viernes, 22 de junio de 2012

¿QUÉ ES EL RITO ESCOCÉS ANTIGUO Y ACEPTADO?


El REAA combina la simbología tradicional, el sentido de la fraternidad y el análisis racional
En la masonería existen diversos ritos, sin embargo el más practicado en todo el mundo y en concreto en el estado español por las diversas federaciones u obediencias masónicas ha sido y es el REAA.
¿En que consiste el REAA?

El Rito Escocés Antiguo y Aceptado(REAA) es un rito donde se combinan los elementos simbólicos más tradicionales con una dinámica de funcionamiento ciertamente expresiva que permite desarrollar al lado de un profundo sentido de fraternidad, un agudo sentido del análisis racional que invita en enfocar la vida tanto con criterio espiritual como racional, complementándose extraordinariamente.

En las logias que utilizan el REAA se representan simbólicamente las Leyes que rigen el Universo y sus trabajos se realizan fundamentalmente en dos líneas que se complementan como los brazos de un mismo cuerpo.

En primer lugar, la práctica del ritual, permite, en sus grados de Aprendiz, Compañero y Maestro, mediante una serie de representaciones ritualísticas de antiquísima simbología, tener una mayor conciencia de las Leyes y preceptos de la Naturaleza y del Universo del qué descubriría nuestra simple pero atenta observación. Así, el ritual está estructurado y codificado de tal manera que conforma un hilo conductor, el cual no solo puede transmitir un claro y sencillo mensaje general, sino que puede activar mecanismos subconscientes e inconscientes que generan un elevado sentido de la trascendencia del Gran Arquitecto del Universo (GADU). Así pues, en este Rito tiene una importancia capital no solamente la práctica del ritual sino también su asimilación espiritual, psicológica y conceptual.

En segundo lugar, dentro de los trabajos de la Logia se pone igualmente énfasis en los Trabajos Masónicos de tipos intelectual. Los Trabajos son presentados por escrito y, una vez leídos en la Tenida (reunión ritual), son tratados de forma oral y coloquial entre los hermanos. De esta manera se consigue, a través de las diferentes apreciaciones u opiniones aportadas, una percepción profunda del tema tratado, con el consiguiente enriquecimiento y formación masónica que invariablemente dará sus frutos en cualquier ámbito o situación.

Una espiritualidad laica

Al igual que la masonería proclama su espiritualidad, declara también su laicidad, como expresaba el Manifiesto de 1875 del Convento (asamblea) internacional de Laussanne: “La Francmasonería no es una religión ni es un culto; por ello desea la instrucción laica”. El Manifiesto finalizaba de la forma siguiente: “Su doctrina completa está contenida en este bello mandamiento: ama tu prójimo” . Es tan cierto como que nadie es propietario del amor ni del espíritu, ya que ambos son universales.

Con el REAA se encontramos delante una espiritualidad laica. Esta definición puede parecer paradójica, pero se entiende si conociendo la etimología del adjetivo “laico”, que procede del griego “laicos”: “Aquello que pertenece al pueblo, a la gente”.

Es preciso tener presente que “pueblo” designaba a la población del mundo antiguo conocido en otro tiempo; al conjunto de la humanidad. El sinónimo latín de laico es “universal”, teniendo en cuenta además que es el Rito masónico mayoritariamente practicado en el mundo, se puede comprender mejor el valor de la expresión “espiritualidad laica”. Y, como todos sabemos, el universalismo laico es opuesto a la intolerancia que caracteriza la antireligiositat radical, el totalitarismo, el integrismo y el fundamentalismo. Tampoco sería compatible con el nihilismo. Ser laico en este sentido significa que el Rito está abierto a todos los seres humanos de buena voluntad, creyentes o no creyentes, que quieren vivir en armonía con los auspicios de una verdadera espiritualidad. Es adogmático para evitar caer en la trampa del dogmatismo.

Como se decía en los tiempos de Anderson(1723):

“A pesar de que en los tiempos antiguos los masones estaban obligados a practicar la religión que se observaba a los países donde habitaban, hoy se ha creído más oportuno, no imponerle otra religión que aquélla en que todos los hombres están de acuerdo, y dejarlos completa libertad respeto a sus opiniones personales. Esta religión consiste en ser hombres buenos y leales, o sea, hombres de honor y de probidad, cualquiera que sea la diferencia de sus nombres o de sus convicciones. De esta manera la Masonería se convertirá en un Centro de Unión y es el medio de establecer relaciones amistosas entre gente que, fuera de ella, habrían sido separados entre ellos.”

Cuáles son sus grados?

Los grados del REAA son 33. Los tres primeros grados, comunes a todos los ritos -Aprendiz, Compañero y Maestro-, se denominan grados simbólicos, y son administrados con plena soberanía por las logias; pero se ofrece la oportunidad de continuar el perfeccionamiento del Maestro masón en los grados filosóficos que van del 4º al 33º, los cual administra el Supremo Consejo Masónico de cada Oriente.


Carta de despedida, Gabriel García Márquez

Si por un momento Dios se olvidará de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo. Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco, soñaría más. Entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen, escucharía cuando los demás hablan y ¡cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate!
Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo sino mi alma. Dios mío, si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el hielo y esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, una canción de Serrat sería la serenata. Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas y el encarnado beso de sus pétalos…
Dios mío si yo tuviera un trozo de vida… no dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que quiero que la quiero. Convencería a cada hombre o mujer de que son mis favoritos y viviría enamorado del amor. A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse. A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido.
Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres… he aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por vez primera, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre. He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas las cosas que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrán de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.
Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas. Si supiera que hoy es última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma. Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más. Si supiera que ésta fuera la última vez que voy a oír tu voz, grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas una y otra vez indefinidamente. Si supiera que estos son los últimos momentos que te veo, diría TE QUIERO y no asumiría tontamente que ya lo sabes.
Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré. El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo. Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesites, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles lo siento, perdóname, por favor, gracias y todas las palabras de amor que conoces.
Nadie te recordará por tus pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos. Demuestra a tus amigos cuánto te importan.
Publicada para Fenixnews por Edmundo Alosilla

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