domingo, 3 de junio de 2012



“La Masonería está ejerciendo su influencia para cambiar el país”
 

La educación, el crecimiento intelectual, la formación permanente, son algunas de las claves de la Masonería, entidad que el pasado 24 de junio cumplió 150 años en el país, habiendo logrado en todo ese tiempo una innegable capacidad para proponer temas y generar una visión de mundo de la mano de dirigentes que llegaron a las más altas magistraturas del país.
Pedro Aguirre Cerda, Jorge Alessandri Palma, entre muchos otros, fueron masones destacados que promovieron cambios importantes en el país.
Actualmente el Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, Luis Riveros Cornejo ex rector de la Universidad de Chile, plantea en momentos convulsos, que la educación es un factor gravitante en el desarrollo de la sociedad.
Riveros, nacido el 18 de febrero de 1948, profesor de Historia y Geografía de la Universidad Técnica del Estado, licenciado en Filosofía, con mención en Historia de la Universidad de Chile; Master of Arts in Economics de la University of California Berkeley y Doctor en Economía por la misma entidad se lo reconoce internacionalmente por sus trabajos de investigación en las áreas educativas, de empleo y salarios.
Trabajó en la División de Investigación del Banco Mundial. Ejerció los cargos de presidente del Consejo Latinoamericano de Escuelas de Administración y director de la Asociación Internacional de Profesores de Administración.
Con todo un bagaje casi interminable, habla abiertamente de temas que conoce de cerca como la Masonería, que aparece hoy como más cercana a la sociedad y redescubre su sentido de formar individuos pensantes y por supuesto de la Educación nacional.
- ¿Cómo podemos definir la Masonería? ¿Cuáles son sus principales valores?
- Es una entidad iniciativa, ética y filosófica con propósitos esencialmente docentes. Lo que hace es preparar hombres para que así contribuyan al mejoramiento de la sociedad, impregnados de una formación tolerante y fraterna dominada por el espíritu de búsqueda sobre una verdad, sobre preguntas fundamentales que debe plantearse el ser humano y que reside en la esfera de sus propios sentimientos, valores e inquietudes.
- ¿Cómo se selecciona a sus integrantes. Es una sociedad de elite en el sentido que sólo algunos pueden ingresar a ella?
- Es una selección que no está sujeta a cánones económicos, sociales o de pertenencia social. Se selecciona a individuos que estén dispuestos a buscar respuestas a sus interrogantes en un ambiente de tolerancia, que no estén sujetos a ningún dogma o ideología determinada, y que aspiren a la convivencia fraternal con otros hombres inspirados en similar espíritu de libre búsqueda.
- ¿Cúando surgen las primeras logias en Chile. Qué importancia tuvieron en el desarrollo de la República?
- Las primeras logias surgen de la iniciativa de los patriotas, quienes traen la experiencia de Europa, para organizar el proceso de emancipación. Se trata de las Logias Lautarinas, inspiradas en organización y principios masónicos, pero que son fundamentalmente en esa época (primer decenio del siglo XIX) organizaciones de tipo estratégico y militar. La primera Logia propiamente Masónica formalmente establecida es “Filantropía Chilena” encabezada por el ex Presidente y comandante en jefe de la Armada, Manuel Blanco Encalada, en 1827. Si las primeras fueron artífices fundamentales en el proceso de liberación del dominio español, con la segunda se inicia un proceso de “pensar a la nueva república”.
- La Gran Logia de Chile, ¿Cuándo tiene su origen?
- La Gran Logia de Chile fue fundada en mayo de 1862, creada por cuatro logias pertenecientes a Copiapó, Valparaíso y Concepción y se basa en la necesidad de darle independencia al Poder Masónico nacional para generar su propio desarrollo.
- ¿Cómo considera la evolución y labor de ésta y las demás logias de regiones?
- En sus primeros cincuenta años, su labor estuvo adscrita a la necesidad de generar una institucionalidad adecuada para la República, incluyendo leyes civiles, impulso a la educación y separación de iglesia y Estado. En sus segundos cincuenta años la lucha de la masonería estuvo concentrada en atender la cuestión social, disminuir las grandes disparidades, generar una Constitución más democrática e inclusiva y proveer los medios para edificar un Estado de Bienestar. En sus últimos cincuenta años, estuvo seriamente amenazada por las graves escisiones de la sociedad chilena, un gobierno de facto y el decaimiento de la educación en todos sus niveles. Hoy vuelve a erigirse en defensa de los mismos viejos postulados, igualmente válidos en el mundo del siglo XXI: Libertad, Igualdad y Fraternidad. La vinculación de la Masonería y las regiones del país fue siempre muy activa: fue creada por cuatro logias de regiones y hoy en día tiene más de la mitad de sus miembros y logias en las regiones de Chile desde Arica a Punta Arenas.
- Usted señaló en una entrevista que “la Masonería chilena se une indisolublemente con las mejores tradiciones nacionales y se ha constituido siempre en un pilar que ha contribuido a sostener el simbólico edificio que constituye la República de Chile”. ¿Qué lugar ocupa actualmente la Masonería, tiene o debe tener un rol más político?
