LA MASONERIA. Parte 2da.‏
Como información curiosa e interesante transcribimos la definicion que en un discurso como orador de la Logia Constancia diera el eminente publicista y hombre publico doctor Adolfo Saldias: "Realizar en lo posible el ideal del Gran Arquitecto del Universo que hizo al hombre hermano del hombre; he aqui su expresion mas sencilla el fin a que tiende la masoneria".
La Constitucion de la entidad de 1874 trae la siguiente definicion: "La Masoneria es una institucion humanitaria que impone el trabajo a los hombres libres que la componen para alcanzar el progreso y el bien de la sociedad en que viven, por medio del estudio de la verdad, de la propagacion de las ciencias y de las artes, del ejercicio de la caridad y de la practica de las virtudes. La Masoneria profesa como dogmas: la razon humana, la crencia en un solo Dios Gr:. Arq:. D:. U:. y en el vinculo de la confraternidad que une a todos los hombres libres del mundo".
Por ultimo, y como ilustracion necesaria, ofrecemos la definicion que se encuentra en el Diccionario Eciclopedico Hispano Americano: "Francmasoneria: esta Asociacion Universal no es una sociedad secreta, como vulgarmente se cree, sino una sociedad sometida a las leyes de cada pais, que persigue un fin que, en ultimo termino, mas bien tiene caracter de MEDIO, pues mediante su realizacion a de alcanzarse el ideal que publicamente se proclama: La Fraternidad Universal. Es tambien un sistema de filosofia practica que promueve la civilizacion, ejerce la beneficiencia y tiende a mejorar las costumbres y mantener el honor en los sentimientos. Deben formar la sociedad hombres, escogidos dispuestos a sacrificarse en aras de la humanidad y obrar siempre con arreglo a los principios eternos de la justicia y el derecho. No es la francmasoneria una religion positiva ni una escuela filosofica, ni un partido politico. Rechaza todo exclusivismo, y su doctrina y sus principios son universales, puesto que en lo fundamental conviene con los dogmas, principios y doctrinas de todas las religiones, de todas las escuelas, de todos los partidos. Reconose y proclama la armonia de los mundos, creada y sostenida por el Gran Arquitecto del Universo que es causa eterna, ley primordial suprema razon del universo. Reconoce en el hombre su doble naturaleza fisica y moral. Todos los hombres, sea cual fuere su raza, son Hermanos.
"Educar, instruir, moralizar a los hombres, es la principal tarea de la francmasoneria, y los educa, instruye y moraliza mediante fraternal union de todos los iniciados, union y asociacion en la que de continuo se trabaja para envestigar la verdad, y en la que todos se obligan a obrar y a vivir segun la verdad hallada, y a practicar el bien y la virtud segun la verdad ordena.
"La palabra Francmasoneria o Francmason esta formada de Franc, Franco, esto es, "LIBRE", y Macon o Mason, "CONSTRUCTOR". Los Libre Constructores, Francmasones o Masones constituyen una orden
(en el mismo sentido que las antiguas ordenes militares o de caballeria) con varios grados y gerarquias, y tambien con varios ritos, de los que, los mas comunes son el escoses y el frances".
Para comprender mejor los sucesivos capitulos nos detendremos brevemente en los analisis de la organizacion masonica azul o simbolica, que es la primitiva, ya que los altos grados filosoficos que forman diferentes ritos son perfeccionamientos de aquella y su organizacion es posterior a 1801, pudiendo afirmarse entonces que en la epoca en que nos referimos no se practicaba o se lo hacia aisladamente, existiendo solo los grados azules del 1 al 3.

