"El Hombre", es del orden científico, porque es indispensable conocernos, amarnos y respetarnos, para poder derramar el bien, la felicidad, la paz, etc. como factores que tienden a asegurar nuestros deberes y derechos, cultivando nuestra inteligencia, investigar la naturaleza para poder ilustrarnos y enseñar al que no sabe, auxiliar al necesitado, alimentar al hambriento, proteger al débil, hacerse estimar, formar familia, etc., puesto que todos estos factores conducen al hombre por el camino de la verdadera virtud. Francmasonería (2010)
PROCESO INICIATICO
Según La Logia Mediodía (2010), Sevilla, España, todo proceso iniciático pretende situar al neófito en condiciones de afrontar una realidad presumiblemente superior, que rompa con los esquemas de su realidad cotidiana y cultural. En ese despertar lúcido, que fractura los esquemas por los que habitualmente nos guiamos, se produce una necesaria disociación entre el conocimiento racional y el que se alcanza a través de una determinada forma de iniciación. La “traditio” de causas y efectos lógicos que nos orientan por el mundo y que nos sirven para desenvolvernos ante nuestros semejantes, afrontando con la mayor lucidez posible las bonanzas y adversidades que el “siglo” nos plantea, queda interrumpida, de modo que el neófito alcanza una realidad desprovista de referentes, regida por un barroco conjunto de símbolos, usos y costumbres desconocidos para él y para la mayoría.
El mundo que concebimos con los esquemas mentales que presiden nuestros comportamientos, y que condicionan nuestros conocimientos, se compone de un conjunto de impresiones y fenómenos que sólo pueden ser desentrañados mediante el ejercicio de los mecanismos racionales. Sólo existe y se considera veraz, aquello que se puede analizar, explicar y repetir a voluntad, de modo que una vez descubiertas sus causas, se puedan dominar los efectos.
Las Sociedades Iniciáticas, como la Masonería, el Rosacrucismo y el Gnosticismo Universal, en la Ceremonia de acceso al grado de Aprendiz o miembro de Segunda Cámara, someten al candidato a cuatro viajes llamados Iniciáticos.
El primero comporta la prueba de Tierra, el segundo la prueba de Aire, el tercero la prueba de Agua y el cuarto la prueba del Fuego.
Se trata de enseñar al candidato a dominar las trampas del mundo material; de instruirlo sobre la utilización de la fuerza del Pensamiento; de enseñarle después a dominar las pasiones y finalmente conectarlo con su Ser divino, poniéndolo al Servicio de su Padre Interno. Pero esos viajes, realizados mediante un ceremonial muy sugerente, no son más que una escenificación. En ellos el candidato no aprenderá nada, a menos que comprenda en profundidad que aquella ceremonia externa debe ser vivida en su interior, aprendiendo realmente a dominar las fuerzas morales, las emotivas, las intelectuales y las materiales, convirtiéndose en experto en cuestiones del alma. Son unos viajes simbólicos que todos deberemos un día llevar a cabo, ya que la conquista de la Sabiduría es una tarea común a todos.
Quienes los realizan en su aspecto simbólico atestiguan de su afán de quemar etapas, anticipándose a etapas evolutivas futuras. La Sabiduría sólo se adquiere a base de trabajos internos a lo largo de nuestra vida y de varias existencias (Acacia. Galeón, 2010).
El viaje iniciático, muestra una cartografía simbólica con contenidos repletos de trascendencia, que transforma a su intérprete a la vez que va descifrando su significado. Es un camino viviente que, en ningún caso es susceptible de ser reducido a una idea, y que implica un esfuerzo en progreso, una acción de transformación en pos de una esperanza de Luz y de Verdad, pues como dijo Baudelaire “nuestra alma es un velero de tres palos que busca a su Ícaro”. El viaje iniciático también pretende mostrar que, en esencia, todo hombre es un ser separado del mundo y de los demás, porque está separado de sí mismo.
De este modo, el nuevo Ser nace con la certeza de la necesidad de descubrir el mundo que le rodea, descubriéndose a sí mismo, y nos desvela que no puede haber vida humana plena si ésta carece de sentido, del legítimo intento de búsqueda de conocimiento del Ser, donde habrá de quedar restituida una dignidad profundamente confundida por las apariencias y los disfraces sociales: para descubrir, en suma, la dimensión vertical o trascendente que nos define y constituye (Logia Mediodía, 2010).
CEREMONIA DE ACCESO AL GRADO DE APRENDIZ.