- Debe tener un rol ciudadano y republicano, como lo ha sido a lo largo de toda su historia. Esto significa una Masonería conectada con la problemática nacional, abordando los graves problemas de renovación de la institucionalidad que Chile requiere, los serios déficits en materia social, especialmente educacional, y la necesaria modernización que requiere la sociedad chilena para ser inclusiva y capaz de proyectar efectivamente un progreso real.
- ¿En qué situación se encuentra la Masonería en Chile al cumplir 150 años. Sigue siendo una entidad influyente a su juicio o ha decaído en su rol?
- Instituciones como la Masonería son influyentes en cuanto a sus ideas, a la trascendencia de sus postulados. Hoy en día es una institución que desde todos los sectores viene ejerciendo influencia, a través de sus miembros, para avanzar en una agenda de transformación del país, para crear una sociedad más democrática, más inclusiva, más justa y en progreso.
- ¿Ha sufrido la entidad una merma en sus asociados o en su rol dentro de la sociedad considerando que los valores de antaño han cambiado y se imponen sustitutos como el consumismo o la valoración de lo efímero?
- Eso nos fortalece, porque son cosas que atacamos como debilidades en nuestra sociedad, que crean injusticia y desigualdad. Precisamente al existir esos valores tan distorsionados, se fortalece el rol de la Masonería que lucha contra ellos para crear un sentido distinto de sociedad en progreso y democracia.
- ¿Existe interés de jóvenes por integrarse a la Masonería o la entidad sufre pérdida de integrantes como ocurre con entidades religiosas como la Católica?
- La Masonería ha tenido un gran crecimiento en los últimos años, porque los jóvenes buscan respuestas a sus preguntas y organizaciones donde puedan debatir sus puntos de vista en un ambiente de diversidad y tolerancia, donde no predominen los fanatismos ni los dogmas, y sí la razón. La Masonería provee ese espacio para la razón, y jóvenes de todos los credos e ideologías políticas se acercan a la Masonería para buscar un espacio desde donde contribuir y en donde también poder aprender.
- ¿Cree que la búsqueda de las verdades trascendentales ha sufrido un retroceso en las últimas décadas. Es necesario que el ser humano se reenfoque. Es necesario un cambio de visión, de orientación de las sociedades?
- La sociedad ha ido empequeñeciendo su mirada sobre preguntas trascendentes y disfraza de respuesta a preconcepciones y dogmas. La inteligencia y la razón parecen haber cedido paso al fanatismo y al materialismo, donde todo parece medirse por lo que se tiene, y no por lo que las personas valen en si mismas. Eso necesita un reenfoque, volver a las bases humanas, recrear un sentido de respeto por las ideas, y abrir los espacios a soluciones no ideológicas, pero si fruto de un buen consenso. El humanismo sigue siendo una gran inspiración perdida, porque la persona se ha ido poniendo como un medio y no como un fin, y eso necesita reenfocarse desde el punto de vista de los valores. En esto la educación debe proveer una respuesta activa, no sólo generando “individuos productores” sino “personas” que sean capaces de sentir y edificar ideas.
- ¿Qué piensan sobre temas que comienzan a internalizarse en la sociedad como la unión entre personas del mismo sexo?
- Creemos que cada sociedad debe darse las regulaciones que sean propias a sus valores y a su sentido de respeto por la persona y su libertad de elección.
- Usted se ha reunido con el Presidente Sebastián Piñera para debatir sobre el tema de la educación. ¿Debe haber educación gratuita en Chile, se puede avanzar en mejorar la calidad de la educación en el país; cree que en Chile se entrega una educación de real calidad que nos permita avanzar en ser un país más desarrollado?
- La educación debe ser gratuita para quienes no tienen como pagarla, porque eso permitirá construir una sociedad más integrada y pensante. Concebir a la educación como un negocio no sólo es un grave error económico y social, sino que es contradictorio con los valores de una sociedad democrática. El país debe dar un salto en calidad y equidad, así como lo ha dado en cobertura, para que efectivamente el progreso se asegure hacia las nuevas generaciones.
- ¿Es la Masonería una entidad mística, que se enlaza con corrientes orientales y occidentales conformando una visión de mundo diferente a la que propugnan religiones. Es en definitiva una religión?
- La Masonería no es un partido polítíco ni una iglesia. Acepta miembros de todos los mundos ideológicos y religiosos, solamente sujeto a la disposición a posponer los dogmas, abrirse al estudio y discusión abierta y sujetarse a los valores del respeto y la dignidad de las personas. No es una religión, no enseña creencias, y obliga a sus miembros a respetar las creencias de los demás, en el plano de aceptar las diferencias como una realidad normal en una sociedad.

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