FUNDAMENTOS Y FINES DE LA MASONERIA. Parte 3ra.‏
La entidad básica de la organización masónica es la LOGIA. Para formarla se requieren tres personas por lo menos, que hayan sido iniciados en la masonería, las que luego van confiriendo la inicia con a otras (profanos), hasta completar el numero de siete, indispensable para formar la Logia, siendo su numero de miembros posteriores ilimitado.
Tres Logias pueden formar una Gran Logia, si se cumplen dos requisitos indispensables: 1ro. Que el territorio en que se funde no este ya ocupado por otra gran logia nacional, 2do. Que tenga autorización para hacerlo de una Gran Logia regular.
Cuando una Gran Logia se funda en un territorio políticamente independiente, es menester que las logias se vayan constituyendo en el, para ser consideradas regulares, lo hagan con permiso de aquella, formando después parte de la Federación. Mientras esa Gran Logia no exista, cualquier otra extranjera puede dar autorización para la formación de las logias, y aun crearse sin permiso de nadie, siempre que la formen masones con titulo y patente regular expedida para cada uno de ellos por una gran logia regular.
La reseña precedente ayudara a comprender este hecho: en la época de la revolución de Mayo, y hasta el ano 1857, no existieron en esta parte de América grandes logias regulares constituidas. Con excepción del Gran Oriente Neo Granadino, ano 1824; y del Gran Oriente del Brasil, ano 1822, todas las logias eran en absoluto independientes de poder masónico central y actuaban por una sola cuenta; solo mantenían las relaciones que otorga entre sus componentes el vinculo masónico. Existen por otra parte, infinidad de cuerpos de carácter político o social que, sin tener carácter de masónicos, exigen a los miembros para el ingreso a los mismos que el candidato sea recibido masón, juzgando que ello le da no solo disciplina sino una preparación determinada y el firme propósito de servir nobles ideales, ensenados por la masonería, que ha jurado defender con entusiasmo y que son esenciales en el movimiento político o social que va a propugnar a través de la entidad a la cual se enrola.
La masonería como tal solo aspira a solo ser un centro de formación moral, ajena a cualquier otro tipo de actividades, que quedan liberadas al carácter y capacidad de cada afiliado. En la masonería aprenderá el adepto a practicar las virtudes y a mantener una recta convicción moral, reafirmando sus convicciones religiosas, disciplinando su carácter y considerando sobre la materia humana permanece la inmortalidad divina, debiendo servirse por lo tanto un alto ideal ético que permita al hombre proyectar su vida hacia lo trascendente, como el ser mas perfecto de la creación.
Si en el Evangelio esta escrito: "Buscad el reino de Dios, que lo demás se os dará por añadidura", la masonería agrega: "Hagamos al hombre moral y libre en lo intimo en su individualidad, que la bondad de sus relaciones familiares, profesionales, sociales y políticas vendrá por añadidura". De allí el empeño de reclutar hombres de todas las clases sociales, de los mas distintos gremios, de las mas diversa religiones y creencias políticas, para que aprender a sentir y se comprometan a difundir y practicar el gran principio de la Fraternidad, La Libertad, La Igualdad, La Justicia y el Amor, que implica, en primer lugar, Tolerancia con todas las ideas y profunda convicción personal inspirada en el bien común.
Los masones se reconocen entre si por los signos, toques y palabras sagradas que se trasmiten por medio de las ceremonias de iniciación y sobre las cuales se guarda una discreta reserva. Las formulas litúrgicas varían de rito a rito, pero algunas de ellas, las mas importantes, y en especial todas de los primeros grados, son comunes a todos los ritos, tienen un carácter universal y permiten la identificación entre si de los masones. La Logia Lautaro identificaba a sus afiliados por esos métodos, demostrativos de su carácter masónico. Acontecimientos a que en otro lugar nos referimos y que pusieron frente a frente a pautaríamos y masones de otras logias, evidenciaron sin dejar a dudas la identidad de la institución y su reconocimiento de carácter de masones.
Creemos conveniente aclarar uno de los aspectos de la masonería que ha dado frecuentemente motivo a torcidas interpretaciones o a juicios injustos: el secreto de las reuniones que realiza.
La masonería no es una sociedad secreta, no obstante que sus reuniones y sus métodos de reconocimiento sean reservados. En Italia, cuya constitución prohíbe terminantemente la existencia de sociedades secretas, se consulto al primer ministro Alcides de Gásperi, católico militante, sobre las posibilidades del funcionamiento de la masonería, respondiendo el interrogado que no consideraba a la institución como secreta, pues como tal se definía a aquellas que ocultan sus fines, sus autoridades, sus estatutos y el lugar de sus reuniones.
La masonería no solo oculta fines, autoridades, estatutos y lugar de sus reuniones, que sino en muchos países sus reglamentos han sido aprobados por el Estado y hasta goza de Personería Jurídica. Siendo ello así, seria como señalar que la Iglesia Católica es una sociedad secreta por las circunstancias de que nadie podría entrar libremente en los capítulos de Frailes, en la Clausura de los Jesuitas, en los Concilios de los Obispos, en los consistorios secretos o en el Conclave, reuniones a todas las cuales no pueden asistir ni siquiera los sacerdotes ajenos a los mismos.
La masonería ha sido condenada por el papado en diferentes ocasiones. La primera condena fue pronunciada por Clemente XII en 1733 en su encíclica In eminentes apostolitos especula, fundándose en lo "infeccioso de sus principios”. Esta fue recogida entre otros por el Rey Felipe de España, quien prohibió la masonería y entrego a los tribunales de la Inquisición, como guardadores de la fe, el conocimiento de los procesos que por delito de masonería se iniciasen en España y en las Indias (Colonias españolas en América).
Son erróneas pues, las afirmaciones de los sacerdotes católicos Furlón y Filipo de que la masonería no fue condenada sino en el ano 1830; las bulas de Clemente XII y Benedicto XIV expresaban con absoluta claridad: Las sociedades, juntas, congregaciones y conventículos de francmasones sean proscriptos y condenados”. Por otra parte es inadmisible el distingo que pretende establecerse sobre la masonería formal y la especifica para deducir que una es la condenada y la otra no. Si bien los términos de las condenaciones papales acostumbran a ser lo suficientemente difusos como para prestarse a diversas interpretaciones, en este caso tienen la bastante claridad para no caer en equívocos, según se desprende de la transcripción realizada líneas mas arriba.
No existe ninguna diferenciación, en las bulas papales, entre la masonería formal y especifica, mas si existiera seria ello una inmoralidad evidente, al no permitirse la existencia de los Verdaderos Masones y si la simulación del matonismo.