La ceremonia de la Iniciación de nuestros hermanos, no puede obedecer, hoy día, a un ordenamiento ritualístico tan rígido, como el que se aplicaba en los remotos tiempos de la antigüedad, porque en aquella época, la selección de los obreros, se efectuaba en forma muy distinta, a la que se lleva actualmente, puesto que ahora, se emplea un formulismo tradicional, amoldado a la conveniencia de cada uno de los actos de la iniciación, pues debemos tomar en consideración, como principio al progreso actual en sus diferentes aspectos educativos, así como al estado de ánimo, el carácter y temperamento de los candidatos, cuyas circunstancias especiales del momento, pueden influir en su mente, por motivo a la seriedad, solemnidad y transcendencia, durante al acto de la referida Iniciación (Francmasonería, 2010)
Lo que respecta al primer viaje que viene representando a la Juventud, periodo en el cual se recibe la educación y la preparación intelectual, produciendo así el nacimiento de las ideas, de los principios y de las buenas acciones del hombre; las que por sí solas le conducen hasta adquirir el conocimiento exacto de las tendencias materiales y espirituales. Esta etapa simboliza también al estado de ánimo, en que el individuo debe de luchar esforzándose al máximo. Cabe mencionar que esta prueba se relaciona con uno de los elementos naturales que es el aire, soplo vital para nacer y elemento indispensable para la existencia del hombre. Este viaje lo relaciono con mi vida como el periodo que hizo vencer todos los obstáculos, dificultades y peligros que se me fueron presentando durante mi desarrollo físico, mental y espiritual de esa etapa; ahora bien durante mi experiencia de iniciación tuve que tropezar con obstáculos, escuchar ruidos y ser guiado por dos personas, mismas que las represento como una guía invisible que me ha conducido por el buen camino y me ha ayudado hacer una persona de bien. Los obstáculos a los que me referí, fueron principalmente a mis placeres y a mis vicios; con respecto a mis dificultades puedo decir que eran principalmente al manejo de mis emociones, al desarrollo de mi ética moral y al esfuerzo por un crecimiento académico; Y por último los peligros a los cuales me enfrente fueron a la mala elección de ciertas amistades y al enajenamiento de los medios masivos de comunicación que me pudieron haber llevado las profundidades de la ruina.
El segundo viaje es representativo de la virilidad, y en consecuencia lo es también de la segunda época de la vida humana, puesto que durante este periodo, es cuando el hombre principia a demostrar con hechos el aleccionamiento que ha recibido, en el desarrollo de sus actividades sociales, académicas y espirituales. Simboliza la lucha que se entabla entre la verdad, en contra de la mentira o el engaño; entre la educación y la ignorancia, entre la realidad y el error. En este viaje se utiliza el agua, elemento que indica la purificación de nuestras acciones. Con respecto a mi experiencia de iniciación interpreto el sumergimiento de mis manos en el agua, como una limpieza de todas mis malas acciones que realice en mi vida profana, teniendo como secuela una mejor conciencia de mis actos, valorando y respetando día a día mi vida en este plano terrenal.
El tercer viaje, que simboliza a la edad madura humana; o sea la época en que se demuestra el talento y la experiencia adquirida por el hombre, durante su preparación. En esta prueba es utilizado el fuego ya que simboliza la renovación de toso los aspectos de nuestra vida profana y nos ayuda al perfeccionamiento de nuestra educación intelectual. El mismo fuego representa la esencia espiritual, la energía pura que constituye el poder mismo de la vida. Al finalizar este viaje, el neófito es purificado por el fuego, este elemento también proviene su simbolismo desde los mas remotos tiempos, el hombre al descubrir el fuego, comenzó a calentar su cuerpo y su comida.
Al final de los viajes me sentí diferente por la vivencia que tuve con los tres elementos, ahora ya como iniciado, he de reconocer que he adquirido una gran responsabilidad para mi vida futura; ahora me queda continuar el camino con mis propias pruebas y purificaciones en la búsqueda de la Verdad y así encontrar la Luz que me inspire a comprender los formidables misterios de la vida (Vargas, 2010).
BIBLIOGRAFIA.
ACACIA.GALEON. Escuelas Iniciáticas. Disponible en: http://acacia.galeon. com/productos1092817.html. Consultado el: 09 dec. 2010.
FRANCMASONERIA. Los Templos Iniciáticos de la Antigüedad y las Actuales Pruebas para la Iniciación. Disponible en:
http://www.francmasoneria.net/aportes/122003001930_Templos_Iniciaticos.pdf Consultado el: 09 dec. 2010.
LOGIA MEDIODÍA. Masonería y el Concepto Iniciático. Disponible en: http://www.logiamediodia.com/miniciat.htm Consultado el: 09 dec. 2010.
VARGAS, I. T. H. Los Viajes de la Iniciación. Disponible en: http://www.gluv. org/Trabajos%20y%20Trazados%20Masonicos/Trazados%20de%20Otras%20
Logias/LOS%20VIAJES%20DE%20LA%20INICIACION.htm Consultado el: 09 dec. 2010.
VIAJES DE LA INICIACIÓN EN LA MASONERIA
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