martes, 7 de diciembre de 2010

 


GRAN MAESTRO GOMCH 2011 - 2013



En la Asambea de Verano del Gran Oriente Masónico de Chile recientemente efectuada el Sábado 4 de Diciembre del presente, se realizó el conteo de los votos emitidos en las distintas Logias de la Orden para la elección del nuevo Gran Maestro.
Por amplia mayoría fue elegido el I:.Q:.H:. Luis Omar Roche Valenzuela, reemplaza en el cargo al I:.Q:.H:. Héctor Díaz Montenegro, quien después de dos períodos consecutivos de laboriosa tarea debe dar un paso al costado, pues así lo determina nuestra constitución.
En el cargo de Gran Orador fué elegido por la Asamblea el I:.Q:.H:. Julio R. San Martín, como Delegada Regional de Valparaíso fué elegida la I:.Q:.Hna:. Marisol Ulloa del Valle de Villa Alemana y como Delegada Regional Metropolitana fue designada la I:.Q:.Hna:. Mónica Campos Gandur.
Fueron designados en la ocasión los miembros de la Gran Oficialidad y también dos de los Presidentes de Comisiones asesoras. Como Presidente de la Gran Comisión de Ritualidad el nombramiento recayó en el I:.Q:.H:. Vitorio Pareto S. y como Presidente de la Gran Comisión de Comunicaciones y Cultura se nombró al I:.Q:.H:. Juan Eduardo Galleguillos M.
El Gran Maestro puso énfasis en que sus colaboradores deberán trabajar arduamente en sus cargos y seguir con la senda ya trazada por el Pas:. Gran Maestro, pero haciéndo incapié en mejoras importantes relativas al re-acercamiento con Ordenes nacionales y respeto absoluto a nuestro Código Entre Columnas. Se inicia así un nuevo período del Gran Oriente Masónico de Chile en el concierto nacional e internacional de la Masonería Mixta.
EL CONCEPTO DE DIVINIDAD Y LA INICIACION MASONICAPor Francisco Rojas Basualto – A:.M:.

“En el principio creó Dios los cielos y la Tierra” (Génesis 1:1)

En la Cam:. de Ref:. se invita al Apr:. Masón a hacer su Test:., cuya primera pregunta es “Cuales son los deb:. del hombre para con Dios?”. Parece una pregunta fácil, pero no lo es. ¿A qué concepción de divinidad se refiere la pregunta?, ¿tiene una connotación declaradamente religiosa litúrgica?, ¿se refiere tal vez a la existencia de una “gran conciencia universal”?, se referirá a la divinidad que reside en cada uno de nosotros?, ¿tendrá relación con el Dios castigador de los hebreos o de los actuales evangélicos?. En fin, la pregunta primaria es QUIEN ES DIOS o QUE ES DIOS, ¿es una entidad definida colectivamente, o es una experiencia individual?, ¿es el origen de todo o es Consecuencia necesaria?, ¿existimos gracias a él, o él existe porque lo necesitamos?.

La Masonería no tiene una religión definida para sí misma, pero todos sus trabajos están definidos “para la Gloria del Gran Arquitecto del Universo”, el que creó y formuló su Universo desde dentro de sí mismo, porque TODO ESTA EN ÉL. Y sus atributos son Omnipresencia, Omnisciencia y Omnipotencia, referidos a los mundos, Interior, Exterior y Divino, respectivamente. O sea, está en todas partes, lo sabe todo y lo puede todo. Dios está dentro y fuera de nosotros, es la fuente de todo Amor, y debe ser deber del Apr:. Tratar de ser uno con él.

Dios es el ideal que lleva el hombre en sí mismo, representa lo verdadero, lo justo y lo bello, es el guía supremos de sus acciones, el Arquitecto que conduce la construcción de su ser moral.