Agosto 2009
Valle de New York.
Oriente de U.S.A.





SER APRENDIZ
Por MARCELLO SENISE

A vida de um neófito não é fácil... Nascer, abrir os olhos, enxergar pela primeira vez a intensa Luz, perpetrar os primeiros e mais difíceis passos rumo aos augustos mistérios que se descortinam a nossa frente, e por fim, tentar balbuciar as primeiras palavras. Como qualquer criança recém nascida, o Aprendiz é tomado por uma intensa curiosidade por tudo que está a sua volta, ao mundo novo que vos apresenta, o significado dos símbolos, a linguagem, a postura, pois absolutamente todos os sabores são inovadores a seu insaciável apetite e paladar.

Sem qualquer embargo, de forma indelével, queremos sorver a taça em um único gole, toda de uma só vez... E nossos Mestres, com a paciência e misericórdia de atenciosos pais, procuram amorosamente nos ensinar a postura correta de nosso corpo para facilitar os primeiros trabalhos de desbastamento da pedra bruta, sem que nos desestimulemos frente ao cansaço que vez por outra começam a abater nosso corpo e nosso espírito.

Qualquer que tenha sido o vosso propósito e o anseio de vosso coração ao ingressar na Augusta Instituição que fraternalmente vos acolheu, como um de seus membros, é certo que não tereis entendido, a princípio, toda a importância espiritual deste passo e as possibilidades de progresso que com ele vos foram abertas.

A Maçonaria é, pois, uma Instituição Hermética no tríplice e profundo sentido da palavra. O segredo maçônico é de tal natureza, que não pode nunca ser violado ou traído, por ser mística e individualmente realizado por aquele maçom que o busca para usá-lo construtivamente, com sinceridade e fervor, absoluta lealdade, firmeza e perseverança no estudo e na prática da Arte. A Maçonaria não se revela efetivamente senão a seus adeptos, aqueles que a ela se doam por inteiro, sem reservas mentais, para tornar-se verdadeiros maçons, isto é, Obreiros Iluminados da Inteligência Construtora do Universo, que deve manifestar-se em sua mente como verdadeira Luz que ilumina, desde um ponto de vista superior, todos os seus pensamentos, palavras e obras.

Isto é conseguido por intermédio das provas que constituem os meios pelos quais torna-se manifesto o potencial espiritual que dorme em estado latente na vida rotineira, as provas simbólicas iniciais e as provas posteriores do desânimo e da decepção. Quem se deixar vencer por elas, assim como aquele que ingressar na Associação com um espírito superficial, deixará de conhecer aquilo que a Ordem encerra sob sua forma e seu ministério exterior, deixará de conhecer seu propósito real e a Força Espiritual oculta que interiormente anima a Ordem.

Seu tesouro acha-se escondido profundamente na terra. Só escavando, ou seja, buscando-o por baixo da aparência, podemos encontrá-lo. Quem passa pela Instituição como se fosse uma sociedade qualquer ou um clube profano, não pode conhecê-la; somente permanecendo nela longamente, com fé inalterada, esforçando-nos em tornarmo-nos verdadeiros maçons e reconhecendo o privilégio inerente a esta qualidade, ela nos revelará o seu tesouro oculto.
Assim como não existe uma criança que não deseje atingir prontamente a vida adulta, não há Aprendiz que não deseje tornar-se rapidamente um Mestre. Embora tanto uma como o outro não compreenda que se tornar um adulto assim como um Mestre, é na verdade assumir grandes responsabilidades, inclusive com outras crianças ou Aprendizes que se sucederem a ele.

Pela ordem natural das coisas, não é possível se polir uma pedra bruta, sem antes desbasta-la.

Deste ponto de vista, e qualquer que seja o grau exterior que possamos conseguir, ou que já nos tenha sido conferido para compensar de alguma forma nossos anseios e desejos de progresso, dificilmente poderemos realmente superar o grau de aprendiz. Na finalidade iniciática da Ordem, somos e continuaremos sendo aprendizes por um tempo muito maior que os simbólicos três anos de idade. Oxalá fossemos todos bons aprendizes e continuássemos sendo-o por toda nossa existência! Se todos os maçons se esforçassem primeiro em aprender, quantos males que tem sido lamentados e que ainda serão lamentados, não mais teriam razão de existir!

Ser um aprendiz, um Aprendiz ativo e inteligente que envida todos os esforços para progredir iluminadamente no caminho da Verdade e da Virtude, realizando e pondo em prática (fazendo-a carne de sua carne, sangue de seu sangue e vida de sua vida) a Doutrina Iniciática que se encontra escondida e é revelada no simbolismo deste grau, é sem dúvida muito melhor que ostentar o mais elevado grau maçônico, permanecendo na mais odiosa e destruidora ignorância dos princípios e fins sublimes de nossa Ordem.

Não devemos ter, portanto, demasiada pressa na ascensão a graus superiores. O grau que nos foi outorgado, e pelo qual exteriormente somos reconhecidos, é sempre superior ao grau real que alcançamos e realizamos interiormente, e a permanência neste primeiro grau dificilmente poderá ser taxada de excessiva, por maiores que sejam nossos desejos de progresso e os esforços que façamos nesse sentido. Compreender efetivamente o significado dos símbolos e cerimônias que constituem a fórmula iniciática deste grau, procurando a sua prática todos os dias da vida, é muito melhor que sair prematuramente dele, ou desprezá-lo sem tê-lo compreendido.

A condição e o estado de aprendiz referem-se, de forma precisa, à nossa capacidade de apreender; somos aprendizes enquanto nos tornamos receptivos, abrindo-nos interiormente e colocando todo o esforço necessário para aproveitarmos construtivamente todas as experiências da vida e os ensinamentos que de algum modo recebemos. Nossa mente aberta, e a intensidade do desejo de progredir determina esta capacidade.

Estas qualidades caracterizam o Aprendiz e o distinguem do profano, seja dentro ou fora da Ordem. No profano, prevalecem a inércia e a passividade, e, se existe um desejo de progresso, uma aspiração superior, encontram-se como que sepultados ou sufocados pela materialidade da vida, que converte os homens em escravos completos de seus vícios, de suas necessidades e de suas paixões.

O que torna patente o estado de aprendiz, é exatamente o despertar do potencial latente que se encontra em cada ser e nele produz um veemente desejo de progredir, caminhar para frente, superando todos os obstáculos e limitações, tirando proveito de todas as experiências e ensinamentos que encontra em seus passos. Este estado de consciência é a primeira condição para que seja possível tornar-se maçom no sentido verdadeiro da palavra.