En la concepción religiosa occidental, pilar del dogma es que Dios tiene un plan y un propósito para la vida de cada uno de nosotros. Claro, cuando Dios permite que una niña de dos años sea violada y asesinada salvajemente, cuesta un poco entender cual era el plan de Dios para con ella. Un amigo sacerdote diría que “los caminos de Dios son misteriosos y que su sabiduría nos será develada cuando sea tiempo”. Es verdad, a menudo resultan sumamente misteriosos y perturbadoramente asincrónicos. Y sí, a menudo he sentido envidia de aquellos que tienen ese tipo de fe, y que pueden creer con felicidad en aquel cuyos designios no logran entender.

Aún cuando no se acepta la existencia de una “religión masónica”, si existe el concepto de un conjunto de pensamientos que se relaciona con la moral espiritual del individuo, que abarcaría todas las creencias y religiones. Y aquí la literatura menciona algo que me llama profundamente la atención, afirma que la masonería respeta la libertad de pensamiento y de credo, y que “respeta al cristiano en su iglesia, al judío en su sinagoga, y al mahometano en su mezquita”, entre otros. Y que nunca se ha rechazado a un Aspirante por sus creencias religiosas, incluso si solamente es deísta, manifestando creer en un ser superior aún cuando no profese religión alguna.

Pero resulta que un aspirante sí puede ser rechazado por “no creer en Dios”. ¿Dónde queda el respeto al libre pensamiento de este aspirante?, ¿estaremos seguros de que realmente no cree en Dios, o será que aún no lo ha descubierto?, ¿cómo se condice esta radical posición con el principio basal de Tolerancia?. Graves preguntas. ¿Dónde termina la generosidad y comienza la arrogancia?, ¿dónde termina la autocrítica y comienza la auto indulgencia?. Deberé reflexionar profunda y largamente en ello. Reflexionemos.

Si hacemos una somera revisión de la constitucionalidad histórica de la masonería, veremos que en 1849 las Logias de Francia declararon en la Gran Constitución masónica que es principio fundamental de la francmasonería el creer en la existencia de Dios y en la inmortalidad del alma, al punto que es requisito que ningún Ateo pueda ser considerado ni admitido como candidato o aspirante a la Iniciación. Solo aquel que posea algún grado de convicción acerca de la existencia de Dios y que declare su fe, no importando el origen de ella, podrá ser admitido en la Masonería.

Ahora bien, este principio constitucional masónico plantea a este Apr:. un serio problema de conciencia. Si la religión o el creer en Dios es una experiencia de fe (dado que se cree o no se cree), relacionada con la emoción y el sentir, y por lo tanto personal, íntima e individual, ¿porqué debe el Aspirante ser conminado públicamente para ser admitido?, ¿no vulnera esto el derecho a la privacidad e intimidad de conciencia?.

Bueno, dejemos estas disquisiciones teóricas y tratemos de acercarnos a aclarar el concepto de divinidad en la masonería.

El masón debe lograr ser libre e independiente en su sentir espiritual, y corregir los errores que lo aparten del camino hacia la Moral, la Razón y la Virtud.

Si vamos al origen de la palabra Divinidad veremos que proviene del compuesto “Divinas-atem”, vocablo latino que representa el Ser, la Causa o el Efecto sobrenatural, por encima de todo esfuerzo humano.

Todo lo que resulta incomprensible al hombre tiene una explicación definida dentro del misterio de la divinidad. A esto se ve enfrentado el Asp:. en la Cam.. de Ref:., cuando es sorpresivamente enfrentado a responder acerca de los Deb:. del hombre para con Dios.

La Divinidad es una Causa, un Factor o un Ser sobrenatural, o todo ello. Y es asimismo Autor de todo lo creado, incluido el hombre. Por ello, dentro de cada uno de nosotros habita Dios, reside en nosotros su divinidad, y es esta la que nos da la convicción de la existencia de un ser superior, al cual en ocasiones respetamos, en otras adoramos, y en las mas de ellas tememos.

La Masonería define la Divinidad como al conjunto de Fuerzas, Causas y Principios que tienden a mantener en constante reproducción a todos los seres del universo. Dios es el principio creador, Dios es la Ley.

“Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en el. Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin. Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse y hacer bien en su vida, y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor. He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres. Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó”. (Eclesiastés 3: 10-15).

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