Toda a vida é para o ser ativo, inteligente e zeloso, uma aprendizagem incessante; tudo o que encontramos em nosso caminho pode e deve ser um proveitoso material de construção para o edifício simbólico de nosso progresso, o Templo que assim erigimos, cada hora, cada dia e cada instante à G:. D:. G:. A:. D:. U:. isto é, do Princípio Construtivo e Evolutivo em nós mesmos. Tudo é bom no fundo, tudo pode e deve ser utilizado construtivamente para o Bem, apesar de que possa ter-se apresentado sob a forma de uma experiência desagradável, de uma contrariedade imprevista, de uma dificuldade, de um obstáculo, de uma desgraça ou de uma inimizade.

Eis aqui o programa que o Aprendiz deve esforçar-se em realizar na vida diária. Somente mediante este trabalho, inteligente, zeloso e perseverante, pode converter-se num verdadeiro obreiro da Inteligência Construtora, e companheiro de todos os que estão animados por este mesmo programa, por esta mesma finalidade interior.

O esforço individual é condição necessária para este progresso. O Aprendiz não deve contentar-se em receber passivamente as idéias, conceitos e teorias vindas do exterior, e simplesmente assimilá-las, mas trabalhar com estes materiais, e assim aprender a pensar por si mesmo, pois o que caracteriza a nossa Instituição é a mais perfeita compreensão e realização harmônica de dois princípios de Liberdade e Autoridade, que se encontram amiúde em tão franca oposição no mundo profano. Cada um deve aprender a progredir por meio de sua própria experiência e por seus próprios esforços, ainda que aproveitando segundo seu discernimento e experiência daqueles que procederam nesse mesmo caminho.

A Autoridade dos Mestres é, simplesmente Guia, Luz e Apoio para o Aprendiz, enquanto não aprender a caminhar por si mesmo, mas seu progresso será sempre proporcional a seus próprios esforços. Assim é que esta Autoridade - a única que é reconhecida pela Maçonaria - nunca será o resultado de uma imposição ou coação, mas o implícito reconhecimento interior de uma superioridade espiritual, ou melhor, dizendo, de um maior avanço na mesma senda que todos indistintamente percorremos. Aquela Autoridade natural que somente conseguimos conhecendo a Verdade e praticando a Virtude.

O aprendiz que realizar esta sublime Finalidade da Ordem reconhecerá que em suas possibilidades há muito mais do que fora previsto quando, inicialmente, pediu sua filiação e foi recebido como irmão.

O impulso que o moveu desde então, foi sem dúvida, radicalmente mais profundo que as razões conscientes determinantes. Naquele momento, atuava nele uma Vontade mais elevada que a da sua personalidade comum, sua própria vontade individual, que é a Vontade do Divino em nós. Seja ele, pois, consciente desta Razão Oculta e profunda que motivou sua afiliação a uma Ordem Augusta e Sagrada por suas origens, por sua natureza e por suas finalidades.

A todos nós, Aprendizes, Companheiros e Mestres, é dado o privilégio e a oportunidade de cooperar para o renascimento iniciático da Maçonaria, para o qual estão maduros os tempos e os homens. Façamo-lo com aquele entusiasmo e fervor que, tendo superado as provas simbólicas, não se deixa vencer pelas correntes contrárias do mundo profano, nem arrastar pelo ímpeto das paixões, nem desanimar pela frieza exterior, e que chegando a tal estado de firmeza, amadurecerá e dará ótimos frutos.

Mas, antes de tudo, aprendamos. Aprendamos o que é a Ordem em sua essência, quais foram suas verdadeiras origens; o significado da Iniciação Simbólica pela qual fomos recebidos; a Filosofia Iniciática da qual provêm os elementos, o estudo dos primeiros Princípios e dos símbolos que os representam; a tríplice natureza e valor do Templo alegórico de nossos trabalhos e a sua qualidade; a palavra dada para uso e que constitui o Ministério Supremo e Central. Receberemos assim o salário merecido como resultado de nossos esforços e tornar-nos-emos obreiros aptos e perfeitamente capacitados para o trabalho que de nós será exigido.
Um T.'.F.'.A.'. a todos,

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